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El Príncipe, Nicolas Maquiavelo

Un libro controvertido, cuyo autor escribió Nicolás Maquiavelo, en su reclusión en 1513, que fue
publicado. La moral, las comparaciones idealistas y los poderosos gobernantes de esta época
forman parte de los escenarios políticos citados en la obra, Nicolas menciona aspectos importantes
sobre cómo llegar al poder y cómo hacer para mantenerlo, si existen diferentes gobernantes o
príncipe, Qué se tiene que hacer para ser un ideal Y por último cómo puede existir una Italia unida.
Estos son algunos de los puntos considerados en1los párrafos su libro Cada capítulo de este libro
muestra un universo político perfecto que revolucionó e inspiró a los más grandes príncipes. Y es
posible señalar los principales fundamentos del derecho moderno, una secuencia de una serie de
hechos históricos de gobiernos que han colaborado con la corrupción, la infidelidad, el orgullo, y
también es posible nombrar la tiranía que, como decía Maquiavelo todo era contrario a la ética y la
moral del estado
Clases de principados, formas de adquirirlos y gobernarlos (capítulos 1-11)
Clases De Principado - Modo De Adquirirlo; El autor menciona que los principados hereditarios
son los que disfrutan y provienen de su familia que los ha tenido durante mucho tiempo. Estos
nuevos estados, a su vez, ofrecen una subdivisión porque: o están acostumbrados a vivir bajo un
príncipe o están acostumbrados a ser libres; o el príncipe que los adquirió lo hizo con las armas de
otros, o lo hizo con las suyas; O la suerte los proporcionó o tu coraje los proporcionó.
Principados hereditarios, nuevos o mixtos: Los estados hereditarios acostumbrados a gobernar en
familia con un nuevo príncipe. el príncipe se encuentra como nuevo por segunda vez. El príncipe
entonces no necesita exceder el orden seguido por sus mayores y esperar con los eventos, después
de lo cual le basta con usar la diligencia más útil para afirmarse siempre cuando no hay una fuerza
extraordinaria y un exceso de pistas
Para poseerlos con seguridad basta con haber extinguido a los descendientes del príncipe que
reinaba en ellos, porque, al fin y al cabo, respetando sus antiguos estatutos, y como las costumbres
son las mismas que las del pueblo al que se unen, mantienen la calma, como lo fue Normandía. Uno
de los mejores y más eficaces medios para hacerlo será que el príncipe resida allí, al igual que el
sultán de Turquía con respecto a Grecia. 
El poder absoluto o compartido: Maquiavelo cree que hay dos formas esenciales de gobernar un
principado según las circunstancias políticas: tener el poder absoluto o administrarlo juntamente con
un grupo de barones de la propia nobleza (no adquiridos por la gracia del príncipe) Aconseja optar,
si es posible, por la primera opción: tener el poder absoluto, porque con la segunda el príncipe
tendrá menos autoridad y muchas veces tendrá que sofocar rebeliones internas.
el primero de estos estados donde el mismo príncipe gobierna con algunos ministros esclavos tiene
más autoridad, porque en su provincia no hay quien reconozca a otro como superior y si alguien
más es obedecido, no es por un cariño particular a su persona, pero solo porque era ministro y
empleado del monarca. Pero el Rey de Francia se encuentra en medio de innumerables
personalidades, distinguidas por la antigüedad de su familia, señores de sus respectivos
estados, reconocidos como tales por sus súbditos particulares, que en cambio les profesan afecto, y
que están investidos de personal primarias que el monarca no puede quitarlas sin ponerse en
peligro. 
Sobre los Estados que se regían por leyes propias Maquiavelo analiza la forma en que se debe
proceder en un estado que, antes de su conquista, se regía por sus propias leyes, y enumera las tres
opciones que tiene el soberano: 1) destruirlo, 2) establecerse allí, o 3) para mantener las leyes y
costumbres anteriores, pero obligándolo a pagar tributo y ser gobernado por un grupo leal al
príncipe. Advierte que, sin embargo, este tipo de estados o ciudades están muy orgullosos de su
libertad, por lo que siempre estarán dispuestos a rebelarse para recuperarla. Por tanto, la única
opción segura para que el príncipe se quede con el poder es devastarlo y dispersar a la población.
Si el príncipe quiere preservar los estados que estaban acostumbrados a vivir con su propia
legislación y bajo el régimen de una república, debe adoptar una de estas tres resoluciones: o
arruinarlos o vivir en ellos, o dejar al pueblo con ellos Forzar una cuota anual a pagar y establecer
una granja en el país con un número reducido de miembros, una junta asesora, el príncipe tiene el
mayor interés, quien sabe que sin su amistad y gobierno no puede sobrevivir promoviendo su
autoridad.
Sobre la adquisición de principados con armas propias o ajenas: Según Maquiavelo hay dos
formas de adquirir principados:
con las propias armas y con la virtud, o con las armas y la fortuna ajena.
En el primer caso, indica que, si bien estos principados son más difíciles de adquirir, son, a la larga,
más fáciles de mantener, siempre que se disponga de fuerzas suficientes.
En el segundo explica que los principados adquiridos con las armas y la fortuna ajena, aunque muy
fáciles de obtener, son en cambio difíciles de mantener, dependiendo de un conjunto de factores que
lo condicionan.
al hablar de los Estados que son nuevos en todos los aspectos, o de los que sólo lo son en el del
príncipe, o en el de ellos mismos, presente yo grandes ejemplos de la antigüedad, los príncipes
hacen más que imitar a sus predecesores en las empresas que llevan a cabo. En esta parte les
conviene seguir el ejemplo de los ballesteros advertidos, que, viendo su blanco muy distante para la
fuerza de su arco, apuntan mucho más arriba que el objeto que tienen en mira, no para que su vigor
y sus flechas alcancen a un punto dado en tal altura, sino a fin de, asestando así, llegar en línea
parabólica a su verdadera meta
El buen y mal uso de la crueldad: Maquiavelo también advierte sobre el uso de la crueldad y cómo
debe aplicarse. Sostiene que es bueno si al principio se cometen todos los delitos, lo que le permite
luego, poco a poco, comenzar a otorgar beneficios a sus súbditos, para hacerles olvidar los delitos
recibidos anteriormente, se abusa de la crueldad cuando no todos se cometen al principio, lo que los
obliga a seguir cometiéndolos en el futuro, lo que atrae la enemistad del pueblo y lleva al príncipe al
fracaso
Principados civiles y eclesiásticos: también a otros tipos de principados, como el civil y el
eclesiástico. El primero, el burgués, se obtiene con el favor de los ciudadanos (los poderosos o el
pueblo); sobre todo requiere astucia política, sobre todo para mantener al pueblo del lado del
príncipe.

El segundo, el eclesiástico, es por su parte muy difícil de adquirir al principio, pero luego muy fácil
de mantener porque se basa en las leyes de la religión.
Clases de milicias y cómo lidiar con ellas (capítulos 12-14)
Especie de tropas, soldados y auxiliares mixtos, y obligaciones del príncipe
Las armas con las que un príncipe defiende su estado, sin embargo, pueden ser sus propias tropas, o
mercenarios, o auxiliares, o mixtas, y discutiré cada una de ellas por separado, la desgracia que trae
consigo el uso de tal rama de tropas. Al comienzo de su adquisición, no desconfiaban mucho de
estas tropas mercenarias, porque en ese momento no poseían ninguna tierra digna de mención en el
continente y aún gozaban de una reputación respetable. De todo esto concluyo que las conquistas
con tropas mercenarias son lentas, tardías, limitadas y los fracasos son abruptos, repentinos y
atroces,
Maquiavelo explica cómo medir fuerzas en diferentes principados. En este sentido, lo principal es si
el príncipe podrá cuidar de sí mismo o no, hombres, dinero y un ejército adecuado lo calificarían
como capaz. Por otro lado, si no cuentas con ninguno de estos elementos, tendrás que refugiarte
detrás de sus muros y resistir los ataques enemigos.
En cuanto al ejército y soldados que el príncipe debe tener a su disposición, Maquiavelo afirma que
estos pueden ser de tres tipos: propios, auxiliares y mixtos. Advierte de los mercenarios que luchan
por dinero, no por lealtad. Desalienta a los soldados auxiliares que pertenecen a otro príncipe al que
deben su lealtad. Y sugiere que tener un ejército propio que solo deba lealtad al príncipe es ideal.
También se refiere a la importancia del príncipe en el enfrentamiento de la guerra, tarea
fundamental del Estado, que no debe abandonarse ni siquiera en tiempos de paz, ya que un príncipe
que no es muy versado en las artes de las artes advierte está a punto de ir a la guerra. La gente es
despreciada.

Sobre la forma de actuar y comportarse del príncipe (capítulos 15-21)

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