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AMPARO

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE TALCA

ROMINA PAZ JORQUERA CABELLO, Abogada, Defensora Penal Publica, domiciliada para
estos efectos en calle Campos 363, Oficina 33, de Rancagua, en representación del
amparado don IGNACIO JAVIER GALVEZ PEREZ, quien se encuentra actualmente de manera
ilegal y arbitrariamente, bajo la medida cautelar de prisión preventiva, en causa RIT 94-2022;
RUC 2200012649-0, RIC 1071-2023, seguida ante el Juzgado de Garantía de Rancagua, a Usía
Ilustrísima respetuosamente digo:
Que en este acto y de conformidad a lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución
Política de la República, vengo en interponer acción constitucional de amparo en contra de
la resolución de fecha 20 de julio del año en curso, dictada en causa Rol Ingreso Corte
1071-2023, Juzgado de Garantía de Rancagua, pronunciada por la Tercera Sala de la I.C.A. de
Rancagua integrada por Ministro Sr. Jorge Fernandez S., Ministra Suplente Sra. Visnia Faridi
Mahmoud A. y Abogado Integrante Sr. Sergio Alfonso Gana R. quienes en audiencia de fecha
20 de julio resolvieron revocar el alzamiento de cautelar que había decretado el Juez de
Garantía Sr. Gonzalo Celedón Bulnes, sin fundamentar, por un lado, su resolución en los
términos del artículo 143 del Código Procesal Penal en relación al artículo 36 del mismo
código y, por otro lado, sin pronunciarse respecto de ciertas alegaciones de la defensa,
infringiendo con ello el principio de inexcusabilidad consagrado en el artículo 76 inciso
segundo de la Constitución Política de la República, solicitando en definitiva a S.S. Iltma., se
sirva acoger la acción constitucional, ordenando se deje sin efecto la medida cautelar de
prisión preventiva, a fin de restablecer el imperio del derecho, en base a las siguientes
consideraciones de hecho y derecho que paso a exponer:

LOS HECHOS:

Con fecha 05 de enero de 2022, se lleva a efecto audiencia de control de detención de mi


representado, cuya detención se amplió, por petición del Ministerio Público hasta el día 6
de enero del 2022 en que se formaliza la investigación respecto de mí representado
atribuyéndole el Ministerio Público participación de autor en el delito de homicidio simple.
En dicha audiencia el ente persecutor solicitó la medida cautelar de prisión preventiva,
frente a lo cual la defensa se opone dado que hasta ese momento existían antecedentes
que a juicio de la defensa podrán ser indiciarios de una legítima defensa, indicando
además que el imputado se había entregado y declarado ante Carabineros reconociendo
el hecho, alegando que actuó en legítima defensa.

Transcurridos más de 1 año y 7 meses se revisa la medida cautelar de mi representado


alegando diversos antecedentes nuevos en la causa que corroboraban la tesis de legítima
defensa sostenida por mi representado circunstancia que ameritaba el alzamiento de la
cautelar más gravosa.

Así señalamos que se debía tener presente que el propio parte policial indicaba que en un
potrero que se encuentra a metros del lugar, Carabineros entrevista a un sujeto el cual
respondió al apodo de "NACHO", vistiendo polera de color azul con manchas de color
rojizo, pantalón de color negro, zapatillas de color negro, efectuándole un control de
identidad para establecer su identidad el cual se identificó de palabra como IGNACIO
JAVIER GALVEZ PÉREZ (...), al cual se le consultó si sabía de una pelea que había ocurrido en
el sector, el cual de forma libre y espontáneamente les manifiesta que momentos antes en
los instantes que se encontraba en dicho sitio eriazo llegó un sujeto al cual solo lo conoce de
vista y cada vez que se encontraban este lo humillaba y en esta ocasión dicho sujeto llegó
con un cuchillo sin mango solo la pura hoja y sin mediar provocación por parte de él, este le
empezó a lanzar cortes por lo que él se defendió (...)

Al menos estos antecedentes objetivamente daban cuenta de que el imputado no habría


huido y había reconocido el ilícito.

Debe añadirse que este hecho corroboraba la alegación de la defensa, por cuanto el
imputado tenía lesiones provocadas por el propio occiso. Aquel fue detenido a menos de
una hora después del hecho y sus lesiones fueron constatadas por el servicio de Urgencia y
luego en un informe médico legal. Estas fueron periciadas por el doctor Bastian Caullaux
Lucero quien concluye lo siguiente:

1. El imputado recibió 2 heridas cortantes, una en cuero cabelludo de 8 cms y una en la


palma de su mano que abarca la piel desde el segundo al quinto metacarpiano. Además,
una equimosis por elemento contundente en su región malar derecha (pómulo).
2. Estas lesiones fueron constatadas y fijadas mediante fotografía en el examen de lesiones
realizado en el Servicio Médico Legal. Esta evaluación no se ajusta al estándar pericial en
cuanto no se pronuncia sobre el mecanismo que pudo haber causado las lesiones ni la
consistencia de los hallazgos con el relato aportado por el periciado.

3. Las lesiones son de carácter leve, estimando un tiempo de curación de 10 a 14 días.

4. La lesión de la mano izquierda es coincidente con las características de aquellas lesiones


típicamente denominadas como “lesiones de defensa” contra un ataque por arma blanca.
Estas ocurren al intentar asir con la palma de la mano la hoja del cuchillo del agresor. Esto
es consistente con el relato de imputado de haber arrebatado el cuchillo de la víctima.

5. La víctima falleció de una lesión cortopunzante en el tórax izquierdo que penetró el


corazón.

Las demás lesiones observadas en la víctima no corresponden a lesiones potencialmente


mortales.

A mayor abundamiento, la defensa sostuvo que existían una testigos ocular del hecho que
ratificaron la teoría del caso de la defensa también corrobora este antecedente una testigo
de oídas. una de ellas declara ante perito de la defensa y en fiscalía lo siguiente:
“En relación a los hechos que se investigan puedo señalar que ese día fui al negocio de la
esquina a buscar el pan, eran 19:00 a 19:30 horas apróx, vi discutir a estas dos personas en
la esquina, el que murió tenía en sus manos un palo y la punta de un cuchillo, cuando vi ya
estaban peleando, el sujeto que murió le tiraba cortes y pegaba palos al Nacho, como que se
enredaron y cayeron a tierra, forcejeaban en el suelo, luego se pararon, se separaron y uno
quedó en el suelo, murió altiro la persona, hasta lo tapé yo con una sábana cuando falleció,
el cuchillo y el palo quedaron ahí mismo botados”.

Existe además en carpeta un nuevo antecedente que era el video de reconstitución de


escena solicitado por la defensa el mes de octubre del 2022, de la que se pidió cuenta en
reiteradas ocasiones y pudo diligenciarse el mes de marzo del año 2023. El video que a la
revisión de cautelar no tenía el informe final, volvía a explicar la dinámica de los hechos con
la declaración de mi representado. En el video se aprecia que el lugar de detención era
cercano al lugar donde se produjo la riña referida por Ignacio Galvez.

Resulta relevante indicar que además el occiso registraba diversas causas por amenazas y
delitos contra la propiedad, circunstancia que también se aportó a la carpeta investigativa
en peritaje criminalístico de la defensa

La Fiscalía se opuso a la petición por el carácter del delito, señalando que había dos testigos
reservados que negaban tal versión. Testigos de los que no se indica absolutamente ningún
antecedente personal a la defensa. Y que no justificaban las lesiones del imputado el día de
los hechos.

El Juez Gonzalo Celedón Bulnes resolvió que:

De la exposición que se hace en esta audiencia, la Defensa sostiene que el occiso provocó al
imputado mediante insultos, que luego se fue el occiso y al ir el imputado a comprar
cigarrillos sueltos, lo volvió a insultar. Que el occiso agredió al imputado con un palo y un
cuchillo, dice la defensa, le ocasionó un corte en la cabeza. Sostiene la defensa que el
imputado tenía un cuchillo y un palo, con este le pegó en la cabeza, le ocasionó un corte de
7 cm. y también en la palma de la mano, un corte de 8 cm., los que están constatados en un
informe,

Dato de Atención de Urgencia de aquel día, como heridas recientes, y un informe médico
legal como herida defensiva al menos la de la palma.

Hay una testigo que declara ante el Ministerio Público, que también observa la agresión del
occiso hacia el imputado.

Los testigos protegidos del Ministerio Público no explican las lesiones que tiene el imputado.

En una pelea, los golpes se dan y se reciben, así como la posición en que se encuentren, sea
de frente, de espalda, no es un asunto que cambie el origen de la agresión. Pareciera de la
explicación que se da, que quién agrede en primer término es el occiso, y que es éste el que
porta los elementos, el palo y la hoja de cuchillo, lo que (el imputado recibe) una agresión
ilegítima y además pareciera que quién se defiende lo hace en forma proporcional al
ataque del que es objeto. Recuérdese que hay dos cortes que sufre el imputado y el
resultado fatal era dentro de los resultados posibles de una defensa, no resulta posible
sostener que la persona que se defiende tiene un cálculo preciso de donde pone la estocada
para causar lesiones o con la intención de matar, esa cuestión es teorizar demasiado
respecto de una cosa que es una agresión o una pelea en que no hay un control total de
donde se golpea.
Entiende este Juez que se dan varios elementos sobre la legítima defensa, una agresión
ilegítima, falta de provocación y proporcionalidad en el medio empleado para defenderse.

Pero aún en el evento de faltar alguno de estos, se entregó prontamente a Carabineros, da


una explicación de los hechos y concurren varios elementos de la legítima defensa, podría
estar revestido el hecho de tres circunstancias morigerantes de responsabilidad, y en ese
sentido la penalidad limitarse al presidio menor en su grado máximo, y lleva ya un año siete
meses privado de libertad, por lo que estaríamos cerca de la mitad de una eventual
condena. Por lo tanto, sea por lo principal que se fundamenta una legítima defensa, sea
porque concurren varias circunstancias atenuantes, corresponde acoger la petición de la
defensa y dejar sin efecto la medida cautelar de prisión preventiva; y quedará sujeto a la
medida cautelar de arresto domiciliario nocturno, desde las 10:00 hasta las 6:00 de la
mañana.

La Fiscalía apeló de tal resolución y la Corte sin pronunciarse sobre las alegaciones de la
defensa y del propio juez recurrido decide revocar la cautelar en una resolución que es del
siguiente tenor:

“Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por los intervinientes en estrados, y


teniendo presente la naturaleza y penalidad del delito imputado, y que conforme reseñó el
abogado del Ministerio Público existen en la causa diligencias en curso, unido a los
antecedentes investigativos de que dio cuenta, son elementos todos que constituyen
antecedentes que permiten establecer por ahora que la libertad del imputado Ignacio Javier
Gálvez Pérez constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, y las alegaciones
relativas a la eventual concurrencia de circunstancias modificatorias de la responsabilidad
penal, corresponden propiamente a un análisis de fondo a efectuarse en la etapa procesal
correspondiente, por lo que se estima que en este momento, no existen elementos de juicio
suficientes para estimar que hayan variado las circunstancias que se tuvieron en
consideración para decretar originalmente la medida cautelar de prisión preventiva por
peligro para la seguridad de la sociedad”.

Forma en la que esta resolución es contraria a la ley y afecta al derecho a la libertad


personal y seguridad individual del amparado, derechos consagrados en el art. 19 N° 7 de
la Constitución Política del Estado.

La resolución que se impugna mediante esta acción de amparo ha sido expedida en forma
ilegal, afectando el derecho a la libertad personal consagrado en el art. 19 n° 7 de la Carta
Fundamental, toda vez que ésta no ha sido dictada en los casos y formas determinados en la
ley como lo dispone la letra b) del art. 19 n° 7 de la Constitución Política del Estado.
Existe una clara infracción al principio de inexcusabilidad, consagrado en la Carta
Fundamental, tal como se explicará más adelante.
La resolución que se impugna mediante esta acción de amparo ha sido expedida en forma
ilegal, afectando el derecho a la libertad personal consagrado en el art. 19 n° 7 de la Carta
Fundamental, toda vez que ésta no ha sido dictada en los casos y formas determinados en
la ley como lo dispone la letra b) del art. 19 n° 7 de la Constitución Política del Estado.
La mencionada resolución no se ajusta a la ley, puesto que es carente de fundamentación
deviniendo por tanto en ilegal, vulnerándose a su respecto los artículos 36, 122, 139, 140 y
143 del Código Procesal Penal. A su vez, existe una infracción al principio de
inexcusabilidad, consagrado en la Carta Fundamental, tal como se explicará más adelante.
Existen dos justificaciones de la falta de fundamentación que se alega en esta acción
constitucional, en cuanto base de la ilegalidad denunciada:
1) La resolución objeto de esta acción constitucional, no expone ni los antecedentes
de hecho ni de derecho que sustentan o justifican la decisión de decretar la
prisión preventiva.
Cómo es posible apreciar de la resolución ya reproducida en esta acción, no existe en la
misma enunciación alguna respecto de cuál o cuáles fueron los antecedentes de
investigación y elementos probatorios obtenidos en esta etapa procesal por el persecutor,
que fundan la prisión preventiva, más que la existencia de diligencias pendientes,
circunstancia que lógicamente no pueden ser imputables a mi representado, quien ha
colaborado aportando todos los antecedentes posibles que puedan esclarecer el proceso.
La propia resolución de la Corte indica: “ que conforme reseñó el abogado del Ministerio
Público existen en la causa diligencias en curso, unido a los antecedentes investigativos de
que dio cuenta, son elementos todos que constituyen antecedentes que permiten
establecer por ahora que la libertad del imputado Ignacio JavierGálvez Pérez constituye un
peligro para la seguridad de la sociedad, y las alegaciones relativas a la eventual
concurrencia de circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal, corresponden
propiamente a un análisis de fondo (...)
Como se observa la Ilustrisima Corte de Apelacione de Rancagua no se hace cargo de las
circunstancias que evidentemente eximirá o al menos atenuara la responsabilidad del
imputado, a pesar de que ese fue el principal fundamento para que el juez de primera
instancia revocara su privación de libertad.
Resultaba de toda relevancia pronunciarse al menos sobre cómo se explicaban las lesiones
del imputado para indicar porque a juicio de la Corte estas no podían atribuirse a legítima
defensa al menos incompleta. Circunstancia que fue alegada por la defensa.
El transcurso del tiempo en que el imputado lleva privado de libertad incluso puede
exceder la mitad de la pena que le correspondería cumplir incluso si se considerara una
legítima defensa incompleta, por haber este reconocido el ilícito ocurrido el mismo día de
los hechos y no haber huido del lugar. Sin embargo, a pesar de constar estos antecedentes
en la carpeta investigativa, nada se dijo por la Corte.
Sobre este punto, como sobre todos los planteamientos de la defensa, la Tercera sala de la
Cortel no fundamenta porque lo rechaza, es más y como lo señalaremos en el acápite
siguiente, ni siquiera existe un pronunciamiento en la ilegal y arbitraria resolución que
recurrimos, demostrando su falta de fundamentación y la infracción al principio de
inexcusabilidad que más adelante denunciamos, pues justamente el fondo de la causa es
de relevancia para discutir las letras a) y b) del articulo 140 del CPP
En el mismo sentido respecto de las exigencias previstas en la letra c) del artículo 140 del
código procesal penal – que, como queda de manifiesto en la resolución recurrida, la
Tercera Sala no hace un análisis respecto de las letras del artículo en comento, sino que
solo se puede inferir tal alusión a las palabras utilizadas - el tribunal no explica ni enuncia
cuales son los supuestos de hecho que permiten entender que la libertad de mi
representado es un peligro para la seguridad de la sociedad, sino que únicamente se avoca
a reproducir las palabras que usa el legislador en el artículo 140 letra c): “atendida la
naturaleza y penalidad del delito imputado”;
Lo anterior, esto es la evidente falta de exposición, enunciación de los antecedentes de
hecho y de derecho, la falta de justificación de los motivos que llevan a adoptar la medida
cautelar de prisión preventiva, infringen el derecho a la libertad personal y la seguridad
individual del amparado, siendo ilegal y arbitraria por ser contraria a las disposiciones
legales siguientes:
i.- Se infringen los artículos 36 y 143 del código procesal penal: tales preceptos legales
imponen al tribunal que dicta la prisión preventiva, el deber de fundamentar tal decisión,
enunciado la forma en la que dicha fundamentación debe estar presente. El artículo 36,
inciso primero, es claro en señalar que la fundamentación expresará sucintamente, pero
con precisión, los motivos de hecho y de derecho en que se basaren las decisiones
tomadas”. Es decir, la primera exigencia que el legislador impuso a los tribunales, fue la de
“expresar” los motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones. Por
“expresar”, el Diccionario de la Real Academia Española entiende “Manifestar con
palabras, miradas o gestos lo que se quiere dar a entender”. En este caso, la Tercera sala
de la ICA debía MANIFESTAR en la resolución impugnada los motivos de hecho y derecho
que motivaban revocar la resolución del Juez Gonzalo Celedon Bulnes, que se hizo cargo
de las alegaciones de ambas partes y consideró adecuado decretar una cautelar menos
gravosa como fue el arresto domiciliario nocturno. Lamentablemente los Ministros y
abogado integrante no lo hicieron.
Términos tales como “conforme reseñó el abogado del Ministerio Público existen en la
causa diligencias en curso” .
no constituye una manifestación o expresión del porqué se adoptó la prisión preventiva.
Es de esta manera como el deber de fundamentación de las resoluciones judiciales está
establecido claramente en nuestra legislación procesal penal desde el artículo 36 del
Código Procesal Penal. Esta norma tiene el propósito de impedir prácticas de
fundamentación de resoluciones en términos formales, permitiendo a los intervinientes el
saber “por qué” la magistratura resolvió en determinada forma. Cumpliendo de esta
forma las resoluciones, efectos socializadores, en los intervinientes, y en la misma
magistratura al permitir la creación de una jurisprudencia que dé certeza y seguridad
jurídica a los ciudadanos.
Este deber, se reitera al momento de regular las medidas cautelares personales. De esta
forma el artículo 122 en su inciso segundo establece un principio básico en materia de
medidas cautelares personales; “Estas medidas serán siempre decretadas por medio de
resolución judicial fundada”

Debe considerarse, además, lo dispuesto en el artículo 143 del Código Procesal Penal,
norma que contiene una obligación especial para los tribunales en materia de prisión
preventiva, que refuerza el deber de fundamentación exigido por ley: “Art. 143.
Resolución sobre la prisión preventiva. Al concluir la audiencia el tribunal se pronunciará
sobre la prisión preventiva por medio de una resolución fundada, en la cual expresará
claramente los antecedentes calificados que justificaren la decisión”. En consecuencia,
tratándose de la prisión preventiva, ya no basta con la expresión de los motivos de hecho
y derecho, sino que además deben expresarse claramente los antecedentes calificados
que justifican la decisión, es decir el legislador ha reforzado el deber de fundamentación
imponiendo mayores exigencias, desde que debe expresar no solo los hechos y el derecho
sino que los antecedentes “calificados” (en su sentido natural y obvio se traduce en “que
tiene todos los requisitos necesarios”, acepción 2° del término calificado, Diccionario de la
Real Academia Española).
Cabe tener presente, que la ley proscribió la técnica del reenvió para justificar una
decisión judicial, puesto que el artículo 36 del código de enjuiciamiento penal, en su inciso
2°, señala que “la simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de
los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes no sustituirá en caso alguno la
fundamentación”. Por ende, toda mención a “la senda información entregada” por uno de
los intervinientes, o la enunciación – sin desarrollo alguno – de los criterios contemplados
en la letra c) del artículo 140 del código adjetivo, no satisfacen el deber de motivación
impuesto a los jueces por el legislador.
A su turno, el mensaje del Código Procesal Penal respecto a la fundamentación de las
resoluciones y la modificación del sistema de valoración de la prueba señala:
“Paralelamente al reconocimiento de la libertad del juez para valorización de la prueba, se
enfatiza la necesidad de la explicitación de los razonamientos utilizados para el
establecimiento de los hechos a partir de los diversos medios. Esta FUNDAMENTACIÓN
DEBE CONSTITUIRSE EN UNA DE LAS EXIGENCIAS MÁS RIGUROSAS PARA LOS JUECES
COMO ÚNICO MODO DE GARANTIZAR EL
POSTERIOR CONTROL DE SUS DECISIONES, tanto por parte de los tribunales que conozcan
de los recursos en contra de la sentencia como por parte del conjunto de la sociedad.”
Lo expuesto en este Habeas Corpus ha sido recogido por la Excelentísima Corte Suprema,
en sentencia de septiembre 10 de 2014, rol 23772-14 que acogiendo una acción
constitucional de amparo en sus fundamentos primero y segundo señalan lo siguiente:
“1. Que de conformidad con lo que disponen los artículos 36 y 143 del código procesal
penal, la necesidad de fundamentación de las resoluciones judiciales, en particular aquella
que ordena la prisión preventiva, constituye una garantía consagrada en favor del
imputado para conocer a cabalidad los motivos de la decisión que lo priva de libertad, y
que encuentra reconocimiento constitucional en el artículo 19 N°3 inciso 5 de la
Constitución Política de la República.
2. Que dicha fundamentación no se satisface con referencias formales a que las
circunstancias tenidas a la vista al momento de imponer la medida cautelar de prisión
preventiva a la que se encuentra sujeto el imputado, ni con la mera enunciación de citas
legales si no se dota de contenido a la decisión en términos de indicar, en cada caso y con
precisión, cuáles son los fundamentos de hecho y derecho que fundan las decisiones
adoptadas.”
El incumplimiento de fundamentación, como ocurre en el caso de marras, torna la
decisión en ilegal, afectando la libertad personal y seguridad individual.

2) La resolución objeto de la presente acción constitucional no se pronuncia ni se hace


cargo de las alegaciones planteadas por esta defensa en el debate de la medida cautelar
de prisión preventiva.
Como ya se indicó, esta defensa impugnó todos los presupuestos que habían mantenido la
prisión preventiva decretada contra mi representado, – tanto en los hechos como en el
derecho - , impugnó la participación del amparado, en un ilícito doloso no solo porque no
existían antecedentes suficientes, toda vez, que como en otros muchos fallos de la CIDH,
se señala que para que se pueda disponer la prisión preventiva los antecedentes en que
se funda esta solicitud deben ser: “Suficientes: Para disponer y mantener medidas como la
prisión preventiva deben existir elementos probatorios suficientes que permitan suponer
razonablemente que la persona sometida a proceso ha participado en el ilícito que se
investiga. Verificar este presupuesto material constituye un primer paso necesario para
restringir el derecho a la libertad personal por medio de una medida cautelar, pues si no
existiesen mínimamente elementos que permitan vincular a la persona con el hecho
punible investigado, tampoco habrá necesidad de asegurar los fines del proceso.
La resolución de la Corte no se hizo cargo no solo del hecho evidente de que los únicos
testigos del Ministerio Publico no explican las lesiones que recibio el imputado, sino que
tampoco de las eventuales circunstancias atenuantes que rondan el hecho como las del 11
numero 8 y 9.
La Corte Omite lo refrendado por la testigo ocular del hecho para indicar que el hecho de
que la fiscalía tenga gestiones pendientes, que la propia defensa ha solicitado hace más de
9 meses ameritan mantener la medida cautelar. Ni si quiera se pronuncia respeto al hecho
de que se corrobora que las lesiones del imputado eran propias de aquellas de legítima
defensa, circunstancia de relevancia en el caso de marras.
El principio de inexcusabilidad consagrado en el artículo 76 inciso 2 de la Carta
Fundamental prescribe, lo siguiente:

“Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán


excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva la contienda o asunto
sometido a su decisión”.

Respecto a la inexcusabilidad la doctrina procesal especializada, particularmente Mario


Casarino Viterbo en su Manual de Derecho Procesal. Derecho Procesal Orgánico en su Tomo
I página 91, señala que deben cumplirse dos requisitos copulativos para que el juez deba
adoptar la decisión en el caso concreto:

“a) Reclamo de la intervención del magistrado en forma legal, esto es, de la manera o forma
como los Códigos de Procedimientos se encargan de señalar para cada caso particular; y b)
Reclamo de la intervención del magistrado en negocios de su competencia, o sea, en
asuntos o materias de aquellas que la ley ha entregado a su conocimiento” .

El legislador señala que para decretar la prisión preventiva debe cumplirse con acreditar la
existencia del delito (letra a) del art. 140), lo que denota que el a quo debe hacer un examen
de subsunción de la conducta formalizada en los tipos penales invocados, de la
antijuridicidad y culpabilidad en cuantos elementos del delito. A fin de acreditar el delito, el
tribunal debe hacerse cargo de las alegaciones que la defensa efectúa en el debate – lo que
forma parte del derecho a ser oído que contiene el deber de dar respuesta a las alegaciones,
por parte de los tribunales – que es base del contradictorio por cierto, no pudiendo
excusarse del cumplimiento de dicho deber por cuanto la ley se lo impone en esta sede
procesal;respecto de la letra b) el tribunal debe dar por acreditada la participación en
calidad de autor, cómplice o encubridor. Así, debe efectuarse el análisis de los elementos
jurídicos de la autoría en relación al delito atribuido, autoría que es de carácter normativa,
técnica y no fáctica: el a quo no se hizo cargo de las alegaciones técnicas, jurídicas de las
defensas, por lo que incumplió nuevamente con el deber que le impone la ley; finalmente
respecto de la letra c), el legislador le impone el deber de justificar la afectación a los fines
del procedimiento con la mantención de la libertad personal del amparado, lo que no ocurre
al no hacerse cargo de las razones que esta defensa entregó para desestimar tal normativa.
Por ende, se vulnera el principio de inexcusabilidad tornando la resolución en ilegal
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE AMPARO.

Es procedente la acción constitucional de amparo en el caso de marras, al tenor claro


de lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política, en relación con el artículo
19 N° 7 b) que expresa “Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta
restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las
leyes”.

Surge el recurso de amparo entonces, como el remedio adecuado y oportuno para


poner fin a los actos y decisiones que afecten tales derechos, cuando en dichos
dictámenes aparezca de manifiesto y sea ostensible que los antecedentes que le
sirven de fundamento no se corresponden con el ordenamiento jurídico vigente.

Confirma este aserto, lo dispuesto en el Párrafo 4° del Título IV del Libro I del
Estatuto Procesal Penal, que, al regular el amparo ante el juez de garantía, dispone
que: “si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial, su
legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan ante
el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 21 de
la Constitución Política de la República”. De modo tal que la presente vía
constitucional siempre resulta procedente, cuando se afecte la libertad personal
con infracción a lo establecido en la Constitución y las leyes”

Por último, debemos tener presente que el artículo 19 N° 26 de la Carta


Fundamental establece la seguridad de que los preceptos legales que limiten las
garantías establecidas en la misma, no pueden afectar los derechos en su esencia, ni
imponer condiciones que impidan su libre ejercicio.

FORMA COMO SE VE AMENAZADA LA LIBERTAD PERSONAL Y SEGURIDAD


INDIVIDUAL DEL AMPARADO.

Todas las razones antes expuestas demuestran que la prisión preventiva decretada con
fecha 20 de julio de 2023 por la Tercera Sala de la I.C.A. de Rancagua integrada por el
Ministro Sr. Jorge Fernandez S., Ministra Suplente Sra. Visnia Faridi Mahmoud A. y
Abogado Integrante Sr. Sergio Alfonso Gana R. es ilegal y priva en ese carácter el
derecho constitucional de don IGNACIO JAVIER GALVEZ PEREZ, a su libertad
personal y seguridad individual. Se ha explicado de forma medianamente
pormenorizada cómo es que se reúnen todos los requisitos de la acción constitucional
de amparo. De mantenerse lo hasta ahora resuelto, el amparado, en prisión preventiva
en la actualidad, se le privó el derecho a conocer los fundamentos por los cuales un
Tribunal de la República ha decretado una privación de libertad en su contra.
Procede entonces acoger el amparo solicitado y restablecer el imperio del derecho, en
la especie, haciendo cesar su prisión preventiva.

POR TANTO,

A SSI RUEGO: En mérito de lo expuesto, y de lo contemplado en los artículos 19 Nº


7 y 21 de la Constitución Política de la República, auto acordado sobre tramitación
de recursos de amparo de la Excelentísima Corte Suprema, artículos 1, 5, 36, 122,
143 del Código Procesal Penal y demás disposiciones legales pertinentes, Ruego a
Usía Ilustrísima tener por interpuesto recurso de amparo constitucional a favor de
JAVIER IGNACIO GALVEZ PEREZ y en contra de la resolución de fecha 20 de julio del
año en curso, en causa RIT 1071-2023, RUC RUC 2200012649-0 por la por la Tercera
Sala de la I.C.A. de Rancagua integrada por EL Ministro Sr. Jorge Fernandez S., Ministra
Suplente Sra. Visnia Faridi Mahmoud A. y Abogado Integrante Sr. Sergio Alfonso Gana
R. quienes acogiendo la apelación de la fiscalía dispusieron mantener prisión
preventiva del amparado infringiendo la normativa procesal penal al no
pronunciarse sobre los argumentos otorgados por la defensa y además al no
fundamentar la resolución judicial que había revocado tal medida cautelar,
solicitando a Usía Ilustrísima acoger la acción, ordenando que se deje sin efecto la
prisión preventiva que pesa en contra del Amparado.

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