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Nosotros estamos aquí para ayudarte a descubrir cómo la inseguridad ha

afectado la manera en que sales con alguien, y para darte las claves sobre cómo
esperar lo mejor de Dios!

LA INSEGURIDAD NO DICE LA VERDAD

Cuando estamos estancados en un patrón de relaciones “fallidas” o tan solo


nadie nos invita a una cita y punto, podemos encontrar todas nuestras
inseguridades burbujeando en la superficie.

“¿Qué hay de malo conmigo?”

“¿No soy lo suficientemente bueno?”

“¿Vale la pena luchar por mí?”

“¿Alguna vez me amarán?”

Todas estas reflexiones negativas comienzan a nublar nuestro juicio y torcer la


manera en la que nos vemos a nosotros mismos, incluso la manera en la que
vemos a Dios. Mientras más nos “amiguemos” o nos asociemos con esas
preguntas y mentiras persistentes sin llevarlas delante del Señor, más se puede
arraigar la inseguridad.

LA INSEGURIDAD DISTORSIONA NUESTRA


PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD

Si hemos permitido que los pensamientos de insuficiencia dirijan nuestro


proceso de salir con alguien, nos podemos desesperar por cualquiera para
llenar ese vacío. Quizás alguien venga y nos diga todo lo que nos estábamos
muriendo por escuchar. Las banderas de advertencia pueden estar
alertándonos, pero esa persona se ve tan enamorada de nosotros que es casi
imposible no rendirse a sus pies. Es halagador, emocionante y validador. Nos
podemos sentir tan aliviados de que alguien está interesado en nosotros que
esto nos hace pasar por alto sus defectos… Pero lo halagador no es sustituto
del carácter y, no importa que tan bien te haga sentir ser deseado, tú necesitas
preguntarte a ti mismo las preguntas difíciles.
¿Hay banderas de advertencia?

¿Comparte esa persona mis valores?

¿Cómo se siente mi comunidad acerca de esta persona?

¿Estoy interesado en esa persona o tengo miedo de estar solo?

Puede que nosotros queramos acelerar el ritmo de una relación con la


esperanza de que se sacien nuestros miedos de estar solos o de que al final nos
sintamos lo “suficientemente buenos”, pero ningún humano puede sanar por
completo esos miedos. Debemos ser honestos y traerlos a Dios sabiendo que Él
sabe cómo saciarlos.

SI ESTÁS ESTANCADO EN CICLOS DE INSEGURIDAD,


PON UNA PAUSA A LAS CITAS

Si realmente estás luchando con la inseguridad, probablemente no sea el


tiempo indicado para empezar una relación. Esto no viene de un lugar de
vergüenza, sino de un lugar de entender que Dios se preocupa más por nuestro
corazón que por con quién salimos. Cuando nos tomamos un tiempo
intencional para enfrentar nuestros miedos guardados en lo profundo, le damos
espacio al Espíritu Santo para sanar esos lugares dentro de nosotros. Si
utilizamos la inseguridad para guiar nuestro camino por las citas, puede que
nos encontremos a nosotros mismos en relaciones no porque amamos a la otra
persona, sino porque también necesitamos de su afirmación. (Lo cual no es
justo ni para esa persona ni para ti). Así que no tengas miedo de soltar algo que
en el fondo sabes que no está bien, aun si es algo que se parece a lo que
pensabas que querías. Apártate, encuentra la sanidad para tu corazón y confía
en que el verdadero amor merece que pases por este proceso.

TOMA UN TIEMPO PARA TRABAJAR EN TU ALMA

Es imprescindible que una persona sana se conozca a sí misma, se entregue a


creer que Dios la hizo de esa forma A PROPÓSITO y, entonces, ame lo que
Dios creó. Aquí tienes algunos pasos prácticos para sentirte más seguro en
quién eres:

1. LEE “EL CAMINO DE REGRESO A TI: UN


ENEAGRAMA HACIA TU VERDADERO YO” DE IAN
CRON
Durante años yo luché contra las “evaluaciones de personalidad” porque
pensé que eran una pérdida de tiempo. No fue hasta que terminé de
predicar en un evento que un amigo me preguntó: “¿Te das cuenta de
que predicas como si estuvieras derrotado y como si nadie te creyera?
Tú constantemente enfatizas demasiado tus puntos para poder demostrar
que eres inteligente”. Mientras dialogábamos, él me contó que lo mejor
que él ha hecho por sus relaciones, ministerio y por sí mismo es
aprender de verdad quién es y comprender por qué es así. Ya sea con
este libro u otro, sumérgete en ti mismo y descúbrete. Será difícil,
emocional, pero sanador y poderoso al mismo tiempo.

Mi propuesta se basa en que conocerte y amarte a ti mismo es la cualidad


más importante que debes tener si quieres crecer en estas áreas. Daniel
sabía exactamente quién era él, quién era su Dios, y este conocimiento guiaba
sus acciones. A menudo, cuando luchamos por tomar decisiones, la nube más
grande proviene de la preocupación por lo que puedan pensar los demás.
Alguien que se siente completamente cómodo en su propia piel honra las
opiniones de los demás, pero nunca vive ni muere por esas opiniones.
¿Cómo encuentras la determinación interna para entrar voluntariamente en la
guarida del león? Con la confianza interna de que eres exactamente quien dijo
Dios que eres y que Dios es exactamente quien dice ser.

2. AUNQUE LAS OPINIONES IMPORTAN, TÚ


RECUERDA QUE COMO HIJO DE DIOS ESTAS NO
DEFINEN TU IDENTIDAD

Yo creo que uno de los mayores obstáculos de la autoconfianza es darle


demasiada importancia a lo que los demás creen sobre ti. Nosotros a
menudo le confiamos nuestra identidad a otros humanos imperfectos al
permitir que sus opiniones cambien lo que somos, lo que hacemos o lo
que pensamos. Nuestro creador es el único calificado para hacer
afirmaciones sobre quiénes deberíamos ser.
3. COMIENZA A TOMAR ALGUNAS DECISIONES
DESDE EL PARADIGMA DE "LOS FRACASOS NO
SON ACCIONES DEFINITORIAS, SINO UNA
PRUEBA DE QUE HABÍA RIESGO"

A menudo, las personas inseguras temen tanto al fracaso que no actúan


y se reprimen; no cumplen su destino completo. El miedo al fracaso y lo
que la gente piensa de nosotros cuando fallamos ha impedido que
muchas ideas inspiradas por Dios despeguen. No permitas que el miedo
defina tu búsqueda de su presencia.

Al elegir qué voces escuchar, busca a personas saludables que sean guiadas por
Dios y puedan confirmar quién dice Él que eres. Encontrarte a ti mismo y ser
quien eres podría ser tu único acto de adoración más grande que hayas
realizado, porque ese acto en sí dice: "Dios, estoy de acuerdo en que fui
hecho a tu imagen y soy bueno".

Tener una fe dispuesta a correr riesgos no es solo una recomendación, sino


un requisito para agradar a Dios. La Biblia dice: "Sin fe es imposible
agradar a Dios". A medida que nuestra relación con el Señor crece como
individuos, Dios revela muy rápido que el arriesgarse es uno de los
ingredientes clave para tener intimidad con Él. Vemos esto a lo largo de las
Escrituras, una y otra vez Dios recompensa los actos de fe audaces. Los que
siempre se destacan más para mí son Daniel y los tres muchachos hebreos que
voluntariamente fueron hacia una muerte segura. Cuando examino la forma en
la que tendemos a tomar decisiones como cristianos hoy en día contra esa
escala de calificación para la fe, puede ser difícil ver similitudes.

En esta búsqueda de agradar a Dios, encontramos un poderoso paralelo de


nuestras relaciones horizontales. Tanto en nuestra relación con Dios como
con los demás, la intimidad se logra a través del riesgo, la fe y la confianza.
Todos estos son los ingredientes clave para tener una relación profunda.
Entonces, a medida que descubrimos la importancia de estos componentes para
una relación, también es imprescindible que identifiquemos qué obstaculiza
nuestra capacidad para obrar con estos componentes desde el centro de nuestro
ser.

La kryptonita que destruye la intimidad en las relaciones es la


inseguridad. En las relaciones románticas, las inseguridades pueden hacer
que una pareja pase horas, días e incluso años dando vueltas alrededor de
problemas que parecen no desaparecer nunca. En las amistades, las
inseguridades asumen lo peor en lugar de creer lo mejor. En los matrimonios,
las inseguridades pueden hacer que uno de la pareja se cierre, que otro tenga
celos y que un matrimonio se desmorone. En nuestra relación con Dios, la
inseguridad nos minimiza a una forma de religiosidad.

¿Quieres buenas noticias? ¡Sanar es 100% posible y tú no tienes que vivir en


un lugar de inseguridad para siempre! Puede llevar un tiempo, pero mientras
más involucres tu corazón en el camino de la plenitud, más te prepararás a ti
mismo para salir con alguien de todo corazón en el futuro.
¡Aquí tienes algunos pasos para trabajar en tu alma para ayudar a impulsar tu
proceso!

1. ¿Qué mentiras o preguntas de desprecio sobre mí mismo he estado


entreteniendo en cuanto a mi identidad y mis relaciones?
2. ¿Cuándo aparecieron esas mentiras? ¿Tienen algún recuerdo asociado?
3. ¿Qué cree Dios de mí? ¿Qué dice Dios acerca de mis relaciones?
4. ¿Qué me costaría darle esas inseguridades al Señor?
5. Toma una pausa e invita al Espíritu Santo a encontrarse contigo donde te
encuentras hoy. Pregúntale cuál debería ser tu primer paso hacia la
sanidad. Este podría ser buscar consejería, escribir en tu diario íntimo
todos los días, leer un libro nuevo, unirte a un grupo pequeño de la iglesia,
lo que sea; ¡Dios conoce tu corazón y sabe cómo conducirte a donde
necesitas estar!

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