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EDP University of Puerto Rico

Escuela de Artes y Educación General

Informe Oral

Capítulo 3

Derechos contra la familia

Viamyshka T. Morales Matos


Criminal Law (CJU 1101)
Prof. Loraine Martínez Adorno
27 de noviembre de 2023
La sección de delitos contra la familia del Código Penal de Puerto Rico contiene
una serie de delitos que van desde la bigamia hasta la protección debida a las personas
de edad avanzada e incapacitadas, así como el respeto a los muertos. En general, estos
delitos buscan proteger los derechos y bienestar de los miembros de la familia,
incluyendo los más vulnerables.

En primer lugar, se encuentran los delitos contra el estado civil, como la bigamia
(Artículo 112), que consiste en contraer un nuevo matrimonio sin haberse anulado o
disuelto el anterior, lo que se considera un delito menos grave. El Artículo 113
contempla el delito de contraer matrimonio con una persona casada y el Artículo 114
trata sobre la celebración de matrimonios ilegales. El Artículo 115 establece que
incurrirá en delito menos grave toda persona que celebre un matrimonio sin estar
autorizada o que contraiga un matrimonio prohibido por la ley civil.

El Artículo 116 se refiere al delito de adulterio, el cual consiste en que una


persona casada tenga relaciones sexuales con una persona que no sea su cónyuge, lo que
también se considera un delito menos grave. El proceso por el delito de adulterio debe
instruirse dentro del año de haberse cometido el delito o haber llegado a conocimiento
de la parte actora. Si el delito de adulterio es cometido por una mujer casada y un
hombre soltero, o un hombre casado y una mujer soltera, el hombre o la mujer soltera
incurrirá en el delito de adulterio.

La sección siguiente se enfoca en la protección debida a los menores,


estableciendo el delito de incumplimiento de la obligación alimentaria (Artículo 117),
que sanciona a todo padre o madre que, sin justificación legal, deje de cumplir con la
obligación que le impone la ley o el tribunal de proveer alimentos a sus hijos menores
de edad. El Artículo 118 trata el abandono de menores, estableciendo que todo padre,
madre o persona a quien esté confiado un menor para su manutención o educación que
lo abandone en cualquier lugar con el propósito de desampararlo, será sancionado con
pena de reclusión.

El Artículo 19 de la Ley 186-2009 establece que no se considera abandono de


menores cuando los padres o tutores entregan al menor a una institución pública o
privada para su cuidado. En estos casos, los directores y empleados de la institución no
pueden requerir información sobre los padres, a menos que haya evidencia de maltrato.
La patria potestad del menor será asumida por el Estado Libre Asociado de Puerto Rico
y la custodia estará a cargo de la institución que lo acogió, según lo determine el
Departamento de la Familia. Además, la entrega de un menor a una institución
hospitalaria de acuerdo con la Ley 186-2009 también está excluida como delito de
abandono de menores.

El Artículo 120 establece el delito de secuestro de menores, en el que toda


persona que mediante fuerza, violencia, intimidación, fraude o engaño sustraiga a un
menor con el propósito de retenerlo y ocultarlo de sus padres, tutor u otra persona
encargada de dicho menor, será sancionada con pena de reclusión por un término fijo de
cincuenta años. Se consideran circunstancias agravantes a la pena cuando la conducta
prohibida se lleve a cabo en ciertos lugares como una institución hospitalaria, escuela o
área recreativa.
En el Artículo 121 se establece que cometer el delito de privación ilegal de
custodia, es decir, quitarle la custodia a un padre, madre u otra persona o entidad de un
menor o incapaz sin tener el derecho legal, es considerado un delito menos grave. Sin
embargo, se convierte en un delito grave con una pena de reclusión de ocho años en
ciertas circunstancias, como cuando se traslada al menor fuera de Puerto Rico, cuando
el padre o madre no custodio residente fuera de Puerto Rico retiene al menor sin
devolverlo al hogar de quien tiene su custodia legítima, o cuando se oculta o se niega a
divulgar el paradero de un menor que ha escapado de la custodia del Estado. En el
Artículo 122 se establece como delito recibir dinero u otros bienes a cambio de la
entrega ilegal para adopción de un menor con fines de lucro, con una pena de reclusión
de tres años. En el Artículo 123 se sanciona con una pena de reclusión de tres años a
toda persona que utilice un menor para cometer un delito, que intoxique a un menor, que
permita que un menor se dedique a la mendicidad pública, juegue azar o permanezca en
una casa de prostitución o de comercio de sodomía. También se castiga a los dueños o
empleados de establecimientos públicos que permitan estos actos. En el Artículo 124, se
establece que utilizar cualquier medio de comunicación para contactar, persuadir o
convencer a un menor para realizar conductas sexuales prohibidas o para obtener
material de pornografía infantil, es considerado un delito y se sanciona con una pena de
reclusión de ocho años. En caso de que la persona mienta sobre su identidad o edad al
menor, la pena es de doce años de reclusión. Es importante destacar que ninguno de
estos delitos califica para penas alternativas a la reclusión.

La sección tercera se enfoca en la protección debida a las personas de edad


avanzada e incapacitadas, estableciendo los delitos de incumplimiento de la obligación
alimentaria (Artículo 125) establece que cualquier persona que incumpla sin
justificación legal la obligación de proveer alimentos a su cónyuge, ascendiente o
descendiente mayor de edad, comete un delito menos grave. Abandono de personas de
edad avanzada e incapacitadas (Artículo 126) habla sobre el abandono de personas de
edad avanzada o incapacitadas, estableciendo penas de reclusión de tres años si son
abandonadas y ocho años si su vida o integridad están en peligro. negligencia en el
cuidado de personas de edad avanzada e incapacitadas (Artículo 127). Además, se
añadieron los delitos de maltrato a personas de edad avanzada, maltrato a personas de
edad avanzada mediante amenaza, explotación financiera de personas de edad avanzada
y fraude de gravamen contra personas de edad avanzada.

Por último, la sección cuarta trata el respeto a los muertos, estableciendo los
delitos de profanación de cadáver o cenizas (Artículo 128) y profanación del lugar
donde yacen los muertos e interrupción del funeral (Artículo 129).

En conclusión, la sección de delitos contra la familia del Código Penal de Puerto


Rico busca proteger los derechos y bienestar de los miembros de la familia, incluyendo
a los más vulnerables, mediante la sanción de conductas ilegales que atentan contra
ellos. Estos delitos buscan garantizar el respeto y dignidad que merecen las personas,
sin importar su edad o condición.

lo que quiero decir con esto es que la sección de delitos contra la familia del
Código Penal de Puerto Rico contiene una serie de delitos que van desde la bigamia
hasta la protección debida a las personas de edad avanzada e incapacitadas, así como el
respeto a los muertos. Estos delitos buscan proteger los derechos y bienestar de los
miembros de la familia, incluyendo a los más vulnerables. Algunos de los delitos
mencionados incluyen la bigamia, la celebración de matrimonios ilegales, el adulterio,
el incumplimiento de la obligación alimentaria hacia los hijos, el abandono de menores,
el secuestro de menores, el maltrato a personas de edad avanzada y la profanación de
cadáveres. Estos delitos tienen como objetivo garantizar el respeto y la dignidad que
merecen las personas, sin importar su edad o condición.

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