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Psicopatología

Análisis
Psicosis

Doña Juana I de Castilla


(Toledo, 1479 -Tordesillas,
Valladolid, 1555)
Juana: La reina, loca de amor.

Historia:

Juana I de Castilla, llamada la Loca, era la segunda hija de los Reyes Católicos.

Juana era una mujer muy bella y de complejo carácter. Fuerte, pero solitaria, sensible y mística, no
alcanza a comprender las ambivalencias del mundo familiar, las astucias políticas y los marcados y rígidos
principios religiosos y morales a los que la Reina y el reino se aferran ;( posible ambiente
psicotizante) pidió permiso para convertirse en monja, sin que sus padres consintieran en ello; tenían
otros planes para ella.( Lugar que tenía que ocupar )

Recibió una excelente educación, llegó a dominar diversos idiomas, entre ellos el latín. Brillante, muy
buena para argumentar y sostener sus puntos de vista. Juana vive envuelta en una atmósfera de
misticismo cristiano militante. Era una niña inteligente y con mucho talento, sus padres la encontraban
tan parecida a su abuela paterna, que su padre la llamaba “madre” y su madre “suegra”. ( ¿¿Identificación,
lugares, locura , necesidad de cumplir un papel??)

Su educación fue dirigida por un manual de instrucción femenina de la época escrito por el franciscano de
origen catalán Francesc de Eiximenis, cuya líneas maestras enfatizaban la necesidad de atender a las
niñas con especial cuidado, instruyéndolas en la moralidad, las buenas costumbres y la estricta sumisión a
la autoridad paterna. Poco propensa a las reuniones sociales y dada a pasar días enteros sin contactar ni
hablar con nadie de la corte. (Podríamos decir que estos signos, ¿cualidades- características? de su
personalidad son ya elementos que nos permiten establecer que posee una estructura psicótica?)

La Reina estaba todo el tiempo entregada a sus labores de estado, yendo de un lado para otro, todo ello le
dejaba poco tiempo para actuar como una madre atenta y pendiente de las necesidades de sus hijos, por
lo que nos imaginamos a unas infantas creciendo en unos aposentos regios al cuidado de extraños. En
cuanto a la relación personal de La Reina con la infanta Juana, según Tarsicio de Azcona, para La Reina
Juana no fue una de sus hijas preferidas: ”La amaba sinceramente aunque nunca llegó a entenderla
y dirigirla”.
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Es importante considerar que parte de su personal es moro, lee las cartas y cree en este mundo
“espiritual”. Incongruente en casa de los Reyes “católicos”, pero así es, al mismo tiempo mortifica su
cuerpo con el cilicio. (¿¿Necesidad de ser castigada??) Pasa mucho tiempo a solas con sus pensamientos.
De carácter fuerte, pero cuando se disgusta profundamente, guarda silencio absoluto, se mueve poco,
come poco, duerme mucho o no duerme nada en lo absoluto. (¿Vislumbres de su estructura?)

En 1492, al consumarse la Toma de Granada, Juana cree ver cosas y escuchar voces que no son
ciertas. Pero no presta demasiada atención, cree que fue “un sueño”.

A los dieciséis años, sus padres concertaron la boda con el archiduque Felipe de Austria, primogénito del
emperador alemán Maximiliano I y de María de Borgoña, que era un año mayor que ella. Matrimonio de
conveniencia: intereses políticos-económicos.

No debemos olvidar que sucede históricamente en esta época; pleno apogeo de la inquisición española, de
la reconquista de España y del descubrimiento de América.
España acaba de terminar su unificación como una nación, los reyes católicos no quieren perder los
territorios ganados, antes al contrario desean anexar más territorios y más poder al ya obtenido hasta el
momento. ( Ya sea por la guerra o por alianza) .
Los hijos en este momento, son para los padres, activos que se pueden acomodar al antojo de los
mismos. La estructura familiar del 1500 era absolutamente patriarcal, donde el padre tenía el poder
absoluto y la primera sometida era la mujer. ( Aunque en el caso de los reyes de España hay una
ambivalencia, pues Isabel es tan reina y tan poderosa como Fernando si no es que aún más, pues sus
reinos son aún más extensos y su poder es mayor, el poderío depende de la cantidad de tierra y de
súbditos que se poseen).
La Reina Isabel, más que una madre amorosa, es reina y maneja su casa como extensión de su nación,
donde su palabra es ley y nadie osa contrariarla. Es una reina guerrera y conquistadora. Sumamente
celosa de las conquistas de su mujeriego marido, el cual tiene muchos hijos ilegítimos. (Situación conocida
y tolerada por todos; menos por Isabel que lo celaba por ello y Juana se percata de esto)
Copartícipe e instigadora principal de la Inquisición con la ayuda de Tomás de Torquemada. Ppal.
Inquisidor, dominico.
El objetivo es evitar desuniones en el reino recién instaurado, tener la misma fe da coherencia y poder al
mismo.
Manejan al reino y a sus hijos como peones en tablero de ajedrez, cada uno tiene su lugar y tienen
que aceptar la posición que la reina le da.
Juana es sumamente religiosa y espiritual, está mortificada por su madre, ya que para ella la inquisición
está equivocada, porque mueren inocentes y la sangre de estos mancha sus manos. (Pudiendo evitar su
entrada al cielo)…Por lo que no cesa de implorar al cielo protección para su madre.
Ambos Fernando e Isabel reinan, conjuntamente, pero a su vez tienen sus propios reinos -una especie de
estados- Aragón para Fernando y Castilla para Isabel.
Estos datos son importantes porque a su muerte Isabel le entrega estos reinos a Juana, en despecho de
su marido, que no tolera el haber sido dejado de lado. (Es interesante mencionar que El Príncipe de
Maquiavelo está basado en Fernando de Aragón. Lo cual nos dice mucho de como es el padre de Juana,
importante para establecer el orden en Juana, “el nombre del padre”)

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El autor nos dice: Juana sentía en lo más profundo de su ser el culpable deseo de ser amada y
tenida en cuenta, este deseo natural de ser amada se convierte en culpa, la culpa en castigo y el
castigo en dolor. Quería ser algo más para alguien que una pieza utilizable.

Juana se siente sola…


Las palabras claves para las infantas de España son: piedad, pudor y honor.

Siempre cercana al sentimiento de culpa, por no ser como pensaba que su madre deseaba, este
conflicto interior la abruma…por lo que pasa por periodos de tristeza y rebeldía, por momentos este
sentimiento de disgusto llega a transformarse en odio dentro de aquel noble corazón. ( Importante para
la formación de la melancolía de Juana, o su neurosis, dependiendo de como se vaya desarrollando el resto
de su historia??)
Además hay que recordar que acostumbraba acompañar a su madre a visitar a su abuela, Isabel de
Portugal, la cual se encierra en su castillo desde la muerte de su marido Juan II y desvariaba
constantemente hasta su muerte.( considerada por todos como enajenada).

Tiene una gran capacidad de abstracción, dentro de ella siente un hueco, que nadie, ni Dios lo
llena.
En una corte como la española, no está permitido que el alma disfrute del placer; lo que debe existir
sólo es el deber. (Esta frase puede ser indicativa de los conflictos que Juana llega a tener al amar a
Felipe y disfrutar de su relación)
Existe en Juana un severísimo sentido del deber y de la corrección. Fruto de su época y de su
educación.
Por ello acepta la imposición de dejar todo lo conocido y embarcarse en esta aventura a la cual sus padres
la envían…por deber. (Podemos imaginar la escena y debe de haber sido terrorífico, a los 16 años, aún en
plena formación, dejar todo lo conocido, su mundo, por algo que no se sabe absolutamente nada: ni quien
es, ni que va a ser de ella, ambiente extraño, diferente, otro país, otras costumbres, otra forma de vivir,
otro ambiente social, religioso, etc.. entrar en lo desconocido, sin mas referencia que el deber) . ( De por
si, casarse es embarcarse en una aventura, en la que no se sabe que va a pasar, pero la ilusión de estar
con “el amado” sostiene lo desconocido, en este caso, cómo sería??)

El 21 de agosto de 1496 se encontraron ambos en Lille y, para sorpresa de todos, debido a la pasión
instantánea que sienten el uno por el otro, deciden casarse esa misma tarde. ( Al encontrarse con Felipe,
aparece una química increíble entre ellos, Juana por fin siente que algo le pertenece solo a ella, lo que
hará que lo proteja con todo y contra todos, debemos recordar también los celos de su madre, es una
dato importante) (Interesante también y tiene que ver supongo con el deber ser, que aún antes de dar
rienda suelta a sus pasiones, se casaran, cumpliendo con el protocolo de ”amparados por la ley y la
religión”.) (Interesante es que Felipe aceptara esto, o incluso que el fuera el que presionara, viniendo del
ambiente del que viene, mas relajado en cuanto a costumbres y moral el que insistiera en “el amparo de la
ley”)

Los primeros años del matrimonio fueron estupendos para ambos, la pasión los consume y todo es
felicidad, Juana se da cuenta que Felipe es todo para ella, pero comprende que para Felipe hay más que

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ella, que el poder es para él mas importante que ninguna otra cosa, y lo acepta, entregándole todo lo que
es y todo lo que tiene incluidos sus posesiones materiales. ( ¿¿Podríamos decir que de alguna manera la
libido de Juana queda totalmente enlazada a Felipe, y a su muerte, por ello está taaan afectada, ya no era
nada sin Felipe y al perderlo se pierde un poco a sí misma??)

Sabe que no es querida por ser “extranjera” y no sabe en quien confiar. Ya que poco a poco se da
cuenta que es un peón en un juego superior a ella. Prácticamente guarda sus pensamientos para ella.
( Debe de ser horrible es saber que se está totalmente aislada, que no le importa a nadie. Su conducta es
recelosa, desconfiada y persecutoria. ) ( ¿ Son estos signos a considerar para su padecimiento? O
simplemente es cuidarse)

Su único hombre de confianza es el embajador español: Gutierre Gómez de Fuensalida, y un Fraile: Fray
Matienzo, quien la oye en confesión antes de regresar a España; a este Juana le dice:

…siento por mi esposo un amor apasionado que es motivo de peligro para mi alma, creo que le pertenezco,
he dejado de pertenecerme, para ser sólo de él, y ante el acecho de la duda me atacan los celos, pierdo la
cordura y me torno irascible, no soy dueña de mis actos y temo que ante tal arrebato pueda cometer
alguna locura… ( Oralidad?? Inicio de su obsesión ¿?)

Felipe se ha dado cuenta del poder que su amor ejerce sobre mí, en algunas ocasiones me los provoca,
(los celos) por ello he optado por aislarme y la llegada de Leonor ( su hija) es mi mejor excusa, dentro de
la corte me siento una extraña, no cuento con nadie y he comenzado a recelar de los que me rodean y de
los que me sirven.

La vida de Juana gira en torno de su sol: Felipe de Habsburgo; su corazón, su mente, asegura que este
matrimonio es lo mejor que le ha pasado en la vida y que nada iba a hacerla cambiar de opinión, su
apasionado amor es su razón de vivir.

Sus padres tienen espías en las cortes de Flandes ( Martin de Moxica / Tesorero) y por instancias de
Felipe, el mismo espía hace un diario con las incongruencias que Juana va presentando. ( Diario que se
perdió.¿¿ Será??)

Tras la muerte de sus hermanos, Juan e Isabel, y de su sobrino Miguel de Portugal, los Reyes Católicos la
hacen venir de Flandes junto a su marido, para que sea jurada por las Cortes como heredera de los reinos
de Castilla y Aragón. Juana no es ambiciosa, Felipe si. Felipe ansía estas coronas tanto como ella su
amor.

Felipe la reprende por su propensión a estados de ánimo melancólicos y tristes, aunque no siempre tenga
motivos para estos.

La principal preocupación de Juana es la contradicción que siente entre sus deseos y creencias,
entre las enseñanzas de su infancia y las nuevas experiencias a las que felizmente se adaptaba.

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Podríamos decir que es un conflicto entre el Yo y el mundo exterior O simplemente entre su Yo y su ello.
Como saber exactamente en que o donde encuadrarlo ¿?????

Juana había descubierto la felicidad, estado desconocido para ella, en Castilla, la felicidad siempre es
suplantada por la tranquilidad del deber cumplido- o sea el deber ser-

Después del nacimiento de su primera hija, Leonor, en 1498, su marido Felipe I había perdido su antaño
interés por ella y, haciendo honor a su posterior apodo, el Hermoso, gustaba de flirtear con las damas de
la corte, para desgracia de Juana, quien sufría mucho a causa de ello, por lo que las peleas entre ambos
eran frecuentes.

(Hay versiones encontradas sobre este hecho- algunos escritores dicen que si, que era mujeriego
empedernido, otros que no, que solamente le fue infiel con Germaine de Foix, futura esposa de Fernando
II de Aragón. Que coqueteaba, sí, pero no llegaba a nada, que Juana satisfacía plenamente sus pasiones
amorosas, - A través de esta (Germanine) Fernando en un futuro cercano, hará alianza con Francia,
archienemigo acérrimo desde tiempo inmemorial de España)

No sé que creer, por un lado la infidelidad es algo común en esta época, si los matrimonios eran
arreglados y concertados, no se espera fidelidad, solo hijos-herederos para la corona- por otro lado eran
muy jóvenes y posiblemente pudieran llegar a enamorarse realmente- y ser fieles- además, Pero… Felipe
viene de una corte relajada, festiva, donde la moral general es más relajada, Juana de un ambiente
represor , austero y agobiante…tengo mis dudas como para expresarme en uno u otro sentido; además si
Juana está taaaan enamorada y no le niega nada a Felipe, ¿porqué buscar fuera lo que tiene dentro? Si
llegaron a tener 6 hijos en tan poco tiempo, ( Juana se queda viuda a los 27 años- 6 hijos y largos
periodos separados, debido a intrigas de la corte española) dudo que hayan estado simplemente
cumpliendo con su deber….( Y si sí, que obedientes.)

Los Reyes Católicos vieron en Felipe a un posible enemigo, más que a un yerno, debido a su alianza con
Francia. Los deberes hacen que Felipe tenga que regresar a Flandes,…Juana enferma queda atrás por un
tiempo….además de estar embarazada nuevamente…

Mientras tanto, como dijimos, Juana queda retenida por sus padres en Medina del Campo, y allí es
víctima de la soledad y la desesperación, hasta que consigue reunirse con su esposo. Mira a su
alrededor perdida y desconsolada al ver la situación a la que ha sido sometida, se recluye en el silencio,
queda inmovilizada por la situación de desamparo en la que se encuentra…olvidada por su marido
ausente, alejada de sus hijos, abandonada por sus padres, sola, rodeada de voluntades poco amables y
poco dispuestas a servir sus deseos, Sin Felipe: Sin el cual, no puede vivir... por lo que deja de hablar, es
su manera de huir.

Para ella todo esto es un complot deliberado para alejarla y robarle lo que mas ama: Felipe de
Habsburgo, sus padres no sólo forman parte de él sino que son culpables e instigadores del estado
en que se encuentra.

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La obsesión poblaba sus día de tormentos y pasa largas noches sin dormir, por la pasión arrebatadora de
un amor desmedido. ( ¿neurosis, en lugar de psicosis?)

Juana se niega a hablar, con nadie en su corte por lo que los emisarios hacen llegar a sus padres el
siguiente reporte:

 Pareciera que tiene las facultades alteradas


 Se la pasa sentada frente al fuego durante largas horas
 Parece dormida pero está despierta, aunque su mente no se haya aquí sino lejos
 Algunos día no habla, otros parece estar trasportada
 Pasa los días y las noches recostada en un almohadón con la mirada fija en el vacío.
 Podríamos decir que su enfermedad no es del cuerpo sino del alma
 Se advierte en ella síntomas de rareza, extravagancias, inapetencia, insomnio, ingesta voraz,
inmovilismo, ira…remplaza las palabras por vómito y llanto, que la dejan inmovilizada y extenuada,
presa de terrible angustia
 Dentro de esta desesperación ...los celos le vuelven a jugar una mala pasada, destrozándola y
consumiéndola
 Sus cabellos le caen inertes
 Sus vestidos están raídos
 Se ha convertido en la imagen de la desolación, solo quiere dar a luz para volver a Felipe.
¿¿Podríamos decir que esto es melancolía??

Después del parto la archiduquesa-Juan recupera su dignidad y elegancia. ( ¿porque ahora sí puede
retornar a su amado?)

Emplea para regresar las siguientes palabras:

…Para vos, Madre, sólo existe España, pero para mí, sólo existe Felipe, Sois peor que lo que con declarado
odio y malevolencia me han perseguido, pues vos, amándome y deseándome el bien como decís, me habéis
mortificado y atormentado más que los otros… A esto la Reina contesta: …no conviene que os marchéis y
si está escrito que habráis de perder a Felipe, en nombre de España, así habrá de ser. (Deber ser- lo que
tu quieras no importa, eres un peón en el juego del poder, pero Juana no está dispuesta)

Juana alega: Yo no estoy dispuesta.

A partir de ese momento, en cada rostro, en cada mirada, en cada palabra, cree advertir traición.

Al final, Juana logra retornar a su amado, No sin antes tener serias disputas con sus padres, porque
desean que se quede “retenida “ en España y/o que deje a su hijo Fernando para ser criado por ellos. ( El
poder, el reino ante todo, insisto, los hijos no son más que peones en el juego del poder, y el hecho de que
puedan retener a un recién nacido me confirma lo anterior)

Pero … mientras tanto, Felipe se divierte. Los devaneos de Felipe iban haciendo dolorosa mella en Juana.
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Durante el año y medio mas o menos que Juana estuvo ausente de Flandes, Felipe inicia una relación
amorosa con Germaine de Foix, sobrina de Luis XII. (Tenía alrededor de 15 años) Felipe sentía que ya no
importaba pues ya tienen 4 hijos, suficientemente cumplida la tarea de los herederos.

Juana hace todo lo posible para que Felipe regrese a ella- en teoría lo consigue- pues tienen dos hijos
más- La obsesión de Juana es Felipe y su amor.

Los celos de Juana se recrudecen, motivados por las bellas jóvenes que integran la corte y que no
mezquinaban ni ahorraban cumplidos, estas actitudes terminan con la dicha del retorno, todo se vuelve
sospechas, intranquilidad y sobresaltos. Felipe se ve acorralado por una esposa celosa y posesiva.

Juana luchará con todas sus fuerzas por recuperar aquello que es suyo: el archiduque, ella es su
dueña, y no está dispuesta a claudicar a esta preciosa posesión y no está dispuesta tampoco a
compartir. Es sólo suyo. Juana se encuentra ya en una extraña y desconocida región del alma, en el
límite donde el amor se convierte en locura.

La violencia se torna cotidiana, y se corre la noticia por todas las cortes de Europa. Juana cae en un
terrible estado, del que se recupera 3 meses más tarde… poco a poco la corte regresa a la normalidad.

Pero los rumores no cesan, se habla de que esta demencia es heredada de su familia portuguesa, de su
abuela Isabel de Portugal,

…los caprichos de la sangre podrían envolverla en un mundo irreal cargado de melancolía. ¿Había
heredado Juana la insania? O, Podríamos decir que en ella no había rastro de locura, sino una conducta
totalmente desacostumbrada a la época, ninguna reina celaba al rey, se limitaba a ver para otro lado.-
Pero … hasta su madre creía que estaba loca de amor ¡!

De sus otros síntomas, o signos, no podemos menos que decir que son muy extraños. Encajan en el cuadro
clínico de la esquizofrenia o de una neurosis obsesiva, todavía no puedo determinar que es, pero parece
más bien neurosis obsesiva.)

Lo único cierto es que: Juana no anhela tierras, ni coronas, sólo desea el amor de Felipe y jamás permitirá
que le sea arrebatado. Su destino lo había asumido desde el mismo instante de sus esponsales, cumpliendo
fielmente y para siempre el sacramento del matrimonio. ¿Porque se empeñaban entonces en que estaba
loca? Si con su conducta no se alejaba ni un ápice de los mandamientos, no entendía, ¿porqué no debe su
esposo cumplir exactamente lo mismo? Poco a poco, Juana logra que Felipe vuelva a ella.

Pero la semilla de la desconfianza está plantada, por ello, la Reina Isabel, plantea en su testamento una
cláusula, Juana no debe reinar sola, esto será la razón de su encierro durante 47 años a la muerte de
Felipe. (El juego del poder nuevamente, de la que ella es víctima de las circunstancias)

( Lo interesante es que el que se opone terminantemente a que reine, es su padre, que con perfidia y
egoísmo decide deliberadamente quedarse con la corona de Castila, apartando a Juana del trono, además

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de los legítimos poderes que por testamento materno le corresponden, y si para ello tiene que deshacerse
de Felipe, lo hará ( enfrentamiento de poder entre suegro y yerno) (No será el primero, ni el último que
manda matar a sus enemigos) Ya que Felipe y Fernando II tienen el mismo objetivo: el trono de Castilla.

Su madre Isabel I fallece, y a principios de 1505 la juran reina de Castilla y León como Juana I, y a
su esposo Felipe I, como rey consorte, encargando el gobierno a su padre, Fernando de Aragón, hasta
que la pareja regrese a la Península.

La desmedida ambición de Felipe le llevó a un continuo enfrentamiento con su suegro Fernando.

Al regreso a tierras españolas, la nave que los lleva está a punto de naufragar: la única que
muestra sangre fría es la archiduquesa, mientras todos están mareados, asustados y descompuestos
ella exclama: no se de ningún rey que haya muerto ahogado, por eso no tengo miedo ¿? Frase
extraña. ¿Puede ser Parte de un trastorno asociativo, o simplemente lenguaje y palabras extrañas?

Juana fue declarada “loca” por su propio padre, porque éste ansiaba la regencia, aunque tuvo que pactar
el poder con su yerno.

Comienza una lucha encarnizada entre padre y esposo; mientras Juana en rebeldía a esta situación, llena
de melancolía (viéndola como sentimiento, no como trastorno) y soledad viste de riguroso negro, como
reproche, como símbolo de la profunda tristeza que la embarga, además este color le daba tranquilidad y
entendimiento a su alma. ( muerte de su madre)

Juana vuelve a recluirse, a no hablar, estaba segura de ser, espiada, controlada, vigilada, su
libertad cada día era menor, hasta sentirse ahogada y oprimida.

Pero nada en relación a la catástrofe que se avecinaba…

Felipe enferma, Juana sospechando envenenamiento, presta especial atención a su cuidado, probándolo
todo, llena de temor y desconfianza, hasta que ella misma enferma.

Felipe fallece a finales de septiembre el 25 de 1506, a los 28 años, dejando a Juana embarazada de su
última hija: Catalina.

…Felipe acaba de marcharse para siempre, y ella se encuentra en la línea entre la vida y la muerte,
siempre en el límite, como cuando le amaba, entre el amor y los celos, entre el amor y la locura…1

En ese momento se da cuenta que se abren ante ella dos caminos:


1
En este sentido, el delirio pierde su exclusiva consideración de indicativo infalible de un trastorno o de un fenómeno que objetiva el
clínico como producción patológica; para ser localizado en el interior de la trama subjetiva como una reacción que pretende
reorganizar mediante significaciones nuevas, la dimensión de la experiencia inaugurada tras el debut en la psicosis. . Es decir que no
hay más vía que el trabajo delirante para salir de la catástrofe inaugurada tras la crisis psicótica. El delirio sería una respuesta
autoterapéutica del sujeto, destinada a estabilizar la propia psicosis.
A esta transformación autoterapéutica y al mismo tiempo delirante, a este recurso de tratar lo real mediante lo simbólico, a este
proceso de construcción de una nueva identidad alienada, de resignificación de las personas y objetos del mundo, lo denominamos
función del delirio. http://www.depsicoterapias.com/articulo.asp?IdArticulo=397
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 Encerrarse en sus recuerdos,
 Desafiar el tránsito por la senda más difícil, aceptar el destino que la vida en adelante le
deparará…

De ahí en delante vestirá totalmente de negro… con su muerte, Juana siente que se le había hundido el
mundo. Todo le parece inimaginable e injusto, pues su adorado Felipe sólo había reinado oficialmente
menos de dos años.

La desorientación que siente es tan intensa que necesita luchar para rechazarla y repetirse porque está
allí en España y cual es su obligación. Pero impávida y sin lágrimas asiste al último y más triste de los
actos oficiales de su esposo Felipe de Habsburgo.

Juana se encuentra aturdida por el dolor y el sufrimiento. No alcanza a comprender que su amado
está muerto…

Se encuentra en estado avanzado de embarazo, esto aunado al cansancio de 8 días de agonía la sumen en
un estado de total indiferencia.

Mirada perdida y vacía, busca anhelante la mirada del ausente y si algún recuerdo feliz se
deslizaba por sus pensamientos, sacándola de su letargo esbozaba una sonrisa serena, sin motivo
aparente.

Sumida en la enajenación, hablaba del cielo como el lugar de re-encuentro con el amado, donde él
está esperándola y ella preparándose a unirse a él. ( largo tiempo tendrá que esperar …46 años de
encierro la esperan)

No le interesa nadie, ni nada, ni comer, sólo quiere partir a la eternidad. Duelo intenso

Pide consejo a su Director espiritual Diego de Villaescusa, el cual le aconseja que sea fuerte, que pensé
en sus hijos y en España, su reino que la necesita tanto. ( de nuevo el deber ser)

Juana cubre de luto su cuerpo y su alma (negro, porque es más barato que el blanco que hasta la época de
su madre era el color del duelo, se cambia por motivos económicos)

Se percata que los flamencos le han arrancado del pecho el corazón a su amado, y esto aunque esto
establece el protocolo, le desgarra el suyo…

Debido al temor de que le quiten más cosas a su amado o que lo desaparezcan, pide que el féretro
sea abierto, en varias ocasiones, para comprobar que él esté ahí todavía. ( Es lo único que tiene no
lo puede perder)

Surge nuevamente el rumor de la locura de Juana, locura que iba consumiendo a la desconsolada Reina en
una total indiferencia ante la vida, olvidándose de todo…incluyendo comer.

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Sus conductas son blanco de intrigas, vuelve a ser espiada, eternamente espiada, se encuentre donde se
encuentre. ( ¿ Realidad-Hecho, o paranoia?, debe de ser normal que siendo un personaje importante, esté
constantemente rodeada de personas, no? )

Juana, Reina de media orbe, sólo es dueña absoluta de una caja mortuoria, aquella que guarda los despojos
de su amor.

Da a luz el 14 de Enero de 1507, Catalina es el postrer regalo de su amado, el último, enviado desde el
cielo.

Juana al ver las intrigas, decide dirigirse a Granada, para obtener el respaldo de los nobles andaluces y
asumir como soberana de Castilla, su Reino. Nadie desea que reanude su marcha, otra vez es retenida
como prisionera. La situación se complica cada vez más, acceder al poder es la meta. Su idea obsesiva es
que buscan arrebatarle el cuerpo de Felipe. Juana va constatando una vez mas el mundo de intrigas y
envidias que se van entretejiendo a su alrededor. Esta trama urdida inteligentemente, será la que
finalmente triunfará condenándola al confinamiento de por vida. ( ¿Nuevamente, hecho o fantasía? )

La historia de este padre e hija no podría ser mas opuesta, la de Fernando pasará a ser la más gloriosa y
la de Juana la más trágica de la historia de España.

La salud mental de Juana se deterioró en extremo, al tiempo que se negaba a firmar cualquier
documento.

Su Padre se empecina en que vuelva a Burgos, (fácilmente la puede encerrar allí) Juana declara que nunca
volverá allí pues en esa ciudad perdió a su amado.

Un dato curioso es que Fernando intenta volverla a casar para formar nuevas alianzas pero Juana rechaza
esta petición paterna. (Si está taaan loca o enajenada, ¿cómo que la vas a casar?) Puede llegar a ser un
Dato importante.

Son estos los años en que intentó trasladar el féretro de Felipe hasta Granada para enterrarlo, sin llegar
nunca a conseguirlo. En cada ciudad por las que camina hace depositar de noche el féretro en la iglesia de
los conventos por los que pasa, es conducida a las habitaciones contiguas, para poder observar la caja
mortuoria, siempre convencida de que se lo quieran robar, se ha vuelto sumamente desconfiada.

Al entrar en Arcos, con la información malintencionada, dada a Juana, llega a un convento de clausura,
por lo que el Cardenal Cisneros, aprovecha para declararla loca y allanarle el camino al rey.

Juana nos dice: …he aprendido a ser desconfiada, pues la vida me ha demostrado que no sirve confiarse
demasiado, así que desconfío tanto de una monja, como de un embajador, o de un tesorero.

La Reina se encuentra rodeada de un entorno hostil y asfixiante que sólo piensa en utilizarla y
destruirla.

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..la razón que usan para encerrarla, es que abre el féretro, besa los pies del muerto y los acaricia como si
estuviera vivo…razón suficiente para otorgarle el título de “loca”. Fernando de Aragón piensa emplear
cualquier razón para que esto continúe así…Jamás dejarán que vuelva a ser libre…. ( Estoy de acuerdo que
no es una conducta muy equilibrada, pero quienes somos para juzgar los actos de los demás, Juana está
movida por cierta armonía, o lógica que yo no comprendo- pero entiendo que está movida por el amor y la
necesidad de compañía, tocar y ser tocada, que no obtiene del resto del mundo, sola, aislada de todos y de
todo ) (Además no la puede dejar libre pues resulta que no es tan sumisa como se podría esperar, y esto a
Fernando no le conviene)

Ante estos hechos las Cortes de España actúan con prudencia, pues aunque la reina esté insana, es la
reina, por lo que lo único que hace es declarar que permanezca en lugar seguro, con esto sellan su
destino…pasará los siguientes 46 años de su existencia encerrada… (En teoría con el respeto y dignidad
que merece su investidura)

Pero en la realidad fue todo menos digno y respetuoso, se convirtió poco a poco en una prisionera… al
inicio acompañada de Fernando y Catalina y los últimos años en completa soledad, abandonada de todos y
por todos, desconfiando de todos los que la rodeaban, que más que atenderla la miran con ojo vigilante
( para así emplear toda sus conductas, y palabras en su contra; ¿realmente sería así o es paranoia?, ya no
tiene poder, yo creo que más que todo es ignorada y ningunieada.)

Poco a poco le han ido despojando de todo, amores, bienes, honor, primero la muerte de sus hermanos,
después sus hijos que se encuentran lejos, luego Felipe, el trono de Castilla… ahora le arrebatan a su hijo,
Fernando, lo único que le queda es … Catalina, la que dentro de escaso tiempo, también le será
arrebatada….

Descompuesta de dolor y desbordada en su amor de madre desvalida, grita hasta quedar sin voz,
encerrada en sus habitaciones, permanece inmóvil por varias semanas, no consentía en cambiar de vestido
ni en ser aseada, no come, no habla, llora por horas enteras sin consuelo, mientras día a día su salud se iba
debilitando. ( Mismo patrón ante eventos estresantes que la desbordan)

Juana sabe que obedecerá, ya que su padre tiene el mejor rehén, su hijo.

Juana asume que está sola, tan sola como jamás lo había estado, pero toma la decisión de resistir, por
Catalina, resistirá los brutales tratos, la soledad, la muerte, resistirá a este sufrimiento como de pequeña
resistía las flagelaciones y tormentos que ella misma se infringía cuando quería ser santa, no dormirá, no
comerá, no se aseará, no se abrigara, no hablará… Pero no la doblegarán.

Escribe, escribe incesantemente a su padre peticionando que le sea devuelto su hijo. Las cartas jamás
serán contestadas. Poco tiempo después el Rey responde, Juana decide arreglarse…para recibir a su hijo.
Este día del mes de Febrero del 1509 será su último acto oficial. ( ¿ideas obsesivas?)

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Bajo engaños su padre logró recluirla por la fuerza en Tordesillas en 1509, cuando contaba tan sólo
veintinueve años de edad.

Es así como Fernando el Católico asumió la regencia y, a su muerte, su nieto Carlos se hizo otorgar el
título de rey en 1517; el cual le infringe el mismo tipo de vida a su madre, en las pocas visitas que le hace,
sólo se aprovecha de ella y le roba lo poco que le queda.

Sometida a reclusión perpetua antes de los treinta, custodiada, vigilada, espiada, intimidada, abandonada,
castigada y condenada a la soledad, Juana termina por enloquecer. ( ¿¿¿Para que esto suceda es
necesario tener una estructura psicótica o cualquiera enloquece???)

Todo esto, hace que Juana pierda o dude de su identidad 2. ¿¿Cómo iba a sentirse valorada y querida, si
todos simplemente la usaban y la desechaban?? Desde sus padres…

Hay días en que se sienta en el suelo, llora, grita y su habitación es un completo desorden, porque presa
de la ira, rompe todo. Mandando a todos al infierno, al desmayarse, los médicos le suministran
soporíferos. … Deslizando lentamente la posibilidad de declararla hereje…. Lo único que hay que
reconocerle a Fernando es que a pesar de todo no la mandó quemar ante la inquisición. Que también lo
hubiera podido hacer. (Algo de integridad en ese negro y ambicioso corazón)

El nivel de impotencia debe de haber sido altísimo. Ya que nadie la escucha…la oyen, pero no la
escuchan, ni les interesa… No es importante, ya que no tiene poder….

Juana siguió siendo reina, aun cuando nadie le informara de lo sucedido, figurando su nombre en primer
lugar en todos los documentos. Se convierte simplemente en un problema administrativo…

Juana logra preservar dentro de sí los recuerdos felices en Flandes, estos son los que la sostienen,
para seguir adelante… Su conciencia se encuentra cada vez más sumergido en las sombras, en su
corazón, borrada de los afectos, termina por ser olvidada también por sus súbditos.

1517, Juana 37 años; La información dada al Rey Fernando es:

…La Reina ha experimentado breve mejoría…a excepción de los momentos de alienación de su mente, su
comportamiento demuestra lucidez, siendo una madre normal, amante de su hija y una dama digna y
cortés…PERO …

…Para el bien de España era necesario que Juana continúe loca, aislada y confinada. Por ello es
preciso que continúe incomunicada, en la más absoluta de las ignorancias, estando siempre pendientes de

2
Considerando que identidad, es este decir quien soy, que se fue formando de muchas cosas : desde la imagen, o idea que se va
formando desde antes de nacer con la imagen o expectativas que nuestros padres nos imponen y que esperamos lograr en nuestra
vida ( cuerpo imaginado), mas lo que yo quiero para mí, sumado a la seguridad que necesitamos sentir, que depende de como
hemos sido tratados, esa sensación de ser protegido, amado, acogido, aceptado, mas la confianza que depositamos en nosotros
mismos y nuestras cualidades, mas la confianza en los otros como seres “buenos” mas lo que ella ponga de ella ( que en el caso de
Juana no hay mucho de esto, no ha hecho lo que se espera, no confía en los demás, tiene poco contacto social, … y ahora sola y
aislada, como se valida,¿ cómo no preguntarse quien soy y ahora qué?
12
algún posible error de discernimiento para ser trocado en locura para el mundo exterior , consigna
del rey estrictamente cumplida por sus verdugos…sus servidores.

Ni siquiera es enterada de la noticia de la muerte de su padre… ( ordenado estrictamente por Fernando,


lo curioso es saber, ¿porqué, qué pasa en su cabeza, por qué se ensaña de esta manera con su hija, la que
aparentemente era la más querida de su corazón? ¿¿Precisamente por ello, porque no hizo lo que él quería,
castigo ¿? ) por lo que su hijo Carlos, al ser enterado de que en teoría Juana si sabe que está muerto,
escucha de su boca esta confusión entre vivos y muertos, manteniéndola presa, una vez más.

Carlos manda mantenerla presa, No estaba dispuesto a compartir el poder. Y con la excusa perfecta de
que no está bien todavía…

(Maldita cláusula de Isabel, nunca supo el daño que causaría a su hija)

La atmósfera en la que vive Juana está llena de mentiras, malos tratos e indiferencia, vive
prisionera de los celos, de sus amores, del poder, de los que la juzgan con verdadera injusticia, de
sus recuerdos, de sus penas, de las sombras…

Las esperanzas de Juana de salir vuelven a perderse. Su propio hijo le usurpa los reinos, la corona, sus
joyas, es este el que dispone el tercer carcelero… el Conde de Denia. (Hombre malvado y rencoroso, lleno
de odio y venganza)

Carlos le dice a Juana: …debes comprender …Madre, que todo lo que hago es por el bien de los
Reinos…

Pasada la esperanza de la revolución comunera de 1520, Juana asiste a la partida de Catalina en 1525, dos
días permanece de pie, mirando a la nada, contemplando en su interior un tiempo lejano que jamás
regresará… ( Nuevamente su reacción típica ante el estrés)

La única voz amable en todo este tiempo, es la de una doncella, que le pregunta constantemente por su
pasado, por su vida…manteniéndola apenas en la cordura y en la realidad… ( La pregunta es, ¿esta doncella
existe, o es producto de su necesidad de conexión, su necesidad de un ser humano amable, cariñoso??)

Ya sobre los finales de su larga vida, Juana continua rebelándose contra las injusticias,
desamparada, de vez en cuando deja ver lo que de revolucionaria hay en ella…

En 1554 su nieto el príncipe Felipe que siempre sintió profunda pena por la rebeldía de su abuela en
cuestiones religiosas envía a Francisco de Borja, a ver a su abuela Juana.

Este sacerdote encuentra que Juana no está tan loca, la conversación entre ellos fue fructífera para
Juana. Le dice:

…No, no me olvidado de Dios, no he olvidado nada, me muestro como rebelde, pues es la única
estrategia que poseo en mi defensa, es una forma de despertarlos de la indiferencia que me

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profesan, pero dentro de mi corazón llevo a Dios y a todos mis seres amados… ( No suena como el
discurso de alguien enajenado)

Atraída por la bondad y el misticismo de Fco. de Borja, Juana se confiesa y comulga.

Juana todavía vivirá hasta el 12 de abril de 1555, día en que finalmente, muere, asistida por Francisco de
Borja, a los setenta y cinco años de edad, tras haber malvivido durante casi 47 años encerrada, como una
loca que nunca dejó de ser reina.

Resumiendo:

Juana es una mujer muy compleja, llena de facetas, interesantes algunas, otras incongruentes, a medida
que avanza la lectura sobre su vida, más se le puede admirar y tener compasión, ya que a nadie le
interesaba ella como persona, siempre fue un peón en manos de todos los que la rodeaban,( Madre, Padre,
Esposo, suegro, hijo, tutores, asesores: espirituales y materiales, cuidadores, todos querían algo para
ellos, ella en sí misma no importa) a pesar de haber nacido y sido criada para ostentar el poder, este -
nunca le importó realmente- al menos de las lecturas, es lo que se desprende- sólo está interesada en
amar y ser amada, por ello, al ver a Felipe, y saber que este hombre era suyo, y sólo suyo, se desborda en
él, es la primera vez que algo o alguien le pertenece totalmente. Y no está dispuesta a soltarlo. ..ni
muerto.

Por ello viaja incansablemente con su cadáver hasta intentar lograr su cometido enterrarlo en Granada,
pero la vida y sus enemigos se interponen en su camino, apresándola en Tordesillas donde vivirá 46 años
prisionera de las ambiciones de sus familiares, ante la indiferencia de los que supuestamente la amaban y
debieran protegerla.

Ante las tremendas injusticias y siendo incapaz de sublevarse, acepta con entereza y estoicismo las
calumnias que sobre su indefensa persona arrojaron todos cuanto la rodeaban: hereje, hechizada, loca,
enferma…

Lo que más siente es que nadie la amaba… propósito fundamental de su existencia.

No podemos dejar de ver que tenía problemas pero también fue víctima inocente de las circunstancias y
de las ambiciones de todos los que la rodean.

¿Qué vemos en Juana?

Lo más llamativo es que su respuesta ante cualquier disgusto es retraerse en sí misma. Olvidándose
del mundo exterior. Pero: da la impresión de que es un acto voluntario, como si fuese una rebeldía.

Diversas Respuestas:

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 Pasa por diversos periodos de melancolía, negándose a todo ( comida, aseo, vestido, peinado)
¿puede ser melancolía como sentimiento aunado a nostalgia, este anhelo de lo que tuvo y que ya
nunca será?
 Ante cualquier disgusto, mantiene silencio, se encierra a en sí misma, deja de comer, dormir y
asearse como siempre lo hace cuando cae en la desesperación, es su única forma de defenderse.
 Sufre algunas alucinaciones; visuales y auditivas. (¿existe alguna otra explicación a esto además de
la psicosis, pudiera deberse a falta de alimento, bebida, ¿?)
 Desconfía de todos y de todos
 Celos
 Trastornos en sus estados de ánimo
 Se aísla del mundo que la rodea
 Obsesión enfermiza por algunos temas en particular: -su esposo, su cadáver.
 Alteraciones de conducta: brotes de ira y descontrol
 Apatía
 Mutismo
 En otros periodos parece completamente lúcida, reconoce a los que la rodean y puede mantener
una conversación lógica y coherente

¿Que veo en ella, yo?

 Un ser inteligente, brillante, pero sin malicia alguna. No ve el mal en nadie.


 Voluntariosa ( a pesar de la época en que las mujeres son totalmente sumisas) por tanto podríamos
deducir que su Yo es fuerte y no débil o avasallado??
 Veo a una mujer que tiene un super yo escrupuloso, tal vez super intenso, que no la deja cometer ni
un solo error. Pero que no la mata, por tanto no puede ser melancolía.
 Con una inmensa necesidad de amar y ser amada
 Busca incesantemente alguien que la complete, ya que sus padres no la consideran en lo más
mínimo, es sólo un peón en el juego del poder.
 Juan busca un hombre que la complete y la haga sentir importante, completa. Ella no desea el
poder, sólo el amor.
 Un ser intensamente solo ( incomprendida)
 Con una intensa necesidad de ser aceptada por sí misma
 Que tiene una gran capacidad de darse y donarse, pero nadie la acepta
 Solo toman de ella lo que necesitan
 Nadie la considera como persona
 El ideal del yo de Juana es complejo, al igual que su Yo, ya que textualmente dice: …Siempre
cercana al sentimiento de culpa, por no ser como pensaba que su madre deseaba, este conflicto
interior la abruma…por lo que pasa por periodos de tristeza y rebeldía, por momentos este
sentimiento de disgusto llega a transformarse en odio dentro de aquel noble corazón. Nunca ha

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sido lo que su madre quiere, pero tampoco sabe exactamente que quiere, ni sabe si puede serlo. -
Complejo.
 Casada con un hombre de su tiempo, acostumbrado a tomar, egoísta, que la ama pero a su manera,
tibio, no como Juana que da la impresión de ser intensa en todo. Para Felipe el amor número uno de
su vida es el poder, lo demás incluyendo las personas son secundarias. Para Juana, Felipe lo es
todo.
 A través del sexo logra esta conexión que le hacia falta en su vida, los hijos son una extensión del
amor hacia Felipe. Felipe, despierta en ella todos los placeres del sexo, el amor, y convierte aquel
ideal imaginario en algo real.
 Podemos decir que el único amor incondicional que recibe es el de Catalina, en quien se refugia,
cuando todo lo demás falla. Específicamente dice: Catalina es el último regalo de Felipe- Pero nos
queda la siguiente pregunta, ¿porqué al salir del castillo, no regresa nunca más a visitarla?
 Si Juana la educa, como la educa, ¿porqué no lucha una vez fuera de la “prisión” por su madre, es
que acaso también ella cree que está “loca”? O también educada por las circunstancias en la
obediencia a los hombres, ¿Por tanto obedece a su hermano, obedece a su marido??
 Es una mujer, con una única obsesión: su marido ( aún muerto, lo cuida y lo protege, evitando que se
lo roben ( ideas delirantes)
 Con fuertes estados emocionales extraños: de estar perfectamente a la desconfianza absoluta
 De Mutismos extremos
 Con respuestas extrañas a circunstancias extremas:
 Su respuesta ante la tormenta
 El no llorar ante la muerte de su esposo
 La risa en momentos inadecuados
 Poca o nula vida social
 Piensa que todos están en su contra por ser “extranjera” ( Proyección??)
 Desconfiada en extremo
 Taciturna

De alguna u otra forma, posiblemente si pasase por períodos muy malos, pero loca, perdida totalmente de
sus facultades no está, ya que la carta que le envía a Carlos antes de morir, no son palabras de una
persona con sus facultades mentales afectadas, claramente sabe que es usada y como, pero se deja. Y si
esto lo hace a finales de su vida, después de estar totalmente aislada del mundo por tantos años, es
síntoma de que no es psicótica. Demás vimos que todos tenemos algo de locura y de conductas extrañas y
esto no hace que necesitamos internamiento.

Sus Padres:

Hija de dos seres, que francamente no debieron tener hijos.

Un rey- Fernando, cruel y ambicioso, codicioso, obcecado, que al igual que su marido Felipe usan y abusan
de las personas.
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Una reina- Isabel su madre, una mujer fuerte, severa, autoritaria, fría, con espíritu de lucha, guerrera,
pero sin gran capacidad de afecto materno.

Ambos entregados a sus tareas de Estado. Dejan la educación de Juana y sus demás hijos al cuidado de
personas idóneas a estas tareas.

Hermanos:

Isabel-Juana-María Catalina Juan (Isabel un poco separada pues es muchos años más grande que los
demás) Forman un bloque

Su Marido:

Joven, alegre, ambicioso, sin conciencia, acostumbrado a hacer lo que le venga en gana, apasionado,
amante cariñoso, pero desapegado.

Su hijo:

Carlos, del que no vuelve a saber nada desde los 6 años, ambicioso, con sed de poder, poderoso además,
Emperador, dueño de unos extensos reinos en los cuales el sol nunca se pone.

Hijos:

Leonor, Carlos, Isabel, María, Fernando, Catalina.

Siendo estos dos últimos con los que más convive.

Catalina es la hija póstuma de Felipe.

Comentarios:

El hecho que te digan suegrita, no tiene una connotación negativa ¿? Además de identificación, que no se
volvió loca Isabel de Portugal?? No debe ser agradable ni sano que te “pongan la etiqueta” de una persona
enajenada mental. ¿? ¿¿Ocupando un “lugar” con sus características??

Lo curioso es que de alguna manera su mezcla de pulsiones es inadecuada, pero tiene el suficiente
narcisismo para no dejarse morir… porque de otra manera, se hubiese muerto muchos años antes, lo cual
nos habla de su fortaleza a pesar de las dificultades…

¿Porqué permite tantos abusos? Volvemos a lo mismo,¿¿ necesidad de castigo?? Por “supuestas faltas””
¿? Super yo hiperintenso y cruel?

Lo que me llama la atención, es que escucha y ve cosas: ¿¿delirios, falta de comida??

Acariciar un cadáver, ¿es de locos o simplemente raro??


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No se si lo genético tenga algo que ver, pero en ella se conjugan una serie de situaciones.

 Rasos genéticos
 Desapego paternal ( parte de la época)
 Super yo punitivo
 Periodos de melancolía
 Mutismo
 ¿Catatonia? ¿Se le puede llamar así a la inmovilidad en la que pasa algunos periodos de su vida.?
 Necesidad de afecto, de ser aceptada
 Identidad, etiqueta, de parecido con la abuela loca
 Ataques de ira y furia
 Posee períodos de lucidez en donde se percata de la desolación en la que vive.

Nunca sabremos a ciencia cierta si heredó la locura de su abuela, si enloqueció de amor, o la volvieron loca
debido a su encierro, ya que el pasar 46 años prisionera, deben afectar a cualquiera.

Juana es ejemplo de humildad y entrega, se inmola en Tordesillas por el amor de sus hijos y la paz de
sus Reinos… cumpliendo de alguna manera el papel o lugar que ella misma se había dado hace tantos
años al decir que quería ser santa….

Pero no podemos dejar de reconocer que algunas de las conductas de Juana encajan con enfermedad
mental.

Hay en ella pérdida del contacto con el mundo exterior en:


 Ideas delirantes y alucinaciones
 Manifestación anormal de sus emociones
 Confusión
 Depresión
 Sospechas, miedo
 Creencias falsas
 Percepciones erradas
 Excitación extrema
 Pensamiento desorganizado
 Descuida su higiene y alimentación

Hay en ella:
 Aplanamiento afectivo: frecuente y se caracteriza por la inmovilidad y falta de respuesta en la
expresión facial del sujeto, contacto visual pobre y reducción del lenguaje corporal. Para
determinar si éste es lo suficientemente persistente para cumplir el criterio, es útil observar al
sujeto interactuando con los otros. Puede ser como protección

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 Alogia (pobreza del habla): se manifiesta por las respuestas breves, lacónicas y vacías. El sujeto
parece tener una disminución de los pensamientos que se refleja en un descenso en la fluidez y la
productividad del habla. Pero, pudiera ser que sabe la inutilidad de esto, por lo tanto; para que
molestarse.
 Abulia: caracterizada por una incapacidad para iniciar y persistir en actividades dirigidas a un fin.
La persona puede permanecer sentada durante un largo tiempo y mostrar poco interés en
participar en el trabajo o las actividades sociales. ¿Como para que molestarse?
 Alteraciones en el ritmo sueño-vigilia
 Alteración en los afectos

Juana presenta una diversidad de signos, conductas que nos ayudan a ver que no se encuentra cuerda
todo el tiempo, pero lo extraño es que hay otros momentos en los que si lo es.

Probablemente, debido a sus síntomas la podríamos encuadrar en:

• Trastorno maniaco depresivo


• Melancolía
• Depresión
• Neurosis obsesiva

De entrada descartemos la melancolía puesto que no se suicida, el Yo tiene posibilidades de


defenderse, no de manera “sana” pero se defiende. Es curiosa su conducta, extraña, fuera de lo
normal para su época, pero no la declararía enajenada.

En relación al Trastorno maniaco-depresivo, diremos: Freud describe la manía de la siguiente forma:


( tomado de Duelo y melancolía, 1915)

"El alegre estado de ánimo, los signos de descarga de esta alegría y la intensa disposición a la
actividad, son los caracteres de la manía, pero constituyen la antítesis de la depresión e inhibición,
propias de la melancolía. Podemos atrevernos a decir que la manía no es sino tal triunfo, salvo que el yo
ignora nuevamente qué y sobre qué ha conseguido ese triunfo. El contenido de la manía es idéntico al
de la melancolía. Ambas afecciones lucharían con el mismo "complejo", el cual sojuzgaría al Yo en la
melancolía, y quedaría sometido o apartado por el Yo en la manía (...) En la manía tiene que haber
dominado el Yo la pérdida de objeto (o el duelo producido por dicha pérdida o quizá al objeto mismo),
quedando así disponible todo el montante de contracarga que el doloroso sufrimiento de la melancolía
había atraído del Yo y ligado. El maníaco nos evidencia su emancipación del objeto que le hizo sufrir,
emprendiendo con hambre voraz nuevas cargas de objeto". Lo cual tampoco es el caso.

Vemos que Juana lucha principalmente con el mundo exterior, de el recibe todas las amenazas. Sus
padres, sus órdenes, su encerramiento, el alejamiento de su marido, de sus hijos,). Y todo por una sola
meta: la lucha por el poder.

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Me imagino que por ello, decide refugiarse en su mundo interior, donde puede vivir “agradablemente”
tranquila, de sus recuerdos, Es en este su mundo interior donde están todos aquellos a los que ella
tanto amó, y a los que tuvo que dejar ir, poco a poco.

Los poderes que la destrozaron, fueron los mismos que ella más había amado: sus padres, su esposo, su
hijo.

Depresión:

Esta si pudiera ser, pero no es como para encerrar a nadie, vive un duelo intenso, pero es esto
simplemente duelo. Y es como todo en ella intenso.

Por eso no nos queda más que determinar que es una Neurosis obsesiva sumada a un largo duelo, y
podríamos agregar que tiene algunos rasgos psicóticos.

La situación que Juana presentaba nos puede hacer pensar que padeció unos celos super intensos, más
un Duelo, intenso y doloroso complicado por ciertos fenómenos alucinatorios que pudieran ser
generados por el aislamiento, más cierta obsesión de ser perseguida y observada todo el tiempo.
( basada en una verdad, era observada todo el tiempo.)

 Lo que nunca se considera y pudieran llegar a ser los atenuantes a su caso, es el por qué actúa
como actúa, que necesitamos considerarlo, para establecer claramente si psicótica o neurótica.
 No podría asegurar si lo era o no lo era, o que las circunstancias la fueron volviendo. Que
probablemente sea el caso, ya que de otra manera no hubiera podido vivir tantos años.
 Lo llamativo es las voces que escucha y las cosas que ve desde pequeña. ( reales o ensoñaciones)
 El super yo punitivo desde muy pequeña (pudiera ser debido al ambiente general en el que se
mueve que es severo y rígido. Hay que considerar como se forma el super yo.)
 El ambiente moralista y restrictivo en el que se crió ( ambiente psicotizante)
 La madre fuerte y dominante.
 La falta de afecto, por ello se aferra a Felipe. A su muerte, ¿¿su mundo se desmorona?? No
porque se hubiera muerto y vive 47 años más. (Podríamos decir que simplemente se hace a un
lado)
 A su muerte, desasimiento de la libido, hacia sí misma, narcisismo, o hacia su hija? Pudiera ser
este, la muerte de Felipe el Elemento precipitante??
 Antecedentes familiares

Conceptos:

 Forclusión
 Duelo y melancolía
 Delirio
 Vasallajes del yo: ello, mudo exterior, superyo
 Super yo (hiperintenso)
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 Psicosis
 Neurosis obsesiva
 Angustia
 Libido

Forclusión:

Mecanismo psíquico central de la psicosis, llamado también repudio o rechazo,

Vasallajes del Yo

El Yo quiere mediar entre el mundo y el ello, hacer que el ello obedezca al mundo, El Yo es no sólo
auxiliador del ello; es también su siervo sumiso, que procura mantenerse avenido con el ello, recubre
sus órdenes icc con sus racionalizaciones prcc, simula la obediencia del ello a las admoniciones de la
realidad aun cuando el ello ha permanecido rígido e inflexible, disimula los conflictos del ello con la
realidad y, toda vez que es posible, también los conflictos con el superyó. (Sucumbe con frecuencia a
la tentación de hacerse adulador, oportunista y mentiroso). No se mantiene neutral entre las dos
variedades de pulsiones. Mediante su trabajo de identificación y de sublimación, presta auxilio a las
pulsiones de muerte para dominar a la libido, pero así cae en el peligro de devenir objeto de las
pulsiones de muerte y de sucumbir él mismo. Quiere vivir y ser amado. Pero como su trabajo de
sublimación tiene por consecuencia una desmezcla de pulsiones y una liberación de las pulsiones de
agresión dentro del superyó, su lucha contra la libido lo expone al peligro del maltrato y de la muerte.
Entre los vasallajes del yo, acaso el más interesante es el que lo somete al superyó.

Duelo y Melancolía.

Dice Freud, que la melancolía se caracteriza psíquicamente por un estado de ánimo profundamente
doloroso, una cesación del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la
inhibición de todas las funciones y la disminución del amor propio.

Sí que podemos observar que con el ayuno, la ausencia de descanso y en general el descuido hacia su
propia persona Juana estaba ejerciendo una suerte de flagelación a través de su cuerpo, a su propio
"yo". Una vuelta contra sí misma.

Freud subraya como característica más significativa del melancólico la disminución del amor propio, es
decir ha perdido al objeto amado, ese objeto maravilloso que la completaba y que la ha abandonado,
pero es incapaz de dirigir su hostilidad hacia el objeto idealizado generador de su dolor y entonces la
dirige sobre sí mismo. ( ¿podríamos decir que lo vuelca o transforma este amor, que perdió, en
Catalina, encontrando en ella la razón de vivir, al ser lo único que le queda de su amor perdido ¿)

Duelo es, por regla general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción
que haga sus veces, el duelo trae consigo graves desviaciones de la conducta normal en la vida, nunca

21
se nos ocurre considerarlo un estado patológico ni remitirlo al médico para su tratamiento. Confiamos
en que pasado cierto tiempo se lo superará, y juzgamos inoportuno y aun dañino perturbarlo. el duelo
muestra los mismos rasgos, excepto uno; falta en él la perturbación del sentimiento de sí. Pero en
todo lo demás es lo mismo. El duelo pesaroso, la reacción frente a la pérdida de una persona amada,
contiene idéntico talante dolido, la pérdida del interés por el mundo exterior -en todo lo que no
recuerde al muerto-, la pérdida de la capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor -en remplazo,
se diría, del llorado-, el extrañamiento respecto de cualquier trabajo productivo que no tenga relación
con la memoria del muerto. Fácilmente se comprende que esta inhibición y este angostamiento del yo
expresan una entrega incondicional al duelo que nada deja para otros propósitos y otros intereses.
Ahora bien, ¿en qué consiste el trabajo que el duelo opera? Creo que no es exagerado en absoluto
imaginarlo del siguiente modo: El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe
más, y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto. A ello se
opone una comprensible renuencia; universalmente se observa que el hombre no abandona de buen
grado una posición libidinal, ni aun cuando su sustituto ya asoma. Esa renuencia puede alcanzar tal
intensidad que produzca un extrañamiento de la realidad y una retención del objeto por vía de una
psicosis alucinatoria de deseo (ver nota). Lo normal es que prevalezca el acatamiento a la realidad.
Pero la orden que esta imparte no puede cumplirse enseguida. Se ejecuta pieza por pieza con un gran
gasto de tiempo y de energía de investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en
lo psíquico. Cada uno de los recuerdos y cada una de las expectativas en que la libido se anudaba al
objeto son clausurados, sobreinvestidos y en ellos se consuma el desasimiento de la libido (ver nota).
¿Por qué esa operación de compromiso, que es el ejecutar pieza por pieza la orden de la realidad,
resulta tan extraordinariamente dolorosa? He ahí algo que no puede indicarse con facilidad en una
fundamentación económica. Y lo notable es que nos parece natural este displacer doliente. Pero de
hecho, una vez cumplido el trabajo del duelo el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido.

Llegamos a la conclusión de que debe ser simplemente duelo y no melancolía, porque si fuese
duelo no hubiera podido vivir 47 años sin su objeto amado.

Super Yo:

El superyó proviene del ello; aunque también se conforma desde esas representaciones-palabra
(conceptos, abstracciones), por la energía de investidura aportada por la percepción auditiva, la
instrucción, la lectura, etc. En determinadas formas de la neurosis obsesiva los reproches de la
conciencia moral son igualmente penosos y martirizadores, pero la situación es aquí menos
trasparente. Es oposición a lo que ocurre en la melancolía, el neurótico obsesivo nunca llega a darse
muerte; es como inmune al peligro de suicidio, está mucho mejor protegido contra él que el histérico.

Lo asombroso es que mientras más limita su agresión hacia afuera, tanto más severo -y por ende más
agresivo- se torna en su ideal del yo. Es como un descentramiento –desplazamiento-, una vuelta hacia
el yo propio.

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En todas las formas de enfermedad psíquica habría de tenerse en cuenta la conducta del super-yo.

En el caso de Juana vemos que es hiper punitiva y cruel, pues hace cosas sumamente extremas.

Libido:

Freud nos dice: la libido objetal alcanza su máximo desarrollo en el amor, en el que ocurre una
disolución de la propia personalidad de aquel que ama a favor del objeto amado. Totalmente el caso de
Juana, que se vuelca en él, hasta hacerlo el centro de su vida y su razón de ser.

Tiene que ser obsesiva, no melancólica, pues no muere de amor, vive 47 años más sin él

¿Es Juana Psicótica o Neurótica obsesiva?:

Para ello primero necesitamos diferenciar psicosis y neurosis

La diferencia genética más importante entre la neurosis y la psicosis es: la neurosis sería el resultado
de un conflicto entre el Yo y su Ello, y, en cambio, la psicosis, el desenlace análogo de tal perturbación
de las relaciones entre el Yo y el mundo exterior.

En la neurosis obsesiva la situación inicial es el Edipo, donde, por factores constitucionales (debilidad
de la organización genital de la libido) hay una regresión a la fase sádico-anal. Quizá la razón tampoco
sea constitucional sino temporal (el yo empezó con sus resistencias al comienzo de la fase fálica).
Metapsicológicamente, la regresión podemos explicarla como una 'disociación de los instintos', como
una separación de los componentes eróticos que, al comienzo de la fase genital, se habían agregado a
la carga psíquica destructora de la fase sádica. La regresión es el primer triunfo del yo en su lucha
defensiva. En la neurosis obsesiva se ve con claridad que se trata de una defensa contra el complejo
de castración. Represión, regresión y exageración de rasgos de carácter son defensas típicas de
la neurosis obsesiva. En la neurosis obsesiva el superyo es muy severo, y no puede sustraerse a
la regresión ni a la disociación de los instintos. La represión no destruyó el contenido del impulso
agresivo pero sí su afecto: la agresión no es experimentada como un impulso sino como una mera idea.
El yo aparece muy influenciado por el superyo, y puede sentirse culpable. La culpabilidad puede
también, manifestarse por síntomas de autocastigo (que significan también impulsos instintivos
masoquistas).

La neurosis obsesiva tiende a procurar cada vez mayor amplitud a la satisfacción sustitutiva, a costa
del renunciamiento. El yo se ve impulsado a buscar la satisfacción en los síntomas, lo cual puede
paralizar totalmente la voluntad del yo puesto que en cada decisión encontrará, por ambos lados,
impulsos igualmente enérgicos. 3

En 1896, Freud enuncia que en la etiología de la neurosis obsesiva, igual que en la histeria, existe un
componente sexual infantil que actúa como motor, como deseo. Hablamos de un deseo sexual infantil

3
http://www.taringa.net/posts/info/1442521/Resumen_-Inhibicion_-sintoma-y-angustia_-FREUD.html
23
reprimido. La diferencia entre ambas patologías es que, en la neurosis obsesiva, el componente sexual
es vivido con placer, el sujeto goza de esta experiencia de manera tal, que toda su vida buscará la
repetición, siendo imposible su realización. En cambio, para la histeria dicha experiencia es
displacentera. En ambos casos hablamos de una experiencia vivida fantasmáticamente frente a la
constitución de su propia sexualidad. La culpabilidad y los reproches, en la neurosis obsesiva, están
muy presentes. El sujeto se culpa por haber gozado y debe castigarse; el componente de satisfacción
pulsional, queda inconsciente, por medio de la represión. El obsesivo se siente culpable de algo que
desconoce, culpable de algo que no cometió. Este es el conflicto principal de la neurosis obsesiva. La
mayoría de los síntomas, en la neurosis obsesiva, son reproches transformados, que retornan de la
represión y que se refieren a una situación sexual de la niñez ejecutada con placer. La represión, en el
obsesivo, es llevada a cabo despojando a la representación del afecto concomitante pero, a diferencia
que en la histeria, la representación no queda olvidada, aunque sí desligada totalmente del afecto que,
a su vez, se mantiene desplazado, es decir, va de representación en representación constantemente,
produciendo las ideas o representaciones obsesivas. Mientras, la representación, queda
desafectivizada para el sujeto, aparece como un recuerdo consciente para él, pero no tiene ningún
sentido, ningún valor. Ante la represión, el superyó sabe más del ello que el yo, por eso le
expresa al yo sus impulsos agresivos y, aunque el yo se cree inocente, también experimenta un
sentimiento de culpabilidad, sintiendo una responsabilidad que no puede explicarse. Las
exigencias del superyó impulsan al yo a buscar la satisfacción en los síntomas. Una de las
características fundamentales de la neurosis obsesiva es la erotización del pensamiento por la
sobrecarga psíquica a la que se enfrenta el yo, en relación a las exigencias impuestas por el superyó, la
realidad y la conciencia. El yo, desde una posición obsesiva, desarrolla técnicas que favorecen la
creación de síntomas: como deshacer lo sucedido y el aislamiento. 4

En cambio en las psicosis; la percepción del mundo exterior cesa por completo o permanece
totalmente ineficaz. Normalmente el mundo exterior domina al yo por dos caminos. En la amencia de
Meynerts, la demencia aguda alucinatoria forma quizá la más extrema e impresionante de las psicosis

En primer lugar, mediante las percepciones actuales continuamente posibles, y en segundo, con el
acervo mnémico de percepciones anteriores, que constituyen, como «mundo interior», un patrimonio y
un elemento del yo. En la amencia no sólo queda excluida la acogida de nuevas percepciones, sino
también sustraída al mundo interior su significación (carga). El yo se procura independientemente un
nuevo mundo exterior e interior y surgen dos hechos indubitables: que este nuevo mundo es
construido de acuerdo con las tendencias optativas del Ello y que la causa de esta disociación del
mundo exterior es una privación impuesta por la realidad y considerada intolerable.

De otras formas de psicosis, las esquizofrenias, sabemos que culminan en un embotamiento afectivo;
esto es, en la pérdida de todo interés hacia el mundo exterior. Con respecto a la génesis de los
delirios, algunos análisis nos han enseñado que el delirio surge precisamente en aquellos puntos en los

4
http://www.extensionuniversitaria.com/num103/art03.htm
24
que se ha producido una solución de continuidad en la relación del yo con el mundo exterior. Si el
conflicto con el mundo exterior, en el cual hemos visto la condición de la enfermedad, no se hace aún
más patente, ello depende de que en el cuadro patológico de la psicosis quedan a veces encubiertos los
fenómenos del proceso patógeno por los de una tentativa de curación o de reconstrucción.

La etiología común a la explosión de una psiconeurosis o una psicosis es siempre la privación, el


incumplimiento de uno de aquellos deseos infantiles, jamás dominados, que tan hondamente arraigan en
nuestra organización, determinada por la filogenia. Esta privación tiene siempre en el fondo un origen
exterior, aunque en el caso individual parezca partir de aquella instancia interior (en el super-yo) que
se ha atribuido la representación de las exigencias de la realidad. El efecto patógeno depende de que
el yo permanezca fiel en este conflicto a su dependencia del mundo exterior e intente amordazar al
Ello, o que, por el contrario, se deje dominar por el Ello y arrancar así a la realidad. Pero en esta
situación, aparentemente sencilla, introduce una complicación la existencia del super-yo, que reúne en
sí, en un enlace aún impenetrado, influencias del Ello y otras del mundo exterior, constituyendo, en
cierto modo, un modesto ideal hacia el que tienden todas las aspiraciones del yo: la conciliación de sus
múltiples dependencias.

La afirmación de que las neurosis y las psicosis nacen de los conflictos del yo con sus distintas
instancias dominantes, esto es, que corresponden a un fracaso de la función del yo, el cual se
esfuerza, sin embargo, en conciliar las distintas exigencias, precisa aún de nuevas investigaciones para
ser completada. Quisiéramos saber en qué circunstancias y por qué medios consigue el yo escapar, sin
enfermar, a tales conflictos, constantemente dados.

Angustia5: El yo es el genuino almácigo de la angustia.

Cuando el yo advierte el peligro de castración, da la señal de angustia e inhibe la amenaza del ello.

Podríamos decir que la angustia es el sentimiento que inicia el conflicto, que traerá como
consecuencia, la neurosis y/o la psicosis, en la psicosis, el leve contacto que existe con la realidad…
desaparece. En cambio en la neurosis la angustia es pérdida/inferioridad, en la psicosis es
desmoronamiento / sentir que se explota en pedazos, las fantasías del psicótico lo desintegran o le
hacen sentir que es una simple unión de partes, que pueden desaparecer. Aún con todo esto, un
psicótico puede ser más o menos funcional, pero un evento estresante puede desencadenar su
psicosis, que una vez desencadenada o instalada no muestra respeto por las reglas sociales, ni evalúa
consecuencias, ni tiene dirección definida. En la neurosis obsesiva: El yo intenta siempre sustraerse a
la hostilidad del superyo. El yo teme al superyo por el castigo de la castración. Por ello, el obsesivo
cumple escrupulosamente preceptos y actos expiatorios que le son impuestos para protegerse de la
angustia. La angustia es una reacción frente a un peligro (la castración o algo derivado de ella), y el yo
busca eludirla a toda costa.

5
http://www.taringa.net/posts/info/1442521/Resumen_-Inhibicion_-sintoma-y-angustia_-FREUD.html Freud S., "Inhibición,
síntoma y angustia", en Obras Completas, Tomo II, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1968 (traducción de López Ballesteros).
25
¿Cómo identificamos la psicosis?

Para ello hemos de remontarnos a las etapas infantiles, a la época de la formación del yo.

Podríamos decir que la diferenciación y la individuación da origen al Yo a esa imagen propia personal,
con ciertas características y conductas personales particulares propias de cada uno, pero; sin
embargo, cuando hay una estructura psicótica significa que en este origen hubo una falla: el proceso
de identificación del yo estuvo mal, posiblemente debido a carencia de cuidados maternos o
afectividad, dando como resultado un Yo incompleto, casi inexistente, lo cual trae implicaciones para
la vida adulta, si a esto le agregamos un super yo demasiado estricto e inflexible, intolerante, que no
permite la expresión del Yo auténtico y genuino, tenemos la fórmula para una estructura psicótica.

Sabemos que en el caso de Juana, si hubo una carencia de cuidados maternos y de afectividad,
siempre en manos de las nanas, siempre considerada un peón en el juego del poder, además con
relación al super yo estricto, la época no daba para menos, aunado a la personalidad de Juana, tenemos
los ingredientes básicos para presuponer algunos rasgos psicóticos.

…Seguimos poniendo piezas en su rompecabezas.

Lacan nos dice: como consecuencia directa de la forclusión, el sujeto queda imposibilitado de asumir el
significante padre a nivel simbólico; por lo tanto al tener que responder a la responsabilidad simbólica
-personal -social y no tener los recursos, se desencadena la enfermedad o trastorno. Existe una
ausencia de identificación primaria= ausencia de significación: vacío y desorden:, por lo que puede
darse un goce desenfrenado o son individuos muy sufrientes ( ambas situaciones suceden en Juana).

Delirio:

Según Freud, tentativa de curación, de reconstrucción del mundo exterior por restitución de la libido
a los objetos, privilegiada en la paranoia y hecha posible por el mecanismo de la proyección, que
permite que lo abolido adentro le vuelva al sujeto desde afuera. El delirio es un parche, un intento de
curación, ahí donde se produjo la desgarradura entre el Yo y el mundo exterior. El delirio no es
incoherente, es sistematizado, lógico y racional.

Psicosis:

Estructura subjetiva, respuesta a la castración, que emplea como mecanismo psíquico central la
forclusión. Es una perturbación primaria de la relación libidinal con el mundo externo, siendo la
mayoría de los síntomas manifiestos (especialmente la construcción delirante) tentativas secundarias
de restauración del lazo objetal) Freud se basa en: confusión alucinatoria, retirada del mundo
exterior, exclusión de nuevas percepciones. Freud agrega: un psicótico no está fuera de la realidad,
sólo cuando alucina y/o delira, pero no están trastocados todo el tiempo, solo cuando les tocan su
complejo.

26
Concluyendo:
No podemos dejar de ver que es una persona extraña, pero si vemos los celos, como su obsesión
primordial que marcan toda su vida, es simplemente una neurótica. Que sumada a que es víctima de los
intereses de su padre, esposo e hijo, sus demás trastornos pueden ser explicados como resultado de
la situación ambiental y del encierro.

El estar loca de amor, no es enfermedad, a lo mejor para su época si lo es, pues no se usaba, pero
sabiendo que ella es intensa en todo, no podría ser de otra manera. (Además no es normal cuando
estamos profundamente enamorados decir: ¡ me tienes loca, no puedo vivir sin ti! )

Volviendo a insistir como influye la cultura en la que estamos insertos para determinar si alguien es
“sano o insano”.

Pero…si consideramos los celos como centro de su delirio, sumado a celarlo, cuidarlo aún muerto,
checar que estuviera en su féretro, pensar que se lo quieren robar, etc.. Entonces si es psicótica,
aunque encontremos justificantes a estas conductas. Ya que lo patológico no es el contenido del
delirio, sino el hecho de delirar, que es a fin de cuentas lo que debemos encontrar. ¿sucede o no?
(Debemos tomar en consideración que el delirio no es incoherente, es sistematizado, lógico y racional).

Existen suficientes argumentos para poder sostener ambas posturas. Ya que su historia da para
mucho. Es cuestión de como se acomoden los elementos y a que le quiero dar mas peso. ( Ya que al ser
un personaje histórico del cual sólo tenemos algunas cartas, -porque el supuesto diario está
“perdido”-, todo es interpretable a la luz del psico-historiador y sus filtros personales).

Creo que el elemento clave para determinar que Juana es neurótica y no psicótica lo podemos
encontrar en esto:

En la psicosis se pierde la realidad y se reconstruye, en la neurosis se la evita y se la reprime,


refugiándose en la fantasía. De este mundo de fantasía toma la neurosis el material para sus
neoformaciones de deseo, y comúnmente lo halla por el camino de la regresión en una prehistroia real
más satisfactoria, en cambio en la psicosis, este mundo de fantasía remplaza totalmente la realidad
exterior, viviendo en este mundo alucinatorio.6

A mi particular Juicio, Juana no vive dentro de un mundo alucinatorio, normalmente vive en contacto
con el mundo exterior en la medida que le es posible, - y este se deja- ya que prácticamente no la
consideran- pero se refugia en su rico mundo interior para soportar las penalidades que el mundo
externo y el ambiente en general le presentan.

6
La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis 1924 S. Freud
27
Pero podemos ir acomodando los elementos a nuestro alcance y darle el peso necesario a los elementos
relevantes (psicosis, neurosis, forclusión, represión, dimensión histórica materna, fijaciones,
síntomas, retorno de lo reprimido, compulsión a la repetición, herencia arcaica, delirios, alucinaciones,
duelo, melancolía, etc) para que embonen y soporten la teoría que a nuestro juicio es lo que pasó.

Creo que para realmente poder determinar que estructura psíquica era la dominante en Juana
necesitaríamos más información de primera mano, cartas de ella, diálogos que ella realmente si haya
dicho, no reconstrucciones de terceras personas, ya que al estar estas informaciones filtradas por la
voluntad particular del historiador, o psico-historiador o analista, pondrían darle mas peso a unas
cosas que a otras, viciando la realidad objetiva.)

Bibliografía:

Juana la Reina, loca de amor, Yolanda Scheuber, 2008, Editorial Lectorum MéxicoDF

http://civwiki.wetpaint.com/page/Juana+La+Loca

http://brooketop.obolog.com/historia-juana-loca-239744

www.portalplanetasedna.com.ar/juana-felipe.htm

http://enciclopedia.us.es/idenx.php/Juana-I-de-Castilla

http://www.gutenberg.org/files/20099-h.htm

http://laemental.iespana.es/juana.html

http://centropsicoanaliticomadrid.com/index.php/revista/75-numero-9/186-juana-la-loca

Apoyos:

Influencia de la etapa prenatal en el desarrollo emocional del niño

Las numerosas investigaciones coinciden en que las actitudes y sentimientos de la madre en la etapa
prenatal influyen en la personalidad del niño. El bebé, antes de nacer no sólo es capaz de experimentar a
través de sus sentidos y de aprender, es capaz de sentir y percibir emociones, sentimientos, mensajes
que le son transmitidos en el útero a través de ella. Esto nos da a conocer la poderosa fuente de
aprendizaje que es la madre; sus alegrías, la satisfacción y el amor que tiene le son transmitidos al bebé,
como también sus penas, miedos y angustias.

28
El Dr. Verny es uno de los estudiosos de el desarrollo del psiquismo fetal en la etapa prenatal, según sus
investigaciones el bebé tiene en el vientre “experiencias” y que estas son almacenadas en su memoria y
posteriormente se presentan en la vida adulta a manera de “huellas”. Los bebés, incluso antes de nacer,
tienen una necesidad de amor que es alimentado por los sentimientos y pensamientos de la madre. Sobre
esto comenta: "el amor de una madre hacia su hijo/a, las ideas que se forma de él, la riqueza de
comunicación que establece con él, tienen una influencia determinante sobre su desarrollo físico, sobre
las líneas de fuerza de su personalidad y sobre sus predisposiciones de carácter’.

El profesor P. Fedor-Freybergh, de la Universidad de Estocolmo (Conferencia de Marie-Andrée BERTIN,


2001) narra el caso de una recién nacida que desde su nacimiento, rechazaba obstinadamente el pecho de
su madre, mientras que se abalanzaba sobre el biberón cuando se le presentaba, y se aferraba al pecho
de otra mujer mamando vigorosamente. Una intuición del Profesor le hizo preguntar a la madre: "Señora,
¿verdaderamente deseaba Ud. tener este hijo?" "No, admitió ella. Yo quería abortar. Pero mi marido
deseaba tenerlo y entonces decidí tenerlo". Según Freybergh la niña había percibido el rechazo de su
madre y se lo devolvía como un espejo. La madre lo entendió, su niña le había tocado el corazón, cambió de
actitud y las cosas se arreglaron. http://plagios.blogspot.es/1243092143/

Teoría psicoanalítica de la psicosis

Originalmente, Freud postuló que el inicio de la esquizofrenia significaba una retirada de la libido del
mundo exterior. En su opinión, esta libido era después absorbida por el yo dando lugar a un estado
de grandeza megalomaníaca, o bien era vuelta al mundo exterior en forma de delirios.

El reciente interés clínico por la esquizofrenia se ha centrado en la intensa ambivalencia característica


de los pacientes esquizofrénicos, su ansiedad de venganza persecutoria y los infantiles mecanismos del yo
empleados en su relación con los objetos. La descompensación del paciente o estado de regresión está
determinada por el fracaso de estos mecanismos. En el cuadro clínico de la esquizofrenia hay dos
fases, la ruptura con la realidad y los intentos por restablecer los contactos con éstas.

La regresión esquizofrénica se precipita normalmente por una pérdida o frustración de las necesidades
del objeto. El efecto de la perdida resulta en la supremacía de los afectos negativos, dislocando el
delicado equilibrio entre los componentes introyectivos de la organización del yo del paciente. Se produce
así una perdida del equilibrio entre los buenos introyectos positivos y los introyectos negativos que
conforman la estructura del yo. La inundación con sentimientos negativos difusos y desneutralizadamente
destructivos, requiere una regresión hasta el punto de una más profunda fijación en la que el paciente no
es sólo una víctima potencial, sino que, además, actúa en pos de la autoconsolidación. A este nivel, la
desorganización regresiva del paciente va unida a una desdiferenciación entre los límites del yo y el
objeto. Sólo en esta posición puede el paciente obtener una descarga de la tensión interior. El camino de
la regresión varía en función de si las pérdidas son agudas y arrolladoras o bien lentas y acumulativas,
según la organización estructural del paciente.

29
Es cierto que el yo preesquizofrénico es débil en términos de desarrollo de mecanismos de defensa
más maduros, pero, en el comienzo de la psicosis, los elementos de mecanismos más maduros ya
establecidos pasan a unirse a esquemas de tipo más infantil. El comienzo agudo de la esquizofrenia
se relaciona con una aumento de intensidad de la ansiedad paranoide, los sentimientos de
omnipotencia del paciente y las intolerables ansiedades depresivas, todo lo cual ha sido desviado
anteriormente por patrones de conducta del yo narcisista. Además, el paciente presenta de manera
característica distorsión perceptiva, odio a sí mismo y confianza en patrones objetales infantiles y
muy dependientes.

El comienzo de la esquizofrenia ocurre generalmente entre los fines de los veinte años y la mitad de los
cuarenta, siendo muy raro el surgimiento antes de la adolescencia. En los niños las ideas delirantes
pueden ser menos elaboradas y las alucinaciones visuales más habituales; los casos de esquizofrenia de
inicio tardío tienden a ser similares excepto por una mayor incidencia en las mujeres, una mejor historia
de trabajo y mayor frecuencia en los casados. Las mujeres están más propensas a presentar un inicio
tardío, síntomas afectivos más salientes y mejor pronóstico.

El inicio puede ser fuerte y brusco, aunque la mayoría presenta síntomas prodrómicos dados por el
desarrollo lento de los síntomas y signos característicos. En el comienzo de la enfermedad pueden ser
acusados los síntomas negativos, apareciendo después los positivos.

Los síntomas positivos (exceso o distorsión de las funciones normales) incluyen distorsiones o
exageraciones del pensamiento inferencial (ideas delirantes), la percepción (alucinaciones), el lenguaje y
la comunicación (lenguaje desorganizado) y la organización comportamental (comportamiento gravemente
desorganizado o catatónico). Estos síntomas positivos obedecen a dos dimensiones: la dimensión
"psicótica" que incluye ideas delirantes y alucinaciones, y la dimensión "de desorganización" que incluye el
comportamiento y lenguaje desorganizados. (DSM-IV, 1994).

Los síntomas negativos (disminución o pérdida de las funciones normales) de la esquizofrenia


constituyen una parte primordial de la morbilidad asociada con el trastorno, son difíciles de evaluar por
que ocurren en un continuo de la normalidad, son inespecíficos y pueden ser debido a diferentes factores.
Existen tres: el aplanamiento afectivo, la alogia y la abulia.

http://members.fortunecity.es/nallely/contenido.htm

El terapeuta debe procurar mantener al paciente en contacto con la realidad. En muchas ocasiones, la
descompensación psicótica puede haber sido producida como respuesta a algún estímulo externo que
ha encontrado una resonancia muy específica en el conflicto básico interno. El esclarecimiento de
esta vinculación es indispensable para la recuperación del nivel previo de funcionamiento. Dado que las
interpretaciones transferenciales son siempre susceptibles de favorecer la regresión, no deben ser
utilizadas durante los episodios psicóticos, ya que en este tipo de tratamiento las posibilidades de
contención y elaboración de la ansiedad no son suficientes.

30
Otro aspecto importante a tener en cuenta con los pacientes psicóticos es el término del tratamiento.
Aún cuando muchas veces consiguen apuntalar su tambaleante estructura mental y adaptarse a la realidad
de su existencia, hasta el punto de poder llevar una vida dentro de los límites de la normalidad, tanto en
el ámbito laboral y social como en el familiar, la terminación del tratamiento es para ellos una situación
verdaderamente difícil, ya que, en algunos casos, parece que el paciente no puede, sin derrumbarse en
toda la línea, prescindir de la ayuda terapéutica. Se trata de pacientes que no han logrado una suficiente
reconstrucción de su estructura psíquica pero a los que sí ha sido posible establecer una relación con el
terapeuta que sustituye y compensa, dentro de ciertos límites, las deterioradas y persecutorias
relaciones con sus objetos internos. Así por ejemplo, en algunos de ellos el terapeuta, al actuar como un
súper yo benigno y tolerante, proporciona un alivio a la intolerable ansiedad persecutoria. Aunque la
situación no es la más deseable, es mejor que la ruptura psicótica y la pérdida de contacto con la realidad
que se daría e no hacer lo esta forma. (Coderch, 1990).

Tratamiento para Delirios Esto Funciona en psicoterapia?????)

Por medio de un enfoque ABC, se analizan los delirios

A: acontecimientos específicos en los que se haya sentido perturbado emocionalmente, e identificar


situaciones en las que no experimenta pensamientos delirantes.
C: emoción (es) perturbadoras, asociadas a los pensamientos delirantes (que se deben modificar).
B: Delirio. Dado que los delirios son creencias complejas, es necesario evaluar distintos aspectos de
éstos:
a. Convicción: Se le pide al cliente que puntúe el grado en que cree que su creencia es cierta, de 0 (no
me la creo nada) a 100 (la creo totalmente).
b. Preocupación: se le pide que puntúe en una escala ordinal si ha pensado mucho o poco en sus ideas
delirantes.
c. Formación: Se pregunta cómo formaron sus creencias; con el propósito de encontrar diferentes
etapas en el pensamiento delirante y descubrir cómo se relacionan con ciertas experiencias importantes.
d. Evidencia: Se debe reunir toda la evidencia en pro y en contra del delirio, que el cliente tiene.
e. Reacción a las contradicciones hipotéticas: Se describe un acontecimiento hipotético y plausible que
contradiga la idea delirante, y se pregunta al cliente cómo afectaría ello a su creencia.

Características de la Psicosis

ð Marcada pérdida del control voluntario de pensamientos, emociones e impulsos. Una psicosis puede
compararse con el encendido automático de un conmutador maestro que regula las percepciones, los
sentimientos y las acciones del individuo.
ð Capacidad menoscabada para diferenciar entre la realidad y experiencias subjetivas. Las fantasías son
aceptadas como hechos. La realidad puede ser alterada por la sustitución de experiencias subjetivas
(delirios y alucinaciones).

31
ð El paciente no acepta su estado. Puede que no comprenda o niegue que hay algo mal dentro de él o en su
conducta. Vive su psicosis.
ð Marcada desorganización de la personalidad. La capacidad para funcionamiento social afectivo y
apropiado está particularmente afectada. Por lo común se requiere hospitalización o cuidado supervisado
en el hogar.

Melancolía:

El mecanismo metapsicológico al que recurre para explicar dicha constelación es el siguiente: una parte
del yo se contrapone a la otra, la critica, la toma por objeto. Es la conciencia moral, que en la melancolía
se destaca como desagrado moral con el propio yo (no tanto si es feo, débil, o degradado socialmente).
Pero ello opera de ese modo en la autocrítica habitual. Lo característico del proceso melancólico será
dado por otra cosa: la elección de objeto que estableció el vínculo libidinal con una persona, por un
desengaño o afrenta real, se ve sacudido. El resultado no fue el esperado -quite de libido y trabajo de
duelo- sino que, como la investidura libidinal era débil, se cancela, y la libido libre no va a otro objeto sino
que se la retrae sobre el yo. Allí se aplica a establecer una identificación del yo con el objeto resignado:
"la sombra del objeto cayó sobre el yo" , quien, en adelante, será sojuzgado implacablemente como un
miserable objeto por la conciencia moral. Ello explica que -como reconoce Freud- si se escuchan las
autocríticas que el paciente se hace, se nota que no se adecuan a él mismo sino al objeto de amor. El
autorreproche es en verdad un reproche contra el objeto de amor que desde allí rebota sobre el yo. La
contradicción citada entonces es aparente: por eso no siente pudor, porque todo lo rebajante que dice de
sí en verdad lo dice de otro. En ese sentido, su conducta es lógica: sus quejas son querellas, el lamento es
acusación. En Psicología de las masas... Freud precisa que la identificación de la melancolía es al objeto
total, masivo, no al rasgo, por introyección (incorporación) del objeto en el yo, y que la instancia que
critica a la parte del yo modificada por identificación es el ideal del yo [FREUD, 1921].

Dicha introyección revela una fuerte fijación al objeto de amor, que se contrapone a la poca resistencia
de la investidura de objeto (porque termina rápidamente regresando al yo). Para Freud se trata de una
contradicción [FREUD, 1915] porque se supone que una gran fijación supondría mucha resistencia a la
cancelación del vínculo libidinal. Pero la explica recurriendo al concepto de "identificación narcisística": la
elección de objeto se hizo sobre una base narcisista y entonces al cancelarse la investidura de objeto la
libido regresa al narcisismo; de modo tal que la identificación narcisista con el objeto pasa a sustituir la
investidura de amor. Por tanto, no se resigna el vínculo amoroso a pesar del conflicto con el objeto amado.
Esta sustitución del amor de objeto por identificación es el mecanismo de las afecciones narcisistas:
regresión de la elección de objeto al narcisismo originario, más precisamente a la fase oral que pertenece
al narcisismo. Así, la melancolía resulta de una mezcla de rasgos del duelo con regresión desde la elección
narcisista de objeto hasta el narcisismo: es reacción frente a la pérdida del objeto de amor (como el
duelo) pero en un vínculo ambivalente -cosa que falta en el duelo o que cuando está lo transforma en
patológico. En la melancolía el amor por el objeto (que no puede resignarse aunque se resigne el objeto) se

32
refugia en la identificación narcisista y el odio se ensaña con ese objeto sustitutivo denigrándolo,
haciéndolo sufrir y ganando con ello una satisfacción sádica.

Entonces la investidura de amor allí tiene dos destinos:

1) regresión a la identificación,

2) por el conflicto de ambivalencia, regresión al sadismo, lo cual explica su inclinación al suicidio: se trata
como al objeto.

La introyección del objeto sobre la base de la identificación narcisista hace sentir los efectos
devastadores de la ambivalencia: cuando el amor de objeto se guarece en la identificación narcisista, el
objeto, es decir el yo, se hace merecedor del odio y, entonces, de las injurias y autoagresiones que lo
hacen padecer, obteniendo la satisfacción sádica referida - padecimiento inequívocamente gozoso
autoinfligido por el melancólico.

Citábamos que para Freud es menester aclarar la tendencia de la melancolía a volverse del revés en la
manía. Su tesis es que ambas operan con el mismo complejo, el mismo contenido. Pero la diferencia es que
en la melancolía el yo sucumbe, mientras que en la manía lo hace a un lado. Freud busca apoyatura para
sostener esta tesis en estados normales. Como se ve, la lógica es equivalente a la empleada para el
estudio de la melancolía: partir del modelo normal que ofrece el duelo. El modelo normal de la manía serán
los estados de alegría, júbilo o triunfo, caracterizados por el empinado talante, afectos jubilosos y
predisposición para el emprendimiento de toda clase de acciones, contrastante con la depresión e
inhibición melancólicas. En estos estados triunfantes el gasto psíquico grande se vuelve superfluo y queda
disponible para la descarga. Es decir que un monto de energía queda libre (que es la contrainvestidura que
el sufrimiento de la melancolía atrajo sobre sí desde el yo y había ligado). En conclusión: "la manía no es
otra cosa que un triunfo así", en donde el yo no se ve arrasado -como en la melancolía- sino que resulta
vencedor (sobre: 1- la pérdida de objeto o, 2- el duelo por la pérdida o, 3- el objeto mismo), aunque -al
modo del desconocimiento melancólico- no sabe sobre qué. Entonces "parte, voraz, a la búsqueda de
nuevas investiduras de objeto", lo que confirma que se liberó del objeto.

En el trabajo que Freud nunca publicó, recuperado hace unos años, Sinopsis de las neurosis de
transferencia, de 1915, intenta recopilar y sistematizar su abordaje metapsicológico de las neurosis (de
transferencia y narcisistas).

Respecto de la melancolía-manía, recupera los puntos más salientes del texto que recién hemos
comentado, y destaca su inclusión en el campo de las afecciones narcisistas -singularizadas por un
trastorno particular entre el yo y el objeto-. Por último, aunque suscribe lo afirmado anteriormente
respecto de la identificación, resalta que el mecanismo melancólico supone un trabajo de duelo pero con
identificación con el padre primitivo.

33
LACAN, 1962:756]. La culpa fundamental del ser hablante es existir, pero la particularidad de la melancolía es que se
presenta puro: sin mixturas, sin divisiones. Esa pureza mortífera es producto de la ausencia del significante fálico,
significante del goce que supone la castración y que hace de médium entre el Otro y el sujeto. Lacan indica que el dolor
de existir en la melancolía se encuentra en estado puro producto de la ausencia del significante fálico.

http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-16862006000100039&script=sci_arttext

La forclusión del Nombre del Padre, como mecanismo que caracteriza a las psicosis y que consiste en la no
inscripción del significante fundamental (el Nombre del Padre) en el registro simbólico. A partir de este
momento, lo real es definido como un lugar otro de lo psíquico donde reaparecen («retornan») los
significantes forcluidos en forma de alucinaciones o delirios.

Super yo hipercrítico

La melancolía se singulariza en lo anímico por una desazón profundamente dolida, una cancelación del
interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda productividad y
una rebaja en el sentimiento de sí que se exterioriza en autorreproches y autodenigraciones y se
extrema hasta una delirante expectativa de castigo. Este cuadro se aproxima a nuestra comprensión si
consideramos que el duelo muestra los mismos rasgos, excepto uno; falta en él la perturbación del
sentimiento de sí. Pero en todo lo demás es lo mismo. El duelo pesaroso, la reacción frente a la pérdida de
una persona amada, contiene idéntico talante dolido, la pérdida del interés por el mundo exterior -en todo
lo que no recuerde al muerto-, la pérdida de la capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor -en
remplazo, se diría, del llorado-, el extrañamiento respecto de cualquier trabajo productivo que no tenga
relación con la memoria del muerto. Fácilmente se comprende que esta inhibición y este angostamiento
del yo expresan una entrega incondicional al duelo que nada deja para otros propósitos y otros intereses.
En verdad, si esta conducta no nos parece patológica, ello sólo se debe a que sabemos explicarla muy bien.
Ahora bien, ¿en qué consiste el trabajo que el duelo opera? Creo que no es exagerado en absoluto
imaginarlo del siguiente modo: El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe más,
y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto. A ello se opone
una comprensible renuencia; universalmente se observa que el hombre no abandona de buen grado una
posición libidinal, ni aun cuando su sustituto ya asoma. Esa renuencia puede alcanzar tal intensidad que
produzca un extrañamiento de la realidad y una retención del objeto por vía de una psicosis alucinatoria
de deseo (ver nota). Lo normal es que prevalezca el acatamiento a la realidad. Pero la orden que esta
imparte no puede cumplirse enseguida. Se ejecuta pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y de
energía de investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico. Cada uno de
los recuerdos y cada una de las expectativas en que la libido se anudaba al objeto son clausurados,
sobreinvestidos y en ellos se consuma el desasimiento de la libido (ver nota). ¿Por qué esa operación de
compromiso, que es el ejecutar pieza por pieza la orden de la realidad, resulta tan extraordinariamente
dolorosa? He ahí algo que no puede indicarse con facilidad en una fundamentación económica. Y lo notable

34
es que nos parece natural este displacer doliente. Pero de hecho, una vez cumplido el trabajo del duelo el
yo se vuelve otra vez libre y desinhibido.

Apliquemos ahora a la melancolía lo que averiguamos en el duelo. En una serie de casos, es evidente que
también ella puede ser reacción frente a la pérdida de un objeto amado; en otras ocasiones, puede
reconocerse que esa pérdida es de naturaleza más ideal. El objeto tal vez no está realmente muerto, pero
se perdió como objeto de amor (P. ej., el caso de una novia abandonada). Y en otras circunstancias nos
creemos autorizados a suponer una pérdida así, pero no atinamos a discernir con precisión lo que se
perdió, y con mayor razón podemos pensar que tampoco el enfermo puede apresar en su conciencia lo que
ha perdido. Este caso podría presentarse aun siendo notoria para el enfermo la pérdida ocasionadora de
la melancolía: cuando él sabe a quién perdió, pero no lo que perdió en él. Esto nos llevaría a referir de
algún modo la melancolía a una pérdida de objeto sustraída de la conciencia, a diferencia del duelo, en el
cual no hay nada inconsciente en lo que atañe a la pérdida.

En el duelo hallamos que inhibición y falta de interés se esclarecían totalmente por el trabajo del duelo
que absorbía al yo. En la melancolía la pérdida desconocida tendrá por consecuencia un trabajo interior
semejante y será la responsable de la inhibición que le es característica. Sólo que la inhibición melancólica
nos impresiona como algo enigmático porque no acertamos a ver lo que absorbe tan enteramente al
enfermo. El melancólico nos muestra todavía algo que falta en el duelo: una extraordinaria rebaja en su
sentimiento yoico {Ichgefühl}, un enorme empobrecimiento del yo. En el duelo, el mundo se ha hecho
pobre y vacío; en la melancolía, eso le ocurre al yo mismo. El enfermo nos describe a su yo como indigno,
estéril y moralmente despreciable; se hace reproches, se denigra y espera repulsión y castigo. Se humilla
ante todos los demás y conmisera a cada uno de sus familiares por tener lazos con una persona tan
indigna. No juzga que le ha sobrevenido una alteración, sino que extiende su autocrítica al pasado; asevera
que nunca fue mejor. El cuadro de este delirio de insignificancia -predominantemente moral- se completa
con el insomnio, la repulsa del alimento y un desfallecimiento, en extremo asombroso psicológicamente, de
la pulsión que compele a todos los seres vivos a aferrarse a la vida. Lo esencial no es, entonces, que el
melancólico tenga razón en su penosa rebaja de sí mismo, hasta donde esa crítica coincide con el juicio de
los otros. Más bien importa que esté describiendo correctamente su situación psicológica. Ha perdido el
respeto por sí mismo y tendrá buenas razones para ello. Esto nos pone ante una contradicción que nos
depara un enigma difícil de solucionar. Siguiendo la analogía con el duelo, deberíamos inferir que él ha
sufrido una pérdida en el objeto; pero de sus declaraciones surge una pérdida en su yo. 7

La teoría freudiana de la melancolía

La teoría que Freud construye para dar cuenta de esta particularidad de la subjetividad melancólica
reposa fundamentalmente en dos conceptos, ambos originales de su pensamiento, el de identificación y el
narcisismo.

7
http://www.herreros.com.ar/melanco/dymfreud.htm
35
Por medio del primero, es decir, el concepto de identificación, Freud sostiene que el sujeto evita el duelo
ante la pérdida de la persona amada a través del recurso de identificarse con el objeto perdido y de
reconstruirlo en su propio yo. De este modo, se disocia la ambivalencia amor – odio y el yo, por una parte,
conserva el amor por el objeto abandonado y, por otra, el odio se ensaña con ese objeto sustitutivo ahora
reconstruido en el yo. Es por esto que las quejas inequívocamente gozosas del melancólico constituyen una
satisfacción de tendencias sádicas.

Con el segundo de los conceptos mencionados, el de narcisismo, que es específico de las psicosis, Freud
ubica la melancolía en el campo de estas entidades clínicas en clara oposición con la paranoia. Mientras en
esta el narcisismo exalta e infla el yo del sujeto, la identificación narcisista del melancólico, por el
contrario, constituye una herida permanentemente abierta para la pérdida libidinal y vacía el yo hasta el
empobrecimiento total, una libidorragia, podríamos decir, que explica, dice Freud, el asombroso eclipse en
el melancólico de la pulsión que en todos los seres vivientes los lleva a aferrarse a la vida. Y esto, haya o
no ocasión de suicidio, riesgo de todos modos siempre presente en la melancolía. 8

Freud se aparta radicalmente de las concepciones de su época concernientes a la significación del delirio:
«Lo que tomamos por una producción mórbida, la formación del delirio, es en realidad una tentativa
de curación, una reconstrucción».

¿Cómo entender esta definición?

En la concepción freudiana del aparato psíquico, tal como se articula en la primera tópica, esta definición
da al delirio la significación de un síntoma, es decir, de una formación sustitutiva cuyas condiciones de
aparición dependen de un mecanismo general común a la neurosis y a la psicosis. Así, las propiedades
atribuidas al delirio: tentativa de curación, reconstrucción, se relacionan también con otras formaciones
sustitutivas (conversión, obsesión, etc).

Lacan caracteriza en efecto la psicosis por la forclusión de un significante primordial en el Otro, el


Nombre-del-Padre, significante metafórico por excelencia que le permite al sujeto acceder a la
significación fálica. El déficit de este significante en lo simbólico, el agujero que allí constituye traen
consigo un déficit y un agujero correspondientes en lo imaginario fálico. La interpretación delirante sería
la tentativa de paliar este déficit en lo simbólico y sus consecuencias en lo imaginario, pero al precio, para
el sujeto, de tener que sostener él mismo, en el lugar del falo en déficit, la significación en su conjunto.
La interpretación es así una metáfora delirante que Lacan resume en el caso Schreber en estos términos:
«A falta de poder ser el falo que le falta a la madre, le queda la solución de ser la mujer que le falta a los
hombres», metáfora feminizante inaugural a partir de la cual se pueden seguir las trasformaciones
sucesivas del delirio hasta la redención final.

Lacan formuló su hipótesis de una causalidad significante en las psicosis. La “forclusión del Nombre del
Padre”, es la expresión concentrada de esa hipótesis que sitúa la causalidad de la psicosis en su relación

8
http://www.alcmeon.com.ar/11/41/06_mazzuca.htm
36
con el significante. El defecto simbólico de la forclusión, es el agente primero que desorganiza o desanuda
la estructura tripartita borromea, esos tres registros de la experiencia humana que Lacan llamó lo Real,
lo Simbólico y lo Imaginario.

Todo este proceso de la metáfora paterna, que de llevarse a término garantiza la confección de una
estructura psíquica no psicótica; depende en gran medida del siguiente hecho como dice Lacan: “No es
sólo de la manera en que la madre se aviene a la persona del padre de lo que convendría ocuparse, sino del
caso que hace de su palabra, de su autoridad, dicho de otra manera del lugar que ella reserva al Nombre
del Padre en la promoción de la ley”.9

9
http://www.tuanalista.com/Diccionario-Psicoanalisis/4627/Delirio-pag.1.htm
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