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DE LADO A LADO
cuentos podrían transformarse en letras de rap, es decir, podrían ser voz de otro que pertenece a un mundo social diferente. Y esta ope-
rapeados, dado que están construidos desde frases cortas y rimadas, ración se complejiza aún más en “Buba y el muro social”, donde el
dispuestas desde una estructura lírica más que de prosa. Pero no todo narrador ya no es humano sino que se metamorfosea en un perro de
es celebración, llama la atención que en dos de sus cuentos se hace raza que pasa de vivir en un barrio rico a vivir en una favela.
referencia a los límites de la palabra del rap: por un lado, en “Fábri- El trabajo alrededor del referente, en este libro muchas veces es
ca de hacer villanos”, la violencia policial enmudece la misión de un dejado de lado. El escritor paulistano se anima aquí a trabajar la
rapero, por otro, en “Golpe de energía”, los prejuicios de la prensa ficción desde diferentes puntos de vista. Incluso incursiona en lo
ensordecen las voces de los grupos de rap. grotesco, “Érase una vez”, por ejemplo, transforma el lugar más re-
Este conjunto de cuentos continúa la operación que el escritor ha- currido y alienante para un habitante de la periferia, una parada de
bía desarrollado en sus dos novelas anteriores ligada al estableci- ómnibus, en un rincón de extrema expresión y expansión de la ima-
miento de un pacto referencial de lectura además del ficcional. La ginación a partir de una telaraña.
mención a las calles de su barrio, la coincidencia entre lo relatado y Nadie es inocente en San Pablo consiste en un libro repleto de vo-
la historia de vida del escritor, dejan al lector en una duda constante ces, de ruidos, de sensaciones y, sobre todo, de seres que luchan por
respecto de qué elementos son biográficos y qué elementos son pura sobrevivir en una ciudad marcada por la división entre ricos y pobres
ficción. Pero mientras que en esas dos novelas la vinculación de los donde nadie se salva.
elementos de la trama con la realidad estaba procesada por la pre-
sencia de un narrador extra-diegético, en este libro de cuentos no hay
tamices para indicar que quien habla la mayoría de las veces es Fe-
rréz, dado que aparece como personaje de muchos de ellos. La escri-
tura aquí está ligada a un territorio y a un cuerpo específicos, como
se puede leer en “Prospecto”, una especie de prefacio/cuento don-
de se da a entender que el contenido de este libro viene a cumplir la
función de un medicamento para un “cuerpo ya cansado y una men-
te ya desconcertada”.
Pero no todos los textos se escriben desde el punto de vista perifé-
rico. Nadie es inocente en San Pablo impacta a los lectores de Ferréz
con el cuento “Golpe de energía”, una narración en primera persona
protagonizada por un periodista de clase media alta que vive en un
barrio pudiente de la ciudad de San Pablo. Por primera vez la litera-
tura de Ferréz hace la misma operación que este escritor siempre cri-
ticó respecto de los círculos letrados que han escrito sobre las favelas
y que profundizará en su novela Dios se fue a Almorzar: hablar en