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UNIDAD III

Soporte y Movimiento
SISTEMA ESQUELETICO
Funciones del sistema esquelético
1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de apoyo de la
mayoría de los músculos esqueléticos.
2: protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo el cráneo protege al
encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones.
3: movimientos: en conjunto con los músculos.
4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para dar resistencia
a los huesos, y también los libera a la sangre para mantener en equilibrio su
concentración.
5: producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido conectivo
especializado) se produce la hemopoyesis para producir glóbulos rojos, blancos y
plaquetas.
6: almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada paulatinamente
en los adultos por médula ósea amarilla, que contiene adipocitos.
ESTRUCTURA DE LOS HUESOS.
Los huesos se clasifican en diversos tipos según su forma. Un hueso largo
consta de las siguientes partes:
• 1- Diáfisis: es el cuerpo o porción cilíndrica principal del hueso.
• 2- Epífisis: son los extremos proximal y distal del hueso.
• 3- Metáfisis: es el sitio de unión de la diáfisis con la epífisis; su espesor va
disminuyendo con la edad.
• 4- Cartílago articular: es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la
parte de la epífisis de un hueso que se articula con otro hueso.
• 5- Periostio: es una capa resistente de tejido conectivo denso que rodea la
superficie ósea que no tiene cartílago articular. Protege al hueso, participa
en la reparación de fracturas, colabora en la nutrición del hueso, y sirve
como punto de inserción de tendones y ligamentos.
• 6- Cavidad medular: es el espacio interno de la diáfisis que contiene a la
médula ósea amarilla grasa.
• 7- Endostio: es la capa que recubre la cavidad medular, y contiene células
formadoras de hueso.
HISTOLOGÍA DEL TEJIDO ÓSEO
Tiene una matriz abundante, y células muy separadas entre sí. La matriz está
formada por:
• 25% de agua
• 25% de fibras proteínicas
• 50% de sales minerales cristalizadas.
Las células son:
• Células osteógenas: son células madre, con capacidad de división; sus células
hijas son los osteoblastos; se localizan en la porción interna del periostio y del
endostio.
• Osteoblastos: son las células que construyen los huesos; sintetizan los
componentes de la matriz del tejido óseo e inician en proceso de calcificación.
• Osteocitos: son las células maduras principales del tejido óseo; derivan de los
osteoblastos, intercambian nutrientes con la sangre.
• Osteoclastos: producen destrucción del hueso por medio de enzimas
lisosómicas para permitir el desarrollo, crecimiento, mantenimiento y
reparación normales del hueso.
La dureza del hueso depende de las sales minerales orgánicas cristalizadas que contiene, y su
flexibilidad depende de las fibras colágenas. Los huesos no son completamente sólidos, ya que
tienen muchos espacios. Según el tamaño y distribución de estos espacios, las regiones de un
hueso se clasifican en compactas y esponjosas. En general el hueso compacto constituye el
80% del esqueleto, y el esponjoso el 20% restante.
TEJIDO ÓSEO COMPACTO
Está formado por unidades llamada osteonas o sistemas de Havers, que
constan de:
• un conducto central que tiene un trayecto longitudinal y que contiene un
vaso sanguíneo, llamado conducto de Havers.
• Una serie de laminillas concéntricas que rodean al conducto de Havers, que
son anillos de matriz dura calcificada.
• Lagunas, que son espacios ubicados entre los anillos de las laminillas, y que
contienen osteocitos.
• Canalículos que se irradian desde las lagunas en todas direcciones, llenos de
líquidos extracelular, y que contienen delgadas prolongaciones de los
osteocitos; comunican a las lagunas entre sí y con los conductos centrales.
Las osteonas son circulares y no se ajustan perfectamente entre ellas, y las
zonas que quedan entre las osteonas están llenas de laminillas intersticiales y
laminillas circunferenciales. Los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios
provenientes del periostio penetran en el hueso compacto, por los conductos
perforantes de Volkmann.
TEJIDO ÓSEO COMPACTO

Las osteonas son circulares y no se ajustan perfectamente entre ellas, y


las zonas que quedan entre
las osteonas están llenas de laminillas intersticiales y laminillas circunf
erenciales.
Los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios provenientes del periostio pe
netran en el hueso compacto, por los conductos perforantes de
Volkmann.
• TEJIDO ÓSEO ESPONJOSO
Consta de laminillas dispuestas en una red irregular llamadas trabéculas. En
algunos huesos, estos espacios están llenos de médula ósea roja. Las
trabéculas poseen osteocitos situados en lagunas con canalículos
comunicantes con otras lagunas.
• CARTÍLAGO
Es de tipo semirrígido y elástico. Posee más sustancia intercelular que
células. No tiene irrigación capilar propia, por eso sus células (los
condrocitos) reciben el oxígeno y los nutrientes por difusión desde el
pericondrio (revestimiento fibroso).
FORMACIÓN Y CRECIMIENTO DE LOS HUESOS
• El embrión no contiene huesos sino estructuras de cartílago hialino. De
manera gradual se produce la osificación y osteogénesis, a partir de
centros de osificación constituidos por cúmulos de células especiales
formadoras de hueso denominadas osteoblastos.
• El aparato de Golgi de los osteoblastos se especializa en la síntesis y
secreción de mucopolisacáridos, y su retículo endoplasmático elabora y
secreta una proteína denominada colágeno. Los mucopolisacáridos se
acumulan alrededor de cada osteoblasto y los haces de fibras colágenas
de embeben de esa sustancia.
Todo esto junto constituye la matriz ósea; las fibras colágenas le dan
resistencia. A medida que se forma la matriz ósea, empiezan a depositarse
en ellas compuestos inorgánicos como sales de calcio, que le dan al hueso
su dureza característica.
La osificación comienza en la diáfisis y avanza hacia las epífisis. Y luego aparecen
centros de osificación secundario sen las epífisis.
Mientras no ha terminado el crecimiento longitudinal del hueso, queda una capa de
cartílago denominada cartílago epifisario entre cada epífisis y la diáfisis. La
proliferación de las células del cartílago epifisario provoca el crecimiento longitudinal
del hueso; cuando los huesos han alcanzado su longitud máxima, ese cartílago
desaparece.
Los huesos aumentan de diámetro por la acción combinada de dos clases de células:
los osteoclastos y los osteoblastos. Los osteoclastos aumentan el diámetro de la
cavidad medular al digerir el hueso de las paredes; los osteoblastos del periostio
producen nuevo hueso en el exterior. Por este doble fenómeno, se produce un hueso
con diámetro mayor y con cavidad medular más extensa.
La formación de tejido óseo prosigue después que los huesos han terminado de
crecer. Durante toda la vida se producen de manera simultánea formación ósea
(osteogénesis) y destrucción ósea (resorción). Durante la infancia y adolescencia, la
osteogénesis tiene un ritmo mayor que la resorción, y los huesos se vuelven más
grandes.
A partir de los 35 a 40 años la pérdida de hueso excede el aumento del mismo.
VASCULARIZACIÓN E INERVACIÓN DE LOS HUESOS
Las arterias penetran en los huesos por el periostio. Las arterias periósticas
entran por muchos lugares para irrigar y nutrir el hueso. Por eso, si se elimina
el periostio, el hueso muere. Una arteria nutricia atraviesa de manera oblicua
el hueso compacto para alimentar el hueso esponjoso y la médula ósea. Los
extremos de los huesos se nutren de las arterias metafisarias y epifisarias.
Las venas acompañan a las arterias a su paso por los orificios nutricios.
Los vasos linfáticos abundan en el periostio.
Los nervios acompañan a los vasos sanguíneos que nutren los huesos.
El periostio tiene una inervación generosa de nervios sensitivos, responsables
del dolor. El periostio es muy sensible al desgarro o a la tensión, lo que explica
el dolor agudo de la fractura ósea. En cambio el hueso apenas tiene
terminaciones sensitivas. Los nervios vasomotores causan vasoconstricción o
dilatación de los vasos sanguíneos del interior del hueso y regulan el flujo por
la médula ósea.
División del sistema esquelético
El esqueleto humano consta de 206 huesos. Se agrupan
en:
• esqueleto axial: formado por 80 huesos. De la cabeza,
cuello y tronco.
• esqueleto apendicular: formado por 126 huesos. De los
miembros, incluidas las cinturas escapular y pelviana.
CLASIFICACIÓN DE LOS HUESOS
Según su forma, los huesos se clasifican en:
1- huesos largos, que son tubulares, constan de diáfisis y epífisis. Tiene
hueso compacto en la diáfisis y hueso esponjoso en el interior de las
epífisis. Por ejemplo: el húmero del brazo.
2- Huesos cortos, que son cuboidales, tiene tejido esponjoso salvo en su
superficie. Por ejemplo: huesos del tarso y del carpo.
3- Huesos planos, son delgados compuestos por dos placas casi paralelas
de tejido óseo compacto que envuelven a otra de hueso esponjoso. Brindan
protección. Por ejemplo: huesos del cráneo, esternón, omóplatos.
4- Huesos irregulares, que tiene forma compleja. Por ejemplo: vértebras y
algunos huesos de la cara.
5- Huesos sesamoideos, están en algunos tendones, a los que protegen del
uso y desgarro excesivos. Por ejemplo: la rótula.
ANATOMÍA DE UNA
ARTICULACIÓN

• Las articulaciones son


las áreas donde se
encuentran dos o más
huesos. La mayoría de
las articulaciones son
móviles y permiten
que los huesos se
muevan.
Los puntos donde dos elementos esqueléticos
contactan se denominan articulaciones. Las dos
categorías generales de articulaciones son:
• Aquellas en las que los elementos esqueléticos
quedan separados por una cavidad (articulaciones
sinoviales).
• Aquellas en las que no hay cavidad y los
componentes se mantienen unidos por tejido
conjuntivo (articulaciones sólidas).
Las articulaciones constan de lo siguiente:
Cartílago. Un tipo de tejido que cubre la superficie de un hueso en la
articulación. Los cartílagos ayudan a reducir la fricción del movimiento dentro de
una articulación.
Membrana sinovial. Un tejido denominado membrana sinovial reviste la
articulación y la sella en una cápsula articular. La membrana sinovial secreta el
líquido sinovial alrededor de la articulación para lubricarla.
Ligamentos. Existen ligamentos resistentes (bandas elásticas gruesas de tejido
conectivo) que rodean la articulación para brindarle sostén y limitar su
movimiento.
Tendones. Los tendones (otro tipo de tejido conectivo grueso) a cada lado de la
articulación se unen a los músculos que controlan el movimiento de esa
articulación.
Bursas. Las cavidades llenas de fluidos, denominadas bursas, entre los huesos,
ligamentos y otras estructuras adyacentes, ayudan a amortiguar la fricción de la
articulación.
Líquido sinovial. Líquido transparente y pegajoso secretado por la membrana
sinovial.
CUÁLES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE ARTICULACIONES?
Articulaciones sinoviales
• Las articulaciones sinoviales son conexiones entre componentes
esqueléticos en las que los elementos implicados se encuentran
separados por una estrecha cavidad articular. Además de incluir una
cavidad articular, estas articulaciones tienen varios rasgos característicos.
• Una capa de cartílago, habitualmente cartílago hialino, cubre las superficies
articulares de los elementos esqueléticos. En otras palabras, las superficies
óseas no contactan normalmente entre sí de forma directa. Como
consecuencia, cuando se ven estas articulaciones en radiografías normales,
un amplio intervalo parece separar los huesos adyacentes.
TIPOS ESPECÍFICOS DE ARTICULACIONES SINOVIALES
• Articulaciones planas, que permiten movimientos de deslizamiento cuando un hueso se
desplaza sobre la superfi cie de otro (p. ej., en la articulación acromioclavicular).
• Articulaciones en bisagra, que permiten el desplazamiento en torno a un eje transversal a la
articulación; regulan movimientos de fl exión y extensión (p. ej., de la articulación del codo
[humerocubital])
• Articulaciones en pivote, que permiten el movimiento en torno a un eje que atraviesa en sentido
longitudinal la diáfisis del hueso; regula la rotación (p. ej., en la articulación atlantoaxial).
• Articulaciones bicondíleas, que permiten principalmente el movimiento en torno a un eje, con
rotación limitada en torno a un segundo eje; formadas por dos cóndilos convexos que se articulan
con superfi cies cóncavas o planas (p. ej., en la rodilla).
• Articulaciones condíleas (elipsoides), que permiten el movimiento en torno a dos ejes que se
hallan en ángulo recto uno respecto del otro; regulan movimientos de fl exión, extensión,
abducción y circunducción (p. ej., en la articulación de la muñeca).
• Articulaciones en silla de montar, que permiten el movimiento en torno a dos ejes que se hallan
en ángulo recto uno respecto del otro; las superficies articulares tienen forma de silla de montar;
regulan movimientos de flexión, extensión, abducción, aducción y circunducción (p. ej., en la
articulación carpometacarpiana del pulgar).
• Articulaciones esféricas (glenoideas), que permiten el movimiento en torno a múltiples ejes;
regulan movimientos de flexión, extensión, abducción, aducción, circunducción y rotación (p. ej.,
en la articulación de la cadera).
ARTICULACIONES SÓLIDAS
• Las articulaciones sólidas son conexiones entre elementos
esqueléticos en las que las superficies adyacentes están unidas
entre sí, ya sea por tejido conjuntivo fibroso o por
cartílago, habitualmente fibrocartílago. Los movimientos en
estas articulaciones son más restringidos que en las
articulaciones sinoviales.
• Las articulaciones fibrosas incluyen suturas, gonfosis y
sindesmosis:
• Las suturas se ven únicamente en el cráneo, donde los huesos
adyacentes están unidos por una fi na capa de tejido conjuntivo
denominado ligamento sutural.
ARTICULACIONES SÓLIDAS
• Las gonfosis sólo se sitúan entre los dientes y el hueso
adyacente; en estas articulaciones, fi bras cortas de tejido
colágeno en el ligamento periodontal discurren entre la raíz
dentaria y la cavidad ósea.
• Las sindesmosis son articulaciones en las que dos huesos
adyacentes están unidos por un ligamento, por ejemplo, el
ligamento amarillo, que conecta las láminas vertebrales
adyacentes, o por una membrana interósea, la cual une, por
ejemplo, el radio y el cúbito en el antebrazo.
ARTICULACIONES CARTILAGINOSAS
Estas incluyen las sincondrosis y las sínfisis:
• Las sincondrosis aparecen donde dos centros de osificación de
un hueso en desarrollo permanecen separados por una capa de
cartílago, por ejemplo, el cartílago de crecimiento entre la epífisis
y la diáfisis de los huesos largos en crecimiento, estas
articulaciones permiten el crecimiento óseo y eventualmente se
osifi can por completo.
• Las sínfisis surgen donde dos huesos separados se interconectan
por cartílago, la mayoría de estos tipos de articulaciones
aparecen en la línea media e incluyen la sínfi sis del pubis entre
los dos huesos coxales y los discos intervertebrales entre las
vértebras adyacentes.
Hay tres tipos de articulaciones móviles que desempeñan un
papel importante en el movimiento voluntario:
• Las articulaciones en bisagra solo permiten el movimiento
en una dirección, como las rodillas y los codos.
• Las articulaciones en pivote permiten el movimiento
giratorio o de rotación, como cuando la cabeza gira de un
lado a otro.
• Las articulaciones esféricas son las que permiten la mayor
libertad de movimiento. Las caderas y los hombros tienen
este tipo de articulación, donde el extremo redondo de un
hueso largo encaja en el hueco de otro hueso.
TRASTORNOS DE HUESOS Y ARTICULACIONES
• Después de los 20 años de edad, puede perder huesos más
rápido de los que produce. Para tener huesos fuertes cuando se
es joven, y prevenir la pérdida ósea en edades avanzadas, debe
consumir suficiente calcio y vitamina D, así como ejercitarse.
Además debe evitar fumar y tomar mucho alcohol.
• Los ruidos articulares, como crujidos y chasquidos, son
frecuentes en personas que no presentan ningún trastorno
articular, pero también pueden producirse por problemas
específicos de las articulaciones. Por ejemplo, la rótula puede
crepitar si está lesionada por la artrosis, y la mandíbula puede
chasquear en caso de trastorno de la articulación
temporomandibular.
TRASTORNOS DE HUESOS Y ARTICULACIONES
• La ARTRITIS REUMATOIDE (RA) es una enfermedad crónica y de
carácter autoinmune que produce inflamación de las articulaciones,
dolor, deformidad y dificultad para le movimiento. En algunas ocasiones
esta enfermedad puede tener un comportamiento extraarticular y dañar
órganos y sistemas como el corazón, el riñón y el pulmón. Por este motivo
se considera que es una enfermedad sistémica.
• Afecta con más intensidad a unas articulaciones que a otras,
principalmente a las más móviles, como las manos y los pies, los codos, los
hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. En cambio, hay otras que
nunca se ven afectadas.
• Si la inflamación permanece a lo largo del tiempo y no se controla puede
acabar dañando los huesos, los ligamentos y los tendones que
hay alrededor de la articulación. Es entonces cuando puede generarse una
deformidad progresiva de las articulaciones y la pérdida de la capacidad
para realizar movimientos y tareas cotidianas. Todo ello repercute de
forma muy negativa en la calidad de vida de los pacientes.
• El síntoma principal de esta enfermedad es la afectación de las
articulaciones, que se hace evidente a través de dolor e inflamación.
También pueden aparecer otras manifestaciones como la rigidez o
entumecimiento articular tras el reposo prolongado -sobre todo, al
levantarse por la mañana-, que va desapareciendo progresivamente a
medida que el paciente ejerce su actividad diaria, así como debilidad
muscular y limitación de la movilidad.
• Asimismo, pueden aparecer abultamientos duros (nódulos reumatoides)
en las zonas de roce de la piel como los codos, el dorso de los dedos de
las manos y de los pies, que también pueden localizarse en el interior del
organismo.
• Si la enfermedad está en un estadio avanzado, el paciente puede tener
alguna deformidad debido al deterioro progresivo de las articulaciones
afectadas. Además, puede evolucionar y afectar a órganos vitales como el
riñón o el pulmón.
• A menudo causa sequedad de la piel y las mucosas.
Esto ocasiona una inflamación y posterior atrofia de las glándulas que generan la
s lágrimas, la saliva, los jugos digestivos o el flujo vaginal (síndrome de
Sjögren).
• También puede producir algo de fiebre y, en ocasiones, inflamación
de los vasos sanguíneos (vasculitis),
que provoca lesiones de los nervios o llagas en las piernas (úlceras). Otros síntoma
s son la inflamación de las membranas que recubren los pulmones (pleuritis) o
de la envoltura del corazón (pericarditis), o bien la inflamación y las
cicatrices de los pulmones pueden producir dolor torácico, dificultad para respirar
y una función cardíaca anómala.
ESPONDILITIS ANQUILOSANTE
• Es una enfermedad reumática que causa inflamación de las
articulaciones de la columna vertebral y de las sacroilíacas.
• Se suele manifestar con fases de dolor lumbar que pueden
afectar a toda la columna y a las articulaciones periféricas,
ocasionando dolor en ambas, rigidez vertebral, pérdida de
movilidad y deformidad articular progresiva.
• Esta patología puede acompañarse de
manifestaciones extraarticulares, como inflamación en los
ojos o en las válvulas del corazón.
SÍNTOMAS
• Dolor nocturno y pérdida de movilidad en la región lumbar son
manifestaciones precoces. Aunque, en la mayoría de los casos los
síntomas comienzan en las zonas de las lumbares y las
sacroilíacas, suele afectar también a los segmentos cervical y
dorsal de la columna.
• Inflamación ocular.

• Daño en las válvulas cardiacas. En otras ocasiones, la


espondilitis anquilosante precede al desarrollo de una
enfermedad inflamatoria intestinal y algunos pacientes
presentan fiebre elevada, fatiga, pérdida de peso y anemia.
• La espondilitis anquilosante suele producir brotes
sucesivos de dolor lumbar, con o sin síntomas de artritis (en
hombros, caderas, rodillas o tobillos) o de inflamación en los
puntos de unión de tendones y ligamentos al hueso.
• Durante las fases en las que la enfermedad remite, el
paciente no presenta síntomas de la enfermedad y puede
desempeñar las actividades que le exige su vida cotidiana.
• Sólo aquellos pacientes cuyas articulaciones se vean
afectadas, o desarrollen anquilosis entre las vértebras,
pueden sufrir pérdidas más o menos graves de la función
articular.
GOTA (GOUT SINDROME – ACIDO URICO)
• Es una enfermedad producida por la acumulación de cristales
microscópicos de ácido úrico en las articulaciones que
provocan artritis.
• En ocasiones, estos cristales forman acúmulos abultados (tofos) bajo
la piel que se pueden palpar o se depositan en la vía urinaria, siendo
causa de cólicos nefríticos u otras alteraciones en el funcionamiento
de estos órganos. De hecho, casi el 20 por ciento de los pacientes
afectados por la gota desarrollan cálculos renales y es 4 veces más
común en hombres.
SÍNTOMAS
Entre los signos de la gota aguda se encuentran:
• Inicialmente, solo una o algunas articulaciones se ven afectadas. Éstas
suelen ser, con mayor frecuencia, las del dedo gordo del pie, la rodilla o
el tobillo.
• Este ataque de gota puede desaparecer en el plazo de unos días pero
puede volver de vez en cuando.
• En términos generales, el dolor suele producirse por la noche y se
caracteriza por ser opresivo e incluso insoportable.
• La articulación afectada se presenta caliente y enrojecida (inflamada) y,
por lo general, suele estar sensible e hinchada.
• Puede producirse fiebre.
TIPOS
La clasificación de esta enfermedad se resume en tres tipos:
• Aguda: Afección dolorosa que normalmente afecta a una única
articulación.
• Crónica: Cuando los episodios de dolor son repetitivos y causan
inflamación. En este caso se suele ver afectada más de una
articulación.
• Pseudogota: Enfermedad por depósito de cristales de
pirofosfato de calcio dihidratado. Es un trastorno caracterizado
por ataques intermitentes de dolor y artritis, causados por la
acumulación de dichos cristales.
SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO
• Se produce cuando el nervio mediano se comprime a su paso a
través del túnel del carpo, que es un canal formado por los
huesos de la muñeca y cerrado por un ligamento que se
encuentra en su cara palmar, por el que pasan también los
tendones de los músculos flexores de los dedos y del pulgar. El
nervio mediano es, junto con el cubital (en el codo), uno de los
encargados de que podamos coger cosas y de aportar
sensibilidad a la mano.
• Este síndrome afecta a personas que realizan movimientos
repetidos de muñeca y dedos y mantienen posturas forzadas,
así como a quienes padecen ciertas enfermedades. No
obstante, en muchos casos no llega a establecerse la posible
causa.
CAUSAS
El lado dominante suele ser el más afectado, pero es muy frecuente que afecte a ambas extremidades
superiores, es decir, que sea bilateral. Aun así, la gravedad tiende a ser mayor en el lado dominante.
• Tienen más riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano las personas con las siguientes condiciones y
enfermedades:
• Quienes realizan movimientos repetidos de muñeca y dedos y mantienen posturas forzadas de la
muñeca, como ocurre en trabajos de oficina por el uso de teclados y ratón no adaptados.
• Trabajadores de cadenas de montaje.
• Los sujetos que desempeñan trabajos que implican movimientos repetidos de presión y de pinza manual
o de golpeteo repetido con el talón de la mano, como en los trabajos que implican utilizar maquinaria
vibratoria o herramientas con empuñadura en el talón de la mano. Por ejemplo, en la construcción.
• Es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres y la media de edad se sitúa en torno a los 50
años.
• Personas que hayan sufrido fracturas de muñeca, con callos de fractura o artrosis secundaria de muñeca
que comprometa el espacio del túnel del carpo.
• Pacientes con enfermedades raras de depósito, como la amiloidosis.
• Afectados de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o gota.
• Personas con trastornos del contenido lipídico o de líquidos, que pueden darse en caso de obesidad,
embarazo, toma de anticonceptivos orales, mixedema (inflamación de las piernas) y acromegalia.
• Se asocia a enfermedades como la diabetes y el hipertiroidismo.
SÍNTOMAS
• Algunos de los primeros síntomas son dolor en la muñeca y el antebrazo,
acompañado de calambres y hormigueo en los dedos. El síndrome puede
empeorar si no se trata, provocando debilidad y atrofia en ciertos
músculos de la mano. Estas son algunas de las principales
manifestaciones:
• Dolor en la cara ventral de la mano, en los dedos pulgar, índice y medio y
en la mitad del dedo anular.
• Este dolor se agudiza al efectuar determinadas actividades, como
sujetar el volante para conducir o un libro para leer.
• Además, debido a la pérdida de sensibilidad del nervio mediano, se
puede producir sensación de torpeza.
• Además de interrogar al paciente sobre los síntomas que padece, el
médico explorará la sensibilidad y fuerza de la mano y efectuará
maniobras que desencadenen la sintomatología.
ARTROSIS
• Es una enfermedad reumática crónica que lesiona el cartílago articular.
Se produce fundamentalmente en las manos, las rodillas, la cadera y la
columna cervical y lumbar. Provoca dolor y rigidez e impide que se
puedan realizar con normalidad algunos movimientos tan cotidianos
como cerrar la mano, subir escaleras o caminar.
• Las articulaciones son los componentes del esqueleto que permiten la
conexión entre dos huesos (como por ejemplo, el codo, la rodilla, la
cadera, etc.) y, por lo tanto, el movimiento. El cartílago es el tejido
encargado de recubrir los extremos de estos huesos y es indispensable
para el buen funcionamiento de la articulación, puesto que actúa como
un amortiguador.
Causas
Existen algunos factores de riesgo asociados a su aparición:
• Edad: aumenta de forma exponencial a partir de los 50 años. "Es una enfermedad que
tendremos todos si alcanzamos una edad avanzada", resalta Ana Sánchez Atrio, jefa de
Sección de Reumatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, de Alcalá de
Henares (Madrid).
• Sexo: afecta sobre todo a mujeres mayores de 50-55 años.
• Genética: esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de
riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en
los sujetos que tienen una historia familiar.
• Actividad laboral: la repetición de los movimientos articulares puede llevar, a largo plazo, a
la sobrecarga articular. Por eso, determinadas actividades laborales (peluqueras, albañiles,
etc.), pueden provocar la aparición de artrosis.
• Lesiones deportivas: los deportistas de élite tienen mayor riesgo de desarrollar la
enfermedad. En concreto, los antecedentes traumáticos (por ejemplo, lesiones deportivas
que causan traumatismos) incrementan muy significativamente la probabilidad de padecerla.
• El sedentarismo: la falta de ejercicio físico incrementa el riesgo de padecer artrosis.
• Menopausia: la disminución de los niveles de estrógenos que se produce con la llegada de la
menopausia es uno de los factores de riesgo para su desarrollo.
• La obesidad influye tanto en el riesgo de desarrollar artrosis como en el empeoramiento de
los síntomas.
SÍNTOMAS
• Las manifestaciones de la artrosis son muy variadas, progresivas y
aparecen dilatadas en el tiempo.
• Los síntomas más frecuentes son el dolor articular, la limitación de los
movimientos, los crujidos y, en algunas ocasiones, el derrame articular.
Además, algunas personas pueden presentar rigidez y deformidad
articular.
• El síntoma que más preocupa a las personas con artrosis es el dolor. En
un primer estadio, éste se desencadena cuando se mueve o se realiza un
esfuerzo con la articulación. Este dolor suele cesar con el reposo.
Posteriormente, el agravamiento de la artrosis hará que el dolor aparezca
tanto con el movimiento, como con el reposo.
• Uno de los puntos buenos del dolor artrósico es que no siempre es
constante, por lo que los pacientes pueden estar durante largos periodos
de tiempo sin padecer dolor, lo cual no significa que la artrosis no siga su
evolución.
TIPOS
ARTROSIS DE MANOS
• La artrosis de manos es el segundo tipo de artrosis más común. Suele
estar estrechamente ligado al sexo femenino y a la herencia genética
del paciente. La artrosis de manos se origina en una articulación y,
posteriormente, puede extenderse al resto de la mano.
• Es muy visible, ya que suele deformar los dedos y llega a afectar al día a
día de los pacientes en tareas cotidianas como la escritura. Durante el
proceso el dolor acompaña la evolución de la enfermedad siendo más
fuerte al principio y mitigándose a medida que aparecen los nódulos. Las
molestias suelen disminuir cuando la deformación se completa. La
funcionalidad de la mano puede verse afectada y la articulación puede
quedar un poco flexionada o desviada.
ARTROSIS DE RODILLA
Es el tipo más frecuente de artrosis. Se puede distinguir entre dos tipos:
• ARTROSIS DE RODILLA PRIMARIA: está muy relacionada con el
envejecimiento y con la genética, y va ligada al desgaste de las diferentes
partes que forman la rodilla (los huesos la membrana sinovial y el
cartílago).
• ARTROSIS DE RODILLA SECUNDARIA: se suele producir por una lesión
previa, como pueden ser una fractura o una lesión de ligamentos. Suele
afectar a deportistas y a personas obesas, ya que el sobreesfuerzo que
exigen a sus rodillas es elevado.
En este caso la enfermedad afecta a las partes interna y/o frontal de la
rodilla provocando dolor cuando se realiza un esfuerzo. Como consecuencia
de este dolor y por la evolución degenerativa de la enfermedad el paciente
puede tener cojera si la enfermedad avanza a un estadio avanzado. En este
tipo de artrosis el movimiento de la articulación suele causar chasquidos.
ARTROSIS CERVICAL
• La artrosis cervical o cervicoartrosis se produce cuando se
lesiona o degenera el cartílago de las articulaciones de la
columna cervical. Es muy frecuente en personas mayores a 50
años y en muchas ocasiones pasa inadvertida porque no
produce síntomas.
• El síntoma más frecuente es el dolor del cuello (cervicalgia), que
aparece con los movimientos. Además, los pacientes
referir rigidez que dura poco tiempo y mejora con el
movimiento.
ARTROSIS LUMBAR
• La artrosis lumbar se produce cuando se lesiona o degenera el
cartílago de las articulaciones de la columna lumbar, que está
formada por cinco vértebras que se sitúan en la espalda, entre
las costillas y la pelvis.
• El síntoma más frecuente es el dolor de características
mecánicas, es decir, que aparece con el movimiento y la
sobrecarga lumbar y mejora con el reposo.
• En la inmensa mayoría de los casos no existe una causa
clara que justifique la artrosis y por tanto, se considera que
aparece debido a la suma de ciertos factores genéticos y
ambientales.
ARTROSIS DE CADERA
• La artrosis de cadera es aquella que afecta a la parte superior de la pierna.
Este tipo de artrosis es bastante frecuente, aunque no tanto como la
artrosis de rodilla o de mano. En general, es propia de personas mayores,
pero puede aparecer antes de los 50 años, siendo excepcional en jóvenes.
• El síntoma fundamental es el dolor, que se localiza en la zona de la ingle y
en la zona interna del muslo. Sin embargo, en ocasiones el dolor se puede
reflejar en la rodilla.
• Al principio de la enfermedad, el dolor sólo aparece al caminar y al subir o
bajar escaleras. También se siente dolor tras un período de reposo, hasta
que la articulación entra en calor, y luego vuelve a aparecer tras una larga
caminata o ejercicio prolongado, porque se sobrecarga la articulación. De
forma progresiva, se van haciendo difíciles acciones tan elementales
como cruzar o flexionar las piernas, o caminar. En estadios avanzados el
dolor puede aparecer durante la noche, por la posición de reposo y, con el
paso del tiempo, es normal que aparezca cojera al caminar.
ENFERMEDAD DE PAGET
• La Enfermedad de Paget, también conocida como osteítis
deformante, es una inflamación del hueso que tiene como
consecuencia la deformación de este. Es el segundo trastorno
óseo más frecuente en nuestro entorno, después de
la osteoporosis.
• La enfermedad se encuentra más presente a medida que
aumenta la edad, especialmente a partir de los 40 años.
• Aunque no se conoce qué es lo que origina la enfermedad,
podría asociarse con algunos virus como el sarampión o
la rubéola.
• También se encuentra relación con el factor genético, debido a
encontrarse presente en miembros de la misma familia.
SÍNTOMAS
• La enfermedad no suele provocar síntomas y suele ser
diagnosticada mediante análisis de sangre rutinarios (debido
un alto nivel de fosfatasa alcalina) o radiografías solicitadas por
otros motivos.
• No obstante, si los síntomas llegasen a presentarse, podrían
incluir:
• Dolor óseo.
• Deformidades.
• Fracturas.
• Temperatura elevada en las zonas afectadas.
QUÉ FACTORES DE RIESGO TIENE LA ENFERMEDAD DE PAGET?
La enfermedad puede tener como consecuencia problemas neurológicos,
cardiovasculares y ortopédicos.
• Complicaciones neurológicas aparecen debido a un crecimiento en el hueso afectado
y puede dañar a las estructuras neurológicas.
• Si la enfermedad afecta al cráneo, el nervio que suele ser afectado con más frecuencia es el
auditivo, pudiendo hacer perder capacidad auditiva.
• Si la enfermedad afecta a las vértebras puede producirse ciática.

• Complicaciones cardiovasculares se producen cuando algunas partes del organismo


son privadas de circulación sanguínea debido a un aumento del flujo sanguíneo hacia
el hueso pagético. Esto puede dar lugar a mareos, vértigos, debilidad, etc. Además, al
aumentar el volumen del flujo sanguíneo el corazón puede sufrir una insuficiencia
cardiaca congestiva.

• Complicaciones ortopédicas pueden clasificarse en artrosis, fisuras y fracturas.

• Otras complicaciones: aunque no es usual, puede darse la degeneración del hueso


afectado en un osteosarcoma, es decir, cáncer de hueso.
HERNIA DISCAL
• Se produce cuando un disco intervertebral se degenera y
deteriora, lo que hace que el núcleo interno pueda filtrarse
hacia una parte debilitada situada en la zona externa del disco.
• El punto débil en el núcleo externo del disco intervertebral está
directamente debajo de la raíz nerviosa raquídea, por lo que la
existencia de una hernia en esta zona puede ejercer una presión
directa sobre los nervios cercanos o la médula espinal.
• Por tanto, las hernias discales a veces son causa de
radiculopatía, que engloba cualquier enfermedad que afecte a
las raíces nerviosas de la columna.
CAUSAS
• Las vértebras de la columna se encuentran separadas por discos que
amortiguan los movimientos y dejan espacio entre las vértebras. Del mismo
modo, permiten el movimiento de las mismas por lo que posibilitan el
agacharse o estirarse.
• Además, las vértebras de la columna protegen la médula espinal que
procede del cerebro y baja por la espalda hasta la región lumbar. Los discos
cumplen una función muy importante de amortiguación y reparto de cargas
y cualquier afectación de los mismos puede ser grave, si no se trata con
celeridad.
• El disco puede desplazarse de su sitio, es decir, herniarse, o romperse
debido a una lesión o un esfuerzo. Esto puede producir un exceso de
presión sobre los nervios raquídeos que tiene como resultado dolor,
entumecimiento o debilitamiento en el paciente.
• Normalmente, las hernias de disco se localizan en la región lumbar, siendo
la segunda zona más afectada los discos cervicales (el cuello).
SÍNTOMAS
Además de dolor, los síntomas de las hernias discales son los siguientes:
• La primera señal de que el paciente tiene una hernia discal es el dolor en los
brazos y en el cuello. Si se produce entumecimiento u hormigueo puede indicar
que el problema es más grave.
• Normalmente, el paciente alega dolor cortante y agudo y, en algunos casos, puede
existir un historial anterior de episodios de dolor localizado, presente en la espalda
y que puede irradiarse hacia abajo por la pierna.
• El episodio de dolor puede producirse de repente o anunciarse con una sensación
de desgarro o chasquido en la columna.
• Cuando el dolor empieza lentamente puede empeorar después de que el paciente
permanezca mucho tiempo sentado, de pie, por la noche, al estornudar, toser o
reírse.
• La debilidad también es un síntoma común que afecta a la pierna o al brazo y
puede hacer que se requiera un exceso de esfuerzo para moverlos.
• Generalmente, el entumecimiento o debilidad desaparece en un periodo de varias
semanas o meses.
TIPOS
Existen tres grados:
• Protrusión discal: cuando el núcleo pulposo no se ha salido aún
del anillo fibroso, por lo tanto es más débil y cede en su
estructura. Este es el primer estadio de una hernia discal.

• Hernia discal: se produce la salida del material del núcleo


pulposo de los límites del anillo fibroso.

• Extrusión discal: la salida del material discal es violenta y rompe


el ligamento vertebral común posterior, dejando fragmentos
libres en el canal vertebral.
LUPUS
• El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumática sistémica y crónica,
es decir, puede afectar a muchos órganos y/o sistemas: a las articulaciones,
músculos, piel, riñón, pulmón, corazón..., aunque casi la mitad de los pacientes
tienen afectación casi exclusiva de la piel y las articulaciones.
• Una de las características de esta patología es que es una enfermedad muy
heterogénea. Es difícil encontrar dos pacientes con los mismos síntomas y con los
mismos patrones de la enfermedad. Eso complica muchas veces el diagnóstico.
• La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que
los efectos remiten. Asimismo, hay lupus muy graves y otros no tan graves, como
los que se manifiestan y están limitados a afecciones en la piel.
• En líneas generales, cuando una persona está diagnosticada con lupus, las células
del sistema inmune agreden a las propias del organismo, provocando
inflamación y daños en los tejidos. El lupus actúa produciendo anticuerpos que
sobreestimulan los linfocitos B (las células que producen los anticuerpos).
CAUSAS
• La causa del lupus eritematoso sigue siendo una enfermedad
autoinmune, hay distintos factores que sí se conocen, que pueden
influir y provocar la patología.
• Otras de las causas, tienen que ver con la genética. Se ha comprobado
en gemelos que, si uno ellos tiene la enfermedad, el lupus tiende a
aparecen con mayor frecuencia en el otro hermano.
• Los factores ambientales también podrían incidir en esta patología. Se
considera que, por ejemplo, la exposición a la luz solar podría ser un
factor potenciador de la patología. Muchos individuos con lupus tienen
fotosensibilidad a los rayos ultravioleta.
• Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden
estar implicadas en la enfermedad. De hecho, el lupus es una
enfermedad mucho más frecuente en la mujer que en la mujer que en
el hombre: un caso en varones por cada 9 mujeres.
SÍNTOMAS
• Al tratarse de una enfermedad multisistémica afecta a varios
órganos. Por un lado, presenta síntomas
generales: cansancio, pérdida de
peso inexplicable, fiebre prolongada que no se debe a ningún
proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura.
• La fiebre es un síntoma muy importante porque puede deberse
a la propia enfermedad o a una infección que coexiste con el
lupus. Es fundamental determinar la fuente para tratarlo de
forma adecuada.
Podemos agrupar los síntomas en:
Síntomas articulares y musculares
• Se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes. El 90
por ciento de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las
articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más
frecuencia. También es posible que aparezca rigidez articular por las
mañanas. La artritis puede ser migratoria o episódica.
• Estos síntomas suelen producirse al principio de la enfermedad y durante su
evolución.
Síntomas dermatológicos
• La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada
“eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y
erupción de la piel de la cara, en las mejillas y la nariz. Estos síntomas
aparecen en el 80 por ciento de los pacientes y muchos de ellos empeoran
con la exposición al sol.
• También es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa.
Por otro lado, los enfermos de lupus presentan hipersensibilidad a los rayos
ultravioletas. Si se exponen sin protección la enfermedad puede reactivarse.
Síntomas cardiacos y pulmonares
• Aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes pueden padecer
afecciones relacionadas con el corazón. Esto se debe a que la capa de
revestimiento del corazón (pericardio) se inflaman por la enfermedad. Esta
inflamación también se produce en las membranas de revestimiento de los
pulmones (pleura), aunque aquí la incidencia sube al 50 por ciento de los
casos. Como consecuencia se origina pericarditis y pleuritis. Ambas tienen
síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta
a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia
cardiorrespiratoria.
Síntomas en el riñón
• El lupus afecta a los dos riñones a la vez. La lesión más frecuente es la
inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente
los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta
inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y
retener proteínas. Con lo que se eliminan por la orina y se produce
una hinchazón de cara y piernas. Estas afecciones pueden producirse hasta en
el 45 por ciento de los pacientes.
Síntomas neurológicos
• Estos son los más variados y graves. Los pacientes con lupus pueden
tener trastornos psiquiátricos, cefaleas, estados confusionales, afectación en
los nervios periféricos y convulsiones, entre otros.
• Se manifiesta con dolores de cabeza, depresiones o situaciones
de hiperactividad. Son manifestaciones muy frecuentes en la población
general y puede deberse a una inflamación cerebral por lupus o por otras
muchas circunstancias. Asimismo, es posible que la depresión no se
desencadene por la enfermedad, sino porque el paciente se deprime al saber
que se enfrenta con esta patología, de origen desconocido y que puede afectar
a tantos órganos del cuerpo.
Síntomas del aparato digestivo
• Son los menos frecuentes pero pueden producirse vómitos, diarrea,
pancreatitis, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc.
Síntomas hematológicos
• En el lupus se puede producir una disminución del número de todos los tipos
de células sanguíneas. Así, la leucopenia, descenso de glóbulos blancos, puede
ser muy frecuente. La anemia también aparece con asiduidad en el desarrollo
de la enfermedad.
TIPOS
Existen diversos tipos de lupus:

•Lupus eritematoso sistémico: afecta a distintas partes del cuerpo en


forma de brotes.

•Lupus discoide o cutáneo: causa erupciones o lesiones en la piel, por lo


general tras la exposición a la radiación solar.

•Lupus inducido por medicamentos: es similar al lupus eritematoso


sistémico, pero se desencadena por una reacción a determinados
fármacos.

•Lupus neonatal: es una enfermedad rara del recién nacido que se produce
cuando el lactante adquiere anticuerpos de su madre con lupus
eritematoso sistémico. Los síntomas tienden a desaparecer en torno a los
seis meses, excepto los cardiacos.
TENDINITIS
Qué es?
• La tendinitis es la inflamación de un tendón, la estructura
fibrosa que une el músculo con el hueso. Generalmente, se
producen por sobreuso de los tendones. La tendinitis puede
afectar a cualquier tendón del cuerpo.
• Con frecuencia se convierte en una patología crónica que tiene
una alta tasa de reincidencia y que provoca dolor y aumento
de sensibilidad alrededor de las articulaciones.
• Es habitual la confusión entre tendinitis y tendinosis. La
primera es un proceso inflamatorio agudo que no produce
cambios estructurales en el tendón, mientras que la tendinosis
si lo es.
CAUSAS
• El principal motivo por el que surge la tendinitis es como consecuencia
de una sobrecarga muscular o por una lesión. Sin embargo, también
puede producirse debido al desarrollo de otra patología o por la edad, ya
que con el envejecimiento los tendones van perdiendo elasticidad y se
puede producir su degeneración.
• Las tendinitis se pueden producir en cualquier tendón del cuerpo. Entre
las áreas más comunes se encuentran los hombros, los talones, los
codos y las muñecas.
• Generalmente, se producen en adultos jóvenes como consecuencia de
un esfuerzo repetitivo o por una sobrecarga en alguna zona del
cuerpo. En los últimos años, su prevalencia ha aumentado debido a
que se realizan más actividades deportivas de esfuerzo. Esto causa
que algunos músculos se fortalezcan más que otros y los tendones se
debiliten. Esta patología también es muy frecuente en determinados
trabajos en los que se emplean movimientos repetitivos y de fuerza.
SÍNTOMAS
Las principales manifestaciones de esta patología son:
• Dolor y sensibilidad en la movilización del tendón. Estos síntomas se
agudizan en las zonas cercanas a las articulaciones.

• Intensificación e incremento del malestar y el dolor con el movimiento o


la realización de alguna actividad.

• Dolor durante la noche.


En las fases iniciales las tenditinis solo molestan después de la actividad
física. Cuando son de grado 2 también duelen durante el ejercicio; en el
grado 3 molestan durante la práctica de deporte, pero no obligan a parar.
Finalmente, se habla de grado 4 cuando incapacitan para hacer ejercicio.
BURSITIS
Qué es?
• La bursitis es la inflamación o irritación de unas bolsas llenas de
líquido, llamadas bursas, que se localizan en algunos lugares
donde hay puntos de roce, como los músculos, los tendones o los
huesos.
• La misión de estas bolsas es ayudar al movimiento de las
articulaciones y evitar fricciones entre ellas.
• Hay bursas por todo el cuerpo humano. De hecho, se calcula que
existen más de 150, aunque la bursitis se manifiesta, sobre todo,
en los hombros, rodillas, caderas, pelvis, codos, muñecas, dedos
de los pies y talones, es decir, aquellas zonas donde el
movimiento articular es más repetitivo diariamente.
Causas
• Aunque en mucha ocasiones se desconocen los orígenes de la
enfermedad, la causa principal de la bursitis es el uso excesivo de
una articulación. La repetición diaria del mismo movimiento o
realizar un sobreesfuerzo en las articulaciones puede provocar la
aparición de la bursitis. De hecho, en algunas profesiones como en
carpinteros, músicos o jardinero es habitual que se manifieste esta
patología.
• Además de la sobrecarga, la bursistis puede aparecer tras sufrir
un traumatismo, tener una infección o como consecuencia de
tener otras enfermedades, como gota o artritis reumatoide o
infecciones bacterianas.
Tipos
Hay dos tipos de bursitis:
• Aguda
• La bursitis se detecta cuando la articulación afectada adquiere un color rojizo
y cuando al tacto tiene una temperatura superior al resto del cuerpo. Es
dolorosa y suele ser causa de una infección o gota.
• Crónica
• En testa caso, la bursitis puede ser el resultado de haber sufrido con
antelación el tipo agudo. Otra de sus causas es que el paciente haya tenido
alguna lesión previa en las articulaciones.
• Si el motivo es la lesión, la bursitis se manifiesta con hinchazón y dolor y
disminuye el movimiento habitual, provocando una atrofia muscular y
debilidad motora. Este tipo de bursitis puede durar unos días o extenderse
durante semanas. Normalmente es reincidente.
Síntomas
La bursitis se caracteriza por el dolor y/o la incapacidad para
realizar ciertos ejercicios o movimientos habituales en la vida
diaria.
Los síntomas variarán dependiendo de la zona del cuerpo que esté
afectada. Los más comunes son:
• Dolor articular y sensibilidad al presionar la zona que rodea a la
articulación.
• Rigidez y dolor al mover las articulaciones con bursitis.
• Enrojecimiento de la zona afectada, hinchazón y en algunos casos
fiebre.
ESCOLIOSIS
Qué es?
• La escoliosis se produce cuando la columna vertebral
presenta una curvatura lateral anormal. Todas las personas
tienen una pequeña desviación natural en la columna, sin
embargo, cuando ésta es demasiado pronunciada, se sufre
escoliosis. En algunos casos, la curvatura deforma la
columna en forma de S, mientras que en otros lo hace en
forma de C.
Causas
• Las causas de la desviación de
columna normalmente se
desconocen y varían en
función del tipo de
escoliosis que se presente y de
las personas que la padezcan.
Las mujeres tienen más
probabilidades de sufrir esta
patología que los hombres. En
etapas de desarrollo y
crecimiento óseo, como la
niñez y la adolescencia, la
curvatura se suele agravar.
Síntomas
En la mayoría de las ocasiones la escoliosis no presenta ningún síntoma más
allá de la propia curvatura que se da en la columna vertebral. Los principales
signos tienen que ver más con las irregularidades y deformidades que presenta
la estructura ósea a causa de tener su eje desviado, aunque en ocasiones
pueden aparecer síntomas que dificultan la calidad de vida del paciente:
• Diferencia en la altura de hombros y cadera: La escoliosis puede provocar
que un hombro o un lado de la cadera esté más alto que otro, dando lugar a
deformidades.

• Dolor de espalda.

• Sensación de tener la espalda cargada: Algunas personas que sufren


escoliosis pueden experimentar cansancio y pesadez en la columna cuando
están mucho rato parados o sentados.
Aunque lo común es que los síntomas de la escoliosis no agraven la calidad de
vida de las personas, se pueden dar algunas complicaciones derivadas de esta
patología:
• Dolor permanente producido por el desgaste de las vértebras.

• Daño a los nervios raquídeos producido por una curvatura sin corregir.

• Baja autoestima, sobre todo en algunos casos de niños que se ven obligados a
llevar un corsé.

• Problemas respiratorios que se dan en casos de escoliosis graves.


Tipos
Existen diferentes tipos de escoliosis que están definidas, tanto por el origen de
la desviación, como por el tipo de persona que la sufre, por lo que se pueden
hacer diferentes clasificaciones atendiendo a distintos factores:
1. Según el tiempo de duración de la enfermedad
• Estructural: Se produce cuando la columna vertebral tiene una curvatura
permanente. La causa más común en estos casos suele ser una enfermedad,
un defecto de nacimiento, un golpe o una infección.

• No estructural o funcional: La columna vertebral presenta una estructura


normal pero sufre una curvatura temporal que se puede corregir tomando las
medidas correctas.
2. Según la edad del paciente
• La escoliosis idiopática es aquella de la que se desconocen sus causas. Se suele dar
en los períodos de crecimiento rápido y desarrollo y se clasifica según el momento
de su aparición:
• Escoliosis infantil: Es la que se presenta en los niños de tres años o menos.
• Escoliosis juvenil: Se da entre niños de cuatro a 10 años.
• Escoliosis adolescente: Es la que sufren los adolescentes de 11 a 18 años.

3. Según la causa que origina la enfermedad


• En otras ocasiones, se conoce el origen de la curvatura de la columna y se pueden
identificar sus causas, dando lugar a dos tipos de escoliosis:
• Escoliosis neuromuscular: La curvatura está causada por una patología del sistema
nervioso que afecta a los músculos, como la distrofia muscular, parálisis cerebral o
la poliomielitis.

• Escoliosis congénita: En este caso la columna está curvada al nacer, lo que está
causado porque las vértebras o costillas del bebé no se han formado correctamente.
FIBROMIALGIA
Qué es?
• La fibromialgia es una enfermedad reumática crónica caracterizada
por dolor generalizado del aparato locomotor que se acompaña de
cansancio intenso, disminución de la capacidad
funcional, alteraciones cognitivas y del sueño, síntomas
funcionales en diversos órganos y mal estado de ánimo.
• Esta patología puede manifestarse a cualquier edad, pero es mucho
más prevalente en las edades medias de la vida y se considera la
causa más frecuente de dolor musculoesquelético.
• Esta enfermedad representa del 5% al 8% de las consultas de
atención primaria y entre el 10% al 20% de las consultas de
reumatología.
Causas
• Aunque se desconocen las causas que originan esta enfermedad,
hoy en día se piensa que la fibromialgia se produce por
una alteración de determinados neurotransmisores del sistema
nervioso, que son las sustancias encargadas de la comunicación
entre las neuronas. También, en los pacientes se produce "una
sensibilización del sistema nervioso central con activación de
determinados núcleos cerebrales, hipoactividad de otros y
numerosas alteraciones de los neurotransmisores cerebrales que
explican bien los síntomas de la enfermedad".
• Por otra parte, se han descrito varios polimorfismos
genéticos asociados con la fibromialgia, lo cual justifica la presencia
de familias con varios miembros afectados por la enfermedad y por
tanto con mayor predisposición a padecerla.
Síntomas
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son:
• Dolor muscular: también conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede
prolongarse durante más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas
partes distintas del cuerpo. El dolor en la fibromialgia tiene algunas peculiaridades como
alodinia (dolor por estímulos no dolorosos), hiperalgesia (dolor mayor de lo normal en
relación al estímulo doloroso) y persistencia (está presente durante más tiempo de lo
normal).

• Fatiga y cansancio: Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no
siempre desaparecen al descasar.

• Rigidez: Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades


reumáticas, al igual que la fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la
diferencia de otras patologías como la artritis reumatoide, la artrosis o el lupus.
• En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas,
sensación de hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, movimientos
involuntarios, temblor y sensación de bloqueo.

• Trastornos del sueño: Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas
para conciliar el sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el
sueño no sea reparador.
• Deterioro cognitivo: Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la
información, la memorización o que se exprese verbalmente de forma adecuada.

• La ansiedad y la depresión suelen estar vinculados con la enfermedad. Sin embargo,


los especialistas no pueden determinar si se producen antes, como consecuencia de
la enfermedad o aparece en el trascurso de la misma.

• Por último, existen muchos síntomas relacionados con trastornos gastrointestinales,


como el intestino irritable o la hernia de hiato, trastornos muscoesqueléticos, como
el síndrome del túnel carpiano, metabólicos (hipotiroidismo) y autonómicos
(mareos, vértigos, hipotensión, etcétera).

• Por otro lado, estos síntomas pueden provocar que a menudo la fibromialgia se
confunda con la polimialgia reumática, una patología que se caracteriza por dolor
con impotencia funcional y rigidez. No obstante, a diferencia de la fibromialgia, la
polimialgia reumática es una enfermedad inflamatoria que produce alteraciones en
los análisis de sangre y tiene pruebas diagnósticas y tratamientos específicos.
OSTEOPOROSIS
Qué es?
• La osteoporosis es una enfermedad sistémica esquelética que se
caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de
la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de
la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas.
• Esta patología es asintomática y puede pasar desapercibida
durante muchos años hasta que, finalmente, se manifiesta con
una fractura.
• Esta patología es más frecuente en mujeres, aunque también
pueden sufrirla los hombres, especialmente si tienen una edad
avanzada.
Causas
• El origen de la osteoporosis debe buscarse en los factores que influyen en el
desarrollo y la calidad del hueso. El riesgo de padecer osteoporosis vendrá
determinado por el nivel máximo de masa ósea que se obtenga en la edad
adulta y el descenso producido por la vejez. Además del envejecimiento, en
su aparición intervienen factores genéticos y hereditarios.
• La desnutrición, la mala alimentación, el escaso ejercicio físico y la
administración de algunos fármacos también pueden favorecer la aparición
de la osteoporosis. Sin embargo, la menopausia es uno de los factores que
más influye en su desarrollo en las mujeres, ya que la desaparición de la
función ovárica provoca un aumento de la resorción ósea.
• Hay neoplasias que aumentan el riesgo de fractura, pero no por desarrollar
una osteoporosis, lo que inducen son fracturas patológicas. Este es el caso
del mieloma múltiple, que es una enfermedad hematológica, y también en el
caso de las metástasis óseas.
Síntomas
• Los especialistas señalan que algunas fracturas vertebrales pueden
pasar desapercibidas puesto que no se producen síntomas. En estos
casos se pierde la oportunidad de frenar la pérdida de masa ósea y
reducir el riesgo de nuevas fracturas.
• Las fracturas más comunes en la osteoporosis son las del fémur
proximal, húmero, vértebras y antebrazo distal (muñeca).
Fractura vertebral
• En estos casos el paciente presenta un dolor agudo muy intenso
que aparece cuando hace esfuerzos leves, como la carga moderada
de peso, o un ligero traumatismo.
Fractura de cadera
En este apartado están incluidas todas las fracturas que van desde la cabeza
del fémur hasta aproximadamente 5 cm del troncánter menor.
Dentro de las fracturas de cadera existen dos tipos que presentan unas
manifestaciones clínicas diferentes:
• En el caso de las intracapsulares (fracturas de cuello femoral, cervicales,
transcervicales o mediales) que no están desplazadas, el paciente presenta
un dolor moderado en la región inguinal. Además, presentan movimientos
de cadera algo limitados. Si la fractura intracapsular está desplazada, el
paciente tendrá un dolor intenso e impotencia funcional muy acentuada.
• El otro tipo posible de fractura de cadera son las extracapsulares (fracturas
pertrocantéreas, troncantéreas y del macizo troncantéreo). En estas el
paciente puede sufrir un dolor muy intenso en el área de la cadera, así como
impotencia funcional absoluta en el miembro inferior.
Fractura de antebrazo distal
• Abarca las fracturas de la extremidad distal del radio. Este tipo de
fracturas asociadas a la osteoporosis se vinculan a una densidad
mineral ósea baja y la presencia de un traumatismo de baja
intensidad, como una caída sobre la mano.
• La sospecha de osteoporosis debe aparecer si, tras la caída, el
paciente siente dolor en la región de la muñeca unido a la
impotencia funcional.
Tipos
Existen distintos tipos de osteoporosis:
• Osteoporosis posmenopáusica: la causa principal es la falta de estrógenos. En
general, los síntomas aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque
pueden empezar antes o después de esas edades.

• Osteoporosis senil: resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la


edad y de un desequilibrio entre la velocidad de degradación y de
regeneración ósea. Afecta, por lo general, a mayores de 70 años y es dos
veces más frecuente en las mujeres que en los varones.

• Osteoporosis secundaria: puede ser consecuencia de ciertas enfermedades,


como la insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales; o de la
administración de ciertos fármacos, como corticoesteroides, barbitúricos,
anticonvulsivantes y cantidades excesivas de hormona tiroidea

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