Después de sus innumerables travesías en el tiempo y su encuentro con Buda, Alaric se embarca en un nuevo viaje, esta vez hacia

las vastas
extensiones del espacio. La exploración de lo desconocido lo lleva a lugares distantes y planetas lejanos, donde se encuentra con civilizaciones
alienígenas y fenómenos cósmicos que desafían su comprensión.

En uno de sus viajes interestelares, Alaric se ve atrapado en una situación desesperada. Mientras exploraba un planeta inhóspito, una falla en su
equipo de respiración lo deja al borde de la asfixia. Con cada aliento, la falta de oxígeno amenaza con arrebatarle la vida. En ese momento crítico,
cuando el universo parece oscurecerse para Alaric, un portal dimensional se abre, revelando la figura de John Constantine, un mago y exorcista que
se mueve entre las líneas del ocultismo y lo sobrenatural.

Constantine, al reconocer la angustia de Alaric, actúa con su característica desfachatez y habilidad mágica. Con un gesto de su mano, canaliza una
corriente de energía que restablece el suministro de oxígeno de Alaric, salvándolo de una muerte segura en el vacío del espacio.

El encuentro entre Alaric y Constantine es un choque de dos mundos: el viajero del tiempo que busca redimir su pasado y el mago astuto que
navega por los rincones más oscuros del universo. A pesar de sus diferencias, encuentran un terreno común en su lucha contra fuerzas más allá de
la comprensión ordinaria.

Constantine, intrigado por la historia de Alaric y su búsqueda de redención, ofrece su guía en los misterios del espacio y las dimensiones. Ambos
hombres, marcados por la sombra de sus propios errores, comparten historias de sus respectivos viajes, encontrando consuelo y comprensión en la
conexión única que han forjado.

Juntos, Alaric y Constantine se enfrentan a desafíos cósmicos y criaturas que desafían la lógica. En su travesía por el espacio, descubren que la
redención y la magia no tienen límites definidos por el tiempo o el espacio. La colaboración entre el viajero del tiempo y el mago ocultista se
convierte en una alianza poderosa, donde cada uno aporta su experiencia única para enfrentar amenazas que trascienden la comprensión humana.

Alaric, agradecido por la intervención de Constantine, lleva consigo no solo la gratitud por haber sido salvado, sino también una nueva comprensión
de cómo las conexiones inesperadas pueden ser fuentes de renovación y crecimiento. La historia de Alaric, ahora entrelazada con las estrellas y las
hazañas mágicas de John Constantine, se convierte en una epopeya cósmica que trasciende los límites de lo conocido, explorando los misterios del
tiempo, el espacio y la redención.