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Copia de Marcia Césped. - Las Botellas Difuntas de Agua
Copia de Marcia Césped. - Las Botellas Difuntas de Agua
Personajes
UNA MUJER
UN NIÑO
Cuando una mujer camina sola con un bebe por la pampa las espinas además de entrar a su
boca entran a su vagina. A lo lejos un glaciar amenaza con derretirse frente a sus ojos
mientras los semáforos de la pampa le dan luz verde y puede continuar caminando... en una
última botella plástica le queda solo un poco de agua. Las otras botellas se desparraman por
la pampa, así como en un espejismo, que no sé si las convierte en animitas o araucarias.
Bajando con mucho cuidado al niño hasta el manto de su espalda, lo envuelve en él.
MUJER.- Mira los brazos de ese glaciar de allá, mira cómo corren por la roca, por los
bosques… mira sus venas, como se desarman en el monte de allá, como se deshace allá,
como se derrite allá... al otro lado de la pampa… un bloque de agua dulce allá lejos sobre la
punta de la montaña de allá… Mira hijito tai.. mira… no te duermas, abre los ojos, respira…
A ver… no te duermas corazón… ven parate y mira pallá, mira esa agua…
NIÑO.- Tantas cosas que tengo que mirar mami tai… Mami tai ?
MUJER.- Qué mi corazón…
NIÑO.- ¿Qué haremos si la única lluvia que hay es de balas? (Silencio) Una huella mami tai,
una huella...
MUJER.- Por aquí se lo llevaron, mira… lo arrastraron seguramente, le dieron un arma, le
enseñaron a usarla y ahora dispara seguramente, en un pelotón de fusilamiento, rodeado de
hombres seguramente, tan resecos y desérticos,… sin resolver nada seguramente, tantas
cosas que tengo que resolver hijito tai… y los weones siguen empecinadamente llegando a
casa con olor a sangre… la mami tai está cansá, de un cansancio profundo y me dió la wea, le
voy a ir a gritar a tu papá y a toda esa tropa de balas que se devuelvan a sus casas y resuelvan
la humanidad, como si la humanidad se resolviera sin dar una taza de leche, sacar un
espasmo, sin velarte de noche para saber que estás vivo hijito mío…
NIÑO.- ¿les vas a gritar a todos mami tai? Mira el glaciar cómo se derrite, se está
moviendo...
MUJER.- Les voy a gritar en la cara por los 35 días que estuve esperando que me entregaran
a mi hombre, por la leche que no he podido comprar,
NIÑO.- por el techo que gotea, por las cañerías tapadas… Yo también quiero gritarles...
MUJER.- No te vayas hacer pichi hijo tai…
NIÑO.- ¿Por qué caminamos mami tai? ¿El glaciar se caerá mami tai?
Aparece otro semáforo con la luz verde, la mujer se detiene y pone al bebe en su cadera.
MUJER.- Llevamos 27 luces verdes, ¿por qué los semáforos no me dan nunca rojo?
NIÑO.- Tengo hambre mami tai, tengo calor...
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MUJER.- No podemos parar hijito tai, hay que seguir caminando… Hace poco comimos
NIÑO.- Eso fue ayer
MUJER.- tenemos que racionar… toma bebe lechecita… ¿dónde mierda está la calle?
NIÑO.- El alcalde te dijo mami tai que no tenías que caminar por aquí… Me quiero bajar.
MUJER.- Afirmate po hijito tai que te me caí y te podí reventar la cara contra la pampa… no
hay nada peor cuando se te revienta la realidad en la cara hijo tai, el alcalde me miró y me
hizo un gesto con la lengua, un lengua asquerosa y la realidad se me esparció por la cara
cuando le miraba la lengua, me dijo que tu padre está cumpliendo un colérico deber, que
aprenderá de artillería y que puede que suba de rango en muy poco tiempo, que tu papi tai
tiene buena puntería, que necesitan hombres como él en la fuerzas masculinas, mientras
paseaba su lengua por sus labios abiertos y mojados… ¿Qué fuerzas por la chita?
NIÑO.- Cuando le gritaste mami tai, yo me meé de puro susto, el aguita corrió por mis
piernas y llenó el suelo de la oficina del alcalde y tú te revolcabas en la alfombra gritando y
tirandole los papeles en la cara, y él te agarraba fuerte tratando de besarte, el aguita dorada
salió de la oficina y llegó a la calle y entró a nuestra casa.
MUJER.- No te tienes que andar meando en todas partes po hijo tai
NIÑO.- Lo siento mami tai, a veces no me puedo contener. Otra huella mami tai…
La Mujer se detiene y la huele, baja al niño con poca fuerza y lo afirma en sus pies
MUJER.- Toma, bebe un poco de agua… epa sólo un poco.
NIÑO.- ¿Es la última botella mami tai?
MUJER.- ¿dónde está tu manta? ¿Dónde dejaste tu manta?
NIÑO.- La llevabas tú mami tai… ¿se te cayó mamita?
MUJER.- Tú la tenías que cargar, te dije que tú tenías que cargarla, yo te cargo a tí, cargo la
comida, la poca agua que nos queda, la ropa y más encima te pido que te hagas responsable
solo de eso y no lo haces… sigo creyendo que me entiendes todo hijo… no puedo pedirte
tanto… lo sé… tantas cosas que tiene que saber una hijo tai…
NIÑO.- La olvidé mami tai
MUJER.- aguachenta responsabilidad tenis po, quédate quieto y afirmate bien ya te dije
ya… no llores, no solucionas nada llorando…
NIÑO.- ¿y como tú con el alcalde?
MUJER.- ¡A veces llorar es pedir justicia!
NIÑO.- ¿Y por qué lloraste con la secretaria? Te fuiste a meter a la gobernación y nos
llevaste a todos inundados, mis hermanas lloraban desnudas y con frío en ese salon grande,
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mi hermano se hizo caca en la escalera cuando el alcalde te besó, y la Andrea se puso a
comer todo lo que había en la cocina. Y tu cuerpo mami tai, era como una planta abierta…
Cuando duele el cuerpo, ¿se hace turbia el agua que llevas por dentro mami tai? ¿Las gotas
que salen por los ojos provienen del corazón apretado? Yo no sé de estas cosas mamita.
MUJER.- El agua estancada en mi cuerpo se llena de larvas. De gusanos. Crece moho en las
paredes internas de mi cuerpo. Es mucha la humedad. Muchos los pasos que doy sin avanzar.
La humedad y la sed. Tu no hijo, tú tienes un glaciar por dentro, que oculta un bosque y la
humanidad entera está dentro tuyo, no te rías… ven ¿Cuánto tiempo llevamos caminando
hijito mío?
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Sorpresivamente la Mujer agarra fuerte al niño en los brazos y comienza a correr. La mujer
corre hasta caer contra la pampa, se levanta y llora en silencio mirando la botella de agua
que lleva entre las piernas, deja al bebe en la tierra.
NIÑO.- … ¿Por qué caminamos por aquí mamita tai?
MUJER.- Porque creí profundamente que iba a encontrar agua ... y no la encuentro. Yo
caminé porque no sabía qué otra cosa hacer con mi cabeza hijo, me dijeron que la fe movía
montañas y me aburrí de esperar, me aburrí no ma hijo tai, me vi inundada de pensamientos,
susurros, voces. Yo no quería tener un hombre que supiera disparar... Tampoco quería tener
sed… Tu papí tai tampoco quería ser una bala… ¿o sí? No sé…
NIÑO.- ¿Caminamos a la guerra mami tai?
MUJER.- No lo sé hijito mío
NIÑO.- ¿La fe se come mami tai? (Pausa) Mira mami tai en el horizonte de nuevo se ve el
glaciar…
La Mujer se sienta en una piedra, , al lado de la animita, exhausta. Toma la última botella
que tiene entre las piernas y pone un chorrito de agua en su boca. Mira al bebe y le arregla
su ropa, lo mira y le da lentamente un chorrito de agua. La mujer mira fijamente la boca del
bebe…
MUJER.- La llave de paso de la casa no la corté, la llave central que está abajo de la cocina,
esa la moví, la llave de conexión no la toqué, ¿o quizás sí?..., quizás me he pasado la vida con
las llaves cerradas y siempre creí lo contrario, quizás he sido yo misma la que me he
provocado esta sed y el agua siempre estuvo ahí... detenida. En la pampa los semáforos
ayudan a pensar, a detenerse y a arrepentirse.
NIÑO.- ¿Dios sabe de los semáforos mami tai? ¿Dios sabe del agua?
MUJER.- A Dios no le sirve el agua, agua y dios no rima… tampoco le sirven los
semáforos, pero Dios sabe de los semáforos… pasame tu mano… Dios no está aquí. Dios
está en las armas de los hombres que se llevaron a otros hombres… Dios es una bala hijo
mío, nunca lo olvides, esto es una mano. Nada será seco cuando encuentre a mi hombre, No
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tengo que parar hijito tai… mírame… no sé qué haré cuando lleguemos a la guerra hijito
tai… no sé… una vuelve siempre a los mismos sitios donde odió la vida… no debería ir
contigo…
FIN
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