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COMO POETA
compilación y prologo de
ANGEL FLORES
MUY
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SY.
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siglo
veintiuno
editores
NUNC COGNOSCO EX PARTE
e
vs Muy
THOMAS. BATA LIBRARY
TRENT UNIVERSITY
Digitized by the Internet Archive
in 2023 with funding from
Kahle/Austin Foundation
https://archive.org/details/expliquemonosbor0000unse
la
creación literaria
Expliqué monos a Borges
como poeta
compilación y prólogo de
ángel flores
ISBN 968-23-0911-5
AGRADECIMIENTOS
ANALISIS DE POEMAS
[5]
6 ÍNDICE
[7]
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17
PRÓLOGO
ÁNGEL FLORES
(9]
10 ÁNGEL FLORES
EL CUCHILLO EN EL NORTE
laa osss
[19]
20 JORGE LUIS BORGES
Andar
con polvo de horizontes en los ojos
tendida la inquietud a la montaña
. y desgranar los siglos
rosarios de cien cuentas
sobre nuestra esperanza.
Y a estos otros:
ROSA MÍSTICA
Era ella
y nadie lo sabía
pero cuando pasaba
los árboles se arrodillaban
y en su cabellera
se trenzaban las letan'as.
Erasellas
era ella.
Me desmayé en sus manos
como una hoja muerta.
Sus manos ojivales
que daban de comer a las estrellas
por el aire volaban
romanzas sin sonido
y en su almohada de pasos
yo me quedé dormido.
Gerardo Diego
JORGE LUIS BORGES
VIAJE
Guillermo Juan
PRIMAVERA
Juan Las
EPITALAMIO
Heliodoro Puche
CASA VACÍA
El polvo de la sombra
se pega a los vestidos de los muros.
En el reloj parado
se suicidaron los minutos.
Ernesto López-Parra
GUILLERMO DE TORRE
[27]
28 GUILLERMO DE TORRF
RUSIA
GESTA MAXIMALISTA
TRANVÍAS
TRINCHERA
Angustia
en lo altísimo de una montaña camina.
Hombres color de tierra naufragan en la grieta
más baja.
El fatalismo une las almas de aquellos
que bañaron su pequeña esperanza en las piletas
de la noche.
Las bayonetas suenan con los entreveros nupciales.
El mundo se ha perdido y los ojos de los muertos
lo buscan.
El silencio aúlla en los horizontes incendiados.
H. A. MURENA
[43]
44 H. A. MURENA
SAÚL YURKIEVICH
[68]
BORGES, POETA CIRCULAR 69
Arrojado a quietud
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte. (p, 77)
[89]
90 ÁNGELA BLANCO AMORES DE PAGELLA |
Arrojado a quietud,
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por vez primera quizás,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí.
Rojas chisporrotean
las calientes guitarras de las bruscas hogueras.
Leña sacrificada
que se desangra en briosa llamarada.
Y después:
“Gesta maximalista”
Viem “ENrúcoe
Y más adelante:
hay un instante
en que peligra desaforadamente su ser
y es el instante estremecido del alba,
cuando son pocos los que sueñan el mundo
y sólo algunos trasnochadores conservan,
cenicienta y apenas bosquejada
la visión de las calles...
EDELWEIS SERRA
[109]
110 EDELWEIS SERRA |
1. “POEMA CONJETURAL” 3
DADO,
VIDA Y MUERTE, TIEMPO Y ETERNIDAD 115
1.* EL TRUCO +9
Todo se lo robamos,
no le dejamos ni un color ni una sílaba:
aquí está el patio que ya no comparten sus ojos,
allí la acera donde acechó su esperanza.
Hasta lo que pensamos
podría estarlo pensando él también;
O A
12 “Adrogué”, en Poemas (1923-1959), p. 99.
13 Ibid., p. 101.
VIDA Y MUERTE, TIEMPO Y ETERNIDAD 125
FRANZ NIEDERMAYER
[129]
130 FRANZ NIEDERMAYER
CINTIO VITIER
¿Y el muerto, el increíble?
Su realidad está bajo las flores diferentes de él
y su mortal hospitalidad nos dará
un recuerdo más para el tiempo
y sentenciosas calles del Sur- para merecerlas
despacio
y la brisa oscura sobre la frente que vuelve
y la noche que de la mayor congoja nos libra:
la prolijidad de lo real.
JAIME ALAZRAKI
[145]
146 JAIME ALAZRAKI
al
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de
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VANILOCUENCIA
MARTIN S. STABB
[174]
JACTANCIA DE QUIETUD 175
MARTIN S. STABB
[183]
184 MARTIN S. STABB
ZUNILDA GERTEL
De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro tiene que
ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden.
las muchas cosas que mis abarrotados ojos han
visto,
las duras cosas que insoportablemente la pueblan.
Mi cuerpo ha fatigado los niveles, las temperaturas,
las luces:
en vagones de largo ferrocarril,
en un banquete de hombres que se aborrecen,
en el filo mellado de los suburbios,
en una quinta calurosa de estatuas húmedas,
en la noche repleta donde abundan el caballo y
el hombre.
El universo de esta noche tiene la vastedad
del olvido y la precisión de la fiebre.
En vano espero
las desintegraciones y los símbolos que preceden
al sueño.
De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro tiene que
ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden
las muchas cosas que mis abarrotados ojos han
visto,
las duras cosas que insoportablemente la pueblan.
En vano espero
las desintegraciones y los símbolos que preceden
al sueño.
ENRIQUE CARILLA
Un en]
11997
POEMA CONJETURAL 199
.tarde última...
.derrotado...
«perdido...
¿arrabales últimos...
.fue cegado y tumbado por la muerte...
. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora...
.Caliente muerte...
.a cielo abierto yaceré entre ciénagas.
. Las befas de mi muerte...
y hasta:
JAIME ALAZRAKI
[216]
EL GOLEM 217
20 Ibid., p. 224.
EL GOLEM 27 |
. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy.?!
[237]
238 ROBERTO .GARCÍA PINTO
“El tango”
He mirado la Pampa
desde el traspatio de una casa de Buenos Aires.
Cuando entré no la vi.
Estaba acurrucada
ARTE POÉTICA 263
JAMES HIGGINS
v
Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.
[264]
POEMA DE LOS DONES 265
MANUEL FERRER
EL OTRO TIGRE
[274]
DE TIGRES 275
DREAMTIGERS
otro”.
“And yet, and yet” —habrá que decir con Bor-
ges— ¿cómo puede hablarse de impotencia y fra-
caso si es indudable que el autor ha tenido éxito
en su creación —esos tigres tan magistralmente des-
critos en el poema? ¿Cómo se resuelve esa patente
antinomia del éxito y el fracaso simultáneos, esa
manifiesta contradictio oppositorum de lo creado y
a la vez no creado?
La respuesta es simple a poco que en ella se
piense, pero conviene detenerse a considerarla con
algo de detalle para arrojar más luz sobre el tema.
Ni siquiera es necesario que yo la dé; será más
elegante recurrir al mismo Borges que ya la for-
muló hablando de otro poeta compatriota suyo;
en el comentario final a la obra y personalidad de
Lugones —quizá pensando, de algún modo, en sí
mismo— dice: “Entonces, aquel hombre, señor de
todas las palabras y de todas las pompas de las
palabras, sintió en la entraña que la realidad no
es verbal y puede ser incomunicable y atroz, y fue
callado y solo a buscar, en el crepúsculo de una
isla, la muerte.”?
Es clara la clave solutoria: “la realidad no es ver-
bal” y es “incomunicable”; la antinomia, así, se
resuelve en la eterna oposición entre Naturaleza y
Arte, en la dicotomía de lo vital y lo artístico, de
la creación de y por la Naturaleza frente a la crea-
ción de y por el hombre, o, dicho de manera ajus-
tada al material del poema, los “tigres” son lo ver-
bal, lo artístico, el “otro” es lo real, vital e inco-
municable; esos “tigres” son producto del poeta,
claro está; el “otro”, de la Naturaleza cuyas fun-
ciones y actividad nunca serán remplazables por
ZUNILDA GERTEL
El segundo crepúsculo.
La noche que se ahonda en el sucño.
La purificación y el olvido.
El primer crepúsculo.
unidad
cíclica 5 La mañana que ha sido el alba.
Ja. El día que fuc la mañana.
El día numeroso que será la tarde gastada.
El segundo crepúsculo
Ese otro hábito del tiempo, la noche.
10 La purificación y el olvido.
cíclica El primer crepúsculo...
Contemplacion
Primera
parte: 2a.
unidad El alba sigilosa y en el alba
la zozobra del griego.
[291]
292 ZUNILDA GERTEL
PRIMERA PARTE
El segundo crepúsculo.
La noche que se ahonda en el sueño.
La purificación y el olvido.
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3 LA TARDI
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EL ALBA
El segundo crepúsculo.
Ese otro hábito del tiempo, la noche.
La purificación y el olvido.
El segundo crepúsculo
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El primer crepúsculo
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SEGUNDA PARTE
ho 22.
El río me arrebata
Ya 1]
y soy ese río
días mi sombra
(tiempo) |
Ebbos sl
la. parte crepúsculos . zozobra del griego
(tiempo) (Heráclito)
a
A
2 Desde sus primeros versos ha preocupado a Borges la
imagen del espejo. En tanto en poemas de sus etapas líri-
cas anteriores buscaba mostrar descriptivamente la unidad
y pluralidad de la repetición y el sentido inverso que la
imagen del espejo significa, en sus últimas poesías la con-
centración y exactitud del lenguaje borgiano ha llegado a
darnos la visión del espejo en la misma imagen poética, no
expresada como descripción sino dinámicamente como uni-
dad de una doble identidad. Para una interesante ejempli-
ficación de las recreaciones ensayísticas de Borges sobre el
espejo, véase “El espejo de los enigmas”, en Otras inquisicio-
306 ZUNILDA GERTEL
CONCLUSIÓN
[809]
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impreso en editorial galache, s. a.
privada dr. márquez núm. 81 - col. doctores
delegación cuauhtémoc - 067209 médico, d. f.
tres mil ejemplares y sobrantes para reposición
16 de noviembre de 1984
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DATE DUE
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PQ7797 .B635Z6798 1984
Expliquemonos a Borges como poeta
231343
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DATE | ISSUED TO
En la lírica de Jorge Luis Borges, lector infatigable de
diver « literaturas, convergen influencias tan dispa-
E as poetas metafísicos del siglo XVII inglés
(John “ en especial), los expresionistas alema-
nes de, al siglo XIX y los ultraístas españoles del
XX. No stante, el famoso autor argentino pronto
quedó libre de estas influencias, logrando crear una
lírica que capta conmovedoramente ya sea su senti-
miento trágico de la vida o las voces de los arrabales
bonaerenses.
Sobre su prosa existe ya extensísima bibliografía,
pero sobre su lírica lo poco que existe consiste mayor-
mente en generalizaciones bastante elementales e in-
sulsas.
En este volumen se reúnen estudios que enfocan
textos borgianos con perspicacia y acierto, exegesis e
introducción a uno de los poetas más geniales de
nuestro mundo hispánico.
siglo
4 no
editores
MÉXICO
ESPANA
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COLOMBIA