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SEMINARIO DIOCESANO DE LA INMACULADA A.R.

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA 1


Ensayo
ALFRED NORTH WHITEHEAD

P R E S E N T A:
Fr. Raúl Rodríguez Álvarez

PROFESOR:
Pbro. José Filiberto Velázquez Florencio

CHILAPA DE ÁLVAREZ, GRO. Diciembre 2023


ALFRED NORTH WHITEHEAD
Para poder entender el pensamiento de cada autor, es necesario conocer su entorno y algunos
datos personales para poder así tener un panorama del por qué su parecer de lo que reflexiona
y da a conocer.
Él nace el15 de febrero de 1861, en Ramsgate, Inglaterra. Se le considera Matemático y
filósofo.
Estudió en el Trinity College, Cambridge. Creó la escuela filosófica conocida como filosofía
de procesos. Al principio de su carrera, Whitehead escribió principalmente
sobre matemáticas, lógica y física. Escribió los Principia Mathematica en tres volúmenes
(1910-1913), con su antiguo alumno Bertrand Russell .
Desarrolló un sistema metafísico integral que se apartó radicalmente de la mayor parte de la
filosofía occidental. En 1924, Henry Osborn Taylor invitó a Whitehead, de 63 años, a unirse a
la facultad de la Universidad de Harvard como profesor de filosofía.
Los Whitehead pasarían el resto de sus vidas en los Estados Unidos, hasta el 30 de diciembre
de 1947. Especializado también en las ciencias de la naturaleza donde expuso una filosofía del
organismo. El sistema que desarrolló a base de la física contiene toda una serie de ideas
biológicas y desemboca a una filosofía de la religión.
En el ámbito de la educación, tiende hacia una educación vital que propone incorporar al
espíritu en formación pocas e importantes ideas, susceptibles a ser combinadas y aplicadas a
las situaciones de la vida real.
Además de su legado como coautor de Principia Mathematica , la teoría de la "abstracción
extensiva" de Whitehead se considera fundamental para la rama de la ontología y la
informática conocida como " mereotopología ", una teoría que describe las relaciones
espaciales entre todos, partes y partes de partes y los límites entre las partes. El trabajo más
completo de Whitehead sobre educación es el libro de 1929 The Aims of Education and Other
Essays , que recopiló numerosos ensayos y discursos de Whitehead sobre el tema publicados
entre 1912 y 1927.
En 1925, escribe: La ciencia y el mundo moderno “Los científicos y filósofos hacen
suposiciones metafísicas sobre cómo funciona el universo todo el tiempo, pero tales
suposiciones no se ven fácilmente precisamente porque permanecen sin examinar ni
cuestionar”.
“Los filósofos nunca pueden esperar formular finalmente estos primeros
principios metafísicos”. “Los elementos más básicos de la realidad pueden considerarse todos
experienciales, de hecho, que todo está constituido por su experiencia”.
Usó el término "experiencia" de manera muy amplia, de modo que se dice que incluso
procesos inanimados como las colisiones de electrones manifiestan algún grado de
experiencia. En esto, iba en contra de la separación de Descartes de dos tipos diferentes de
existencia real, ya sea exclusivamente material o exclusivamente mental.
Whitehead se refirió a su sistema metafísico como "filosofía del organismo", pero llegaría a ser
conocido más ampliamente como " filosofía del proceso ".
LA REALIDAD
Whitehead estaba convencido de que la noción científica de materia era engañosa como forma
de describir la naturaleza última de las cosas.
“Persiste... [una] cosmología científica fija que presupone el hecho último de una materia o
material bruto irreductible, esparcido por el espacio en un flujo de configuraciones. En sí
mismo, un material así carece de sentido, de valor y de propósito. Simplemente hace lo que
hace, siguiendo una rutina fija impuesta por relaciones externas que no surgen de la naturaleza
de su ser. Es esta suposición la que yo llamo "materialismo científico". Además, es una
suposición que desafiaré por ser totalmente inadecuada a la situación científica a la que hemos
llegado”.
“Materia bruta irreductible" plantea varios problemas. En primer lugar, oscurece y minimiza la
importancia del cambio. Al pensar que cualquier cosa material (como una roca o una persona)
es fundamentalmente la misma a lo largo del tiempo, y que cualquier cambio en ella es
secundario a su "naturaleza", el materialismo científico oculta el hecho de que nada permanece
igual. Para Whitehead, el cambio es fundamental e ineludible; Destaca que "todas las cosas
fluyen".
Conceptos como "calidad", "materia" y "forma“ no logran explicar adecuadamente el cambio y
pasan por alto la naturaleza activa y experiencial de los elementos más básicos del
mundo. Son abstracciones útiles, pero no son los elementos básicos del mundo.
Al asumir que los objetos duraderos son las cosas más reales y fundamentales del universo, los
materialistas han confundido lo abstracto con lo concreto (lo que Whitehead llama la " falacia
de la concreción fuera de lugar ").
Las únicas cosas fundamentalmente existentes son "ocasiones de experiencia" discretas que se
superponen unas a otras en el tiempo y el espacio, y que en conjunto constituyen la persona o
cosa duradera. Por otro lado, lo que el pensamiento ordinario a menudo considera "la esencia
de una cosa" o "la identidad/núcleo de una persona" es una generalización abstracta de lo que
se considera las características más importantes o destacadas de esa persona o cosa a lo largo
del tiempo. Las identidades no definen a las personas; las personas definen identidades.
En resumen, Whitehead rechaza la idea de fragmentos de materia separados e inmutables como
los componentes básicos de la realidad, a favor de la idea de la realidad como eventos
interrelacionados en el proceso. Concibe la realidad como compuesta de procesos de "devenir"
dinámico en lugar de "ser" estático, enfatizando que todas las cosas físicas cambian y
evolucionan y que las "esencias" inmutables como la materia son meras abstracciones de los
eventos interrelacionados que son las cosas reales finales. que componen el mundo.
PERCEPCIÓN
Whitehead lo llama "prehension" indica que el perceptor en realidad incorpora en sí mismo
aspectos de la cosa percibida. De esta manera, las entidades están constituidas por sus
percepciones y relaciones, en lugar de ser independientes de ellas. Además, Whitehead
considera que la percepción ocurre de dos modos: eficacia causal (o "prehensión física")
e inmediatez presentacional (o "prehensión conceptual").
Eficacia casual: el sentido de relaciones causales entre entidades, un sentimiento de estar
influenciado y afectado por el entorno circundante, sin la mediación de los sentidos.
Inmediatez presentacional: es pura apariencia, que puede ser engañosa o no.
DIOS
Él difiere de las nociones monoteístas tradicionales. Quizás su crítica más famosa y aguda de
la concepción cristiana de Dios es que "la Iglesia dio a Dios los atributos que pertenecían
exclusivamente al César". Aquí, Whitehead critica al cristianismo por definir a Dios
principalmente como un rey divino que impone su voluntad al mundo y cuyo atributo más
importante es el poder.
Dios no está necesariamente ligado a la religión. Dios como necesario para
su sistema metafísico.
"Dios salva al mundo cuando pasa a la inmediatez de su propia vida. Es el juicio de una
ternura que no pierde nada que pueda salvarse". En otras palabras, Dios salva y aprecia todas
las experiencias para siempre, y esas experiencias continúan cambiando la forma en que Dios
interactúa con el mundo. De esta manera, Dios realmente cambia por lo que sucede en el
mundo y en el universo en general, dando a las acciones de las criaturas finitas un significado
eterno.
Dios y el mundo se realizan mutuamente. Él ve las entidades en el mundo como cosas fluidas
y cambiantes que anhelan una permanencia que solo Dios puede proporcionar al tomarlas en el
yo de Dios, cambiando luego a Dios y afectando al resto del universo a lo largo del tiempo. Por
otro lado, ve a Dios como permanente pero deficiente en actualidad y cambio: por sí solo, Dios
es meramente posibilidades eternamente no realizadas y requiere que el mundo las
actualice. Dios da permanencia a las criaturas, mientras que las criaturas le dan a Dios
actualidad y cambio.
"Es tan cierto decir que Dios es permanente y el mundo fluido, como que el mundo es
permanente y Dios fluido.
"Es tan cierto decir que Dios es uno y el mundo muchos, como que el mundo es uno y Dios
muchos.
"Es tan cierto decir que, en comparación con el mundo, Dios es eminentemente actual, como
que, en comparación con Dios, el mundo es eminentemente actual.
"Es tan cierto decir que el mundo es inmanente en Dios como que Dios es inmanente en el
mundo.
"Es tan cierto decir que Dios trasciende al mundo como que el mundo trasciende a Dios.
"Es tan cierto decir que Dios crea el mundo, como que el mundo crea a Dios...
"Lo que se hace en el mundo se transforma en una realidad en el cielo, y la realidad en el cielo
vuelve al mundo... En este sentido, Dios es el gran compañero, el compañero de sufrimiento
que comprende".

RELIGION
Para Whitehead, el núcleo de la religión era individual. La vida es un hecho interno por sí
mismo antes de ser un hecho externo relacionado con los demás. Consideraba que la
religión comenzaba en la soledad, también consideraba que la religión necesariamente se
expandía más allá del individuo.
En su metafísica de proceso escribió que la religión necesita la realización del "valor del
mundo objetivo, que es una comunidad derivada de las interrelaciones de los individuos que la
componen". La religión es lealtad mundial. Para Whitehead, la religión servía como una
especie de puente entre la filosofía y las emociones y propósitos de una sociedad particular. Es
tarea de la religión hacer que la filosofía sea aplicable a la vida cotidiana de la gente corriente.
MATEMÁTICAS Y FÍSICA: LA IMAGEN DEL MUNDO EN LA CIENCIA

Al entrar Whitehead en la metafísica tenía ya en su mente la imagen del mundo en la ciencia


moderna. Da la impresión de que el detonante de su tránsito a la metafísica fue precisamente la
idea de que la ciencia había puesto en un dilema a la metafísica tradicional y era necesario crear
una nueva metafísica congruente con ella. Su obra de1925 “La ciencia y el mundo moderno
(CMM)” muestra cómo la ciencia exige una transformación del mundo para hacerlo «moderno»:
es la ciencia la que hace moderno al mundo, forzando también una metafísica y una religión
modernas. En CMM se nos ofrece la imagen científica que condicionó la filosofía de Whitehead.

En su obra de la mecánica cuántica se entiende que a Whitehead le bastaba ya lo que la ciencia


había dado de sí hasta 1925 para alcanzar una intuición precisa de la naturaleza del mundo físico
que iría confirmándose en la evolución posterior de la ciencia hasta nuestros días. La realidad
física (CMM) estaba constituida por materia corpuscular que fundaba la individualidad,
discontinuidad, distancia e interacciones entre las cosas (describible por la mecánica); pero esa
materia corpuscular era también al mismo tiempo vibración ondulatoria (que exigía una física de
los campos en un marco de continuidad física).

A los eventos microfísicos primordiales (no se les podía atribuir una identidad estable en el
tiempo. Sin embargo, un fluir de eventos microfísicos constituía y daba cierta estabilidad en el
tiempo a los objetos macrofísicos, aunque también abiertos en su interior a la evolución y
transformación continua. Para Whitehead era evidente que la física de comienzos del XX
describía un mundo que fluía por eventos inestables, que se relacionaban entre sí por
prehensiones físicas para constituir entidades actuales, como sociedades de eventos organizados,
que se transformaban dinámicamente en un proceso continuo. Metafísica Whiteheadiana,
Whitehead forma parte, pues, de un movimiento epocal claramente embarcado en la ola del
vitalismo.

Cuando Whitehead llegó a su maduración filosófica, tenía ya desde hacía algunos años sus
grandes obras en el mercado de las ideas y su fama era internacional. Lo más probable es, pues,
que lo conociera, e incluso que se inspirara en él. Nosotros, al menos sí lo creemos (y se
comprueba por sus frecuentes menciones de la metafísica bergsoniana).Whitehead verá la
necesidad de construir esa nueva metafísica, haciendo una revisión original del pensamiento
bergsoniano, dándole más precisión, ajustándolo más a la ciencia, suprimiendo los saltos líricos, y
formulándolo con una nueva terminología, menos poética, más técnica, aunque mucho más
críptica y difícil. Whitehead, en lugar de «vida», usará el concepto de organismo y su filosofía
será «organicista». En resumidas cuentas, tanto Bergson como Whitehead se mueven dentro de la
misma intuición de un paradigma vitalista-procesual de fondo (frente al dualismo y al
mecanicismo) que responde plenamente al sentir de su época.

PROBLEMAS DE LA METAFÍSICA WHITEHEADIANA


La metafísica clásica entiende que a Dios, como decía la escolástica, no se le encuentra en las
«causas segundas», sino como «causa primera»; esto es, cuando se busca la absolutez y necesidad
última, ya dentro de un discurso propiamente filosófico y no sólo científico. Por ello, el mundo
como un todo es un sistema de causas segundas congruente que presenta autonomía y suficiencia
funcional. Whitehead, en cambio, no cuestiona el mundo en el nivel último de la «causalidad
primera» (de su absolutez y necesidad), ya que el mundo es para él eterno: absoluto y necesario.
El problema de Whitehead consiste en explicar el sistema de las «causas segundas», ya que éstas
no parecen constituir un sistema congruente si no se introduce la referencia a Dios como un
elemento del mundo. Pongamos un ejemplo para entenderlo. Consideremos un artilugio complejo
(un ordenador, un coche...).
La metafísica clásica no cuestionaría que ese artilugio funcionara autónomamente de forma
congruente y suficiente. Lo cuestionaría en preguntas fronterizas, muchas no respondibles por la
ciencia: su persistencia indefinida en el tiempo, su origen, el diseño racional a que responde, etc.,
apuntando al problema de su absolutez y necesidad últimas. En cambio, Whitehead daría por
sentado que ese artilugio es absoluto y necesario, eterno en el tiempo. Pero su argumentación
diría que ese artilugio no presenta un funcionamiento inteligible si no se postula la existencia de
un Dios que forme parte de la ontología interna del mismo artilugio. Dios sería necesario para las
funciones propias del artilugio, fuera éste un ordenador, un coche u otro cualquiera. Esta manera
de pensar whiteheadiana presenta no pocas dificultades.
La ciencia, en efecto, avanza con toda firmeza en la descripción del sistema del mundo como una
estructura de interacciones causales autónoma y suficiente: las «causas segundas» forman un
sistema explicativo en total congruencia. Es evidente que la suficiencia actual de las cien-cias
hará mucho más difícil introducir referencias teístas en un nivel de análisis de las «causas
segundas». Una última consecuencia de la metafísica teísta de Whitehead es que parece situar-se
en una dimensión teocéntrica que no atiende suficientemente al hecho de que es posible construir
una hipótesis explicativa del universo sin Dios. Es verdad que Whitehead no presenta su
metafísica teísta como una «demostración», sino como una «opción de congruencia»; pero, a
nuestro entender, se trata de una opción de congruencia teísta y teocéntrica.

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