0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
3 vistas13 páginas
Este documento discute cómo la integración económica de China con el resto del mundo a través del comercio podría contribuir a la paz mundial, tal como lo predijeron filósofos como Kant e Immanuel en los siglos XVIII y XIX. Argumenta que el aumento del comercio entre países, especialmente la incorporación de China a la OMC, podría vincular sus economías de tal manera que haga que la guerra sea contraproducente, logrando así una "paz perpetua".
Este documento discute cómo la integración económica de China con el resto del mundo a través del comercio podría contribuir a la paz mundial, tal como lo predijeron filósofos como Kant e Immanuel en los siglos XVIII y XIX. Argumenta que el aumento del comercio entre países, especialmente la incorporación de China a la OMC, podría vincular sus economías de tal manera que haga que la guerra sea contraproducente, logrando así una "paz perpetua".
Este documento discute cómo la integración económica de China con el resto del mundo a través del comercio podría contribuir a la paz mundial, tal como lo predijeron filósofos como Kant e Immanuel en los siglos XVIII y XIX. Argumenta que el aumento del comercio entre países, especialmente la incorporación de China a la OMC, podría vincular sus economías de tal manera que haga que la guerra sea contraproducente, logrando así una "paz perpetua".
Las transformaciones que China ha de introducir en la eco-
nomía y la sociedad en los próximos años--que iremos viendo Con algún detalle—.podrán contribuir a que se confirme la predicción del filósofo alemán del Siglo XVIII Inmanuel Kant sobre la paz perpetua, quien en 1795 manifestó que sólo cuando los países europeos tengan vínculos comerciales muy estrechos, ya de todo punto imposibles de romper sin ocasionar los más graves cataclismos, acabarán las guerras civiles entre las naciones que componen Europa.
Una profecía que hoy podría elevarse a plano mundial, por
el fortísimo aumento del comercio en Curso, merced a los esfuerzos primero del GATT y luego de la OMC, que precisamente podrán culminar con el ingreso de China en la Organización. Y por igual resulta factible verificar el avance hacia el horizonte vislumbrado en 1776 por Adam Smith en La ri- queza de las naciones, cuando frente al obstructivo mer- cantilismo de aquel tiempo, preconizó que el origen de la definitiva prosperidad radica en la división del trabajo activada por el comercio libre; estimulador, podríamos decir en lenguaje de hoy, de la productividad, la competitividad, y en fin de cuentas, de la propia paz perpetua vindicada por su coetáneo Kan39. 39. Dirigiéndose a los líderes de la APEC en la reunión de Brunei finales de noviembre del 2000, Jiang Zemin dijo que “la globalización económica es un factor muy importante en las perspectivas de desarrollo de la región Asiá / Pacífico, en busca de mayores niveles de ciencia, tecnología y productividad. Con lo cual se contribuye a la paz y la estabilidad en el mundo”. Extracto del artículo de Beijin Review, «Jiang Zemin: What We Need is an All-win Globalization», 4 de diciembre de 2000.