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Al mirar a un ser vivo, sin movimientos pensamos que está muerto o en estado
vegetal.
Amados Candidatos, es vital el movimiento para nuestros cuerpos, pero, más vital
es el movimiento del Espíritu Santo dentro de cada uno de nosotros.
Cuando Cristo está dentro nuestro, en nuestra mente, tenemos que actuar,
trabajar para él con nuestras manos y con todo nuestro ser. Tenemos que
alimentarnos con Su Palabra y respirar a través de la oración, que es el “Oxígeno
del Alma”.
Tenemos que actuar con responsabilidad y debemos tener una vida espiritual
firme. Si esto no sucediera, nos encontramos en un estado de coma espiritual.
La Palabra de Dios dice en Isaías 6:8 “¿A quién enviaré y quién irá por
nosotros?". Dios nos está llamando constantemente. Si nosotros sólo queremos
retener las Alegrías y emociones. Estamos equivocándonos.
Amados Candidatos; nosotros tuvimos un cálido encuentro personal con Dios por
el sacramento y en nuestras venas corre la poderosa sangre de Cristo que derramó
por nosotros en la cruz del Calvario.
También nosotros compartimos su carne y somos, ahora, parte del señor. Por
esto somos los llamados Apóstoles del Señor y formamos parte de su cuerpo.
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Somos amados por Dios. Este llamado significa que nosotros debemos ser
responsables y hacer las mismas obras como la hacían los Apóstoles.
¿Por qué razón pensamos que debemos actuar como los Apóstoles?
Una persona que no tuvo hijos, no puede saber o conocer el dolor, el sufrimiento
de un parto o cuando uno no ha sido padre, nunca podrá comprender el amor que
un padre tiene por sus hijos.
Nosotros tenemos que aprender del fruto del gran amor de Jesús que obró siendo
ejemplo de los apóstoles. Tenemos que hacer las mismas obras que hizo el Señor
y cuando obramos a través de su deseo, en ese momento el poder de Dios está en
nosotros y podemos vivir ese poder. Cuando esto sucede aprendemos a confiar
más y más en nuestro Señor.
Cristo nos amó primero y nosotros somos personas que recibimos el amor de
Dios, pero, si sólo retenemos el amor que recibimos, vamos a terminar perdiéndolo.
Por esto, debemos tener una actitud de expresar el amor que recibimos del Señor
y de esta manera, podrán recibir y conocer el amor del Señor, además nosotros
creceremos en ese amor.
Primero debo tener un encuentro personal con Jesús, y ser una persona capaz de
predicar de su gran amor.
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vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.1”
Un Apóstol es una persona que tuvo un encuentro personal con el Señor alguien,
que predica su Palabra, Su Nombre y es una persona que conoce su deseo.
En la Primer Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios en el capítulo tres y
versículo once, (1 Co. 3:11), expresa “11Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo.2”.
Dios quiere que recibamos su Espíritu Santo. El Espíritu vino para ser testigo de
Dios. Cuando el Espíritu de Dios está en nosotros y con nosotros, tenemos la
posibilidad de conocer de Dios y saber de Él.
Muchas personas dicen haber asistido por muchos años a la Iglesia, pero nunca le
han hablado a ningún otro de Jesucristo. Su argumento esta basado de que no
hay necesidad de hablar a otros, pues lo más importante es su vida espiritual y su
relación con Dios. Sin embargo, el deseo de Dios es que todos los hombres
conozcan la Palabra de Dios. Su interés está en salvar al hombre de su pecado por
esto dio a su Hijo amado para que muriera en la cruz y así salvar al hombre de la
condenación eterna.
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Gálatas capítulo cinco, versículo veintidós (Gá. 5:22) “Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,3”.
El hombre, aún creyente en Cristo, vive en este mundo, actúa de acuerdo al
mundo. Sin embargo, la persona que tiene al Espíritu de Dios tiene que vivir de
acuerdo al Espíritu del Señor y dar frutos conforme al deseo de Dios y más que
nada tiene que basarse en el AMOR.
Seguramente a nuestro alrededor hay muchas personas que tienen sed de recibir
Amor. Personas que están esperando una mano, una ayuda, pues el mundo les ha
dejado mucho dolor. Ustedes tienen que ser el prójimo de ellos, pues una palabra
que demos en el nombre de Jesucristo puede cambiar sus vidas. En cualquier
lugar donde esté el Señor estará con nosotros por que es nuestro Amigo.
Amados Candidatos, pensemos que nuestro espíritu fue rescatado para metas
muy altas, más altas que las que tenemos en este mucho. No olvidemos cual es
nuestro objetivo.
Siempre tenemos que recordar el amor que Dios nos dio para vivir con él porque
El Señor estará siempre acompañándonos.
Amados Candidatos: ¿Quieren compartir conmigo una vida como la de los primero
Apóstoles?
¡DE COLORES!
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