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Instituto Privado San José I-2

“Democracias”

Profesora: Kennedy Verónica.


Curso Y División: 6° ‘’A’’
Alumnas:
• Beltrán, Hílivi María.
• Belbey, María Delfina.
• Galiana Typek, Sofía.
• Macias, María del Rosario.

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Cuando hablamos de democracia, sabemos que estamos hablando acerca de
un sistema complejo que se encuentra en constante evolución. Se considera a
un país democrático cuando cumple con elementos claves que garantizan la
participación del pueblo en la toma de decisiones políticas.
Abordar este tema, requiere un trabajo de recopilación histórica, actualización y
sistematización de las democracias reales modernas, a fin de entender su
evolución. Esta situación hace que nunca lleguemos a una definición única, la
definición depende del paradigma desde el cual se aborde y de los contextos
sociohistóricos económicos y políticos.
La democracia liberal puede entenderse como un sistema político que se define
por la participación política democrática y los derechos individuales. En las
democracias liberales, el poder del Estado (gobierno) está limitado por un
sistema de justicia imparcial. Por ahora, basta con decir que la democracia liberal
se define por el compromiso con tres principios básicos: la democracia, los
derechos individuales y el Estado de Derecho. Estas tres ideas están
intrínsecamente ligadas al movimiento liberal clásico, en el que filósofos como
John Locke y Adam Smith criticaron los sistemas monárquicos que dominaban
la vida política europea en el siglo XVIII.
La democracia moderna es democracia liberal. Básicamente centrado en la
preocupación de limitar el poder de la autoridad para dejar espacio al individuo y
proteger al ciudadano y sus libertades frente al poder del Estado y frente a los
otros, el liberalismo articula una serie de conceptos centrales: la concepción del
sujeto como poseedor de derechos, la representación, el nuevo concepto
de libertad y el gobierno legal y constitucional.
Argentina no es considerado un estado fallido en el sentido tradicional de ese
término, un estado fallido se refiere a un estado que no puede mantener el control
y la autoridad sobre su propio territorio, no puede proporcionar servicios básicos
a su población y no puede garantizar la seguridad y el orden. Nuestro país, a
pesar de enfrentar diferentes desafíos económicos y políticos en el pasado, no
cumplía con los requisitos mencionados anteriormente.
Cuando hablamos de democracia real, hablamos de aquella q se encuentra en
un país donde los ciudadanos ejercen el poder político a través de sus
representantes, elegidos mediante el voto, en elecciones libres y periódicas.
En el caso de Argentina, aun pese a las malas condiciones tanto políticas, como
economías y sociales que se viven hoy en día, la democracia real no es una
misión imposible. Justamente, el 19 de octubre del corriente año, se va a realizar
el ballotage electoral para elegir al próximo presidente de la República.
Las dificultades y problemas sociales y políticos que afronta el país para llevar a
cabo las promesas de la democracia son:

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a) La tecnocracia. La complejización de todas las esferas de las sociedades de
masas
actuales determina que las decisiones ya no puedan ser tomadas por todos o
por cualquiera, sino únicamente por el que sabe; los problemas políticos
requieren capacidad técnica, es decir personal cada vez más especializado,
personal técnico.
La democracia se basa en la hipótesis de que todos pueden tomar decisiones,
sobre todo, mientras que la tecnocracia significa que los que toman las
decisiones son los pocos que poseen algún saber especializado.
b) La burocracia, de crecimiento continuo en las sociedades modernas. Con
este crecimiento también crecen los espacios de autoridad jerárquica, no
democrática.
c) El escaso rendimiento, entendido como la incapacidad del sistema político
para poder responder a la creciente cantidad de inputs provenientes de la
sociedad civil, fuente in- agotable de demandas. La cantidad y rapidez de éstas
son tales que ningún sistema político, por muy eficaz que fuera, es capaz de
adecuarse a ellas.
La cuestión de por qué Argentina no ha logrado consolidar las condiciones para
el pleno desarrollo de sus habitantes a pesar de décadas de democracia formal
es un tema complejo y multifacético. Algunos factores que pueden contribuir a
esta situación incluyen: Inestabilidad económica, la corrupción y mala gestión, la
desigualdad social, la política partidista y la polarización, la dependencia de
sectores específicos, y la falta de consenso a largo plazo.
El papel de la clase dirigente argentina en la resolución de los problemas del país
es crucial. Sin embargo, la confianza en que puedan resolver estos problemas
depende de varios factores, como la capacidad de llegar a consensos políticos,
la adopción de políticas efectivas y la transparencia en la gestión.
Históricamente, Argentina ha enfrentado desafíos económicos y sociales
persistentes, independientemente de los periodos de bonanza económica global.
La resolución de estos problemas requiere un enfoque a largo plazo, medidas
coherentes y un compromiso genuino por parte de la clase dirigente. La
confianza en su capacidad para hacerlo puede variar según las circunstancias y
la percepción pública.
En última instancia, la solución a los problemas de Argentina no depende
únicamente de la clase dirigente, sino de la participación activa de la sociedad,
la colaboración entre distintos sectores y la rendición de cuentas. La confianza
en la clase dirigente se gana a través de la acción y el cumplimiento de sus
responsabilidades.

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BIBLIOGRAFÍA:

➢ Presentación Visual “Democracias”.

➢ (S/A) (S/F) “Democracia Liberal”. Study Smarter.

https://www.studysmarter.es/resumenes/ciencias-politicas/democracia-
liberal/

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