IX. El consentido Julián.

Julián es un niño de 9 años, muy mal educado y muy malcriado; hijo único de
una familia de clase media de la hermosa ciudad de Guayaquil. Cada día lo
recoge el expreso escolar en la puerta de su casa, y allí mismo lo dejan al salir
de clases. Sus padres pasan la mayor parte del tiempo trabajando, motivo por
el que comparten poco con su hijo, para educarlo y dedicarle amor y afecto.
Al ser hijo único, lo consienten en todo lo que se antoja. Luciana, la sirvienta,
no sabe cómo llegar a él para darle un consejo y lograr un cambio en el
chiquillo, porque siempre le responde con groserías y malos tratos.
Luego de hacer tareas, en las tardes, tiene permiso de salir a jugar una hora en
el parque; allí, se relaciona con los demás niños del barrio y aprende todas las
malas palabras que escucha. Una tarde, mientras jugaba en el parque, Julián
insultó a otro niño, el cual le dio un golpe en la cabeza; es decir, le dio un
coscacho y empezó a hacerle imitación de lo pésimo que jugaba.
Julián, al desconocer la buena pronunciación, llegó a casa a contarle a la
sirvienta lo que le había ocurrido. Le comentó que, un amigo le había dado un
fuerte cocacho y le había empezado a arremedarle como él jugaba.
Luciana, conocedora de la buena pronunciación, le explica que la forma
correcta de decir es coscacho y remedar; que esa forma como él la dijo no era
la correcta; entonces, Julián adquirió el nuevo conocimiento y además
prometió que cambiaría su forma de ser con las otras personas.
Actividad:
Elabora dos oraciones con cada palabra corregida y compártelas con los
demás.
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