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Introducción
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.'\ fe refic·ro a la, forma-. cl t> 1•, 1ru1 ·111 raci(m ele la~ m:í-,, (;ironl'lla t.''> un com ponl' llte fu11danw1 11 ,ll
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en el abanico diverso y cambiante que compo - José Luis Cuevas, Vlady y Gilberto Aceves Na-
ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana. Y , · 0 de la van-
varro, protag onista important1s1 m
hablo de pintura porque, pese a que en el caso
guard ia mexic ana. La presen cia del primero en
de Felguérez se aborda el tema de su escult ura · cwn
esta invest igació n no necesi ta exphca · es Y
por las razones apunta das en el capítu lo dedi-
en cuant o a Vlady y a Gilberto Aceve s Navarro
.
cado a su producción, este ensayo se focaliza
cabe decir que fueron (y Aceves 1o si·gue sien-
en la pintura, con tres ineludibles excepciones:
do) extrao rdinar ios dibuja ntes.
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PRIMERA PARTE
En su ensayo "La modernidad, un proyecto in- o anticipa movimientos que persiguen cam-
completo'; Jürgen Habermas escribe que esta bios importantes en la esfera social, la vanguar-
época, en su última concepción, la que corres- dia se lanza a un tiempo distinto, cruzado por
ponde al siglo xx y a las últimas décadas del la radicalidad de las transformaciones socia-
XIX (no hay que olvidar que el término moder- les. Las vanguardias estéticas, entonces, están
no fue usado en distintos momentos de la his- dentro de ese fenómeno más amplio que es la
toria), emerge con la obra del poeta y crítico modernidad.
de arte Charles Baudelaire. 1 En el terreno del Fue Diego Rivera quien introdujo cabal-
arte, los primeros anuncios de la modernidad mente el cubismo en su fase sintética en Méxi-
son protagonizados por el impresionismo -con co y, con esta tendencia, aportó al arte mexica-
su búsqueda de autonomía en la puesta de la no una de las corrientes que, reitero, dieron
pincelada sobre la tela, y también con Cézanne más claramente inicio a la modernidad en Eu-
y sus investigaciones todavía suavemente geo- ropa, en la medida en que las estructuras cu-
métricas-. Así, si la transición a la moderni- bistas significan una mayor ruptura con la re-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los presentación realista, a comienzos del siglo xx.
últimos tramos del siglo XIX, Picasso y sus cole- Una buena pregunta es por qué fue Diego
gas, con la creación del cubismo a principios Rivera -y no sus compañeros en la experien-
del xx -siguiendo la lección de Cézanne y de cia muralista, es decir, David Alfara Siqueiros
Henri Matisse-, significan el más decidido y José Clemente Orozco- quien adoptó con
ingreso al universo moderno del arte. El más tanta soltura, maestría y talento el cubismo en
decisivo pero no el único, porque allí estaban parte de la producción que conforma una de
también las neofiguraciones de los expresio- sus primeras etapas pictóricas. La respuesta
nistas y los fauves. (bien conocida) está en la influencia que reci-
Dice Habermas: "La modernidad estética se bió el artista, nacido en Guanajuato en 1886 y
caracteriza por actitudes que encuentran un muerto en México en 1957, durante sus años
centro común en una conciencia cambiada del de estancia en París. París -centro del arte
tiempo. La conciencia del tiempo se expresa mundial en las primeras décadas de la pasada
mediante metáforas de la vanguardia, la cual se centuria- era proclive a la formalización de
considera como invasora de un territorio des- imágenes caracterizadas por un espíritu racio-
conocido [... ] La vanguardia debe encontrar nalista que les imprimía un tono más reflexivo
una dirección en un paisaje por el que nadie que dramático.
parece haberse aventurado todavía''. 2 En otras En la base compositiva del cubismo hay, en
palabras, si la modernidad artística acompaña efecto, una profunda actitud analítica, y es en tal
actitud donde continúa dominando una forma
' J. Habermas, "La modernidad, un proyecto incomple- de pensamiento global deudora del positivis-
to'; en Hal Foster, J. Habermas, J. Baudrillard et al., La
mo y más lejana en el tiempo del racionalismo.
posmodernidad, Kairós-Colofón, México, 1988, p. 21.
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Idem. Simultáneamente, la contundente alteración que
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PRIMERA PARTE
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EL MURALISMO, CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretó al pie de la letra -como sí que Diego implica una puesta en términos críticos no sólo
Rivera fue un cubista y un cezanniano cabal en del despliegue formal abstracto o neofigurati-
muchos de sus cuadros memorables-, pero a vo, sino, además, una puesta entre paréntesis
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco del cuadro.
debe enfocársele como un momento de la mo- iResulta casual que estos sismos visuales se
dernidad ligada a su equivalente internacional. produzcan en momentos de transformaciones
Relacionada pero no deudora, porque estos dos profundas de las sociedades en su conjunto?
artistas le dieron a su pintura expresionista sig- De ninguna manera. No existe una relación li-
nos y formalizaciones muy propias, singulares neal entre cultura y sociedad; esto es obvio.
y distintas. Pero los cambios de pensamiento y los cam-
Vale aquí un señalamiento: la práctica del bios concretos, el colocar en movilidad ideas y
cubismo sintético realizada por Rivera no debe organigramas sociales radicalmente distintos a
considerarse como la introducción del arte de los existentes lleva a prácticas e ideas homolo-
avanzada en nuestro país, tal cual afirman al- gables en la esfera cultural. Dadá, los formalis-
gunos (creo que por suerte pocos), porque no tas rusos en las investigaciones lingüísticas y
llega a ser un movimiento como sí lo fue el mu- los pintores suprematistas y constructivistas
ralismo. Además Diego llegó un poco tarde a fueron permeables a las ondas transformado-
aquel estilo. ras que provenían de la esfera de las ideas y de
Volviendo a los conceptos de modernidad la órbita de lo social, aunque sus pinturas y
y vanguardia, la línea que separa a una de otra gestos acordes con la vanguardia no se resol-
es lábil, móvil, plagada de entrecruzamientos. vían en imágenes que revelaran tales cambios.
Si bien el resorte fundamental de la moderni- Los cambios profundos, por el contrario, se ma-
dad emergente en el paso del siglo x1x al xx nifestaban mediante conceptos y prácticas es-
fue la ruptura de la representación ilusionista, téticas, insisto, relacionables con los fenóme-
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra- nos sociales pero que sólo en forma simbólica
dicalizándose gradualmente hasta llegar a si- los expresaban. Si la Revolución de 1917 en Rusia
tuaciones extremas en la década de 1920; no es buscaba una reorganización radicalmente dis-
casual que ello aconteciera al compás de la Re- tinta de las sociedades, no resulta insólito que
volución de Octubre. Pero no olvidemos que se cuestionara a fondo el formato del cuadro
esos cambios o giros de ciento ochenta grados y se decretara su muerte. Desterrar al realismo
ya venían gestándose. Un ejemplo paradigmá- de lo pintado adquiría la significación de un
tico está en los primeros ready made de Mar- borramiento frontal del sistema icónico ocho-
ce! Duchamp, que datan de los años 1912 y centista.
1914, aproximadamente. Además, alrededor de El decurso de las corrientes artísticas poste-
1920 los dadaístas consuman actos performáti- riores en la zona europea y en Estados Unidos,
cos que alientan la provocación, el escándalo, especialmente en Nueva York, demostró que
la negación de la forma y del lenguaje. Simul- no se concretó la muerte de la pintura, sino un
táneamente, los creadores rusos promueven proceso de pensamiento dialéctico que susten-
un cuestionamiento a fondo de la pintura de taba no sólo las experiencias ideológicas, polí-
caballete que conduce a la negación de la mis- ticas y sociales (me refiero al sustrato teórico de
ma y a la máxima síntesis formal. Rodchenko, aquel primer momento revolucionario), sino
por ejemplo, pinta lo que él denomina el últi- también las experiencias suscitadas en el terri-
mo cuadro, mientras que Malevich realiza su torio del arte. Y es que discutir con tanta con-
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua- tundencia las formas visuales produjo una per-
drado blanco sobre fondo blanco. Todo ello turbación de igual intensidad en el interior de
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en el movimiento obrero hasta 1914' año .
de 1·n·ICJO
las mismas. Los pinwres continuaron insenos ·
en la pinrura de caballete, pero ésta se vio im- de la primera Guerra Mundial. En medio de ello
pelida a alteraciones at'm más hondas que la estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
alejaron mucho más de la representación. en 1905, hecho motivador de la memorable peJí.
De ese modo, la negación del caballete como cula El acorazado Potemkin, filmada por Sergei
sopone prorncó una afirmación más rotunda de Eisenstein.
las nuerns articulaciones del cuadro y de otros Toda esta movilidad social encuentra lazos
formatos. Los primeros años de la década de que otorgan coherencia a las nuevas formas de
1920, con las reestructuraciones estéticas, fueron articulación icónica, que fueron produciéndo-
medulares y significaron la culminación de un se durante las primeras décadas del siglo xx y
proceso que \·enía gestándose desde el siglo XIX. aun antes. Sería obvio repetir que no fueron re-
En el terreno de las ideas y de los movimien- laciones directas de causa-efecto. Con las in-
tos sociales, no hay que olvidar que la I Inter- termediacio nes del caso y la conciencia de que
nacional Obrera existió de 1864 a 1876 y que la se trata de fenómenos distintos -me refiero al
Il Internacional -promovida por los socialistas de la cultura y a las sociedades -, es posible es-
democráticos en 1889- influyó poderosamente tablecer ciertas homologías.
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-
México, el muralismo
ylaRevoluciónd e 1910-1920
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PRIMERA P..\RTE
horrores. El fauvismo es una gran exclamación tante, en la página 248 de Los privilegios de la
de asombro y aplauso ante la vida; el expresio- vista este autor escribe: "En el primer tercio de
nismo es un grito de desdicha y una acusación nuestro siglo la pintura experimentó transfor-
moral''. 4 Más adelante Paz dirá que el expresio- maciones radicales, del fauvismo y el cubismo
nismo es un movimiento que va contra el Es- al surrealismo y la pintura abstracta. Todo lo
tado, mientras que el muralismo es un movi- que se ha hecho después no han sido sino va-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo riaciones y combinaciones de lo que se pintó e
del Estado. 5 Otra diferencia apuntada por Paz inventó durante esos años. El movimiento mu-
es que el subjetivismo puesto en juego por los ralista mexicano es parte -aunque de manera
expresionistas alemanes constituye un aspec- excéntrica- de esos grandes cambios''. 7
to vinculado con la sensibilidad. Para los mu- En suma, en su mayor momento el muralis-
ralistas, en cambio, ese subjetivismo "no es mo conformó una singular y controvertida van-
sólo emocional y psicológico, sino ideológico guardia en México, al compás de una sociedad
(moral en el caso de Orozco)''. 6 que afloraba de la gesta revolucionaria y co-
Paz encuentra equívocos en la experiencia menzaba a difundir cambios en la sociedad y
muralista, el primero el nacionalismo. No obs- en el Estado-nación.
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