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La adecuación, la coherencia y la cohesión son propiedades que tienen que tener los textos
para estar bien escritos. La adecuación se establece cuando un texto es apropiado para un
determinado contexto. La coherencia se establece cuando un texto tiene una estructura
correcta. La cohesión se produce cuando la sintaxis y la relación entre las palabras, las
oraciones y los párrafos son correctas.
Adecuación
La adecuación de un texto está determinada por la relación del texto con su contexto de
emisión, por eso, un texto o un mensaje hablado es apropiado cuando es adecuado a:
La actividad social que se está llevando a cabo. Esto incluye las intenciones o el fin
del emisor y el tema central.
La relación entre el que emite el mensaje y el que lo recibe. Esta relación puede
determinar si un texto tendrá un registro formal o informal y el vocabulario.
Coherencia
La coherencia es la relación que tiene un texto con el contexto (la adecuación) y con cada una
de sus partes (la cohesión), es decir, un texto es coherente cuando es adecuado al contexto y
cuando es cohesivo. A grandes rasgos, la coherencia está determinada por el tema central, ya
que este determina qué información puede aparecer y cuál no y cómo aparece organizada esa
información en el texto (en capítulos, en apartados, en párrafos, etc.).
Cohesión
La cohesión es la relación que tiene el texto con cada una de sus partes. Por eso, un texto es
cohesivo cuando la sintaxis, la relación entre las oraciones y la relación entre los párrafos son
correctas. La cohesión establece una relación semántica entre los distintos elementos de un
texto, es decir, que la comprensión de un término, una expresión o una oración depende de los
otros elementos presentes en el texto.
Referencia. Establece una relación entre una palabra, que suele ser un pronombre y
otra que se encuentra en el texto. La referencia puede ser anafórica, es decir, que hay
que buscar el referente hacia atrás en el texto, o catafórica, es decir, que hay que
buscar el referente hacia adelante en el texto.
Elipsis. Se eliminan palabras o expresiones para evitar la repetición y porque es fácil
reponerlas cuando se lee un texto.
Sustitución. Un término o una expresión se sustituye por otra. Por ejemplo, el verbo
“hacer” puede sustituir a otros verbos.
Reiteración de un término. Se puede repetir un término, utilizar un sinónimo o una
colocación, utilizar hiperónimos e hipónimos o utilizar palabras que sean de un mismo
campo léxico.
Utilización de conjunciones y de conectores. Relacionan las distintas partes del texto,
porque establecen cómo se conectan oraciones, párrafos, ideas y conceptos.
Mecanismos gramaticales. Tiene que haber concordancia entre los sustantivos y sus
artículos, pronombres y adjetivos y entre sujeto y verbo.
3. Las plantas son seres vivos que se encuentran en diferentes lugares tanto porque se
siembran como porque las semillas se dispersan por causas naturales. Hay varios tipos
de dispersión, pero los más importantes son aquellos que se producen a través del
agua, a través del viento, a través de los animales y a través de la explosión, que es un
fenómeno que solo ocurre con determinadas plantas. Este párrafo tiene coherencia
porque se adecúa al contexto y porque tiene elementos cohesivos: repetición (se
dispersan y dispersión) y conectores (pero, porque).
Conectores
Los conectores textuales son unidades lingüísticas cuya función es unir las partes de un texto y
establecer entre ellas un vínculo en particular, que puede ser de causa-consecuencia, de
adición, de oposición, entre otros. Por ejemplo: de modo tal que, asimismo, en síntesis.
También conocidos como conectores discursivos, gramaticales, marcadores u operadores
textuales o del discurso, son las palabras que hacen que las ideas se integren mejor, la
información sea más clara y comprensible para el lector.
Los conectores textuales no son lo mismo que los nexos o enlaces, también denominados
conectores lógicos. Estos últimos son elementos puramente gramaticales, que cumplen una
función de conjunción dentro de las oraciones complejas o compuestas, y vinculan las
proposiciones, los sintagmas u otras estructuras menores que las conforman. Sin embargo,
algunos conectores pueden ser lógicos o textuales, de acuerdo a la forma en que sean
utilizados en el texto.
Conectores aditivos. Expresan información de la misma jerarquía, y suman ideas. Por ejemplo:
además, también, asimismo, por añadidura, igualmente, encima, es más, más aún, incluso,
hasta, para colmo, del mismo modo, agregando a lo anterior, de igual manera, igualmente, de
la misma manera, en esa misma línea, de igual forma, por añadidura, más aún.
Conectores comparativos. Hacen énfasis en las similitudes o puntos de contacto entre los
enunciados. Por ejemplo: del mismo modo, igualmente, análogamente, de modo similar, como,
así como, más… que, menos… que, igual… que, tan… como.
Conectores ordenadores. Indican las distintas partes de un texto. Por ejemplo: bueno, bien,
ante todo, para comenzar, primeramente, en primer lugar, en principio, primero (conectores de
inicio de discurso), en fin, por último, en suma, finalmente, terminando, para resumir, para
concluir, al final, en conclusión, para finalizar (conectores de cierre de discurso), por otro lado,
por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido, después, luego, ahora
bien (conectores de transición), por cierto, a propósito, a todo esto, con respecto a, en lo que
respecta a (conectores de disgresión).
Conectores espaciales. Ofrecen referencias espaciales o de lugar. Por ejemplo: al lado, arriba,
abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.
Conectores condicionales. Marcan relación de condición entre enunciados. Por ejemplo: si,
siempre que, en caso que, mientras que, a no ser que, según, con tal que, sí, siempre y cuando.
Conectores de finalidad. Dejan en claro la intención o propósito del enunciado. Por ejemplo: a
fin, con el fin de, con el objetivo de, con el propósito de, con la intención de, de manera que,
de tal forma que, de modo que, para, para que.
1. Marisa tenía muchas tareas que hacer ese fin de semana. Con la intención de
organizarse y no pasar nada por alto, armó una lista y ordenó todo lo que tenía
pendiente de acuerdo a su relevancia.