Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ISBN 978-950-34-1150-6
1. Derecho. I. Título
CDD 340
Derechos Reservados
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata
Introducción
El sujeto de derecho en el siglo XXI 11
Capítulo 1
De liberales y comunitaristas 27
Capítulo 2
Minorías y derechos colectivos 43
Capítulo 3
Derechos potencialmente restrictivos
y derechos intrínsecamente restrictivos 67
Capítulo 4
El holismo cultural y una reflexión crítica
de las posiciones esencialistas y antiesencialistas 85
Capítulo 5
Identidad y acción política
en los movimientos queer y postfeministas 119
Capítulo 6
Cuerpos, subjetividad y emancipación.
Hacia una política de la performatividad 151
Capítulo 7
Las ficciones en el derecho y sus implicancias
en la discusión sobre la protección de las minorías 169
Capítulo 8
El concepto de persona 191
Capítulo 9
Discurso, verdad y constitución de la subjetividad 209
Capítulo 10
El esencialismo como estrategia 239
Bibliografía 263
INTRODUCCIÓN
11
DANTE AUGUSTO PALMA
12
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
1
Más adelante se mostrarán las diferencias no menores entre derechos co-
lectivos y de grupo. A fines expositivos, por ahora, se los tomará como sinó-
nimos.
13
DANTE AUGUSTO PALMA
2
Se calcula que a lo largo de Latinoamérica hay alrededor de 650 pueblos in-
dígenas que reúnen una población de 43 millones de personas, esto es, cerca
del 10% de la población total del sub-continente (Ponte Iglesias, 2010).
14
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
15
DANTE AUGUSTO PALMA
16
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
17
DANTE AUGUSTO PALMA
18
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
19
DANTE AUGUSTO PALMA
20
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
21
DANTE AUGUSTO PALMA
22
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
23
DANTE AUGUSTO PALMA
24
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
25
CAPÍTULO 1
DE LIBERALES Y COMUNITARISTAS
27
DANTE AUGUSTO PALMA
3
Se trata de aquellos liberales que consideran que no debe haber una separa-
ción tajante entre el ámbito privado de la moral y el ámbito público. A veces
denominados como pensadores de la continuidad (frente a la discontinuidad
de la que es acusado el liberalismo cuando exige al individuo que deje de lado
sus convicciones al ingresar en la esfera pública), se puede incluir en esta lista
a Kymlicka (1989, 1995a); Raz (1986) y Dworkin (1990), entre otros.
28
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
4
Asímismo, hay buenas razones para sostener que la discusión contemporá-
nea entre liberales y comunitaristas, se realiza dentro de los parámetros de
la controversia entre Kant y Hegel. De hecho, el germen de la crítica comu-
nitarista a Rawls se encuentran presente ya en aquel libro de Charles Taylor
publicado en 1979 cuyo título es Hegel y la sociedad moderna.
29
DANTE AUGUSTO PALMA
r$BEBQFSTPOBIBEFUFOFSVOEFSFDIPJHVBMBMFTRVFNB
más extenso de las libertades básicas que sea compatible
con un esquema semejante de libertades para los demás.
r-BTEFTJHVBMEBEFTTPDJBMFTZFDPOÓNJDBTFTUBSÃOKVTUJà-
cadas según dos condiciones: a) deben estar ligadas a ofi-
cios y posiciones abiertas a todos bajo condiciones de una
5
Esta última versión difiere de la expuesta en Una Teoría de la justicia. El cam-
bio, publicado ya en 1982, fue la consecuencia, como el propio Rawls recono-
ce, de las críticas que le hiciera H. L. A. Hart (Ver Rawls, 1993: 31).
30
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
31
DANTE AUGUSTO PALMA
32
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
33
DANTE AUGUSTO PALMA
34
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
35
DANTE AUGUSTO PALMA
El segundo Rawls
36
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
37
DANTE AUGUSTO PALMA
38
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
6
Esto acerca a Rawls claramente a la posición epistemológica que defendiese
el liberalismo de Karl Popper pues las cargas del juicio parecen ser el funda-
mento a partir del cual, dado que resulta imposible verificar una creencia, es
necesario estar abiertos a la posibilidad de estar equivocados. Esta falibilidad
inherente al conocimiento humano y fundamentado en la prueba de la falacia
de afirmación del consecuente, es un poderoso argumento a favor de la tole-
rancia (Ver Rivera López, 1999, cap 1).
39
DANTE AUGUSTO PALMA
40
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
41
CAPÍTULO 2
7
Tanto este capítulo como el próximo se basan en el artículo que publiqué en
Ideas y Valores. Revista Colombiana de Filosofía bajo el título “El sujeto de
derecho de las minorías. Nuevas categorías y una crítica a la concepción de
los derechos diferenciados en función de grupo de Will Kymlicka”.
43
DANTE AUGUSTO PALMA
44
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
8
Si se piensa en la forma en que el derecho internacional acogió el caso especí-
fico de los pueblos indígenas es de destacar el Convenio 169 sobre pueblos
45
DANTE AUGUSTO PALMA
46
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
47
DANTE AUGUSTO PALMA
48
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
49
DANTE AUGUSTO PALMA
50
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
51
DANTE AUGUSTO PALMA
10
Quizás más claro sería hablar de derechos en y no de grupos para diferen-
ciarlos de los anteriores.
52
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
11
Sin duda, en esta línea, la referencia obligada es John Locke más allá de los
interesantes matices y el carácter particularmente restrictivo de una idea de
tolerancia que, por diferentes razones, excluye a católicos y ateos (Ver Palma,
D., 2010b).
53
DANTE AUGUSTO PALMA
54
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
12
Este parece ser el caso de los inmigrantes que llegaron hasta Argentina: si
bien hubo intentos de mantener algunas costumbres y algunos esbozos de
guetos hubo una gran predisposición a aclimatarse a las nuevas condiciones
multiculturales.
55
DANTE AUGUSTO PALMA
56
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
13
Hay una interesante crítica de Bonilla Maldonado (2006) que desestimaría
la posibilidad de que la propuesta de Kymlicka (como así también la de Tully y
Taylor) pudiese aplicarse al caso boliviano pues, para este autor, la teoría del
canadiense sólo acaba siendo útil para resolver conflictos entre minorías que
aceptan los principios del liberalismo. Este no parece ser el caso de buena parte
de las comunidades que conviven bajo el paraguas jurídico del Estado boliviano.
14
Esta propuesta no podría justificarse sin la distinción de Kymlicka entre Esta-
dos multinacionales formados por comunidades que pretenden autogobierno
y Estados pluriétnicos compuestos por migraciones con individuos que pre-
tenden asimilarse a la cultura mayoritaria.
15
Sin duda, las propuestas deben acomodarse a la particularidad de cada uno
de los casos. Como se verá a continuación, por ejemplo, en el caso colombia-
no, hay que evaluar el peso relativo de cada comunidad y las formas en que
la penetración de la cultura mayoritaria ha influido en comunidades heterogé-
neas como los koguis, los guambianos o los coyaima-natagaimas (Ver Bonilla
Maldonado, 2006).
57
DANTE AUGUSTO PALMA
58
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
59
DANTE AUGUSTO PALMA
16
En realidad el concepto de autonomía que propone Kymlicka es, en sus
propias palabras, más modesto puesto que la entiende como “modificación
racional”, esto es, como el principio por el cual es valioso poder revisar creen-
cias acerca de lo bueno.
60
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
61
DANTE AUGUSTO PALMA
La titularidad en cuestión
62
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
17
Kymlicka afirma que un derecho colectivo como protección externa tiene
como objetivo proteger a la comunidad de la mayoría y que el derecho utiliza-
do como restricción interna tiene como objetivo proteger a la comunidad del
disenso interno.
63
DANTE AUGUSTO PALMA
18
Esto es, independientemente de la posibilidad de realizar un ejercicio abu-
sivo del derecho.
19
Aquí sí, la cuestión de grado, apunta a la posibilidad y los modos en que se
puede realizar un ejercicio abusivo de los derechos, hasta el punto, claro está,
de llegar a constituirse en un delito.
64
CAPÍTULO 3
67
DANTE AUGUSTO PALMA
20
Este puede ser también el caso de Argentina cuya reforma de 1994 se hizo
en pleno auge de reformas neoliberales y desguace del Estado.
21
Un espacio en el que hallar buenas razones en torno a las implicancias que
tendría el garantizar a un miembro de una comunidad x la posibilidad de
abandonarla, se puede hallar en ese intercambio, podría decirse, ya clásico,
que tuvieron Kymlicka y Kukathas en la revista Political Theory (Ver Kymlicka
(1992) y Kukathas (1992a) y (1992b)).
68
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
22
Tómese en cuenta, por ejemplo, la forma en que la Corte Suprema de Co-
lombia resolvió el caso de El Tambo. Allí, una comunidad expulsó a uno de sus
integrantes por haber cometido sucesivos delitos. La consecuencia de tal me-
dida fue que se le quitó a él y a su familia la totalidad de sus propiedades. La
inflexibilidad de la comunidad hizo que el damnificado llevase el tema hasta la
Corte Suprema que en un fallo claramente signado por los principios liberales
declaró inconstitucional la decisión de la comunidad tanto sobre la propiedad
como sobre la familia, pero avaló la potestad de expulsarlo. El fallo indicó que
“quitarle todas las propiedades al indígena juzgado sin pagar ninguna com-
pensación es equivalente a la pena de confiscación, prohibida expresamente
por el artículo 38 de la Constitución […] También concluyó que el castigo im-
puesto al indígena y a su familia fue desproporcionado. Las consecuencias
materiales y culturales para la familia del defendido eran extremadamente
duras, incluyendo el cambio completo de sus horizontes culturales y la pérdi-
da de todos los recursos económicos necesarios para su supervivencia” (Ver
Bonilla Maldonado, 2006: 159-160).
69
DANTE AUGUSTO PALMA
El bilingüismo y el control
sobre el currículum educativo
Sin embargo existe otro tipo de derechos de grupo que no son in-
trínsecamente restrictivos sino sólo potencialmente restrictivos, algo
que podría encajar con la idea de Kymlicka de que un DEFG puede
utilizarse en un sentido o en otro. Tómese el caso de las reivindicaciones
que muchas comunidades realizan en torno del control del currículum
educativo a partir de que juzgan, seguramente con razón, que la edu-
cación universal realizada por la cultura mayoritaria y a la que se ven
obligados los miembros de la minoría dentro de un determinado Esta-
do, generará, a mediano y largo plazo, la disolución de la comunidad.
23
Una tercera opción más vinculada a la cuestión de la autonomía regional
podría ser generar una suerte de sistema educativo alternativo administrado
por la propia comunidad e independiente del sistema oficial.
70
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Sobre este punto hay algo así como dos reivindicaciones que se-
rían primo-hermanas. Por un lado la oficialización de la lengua y, por
el otro, la educación bilingüe.23 En este sentido, por ejemplo, de los
cinco países que forman la comunidad andina, solamente la reforma
constitucional de 1993 en Perú no incluye la educación bilingüe.
La oficialización de un idioma indígena postergado sin duda
va bastante más allá de lo simbólico y la formación bilingüe
alienta la multiculturalidad tomando en cuenta, como se verá
más adelante, la insoslayable importancia que el lenguaje tiene
para la identidad.
En todo caso, quizás pudiera seguirse algún riesgo para las
libertades individuales de la opción que se barajaba a pie de pá-
gina, esto es, la posibilidad de otorgar a la minoría que lo exija
la potestad sobre el currículum educativo para poder transmitir
la cosmovisión de la misma de manera independiente del sistema
educativo oficial algo que, una vez más, se vincula más con la
problemática de las autonomías y de la delegación de las potes-
tades que pudiera hacer el Estado central. Sin duda, en esta situa-
ción existen dos posibilidades que en la práctica serán cuestión de
grado. A los fines de aportar claridad y precisión se mencionarán
los dos extremos: se puede dar que la comunidad en cuestión
utilice esa potestad sobre el currículum de manera cerrada en el
sentido de comprometerse solamente con la transmisión de los
valores de la propia comunidad. Esto se pondría de manifiesto
si la comunidad tomara la decisión de enseñar únicamente su
idioma porque tal decisión implicaría una clara dificultad, en ni-
ños y jóvenes, para contactarse con otras culturas. Sin embargo,
también se puede dar que la cultura que goza de tal derecho se
encuentre preocupada por fomentar una visión más bien pluralis-
ta, con la consigna de explorar diferentes culturas. Circunscripto
nuevamente al tema del idioma, podría encontrarse una comu-
nidad minoritaria que además de su idioma originario enseñe el
idioma de otras culturas minoritarias o de la cultura mayoritaria
dentro de la cual le toca vivir. Esto facilitaría no sólo el intercam-
bio sino la autonomía individual para tomar decisiones. Así, el
primer uso de este derecho de grupo potencialmente restrictivo,
para decirlo en términos aristotélicos, actualiza la restricción: en
71
DANTE AUGUSTO PALMA
72
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
73
DANTE AUGUSTO PALMA
74
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
75
DANTE AUGUSTO PALMA
76
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
77
DANTE AUGUSTO PALMA
24
Kymlicka menciona algo sobre lo que se volverá a continuación y es la am-
bigüedad inherente a la noción de autodeterminación de los pueblos tal como
lo expresa Naciones Unidas y la forma en que este vacío generalmente fue
interpretado como el derecho a la autodeterminación de las colonias de ul-
tramar pero no fue aplicado al caso de las minorías internas nacionales que
por lo general han sido tan colonizadas y expropiadas como las primeras (Ver
Kymlicka, 1995a: 47-48).
78
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
recen tener que ver con la confusión terminológica que hace que
el autor afirme que este derecho es individual y colectivo a la vez.
79
DANTE AUGUSTO PALMA
80
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
81
DANTE AUGUSTO PALMA
82
CAPÍTULO 4
85
DANTE AUGUSTO PALMA
25
Incluir sólo dos autores de la línea francesa e italiana puede interpretarse
como un recorte arbitrario, lo cual no deja de ser cierto. Con todo, puede con-
siderarse que, de elegir entre los más representativos, Nancy con La comuni-
dad inoperante, tal como reconocen sus pares, no puede obviarse. Algo simi-
lar sucedería con Esposito. Para quien considere que resulta preciso ahondar
en esa línea se recomienda realizar lecturas de Blanchot (1983), Derrida, (1994,
1998), Agamben (2002), Cacciari (1994, 1997). Asimismo podrían agregarse
Nancy (2000) y Esposito (2004).
86
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
87
DANTE AUGUSTO PALMA
88
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
26
Probablemente puedan realizarse críticas a la clasificación de Castells. Sin
embargo, a los fines de este capítulo, se considera que esta clasificación com-
prende correctamente el tipo de identidad sobre la que se quiere hacer hinca-
pié, esto es, la identidad de resistencia.
89
DANTE AUGUSTO PALMA
r&TUÃODPOTUJUVJEBTEFTEFMBDVMUVSBFTUPFT PSHBOJ[BEBTFO
torno a un conjunto específico de valores, cuyo significado
y participación están marcados por códigos específicos de
auto-identificación: la comunidad de creyentes, los íconos
del nacionalismo, la geografía de la localidad. (Castells,
1997: 88)
90
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
27
Esto parece seguirse, como se verá a continuación, aun de pensadores mo-
deradamente liberales como Kymlicka (1995a) cuando aboga por la defensa
de toda cultura societal y bien puede plantearse como un elemento ni descrip-
tivo ni normativo sino valorativo (Ver Giraudo, 2007).
91
DANTE AUGUSTO PALMA
92
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
28
Cabe aclarar que la interpretación que realiza Berlin no es la más común
pues, por momentos, pareciera que el creador del Volkgeist hubiera sido un
antecedente de cierto pensamiento posmoderno, escéptico y relativista. Exis-
ten pasajes en la obra de Herder capaces de ser interpretados en esa línea
pero también existen otros en los que se puede encontrar el germen de un
punto de vista jerárquico que pone a los pueblos del norte de Europa en un
estadio superior de un desarrollo de la humanidad dictado por la Providencia.
29
En esta línea, Berlin lee a Herder como un nacionalista lingüístico no polí-
tico, esto es, un nacionalismo no estatal. Esto significa que, para Herder, si-
guiendo la línea hobbesiana que luego retomará Hegel, es la propia lógica de
los Estados la que conlleva guerras de manera tal que sólo un nacionalismo
93
DANTE AUGUSTO PALMA
94
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
95
DANTE AUGUSTO PALMA
96
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
30
Más allá de las fantasías sexuales de los hombres occidentales de ser captu-
rados por una tribu de ninfómanas amazonas o la insólita propuesta de algún
cardenal de llevar a los homosexuales a una isla para que vivan allí según sus
propias leyes.
97
DANTE AUGUSTO PALMA
98
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
31
Se verá más adelante, con los desarrollos de Nancy y Esposito, que este
ideal de homogeneidad aparentemente perdido no es más que un mito.
99
DANTE AUGUSTO PALMA
100
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
101
DANTE AUGUSTO PALMA
102
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
32
El ejemplo de García Canclini en este punto es el del Spanglish que se pre-
senta como una mezcla entre el idioma inglés y el español como si éstos
fueran formas puras e inmutables y no tuvieran deuda alguna con el griego,
el latín, el árabe y las lenguas precolombinas.
103
DANTE AUGUSTO PALMA
En palabras de Di Tullio:
104
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
105
DANTE AUGUSTO PALMA
106
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
107
DANTE AUGUSTO PALMA
108
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
109
DANTE AUGUSTO PALMA
33
No obstante, en la página 2 de su libro Esposito menciona a Sandel e indica
“Lo que en verdad une a todas estas concepciones es el presupuesto no me-
ditado de que la comunidad es una “propiedad” de los sujetos que une […] O
inclusive, una “sustancia” producida por su unión […] sujetos de una entidad
mayor, superior o inclusive mejor, que la simple identidad individual, pero
que tiene origen en ésta y, en definitiva, le es especular. Desde este punto de
vista […] la sociología de la Gemeinschaft, el neocomunitarismo americano y
las diversas éticas de la comunicación (e incluso […] la tradición comunista),
están de este lado de la línea, la misma que los relega al carácter impensado
de la comunidad” (Esposito, 1998: 22-23).
110
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
111
DANTE AUGUSTO PALMA
112
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
113
DANTE AUGUSTO PALMA
La comunidad imposible
114
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
34
Se lo mencionaba algunas líneas atrás con la célebre muerte de Dios expuesta
en Así hablaba zaratustra (1883) pero aún podría remontarse algunas décadas
más atrás para alcanzar los desarrollos de Max Stirner (1845) autor cuyo pensa-
miento sin duda debe presentarse como un antecedente de Nietzsche.
35
Es interesante observar esto en aquella obsesión de la civilización, espe-
cialmente profundizada en el siglo XIX, por encontrar la lengua perfecta que,
desde ciertos puntos de vista, no era otra cosa que la lengua de Dios, aquella
que les habría sido dada a los hombres y que fue extraviada como castigo en
aquel carnaval de la confusión que fue Babel. Para profundizar esta idea, ver
Eco (1993) y Olender (2005). Se ha trabajado este punto también en Palma, D.
(2010).
36
No es casual que Nancy entienda que Rousseau sea el primer pensador de
la comunidad y que en su propuesta política haya claras reminiscencias cris-
tianas en la idea de aquel orden originario armónico que fue corrompido por
la instancia moderno-individualista, y de la cual es necesario salir a través de
un contrato social que restituya esa comunión en una instancia de superación
de los dos momentos anteriores (Ver Rousseau, 1762).
115
DANTE AUGUSTO PALMA
116
CAPÍTULO 5
119
DANTE AUGUSTO PALMA
120
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
37
Esta es la crítica a las minorías liberales cuyo emblema es el de los movi-
mientos por los derechos civiles en Estados Unidos a lo largo de la década del
50 y el 60. A tales minorías se las acusa de no comprender que el Estado es
aquel que lleva adelante la segregación de lo cual debiera seguirse que exigir-
le derechos sólo puede llevar a una adaptación estatal con el fin de domesticar
la fuerza emancipatoria de las reivindicaciones.
121
DANTE AUGUSTO PALMA
122
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
123
DANTE AUGUSTO PALMA
124
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
125
DANTE AUGUSTO PALMA
126
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Los descategorizados
127
DANTE AUGUSTO PALMA
128
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Ejemplos típicos de este tipo de líneas serían los Estados y las ins-
tituciones en general. Pero también son las líneas que determinan
la identidad y la transforman en una categoría ahistórica a partir
de la cual es posible clasificar linajes.
Sin embargo, D+G encuentran un segundo tipo de línea que
a diferencia de la mencionada se caracteriza por ser flexible y
fluyente, estableciendo relaciones menos estáticas, menos locali-
zables y en constante cambio: las líneas de segmentariedad mo-
leculares. En términos de los autores, es posible distinguir estas
líneas a partir de la oposición entre dos tipos de políticas: una
macro y una micropolítica:
129
DANTE AUGUSTO PALMA
Las líneas de fuga son para D+G las más peligrosas para el
Estado pues como línea de fuga puede haber un individuo o un
colectivo que construye nuevas armas contra contra él e incluso
contra la sociedad misma. Sin embargo, no se trata de que el indi-
viduo o el colectivo sigan a la línea de fuga sino que ellos mismos
en su actividad de fuga la constituyen. No hay una línea de fuga a
la espera de los que escapan sino que son los que escapan los que
la construyen, es la identidad que “se hace siendo”.
El pensar arborescente contra el que se dirige Deleuze encuen-
tra su apogeo en todo método que pretenda reconocer un indi-
viduo en referencia a un universal. En otras palabras, la manera
en que Platón y, especialmente, Aristóteles logran llegar a la indi-
viduación es a través de lo que suele conocerse como proceso de
especificación, esto es, una clasificación que, partiendo del género
y ramificándose en diferentes especies, llega por fin al individuo.
Según D+G, esta forma taxonómica aprisiona a lo singular
que es, por definición, irreductible a lo universal. Para apoyar
esta idea, recurren a un concepto de Duns Scoto: la haecceitas
o haecceidad. Este concepto, en la metafísica aristotélica no de-
signaría otra cosa que los accidentes que inhieren en la sustancia
(por ej. el color verde de una mesa). Sin embargo, Duns Scoto
intenta rescatar el aspecto individualizante de esas variaciones de
intensidad, de grado y de velocidad. En palabras de D+G:
130
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
131
DANTE AUGUSTO PALMA
Devenir nómade
132
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
133
DANTE AUGUSTO PALMA
38
Esta misma idea se encuentra en Butler cuando denuncia al aparato jurídico
moderno que separa al género del sexo y ubica a este último como una esta-
bilidad biológica, natural y prediscursiva: “El género no es a la cultura lo que
el sexo es a la naturaleza. El género también es el medio discursivo/cultural a
través del cual la “naturaleza sexuada” o “un sexo natural” se forma y esta-
blece como “prediscursivo”, anterior a la cultura, una superficie políticamente
neutral sobre la cual actúa la cultura” (Butler, 1999: 55-56).
39
La utilización del término minoritario en lugar de minoría manifiesta una
diferencia esencial. Porque hablar de minorías hace referencia a la cantidad
de individuos que forman un grupo y D+G reservan este término para aque-
llos grupos que, ocupando un lugar postergado en la sociedad, aspiran a una
condición de trato igualitario. El devenir minoritario, en cambio, no aspira a
un trato igualitario dado que es una concepción antisistémica que intenta huir
de los patrones de la axiomática moderna. No tiene que ver con el número del
grupo devenido sino con la relación que establece con la axiomática.
134
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
135
DANTE AUGUSTO PALMA
136
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
137
DANTE AUGUSTO PALMA
40
Se volverá sobre este particular en el último capítulo donde diversas clarifica-
ciones arrojarán, como consecuencia, la necesidad de matizar esta afirmación.
138
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
139
DANTE AUGUSTO PALMA
140
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
141
DANTE AUGUSTO PALMA
41
Se menciona aquí el término pene para que el lector pueda comprender
mejor aquello a lo que la autora se refiere. Sin embargo, por las razones que
se expondrán a continuación, se verá que se debe prescindir de este término.
42
Más adelante, Preciado desarrolla esta idea “Así, mientras que en un primer
momento el dildo parece un sustituto artificial del pene, la operación de corte
ya ha puesto en marcha un proceso de deconstrucción del órgano-origen. De
la misma manera que la copia es la condición de posibilidad del original y que
el suplemento sólo puede suplir en la medida en que es más real y efectivo
que aquello que pretende suplementar, el dildo, aparentemente representante
de plástico de un órgano natural, produce retroactivamente el pene original.
Gracias a una pirueta macabra que nos tenía guardada la metafísica, el dildo
precede al pene” (Preciado, 2002: 66).
142
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
143
DANTE AUGUSTO PALMA
144
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
145
DANTE AUGUSTO PALMA
146
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
147
DANTE AUGUSTO PALMA
148
CAPÍTULO 6
43
Este capítulo se basa en el artículo que publiqué en Contrastes. Revista In-
ternacional de Filosofía bajo el título “Sujetos de derecho y cuerpos perfor-
mativos. Interrogantes sobre un diseño institucional capaz de proteger a las
minorías”.
151
DANTE AUGUSTO PALMA
44
Sobre este punto es interesante la postura de Butler que puede pensarse
en diálogo con Laclau acerca del uso de los universales en política. Para la
autora de El género en disputa, las categorías de identidad no son descrip-
tivas sino normativas de lo cual se siguen que acaban generando exclusión.
En otras palabras, el intento universalizador del colectivo mujer encierra una
faccionalización que acaba imponiendo el criterio falsamente descriptivo que
aparentemente es el distintivo del colectivo. Esto era lo que se veía algunos
capítulos atrás con la crítica del poscolonialismo al feminismo liberal. Ver But-
ler, 1992: 32-33.
152
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
45
Por ejemplo, refiriéndose al caso de la constitución de la identidad indígena
en Colombia desde el momento de la colonización hasta la reforma constitu-
cional del 91 en la que se reconoce jurídicamente a las diversas comunidades,
Ariza afirma: […] El sujeto jurídico es el resultado de una maquinaria jurídica
que recibe como insumo un saber sobre la alteridad y que, a cambio, emite
un discurso sobre los rasgos que constituyen al sujeto que considera como el
auténtico destinatario de las normas jurídicas (Ver Ariza, 2009: 55-56).
46
Además de los que se mencionarán a continuación, algunas referencias
interesantes acerca de la noción de lo performativo se las puede hallar en
Searle, (1969); Pratt (1977); Johnson (1980) y Felman (1983).
153
DANTE AUGUSTO PALMA
47
Es interesante aquel comentario de Searle acerca de la distinción entre dos
perspectivas no incompatibles dentro de la filosofía del lenguaje: la que se
ocupa de las expresiones del habla y la que se ocupa del significado de las
oraciones. Si a Searle y a Austin se los ubica en el primer grupo, sin dudas, al
primer Wittgenstein, esto es, el del Tractatus, se lo ubica en el segundo. Para
profundizar en este punto ver Searle (1969: cap. 1).
154
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
48
La dimensión ilocucionaria es la que más le interesa a Searle y en su Actos
de Habla, hace una lista de los verbos en castellano que suponen actos ilo-
cucionarios. Allí menciona: enunciar, describir, aseverar, aconsejar, observar,
comentar, mandar, ordenar, pedir, criticar, pedir disculpas, censurar, aprobar,
dar la bienvenida, prometer, objetar, solicitar, argumentar. Más allá de que
excede este trabajo, cabe mencionar que el propio Searle duda de la distin-
ción austiniana entre actos locucionarios e ilocucionarios. Ver Searle, (1968) y
(1969: cap 1).
155
DANTE AUGUSTO PALMA
49
Más allá de que excede este trabajo, cabe mencionar, por ejemplo, la utili-
zación que hace un pensador marxista y materialista como Paolo Virno, de la
noción de performatividad. Pues él entiende que los enunciados performati-
vos permiten realizar un acto sin referencia alguna o línea causal. Es por eso
que quien toma la palabra está dando inicio a un evento único e irrepetible.
Incluso, como se verá a continuación, Virno intenta ir bastante más allá que
Butler para poder afirmar la existencia de lo que él denomina el “performa-
tivo absoluto” cuya única forma es el “yo hablo”. Este “yo hablo” es anterior
a cualquier acto performativo y manifiesta la supremacía del acto por sobre
el contenido de lo que se dice. Asimismo este performativo anómalo, en tér-
minos del propio Virno, es incapaz de ser desafortunado porque no depende
del contexto histórico-institucional en el que se formule. En este sentido, la
afirmación “yo hablo” nunca puede estar viciada pues su mera enunciación
supone el cumplimiento de la acción.
50
El elemento contextual, la dimensión social, es central en el performativo a
punto tal que un pensador como Lazzarato (2006b) lo destaca para estructurar
su propio punto de vista y a su vez distinguirse del de Virno. Para Lazzarato, el
performativo absoluto de Virno, el “yo hablo”, no tiene en cuenta la verdadera
potencia del performativo, esto es, la obligación social que genera y, con ello,
su fuerza creadora y transformadora.
156
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
157
DANTE AUGUSTO PALMA
158
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
51
Tomando, por ejemplo, la línea liberal de la tradición contractualista, los sis-
temas jurídicos buscan positivizar una serie de derechos naturales que son
poseídos desde un principio por los individuos. Esta misma idea es la que
sostiene la política de Derechos Humanos al afirmar que todo hombre inde-
pendientemente del tiempo y el espacio en que le toca vivir posee una serie
de derechos que no pueden ser vulnerados.
159
DANTE AUGUSTO PALMA
160
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
161
DANTE AUGUSTO PALMA
52
Independientemente de si este punto de vista de Butler es correcto no, se en-
cuentra aquí un elemento que Lazzarato parece pasar por alto en su crítica. Para
el italiano, Butler, es una constructivista que olvida la necesidad de una materia-
lidad exterior a la lengua. En esta línea, Lazzarato considera que el performativo
de Butler no toma en consideración las resistencias materiales que le pueden
aparecer a la suposición omnipotente del performativo (Ver Lazzarato, 2006a: 21).
162
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
163
DANTE AUGUSTO PALMA
164
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
tes para resignificarlos. Esto sólo puede ser posible una vez que
Butler hace suya la noción derridiana de iterabilidad, esto es: las
repeticiones nunca son repeticiones de lo mismo puesto que cada
intento de actuar lo mismo aporta una diferencia que hace que
todo acto sea irrepetible53. Esta pequeña diferencia, que no supo-
ne una jerarquía propia del pensamiento platónico del modelo
y la copia, es la que en sucesivas repeticiones puede aportar un
cambio sustancial y es lo que puede operar como un acto, a la
larga, liberador y transformador.54 Probablemente, esta idea le
debe bastante a la expuesta por Borges en “Pierre Menard, autor
del quijote”, donde el personaje del cuento se propone transcribir
el texto de Cervantes palabra por palabra sin incurrir en un pla-
gio, algo que sólo resulta posible en la medida en que se concibe
que una obra nunca está terminada sino que recibe continuas
resignificaciones según el lector de cada época. Pierre Menard,
parece así un candidato a ser el sujeto de la subversión paródica
de Butler. Alguien que hace lo mismo pero diferente y donde no
hay más que contextos sin sujetos.
53
La noción de iterabilidad le sirve a Butler para reflexionar también acerca de
los discursos del odio racistas y para encarar la performatividad del discur-
so de la pornografía que acaba subordinando a las mujeres y el cual, como
todo discurso discriminatorio, estaría avalado por la no sanción por parte del
Estado. Para profundizar sobre la controversia en torno al discurso de la por-
nografía y el modo en que afecta a sus destinatarios, ver Mac Kinnon (1993)
y Butler (1997).
54
Butler entiende que la utilización de la iterabilidad derrideana la distingue
del punto de vista de Foucault: “Foucault caracteriza la ley lacaniana como
performativa jurídica: ‘habla y esa es la norma’; esta ley es ‘monótona y está
aparentemente condenada a repetirse’. Aquí Foucault supone que esta repe-
tición es una repetición de aquello que es idéntico a sí mismo. De modo que
Foucault entiende que las acciones performativas y repetitivas de la ley laca-
niana producen sujetos uniformes y homogéneos; los sujetos normalizados
de la represión (Butler, 1993: 48).
165
DANTE AUGUSTO PALMA
166
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
167
CAPÍTULO 7
169
DANTE AUGUSTO PALMA
55
Se puede englobar bajo esta denominación a Butler, Laclau, Mouffe y Zizek
entre otros. Para profundizar en esta línea existe el muy buen trabajo de Sta-
vrakakis (2007).
170
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
56
Antes existieron elaboraciones más generales acerca de la relación entre
verdad y falsedad que obviamente incluían a la ficción como una de las for-
mas de esta última a tal punto que muchas veces era difusa la diferenciación
entre una serie de categorías que en el mundo contemporáneo tienen una
especificidad. Un ejemplo es la famosa discusión en torno a la expulsión de
los poetas en República y si bien Aristóteles fue menos taxativo con la ficción
y resaltó, por ejemplo, la utilidad catártica de la misma, resulta claro que en
la antigüedad sería impensable encontrar perspectivas que pudieran vincular
de algún modo a la ficción con el proceso de conocimiento y de llegada a la
verdad.
171
DANTE AUGUSTO PALMA
57
Más allá de que, como se verá a continuación, existen claramente diferen-
cias entre uno, el giro en torno a la naturaleza de la Norma Fundamental sólo
puede entenderse a la luz de la propuesta de Vaihinger. En palabras del propio
Kelsen: “La norma básica de un orden jurídico o moral […] no es ninguna
norma positiva, sino sólo pensada, o sea una norma fingida […] Como tal es
una ficción auténtica o “propia” en el sentido de la filosofía del “como si”, de
Vaihinger, que se caracteriza no sólo por el hecho de que contradice la reali-
dad, sino que es en sí misma contradictoria” (Ver Marí, 2002: 357).
172
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
58
En un apéndice titulado “Nietzsche und seine Lehre von bewusst gewollten
Schein” (La voluntad de ilusión en Nietzsche) agregado a la segunda edición
de 1913 de La filosofía del ‘como sí’, Vaihinger realiza un análisis exhaustivo
de los diferentes pasajes en los que Nietzsche denuncia buena parte de las
ficciones que son sistematizadas en su libro.
173
DANTE AUGUSTO PALMA
59
Vaihinger, una vez más, rastrea en Nietzsche esta clave de la ficción que
será su carácter de “falsedad consciente”. Sin embargo, la tematización de las
ficciones realizada por el autor de Humano demasiado humano merece ser
desagregada. En esta línea Vaihinger encuentra que en los escritos de juven-
tud de Nietzsche, la utilización de la ficción o ilusión parecía restringida al arte,
algo que cambia en el período de escritos póstumos de su período juvenil
para abarcar el campo del conocimiento en general. Es allí donde se empieza
174
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
a vislumbrar que para Nietzsche la ficción es constitutiva del modo en que los
hombres aprehenden lo real. Luego habría un segundo período caracterizado
por cierta tensión probablemente fruto de las incoherencias o imprecisiones
de la pluma nietzscheana en la que conviven una suerte de crítica a la nece-
sidad de utilización consciente de la falsedad con el modo en que Nietzsche
hace referencia explícita a las ficciones propias de las matemáticas, de las
ciencias naturales en general e, incluso, de categorías centrales para la políti-
ca y la filosofía, como libertad, sujeto y ser. Esta última línea se profundiza en
lo que sería un tercer período que incluye especialmente escritos póstumos
de adultez donde Nietzsche se inclinaría por la reivindicación de la utilización
consciente de la ficción y de la utilidad de las mismas (Vaihinger, 1913).
175
DANTE AUGUSTO PALMA
60
Empiezan a vislumbrarse aquí las dificultades respecto a tomar, sin más, la
visión de Vaihinger para aplicarla a la problemática de los derechos. Pensar que
los sujetos de derechos pueden ser, al principio, determinados a través de una
ficción cuyo sentido es una transición hacia una verdad supondría quedar pre-
sos del ideal representacional. ¿Qué espacio quedaría para el nuevo sujeto que
intenta construir el feminismo crítico si el límite de esa ficción, al fin de cuentas,
chocará con la “realidad objetiva” del cuerpo “mujer” en tanto receptáculo de
los derechos liberales y occidentales?
61
Sobre este punto, Kelsen discrepa amparado en que la ficción puede pensarse
tanto como una contradicción con la realidad natural como con el derecho en-
tendido como objeto de una ciencia jurídica. En este sentido, considera que las
ficciones del derecho no son provisionales sino definitivas. Este carácter defini-
tivo de la ficción es el que lo lleva a afirmar que no deben admitirse las ficciones
jurídicas (de la legislación y la aplicación) en el derecho (Ver Kelsen, 2003: 43-46).
176
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
177
DANTE AUGUSTO PALMA
62
Contra el uso de ficciones en el derecho está la postura del realismo jurídico
de Alf Ross quien cita a Vaihinger para mostrar que la definición de ficción
como suposición conscientemente falsa es contradictoria. Para Ross si la fic-
ción es una proposición que ha sido aceptada conscientemente se caería en
la paradoja de que alguien considera que una misma proposición es falsa y
verdadera a la vez. Sobre la postura de Ross, ver Ross (1971); Marí, (2002);
Kelsen, Fuller y Ross (2003).
178
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
179
DANTE AUGUSTO PALMA
180
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
181
DANTE AUGUSTO PALMA
182
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
183
DANTE AUGUSTO PALMA
184
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
64
De hecho, en este diálogo, el personaje Sócrates recurre a la analogía entre
la actividad del que nombra y la actividad del que pinta. Ambas son vistas
como formas de representación.
185
DANTE AUGUSTO PALMA
186
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
187
DANTE AUGUSTO PALMA
nuevo lenguaje del derecho que sea capaz de contener las nue-
vas identidades sin funcionar como un corset y sin forzarlas a
ingresar en alguna de las categorías que se presentan como repre-
sentantes fidedignas de un dato de lo real. Este campo abierto a
las posibilidades del lenguaje del derecho, sin duda, conlleva la
amenaza del relativismo y el riesgo de que, en pos de mejorar la
situación de hombres y mujeres individualmente o grupos espe-
cíficos se acaben perdiendo los importantes logros conseguidos
en lo que a protección y garantías refiere. Este parece el principal
desafío pero la propuesta específica en este sentido, será motivo
de los capítulos que siguen.
188
CAPÍTULO 8
EL CONCEPTO DE PERSONA
66
“It does seem that the original meaning of the word was exclusively that of
“mask”. Naturally the explanation of latin etymologists, that persona, coming
from per/sonare, is the mask through which (per) resounds the voice (of the
191
DANTE AUGUSTO PALMA
actor) is a derivation invented afterwards[…] In reality the word does not even
seem from a sound latin root. It is believed to be Etruscan origin, like other
nouns ending in “na” […] Meillet and Ernout´s Dictionnarie Etymologique
compares it to a word farsu, handed down in garbled form, and M. Benveniste
informs me that it may come from a Greek borrowing made by Etruscans
“perso”.Yet it is the case that materially even the institution of masks, and in
particular of masks of ancestors, appears mainly to have had its home in Etru-
ria. The Etruscans had a “mask civilization” (Mauss, 1985: 14-15).
192
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
193
DANTE AUGUSTO PALMA
194
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
195
DANTE AUGUSTO PALMA
196
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
67
De hecho Esposito va bastante más allá e incluye al nazismo en esta idea
de un cuerpo objetivado y pasible de ser administrado. La diferencia radicaría
en que mientras el liberalismo delega en el individuo la potestad de dominio
sobre su cuerpo, la biocracia nazi la ejerce sobre la especie humana en su
conjunto.
197
DANTE AUGUSTO PALMA
198
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
68
Agamben (1994) también va en esta línea cuando desarrolla la relación exis-
tente entre el derecho y la vida para dar cuenta de su enfoque biopolítico. En
este sentido, se sirve de la figura del hábeas corpus, esto es, la figura que
exige la presencia física, para mostrar hasta qué punto el sujeto de derecho, la
persona, necesita indefectiblemente de un cuerpo que pueda ser el deposita-
rio de esos derechos. En otras palabras, hay derechos si y sólo si hay cuerpo
y es aquí donde el campo de la máscara y la nuda vida parecen no sólo vincu-
larse sino superponerse.
69
Sólo a partir de la idea del volkgeist preexistente, en este caso, “hecho car-
ne” en una lengua nacional, puede entenderse que “el régimen nazi llevó a
un grado nunca antes alcanzado la biologización de la política: trató al pueblo
alemán como un cuerpo orgánico necesitado de una cura radical, consistente
en la extirpación violenta de una parte de él muerta ya espiritualmente […]
[El nazismo] dirige sus dispositivos protectores contra su propio cuerpo, tal
como sucede con las enfermedades autoinmunes” (Esposito, 2004:19).
199
DANTE AUGUSTO PALMA
200
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
201
DANTE AUGUSTO PALMA
202
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
203
DANTE AUGUSTO PALMA
204
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
205
DANTE AUGUSTO PALMA
206
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
70
Con todo, como se verá a continuación, Esposito reconoce su desorienta-
ción respecto a qué tipo de sociedad lleva este intento de sutura entre persona
y vida, y hace parte de esta desorientación al propio Foucault. Pero a favor,
podrían retomarse las palabras de Gandal cuando afirma que “Aquellos que
busquen en la obra de Foucault soluciones políticas se verán frustrados. Su
proyecto –tanto en su política como en sus historias– no era ofrecer solucio-
nes, sino identificar y caracterizar problemas. (Gandal, 1986: 122-124; 129).
Para profundizar más en este aspecto ver Halperín (2004).
71
Estas mismas dudas acerca de la desustancialización se siguen, incluso, de
un crítico feroz de las repúblicas liberales como Agamben quien, a pesar de
llegar a la temeraria afirmación de que el nazismo y el fascismo siguen siendo
actuales en Occidente, admite que su propuesta no busca “desvalorizar las
conquistas y los esfuerzos de la democracia” (Agamben, 1995: 18).
207
CAPÍTULO 9
209
DANTE AUGUSTO PALMA
210
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
211
DANTE AUGUSTO PALMA
72
Compárese ese pasaje con estas dos afirmaciones que realiza Kuhn en La
estructura de las revoluciones científicas: “La educación científica inculca lo
que la comunidad científica conquistó anteriormente con dificultad: una pro-
funda adhesión a un modo particular de contemplar el mundo y de practicar
la ciencia en él […] Al definir para el científico los problemas que es menester
investigar y el carácter de las soluciones aceptables para ellos, tal adhesión
es realmente constitutiva de la investigación. Normalmente el científico se
dedica a resolver problemas, como el jugador de ajedrez, y la adhesión que
induce la educación recibida es lo que le proporciona las reglas del juego
que se juegas en su época (Kuhn, 1969: 349); […] Quienes se dedican a una
especialidad científica madura adhieren profundamente a una manera de con-
siderar e investigar la naturaleza que se basa en un paradigma. Su paradigma
les dice qué tipo de entidades pueblan el universo y el modo en que se com-
portan los miembros de esa población; además, les informa de las cuestiones
que pueden plantearse legítimamente sobre la naturaleza y de las técnicas
que pueden usarse apropiadamente en la búsqueda de respuestas a dichas
cuestiones” (Kuhn, 1969: 359).
212
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
213
DANTE AUGUSTO PALMA
73
Lo cual no es otra cosa que la crítica al ideal correspondentista o represen-
tacional que se venía desarrollando aquí.
214
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
215
DANTE AUGUSTO PALMA
216
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
217
DANTE AUGUSTO PALMA
218
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
74
Este “último Popper” que avalaría la idea del convencionalismo de los
enunciados básicos es el que se sigue de la interpretación de Lakatos (1968).
219
DANTE AUGUSTO PALMA
El a priori histórico
220
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
221
DANTE AUGUSTO PALMA
222
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
223
DANTE AUGUSTO PALMA
224
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
75
Y también, claro está, puede ser muy útil aun para las identidades de las
comunidades ancestrales. Pues lo indígena no es un dato sino la consecuen-
cia performativa de discursos sociales y jurídicos. A tal punto la identidad no
es un referente objetivo que no es casual que la gran mayoría de los censos
acaben permitiendo que sea el propio consultado el que se autodefina. (Ver
Gros, 2000)
225
DANTE AUGUSTO PALMA
226
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
227
DANTE AUGUSTO PALMA
228
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
229
DANTE AUGUSTO PALMA
76
Recuerda Sibilia “En algunos de esos relatos de William Gibson, por ejemplo,
los personajes dejan de usar el pasaporte como documento personal de identi-
dad. […] En un sentido semejante se puede interpretar la ironía de un enorme
cartel que dominaba, en los años noventa, el sector de migraciones del principal
aeropuerto de Nueva York. Una publicidad de la tarjeta de crédito American Ex-
press saludaba así a los ciudadanos de diversos países que hacían largas filas
para ingresar legalmente a los Estados Unidos: “si usted tiene American Express,
no necesita visa”, un juego de palabras evidente con la marca Visa –principal com-
petidora de la compañía anunciante– y el término visa (Sibilia, 2009: 30-31).
230
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
231
DANTE AUGUSTO PALMA
232
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
77
“Foucault no ha escrito una teoría del poder, si por teoría entendemos una
exposición sistemática. Más bien nos encontramos con una serie de análisis,
en gran parte históricos, acerca del funcionamiento del poder” (Castro, 2004:
262).
78
Es interesante la autocrítica que Foucault realiza respecto a la concepción
errada que tenía del poder y el modo en que la fue modificando. Así, en una
entrevista de 1977 afirma que en 1969 cuando dio aquella conferencia titulada
“El orden del discurso” estaba en un momento de transición respecto de su
idea del poder “Hasta ese momento aceptaba la concepción tradicional del
poder, el poder como mecanismo esencialmente jurídico, lo que dice la ley, lo
que prohíbe, aquello que dice no, con toda una letanía de efectos negativos:
exclusión, rechazo, barrera, negaciones, ocultaciones, etc. Ahora bien, consi-
dero inadecuada esta concepción” (Foucault, 1992: 164).
233
DANTE AUGUSTO PALMA
234
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
79
Incluso Agamben, un pensador que recogió el desarrollo de la biopolítica,
parece quedar sumergido en una concepción del poder jurídica. Esto es lo que
podría inferirse de la preponderancia que le da al Estado moderno y al dere-
cho al momento de considerar la lógica biopolítica del occidente actual. En
este sentido, el universalismo de los derechos humanos descansaría en una
moralidad que se manifiesta en un Estado en que la vida natural acaba siendo
incorporada en el ámbito del derecho. Ver, por ejemplo, Agamben, 1995: 148.
80
No casualmente uno de sus últimos cursos llevó el título de “El gobierno
de sí y de los otros”.Tanto en éste como en El coraje de la verdad aparece el
interés por la parresía entendida como el concepto que permite darle unidad
a la dimensión ética (con uno mismo) y la dimensión política (con los otros).
235
DANTE AUGUSTO PALMA
236
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
237
CAPÍTULO 10
239
DANTE AUGUSTO PALMA
Son varias las feministas que aun desde un punto de vista clara-
mente deconstructivo observan las dificultades que podría acarrear
la completa disolución del sujeto. Sin embargo, de todas ellas, el
caso de Gayatri Spivak parece ser el paradigmático a tal punto que
hacia fines de los años 80 formuló uno de los conceptos por la que
ha resultado más reconocida: el esencialismo estratégico.
Spivak afirma que si la tensión se da entre, por un lado, una
esencialidad minoritaria que por su constitución acaba siendo
240
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
81
Como se indicase en el capítulo 3, en varios países existe la reserva fija de
escaños, aunque siempre vinculado a minorías étnicas y no, por ejemplo, a
minorías sexuales. Es el caso de Bután, Croacia, Chipre, Etiopía, Fiji, Maurita-
nia, Nueva Zelanda, Nigeria, Samoa, Singapur, Eslovenia, Suiza y Venezuela,
entre otros (Ver Htun, 2004: 441-442).
241
DANTE AUGUSTO PALMA
82
En el caso de Argentina, la ley de cupo femenino sancionada en 1991 ha gene-
rado una transformación total en la fisonomía del cuerpo legislativo. En la cáma-
ra de diputados, en la década anterior a la entrada en vigencia de la ley, la par-
ticipación femenina osciló entre 4,3% y 6,3%. Sin embargo, desde 1991, se dio
primero un salto a 13,6% (período 1993/1995), luego a 28,4 (período 1997/1999)
para llegar a 35,8% en la última medición de 2005/2007. Esto, incluso, muestra
que la ley ha generado un cambio cultural puesto que el porcentaje de mujeres
supera ampliamente el cupo de 30%. En la Cámara de Senadores sucede algo
similar: de un 4,2% en el período 1992/1995 a un 42,3% en 2005/2007. Ver Borner,
Caminotti y Marx, (2007: 81, 83).
83
Esto se sigue, por ejemplo, de la propia Butler en una entrevista del año 2001
que menciona Mattio (2009): “El haber tomado el derecho al matrimonio como
el ítem más importante de la agenda política gay, supone cuatro cuestiones pro-
blemáticas: (1) prescribe, alienta y protege relaciones maritales monógamas
de larga duración cuando muchos miembros del colectivo GLTTTBI establecen
otras formas de intimidad y alianza sexual; (2) rompe su alianza con las personas
GLTTTBI solteras, con los heterosexuales fuera del matrimonio, con los padres
y madres solteros, y con formas alternativas de parentesco que tienen su pro-
pia dignidad e importancia; (3) parece abandonar su interés por el SIDA para
producir una imagen pública de nosotros mismos como un conjunto de parejas
decentes más que como una comunidad todavía preocupada por los efectos de
una epidemia, cuyo adecuado tratamiento sigue siendo escasamente disponible
para quienes no tienen medios adecuados; (4) al insistir en la importancia del
242
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
243
DANTE AUGUSTO PALMA
244
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Esta misma idea aparece en una entrevista que ella dio un año
antes, en 1986, donde se pronuncia sin ambages: “Since one can-
not not be an essentialist, why not look at the ways in which one
245
DANTE AUGUSTO PALMA
246
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
247
DANTE AUGUSTO PALMA
85
De hecho, en esta misma charla Mouffe acusa a Butler de que su postura no
evita las debilidades de la noción spivakiana de “esencialismo estratégico”
(Butler, Aronowitz, et al., 1992: 115-116).
248
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Sin embargo, como ella misma aclara unas líneas más adelan-
te, el enemigo no es la estrategia o la provisionalidad sino los ries-
gos de que aquello que fue en un momento un uso práctico ancla-
do en una coyuntura, acabe sedimentándose y naturalizándose.
El pasaje recién citado da a entender que estratégicamente, en un
horizonte claramente patriarcal, había una necesidad de ficcionar
una unidad del colectivo mujer más allá de que los triunfos en
cuanto a igualación de derechos refieren, puedan haber sido la
excusa para invisibilizar las diferencias al interior del grupo. Con
razones similares a las que esgrimió Spivak para rechazar la utili-
zación del esencialismo estratégico, Butler afirma:
249
DANTE AUGUSTO PALMA
250
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
86
Puede interpretarse como sintomático que un téorico y activista gay como Da-
vid Halperin llame a una reapropiación estratégica del pensamiento de Foucault,
esto es, de probablemente, uno de los máximos referentes de Butler y Spivak:
“Gradualmente los gays de Estados Unidos hemos comprendido que lo que de-
bemos enfrentar para sobrevivir en esta era genocida no son sólo los agentes es-
pecíficos de opresión […] sino más bien las estrategias pregnantes y polimorfas
de homofobia que modelan los discursos públicos y privados […] Los discursos
homofóbicos funcionan más bien como piezas de estrategias más generales y
sistemáticas de deslegitimación. Si hay que resistirlos, debemos hacerlo estraté-
gicamente –es decir, combatiendo una estrategia con otra” (Halperin, 2004: 55).
251
DANTE AUGUSTO PALMA
pero para retomar tal cuestión puede ser útil encarar una crítica
que, al fin de cuentas no es demasiado distinta a la que Derrida le
formulara a Austin en lo que respecta a la impronta moderna que
supondría que detrás de cada acto performativo hay una voluntad,
una conciencia, un sujeto. Esta misma crítica es la que realiza La-
clau en la conversación citada algunos párrafos antes. (Ver Butler,
Aronowitz, et al, 1992)
El autor de La razón populista por un lado advierte acerca de
la plurivocidad del término esencialismo, el cual desde algunas
corrientes filosóficas es interpretado como aquello incapaz de ser
corruptible. En este sentido, hablar de un esencialismo estratégico
pareciera impropio pues la estrategia supone la posibilidad de mo-
dificación. Por otro lado, en lo que se mencionaba algunas líneas
atrás y es la crítica más importante, la idea de estrategia descansa
en la posibilidad de manipulación y no existe manipulación en sí
sino que la estrategia es siempre estrategia de un algo que está por
detrás. Ese algo, claro está, es el sujeto. Lo interesante es que esta
crítica se le hace a Butler y no a Spivak, de lo cual se seguiría que
Laclau entiende que la propuesta de Butler no difiere de la autora
de origen indio. Sin embargo, la respuesta de Butler es la misma que
utilizó para desmarcarse de Austin y es la que fue desarrollada aquí
en capítulos anteriores, esto es, la performatividad del género y del
cuerpo entendida como una sucesión de actos sin sujeto preexisten-
te: puros efectos que dan a entender una (falsa) causa.
Sin embargo tampoco resulta fácil aceptar la postura de Butler
porque no resulta claro qué entidad es la que decide llevar adelante
esa sucesión de actos performativos liberalizadores e iterables cuyas
repeticiones nunca son idénticas y que podrían a la larga derivar en
una nueva identidad.
Desde el punto de vista de este trabajo, se considera que efecti-
vamente Butler queda presa de la idea de sujeto moderno, algo que
se vislumbra con claridad cuando reconoce que el sujeto capaz de
producir el cambio es un “sujeto sujetado” dentro de las categorías
metafísicas binarias de occidente. Sin embargo, se puede considerar
que esto no tiene por qué resultar problemático. En este sentido,
ante las críticas que Derrida o Laclau pudieran hacerle a Austin, la
respuesta que desde aquí se daría es “sí, efectivamente, se presupone
252
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
87
Aun Butler, que, como se observó, es una de las críticas más feroces a los
esencialismos humanistas liberales, reconoce la importancia de la lucha en
torno a la igualación de derechos: “Dentro del feminismo parece haber cierta
necesidad política de hablar como y para las ‘mujeres’, y yo no disputaría esa
253
DANTE AUGUSTO PALMA
254
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
Es verdad que los negros nunca creímos del todo en los dere-
chos. Pero también es verdad que los negros creímos en ellos
tanto y tan fuertemente que creamos vida donde no había;
nos asimos a ellos, pusimos la esperanza de ellos en nuestros
vientres, fuimos sus madres, no las madres de sus conceptos.
Y este proceso no fue el seco proceso de la reificación, en
el que la vida se exprime y la realidad se desvanece a medi-
da que el determinismo conceptual se endurece alrededor;
sino su opuesto. Fue la resurrección de la vida entre cenizas
de cuatrocientos años. Crear algo de la nada exigió mucho
fuego alquímico –la fusión de toda una nación y encender a
varias generaciones […] Al descartar los derechos completa-
mente, uno descarta un símbolo demasiado arraigado en la
psiquis de los oprimidos como para que se pierda sin trauma
y mucha resistencia. (Brown y Williams, 2003: 70-73)
255
DANTE AUGUSTO PALMA
256
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
257
DANTE AUGUSTO PALMA
258
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
259
DANTE AUGUSTO PALMA
260
BIBLIOGRAFÍA
263
DANTE AUGUSTO PALMA
264
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
265
DANTE AUGUSTO PALMA
266
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
267
DANTE AUGUSTO PALMA
268
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
269
DANTE AUGUSTO PALMA
270
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
271
DANTE AUGUSTO PALMA
272
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
273
DANTE AUGUSTO PALMA
274
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
275
DANTE AUGUSTO PALMA
276
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
277
DANTE AUGUSTO PALMA
278
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
279
DANTE AUGUSTO PALMA
280
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
281
DANTE AUGUSTO PALMA
282
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
283
DANTE AUGUSTO PALMA
284
EL SUJETO DE DERECHO EN EL SIGLO XXI
285
DANTE AUGUSTO PALMA
286
Este libro se terminó de imprimir
en el mes de diciembre de 2014,
en la ciudad de La Plata,
Buenos Aires, Argentina