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Discurso

género literario

El discurso (del latín discursus[1] ​) es un término que se refiere a tendencias de elaboración de


un mensaje mediante recursos expresivos y diversas estrategias, también según la RAE es una
"serie de las palabras y frases empleadas para manifestar lo que se piensa o se siente", además
es "razonamiento o exposición de cierta amplitud sobre algún tema, que se lee o pronuncia en
público" [2] ​.

Discursos funerales (Francisco Ignacio de Porres, 1650).


Características

Para comprender el discurso es necesario tener en cuenta el contenido presentado (tema), el


contexto donde es producido, y los elementos expresivos, que pueden tener diversas funciones.
Referencial, si está dirigido hacia el contexto; persuasivo o conativo, si el propósito es influir en
el receptor; metalingüístico, si está en función del código; de contacto, si está centrado en
establecer comunicación con el receptor; y poético, si el mensaje se representa como signo
artístico.[3] ​

El análisis del discurso es una praxis que se desarrolló en los años 1960 en la antropología, la
lingüística, la sociología, la filosofía, y la psicología. Más tarde, también lo hizo en otras
disciplinas como la historia, el estudio de la comunicación y el psicoanálisis. A partir de esto,
algunos autores han logrado definir el concepto discurso de distintas formas; por ejemplo, para
Foucault, los discursos son un material del que parte el análisis de lo social y de lo histórico. El
sujeto hablante queda excluido, no es este quien dota al discurso de realidad y sentido, sino que
son las prácticas discursivas que crean los objetos y sujetos; mientras que para Ricoeur, el
discurso se concibe como una dialéctica de proposiciones y referente. Él piensa que en un texto
existen varios sentidos, y estos dependen de la subjetividad del sujeto, quien asumen un papel
de intérprete frente al texto. Por otra parte, Benveniste define al discurso como la aplicación
concreta del sistema lingüístico, cuando este queda a cargo o es asumido, incluso
transformado, por el locutor en su acto de habla; el discurso para él es un modelo de
comunicación.[4] ​

Por su parte, Calsamiglia Blancafort y Tusón Valls, plantean el discurso como una práctica social
que se articula a partir del uso lingüístico contextualizado, pues es parte de la vida social y a la
vez un instrumento que la crea. El discurso (oral o escrito) se pone en funcionamiento para
construir formas de comunicación y representación del mundo (real o imaginario) de las
personas, esto a través del repertorio comunicativo de cada hablante, que se ve influido por
parámetros de tipo cognitivo y sociocultural, parámetros que son dinámicos y pueden estar
sujetos a revisión, negociación y cambio, dependiendo del momento en que se efectúe la
comunicación y también de la comunidad.[5] ​

Tipos de discurso

Científico-tecnológico: su función radica en el conocimiento de la realidad y su


transformación en beneficio de la humanidad. De este discurso se reconocen dos enfoques:
el científico, que utiliza un lenguaje específico, y el de divulgación, que se encarga de difundir
expresiones que sean accesibles para todas las personas.[6] ​

Estético: se preocupa, principalmente, por la forma trabajada del lenguaje y el contenido del
mensaje, todo con el fin de alcanzar el grado máximo de profundidad en su transmisión. Esto
es aplicado al arte según algunos autores como Pierre Bourdieu (1995), donde señala que el
arte tiene una posición en el ámbito social, al comunicar un mensaje mediante símbolos con
el público.[7] ​, [8] ​

Religioso: tiende a darse a través de relatos y comparaciones que manifiestan experiencias y


se establece, por un lado, a partir de la teología, y por otro, mediante elementos rituales
fundamentados principalmente en la palabra.[9] ​

Retórico: su función principal es persuadir, es decir, convencer de aceptar ciertas posturas o


ideologías a conveniencia; la palabra acompañada de gestos es la principal herramienta.[10] ​

Educativo: se centra en la transmisión de conocimientos, este tipo de discurso tiende a


volverse autoritario.[11] ​

Histórico: se preocupa por dar a conocer eventos ocurridos a través del tiempo (pasados o
recientes), y generalmente en este tipo de discurso existe algún personaje al cual se reconoce
(héroe histórico).[6] ​

Político: este tipo de discurso se da, comúnmente, para asumir algún cargo de poder. Su
función es argumentar puntos de vista ante un público determinado, todo con el fin de
intervenir en ellos y convencer.[9] ​

Lenguaje hablado: codificado por el hablante (conversación).[12] ​

Lenguaje escrito: codificado por el que escribe (carta).[12] ​

Lenguaje oralizado: escrito que es hablado (lectura en voz alta).[12] ​

Lenguaje transcrito: hablado que es escrito (toma de nota).[12] ​

Formas del discurso

En la comunicación se emplean formas de discurso. Dependiendo del propósito y de la


perspectiva que se adopte, se puede intervenir en una conversación de diferentes maneras
fundamentales:[13] ​

Narración: narrar es reproducir verbalmente de una serie de sucesos, que pueden ser tanto
reales como imaginarios, que una persona realiza siguiendo un orden cronológico.
Descripción: describir es representar rasgos característicos de una realidad para que el
oyente lo perciba en su imaginación. La descripción se puede definir como la "pintura con
palabras".

Diálogo: dialogar es reproducir palabras o pensamientos de personas, que pueden ser tanto
reales como imaginarias, que hablan una con la otra.

Exposición: exponer es presentar ordenadamente una serie de ideas sobre un tema con la
finalidad de que el oyente las conozca y pueda comprenderlas.

Argumentación: argumentar es defender una opinión mediante la exposición de pruebas con


la finalidad de convencer al oyente.

Partes de un discurso

Para empezar se inicia con un saludo al público para llamar la atención de los presentes.

Introducción: Esta parte es fundamental, aquí es donde se trata de explicar a grandes rasgos
la estructura de nuestra exposición oral. Hay que referirse al tema del discurso de manera
breve y concisa y plantear preguntas al público.

Desarrollo: Tratar el tema en profundidad con datos y argumentando cada punto a tratar
basados en cifras, citas de autores… Aquí se tiene que vislumbrar el conocimiento que tienes
sobre el tema.

Conclusión: El final del discurso tiene que englobar toda la charla, pues son las últimas
palabras que el oyente va a escuchar. Un consejo, para terminar con broche de oro, finaliza
con una frase o cita de algún autor que crees que vale la pena mencionar porque influye a
reflexionar.[14] ​

Véase también

Episteme

Análisis crítico del discurso

Parresía

Análisis del discurso

Referencias

1. Origen etimológico de curso y otras palabras derivadas (Consultado jueves, 11 de octubre del

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