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Elogios para El Evangelio de María

“Finalmente, María está tomando el lugar que le corresponde


entre los discípulos de Jesús. Su presencia dentro del círculo
íntimo no solamente fundó la historia del liderazgo femenino
en los primeros tiempos del cristianismo, sino que su papel en
los “otros” evangelios revela la importancia de las peticiones de
María a la autoridad apostólica en cuanto a la formulación de
las primeras teologías de la Iglesia. Felicito a los editores por
poner al alcance del público que quiere saber la verdad sobre
María esta oportuna colección.”
—Karen Torjesen, Profesora Margo L. Goldsmith de
Estudios Femeninos en Religión, Claremont
Graduate University

“Esta es una maravillosa recopilación de los primeros textos,


tanto evangelios oficiales como apócrifos, en los cuales María
Magdalena aparece demonstrando su importancia para la Igle-
sia primitiva y resaltando su poderoso papel como discípula,
apóstol y compañera de Cristo. Las introducciones y las notas
hacen de este volumen un ejemplar indispensable a la hora de
entender la compleja figura de María en el cristianismo poste-
rior.”
—Susan Haskins, autora de Mary Magdalene: Myth and Metaphor

Chicago Public Library


Logan Square Branch
3030 YY. Fullerton
Chiccago, IL 00647
(312) 744-5295
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MARVIN MEYER es uno de los principales expertos de
gnosticismo, la Biblioteca Nag Hammadi y textos no
canónicos acerca de Jesús. Es Profesor Griset de Biblia y
Estudios Cristianos y Director del Albert Schweitzer
Institute de la Chapman University en Orange, Califor-
nia. Entre sus libros más recientes se encuentran The Gos-
pel of Thomas: The Hidden Sayings ofJesus, The Gnostíc Bible y
Secret Gospels: Essays on Thomas and the Secret Gospel ofMark.

ESTHER A. DE BOER, PH.D,, es ministra de la Igle-


sia Protestante de Holanda y autora de Mary Magdalene:
Beyond the Myth y The Gospel of Mary: Beyond a Gnostíc and a
Biblical Mary Magdalene.
El Evangelío de María
El
Evange 10
de María
La TRADICIÓN SECRETA DE MARÍA MAGDALENA,

LA COMPAÑERA DE JESÚS

dee
Marvin Meyer
con Esther A. De Boer

TRADUCIDO DEL INGLÉS POR ADRIANA DELGADO

Sp/ BT 1392 .G65 M4918 2006


Meyer, Marvin W.
El evangelio de Mar”ia

Una rama de HarperCollinsPublishers


EL EVANGELIO DE MARÍA: LA TRADICIÓN SECRETA DE MARÍA MAG-
DALENA, LA COMPAÑERA DE JESÚS. Copyright Ú 2004 por Marvin Meyer.
Traducción O 2006 por Adriana Delgado. Todos los derechos reservados.
Impreso en los Estados Unidos de América. Se prohíbe reproducir, almacenar o
transmitir cualquier parte de este libro en manera alguna ni por ningún medio
sin previo permiso escrito, excepto en el caso de citas cortas para críticas. Para
recibir información, diríjase a: HarperCollins Publishers, 10 East 53rd Street,
New York, NY 10022.

Los libros de HarperCollins pueden ser adquiridos para uso educacional,


comercial o promocional. Para recibir más información, diríjase a: Special Mar-
kets Department, HarperCollins Publishers, 10 East 53rd Street, New York,
NY 10022.

Este libro fue publicado originalmente en inglés en el año 2004 en los Estados
Unidos por HarperSanFrancisco, una rama de HarperCollins Publishers.
*

PRIMERA EDICIÓN RAYO, 2006


s

Library of Congress ha catalogado la edición en inglés.

ISBN-13: 978-0-06-I12111-1
ISBN-10: O0-06-112111-8
7

06.07. 08 09,10 DIX/RRD/ TO ONSTNG6NS A 2.271


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el Public Library
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Chicago, hn 60647
(312) 744-5295
Introducción xí

CAPÍTUTO 1
Los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas,
Juan y Pedro (selecciones) 1
CAPÍTULO
El Evangelio de María 16

CAPRÍTULOS
El Evangelio de Tomás (selecciones) 23
CAPÍTULOS
El Evangelio de Felipe (selecciones) 37

CAPÁBUTONS
El Diálogo del Salvador (selecciones) 56
CAPÍTULO 6
Pístíis Sophia (selecciones) 66
CAPÍTULOS
Los Salmos Maniqueos de Heráclides 72
CAPÍTULO 8
“¿Deberíamos Escucharla>” María Magdalena en el Centro
de la Discusión, por Esther A. De Boer 76
Notas 101

Bibliografía 123
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Introducción

DE TODOS LOS DISCÍPULOS DE JESÚS, ninguno parece haber


sido tan independiente, fuerte y cercano a Él como María Mag-
dalena.
Este libro presenta la traducción al español de los textos más
antiguos y confiables que arrojan luz sobre esta extraordinaria
mujer y la tradición literaria sobre ella. Los textos incluyen
selecciones de los Evangelios del Nuevo Testamento, literatura
no canónica y fuentes gnósticas, incluyendo el Evangelio de
María, es decir, el Evangelio de María Magdalena.
María Magdalena desempeña un papel protagónico en estos
textos, pero, con frecuencia, especialmente en los Evangelios del
Nuevo Testamento, su importancia se ve eclipsada por los inte-
reses de los evangelistas, que promovían la causa de los discí-
pulos hombres (particularmente de los doce) y la posición de
Pedro. Cuando en Mateo 16:18 se cuenta que Jesús dice, “Tú
eres Pedro, y sobre esta piedra construiré mi Iglesia,” se prepara
el escenario para que Pedro asuma su lugar como el primero de
los apóstoles y para que los discípulos hombres asuman su apos-
tolado junto a él como líderes de la emergente Iglesia ortodoxa.
Muy apropiadamente, estas mismas palabras, traducidas al latín,

x1
EL EVANGELIO DE MARÍA

ocupan un lugar destacado en la cúpula de la Basílica de San


Pedro, en Roma. No sorprende que en varios de los textos aquí
traducidos (el Evangelio de María, el Evangelio de Tomás y Pístis
Sophia), Pedro no acepte las enseñanzas de María ni su liderazgo.
Si bien esta hostilidad de Pedro hacia María puede no derivarse
de su relación histórica, sí refleja las actitudes contradictorias de
los hombres con respecto al papel de la mujer y su liderazgo
dentro de la Iglesia. En el mundo de Pedro, pasado y presente, es
difícil aceptar la importancia de una mujer, María, como maes-
tra y líder.
Dan Brown, en su novela El Código Da Vinci, presenta una dis-
cusión entre Leigh Teabing y Sophie Neveu sobre estos temas
que traen a colación Pedro y otros en los textos cristianos
tempranos:

“La mujer de la que están hablando,” explicó Teabing,


“es María Magdalena. Pedro está celoso de ella.”
“¿Porque Jesús la prefería?”
“No sólo por eso. Lo que estaba en juego era mucho
más que el mero afecto. En este punto de los Evangelios,
Jesús ya sospechaba que pronto lo capturarían y crucifi-
carían. Así que le dio a María instrucciones precisas sobre
cómo proceder para continuar con su Iglesia después de
que Él ya no estuviera. Pero Pedro se mostró descontento
por tener que ser el segundón de una mujer. Me atrevería
a decir que Pedro era un poco sexista.” h
“Estamos hablando de San Pedro,” insistió Sophie, “La
piedra sobre la cual Jesús construyó Su Iglesia.”
“Es cierto, salvo por un detalle. Según estos evange-
lios originales, no fue a Pedro a quien Jesús le dio instruc-
ciones para establecer la Iglesia cristiana, sino a María
Magdalena.”

xií
INTRODUCCIÓN

En los textos que presenta este libro, María Magdalena


emerge de las sombras a las que la ha relegado la tradición de la
Iglesia ortodoxa como apóstol y discípula influyente de Jesús.
En los Evangelios del Nuevo Testamento, y en el Evangelio de
Pedro, encontramos algunas historias fascinantes sobre María
Magdalena, y su lectura minuciosa nos presenta varios ras-
gos de su vida. Tratando de reconstruir sus orígenes, sabemos
que María era una mujer judía de la ciudad de Magdala, en la
orilla occidental del mar de Galilea. Su apodo (“Magdalena”) se
refiere a su ciudad de nacimiento. Magdala era conocida por la
pesca y la cura de pescado. Así, el nombre arameo de la ciudad
era Migdal Nunya, “Torre de Pescado,” y en griego era llamada
Tarichea (Tarícheae en latín), “Pescado Salado.” Muchos han
querido derivar el apodo de María, Magdalena, directamente
del arameo migdal, “torre,” y sugerir que María “Magdalena” es
María “la Torre,” pero ésta es una interpretación polémica. Ella
es sencillamente María Magdalena, María de Magdala, de la ciu-
dad de Magdala, o, en su nombre arameo, Miryam de Magdala.
María Magdalena aparece en escena en el Nuevo Testa-
mento en Lucas 8. Se cuenta que era una mujer independiente
que viajaba con Jesús y otras dos mujeres como parte de Su
movimiento judío. No se menciona que sus maridos o familias
las acompañaran. Estaban solas con Jesús y sus seguidores.
Lucas dice también que Jesús sanó a las tres mujeres, y que a
María le sacó del cuerpo siete demonios. Esta aseveración
emplea el lenguaje de la magia, los milagros y el exorcismo y
expresa los intereses del evangelista. Si el hecho reflejara alguna
realidad histórica, podría sugerir que María enfrentaba proble-
mas sociales, mentales o espirituales y que Jesús la ayudó a
resolverlos. Así, se da a entender que María Magdalena se con-
virtió en discípula de Jesús y su estatus en el círculo que lo ro-
deaba lo demuestra el hecho de que casi siempre es la primera

xt11
EL EVANGELIO DE MARÍA

que se menciona entre las mujeres que lo seguían. La única


excepción a este patrón en el Nuevo Testamento se presenta
en Juan 19:25, en donde parece que lo que importa es mencio-
nar primero a las mujeres de la familia de Jesús. Adicional-
mente, Lucas añade que María Magdalena y las otras mujeres
mantenían y apoyaban el movimiento de Jesús con recur-
sos propios. Algunos intérpretes han sugerido que el estilo de
vida y situación económica de María podrían sugerir que era
viuda o divorciada, o tal vez era una mujer autosuficiente que
no dependía de nadie y vivía por su cuenta. Como lo menciona
Carolyn Osiek en su libro Women ín Scrípture: “Ésta era una mujer
fuerte” (122).
De acuerdo con los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas,
Juan y Pedro, María Magdalena se mantiene fiel a Jesús aun en
los difíciles últimos días y está presente tanto en la crucifixión
como en el entierro. Algunos relatos de+-los Evangelios cuen-
tan que los discípulos hombres de Jesús huyeron despavoridos
cuando lo crucificaron, mientras María y Otras mujeres se que-
daron en las cercanías del lugar de la ejecución. El domingo en
la mañana, continúan los relatos, María Magdalena va a la
tumba de Jesús con una o varias mujeres a embalsamar el cuerpo
y llorarlo. Y, cuentan Marcos 16:9—11 y Juan 20:1-18, María
Magdalena fue la primera en ver a Jesús resucitado y en dar la
buena noticia de la resurrección. En el Evangelio de Juan, el
encuentro entre María y Jesús es tierno y amoroso, con un
ligero tono erótico. Jesús le dice: “María” y ella le responde:
“Rabuni.” María corre a anunciarles la resurrección a lós otros
discípulos, y por este hecho se la conoce tradicionalmente como
el Apóstol de los Apóstoles.
En los otros textos que incluimos en este libro, la importan-
cia del papel de María Magdalena como discípula de Jesús, dis-
cípula amada, se hace aun más evidente. En los Evangelios del

xiv
INTRODUCCIÓN

Nuevo Testamento, el grupo de discípulos por lo general parece


ser un club sólo para hombres y con membresía restringida. Sin
embargo, otros textos muestran que no era así. Según estos tex-
tos, Jesús tenía tanto discípulos hombres como mujeres, y se
relacionaba con todos por igual, y así lo muestran el Evangelio
de María, el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe, el Diá-
logo del Salvador y Pístis Sophía. En el Evangelio de Tomás 61,
Salomé comenta que Jesús ha usado su sofá (o cama) y ha
comido en su mesa. Ella le dice: “Soy tu discípula,” y Jesús a su
vez le habla con sabiduría y gran conocimiento. En todos estos
otros textos, también se trata a María Magdalena como una dis-
cípula de Jesús, y a veces se dice que ella era a quien Él más
quería. En el Evangelio de Felipe no sólo se menciona que Jesús
quería a María Magdalena más que a los demás discípulos, sino
que se la llamaba Su compañera o consorte, y los textos aseveran
que Jesús besaba a María con frecuencia.
Teniendo en cuenta tales afirmaciones, parece totalmente
apropiado llamar a María Magdalena una discípula bienamada.
Este título es habitual en el Evangelio de Juan, en donde el dis-
cípulo bienamado es una figura importante, si bien vaga, en el
argumento juanino. Gran cantidad de tinta se ha derramado en
esfuerzos académicos por entender e identificar al discípulo
bienamado en el Evangelio de Juan. Él, o ella, podría ser un
personaje ficticio (según Hans-Martin Schenke), una figura
ideal (de acuerdo con Rudolf Bultmann), o un símbolo del cre-
yente (según Raymond E. Brown). Sin embargo, la situación se
complica más en el Evangelio de Juan: el discípulo bienamado
parece también asumir la responsabilidad de ser testigo y hasta
evangelista. Y, sin lugar a dudas, está emparentado, literalmente,
con Lázaro y, por medio suyo, con el joven, en el Evangelio de
Marcos y en Marcos Secreto, de quien también se dice que era
un discípulo bienamado.*

xv
EL EVANGELIO DE MARÍA

Además, otros textos cristianos también habian de otros


discípulos bienamados, y con frecuencia identifican al discí-
pulo bienamado con una persona u otra. En el Libro Secreto
(o Apocryphon) de Santiago y en el primero y segundo Apocalip-
sis de Santiago, de la Biblioteca Nag Hammadi, Santiago el
justo, el hermano de Jesús, es presentado como un discípulo
bienamado y en el Evangelio de Tomásy en el Libro de Tomás,
también de la Biblioteca Nag Hammadi, Judas Tomás es el
hermano gemelo de Jesús y un discípulo bienamado. De igual
manera, en el Evangelio de María, el Evangelio de Felipe y en
otras partes, María Magdalena es presentada como un discípulo
bienamado.
Y posiblemente el discípulo bienamado, si Esther A. De
Boer está en lo cierto. En su ensayo “María Magdalena y el
discípulo que Jesús amaba,” De Boer asevera que muy posible-
mente María Magdalena es el discípulo bienamado del Evange-
lio de Juan. Empieza por llamar la atención sobre discusiones
previas que identifican a María Magdalena como el discípulo
bienamado y autora del Evangelio de Juan, y continúa mencio-
nando sutiles puntos de interpretación. En Juan 19:25-27, por
ejemplo, Jesús ve a su madre y a su discípulo bienamado desde la
cruz, se dirige a ella como “mujer” (gynaí en griego) y le dice:
“Mujer, he ahí a tu hijo,” pero no se dirige al discípulo amado
como “hijo.” Esto lleva a De Boer a pensar que cuando Jesús
le dice a su madre que vea a su hijo, de hecho se refiere a Sí
mismo. De Boer continúa: “Lo más importante de la estena en
19:26-27 radica en la invitación que le hace Jesús a su madre
para que aparte la vista de su hijo agonizante y lo encuentre,
vivo, en el discípulo que Él amaba.” El velo de anonimato que
cubre al discípulo bienamado en Juan, sostiene De Boer, se
deriva de elementos de represión en Juan, elementos que cues-
tionan la autoridad de una mujer discípula y, por tanto, es difícil

xví
INTRODUCCIÓN

percibir a María Magdalena como el discípulo bienamado. De


Boer escribe:

He llegado a la conclusión de que María Magdalena


debe ser considerada la principal candidata para ser
identificada como el discípulo que Jesús amaba del Evan-
gelio de Juan. Si de hecho la vemos como una firme can-
didata, esto tiene consecuencias en nuestra perspectiva
general de ella. Debió de tener discípulos, su testimonio
debió de formar una comunidad en torno a ella, sus rela-
tos sobre la muerte y resurrección de Jesús, además de Su
vida y enseñanzas, debió de ser preservado. Y no sólo
esto: su palabra debió de volverse canon y enseñarse a
través de los tiempos en el mundo entero.
Si María Magdalena es una discípula amada, y hasta posi-
blemente el discípulo amado, ¿cómo la quería Jesús? Si la des-
cripción de la intimidad entre Jesús y María se aplica a su
relación histórica, ¿eran íntimos físicamente? Es cierto que hay
indicios eróticos en varias fuentes literarias, como en Juan 20,
en el Evangelio de María y, particularmente, en el Evangelio
de Felipe. Y aunque es razonable pensar que Jesús era activo
sexualmente, que tal vez se casó y que María Magdalena, la
mujer más cercana a Él, es su más probable amante, la evidencia
sigue sin ser concluyente. El tono íntimo de Juan 20 termina
con una petición de Jesús: “No me toques.” En el Evangelio de
María, el amor entre Jesús y María parece más platónico y espi-
ritual. Los besos y el amor de los compañeros en el Evangelio de
Felipe se describen dentro del contexto de los intereses espiri-
tuales y sacramentales del texto. En todos estos pasajes, por
supuesto, un entendimiento espiritual del amor pudo haber
sido impuesto por los autores o editores que preferían un tipo
de amor menos físico e íntimo con Jesús. Así, puede que Jesús y

xvtí
EL EVANGELIO DE MARÍA

María se hayan amado físicamente, o puede que no. No pode-


mos saberlo. Después de todo, como nos recuerda el Evangelio
de Felipe: “[Nadie] puede saber cuando [un marido] y su esposa
hacen el amor, salvo ellos dos, dado que el matrimonio en el
mundo es un misterio de aquellos casados.”
Nikos Kazantzakis debate estas preguntas en su novela La
Última Tentación de Crísto, cuando narra su versión de la rela-
ción entre María Magdalena y Jesús. En la novela, María es
una prostituta que conoce a Jesús desde que eran niños y
que luego se convierte en uno de Sus seguidores. En una de
las últimas escenas, cuando Jesús languidece en la cruz, empieza
a tener fantasías sobre su última tentación, la vida cotidiana
de sexo y familia, la vida ordinaria de la carne con María Mag-
dalena:

Ronroneando, María Magdalena abrazó al hombre,


manteniendo su cuerpo pegado al suyo.
“Ningún hombre me había besado antes. Nunca había
sentido la barba de un hombre sobre mis labios y mejillas,
ni las rodillas de un hombre entre las mías. ¡Hoy he
nacido! ... ¿Estás llorando, mi niño>”
“Amada esposa, no sabía que el mundo era tan bello ni
que la carne fuera tan sagrada. También es hija de Dios,
hermana llena de gracia del alma. No sabía que las ale-
grías del cuerpo no fueran pecado.” ";
“¿Por qué te dispones a conquistar el cielo, y suspiras, y
buscas el agua milagrosa de la vida eterna> Yo soy esa
agua. Te has inclinado, bebido y encontrado paz ... ¿Con-
tinúas suspirando, mi niño? ¿En qué estás pensando?>”
“Mi corazón es una marchita rosa de Jericó que revive
y florece de nuevo cuando se la pone en agua. La mujer
es una fuente de agua inmortal. Ahora lo entiendo.”

xvtíí
INTRODUCCIÓN

En la novela de Kazantzakis, en esta escena de sueño y aluci-


nación, María Magdalena muere y Jesús va donde María, la her-
mana de Lázaro. “En la húmeda penumbra, se confundían la
cara de María Magdalena y la de María, la hermana de Lázaro,
hasta convertirse en una sola.” Jesús vive y ama a María y a
Marta, y tienen hijos. Aunque la narración de la última tenta-
ción de Jesús, y la última tentación de Kazantzakis, es memora-
ble tanto en la novela como en la película que se basó en la
novela, ésta se mantiene en el reino de la imaginación. Jesús se
imagina la relación con María Magdalena, con María y con
Marta, pero al final no cede a la tentación. Rechaza la vida coti-
diana del matrimonio y los hijos y acepta la cruz.
En última instancia, en los textos que se consideran en este
libro, la pregunta sobre el sexo no es la más relevante con res-
pecto a María y Jesús. En estas tradiciones, no es ni el género ni
el sexo lo que define a María Magdalena. Pero para Pedro, según
las historias que cuentan su animadversión hacia María, ella está
específicamente definida por su género. Para Pedro, María es
una mujer que no sabe cuál es su lugar. Y para aquellos intérpre-
tes que identifican a María Magdalena con la mujer anónima de
Lucas 7:36-50, una pecadora que le lava los pies a Jesús con sus
propias lágrimas, se los seca con sus cabellos y luego se los besa y
se los unge con perfume, María Magdalena también está defi-
nida por el sexo y el género. Según esta interpretación, ella es
una prostituta que viene a Jesús arrepentida, pero es prostituta, y
mucha de la literatura sobre ella, incluyendo La Última Tentación
de Crísto, de Kazantzakis, refleja esta interpretación.
La representación de María, tanto en la literatura como en el
arte, como la prostituta regenerada es impresionante, pero
equivocada en términos de exactitud histórica e interpretación
literaria. También puede haber tenido el efecto de marginarla al
reducir su papel al de la prostituta arrepentida, y tal esfuerzo

xíx
EL EVANGELIO DE MARÍA

por marginarla puede haber sido deliberado. No fue sino hasta


finales del siglo VI que el papa Gregorio el Grande identificó
formalmente a María Magdalena con la prostituta de Lucas 7,
interpretación que caló. Pero, de hecho, no existen buenos
argumentos para esta interpretación, como tampoco los hay
para identificarla con la mujer anónima de Betania, en Marcos
14, o con María de Betania, hermana de Lázaro, en Lucas 10
y Juan 11-12. Las caras se mezclan y confunden en la fantasía
de Kazantzakis y en la identificación del papa Gregorio, y tal
confusión entre María Magdalena y otras mujeres es en gran
medida fantasiosa en otras interpretaciones.
Si la imagen de María Magdalena, en muchos de los textos
aquí reunidos, trasciende los aspectos de sexo y género, las
implicaciones para la discusión actual sobre estos temas son cla-
ras. En el mundo de María Magdalena, pasado y presente, el
sexo y el género no definen a una persona ni limitan su partici-
pación en la sociedad y la religión.
Lo que es más significativo sobre María en las fuentes litera-
rias tempranas es que es una seguidora cercana de Jesús, que Él
la quiere y que asume el papel de defensora del Evangelio y es
una líder elocuente en materia de fe, a pesar de su género. En el
Evangelio de María, mientras los otros discípulos están desmo-
ralizados y lloran la muerte de Jesús, es María quien se mantiene
firme. Les sube el ánimo asegurándoles que la gracia de Jesús
está con ellos y los protege. Los insta a que alaben la grandeza de
Jesús y les recuerda que están preparados para lo que los espera.
Son verdaderos seres humanos, asegura María. En otras pala-
bras, el Evangelio de María dice que “ella orientó sus corazones
hacia el bien.” María es quien relata y entiende la visión revela-
dora del alma y su destino, y les comunica esta visión a los demás
discípulos. En contraste*con la beligerancia de Pedro y su her-
mano Andrés, María es un modelo del maestro espiritual.

XxX
INTRODUCCIÓN

Apropiadamente, en el Diálogo del Salvador, se describe a


María como una discípula líder en las conversaciones con Jesús
y los otros discípulos, que dice proverbios sabios, que en otras
partes se le han atribuido a Jesús. También se dice que ella es
“una mujer que entiende todo [o “completamente” (en copto,
eptérf )].” En Pístís Sophía, María, presentada como la más promi-
nente de los discípulos, brinda interpretaciones agudas de las
enseñanzas de Jesús y de pasajes de las Escrituras y revela la
naturaleza y el significado de la salvación. Jesús le dice a María:
“De entre todos tus hermanos tú eres quien tiene el corazón
más ubicado en el reino de los cielos,” y luego continúa: “Estás
más bendecida que todas las mujeres de la Tierra.” Jesús insiste
en que María es “una mujer pura espiritualmente [o “la pura
espiritualmente,” en copto, tepneumatiké nhilikrines].” Y en los Sal-
mos Maniqueos de Heráclides, se elogia a María por ser quien
logró reunir a los últimos discípulos. Ella es, dice el poeta, “el
Espíritu de la Sabiduría.”
En su ensayo “¿Por qué tanta controversia? María en El Evan-
gelío de María,” Karen L. King nos presenta un excelente retrato
de la personalidad de María Magdalena como maestra y líder:

La imagen de María Magdalena en el Evangelio de


María ofrece una alternativa a la dependencia exclusiva
de testigos apostólicos como fuente autorizada. A pesar
de que ella también conoció al Jesús histórico, fue tes-
tigo de Su resurrección y recibió instrucciones del Salva-
dor, no fueron estas experiencias las que la apartaron de
los demás. A lo largo de todo el Evangelio de María, ella
es representada como un discípulo ejemplar. No vacila
cuando el Salvador se marcha, ocupa Su lugar y se dedica
a consolar, dar fuerza e instruir a los demás. Su tranquili-
dad y, especialmente, su experiencia visionaria, demues-

5)
EL EVANGELIO DE MARÍA

tran tanto su comprensión como su madurez espirituales.


Y también dan fundamento a la legitimidad de su autori-
dad para enseñarles a los otros discípulos. María no
enseña en nombre propio, sino que transmite las palabras
del Salvador para calmar a los discípulos y orientarles el
corazón hacia el Bien. Su temperamento demuestra la
verdad de sus enseñanzas y, por añadidura, da autoridad a
las enseñanzas del Evangelio de María. Lo hace contra-
poniéndola a los apóstoles que rechazan la autoridad
femenina y predican otro evangelio, imponiendo más
leyes que las que el Salvador enseñó.

Adicionalmente a los textos cristianos primitivos presenta-


dos en este libro, existen otros textos y tradiciones que amplían
la historia de María Magdalena y la desarrollan en direcciones
intrigantes y, a veces, espectaculares. En“los Hechos de Felipe,
una mujer cuyo nombre es María (Mariamne), llamada la “her-
mana” del apóstol Felipe, es una figura central en la segunda
mitad del texto. María sana (su saliva es un agente sanador),
enseña y administra los sacramentos. Felipe bautiza a los hom-
bres y María a las mujeres. La arrestan por sus creencias y prác-
ticas, pero antes de que la desnuden y la humillen en público, su
cuerpo se transforma en una caja de cristal. Francois Bovon, que
ha estudiado extensamente los Hechos de Felipe, está conven-
cido de que esta María o Mariamne es María Magdalena. Si esto
es cierto, las historias en los Hechos de Felipe pueden indicar
una continuación en las tradiciones concernientes al papel de
María Magdalena como maestra y líder en la Iglesia primitiva.
Según Epifanio de Salamis, un estudioso de las herejías que con
frecuencia parece ingenuo y ruin, existe otro texto titulado
Grandes preguntas de María, en el cual Jesús tiene un revelador
encuentro con María, aparentemente María Magdalena, en el

xxtí
INTRODUCCIÓN

que interpretan un acto basado en la historia del Génesis 2,


cuando Eva se separa de Adán. Asevera Epifanio que en el texto
Jesús separa a una mujer de su costado, hace el amor con ella y
toma su semen como semilla de vida para usarlo ritualmente. Se
dice que María se conmociona y se desploma, pero Jesús la
levanta y le dice: “¿Por qué dudaste, tú de poca fe>” Mientras
estas afirmaciones de Grandes preguntas de María reflejan la rela-
ción tan cercana que tenían Jesús y María y la acogida de Sus
enseñanzas, el breve relato parece desarrollar estas ideas en el
sentido de las historias libertinas que a Epifanio le encantaba
contar sobre los malvados gnósticos que decía estaba desenmas-
carando.
Existen numerosas historias y leyendas posteriores sobre
María Magdalena, curiosas e intrigantes leyendas que han
incorporado libros como El Código Da Vinci, Holy Blood, Holy Grail
[Santa sangre, santo gríal |y The Woman with the Alabaster Jar [La mujer
con la tinaja de alabastro]. En estos textos, se puede decir que Jesús y
María se casaron y tuvieron hijos, que el santo grial (san graal) es
de hecho el linaje real (sang raal) de Jesús y que Sus descendien-
tes tuvieron un gran impacto en la historia. Tal vez María es ella
misma el santo grial. Tal vez Jesús no murió en la cruz, como
sugieren también algunas fuentes gnósticas e islámicas. Tal vez
Su esposa, María, y Sus hijos se mudaron a Marsella, o cualquier
otro lugar en Francia, para influenciar las casas reales de Europa.
Y, tal vez, María Magdalena tiene un nombre cifrado que la
gematría identifica como la diosa de la fertilidad, o como una
mujer sagrada, o como una manifestación de la sexualidad
femenina. Tal vez fue una sacerdotisa de Ishtar o de Inanna o de
Isis. Tal vez estaba relacionada con Venus y el híeros gamos o
matrimonio sagrado.
al vez. O tal vez no.
Las fuentes sobre María Magdalena que publicamos aquí

xxi1Í
EL EVANGELIO DE MARÍA

pueden no ser tan extravagantes como algunas de estas leyen-


das, pero son más confiables como testigos de la figura de María
Magdalena y su tradición literaria. Y son suficientemente pro-
vocadoras. En estas fuentes, María Magdalena nos confronta de
nuevo y su presencia y proclamas son convincentes. Se dice que
conoció a Jesús íntimamente y que habló en su nombre, y conti-
núa hablando en el Evangelio de María: “No lloren ni se lamen-
ten ni duden, pues Su gracia estará con todos ustedes y los
protegerá. Mejor alabemos Su grandeza, pues nos ha preparado
y nos ha hecho verdaderamente humanos.”

e 6

El título de este libro es El Evangelio de María porque presenta


fuentes tempranas que proclaman las buenas muevas, o el Evan-
gelio según María Magdalena, en las tradiciones que reflexionan
sobre ella. Las fuentes literarias sobre María que presentamos
en este libro incluyen el Evangelio de María, selecciones de
los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas, Juan, Pedro, Tomás y
Felipe, del Diálogo del Salvador y de Pístis Sophía, así como una
canción de los Salmos Maniqueos de Heráclides. Otros tres
textos, dos de los cuales pertenecen a la biblioteca de Nag Ham-
madi, también mencionan a María, pero las referencias son bre-
ves, generales y, de alguna manera, inciertas. En la Epístola de
los Apóstoles (Epístula Apostolorum 11), María les cuenta a los dis-
cípulos que Jesús ha resucitado, en un estilo que recuerda al de
María Magdalena en otros relatos de los Evangelios, incluyendo
el Evangelio de María. En el fragmentario primer Apocalipsis
de Santiago, se dice que Jesús tenía doce discípulos hombres y
siete discípulas mujeres, y a María se la menciona con nombre
propio (Mariam 40). En la Sabiduría de Jesucristo (o Sophia de
Jesucristo), se dice que María (Mariamme) le hizo dos pregun-
tas a Jesús: una con respecto a cómo los discípulos podían llegar

xx1v
INTRODUCCIÓN

al conocimiento (98) y otra con respecto a la naturaleza de la


vida del discípulo (114). Estos tres textos no añaden mucho más
que esto a María, y no los incluimos en las traducciones que pre-
sentamos a continuación. Sin embargo, Esther De Boer los dis-
cute en su ensayo final.
Los textos que presentamos aquí son todas traducciones
del autor. Las selecciones del Evangelio de Tomás, el Evangelio
de Felipe y el Diálogo del Salvador incorporan un poco más de
material de esos textos, para brindar un contexto más completo
para la presentación de María Magdalena. Las selecciones de los
Evangelios del Nuevo Testamento no ofrecen material adicio-
nal más allá de las referencias a María Magdalena, dado que
estos textos bíblicos están disponibles y es muy fácil consultar-
los. Se incluyeron números relevantes, tales como capítulos,
versos, proverbios y páginas de manuscritos coptos, en parénte-
sis, en aras de facilitar la referencia. Dentro de la traducción,
los corchetes indican restauraciones textuales y los paréntesis
angulares indican enmiendas textuales. Se han añadido notas
para explicar pasajes difíciles o referir a pasajes paralelos.

$e
Quisiera expresar mi agradecimiento a la Chapman University
y al Cátedra Griset en Estudios Bíblicos y Cristianos por su
continuo y generoso apoyo a mis investigaciones, incluyendo
la investigación para este libro. Algunas de las traducciones de
este libro forman parte de un gran proyecto de investigación
sobre la Biblioteca Nag Hammadi, y John Loudon y Harper-
SanFrancisco han sido particularmente útiles para ese proyecto.
Algunos colaboradores de ese proyecto, como Wolf- Peter Funk,
Birger A. Pearson, Paul-Hubert Poirier, James M. Robinson y
John D. Turner, hicieron comentarios agudos sobre algunas de
las traducciones que publicamos aquí. Finalmente, le agradezco

xXV
EL EVANGELIO DE MARÍA

a Esther De Boer el invaluable ensayo que reproducimos al


final. Como ella concluye, los textos que publicamos en este
libro revelan que María Magdalena “era una discípula crucial de
Jesús con su propio papel claro y distinto y su propio Evangelio.”
Y el estudio de estos textos, canónicos y no canónicos, “le per-
mite a María emerger finalmente de las sombras de la historia.”

xxví
El Evangelio de María
CAPÍTULO 1%

Los Evangelios de Marcos, Mateo,


Lucas, Juan y Pedro

Los EVANGELIOS DE MARCOS, Mateo, Lucas y Juan conforman el


Nuevo Testamento y el Evangelio de Pedro es un fragmen-
tario evangelio complementario. Los cinco, al parecer, se escri-
bieron durante las últimas décadas del primer siglo de la era
cristiana. Se cree que de los Evangelios del Nuevo Testamento
el de Marcos se escribió primero, alrededor del año 70 d.C.,
y que el Evangelio de Mateo y el de Lucas datan de una o dos
décadas después. Estos dos últimos podrían haber utilizado el
Evangelio de Marcos como una de sus principales fuentes li-
terarias, junto con la fuente Q, una fuente similar al Evangelio
de Tomás. El Evangelio de Juan se escribió en el año 90 d.C.,
aproximadamente, y difiere bastante de los Evangelios de Mar-
cos, Mateo y Lucas. No obstante, existen puntos en común
entre Marcos y Juan, en particular, y los cuatro Evangelios del
Nuevo Testamento cuentan la historia de Jesús, poniendo én-
fasis en la crucifixión y sus consecuencias. Igual que el Evan-
EL EVANGELIO DE MARÍA

gelio de Pedro, que también anuncia las buenas nuevas—el


Evangelio—de la cruz.
María Magdalena figura bastante significativamente en los
Evangelios del Nuevo Testamento y en el Evangelio de Pedro. En
Lucas 8 (y en el final largo del Evangelio de Marcos), se dice que
ella es una de las mujeres a quienes Jesús les restablece la salud
social, mental o espiritual y que le sacó del cuerpo siete demo-
nios. María junto con otras mujeres gran seguidoras de Jesús, y
Lucas las describe como mujeres independientes que viajaban
con Él y apoyaban Su movimiento. Marcos 15:40-41, escrito
antes que Lucas, usa un lenguaje diferente y podría referirse a las
mujeres como discípulas.
En todos los Evangelios del Nuevo Testamento se dice que
María Magdalena estuvo presente en la crucifixión y en la tumba
de Jesús. Lucas menciona en general, en el contexto de la narra-
ción de la crucifixión, que los conocidos de Jesús y las mujeres
de Galilea observaron en la distancia. La importancia de María
Magdalena se ve resaltada por el hecho de que por lo general se
la menciona primero que a las otras mujeres que estaban cerca
de Jesús. Juan 19:25 es una excepción a este patrón, pues men-
ciona dos o tres mujeres antes que María Magdalena, pero al
parecer estas mujeres eran familiares de Jesús. Según Marcos 15
y Mateo 27, María Magdalena y otra mujer llamada María vieron
el lugar del entierro de Jesús (de nuevo, Lucas es más general).
En los cinco Evangelios—Marcos, Mateo, Lucas, Juan x Pedro—,
se sostiene que María Magdalena, a menudo junto con otras
mujeres (aunque no en Juan), fue a la tumba temprano el
domingo. En Marcos 16, María y las mujeres vieron a un joven en
la tumba. En Mateo 28, las asusta un ángel apocalíptico, pero en
Lucas 24, las recibieron dos hombres con ropas deslumbrantes.
El primero de los seguidores de Jesús en experimentar al
Cristo resucitado, según Marcos 16 (el final largo) y Juan 20, es
MARCOS, MATEO, LUCAS, JUAN Y PEDRO

María Magdalena. Según Mateo 28, María Magdalena y la “otra


María” compartieron la experiencia. En Juan 20, la narración del
encuentro entre María y Jesús es emocional y el intercambio de
palabras es tierno. La orden de Jesús de que María no lo toque ha
generado una gran discusión, con varias interpretaciones posi-
bles. Esta orden puede demostrar la preocupación de Jesús (y
del evangelista) con respecto a la higiene de Su cuerpo, dado
que había muerto hacía tan poco tiempo, o con Su necesidad de
regresar al Padre, o con temas relacionados con la sexualidad.
En el Evangelio de Juan, la escena parece demostrar tanta
intimidad que recuerda la descripción de una mujer que busca a
su amante en el Cantar de los Cantares 3:1-5:

Noche tras noche en mi lecho, soñé con mi amor.


Lo busqué y no lo encontré.
“Me levantaré y recorreré la ciudad,
por calles y plazas
buscaré a mi amor.”
Lo busqué, pero no lo encontré.
Los guardias que hacen ronda por la ciudad se me acercaron,
y les pregunté: “¿Han visto a mi amor?”
Apenas me había alejado de ellos,
cuando encontré a mi amor.
Lo abracé, no lo dejé ir,
hasta que lo traje a la casa de mi madre,
a los aposentos de aquélla que me dio a luz.

Prométanme, hijas de Jerusalén,


por las gacelas y los cervatillos del bosque,
que no interrumpirán el sueño de mi amor,
ni lo despertarán,
hasta que mi amor quiera despertar.'
EL EVANGELIO DE MARÍA

Las selecciones de Marcos, Mateo, Lucas, Juan y Pedro que


traducimos a continuación son textos que específica e inequívo-
camente tienen que ver con María Magdalena. Incluimos tam-
bién otros textos, como historias adicionales sobre las mujeres
alrededor de Jesús, que describen a la mujer sin nombre que se
dice es una pecadora y que le lavó los pies a Jesús con sus lágri-
mas, se los secó con sus cabellos y se los ungió con perfume
(Lucas 7:36-50), a una mujer sin nombre que unge a Jesús en
Betania (Marcos 14:1-9) y a María de Betania (Lucas 10:38-42;
Juan 11:1-5, 17-20, 28-35; 12:1-8). Estas historias pueden rela-
cionarse entre sí en algún sentido, pero no tratan sobre María
Magdalena. Algunos intérpretes, sin embargo, han tratado de vin-
cular a estas mujeres sin nombre y a María de Betania con María
Magdalena; por esa razón presentamos dichos textos aquí, pero
al final y separados de las selecciones sobre María Magdalena.
Las selecciones de los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas, Juan
y Pedro están presentadas una tras la otra en series de traduccio-
nes. No deben verse como partes armónicas de una sola narra-
ción, pues sus diferencias reflejan la perspectiva particular de
cada autor.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Raymond E. Brown, The Gos-


pel ofJohn; John Dominic Crossan, The Cross that Spoke; John
Dominic Crossan, Four Other Gospels; Esther A. De Boer, The
Gospel of Mary; Helmut Koester, Ancient Christian Gospels; But-
ton Mack, A Myth of Innocence; Maria Grazia Mara; Évangile
de Pierre; Carol Meyers, Toni Craven y Ross S. Kraemer, eds.,
Women in Scripture; Robert J. Miller, ed., The Complete Gospels;
Susanne Ruschmann, Maria von Magdala im Johannesevange-
liumy; Jane Schaberg, The Resurrection of Mary Magdalene.
Los Evangelios de Marcos, Mateo,
Lucas, Juan y Pedro”

MARÍA MAGDALENA Y OTRAS MUJERES


AYUDAN A JESÚS
Lucas 8:13
(1) Sucedió, poco después,* que Jesús viajó por muchos pue-
blos y aldeas, predicando y anunciando las buenas nuevas del
reino de Dios. Los doce apóstoles iban con él, (2) así como
algunas mujeres a las que había curado de espíritus malignos
y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían
salido siete demonios,* (3) Juana* esposa de Cuza, que era
administrador de Herodes, y Susana y muchas otras que les”
ayudaban' con lo que tenían.

MARÍA Y OTROS EsTÁN PRESENTES


EN LA CRUCIFIXIÓN DE Jesús
Marcos 15:33 —36
(33) Al llegar el mediodía,” toda la tierra se oscureció hasta
las tres de la tarde. (34) A esa hora, Jesús gritó con fuerza: “Eloí,
Eloí, lema sabachthani>,” que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado»” *”
(35) Algunos de los que estaban allí lo oyeron y dijeron,
“Oigan, está llamando a Elías.”
(36) Entonces, alguien corrió, empapó una esponja en vino
ordinario, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que
bebiera, diciendo, “Esperemos a ver si Elías viene a salvarlo.”
EL EVANGELIO DE MARÍA

Juan 19:25—27

(25) Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana


de su madre, María, esposa de Cleofás,” y María Magdalena.
(26) Cuando Jesús vio a su madre y a su discípulo bienamado,”
le dijo a su madre, “Mujer, he ahí a tu hijo.” ”
(27) Luego le dijo al discípulo, “He ahí a tu madre.”
Desde entonces, el discípulo la acogió en su hogar.

Marcos 15:37—41

(37) Jesús dio un fuerte grito y murió.


(38) La cortina del templo se rasgó de arriba abajo.
(39) Cuando el oficial romano que estaba apostado en la cruz
vio que Jesús había muerto, dijo, “En realidad este hombre era
hijo de Dios.”
(40) Algunas mujeres observaban a lo lejos, entre quienes
estaba María Magdalena, María, la madre de Santiago el Menor
y de José, y Salomé.* (41) Estas mujeres siguieron a Jesús y lo
ayudaron mientras estuvo en Galilea. Allí también estaban otras
muchas mujeres que habían venido con Él a Jerusalén.

Mateo 27:55 —56

(ss) Muchas mujeres estaban allí, mirando a lo lejos. Habían


seguido a Jesús desde Galilea, para ayudarlo. (56) Entre ellas
estaba María Magdalena, María, la madre de tito ra y
la madre de los hijos de Zebedeo.'*

MARÍA Y OTRAS MUJERES EN LA TUMBA


Marcos 15:42 —47
(42) Al anochecer del día de la preparación, es decir, el día
antes del Sabbath,” (43) José de Arimatea,* miembro respetado

6
MARC O'SEANMA TEO: LUCAS JUAN PEDRO

del Consejo, que también esperaba el reino de Dios, se dirigió


con decisión a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. (44) Pilato,
sorprendido de que ya hubiera muerto, llamó al oficial romano
para preguntarle si Jesús había muerto hacía mucho tiempo.
(45) Después de oír el reporte del oficial, dejó que José se llevara
el cuerpo. Entonces, José compró una sábana de lino, bajó el
cuerpo y lo envolvió en ella. Luego, lo puso en un sepulcro
abierto en la roca y tapó la entrada con una piedra. (47) María
Magdalena y María, la madre de José, vieron dónde descan-
saba Jesús.

Mateo 27:61

(61) María Magdalena y la otra María”? se quedaron sentadas


allí, frente al sepulcro.”

Pedro 12:1-5

(1) Era domingo, temprano en la mañana, y María Mag-


dalena, una discípula” del Maestro, tenía miedo de los judíos,”
pues su ira estaba enardecida, así que no realizó en la tumba
ninguno de los rituales que usualmente realizaban las mujeres
para sus seres amados que morían. (2) En su lugar, llevó con ella
a sus amigas al sepulcro en donde habían enterrado al Maestro.
(3) Tenían miedo de que los judíos las vieran, y decían:
“Aunque en el día que crucificaron al Maestro no pudimos
llorarlo y golpearnos el pecho, déjennos ahora realizar estos
ritos en su tumba. (4) Pero, ¿quién quitará la piedra que cubre la
entrada, para que podamos entrar y sentarnos junto a Él y hacer
lo que debemos hacer?” (5) Porque la piedra era grande. “Tene-
mos miedo de que alguien nos vea. Y si no podemos mover la
piedra, por lo menos déjennos poner en la entrada del sepulcro
la lápida que trajimos para el Maestro, y llorarlo y golpearnos
el pecho hasta que regresemos a casa.”
EL EVANGELIO DE MARÍA

Mateo 28:1

Después del Sabbath, hacia el amanecer del domingo, María


Magdalena y la otra María” fueron a ver la tumba.”
-

Marcos 16:1—8

(1) Cuando terminó el Sabbath, María Magdalena, María, la


madre de Santiago, y Salomé llevaron especias para embalsamar
el cuerpo de Jesús. (2) Muy temprano el domingo, al amanecer,
fueron a la tumba. (3) Se preguntaban unas a otras, “¿Quién nos
quitará la piedra de la entrada?”
(4) Pero al llegar vieron que la gran piedra que tapaba el
sepulcro ya no estaba en su lugar. (5) Cuando entraron a la
tumba, vieron a un joven” sentado al lado derecho que vestía
una túnica blanca. Las mujeres se asustaron, (6) pero él les dijo,
“No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, que fue cru-
cificado, pero Él no está aquí, ha resucitado. Miren el lugar
donde lo pusieron. (7) Vayan y díganles a los discípulos, inclu-
yendo a Pedro, que Él va a ir a Galilea antes que ellos. Allá lo
verán, tal como Él les dijo.”
(8) Entonces las mujeres salieron huyendo del sepulcro, ate-
rrorizadas, y no le dijeron nada a nadie, pues tenían miedo.”

Mateo 28:8—10

(8) Las mujeres corrieron fuera del sepulcro, llenas de miedo


pero también de júbilo, y fueron a contarles las buenas nuevas
a los discípulos de Jesús. (9) En eso, Jesús se presentó ante ellas
y las saludó.” Ellas se acercaron a Él y le abrazaron los pies,
expresándole su adoración. (10) Él les dijo, “No tengan miedo.
Vayan y díganles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, que
allá me verán.” z
MARCOS, MATEO, LUCAS, JUAN Y PEDRO

Lucas 24:9 —11

(9) Regresaron del sepulcro y les contaron a los once após-


toles” y a todos los demás lo que había acontecido. (10) Las que
llevaron las noticias eran María Magdalena, Juana,” María, la
madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas. Les conta-
ron a los apóstoles todo esto, (11) pero les pareció una locura lo
que ellas decían y no les creyeron.”

MARÍA MAGDALENA Es LA PRIMERA


EN VER AL CRISTO RESUCITADO

Marcos 16:9—11 (final largo)”


(9) Después de que Jesús resucitó al amanecer del domingo,
primero se le apareció a María Magdalena, a quien le había
expulsado siete demonios del cuerpo.” (10) Ella fue a contarles
a los seguidores de Jesús, que estaban llorándolo y lamentán-
dose, (11) pero al oír que ella lo había visto y estaba vivo, no le
creyeron.

Juan 20:1—18

(1) Temprano en la mañana del domingo, cuando todavía


estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían
movido la piedra de la entrada. (2) Corrió donde estaban
Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba,” y les dijo,
“Se han llevado al Maestro de la tumba, y no sabemos dónde lo
han puesto.”
(3) Pedro y el otro discípulo corrieron a la tumba. (4) Am-
bos corrían, pero el otro discípulo era más rápido que Pedro y
llegó primero. (5) Se agachó a mirar y vio allí las vendas de lino,
pero no entró. (6) Simón Pedro llegó detrás de él, y entró al
EL EVANGELIO DE MARÍA

sepulcro. También vio las vendas de lino, (7) y la tela con la


que le habían envuelto la cabeza a Jesús, que no estaba con las
vendas, sino enrollada aparte. (8) Entonces entró también el
otro discípulo, que había lkegado primero al sepulcro; vio y
creyó. (9) Pero todavía no entendían la Escritura que decía
que Él tenía que resucitar de entre los muertos, (10) así que
los discípulos regresaron a su casa.
(11) María se quedó llorando afuera. Se agachó para mirar
dentro, (12) y vio a dos mensajeros* vestidos de blanco que
estaban sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la
cabecera y el otro a los pies. (13)
Le preguntaron, “Mujer, ¿por qué lloras?”
María les contestó, “Se han llevado a mi Maestro y no sé
dónde lo han puesto.” ”
(14) Apenas dijo esto se volteó y vio allí a Jesús, pero no
sabía que era Él. (15) :
Entonces Jesús le preguntó, “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A
quién estás buscando>”
María, pensando que era quien cuidaba el huerto, le dijo,
“Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para
poder ir a buscarlo.”
(16) Jesús entonces le dijo, “María.”
Ella le contestó en hebreo, “Rabuni, que significa maestro.” *
(17) Jesús le dijo entonces, “No me toques,” porque no he
ido todavía donde mi Padre. Pero ve y diles a mis hermanos
que voy a reunirme con el que es mi Padre y su Padre, mi Dios
y su Dios.” ;
(18) Entonces María Magdalena fue y les contó a los discí-
pulos que había visto al Maestro y lo que Él le había dicho.

10
Historias Adicionales Sobre Mujeres
Alrededor de Jesús

La HISTORIA DE LA MUJER PECADORA QUE


LE UNGIÓ LOS PIES A JESÚS
Lucas 7:36—50
(36) Un fariseo invitó a cenar a Jesús a su casa, y Él fue y se
sentó a su mesa. (37) Cuando una mujer del pueblo, que era
pecadora, supo que Jesús iba a cenar en casa del fariseo, llegó allí
con una vasija de alabastro llena de mirra.* (38) Llorando, se
hincó a sus pies y los mojó con sus lágrimas, los secó con sus
cabellos, los besó y los ungió con la mirra.
(39) Al ver esto, el fariseo que había invitado a cenar a Jesús
pensó: “Si este hombre fuera un profeta, sabría quién es la mujer
que lo está tocando y qué clase de persona es, puesto que es una
pecadora.”
(40) Entonces Jesús le dijo al fariseo, “Simón,” tengo algo
que decirte.”
“Dime, Maestro,” le contestó el fariseo.
(41) Jesús continuó, “Dos hombres le debían dinero a un
prestamista. Uno le debía quinientos denarios y el otro, cin-
cuenta.*” (42) Como ninguno de los dos tenía dinero para
pagarle, les perdonó la deuda a ambos. Ahora dime, ¿cuál de los
dos lo amará más?”
(43) Simón le respondió, “Supongo que el hombre al que le
perdonó la mayor deuda.”
“Tienes razón,” le dijo Jesús, y mirando a la mujer continuó,
(44) “¿Ves a esta mujer? Vine a tu casa y no me ofreciste agua
para mis pies, en cambio ella me los lavó con sus lágrimas y me

11
EL EVANGELIO DE MARÍA

los secó con sus cabellos. (45) Tú no me besaste, pero ella, desde
que entré, no ha parado de besarme los pies. (46) Tú no me
ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ha ungido los pies con
mirra. (47) Por esta razón,*te digo, sus pecados han sido perdo-
nados, porque ha amado mucho. Pero alguien a quien se le ha
perdonado poco, ama poco.”
(48) Luego le dijo a la mujer, “Tus pecados han sido perdo-
nados.” :
(49) Los otros invitados a la cena empezaron a preguntarse,
“¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?”
(so) Jesús añadió, dirigiéndose a la mujer, “Tu fe te ha sal-
vado. Vete en paz.”

La HISTORIA DE La MUJER QUE UNGIÓ A


JESÚS EN BETANIA
Marcos 14:1—9
(1) Faltaban dos días para la Pascua y la fiesta del pan ácimo,
y los sacerdotes en jefe y los maestros de la ley estaban buscando
la manera de arrestar a Jesús por medio de un engaño y matarlo.
(2) Decían, “No durante la fiesta, pues la gente puede causar
disturbios.”
(3) Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el leproso,* y
mientras estaba sentado a la mesa, llegó una mujer con una
vasija de alabastro llena de mirra, hecha de valiosos y puros
nardos. Rompió la vasija y derramó el perfume sobre la cabeza
de Jesús. Ñ
(4) Algunos de los presentes se indignaron y exclamaron
airados, “¿Por qué malgasta la mirra? (5) Se hubiera podido ven-
der por más de trescientos denarios,* para dárselos a los
pobres.” .

12
MAROOIS MATEO LUCAS JUAN PEDRO

(6) Pero Jesús dijo, “Déjenla en paz. ¿Por qué la molestan?


Ha hecho algo hermoso por mí. (7) Siempre tendrán a los
pobres entre ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran, en
cambio, a mí no me tendrán siempre. (8) Ella hizo lo que pudo.
Ungió mi cuerpo de antemano para mi entierro. (9) Les aseguro
que en todas partes del mundo en donde se prediquen las bue-
nas nuevas, se hablará también de lo que hizo esta mujer, y así
será recordada.” *

LA HISTORIA DE MARÍA Y MARTA DE BETANIA


Lucas 10:38—42
(38) En su camino, Jesús y sus discípulos llegaron a una
aldea en donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa.
(39) Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies
del Maestro a escuchar lo que Él decía. (40) Pero Marta se dis-
trajo, atareada como estaba atendiéndolos. Entonces se acercó a
Jesús y le dijo, “Maestro, ¿no te importa que María me haya
dejado sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.”
(41) Jesús le contestó, “Marta, Marta, te preocupas y moles-
tas por muchas cosas, (42) pero sólo una es necesaria. María ha
escogido la mejor opción, y nadie ha de quitársela.”

Juan 11:15

(1) Un hombre llamado Lázaro estaba enfermo. Él era


oriundo de Betania, la aldea de María y su hermana Marta.
(2) Esta María, que era hermana de Lázaro el enfermo, fue la
mujer que ungió al Maestro con mirra y le secó los pies con sus
cabellos. (3) Entonces las hermanas mandaron por Jesús y le
dijeron, “Maestro, aquél a quien amas está enfermo.”
(4) Cuando Jesús escuchó esto dijo, “Esta enfermedad no es

13
EL EVANGELIO DE MARÍA

mortal. Va a servir para mostrar la gloria de Dios y para glorifi-


car al hijo de Dios.”
(s) Jesús quería a Marta, a su hermana y a Lázaro.
-

Juan 11:17—20

(17) Al llegar, Jesús se encontró con que habían enterrado


a Lázaro hacía cuatro días. (18) Betania quedaba cerca de Jeru-
salén, a unos tres kilómetros, (19) y muchos judíos habían
ido a consolar a Marta y a María por la muerte de su hermano.
(0) Cuando Marta oyó que Jesús estaba llegando, salió a su
encuentro, pero María se quedó en la casa.

Juan 11:28—35

(28) Después de decir esto, Marta fue a buscar a su hermana


María y le dijo en privado, “El Maestro está aquí y te llama.”
(9) Tan pronto oyó esto, se levantó y fue a ver a Jesús,
(30) que no había llegado todavía a la aldea, y estaba donde se
había encontrado con Marta.
(31) Cuando los judíos que estaban en la casa con María
consolándola la vieron salir, fueron tras ella, pensando que iba a
llorar a la tumba.
(32) Cuando María llegó a donde estaba Jesús y lo vio, se
hincó a sus pies y le dijo, “Maestro, si hubieras estado aquí, mi
hermano no habría muerto.”
(33) Cuando Jesús la vio llorando y a los judíos que venían
con ella, se conmovió profundamente y se estremeció, (GB4) en-
tonces les preguntó, “¿Dónde lo enterraron>”
“Maestro, ven a verlo,” le dijeron.
(35) Y Jesús lloró.

14
MARCOS, MATEO, LUCAS, JUAN Y PEDRO

Juan 12:18

(1) Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde


vivía Lázaro, a quien había resucitado. (2) Allí prepararon una
cena en Su honor. Marta sirvió y Lázaro fue uno de los que
comió con Él. (3) María llevó dieciséis onzas de valioso y puro
perfume de nardos, con el cual ungió los pies de Jesús y luego se
los secó con sus cabellos y toda la casa quedó impregnada con el
aroma de la mirra.
(4) Judas Iscariote, el discípulo que habría de traicionar a
Jesús, dijo, (5) “¿Por qué no se vendió esta mirra en trescientos
denarios,* para dárselos a los pobres?”
(6) Pero no dijo esto porque le importaran los pobres, sino
porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa del dinero,
robaba de lo que echaban en ella.
(7) Entonces Jesús dijo, “Déjala tranquila, pues la estaba
guardando para el día de mi entierro. (8) Siempre tendrás a los
pobres a tu alrededor, pero no siempre me tendrás a mí.
ELA

15
*CAPÍTULO 2%
-

El Evangelio de María
»

EL EVANGELIO DE María se conoce en la versión copta de un códice


gnóstico de Berlín (Papyrus Berolinensis.8502, primer tratado) y
por dos fragmentos griegos (Papyrus Oxyrhynchus 3525 y. Papyrus
Rylands 463). La versión copta es el texto más completo, pero le
hacen falta seis páginas manuscritas al principio y cuatro en la
mitad. Se supone que el Evangelio de María originalmente estaba
escrito en griego, pero la fecha y el lugar donde lo redactaron no
se conocen todavía. Karen King sugiere que tal vez el Evangelio
de María original se escribió a finales del primer siglo o princi-
pios del segundo, en Siria o Egipto. A pesar de que esta informa-
ción es bastante general, es el mejor cálculo que tenemos hasta
el momento. E
Los textos existentes del Evangelio de María presentán un diá-
logo en el cual el Salvador (Jesús) discute varios temas con sus
discípulos, María en particular (casi con certeza María Magda-
lena) y Leví, quienes entienden a cabalidad, y Pedro y su her-
mano Andrés, que no entienden y no aceptan las enseñanzas de
María. El texto empieza con una discusión sobre la naturaleza y

16
MARÍA

el destino de la materia. El Salvador afirma que toda la creación


regresará a la raíz de su naturaleza. Además, dice Jesús, no existe
tal cosa como el pecado, si se considera al pecado como simple-
mente cometer fechorías. El pecado, si podemos llamarlo así, es
de hecho adulterio cósmico, es decir, conectarse incorrecta-
mente en el mundo. En este sentido, el pecado significa permitir
que la naturaleza espiritual buena se mezcle con aquello que es
contrario a la naturaleza; dicha mezcla hace que la gente se
enferme y muera.
Entonces, en el Evangelio de María, el Salvador continúa esti-
mulando y brindándoles paz a los discípulos. Les aconseja que
no se distraigan mirando aquí y allá, sino que miren en su inte-
rior, donde se encuentra el hijo de la humanidad (o el hijo del
hombre, como tradicionalmente se ha traducido esta frase). Éste
es el evangelio que los discípulos deben predicar, no una colec-
ción legalista de reglas y normas. Y después de decir esto, el Sal-
vador se va, en una manera que recuerda la crucifixión o la
ascensión en otros textos. En todo caso, ya no está.
Los discípulos están perturbados por la partida del Salvador.
Temen por su propia vida, porque si crucificaron al Salvador,
ellos mismos podrían estar en peligro. Sin embargo, María los
consuela y les da seguridad. Pedro admite que el Salvador quería
a María más que a otras mujeres, así que le pide que le cuente lo
que el Salvador le dijo sólo a ella. María recuerda cómo vio al
Maestro en una visión, pero, infortunadamente, aquí el texto se
interrumpe por cuatro páginas. Al recomenzar, María todavía está
relatando la visión: cuenta que en su camino al reino superior,
los poderes del cosmos interrogan al alma de una persona, que
los supera, asciende y los sobrepasa. De esta manera, el alma en
la visión se libera de la pasión y la ignorancia y regresa al reino
espiritual de lo divino.
Ni Andrés ni Pedro aprecian nada de esto, y Pedro duda de la

17
EL EVANGELIO DE MARÍA

veracidad de la enseñanza de María. Ella, por su parte, se queja


amargamente y Leví sale en su defensa, señalando que el Salva-
dor conocía y amaba a María..Entonces, anima a los discípulos a
que asuman su perfecta hurhanidad y salgan a predicar. En el
Papiro Rylands, Leví sale a enseñar las buenas nuevas; en la ver-
sión copta (que es la que traducimos a continuación), los otros
discípulos también proclaman el evangelio.
En el Evangelio de María, las palabras de María Magdalena
son expresadas clara y profundamente, para comunicar en-
señanza y revelación. El conflicto entre María y Pedro, del que
también tenemos conocimiento por el Evangelio de Tomás y
Pistis Sophia, resalta el lugar central de María Magdalena como
discípula bienamada de Jesús y líder prominente de la Iglesia pri-
mitiva.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Esther A. De Boer, The Gospel


of Mary; Karen L. King, The Gospel of Mary of Magdala; Karen L.
King, “The Gospel of Mary”; Anne Pasquier, L'Évangile selon
Marie; R. MeL. Wilson y George W. MacRae, “The Gospel Accor-
ding to Mary.”

18
El Evangelio de María'

Los DISCÍPULOS DIALOGAN CON EL SALVADOR

“¿Será destruida la materia o no>””


“Todas las naturalezas,” contestó el Salvador, “todas las cosas
formadas, todas las criaturas existen en y con cada una, y se
disolverán dentro de su propia raíz. La naturaleza de la materia
se disuelve dentro de la raíz de su naturaleza. Todo aquél que
tenga oídos para escuchar debe escuchar.”*
“Nos has explicado todo,” le dijo Pedro, “Ahora, ¿podrías
decirnos qué es el pecado del mundo>”
“El pecado no existe,” respondió el Salvador, “pero ustedes
crean el pecado cuando se mezclan como en adulterio,* y a esto
se le llama pecado.* Por esta razón, el bien vino entre ustedes, en
aquéllos de todas las naturalezas, para restaurar la naturaleza
hasta su raíz.”
“Por esta razón ustedes se enferman y mueren, pues [aman]
(8) lo que los [engaña].* “Todo aquél que tenga mente debe
entender.”
“La materia dio a luz a la pasión que no tiene forma, porque
proviene de aquello que es contrario a la naturaleza y, luego, la
confusión aflora en todo el cuerpo. Por eso les dije, “Estén ani-
mados.” Y si se sienten descorazonados, anímense en la presen-
cia de la diversidad de formas de la naturaleza.* Todo aquél que
tenga oídos para escuchar debe escuchar.”
Cuando el Bendecido dijo esto, los saludó diciendo, “Que la
paz esté con ustedes. Reciban mi paz.” Tengan cuidado de no
dejarse extraviar por quienes les dicen, Miren aquí” o “Miren
allá.” El hijo de la humanidad'"” está dentro de ustedes mismos.”

19
EL EVANGELIO DE MARÍA

Síganlo. Aquellos que lo busquen lo encontrarán. Vayan y predi-


quen las buenas nuevas del reino. No (9) establezcan ninguna
otra regla aparte de las que yo les he dado, no dicten ninguna ley,
como lo hizo el legislador, o los atará.”
Después de decir esto, se fue y los dejó.”

MARÍA CONSUELA A LOS DISCÍPULOS Y PEDRO LA RETA

Los discípulos estaban apesadumbrados. Lloraban profunda-


mente y decían, “¿Cómo podremos ir donde los gentiles a predi-
carles las buenas nuevas del reino del hijo de la humanidad? Si
no tuvieron piedad de Él, ¿cómo la tendrán de nosotros?”
María” se paró, los saludó'* y les dijo a sus hermanos,* “No
lloren ni se lamenten ni duden, pues Su gracia estará con todos
ustedes y los protegerá. Mejor alabemos Su grandeza, pues nos
ha preparado y nos ha hecho verdaderamente humanos.”
Cuando María dijo esto, les volcó el corazón hacia el bien,
entonces empezaron a discutir las palabras del [Salvador]. (10)
Pedro le dijo a María, “Hermana, sabemos que el Salvador te
quería más que a cualquier otra mujer." Dinos las palabras del
Salvador que recuerdes, las que tú sabes, pero nosotros no, por-
que no las hemos escuchado.”
“Lo que esté oculto para ustedes, yo se los revelaré,” contestó
María, y empezó a hablarles de esta manera, “Vi al Maestro en
una visión y le dije, “Maestro, hoy te vi en una visión.” «
“Él me contestó, “Bendita seas, porque no dudaste cuando
me viste. Donde está la mente, está el tesoro.”* ,
“Yo le pregunté, 'Maestro, ¿cómo ve una persona una visión,
con el alma o con el espíritu”
“El Salvador me respondió, “Una persona no ve ni con el
alma ni con el espíritu. La mente, que está entre los dos, ve
la visión... >

20
MARÍA

DR de

MARÍA RECUERDA SU VISIÓN


DE LA ASCENSIÓN DEL ALMA

“El deseo dijo, “No te vi descender, pero ahora te veo ascen-


der. ¿Por qué mientes, si me perteneces” >”
“El alma contestó, “Te vi, pero tú a mí no, ni me reconociste.
Para ti, yo sólo era una vestidura,” y no me reconociste.”
“Después de decir esto, el alma se fue, con gran regocijo.”
“El alma se aproximó al tercer poder, llamado ignorancia,
que la interrogó diciendo, “¿Adónde vas? Estás ligada a la mal-
dad, y puesto que estás atada, no juzgues.” ”
“El alma respondió, “¿Por qué me juzgas, a pesar de que yo no
he juzgado? Estaba atada, pero yo no he atado. No me recono-
cieron, pero yo reconocí que todo se disolverá, tanto lo que es
terrenal (16) como lo que es celestial. >
“Cuando el alma pasó al tercer poder, ascendió y vio al
cuarto, que tomó siete formas:

La primera forma es oscuridad,


la segunda, deseo,
la tercera, ignorancía,
la cuarta, anhelo de muerte,
la quinta, reíno carnal,
la sexta, sabiduría carnal necía,
la séptima, sabiduría de persona airada.
“Éstos son los siete poderes de la ira.
>» 21

“Los poderes le preguntaron al alma, ¿De dónde vienes, ase-


sina de humanos, y adónde vas, destructora de reinos” ”
“El alma respondió así: “Lo que me ata ha muerto, lo que me
rodea ha sido destruido, se ha disipado mi deseo, mi ignorancia
ha perecido. Fui liberada en un mundo a través” de otro mundo,

al
EL EVANGELIO DE MARÍA

y en una imagen, a través de una celestial. Los grilletes del olvido


son temporales. De ahora en adelante descansaré, a lo largo de
los tiempos, en silencio.” . .
.
-

PEDRO Y ANDRÉS DUDAN DE LA PALABRA DE MARÍA

Al terminar de decir esto, María guardó silencio, pues esto


fue todo lo que le dijo el Salvador. *
Andrés respondió y les dijo a sus hermanos, “Digan lo que
piensan sobre lo que ella nos ha contado. Yo no creo que el Sal-
vador haya dicho todo esto. Ciertamente son ideas extrañas
estas enseñanzas.
Pedro secundó las dudas de su hermano. Les preguntó a los
otros, “¿Realmente habrá hablado el Salvador en privado con
una mujer, sin que nosotros lo supiéramos? ¿Deberíamos vol-
tear y escucharla? ¿Acaso la prefería a nosotros?” ” (18)

Leví HABLA A FAVOR DE MARÍA

Entonces María empezó a llorar y le dijo a Pedro, “Pedro,


hermano mío, ¿qué piensas? ¿Crees que reflexioné sobre esto
por mí misma o que estoy mintiendo sobre el Salvador>”
Leví** le contestó a Pedro diciendo, “Pedro, siempre estás
molesto. Y ahora te veo discutiendo con esta mujer como si
fuera tu adversario. Si el Salvador la hizo valiosa, ¿quién eres tú
para rechazarla> Con seguridad el Salvador la conoce bien, y por
eso la ama más que a nosotros.” *
“Deberíamos avergonzamos y revestirnos de perfecta huma-
nidad, y asumirla* como nos lo ordenó, y salir a predicar las
buenas nuevas, sin establecer ninguna otra regla o ley aparte de
las que el Salvador nos indicó.”
Cuando (19) [Leví terminó de hablar], todos empezaron a
irse, [para] enseñar y predicar.

22
CAPÍTULO 3%

El Evangelio de Tomás

EL EVANGELIO DE TOMÁS es una colección de ciento catorce ense-


ñanzas de Jesús: “Enseñanzas secretas que el Jesús vivo predicó y
el mellizo Judas Tomás recogió.” Este Evangelio es el segundo tra-
tado del códice 2 de la Biblioteca Nag Hammadi, que lo preserva
en su traducción copta. También sobreviven tres fragmentos grie-
gos del Evangelio de Tomás (Papyrus Oxyrhynchus 1, 654 y 655),
al igual que testimonios en la literatura cristiana temprana, espe-
cialmente de Hipólito de Roma. Muy probablemente, el Evange-
lio se escribió en griego, tal vez en Siria, o en Edesa, donde se
rendía culto a Tomás y se veneraban sus huesos. Existen razones
para concluir que la fecha de redacción de la primera edición es
el primer siglo.
Según la enseñanza 1 del Evangelio de Tomás, “Aquél que
logre interpretar estas enseñanzas no experimentará la muerte.”
Este Evangelio, a diferencia de los Evangelios de Marcos, Mateo,
Lucas, Juan y Pedro, no narra la vida y muerte de Jesús, sino que
es un Evangelio de sabiduría, que motiva tanto a quienes lo escu-
chan como a quienes lo leen a interactuar con las enseñanzas y

23
EL EVANGELIO DE MARÍA

descubrir por sí mismos su interpretación y significado. Y así es


como las personas pueden obtener la salvación y la vida, según
este Evangelio. ce
Entre las enseñanzas del Evangelio, dos hacen referencia a
una mujer llamada María. En la enseñanza 21, la pregunta de
una mujer llamada María (¿Cómo son tus discípulos?) provoca
una respuesta de Jesús en la que habla sobre la vida, los proble-
mas y la consumación de las cosas en este mundo. Aunque la
María de esta enseñanza puede ser María Magdalena, no hay
ningún indicio que confirme, o que niegue, esta interpretación.
En la enseñanza 114, María entra en conflicto con Pedro, y, Casi
con certeza, es María Magdalena. María Magdalena enfrenta la
hostilidad de Pedro de la misma manera que en el Evangelio de
María y Pistis Sophia, y en todos estos textos, finalmente, se rei-
vindica a María Magdalena.
En la enseñanza 114, Jesús dice que=María puede salvarse si
se vuelve hombre, “porque cada hembra que se convierta en
macho entrará al Reino de los Cielos.” A primera vista parecería
que se reivindica a Pedro, no a María. Después de todo, María
debe convertirse en hombre para salvarse, lo que podría sugerir
que Pedro tuvo la razón. Para asegurarse, existe una variedad de
maneras en que se ha interpretado esto, tanto en la teoría como
en la práctica. Por ejemplo, en los Hechos de Felipe (que se dis-
cutió en la introducción general), Jesús elogia a María (según
Francois Bovon, María Magdalena) por su espíritu valiente y mas-
culino y le aconseja que no se vista como mujer, sing que use
ropa de hombre. Sin embargo, la mejor interpretación de este
hecho, en el Evangelio de Tomás, parece tener que ver con una
interpretación simbólica. Por lo general, en la antigúedad, lo
femenino simbolizaba lo terrenal y perecedero, mientras que lo
masculino simbolizaba lo celestial e imperecedero. Si éste es el
caso aquí, entonces la transformación de lo femenino en mascu-

24
TOMÁS

lino tiene repercusiones en todas las personas, hombres y muje-


res, que buscan dejar atrás lo perecedero y alcanzar lo imperece-
dero. Entonces, lo que es cierto para María al convertirse en
hombre es cierto para todas las personas, cualquiera que sea su
género, que participan de la femineidad. Se ha superado el
mundo de lo perecedero, se ha trascendido el agonizante cosmos
de la diosa madre, y ella y todos los seres humanos que son terre-
nales y físicos pueden ser transformados en espirituales y celes-
tiales.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Marvin Meyer, The Gospel of


Thomas; Marvin Meyer, Secret Gospels; Elaine H. Pagels, Beyond
Belief; Stephen J. Patterson, The Gospel of Thomas and Jesus;
Stephen J. Patterson, James J. Robinson y Hans-Gebhard Bethge,
The Fifth Gospel; Richard Valantasis, The Gospel of Thomas.

25
El Evangelio de Tomás

PRÓLOGO

Éstas son las enseñanzas secretas que el Jesús vivo predicó y


el mellizo Judas Tomás? recogió. p
(1) Entonces, él* dijo, “Aquél que logre interpretar estas
enseñanzas no experimentará la muerte.”*
(Q) Jesús dijo, “Dejen que aquél que busca no deje de buscar.
Cuando encuentre, se sentirá perturbado. Al estar perturbado,
se maravillará y reinará sobre todo.”*
(3) Jesús dijo, “Si sus líderes les dicen, “El Reino está en los
cielos entonces los pájaros llegarán primero que ustedes. Si les
dicen, “Está en el océano,” entonces los peces llegarán primero
que ustedes. El Reino está dentro de ustedes y a su alrededor.*
“Cuando se conozcan a ustedes mismos, entonces los otros
los conocerán y ustedes entenderán que son hijos del Padre vivo.
Pero si no se conocen a ustedes mismos, morarán en la pobreza
y serán pobreza.”
(4) Jesús dijo, “Un anciano en edad no dudará en pregun-
tarle a un niño de siete días'” sobre el lugar de la vida, y vivirá.”
Porque muchos de los primeros serán últimos” y se convertirán
en uno solo.” E
(5) Jesús dijo, “Conozcan lo que tienen frente a su rostro y lo
que está escondido de ustedes les será manifiesto.”* Pues nada de
lo que está oculto permanecerá sin revelarse.” '*
(6) Sus discípulos le preguntaron, “¿Quieres que ayunemos>
¿Cómo debemos orar? ¿Debemos dar limosna> ¿Cuál dieta
debemos seguir?” ”
Jesús les respondió, “No mientan y no hagan lo que odian,”

26
TOMÁS

porque todas las cosas se revelan ante el Cielo.” No existe nada


que esté escondido que no se vaya a revelar, ni nada cubierto que
vaya a permanecer oculto.” *
(7) Jesús dijo, “Bendito sea el león del que comerá el
humano, pues el león se volverá humano. Y maldito" el humano
que se comerá el león, y el león se volverá humano.” *
(8) Y Él dijo, “La raza humana” es como un pescador sabio
que echa su red en el mar y saca muchos peces pequeños. Entre
los peces, el pescador encuentra uno grande y bueno, entonces
lanza todos los pequeños de vuelta al mar y sin dificultad es-
coge el grande. Todo aquél que tenga oídos para escuchar, que
escuche.” ”
(9) Jesús dijo, “Miren, el sembrador tomó un puñado de
semillas y las esparció. Algunas cayeron en el camino, y los pája-
ros vinieron y se las comieron. Otras cayeron sobre las rocas, así
que no pudieron echar raíces y germinar. Algunas cayeron sobre
espinos, que las ahogaron y los gusanos las devoraron. Pero otras
cayeron en tierra fértil, y produjeron una buena cosecha. Rin-
dieron sesenta y ciento veinte por medida.” ”
(10) Jesús dijo, “He arrojado fuego sobre el mundo y, miren,
estoy vigilándolo hasta que arda.””*
(11) Jesús dijo, “Este Cielo pasará, así como el Cielo sobre él.”
“Los muertos no están vivos y los vivos no morirán.
“Cuando comieron lo que estaba muerto, lo revivieron.
¿Qué harán cuando estén en la luz>”*
“El día en que ustedes fueron uno, se volvieron dos. ¿Pero
qué harán cuando se vuelvan dos?”
(12) Los discípulos le dijeron a Jesús, “Sabemos que vas a
dejarnos. Entonces, ¿quién será nuestro líder?”
Jesús les respondió, “No importa de dónde hayan venido,
deben ir donde Santiago el Justo, por cuyo bien el Cielo y la
Tierra fueron creados.”

27
EL EVANGELIO DE MARÍA

(13) Jesús les dijo a sus discípulos, “Compárenme con algo y


diganme cómo soy”
Simón Pedro le dijo, “Eres como un mensajero justo.” ”
Mateo le dijo, “Eres como un filósofo sabio.”
Tomás le dijo, “Maestro, mi boca está completamente inca-
pacitada para decir cómo eres.”
Jesús le respondió, “No soy tu maestro, pues te has emborra-
chado, te has intoxicado con el manantial burbujeante que he
cuidado.”
Y lo tomó, lo llevó aparte y le dijo tres enseñanzas.”
Cuando Tomás volvió donde sus amigos, éstos le pregunta-
ron, “¿Qué te dijo Jesús?”
A lo que Tomás les respondió, “Si les dijera siquiera una de
las enseñanzas que Jesús me dijo, cogerían piedras y me lapida-
rían, pero saldría fuego de las piedras y los consumiría.”?
(14) Jesús les dijo, “Si ayunan, traerán el pecado sobre uste-
des. Si rezan, serán condenados. Y si dan limosna, le harán daño
a su espíritu.”
“Cuando lleguen a alguna región y caminen por el campo,” si
la gente los recibe, coman lo que les sirvan y curen a los enfer-
mos.” Porque lo que se lleven a la boca no los deshonrará. Es lo
que sale de su boca lo que los deshonrará.” *
(15) Jesús dijo, “Cuando encuentren al que no ha nacido de
mujer, póstrense y adórenlo. Ése es su Padre.” *
(16) Jesús dijo, “Tal vez la gente piense que he yenido a
imponer la paz en el mundo. No saben que he venido a traer
conflictos en la Tierra: fuego, espada, guerra. Pues habrá cinco
en una casa: habrá tres contra dos y dos contra tres, padre contra
hijo e hijo contra padre, y estarán solos.” *
(17) Jesús dijo, “Les daré lo que no ha visto ningún ojo, lo
que ningún oído ha escuchado, lo que ninguna mano ha tocado,
lo que no ha surgido en el corazón humano.” *

28
TOMÁS

(18) Los discípulos le dijeron a Jesús, “Dinos cómo será


nuestro final ””
Jesús les contestó, “¿Acaso ya descubrieron el principio para
buscar entonces el fin? Pues como sea el principio será el fin.
Bendito aquél que se encuentra en el principio, pues conocerá el
fin y no experimentará la muerte.” *
(19) Jesús dijo, “Bendito aquél que es antes de ser.”
“Si se convierten en mis discípulos y escuchan mis enseñan-
zas, entonces estas piedras les servirán.*?
“Hay cinco árboles en el Paraíso para ustedes que no cam-
bian; verano o invierno, no se les caen las hojas. Aquél que los
conoce no experimenta la muerte.”*
(o) Los discípulos le dijeron a Jesús, “Dinos cómo es el
Reino de los Cielos.”
Jesús les respondió, “Es como la semilla de mostaza. Es la
más pequeña de las semillas, pero cuando cae en tierra fértil,
produce una planta grande que les sirve de refugio a los pájaros
del cielo.” *
(1) María* le preguntó a Jesús, “¿Cómo son tus discípulos?”
Él respondió, “Son como niños que viven en una tierra
que no es de ellos.* Cuando vengan los dueños, les dirán,
“Devuélvannos nuestra tierra' Entonces, se quitarán la ropa
frente a ellos para devolvérsela y les devolverán también la
tierra
“Por esta razón digo que si el dueño de una casa sabe que
viene un ladrón, estará en guardia esperándolo desde antes de
que llegue y no lo dejará entrar a la casa ni que le robe sus
pertenencias.** En cuanto a ustedes, estén en guardia frente al
mundo. Ármense de gran fortaleza, o los ladrones encontrarán
la manera de llegar hasta ustedes, pues los problemas que antici-
pan les llegarán. Permitan que una persona que entienda esté
entre ustedes.

29
EL EVANGELIO DE MARÍA

“Cuando maduró la cosecha, la persona vino presta con la


hoz én la mano y la recogió.”
Aquél que tenga oídos para escuchar, que escuche.”
(22) Jesús vio a unos bebés lactando. Entonces les dijo a sus
discípulos, “Estos bebés que lactan se parecen a aquéllos que
entran en el Reino.”
Los discípulos le preguntaron, “Entonces debemos entrar al
Reino como bebés>” E
Jesús les respondió, “Cuando ustedes conviertan el dos en
uno, y cuando hagan el interior como el exterior y el exterior
como el interior, y lo superior como lo inferior y lo inferior
como lo superior, y cuando conviertan lo femenino y lo mascu-
lino en uno solo, y lo masculino no sea masculino ni lo femenino
sea femenino, cuando pongan ojos en el lugar de un ojo, una
mano en el lugar de una mano, un pie en el lugar de un pie, una
imagen, entonces entrarán al [Reino].”*

(so) Jesús dijo, “Si les preguntan, '¿De dónde vienen», res-
pondan, “Venimos de la luz, del lugar donde la luz se hizo por sí
misma, se estableció [a sí misma] y apareció en su imagen.” Si les
dicen: “¿Son ustedes” digan, “Somos sus hijos y los escogidos del
Padre vivo.” Si les preguntan, “¿Cuál es la evidencia de su padre
en ustedes” contesten, “Es movimiento y descanso. ”*
(51) Sus discípulos le dijeron, “¿Cuándo descansarán los
muertos y cuándo vendrá el nuevo mundo>”
Les respondió, “Lo que buscan ya ha llegado, pero ustedes no
lo saben.” *
(s2) Sus discípulos le dijeron, “Veinticuatro profetas” han
hablado en Israel, y todos hablan de ti.”
Les dijo, “Han hecho caso omiso del vivo que está en su pre-
sencia y han hablado del muerto.””

30
TOMÁS

(53) Sus discípulos le dijeron, “¿Es útil la circuncisión o no?”


Les contestó, “Si fuera útil, los padres de los niños los engen-
drarían ya circuncidados de sus madres. En cambio, la circunci-
sión del espíritu se ha vuelto valiosa en todos los aspectos.” *
(s4) Jesús dijo, “Benditos sean los pobres, pues de ellos es el
Reino de los Cielos.” *
(ss) Jesús dijo, “Todo aquél que no odie a padre y madre no
podrá ser mi discípulo, y todo aquél que no odie a hermanos y
hermanas y no soporte la cruz como yo no es digno de mí.”*

dx e

(61) Jesús dijo, “Dos descansarán en un sofá; uno morirá, el


otro vivirá.” *
Salomé” dijo, “¿Quién eres, Señor? Has descansado en mi
sofá” y comido en mi mesa como si provinieras de alguien.” *
Jesús le respondió, “Soy el que viene de la totalidad. Me han
dado de las cosas de mi Padre. » 60

“Soy tu discípula.”*
“Por esta razón digo que si uno está [completo], se llenará de
luz,” pero si uno está dividido, se llenará de oscuridad.”

E E

(73) Jesús dijo, “La cosecha es grande, pero hay pocos traba-
jadores. Entonces, ruégale al amo que mande más trabajadores a
la cosecha.”
(74) Alguien dijo, Maestro, hay muchos alrededor del
64 «o

caño,” pero el pozo está vacío.” *


(75) Jesús dijo, “Hay muchos parados en la puerta, pero
aquéllos que están solos entrarán en la recámara nupcial.”
(76) Jesús dijo, “El Reino del Padre es como un mercader
que encontró una perla entre sus mercancías. El mercader fue
prudente y vendió todas las mercancías, para comprar la única

31
EL EVANGELIO DE MARÍA

perla para sí.* Así, ustedes busquen su tesoro que es seguro, per-
durable, que ninguna polilla puede devorar y ningún gusano
puede destruir.” %
(77) Jesús dijo, “Yo soyla luz que cubre todas las cosas.” Yo
soy todo. De mí todo ha salido y a mí todo ha vuelto.” Corten
un trozo de madera, allí estoy. Levanten una piedra, allí me
encontrarán.” ”
(78) Jesús dijo, “¿Por qué han salido al campo? ¿A ver cómo
el viento sacude los cañaverales? ¿A ver gente vestida con finas
ropas, [como sus] dirigentes y los poderosos? Ellos se visten con
finas ropas, pero no entienden la verdad.” ”
(79) Una mujer de la multitud le dijo, “Bendito el útero que
te llevó y benditos los senos que te alimentaron.””*
Él le contestó [a ella], “Benditos aquéllos que han escuchado
la palabra del Padre y la han seguido de verdad.” Pues habrá días
en los que dirás, “Bendito el útero que na ha concebido y bendi-
tos los senos que no han dado leche. >”
(80) Jesús dijo, “Aquél que ha venido a conocer el mundo ha
descubierto el cuerpo, y de aquél que ha descubierto el cuerpo,
de esa persona, el mundo no es digno.” 77
(81) Jesús dijo, “Que aquél que se ha enriquecido, reine, y
que aquél que tiene poder, renuncie aél””
(82) Jesús dijo, “Todo aquél que esté cerca de mí está cerca
del fuego y todo aquél que esté lejos de mí está lejos del Reino.”7
(83) Jesús dijo, “Las imágenes son visibles para las personas,
pero la luz dentro de ellas está escondida en la imagen de la luz
del Padre. Él será revelado, pero su imagen está escondida por
su luz.”
(84) Jesús dijo, “Cuando ustedes ven su apariencia, están
contentos. Pero cuando ven sus imágenes materializarse ante
ustedes y que no mueren ni se vuelven visibles, ¡cuánto podrán
soportarlo!” *

32
LS l

TOMAS

(85) Jesús dijo, “Adán surgió de un gran poder” y de gran


abundancia, pero no era digno de ustedes. Si hubiera sido digno,
no [habría experimentado] la muerte.”
(86) Jesús dijo, “Los [zorros tienen] su guarida y los pájaros,
su nido, pero el hijo de la humanidad no tiene un lugar donde
recostar la cabeza y descansar.” *
(87) Jesús dijo, “Qué desdichado es el cuerpo, que depende
de un cuerpo, y qué desdichado es el alma, que depende de estos
dos.”*
(88) Jesús dijo, “Los mensajeros** y los profetas vendrán a
darles lo que les pertenece. Ustedes, a cambio, denles lo que
tengan y díganse a sí mismos: “¿Cuándo vendrán a llevarse lo
que es de ellos» ”*
(89) Jesús dijo, “¿Por qué lavan el exterior de la copa? ¿No
entienden que quien hizo el interior es el mismo que hizo el
exterior?” *
(90) Jesús dijo, “Vengan a mí, pues mi yugo es tranquilo y mi
dominio suave, y encontrarán descanso.” ”
(91) Le dijeron, “Dinos quién eres para que tal vez podamos
éreer ent.
Les contestó, “Ustedes escudriñan el rostro de la tierra y el
cielo, pero no han llegado a conocer a quien está en su presen-
cia, y no saben cómo escudriñar este momento.” *
(92) Jesús dijo, “Busquen y encontrarán.” En el pasado, sin
embargo, no les hablé de las cosas por las cuales me pregunta-
ron. Ahora estoy dispuesto a hablarles de ellas, pero ustedes no
están buscándolas.”
(93) “No les den a los perros lo que es sagrado, porque
podrían lanzarlo a la pila de estiércol. No les lancen perlas [a
los] cerdos, porque las podrían convertir en [lodo].””
(94) Jesús [dijo], “Aquél que busca encontrará; pues a [aquél
que golpee] se le abrirá.” ”

33
EL EVANGELIO DE MARÍA

(95) [Jesús dijo], “Si tienen dinero, no lo presten a intereses.


En cambio, [denlo] a alguien que no se los devolverá.” ”
(96) [Jesús dijo], “El Reino del Padre es como [una] mujer.
Tomó un poquito de levadura, la [escondió] dentro de la masa y
la convirtió en grandes hogazas de pan. Aquél que tenga oídos,
que escuche.” **
(97) Jesús dijo, “El Reino [del Padre] es como una mujer que
llevaba un [recipiente] con comida. "Mientras andaba por [un]
camino lejano, el asa del recipiente se rompió y la comida se
regó detrás de ella [a lo largo] del camino. Ella no se dio cuenta,
no percibió ningún problema. Cuando llegó a su casa, puso el
recipiente en el suelo y descubrió que estaba vacío.” ”
(98) Jesús dijo, “El Reino del Padre es como una persona
que le deseaba la muerte a alguien poderoso. En su casa, desen-
vainó la espada y la clavó en la pared, para descubrir si su mano
encajaría. Entonces, mató al hombre paderoso.” *
(99) Sus discípulos le dijeron, “Tus hermanos y tu madre
están afuera.” ¡E
Él les respondió, “Aquéllos aquí que hagan la voluntad de mi
Padre son mis hermanos y mi madre. Ellos son quienes entrarán
en el Reino de mi Padre.” ”
(100) Le mostraron una moneda de oro a Jesús y le dijeron,
“Los funcionarios de César nos exigen pagar impuestos.”
Él les respondió, “Denle a César lo que es de César, denle a
Dios lo que es de Dios y denme a mí lo que es mío.”
(101) “Todo aquél que no odie a [padre] y madre como yo no
podrá ser mi [discípulo], y todo aquél que [no] ame a [padre y]
madre como yo no podrá ser [mi discípulo]. Pues mi madre [me
dio falsedad], pero mi verdadera [madre]'*” me dio vida.” '”
(102) Jesús dijo, “Vergiienza debería darles a los fariseos,
pues son como un perro que duerme en el pesebre del ganado y
no come ni [deja] comer al ganado.” '*

Sd
TOMÁS

(103) Jesús dijo, “Bendito aquél que anticipa el momento en


que vendrán los ladrones, así que se levanta, junta sus pertenen-
cias y se arma antes de que entren en su propiedad.” '”
(104) Le dijeron a Jesús, “Vamos, déjanos orar y ayunar hoy.”
Les respondió, “¿Qué pecado he cometido o cómo me he
(3

echado a perder? Mejor, cuando el novio deje la recámara nup-


cial, entonces que la gente ore y ayune.”'*
(105) Jesús dijo, “Aquél que conozca al padre y a la madre
será llamado el hijo de una prostituta.” *”
(106) Jesús dijo, “Cuando conviertan el dos en uno, se volve-
rán hijos de la humanidad, y cuando digan, “Montaña, muévete
de ahí,' ésta se moverá.”
(107) Jesús dijo, “El Reino es como un pastor que tiene cien
ovejas. Una de ellas, la más grande, se extravió. El pastor dejó las
noventa y nueve y se fue a buscar la extraviada hasta que la
encontró. Después de todo el trabajo que se tomó, le dijo a la
oveja: “Te quiero más que a las noventa y nueve.” ”'”
(108) Jesús dijo, “Aquél que beba de mi boca se parecerá a
mí, yo mismo me volveré esa persona y las cosas ocultas le serán
reveladas.” '*
(109) Jesús dijo, “El Reino es como una persona que tenía
un tesoro escondido en su tierra pero no lo sabía. [Cuando]
murió, se la legó a su hijo. El hijo no sabía de la existencia del
tesoro, y tomó la tierra y la vendió. El comprador empezó a
arar, y [descubrió] el tesoro, entonces comenzó a prestar dinero
a interés a todo el que él quería.” *”
(110) Jesús dijo, “Que aquél que ha encontrado el mundo y
se ha vuelto acaudalado renuncie al mundo.” "”
(111) Jesús dijo, “Los cielos y la Tierra retrocederán en su
presencia, y aquél que viva del que vive no verá la muerte.”
¿No dijo Jesús: Aquél que ha encontrado el propio ser, de esa
persona el mundo no es digno”>””

37
EL EVANGELIO DE MARÍA

(112) Jesús dijo, “La carne que depende del alma debe aver-
gonzarse. El alma que depende de la carne debe avergon-
zZarse > s08
(113) Sus discípulos le preguntaron, “¿Cuándo vendrá el
Reino?”
“El Reino no vendrá por estarlo esperando, tampoco dirán,'*
“Miren, aquí está" o “Miren, allá está En cambio, el reino del
Padre está disperso por el mundo, pero la gente no lo ve.”*”*
(114) Simón Pedro les dijo, “María debería dejarnos, pues las
mujerés no son dignas de vivir.”
Jesús respondió, “Miren, yo la guiaré para hacerla macho,
para que también pueda convertirse en un espíritu viviente
que se asemeje a ustedes hombres. Pues cada hembra que se
haga macho entrará al Reino de los Cielos. » 189

36
CAPÍTULO 4%

El Evangelio de Felipe

EL EVANGELIO DE FELIPE es una antología gnóstica compuesta por


una larga serie de meditaciones escritas por discípulos de Valen-
tín, el brillante místico, profesor y predicador del segundo siglo,
que prosperó en Alejandría y Roma y fue considerado como
candidato para el cargo de obispo en Roma o, como diríamos
hoy día, para el cargo de papa. Valentín podría ser el autor del
Evangelio de la Verdad, un bello sermón gnóstico preservado
entre los textos de Nag Hammadi. Bentley Layton sugiere que
Valentín puede ser el autor de algunos fragmentos del Evange-
lio de Felipe. Este último es el tercer tratado del códice 2 de la
Bibliotecade Nag Hammadi, y está inmediatamente después del
Evangelio de Tomás. Todavía no se sabe a ciencia cierta si, como
se ha supuesto, escribieron este Evangelio en Siria durante el
segundo siglo o un poco después, aunque las referencias a térmi-
nos siríacos sugieren alguna relación con el lenguaje y la litera-
tura siríaca.
En las selecciones del Evangelio de Felipe recogidas a conti-
nuación, María Magdalena se menciona sólo dos veces, pero

SN
EL EVANGELIO DE MARÍA

dichos pasajes son notables. En el Evangelio de Felipe 59 se dice


que tres mujeres, las tres llamadas María, siempre caminaban
con Jesús: María, su madre; María, su hermana (o tal vez her-
mana de su madre, el texto copto es ambiguo y parece necesitar
una enmendadura); y María Magdalena, a quien se la llama com-
pañera de Jesús, pareja o consorte (koinónos, palabra de origen
griego, y hótre, palabra de origen egipcio). Más adelante, el Evan-
gelio de Felipe 63-64 dice que Jesús amaba a María Magdalena
más que a los otros discípulos y que la besaba con frecuencia,
tal vez en la boca, pero el texto copto necesita aquí una restau-
ración para precisar exactamente dónde besaba Jesús a María. La
edición crítica, editada por Bentley Layton, sugiere que también
la mejilla, los pies y la frente podrían ser los sitios donde Jesús
la besaba.
El amor y los besos también se discuten en otros pasajes del
Evangelio de Felipe. La sexualidad, el matrimonio y la recámara
nupcial son temas comunes en el Evangelio, y mientras el sexo es
aceptado y el matrimonio se considera necesario (“[Sin] él, el
mundo [no] existiría”), se pone mucho énfasis en el misterio
sacramental de la recámara nupcial. Los académicos han de-
batido largamente el lugar del matrimonio y la sexualidad en el
Evangelio de Felipe y en otros textos valentinianos; algunos han
enfatizado más un entendimiento físico del matrimonio entre
los valentinianos y otros, un entendimiento espiritual. En ambos
casos, según el Evangelio de Felipe, la sacramental "recámara
nupcial es pura e iluminada, es una cuestión de voluntad y con-
duce hacia la unión espiritual de la pareja. En última instancia, la
recámara nupcial conduce a una unión que tiene implicaciones
para este mundo y el siguiente y, como resultado, puede ser con-
siderada como el más grande de los sacramentos. No obstante, la
verdad se acoge en símbolos e imágenes y, así mismo, la verdad
de la recámara nupcial se revela mediante símbolos e imágenes.

38
RIE TPAE

También, el Evangelio de Felipe considera el papel de los


besos. El texto dice: “Los perfectos conciben y dan a luz por
medio de un beso.” Esta formulación puede referirse a un beso
ceremonial o puede designar cómo se comunica la vida o el espí-
ritu. También puede estar relacionada con el coito.
De allí que April D. DeConick, en su estudio sobre la sexua-
lidad y el matrimonio en el Evangelio de Felipe y entre los
valentinianos en general, concluya que: “Las relaciones sexuales
entre los cónyuges valentinianos continuaba hasta que la última
semilla espiritual fuera encarnada y cosechada. En ese gran día,
la recámara nupcial se abriría y sus espíritus se reunirían con
Dios. ¿Qué tan importante era el sexo para los valentinia-
nos? La llegada del día final y la redención de Dios dependían
de él” (342).

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Willis Barnstone y Marvin


Meyer, The Gnostic Bible; April D. DeConick, “The Great Mystery
of Marriage”; Bentley Layton, The Gnostic Scriptures, 325-353;
Bentley Layton, ed., Nag Hammadi Codex 11,2-7, 1:129-217; Jac-
ques É. Ménard, L'Évangile selon Philippe; Kurt Rudolph, Gnosis;
Hans-Martin Schenke, “Das Evangelium nach Philippus”; Hans-
Martin Schenke, “The Gospel of Philip.”

39
El Evangelio de Felipe'
.
S
-

PROSÉLITOS

Un hebreo hace a un hebreo, y a tal persona se la llama un


prosélito. Un prosélito no hace a un prosélito. [Algunas perso-
nas] son como [son] y hacen a los demás [como ellas], mientras
otros (52) sencillamente son.

HEREDAR AL VIVO Y AL MUERTO

Un esclavo sólo anhela su libertad y no los bienes del amo.


Para un hijo no es suficiente ser un hijo, sino que reclama la
herencia del padre. h
Los herederos de los muertos están muertos y lo que heredan
está muerto. Los herederos de los vivos están vivos y heredan
tanto lo vivo como lo muerto. Los muertos no heredan nada,
pues, ¿cómo puede una persona muerta heredar? Si una per-
sona muerta hereda lo vivo, lo vivo no morirá y el muerto vivirá.*

JESÚS, GENTILES, CRISTIANOS

Un gentil no muere, pues nunca ha estado vivo para poder


morir. Alguien que cree en la verdad está vivo, pero esta persona
está en riesgo de morir por el solo hecho de estar vivo.
Desde que Jesús vino, el mundo ha sido creado, se han embe-
llecido las ciudades y se han enterrado a los muertos.
Cuando éramos hebreos estábamos huérfanos, sólo tenía-
mos madre, pero cuando nos convertimos en cristianos, tuvi-
mos padre y madre.

40
EE LIBRE

SEMBRAR Y COSECHAR

Todo aquél que siembra en invierno cosecha en verano. El


invierno es el mundo, el verano es el otro, reino eterno. Sembre-
mos en el mundo para cosechar en el verano. Y, por esta razón,
no debemos orar en invierno.*
Del invierno surge el verano. Si alguien cosecha en invierno,
no estará cosechando realmente, sino arrancando las plantas
jóvenes y tal cosa no produce un cultivo. [La tierra de esa per-
sona] es estéril, no sólo [ahora], sino también en el Sabbath.

CRISTO VINO

Cristo vino ($3) a obtener a algunos, a salvar a algunos, a


redimir a algunos. Obtuvo extraños y los hizo suyos, y recuperó
a aquéllos suyos que había dejado voluntariamente en prenda.
No sólo cuando apareció dejó el alma de su propia voluntad en
prenda, sino que desde el principio del mundo dejó el alma,
voluntariamente, hasta el momento indicado. Después vino a
recuperarla, pues la había dejado en prenda. Ésta había caído en
manos de ladrones que la robaron, pero Él la salvó. Y redimió el
bien y el mal en el mundo.

Luz Y OSCURIDAD

Luz y oscuridad, vida y muerte, derecha e izquierda, todos


son hermanos! entre sí y son inseparables. Por esta razón, los
buenos no son buenos y los malos no son malos, la vida no es
vida, la muerte no es muerte. Cada uno se disolverá en su natu-
raleza original, pero lo que es superior al mundo no puede
disolverse, pues es eterno.

41
EL EVANGELIO DE MARÍA

PALABRAS Y NOMBRES

Los nombres de las cosas mundanas son completamente


engañosos, pues orientañel corazón de lo real a lo irreal.
Quienquiera que escuche la palabra díos piensa no en lo que es
real, sino en lo que no lo es. Lo mismo sucede con las palabras
padre, hijo, espíritu santo, vida, luz, resurrección, iglesía y todo lo demás;
las personas no piensan en lo que es real, sino en lo que es irreal,
[a pesar] de que las palabras se refieren a lo que es real. Las
palabras [que se] escuchan pertenecen a este mundo. [No te]
(s4) engañes. Si las palabras pertenecieran al reino eterno,
nunca serían pronunciadas en este mundo, ni nombrarían cosas
mundanas. Se referirían a lo que está en el reino eterno.

EL NOMBRE DEL PADRE

Sólo un nombre no se pronuncia en el mundo, el nombre


que el padre le dio al hijo. Es el nombre superior a todo; es el
nombre del padre. El hijo no se hubiera convertido en padre si
no se hubiera puesto el nombre del padre. Aquéllos que tienen
este nombre lo entienden, pero no lo dicen. Aquéllos que no lo
tienen no pueden ni entenderlo.

LA VERDAD TRAJO NOMBRES SUCESIVOS

La verdad trajo nombres* sucesivos al mundo para nosotros,


y nadie puede referirse a la verdad sin nombres. La verdad es
una y múltiple, para nosotros, para enseñarnos sobre el único,
en el amor, mediante lo múltiple.

Los GOBERNANTES

Los gobernantes querían engañar al pueblo, pues se dieron


cuenta de que tenía parentesco con lo que es realmente bueno.

42
EIA

Tomaron los nombres de lo que es bueno y se los asignaron a lo


que no es bueno, para confundir a la gente con los nombres y
relacionarlos con lo que no es bueno. Así, como si les estuvieran
haciendo un favor a las personas, le quitaron los nombres a lo
que no es bueno y se los pusieron a lo que es bueno, según su
propia manera de pensar. Pues querían quitarle la libertad a
la gente y esclavizarla por siempre.

Las FUERZAS

Existen fuerzas? que les hacen [favores] a las personas. No


quieren que la gente alcance la [salvación], pero quieren con-
tinuar su existencia. Porque si la gente logra la salvación, se
[detendrán] los sacrificios... y no ofrecerá animales a las fuer-
zas. De hecho, a aquéllos a los que se les ofrecieron sacrificios
eran animales.'” Se ofrecieron los animales vivos, y después de
ofrecerlos, murieron. Pero se ofreció un ser humano” muerto a
Dios, y el ser humano volvió a la vida.

CRISTO TRAJO PAN

Antes de que Cristo viniera, no había pan en el mundo,


como en el Paraíso, donde vivía Adán, que contaba con árboles
para alimento animal, pero no había trigo para alimento
humano, y la gente comía como animales. Pero cuando Cristo, el
humano perfecto, vino, trajo pan del Cielo,” para que los huma-
nos pudieran alimentarse con comida humana.

Los GOBERNANTES Y EL ESPÍRITU SANTO

Los gobernantes pensaron que habían hecho todo lo que


habían hecho por su propio poder y voluntad, pero, secreta-

1)
EL EVANGELIO DE MARÍA

mente, todo” era logro del Espíritu Santo, por medio de ellos
por la voluntad del Espíritu. |
. »
.
-

SEMBRAR Y COSECHAR LA VERDAD

La verdad, que ha existido desde el principio, se siembra


en todas partes y muchos la ven sembrada, pero pocos la ven
cosechar.

CONCEPCIÓN DE MARÍA, MADRE DE JESÚS

Algunos dicen que María se embarazó por el Espíritu


Santo.'* Están equivocados y no saben de lo que están hablando.
¿Cuándo una mujer se ha embarazado de una mujer?”
María es la virgen a la que ninguno de los poderes ha manci-
llado. Esto es muy repugnante para los hebreos, que son los
apóstoles y las personas apostólicas. Esta virgen a la que nin-
guno de los poderes ha mancillado [desea que] los poderes se
mancillen a sí mismos.

MI PADRE

El Maestro no [habría] dicho, “Mi [padre que está] en el


Cielo,”'* si [él] no tuviera también otro padre. Habría dicho
simplemente, “[Mi padre].” Ñ

“TOMAR DE CADA CASA

El Maestro les dijo a sus discípulos, “[Tomen algo] (56) de


cada casa y tráiganlo a la casa del Padre, pero no roben mientras
estén en la casa del Padre ni se lleven nada.”

44
FNENEIAPAE

HIJOS DEL HUMANO PERFECTO

La persona celestial tiene más hijos que la persona terrenal.


Si los hijos de Adán son numerosos pero mueren, cuánto más
numerosos son los hijos del humano perfecto, que no mueren y
están naciendo continuamente.
Un padre puede tener hijos, pero un hijo no puede tener
hijos. Alguien que acaba de nacer no puede ser padre. En cam-
bio, tiene hermanos y hermanas,” mas no hijos.
Todos aquellos que nacen en el mundo nacen de la natura-
leza, y los otros [se nutren] de donde nacen. La gente [se] nutre
de la promesa del lugar celestial. [Si ellos fueran]... de la boca, de
donde viene la palabra, (59) se nutrirían de la boca y serían
perfectos.
Los perfectos conciben y dan a luz por medio de un beso. Por
esta razón, nosotros también nos besamos unos a otros. Conce-
bimos de la gracia dentro de cada uno.

TRES MUJERES LLAMADAS MARÍA

Tres mujeres caminaban siempre con el Maestro: María, su


madre, <su> hemana* y María Magdalena, a quien llamaban su
compañera. Pues “María” es el nombre de su hermana, su madre
y su compañera.”

PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO

Padre e Hijo son nombres simples, Espíritu Santo es nombre


compuesto. Ellos?” están en todas partes, arriba y abajo, escon-
didos y visibles. El Espíritu Santo está en lo visible, y luego está
debajo, y el Espíritu Santo está escondido y, luego, arriba.

45
EL EVANGELIO DE MARÍA

EL ESPÍRITU SANTO Y LAS FUERZAS DEL MAL

Las fuerzas del mal sirven a los santos, pues están cegados
por el Espíritu Santo, que lesha hecho creer que están ayudando
a su gente, cuando en realidad están ayudando a los santos.
Así, una vez un discípulo le preguntó al Maestro por algo del
mundo, a lo que Él respondió, “Pregúntale a tu madre, ella te
dará algo de otro reino.” ¡

SABIDURÍA Y SAL

Los apóstoles les dijeron a los discípulos, “Que toda nuestra


ofrenda contenga sal.”
Pues llamaban sal a la [sabiduría”]. Sin ella, la ofrenda es
inaceptable.” La sabiduría es estéril, [sin] hijos, así que se la
llama [el pilar] de la sal.” Siempre que... el Espíritu Santo... (60)
y ella tiene muchos hijos.

PADRE E HIJO

Las posesiones de un padre pertenecen a su hijo. Mientras el


hijo es joven, no tendrá lo que le pertenece. Cuando crece, el
padre entrega sus posesiones.

x
EL QUE EsTÁ PERDIDO
y

Aquéllos que se han extraviado son vástagos del espíritu, y se


han extraviado a causa del espíritu. De esta manera, de un espí-
ritu el fuego resplandece y el fuego se extingue.

46
EEMNTEBLE

SABIDURÍA Y SABIDURÍA DE LA MUERTE

Existe echamoth y existe echmoth. Echamoth es simplemente


sabiduría, pero echmoth es la sabiduría de la muerte, es decir,
la sabiduría que conoce a la muerte y es llamada pequeña
sabiduría.*

DOMAR Y LOS ANIMALES SALVAJES

Algunos animales están domesticados, como el toro, el burro


y otros parecidos, mientras otros son salvajes y viven por su
cuenta en la naturaleza. La gente ara la tierra con animales
domesticados y, como resultado, se nutre junto con los animales,
ya sean salvajes o estén domesticados.
Así, también el humano perfecto ara con poderes que están
domados y prepara todo para que sea. De esta manera, todo el
lugar tiene estabilidad, bien y mal, derecha e izquierda. El Espí-
ritu Santo cuida de todo y gobierna sobre [todos] los poderes,
estén domados o sean salvajes y anden sueltos. Pues el espíritu
está [resuelto] a encorralarlos, para que no puedan escapar aun-
que quieran.

ADÁN Y CAÍN

[Aquél] que fue creado” era [noble, y uno] esperaría que su


descendencia fuera (61) noble. Si no hubiera sido creado, sino
concebido, uno esperaría que su descendencia fuera noble. Pero,
de hecho, él fue creado y, luego, tuvo descendencia.
¡ Y qué nobleza supone esto! Primero vino el adulterio, luego
el asesinato. Uno” nació del adulterio, pues era el hijo de la
serpiente.” Se convirtió en asesino, como su padre, y mató a su
hermano.” Todo acto sexual entre aquellos que no son semejan-
tes entre sí es adulterio.”

47
EL EVANGELIO DE MARÍA

DIOS EL TINTORERO

Dios es un tintorero. Como los buenos tintes, es decir, los


tintes genuinos, se disuelven en lo que ha sido teñido por
ellos, asimismo aquellos a los que Dios ha teñido se vuelven
inmortales por medio de sus colores, pues sus tintes son inmor-
tales. Y Dios baña”” a aquellos que están a punto de ser baña-
dos* en agua.” k

VER

La gente no puede ver nada que realmente sea sin volverse


similar a ello. Pero esto no sucede con la gente en el mundo, que
puede ver el sol sin volverse sol, y ve el cielo, la tierra y todo sin
volverse ellos.

Por el contrario, en el reíno de la verdad,


-

tú has vísto cosas allíyte has convertido en ellas,


has vísto al espíritu y te has convertido en espíritu,
has visto a Cristo y te has convertido en Cristo,
has vísto al [Padre] y te convertirás en Padre.”
[Aquí] en el mundo ves todo, pero no te [ves] a ti mismo,
pero allá en ese reino te ves a ti mismo y te [convertirás] en lo
que ves.

FE Y AMOR

La fe recibe, el amor da. [Nadie puede (62) recibir] sin fe y


nadie puede dar sin amor. Así, para recibir tenemos fe y para
amar damos. Si alguien da sin amor, esa persona no se beneficia
de lo que se dio.* ¿
Cualquiera que reciba algo pero que no reciba al Maestro
sigue siendo un hebreo.

48
EA ERE

Los NOMBRES DE Jesús


Los apóstoles que vinieron antes que nosotros usaban el
nombre lesous nazoraíos messías, que significa “Jesús el nazareno, el
Cristo.”* El último nombre es “Cristo,” el primer nombre es
“Jesús” y el nombre del medio es “el nazareno.” * Messías tiene
dos significados: “Cristo”” y “medido.”* En hebreo, Jesús signi-
fica “redención.”*” Nazara significa “verdad,” así pues, “el naza-
reno” significa “verdad.”* “Cristo” ha sido “medido;” de esta
”» 40

manera, “el nazareno” y “Jesús”* han sido medidos.

UNA PERLA EN EL LODO

Si se lanza una perla en el lodo, ésta no pierde su valor y si


se la unge con bálsamo, ésta no aumenta su valor. Siempre es
preciada a los ojos de su dueño. De la misma manera, los hijos
de Dios son preciados a los ojos del Padre, sin importar las cir-
cunstancias de su vida.

EL NOMBRE “CRISTIANO”

Si dices: “Soy judío,” nadie se conmoverá. Si dices: “Soy


romano,” nadie se perturbará. Si dices: “Soy griego, bárbaro,
esclavo, libre,” nadie se molestará. Si dices: “Soy cristiano,” el
[mundo] convulsionará. Que yo [reciba a aquél] cuyo nombre el
[mundo] no soporta escuchar.

DIOS ES UN DEVORADOR DE HOMBRES

Dios es un devorador de hombres (63) y así se [sacrifican]


personas para El. Antes de que se sacrificara gente se sacrifica-
ban animales, porque no eran dioses aquéllos a quienes se les
ofrecía el sacrificio.

40)
EL EVANGELIO DE MARÍA

VASIJAS DE VIDRIO Y BARRO

Tanto las vasijas de vidrio como las de barro se hacen con


fuego. Si las vasijas de vidrio se rompen, se las vuelve a hacer,
pues las hicieron mediante el aliento.* Pero si las vasijas de
barro se rompen, se destruyen, pues las han hecho sin aliento.
»

UN BURRO QUE GIRA LA RUEDA DE UN MOLINO

Un burro caminaba cien millas haciendo girar la rueda de un


molino. Cuando lo soltaron, se encontró en el mismo lugar.
Algunas personas viajan enormes distancias pero no llegan a
ninguna parte. Al caer la noche no han visto ciudades ni aldeas,
nada hecho por el hombre o natural, ni poderes ni ángeles. Estos
miserables han trabajado en vano.

La EUCARISTÍA Y JESÚS

La eucaristía es Jesús. En siríaco, se la llama pharisatha, que


significa “aquello que se ha dispersado.” Pues Jesús vino a cruci-
ficar* al mundo.

LA TINTORERÍA DE LEvÍ

El Maestro fue a la tintorería de Leví, tomó setenta y dos


telas * de color y las echó en una tinaja. Cuando las sacó, estaban
todas blancas. Entonces dijo, “Así que el hijo de la humanidad ha
venido como un tintorero.”*

LA SABIDURÍA Y MARÍA MAGDALENA

La sabiduría,* a quien se la llama estéril, es la madre de los


ángeles.

50
EEE

La compañera del [Salvador] es María Magdalena. El [Salva-


dor la quería] * más que a [todos] los discípulos, [y la] besaba en
la [boca] * con frecuencia.
Los otros [discípulos] (64)... le dijeron, “¿Por qué la quieres
más que al resto de nosotros?”
El Salvador respondió diciéndoles, “¿Por qué no los quiero a
ustedes como a ella? Si una persona ciega y una que ve están en
la oscuridad, son iguales. Cuando aparece la luz, quien ve verá
la luz, pero la persona ciega continuará en tinieblas.” *

AQUÉL QUE Es
El Maestro dijo, “Bendito aquél que es antes de ser. Pues
aquél que es, fue y será.
1 »s0

SERES HUMANOS Y ANIMALES

La superioridad del ser humano no es evidente al ojo, pero


yace en lo que está oculto. Por consiguiente, predomina sobre
animales que son más fuertes que él y más grandes tanto evi-
dente como no evidentemente. Entonces los animales sobrevi-
ven. Pero cuando los seres humanos los dejan, los animales matan
y se devoran unos a otros. Los animales se han comido mutua-
mente porque no han encontrado más que comer. Ahora, sin
embargo, tienen comida, porque los humanos labran la tierra.

SUMERGIRSE EN EL AGUA

Cualquiera que se sumerja en el agua” y emerja sin haber


recibido nada y diciendo, “Soy cristiano,” ha tomado prestado el
nombre. Pero a aquél que ha recibido al Espíritu Santo el nom-
bre le ha sido dado como regalo. Un regalo no se paga, pero

Sul
EL EVANGELIO DE MARÍA

lo que se toma prestado sí debe pagarse. Así es con nosotros,


cuando uno de nosotros experimenta un misterio.
.
-

MATRIMONIO

El misterio del matrimonio es grande. [Sin] él, el mundo


[no] existiría. La existencia [del mundo depende de] la gente y
la existencia [de la gente depende del] matrimonio. Entonces
piensa en el poder del coito [puro], aunque su imagen (65) esté
mancillada.

VERDAD Y DESNUDEZ

La verdad no viene al mundo desnuda, sino en símbolos e


imágenes. El mundo no puede recibir a la verdad de ninguna
otra manera. Existe un renacimiento y una imagen del renaci-
miento, y es por medio de esta imagen que uno debe renacer.
¿Qué imagen es ésta? Es la resurrección. La imagen debe sur-
gir a través de la imagen. Por medio de esta imagen la recámara
nupcial” y la imagen deben acercarse a la verdad. Esto es restau-
ración.
Aquéllos que reciben el nombre de Padre, Hijo y Espíritu
Santo y los han aceptado deben hacer esto. Si alguien no los
acepta, el nombre” también le será quitado a esa persona. Una
persona los recibe en el crisma con el aceite del poder de la cruz.
Los apóstoles llamaban a este poder la derecha y la izquierda.
Esta persona no es más un cristiano, es Cristo.

SACRAMENTOS
.

El Maestro [hizo] todo en un misterio: bautismo, crisma,


eucaristía, redención y recámara nupcial.

Si
REVISE

EL INTERIOR Y EL EXTERIOR

[Por esta razón] El* dijo, “He venido a hacer [lo inferior]
como [lo superior y] lo exterior como lo [interior y a unirlos] en
ese lugar.” * [Habló] en símbolos [e imágenes].
»s5s

Aquéllos que dicen que [existe una persona celestial y] una


que es superior están equivocados,” pues llaman (68) “inferior”
a la persona celestial visible y “superior” a aquélla a quien le
pertenece el reino escondido. Sería mejor para ellos hablar de
lo interno, lo externo y lo extremo.” Pues el Maestro llamó
corrupción a “la oscuridad extrema,” * y no hay nada por fuera
de ella. Él dijo, “Mi Padre que está en secreto,” dijo, “Ve a tu
habitación, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre que está
en secreto.” * Esto quiere decir, aquél que está en lo más recón-
dito. Lo más recóndito es la plenitud, y no existe nada más allá
en la profundidad. Y esto es lo que ellos llaman lo más alto.

CAÍDA Y REGRESO A LA PLENITUD

Antes de Cristo algunos vinieron de un reino al que no


podían volver a entrar y fueron a un lugar del que no podían irse
todavía. Entonces vino Cristo. Aquéllos que entraron, Él los
sacó y aquéllos que salieron, Él los entró.*

CUANDO EVA ESTABA EN ADÁN

Cuando Eva estaba en Adán, no existía la muerte. Cuando la


separaron de él, llegó la muerte. Si <ella> entra de nuevo en él y
él <la>acoge, la muerte dejará de ser.”

yS
EL EVANGELIO DE MARÍA

“¿POR QUÉ ME Has ABANDONADO?”


“Dios mío, Dios mío, ¿por qué, Señor, me has abando-
nado>” ” El dijo estas palabras en la cruz, pues había dejado ese
lugar.

CARNE VERDADERA ;

[El Maestro] fue concebido de lo que [es imperecedero], por


medio de Dios. [El Maestro se levantó] de entre los muertos,
pero [no volvió a ser como] era. En cambio, su [cuerpo] era
[completamente] perfecto. [Era] de carne, y esta [carne] era
carne verdadera. [Nuestra carne] no es carne verdadera, sino
una imagen de la verdadera. (69)

LA RECÁMARA NUPCIAL

Los animales no tienen una recámara matrimonial,” tam-


poco los esclavos o las mujeres mancilladas. La recámara matri-
monial es para los hombres libres y las vírgenes.

MATRIMONIO PURO

[Nadie puede] saber cuando un marido (82) y su esposa


hacen el amor, salvo ellos dos, dado que el matrimonio en este
mundo es un misterio de aquellos casados. Si está oculto el
matrimonio mancillado, ¡cuánto más verdadero misterio es el
matrimonio sin mancillar! No es carnal, sino puro. No perte-
nece al deseo, sino a la voluntad. No pertenece a la oscuridad o
la noche, sino al día y la luz.
Si el matrimonio se pone al descubierto, se vuelve prostitu-
ción, y la mujer se prostituye no sólo si se embaraza de otro

54
AEREA

hombre, sino si sale de su recámara y la ven. Ella sólo debe


dejarse ver de su padre, su madre, el amigo del novio y los ayu-
dantes del novio, a todos ellos les está permitido entrar a la
recámara nupcial todos los días. Que los otros sólo anhelen oír
su voz o disfrutar del aroma de su ungitento y que se alimenten
de las migajas que caen de su mesa, como perros.
Los novios y las novias pertenecen a la recámara nupcial.
Nadie puede ver a un novio o a una novia salvo convirtiéndose
en novío o novía.

Luz ETERNA

Todo aquél que [entre] en la recámara encenderá la [luz.


Esto es] como los matrimonios que ocurren [en secreto y] se
llevan a cabo en la noche. La luz del fuego [resplandece en el
altar] (86) durante la noche y luego se extingue. Sin embargo,
los misterios de ese matrimonio se realizan en el día y en la luz y
ni el día ni su luz se ponen nunca.
Si alguien se vuelve ayudante de la recámara nupcial, esa per-
sona recibirá la luz. Si uno no la recibe mientras esté en ese
lugar, uno no puede recibirla en el otro lugar.
Aquéllos que reciben la luz no pueden ser vistos o deteni-
dos. Nada puede molestar a estas personas aun cuando estén
viviendo en este mundo. Y cuando dejan este mundo, ya han
recibido la verdad por medio de imágenes, y el mundo se ha
convertido en el reino eterno. Para estas personas, el reino
eterno es la plenitud.
Ésta es la manera en que es. Se le revela sólo a esta persona,
escondido no en la oscuridad y la noche, sino escondido en
pleno día y luz santa.

55
ACAPÍTULO 5%

El Diálogo del Salvador

EL DIÁLOGO DEL SALVADOR es un texto bastante fragmentario de la


Biblioteca Nag Hammadi, del códice 3 (tratado 5), en el cual
Jesús discute temas gnósticos con sus discípulos. La mayoría de
las veces, se refiere a los discípulos en general y de forma anó-
nima, pero con frecuencia se especifica a tres discípulos, a quie-
nes sí los llama por su nombre: Judas, seguramente Judas Tomás,
del Evangelio de Tomás, Mateo y María, muy seguramente María
Magdalena. Entre los personajes con nombre, Mateo (Mathaios)
es un discípulo reconocido de Jesús, Matías es quien remplaza a
Judas Iscariote, según los Hechos de los Apóstoles, y Mathaias es
quien recoge las enseñanzas de Jesús en el Libro de Tomás. La
María del Diálogo del Salvador se asemeja mucho a las descrip-
ciones que se hacen de María Magdalena en otras fuentes. El
Diálogo del Salvador en sí mismo parece estar relacionado con
otros textos y temas gnósticos, y comparte similitudes particula-
res con el Evangelio de, Tomás. Aún no se sabe a ciencia cierta
dónde y cuándo se redactó el Diálogo del Salvador, pero Helmut
Koester y Elaine Pagels sugieren que podría haber sido escrito

s6
EL DIÁLOGO DEL SALVADOR

durante las primeras décadas del segundo siglo, teniendo como


referencia otros materiales que proceden de finales del primer
siglo.
El fragmento que reproducimos a continuación forma parte de
la segunda mitad del texto, casi hasta el final (que es muy frag-
mentario y no está traducido aquí). En él, Judas, Mateo y María
experimentan una visión apocalíptica con temas gnósticos. La
luz de Dios desciende desde el reino superior de plenitud hacia
el mundo inferior incompleto, y ese mundo debe ser salvado por
la palabra y restaurado a la luz proveniente de arriba. La visión y
su explicación convencen a los discípulos, y María y los otros
discuten con el Maestro Jesús la visión y los puntos de interés: los
gobernantes o arcontes del mundo, las vestiduras del alma, pleni-
tud y carencia, vida y muerte. En medio de la conversación,
María pronuncia varios aforismos (“La maldad del día <es sufi-
ciente>. Los trabajadores merecen su alimento. Los discípulos se
parecen a sus maestros”), que han sido atribuidos a Jesús en otras
fuentes. El texto menciona que María habló “como una mujer
que entendía todo [o “que entendía completamente”].”
Cerca del final del Diálogo del Salvador, el Maestro dice:
“Oren en un lugar donde no haya mujeres,” y esta afirmación
provocadora ha originado comentarios sobre las labores de las
mujeres y el final de los partos. Esta discusión recuerda una afir-
mación anterior en el texto: “Todo lo que proviene de la mujer
muere,” y también es una reminiscencia del Evangelio de Tomás
114 y de enseñanzas del Evangelio de los Egipcios. En dicho
Evangelio (en Clemente de Alejandría, Miscelánea 3.6.45),
Salomé pregunta: “¿Por cuánto tiempo prevalecerá la muerte?” a
lo que Jesús contesta: “Mientras ustedes mujeres sigan dando a
luz hijos,” y, de nuevo, en el Evangelio de los Egipcios (en Cle-
mente de Alejandría, Miscelánea 3.9.63), Jesús dice: “He venido
a “abolir los trabajos de la mujer.” Inmediatamente, Clemente

57
EL EVANGELIO DE MARÍA

añade que al decir “mujer” Jesús se refiere a la lujuria y al decir


“trabajos” se refiere al nacimiento y a la muerte, así que la des-
trucción de los trabajos de la:mujer de hecho supone liberación
del ciclo de mortalidad, del ciclo de nacimiento, decadencia y
muerte, para disfrutar la luz de la vida de lo divino.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Helmut Koester y Elaine


Pagels, Introducción al Diálogo del Salvador; Beate Blatz y Einar
Thomassen, “The Dialogue of the Savior”; Silke Petersen y Hans-
Gebhard Bethge, “Der Dialog des Erlósers.”

58
El Diálogo del Salvador'

MARÍA Y OTROS DISCÍPULOS TIENEN UNA VISIÓN


APOCALÍPTICA

Él [tomó] a Judas, Mateo y María” (135) [para mostrarles la


última] consumación del Cielo y la Tierra, y cuando puso su
[mano] sobre ellos, quisieron poder [verlo]. Judas contempló
una región de gran altura, y vio la región del abismo abajo.
Judas le dijo a Mateo, “Hermano, ¿quién puede escalar tal
altitud o descender hasta tales profundidades? Pues allí hay
fuego ardiente y gran terror.”
En ese momento, una palabra? brotó desde las alturas. Mien-
tras Judas estaba parado allí, vio como la palabra [bajaba].
Entonces le preguntó a la palabra, “¿Por qué has bajado?”
El hijo de la humanidad* los saludó y les dijo, “Una semilla de
un poder tenía una carencia y descendió hasta el abismo de la
Tierra. La majestad [la] recordó y envió [la palabra hasta] ella.
La palabra llevó a la semilla ante [la presencia] de la majestad,
así (136) la primera palabra no se perdería.”*
[Sus] discípulos se maravillaron ante todo lo que les dijo, y lo
aceptaron todo con fe. Y entendieron que no hay necesidad de
mantener la maldad frente a uno.
Entonces les dijo a sus discípulos, “¿No les dije que, como el
destello visible de rayos y truenos, lo que es bueno será llevado
hasta la luz?”
Todos sus discípulos lo alabaron y le dijeron, “Maestro, antes
de que aparecieras aquí, ¿quién te alababa?, pues tú eres el cau-
sante de todas las alabanzas. ¿O quién te bendecía? Si todas
las bendiciones vienen de ti.”

59
EL EVANGELIO DE MARÍA

Mientras estaban parados allí, vio a dos espíritus que traían


solamente a un alma, y de repente hubo un gran destello de
trueno. Una palabra salió del hijo de la humanidad y dijo, “Den-
les sus vestiduras.”
Y el pequeño se volvió como el grande. Eran [como] aquellos
que fueron recibidos; (137) [no había distinción] entre ellos.*
Estas [palabras convencieron a lo3] discípulos a quienes les
[habló].

MARÍA PREGUNTA POR LA VISIÓN

María [le dijo, “Mira, he] visto la maldad [que afecta] a las
personas desde el comienzo, cuando viven unas con otras.
El Maestro [le] dijo, “Cuando las ves, [entiendes] mucho; no
[se quedarán allí]. Pero cuando ves a aquél que existe eterna-
mente, ésa es la gran visión.”
Todos replicaron, “Explícanoslo.”
Les respondió, “¿Cómo quisieran verlo, [en] una visión
pasajera o en una visión eterna”” y continuó, “Hagan su mejor
esfuerzo para salvar lo que puede venir tras de [mí], y búsquenlo
y hablen por medio de él, para que sea lo que sea que bus-
quen esté en armonía con ustedes. Pues les [digo] la verdad, el
Dios vivo [está] en ustedes, (138) [así como ustedes también
están] en Dios.”
a

JUDAS PREGUNTA POR LOS GOBERNANTES DEL MUNDO


Y LAS VESTIDURAS

Judas [dijo], “De verdad quiero [aprender todo].”


El [Maestro] le respondió, “El [Dios vivo no] habita [en esta
completa región] de imperfección.” *
Judas [preguntó], “¿Quién [nos gobernará]>”

60
EL DIÁLOGO DEL SALVADOR

El Maestro respondió, “[Mira, aquí están] todas las cosas que


existen [entre] lo que queda. Ustedes [gobiernan] sobre ellas.”
Judas dijo, “Pero, si los gobernantes están por encima de
nosotros, entonces nos gobernarán.”
El Maestro contestó, “Ustedes gobernarán sobre ellos.
Cuando ustedes logren extirpar los celos de ustedes mismos, se
vestirán de luz y entrarán a la recámara nupcial”?
Judas preguntó, “¿Cómo nos llegarán [nuestras] vestiduras>”
El Maestro respondió, “Vendrán algunos que se las darán a
ustedes, y otros que [las] recibirán, (139) y ellos [les darán] sus
vestiduras. ¿Pues quién puede alcanzar ese lugar [de] honor?
Pero les dieron las vestiduras de vida a estas personas porque
saben hacia dónde van.” Efectivamente, hasta para mí es difícil
Sd
alcanzarlo.

MARÍA PRONUNCIA PALABRAS SABIAS

María dijo, “Así:

La maldad del día <es suficiente>.”


Los trabajadores merecen su alimento.”
Los discípulos se parecen a sus maestros.”
Pronunció estas palabras como una mujer que entendía todo.”

Los DiscípULOS PREGUNTAN SOBRE LA PLENITUD


Y LA CARENCIA, VIDA Y MUERTE

Los discípulos le preguntaron, “Qué es plenitud y qué es


carencia?”
Les respondió, “Ustedes provienen de la plenitud y están en
un lugar de carencia.'* Y, miren, su luz se ha derramado sobre mí.”
Mateo preguntó, “Dime, Maestro, ¿cómo mueren los muer-
tos y cómo viven los vivos?” (140)

61
EL EVANGELIO DE MARÍA

El Maestro dijo, “[Me has] preguntado sobre una [verdadera]


enseñanza que ningún ojo ha visto ni yo lo había escuchado
excepto de ti.” Pero te digo"que cuando se escapa lo que hace
que una persona se mueva, esa persona estará muerta y cuando
lo que está vivo abandona lo que está muerto, se llamará vivo.”
Judas preguntó, “Entonces, ¿por qué algunos [mueren] y
algunos viven?” >
El Maestro dijo, “Todo lo que proviene de la verdad no
muere. Todo lo que proviene de la mujer muere.”*
María preguntó, “Dime, Maestro, ¿por qué he venido a este
lugar, a ganar o a perder?” ”
El Maestro respondió, “Tú demuestras la grandeza del reve-
lador.” :
María volvió a preguntar, “Maestro, entonces, ¿existe un
lugar que está abandonado o sin verdad>”
El Maestro respondió, “El lugar en donde no estoy yo.”
María dijo, “Maestro, tú eres impresionante y maravilloso,
(141) y [como un fuego abrasador] para aquéllos que no [te]
conocen.”
Mateo preguntó, “¿Por qué no vamos de una vez a nuestro
descanso?” *
El Maestro replicó, “Cuando dejen estas cargas atrás.”
Mateo preguntó, “¿Cómo se une lo pequeño con lo gran-
dioso>”
El Maestro dijo, “Cuando dejen atrás lo que no los puede
acompañar, entonces descansarán.”” * '

MARÍA Y OTROS DISCÍPULOS DISCUTEN LA VERDADERA


VIDA CON EL MAESTRO
*

María dijo, “Quiero entender todas las cosas [tal como]


ellas son.”

62
EL DIÁLOGO DEL SALVADOR

El Maestro dijo, “Todo aquél que busque la vida, encuentra


allí su riqueza. Pues el [descanso] del mundo es falso, y su oro y
plata son engañosos. 9D)

Sus discípulos le preguntaron, “¿Qué tenemos que hacer


ES

para que nuestro trabajo sea perfecto?”


El Maestro les [dijo], “Estén preparados, en todas las cir-
cunstancias. Benditos aquellos que han encontrado (142) la
[contienda y han visto] la lucha con sus ojos. No han matado ni
[los] han matado, pero han emergido victoriosos.”
Judas preguntó, “Dime, Maestro, ¿cuál es el principio del
camino?” ”
Le respondió, “El amor y la bondad. Si uno de ellos hubiera exis-
tido entre los gobernantes, la maldad no hubiera existido nunca.”
Mateo dijo, “Maestro, nos has hablado sobre el final del uni-
verso sin dificultad.”
El Maestro dijo, “Ustedes han entendido todas las cosas que
les he dicho y las han aceptado con fe. Si las conocen, les perte-
necen a ustedes. Si no, no son suyas.”
Le preguntaron, “¿A qué lugar vamos?”
El Maestro respondió, “Párense en el lugar que pueden
alcanzar.”
María preguntó, “¿Es todo lo establecido de esta manera
visible?”
El Maestro contestó, “Ya se los he dicho, aquél que puede
ver revela.”
Sus doce discípulos le preguntaron, “Maestro, [con] (143) sere-
nidad... enséñanos...”
El Maestro dijo, “[Si han entendido] todo lo que les he
[dicho], [serán inmortales, pues] ustedes... todo.”
María dijo, “Sólo hay una cosa que he de [decircle] al Maes-
tro sobre el misterio de la verdad. En esto nos paramos y en esto
nos aparecemos a aquéllos que son mundanos.”

63
EL EVANGELIO DE MARÍA

Judas le dijo a Mateo, “Queremos entender qué clase de ves-


tiduras tendremos que usar cuando abandonemos la corrupción
de la carne.” 0
El Maestro dijo, “Los gobernantes y los administradores”
tienen vestiduras que se entregan sólo por un tiempo y no
duran. Pero ustedes, como hijos de la verdad, no están para usar
vestiduras que sólo duran un tiempo.En cambio, les digo, ben-
ditos serán ustedes cuando tengan que quitarse las vestiduras.
Pues no es gran cosa (144) [dejar de lado lo que es] externo.” ”
. dijo, “¿Acaso hablo y acaso recibo...>”
El Maestro dijo, “Sí, [aquél que recibe] al padre de ustedes
”»27
en [una manera reflexiva].

MARÍA LE PREGUNTA AL MAESTRO SOBRE


LA SEMILLA DE MOSTAZA >

María preguntó, “[¿De qué] clase es la semilla de mostaza>*


¿Es del Cielo o de la Tierra”
El Maestro dijo, “Cuando el Padre estableció el mundo por
sí mismo, dejó muchas cosas con la madre de todo. Por esta
razón, Él habla y actúa.” ”
Judas dijo, “Nos has dicho esto desde la mente de la verdad.
Cuando oramos, ¿cómo debemos hacerlo?”
El Maestro dijo, “Oren en el lugar donde no haya mujer.”
Mateo dijo, “Él nos dice: 'Oren en el lugar donde no haya
mujer, lo que significa destruir los trabajos de la mhjer*” no
porque haya otra forma de nacimiento,” sino porque deben
dejar de [dar a luz].”
María dijo, “¿Nunca serán destruidas>”
El Maestro dijo, “[Ustedes] saben que ellas se estropearán
[una vez más], (145) y [los trabajos] de [la mujer aquí] serán
[destruidos también].”*”

64
EL DIÁLOGO DEL SALVADOR

Judas le dijo [a Mateo], “Los trabajos de la [mujer] se estro-


pearán. [Entonces] los gobernantes [llamarán dentro de sus rei-
nos], y nosotros debemos estar preparados para ellos.”
El Maestro dijo, “¿Los verán ellos a [ustedes y verán] a aqué-
llos que los reciben a ustedes? Miren, una palabra” celestial está
viniendo del Padre hacia el abismo, en silencio, con un destello
de trueno, y es productiva.* ¿Ellos la ven o la superan? No, uste-
des conocen más plenamente [el camino] que [ningún ángel] o
autoridad [conoce]. Es el camino del Padre y del Hijo, pues ellos
dos son uno. Y ustedes recorrerán el [camino] que han llegado a
conocer. Incluso si los gobernantes se vuelven grandes, no serán
capaces de alcanzarlo. [Miren], les digo, hasta para mí es difícil
alcanzarlo.”” (146)
[María] le preguntó [al Maestro], “Si los trabajos [son des-
truidos, ¿qué exactamente] destruye un trabajo?”
[El Maestro dijo], “Ustedes saben. [El día en que] Yo des-
truya [el trabajo, la gente] se irá a su propio lugar.”
Judas dijo, “¿Cómo se revela el espíritu?”
El Maestro dijo, “¿Cómo [se revela] la espada?”
Judas dijo, “¿Cómo se revela la luz?”
El Maestro respondió, “[Se revela] por sí misma eterna-
mente”
Judas preguntó, “¿Quién perdona el trabajo de quién? ¿Los
(3

trabajos [perdonan] al mundo [o es el mundo el que] perdona a


los trabajos?”
El Maestro [respondió], “¿Quién es [él]? De verdad, todo
aquél que ha llegado a conocer los trabajos. Pues es responsabi-
- lidad de estas personas hacer la [voluntad] del Padre.”

65
CAPÍTULO 6%

Pistis Sophia

PisTIS SOPHIA CONSISTE en una extensa y bastante tediosa serie de


reflexiones y revelaciones gnósticas sobre Pistis Sophia, “Fe—
Sabiduría,” una manifestación femenina de lo divino que a veces
se dice descendió del reino de lo divino, se arrepintió de su error
y está destinada a la salvación y la liberación. El texto Pistis Sop-
hia está en el códice de Askew (Codex Askewianus), un manus-
crito de la segunda mitad del siglo cuarto. El texto mismo, o al
menos una parte, podría tener un siglo más de antigúedad, y pro-
bablemente fue escrito en Egipto.
La figura de Pistis Sophia se menciona en otros textos, además
del presente, por ejemplo en La Hipóstasis de los Arcontes, Sobre
el Origen del Mundo, el Eugnostos y (menos directamente) en La
Sofía de Jesús, todos textos de la Biblioteca Nag Hammadi. En el
texto Sobre el Origen del Mundo, Pistis Sophia se presenta como
un poder divino de luz de cuya deficiencia se origina el caos y el
creador del mundo y cuyo reflejo en el agua se convierte en el
patrón para la creación del ser humano a imagen de Dios. En
Eugnostos y en La Sofía de Jesús, el hijo de la humanidad, o el

66
PBSTIS "SO PEEA

Salvador, se vuelve uno con Sofía, su consorte, a quienes algunos


llaman Pistis, y el hijo de la humanidad emite una brillante luz
andrógina. Aquí en Pistis Sophia, la caída de Sofía, su arrepenti-
miento y otros aspectos de su historia son reiterativos y se consi-
dera que otros textos, como los Salmos, hacen eco de ellos.
Varios seguidores de Jesús hacen preguntas y observaciones
en Pistis Sophia, pero María Magdalena y Juan ocupan un lugar
especial, y de estos dos, María es más sobresaliente. Se dice que
María y Juan son los seguidores más destacados; sin embargo,
María, de quien se dice que hablaba muy bellamente, es a quien
Jesús elogia por ser más devota al Reino de los Cielos que sus
hermanos. Según Carl Schmidt y otros estudiosos que han hecho
el conteo, en Pistis Sophia María hace no menos de treinta y
nueve de las cuarenta y seis preguntas dirigidas a Jesús.
En los fragmentos de Pistis Sophia traducidos a continuación,
María Magdalena enseña sobre la naturaleza de la vida en el
mundo y la salvación de la raza humana citando e interpretando
pasajes de Isaías así como dos dichos de Jesús: “Todo aquél que
tenga oídos para escuchar, debe escuchar” y “los primeros serán
los últimos y los últimos serán los primeros.” Ambas expresiones
se pueden encontrar en toda la literatura cristiana temprana, por
ejemplo en los Evangelios del Nuevo Testamento y en el Evange-
lio de Tomás. Como en otras partes (en Pistis Sophia 146, en el
Evangelio de Tomás y en el Evangelio de María), en Pistis Sophia
36, Pedro se queja de María y su locuacidad, pero Jesús la elogia.
María Magdalena, dice Jesús, está más comprometida con el
Reino de los Cielos, está más bendecida que todas las mujeres
sobre la Tierra y es una mujer espiritualmente pura.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: Deirdre Good, “Pistis Sophia”;


Henri-Charles Puech y Beate Blatz, “Pistis Sophia”; Kurt Rudolph,
Gnosis; Carl Schmidt y Violet MacDermat, eds., Pistis Sophia.

67
Pistis Sophia!
s »”
e
-

EXALTACIÓN DE MARÍA SOBRE SUS HERMANOS

Habiéndoles dicho esto a sus discípulos, Jesús dijo, “Todo


aquél que tenga oídos para escuchar debe escuchar.”
Entonces sucedió, cuando María? escuchó estas palabras, a
medida que el Salvador hablaba, fijó la mirada en el aire por
una hora, y finalmente dijo, “Maestro mío, ordéname que hable
abiertamente.” |
El compasivo Jesús le contestó a María diciendo, “Bendita
María, a ti a quien he de completar con todos los misterios de las
alturas, habla abiertamente, pues tú eres una que tienes el cora-
zón fijo en el Reino de los Cielos más que tus hermanos.”* (18)

MARÍA EXPLICA LA LIBERACIÓN DEL DESTINO

Entonces María le dijo al Salvador, “Maestro mío, cuando nos


dijiste: “Todo aquél que tenga oídos para escuchar debe escu-
char, lo dijiste para que pudiéramos entender lo que nos habías
dicho. Así que escucha, mi Maestro, y hablaré abiertamente:
Esto es lo que dijiste: “He tomado un tercio de todo el poder de
los gobernantes de todos los reinos, y he cambiado el tumbo de
su destino y la esfera que dominan, para que cuando miembros
de la raza humana los invoquen en sus misterios, los cuales los
ángeles desobedientes les enseñaron a completar su maldad y
hechos sin ley con el misterio de su magia, ellos no puedan ser
capaces de completar sus actos sin ley de aquí en adelante.” Les
has quitado el poder a ellos y a sus astrólogos y adivinos, y de
ahora en adelante no entenderán ni explicarán nada de lo que

68
RUS TIES:SOIRMERRA

sucede. Pues has girado su esfera y los has hecho pasar seis meses
orientados hacia la izquierda, para ejercer su influencia, y seis
meses orientados hacia la derecha, para ejercer su influencia.*
“Maestro, el poder del profeta Isaías habló sobre estas pala-
bras y las explicó una vez en una parábola espiritual, contando
sobre la visión de Egipto: ¿Dónde, Egipto, están tus adivinos y
astrólogos y lloronas?* Deja que te digan qué hará el Señor
Sabaoth.*
“Antes de que vinieras, el poder del profeta Isaías te predijo,
que les arrebatarías el poder a los gobernantes de los reinos y
que les cambiarías su esfera y su destino, para que desde ahora
no supieran nada. Concerniente a esto, ya se dijo. Tú no sabrás
lo que hará el Señor Sabaoth.” Es decir, ninguno de los gober-
nantes sabrá lo que harás de aquí en adelante. Los gobernantes
le dan significado a Egipto, pues son materia. El poder de Isaías
te predijo una vez y dijo: “Ustedes no sabrán de ahora en ade-
lante lo que hará el Señor Sabaoth.”* Concerniente al poder de
la luz que le has quitado al buen Sabaoth, que está a la derecha y
que hoy está en tu cuerpo material, concerniente a esto, mi
Maestro Jesús, nos has dicho: “Todo aquél que tenga oídos para
escuchar debe escuchar, para que puedas saber el corazón de
quién está orientado hacia el Reino de los Cielos.”” (19)
Cuando María terminó de decir estas cosas, Jesús dijo, “Bien
hecho, María. Estás más bendecida que todas las mujeres de la
Tierra, porque tú serás la plenitud de las plenitudes y la consu-
mación de las consumaciones.
»10

de e

PEDRO SE QUEJA DE LA PROMINENCIA DE MARÍA

(36) Cuando Jesús terminó de decirles estas cosas a sus discí-


pulos, preguntó, “¿Entienden cómo estoy hablando con ustedes?”
Pedro dio un paso adelante y le dijo a Jesús, “Maestro, no

69
EL EVANGELIO. DE MARÍA

podemos soportar a esta mujer que nos estorba y no nos deja


hablar aunque ella lo hace todo el tiempo.””
Jesús les respondió a susdiscípulos diciendo, “Permitan dar
un paso adelante y hablar a cualquiera en quien el poder del
espíritu haya aflorado, para que esa persona entienda lo que
digo. Pedro, me doy cuenta de que tu poder interno entiende la
interpretación del misterio del arrepentimiento que menciona
Pístis Sophía. Así que discute con tus hermanos la reflexión sobre
» 12
su arrepentimiento.

>

MARÍA LE TEME A PEDRO PERO ES REIVINDICADA

(72) Cuando el primer misterio terminó de decirles estas


cosas a sus discípulos, María pasó adelante y dijo, “Maestro,
entiendo en mi mente que puedo pasar al frente en cualquier
momento a interpretar lo que ha dicho Pístis Sophia, pero le temo
a Pedro, porque me intimida y odia a nuestro género.”
Cuando dijo esto, el primer misterio le respondió, “Cual-
quiera que esté lleno del espíritu de la luz pasará adelante a
interpretar lo que digo: nadie podrá oponérsele.”
AH

MARÍA MAGDALENA ES UNA MUJER PURA


ESPIRITUALMENTE »

(87) Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, María Mag-


dalena dio un paso adelante y dijo, “Maestro, mi persona ilumi-
nada” tiene oídos, y yo acepto todas las palabras que pronuncias.
Ahora, Maestro; esto es lo que dijiste, “Todas las almas de la raza
humana que recibirán los misterios de la luz serán los primeros
en heredar la luz, antes que todos los gobernantes que se han
arrepentido, antes que toda la región de la derecha, antes que

70
PISTIS SOPHTIA

toda la región del tesoro de la luz.” Concerniente a esta ense-


ñanza, Maestro, una vez nos dijiste, “Los primeros serán últimos
y los últimos serán primeros.”* Es decir que los últimos son toda
la raza humana que será primera en el reino de la luz, antes que
los habitantes de los lugares superiores, que son primeros. Por
esta razón, Maestro, nos has dicho, “Todo aquél que tenga oídos
para escuchar debe escuchar. En otras palabras, querías saber si
habíamos comprendido todo lo que dijiste. Maestro, ésta es la
palabra.”
Cuando María terminó de hablar, el Maestro se maravilló
ante las respuestas que ella dio, pues se había convertido total-
mente en espíritu puro. Jesús le respondió diciendo, “Bien
hecho, María, mujer pura espiritualmente.” Ésta es la interpre-
tación de la palabra.”

JA
-

CAPÍTULO 7%

Los Salmos Maníqueos de Heráclides

Los SALMOS DE HERÁCLIDES forman parte de una bella colección de


canciones del Libro Maniqueo de los Salmos, un cancionero
usado por seguidores del maniqueísmo en su adoración. El mani-
queísmo es una religión fundada por Mani O Manes, un profeta
del tercer siglo que creció en una comunidad judeocristiana bau-
tista, que recibió una revelación de un ángel, al que se refería
como su gemelo, y al que/a quien con el tiempo se le llamó el
Apóstol de la Luz de la religión maniquea. El maniqueísmo se
extendió desde Europa y el norte de África hasta Asia central
y China y se desarrolló como una religión universal que incor-
poraba ideas cristianas, budistas y zoroastrianas. Se parece en
varios aspectos al gnosticismo. :
En Los Salmos de Heráclides, se menciona a María Mag-
dalena varias veces. En una parte de estos salmos, se enume-
ran características y rasgos de discípulos y apóstoles de Jesús
y se incluye una descripción de María Magdalena. Se dice
(192.21-22) que “María es quien arroja la red en un esfuerzo por
atrapar a los otros once que estaban perdidos.” También se men-

72
LOS SALMOS MANIQUEOS DE HERÁCLIDES

cionan a Martha, Salomé y Arsinoe, y se dice que Martha es la


hermana de María. Estas cuatro discípulas mujeres también pue-
den ser nombradas en el Primer Apocalipsis de Santiago, de la
Biblioteca Nag Hammadi. De nuevo en los Salmos de Herácli-
des, en una lista similar de discípulos (194.19), se proclama a
María como “el espíritu de sabiduría [o “sofía”].”
En la canción que traducimos a continuación (187), tomada
de Los Salmos de Heráclides, la tierna discusión entre un hombre
(Jesús) y una mujer (María) está basada en la historia de María
Magdalena cuando se encuentra con el Cristo resucitado en el
huerto, en Juan 20:1-18. En la canción, a María se la manda a
ser la mensajera de los huérfanos perdidos, los once discípulos
hombres, y a usar su habilidad y conocimiento para reunir a las
ovejas con su pastor. Ella es capaz de hablarles con autoridad
a Simón Pedro y a los otros. Y a ella se la glorificará, según la
canción:

Porque ha escuchado a su Maestro,


[ella ha] cumplido sus instrucciones
con júbilo en todo su corazón.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS: C.R.C.: Allberry, ed., A Mani-


chaean Psalm-Book: Part II; Willis Barnstone y Marvin Meyer, The
Gnostic Bible; Jason BeDuhn, The Manichaean Body; Hans-
Joachim Klimkeit, Gnosis on the Silk Road.

73
Una Canción de Los Salmos Maniqueos
de Heráclides'

María, María, reconóceme,


Pero no [me] toques.*
[Seca] las lágrimas de tus ojos,
y sabe que Yo soy tu Maestro,
sólo no me toques,
pues no he visto todavía el rostro de mí Padre.

No se han llevado a tu Dios,


como pensaste en tu insigníficancia-
Tu Díos no murió;
en cambio, conquistó la [muerte].
No soy eljardinero.
He dado, he recibido...
[No] me aparecí ante ti
hasta que ví tus lágrimas y dolor... por mí.

Echa fuera esa trísteza


y realíza esta labor.
Sé mi mensajera para estos huérfanos perdidos.
Apresúrate, con júbilo, ve hasta donde los once.
Los encontrarás reunidos en la orilla del Jordán. ;
El traídor los convenció de que pescaran,
como solían hacerlo,
y que dejaran a un lado las redes
con las que recogían personas para la vida,
Diles: “Levántense, vamos.
Su hermano los llama.”
Sí no me entienden como hermano,
LOS SALMOS MANIQUEOS DE HERÁCLIDES

diles: “Es su Maestro.”


Sí no me entienden como maestro,
diles: “Es su Señor.”
Usa todas tus habilidades y conocimiento
hasta que lleves a las ovejas donde elpastor.
Sí ves que ellos no responden,
haz que Simón Pedro vaya hasta tí.
Dile: “Recuerda mís palabras,
entre tú y yo. Recuerda lo que dije,
entre tú y yo, en el Monte de los Olivos.
Tengo algo que decir,
pero a nadie a quien decírselo.”*
Rabí, mí Maestro, seguiré tus instrucciones
con júbilo en todo mi corazón.
No dejaré que descanse mi corazón,
no dejaré que duerman mís ojos,
no dejaré que se relajen mis pies
hasta que traiga las ovejas al redil.
Gloría a María,
porque ha escuchado a su Maestro,
[ella ha] cumplido sus instrucciones
con júbilo en todo su corazón.
[Gloría y] triunfo para el alma de la bendita María.

75
*CAPÍTULO 8%

“¿Debemos Voltear y Escucharla?”:


María Magdalena en el Centro
de la Discusión
ESTHER A. DE BOER

LEER LAS FUENTES SOBRE MARÍA MAGDALENA es toda una


experiencia, y uno no puede evitar tener una sensación de pér-
dida, traición, rabia y tristeza. Pero, al mismo tiempo, surgen
preguntas: ¿Qué pensamos de estos textos? ¿Qué pensamos de
los diferentes retratos de María Magdalena?
Durante las últimas décadas, el interés por María Magdalena
ha ido creciendo constantemente, y el descubrimiento del Evan-
gelio de María del segundo siglo, en particular, ha tenido un gran
impacto. Hasta entonces, sólo se conocían evangelios bauti-
zados con nombres de hombres: Mateo, Marcos, Lucas, Juan,
Pedro, "Tomás, Santiago, Felipe, Judas. Parecía haber poco espa-
cio para las mujeres en la historia de la Iglesia. Pero, de repente,
allí estaba ella: María Magdalena junto con su Evangelio.
Ante todo, fue el libro de Elaine Pagels The Gnostic Gospels el

76
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

que le permitió al público conocer a María Magdalena desde


esta nueva perspectiva. El capítulo sobre el simbolismo feme-
nino de Dios y el liderazgo femenino en los círculos gnósticos
marcó la diferencia. Se presentó al gnosticismo como un movi-
miento que le ofrecía a la mujer un gran espacio, y la posición de
María Magdalena brindaba una clave importante. Como resul-
tado, hombres y mujeres empezaron a mirar con suspicacia al
cristianismo ortodoxo, con su simbolismo netamente masculino
de Dios al igual que en su liderazgo, reglas, rituales y dogmas.
Los libros sobre María Magdalena se han vuelto populares.
La novela de Marianne Fredriksson According to Mary Magdalene,
por ejemplo, ha sido un gran bestseller. Esta novela cuenta
la historia de cómo María se dio cuenta de que Pedro y Pablo
estaban tergiversando las enseñanzas de Jesús de acuerdo
con sus propósitos personales y su lucha por difundir ella misma
las enseñanzas sin alterarlas. En la introducción de la novela,
Fredriksson cuenta que decidió escribirla después de leer el
Evangelio de María.

¿IMÁGENES FEMENINAS, LIDERAZGO FEMENINO?

En 1985, la conferencia “Imágenes de lo femenino en el


gnosticismo,” dictada en Claremont, California, inició una serie
de estudios académicos.' La cantidad de personajes e imágenes
femeninas en los textos gnósticos de Nag Hammadi es impre-
sionante. El alma es importante como un personaje femenino,
Norea es una salvadora y Sofía, una diosa. Sin embargo, la
conferencia mostró que las imágenes femeninas de los textos
gnósticos no están solas, pues se relacionan con imágenes mas-
culinas, y, juntas, forman las dos partes necesarias del simbo-
lismo heterosexual que es tan característico del pensamiento
gnóstico. ¿Este simbolismo heterosexual puede darle espacio a

77
EL EVANGELIO DE MARÍA

que la mujer sea un individuo autónomo” Las charlas dictadas


en la conferencia mostraron que la respuesta a esta pregunta
depende en gran medida" de quién interpreta las imágenes
femeninas.
Por ejemplo, la Norea de Anne McGuire es una guerrera
fuerte y consciente que lucha contra los arcontes, mientras
la Norea de Birger Pearson es la abufrida consorte de Seth. La
Sofía en la charla de Richard Smith es una diosa que tiene la
culpa de su propia caída, pues pensó que podría estar bien sin
la ayuda de su marido. Sin embargo, en la charla de Pheme Per-
kins, la Sofía caída es el medio por el cual los humanos se pue-
den identificar con Dios. En la charla de Maddalena Scopello,
la figura del alma, en la Exégesis del Alma, se presenta como una
mujer independiente que vive y salva su propia vida. Sin
embargo, Richard Smith describe el alma del mismo texto como
una mujer que sólo es feliz estando al lado del marido que su
padre le escogió.
De esta manera, la conferencia dejó claro que las imágenes
femeninas gnósticas pueden interpretarse de múltiples maneras
y, al menos, uno debe admitir que dichas imágenes, en su esce-
nario heterosexual, están abiertas a una hermenéutica andro-
céntrica.
Anne McGuire advierte contra la unificación de los textos
gnósticos bajo una sola categoría como el género. En su opinión,
las imágenes de género “han sido usadas para representar una
variedad de aspectos más abstractos en la especulación:religiosa,
incluyendo la relación de la dualidad o multiplicidad con la uni-
dad o la de lo mucho con lo único.”? Los textos dicen muy poco
sobre los hombres y las mujeres reales.
El hecho de que tantas discípulas mujeres tengan un papel
en la literatura cristiana gnóstica puede llevar a concluir que
ellas eran bastante importantes en los círculos cristianos gnósti-

78
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

cos. Sin embargo, según Silke Petersen, que ha estudiado el


papel y la posición de las discípulas mujeres en las escrituras
gnósticas, uno debe primero comparar esta circunstancia con la
presencia de los discípulos hombres en las escrituras gnósticas y
las referencias a las discípulas mujeres en los textos que no son
gnósticos. Petersen concluye que por cada escritura gnóstica en
la cual una mujer juega un papel importante, hay otras dos en las
cuales un hombre asume tal posición: Al mismo tiempo, mien-
tras que en todos los Evangelios del Nuevo Testamento las
mujeres juegan un papel en la historia de la Pascua, existen
varias historias similares en las escrituras gnósticas en las cuales
las mujeres no tienen ningún papel *
Además, cuando uno lee a algunos de los Padres de la Iglesia,
podría pensar que el cristianismo primitivo valoraba exclu-
sivamente el liderazgo masculino. Sin embargo, Bernardette
Brooten y Karen Jo Torjesen sostienen, basándose en inscrip-
ciones, que debieron de haber líderes mujeres en la Iglesia
primitiva, hasta el siglo cuarto. En un importante estudio sobre
las mujeres en la Iglesia primitiva, Anne Jensen trae a la luz
pública a mujeres reales que eran misioneras, profetas, mártires,
diaconisas, teólogas, profesoras y escritoras. Mientras Jensen
estudia escrituras contemporáneas, Ute Eisen investiga inscrip-
ciones y papiros documentales y concluye que las mujeres eran
apóstoles, profetas y profesoras de teología, viudas consagradas,
diaconisas, juezas, sacerdotisas y obispas. Ambas sostienen,
basándose en inscripciones y textos, que el liderazgo femenino
continuó hasta el siglo décimo.

MARÍA MAGDALENA EN LAS ESCRITURAS GNÓSTICAS

Incluso si el cristianismo primitivo no es el escenario oscuro


al que María Magdalena arroja luz, examinar los textos primi-

9
EL EVANGELIO DE MARÍA

tivos sobre ella es apasionante. Puede que la iglesia la haya


considerado una pecadora arrepentida,* pero según los textos
gnósticos, ella era una discípula de Jesús dotada de gran enten-
dimiento. Cualquier persona que esté cansada de los textos
misóginos de los Padres de la Iglesia, encontrará refrescante leer
los textos gnósticos que presentan a María Magdalena.
En Pístis Sophía y el Evangelio de” María, María Magdalena
juega un papel importante. En el primero, treinta y nueve de las
cuarenta y seis preguntas son de ella. En el segundo, al menos
la mitad de lo que aún se conserva del Evangelio incluye un diá-
logo sobre la revelación entre María y el Maestro Jesús, mien-
tras que en la otra mitad ella es la protagonista principal. El
descubrimiento del Evangelio de María hace de María Magda-
lena la única mujer en la historia que tiene un evangelio escrito
en su nombre” a
En estas escrituras, María Magdalena es uno de los discípu-
los que aprenden de Jesús. Ella hace preguntas, habla y se habla
de ella. Tanto en el Evangelio de Tomás 21 como en La Sofía de
Jesús 114, pregunta sobre la naturaleza y el propósito del disci-
pulado. En La Sofía de Jesús 98, pregunta cómo pueden los
discípulos encontrar el conocimiento. En el Diálogo del Salva-
dor, ella es uno de los tres discípulos (los otros dos son Mateo y
Judas) que reciben instrucción especial. Pregunta sobre el signi-
ficado del dolor y la alegría (126) y también les pregunta a sus
hermanos cómo y cuándo observarán todas las cosas que el
Maestro les ha dicho (131). :
Además, tiene un papel de intérprete. Ella conoce las escri-
turas y las enseñanzas de Jesús, y discute su significado. En Pístís
Sophia, cita a Isaías y los salmos y memoriza lo que ha dicho Jesús
y lo que ha escrito Pablo (17; 18; 60; 62; 113). También cita ense-
ñanzas de Jesús en el Diálogo del Salvador 139. El autor añade
que ella dijo esto “como una mujer que lo entendía todo.” La

80
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

agudeza de María Magdalena está en alta estima, y en Pístis Sop-


hía, el Maestro la elogia en repetidas ocasiones. Ella hace justo
las preguntas correctas con el propósito adecuado (25) y se dice
que tiene el corazón más sintonizado con el Reino de los Cielos
que sus hermanos (17). En el Evangelio de Felipe 64 y en el
Evangelio de María 18, los discípulos afirman que Jesús la quiere
más que a cualquiera de ellos. En el Evangelio de Felipe 59 se
dice que ella es la compañera constante de Jesús. El Primer
Apocalipsis de Santiago 38 y 42 relata que el Maestro tenía doce
discípulos hombres y siete discípulas mujeres. Cuando Santiago
dice de las discípulas mujeres: “Estoy sorprendido de cómo vasi-
jas impotentes se han vuelto fuertes por la percepción de que
está en ellas,” el Maestro le ordena que aprenda de ellas y men-
ciona unos pocos nombres, entre los cuales está María Magda-
lena (38, 40). Tanto en Pístis Sophía como en el Evangelio de
María, María Magdalena comparte su conocimiento con los
discípulos y les enseña. Se la elogia por esto, pero también se la
ataca, y en algunos textos es Pedro quien demuestra hostilidad
hacia ella.
El texto que me gusta más está en Pístís Sophía: María Magada-
lena dice: * “Maestro, entiendo en mi mente que puedo pasar al
frente en cualquier momento a interpretar lo que ha dicho Pístís
Sophía, pero le temo a Pedro, porque me intimida y odia a nuestro
género. Cuando dijo esto, el primer misterio le respondió:
“Cualquiera que esté lleno del espíritu de la luz pasará adelante a
interpretar lo que digo: nadie podrá oponérsele.” ” Esto es muy
diferente de lo que Orígenes, uno de los Padres de la Iglesia, se
imaginaba en el mismo siglo. En su comentario a la Primera
carta de Pablo a los Corintios dice: * * Es vergonzoso que una
mujer hable en el culto” (14:35). Cualquier cosa que diga, aunque
sea algo admirable o algo sagrado, viene de la boca de una mujer”
(Fragmento de la Primera carta a los Corintios 74.34-37)".

81
EL EVANGELIO DE MARÍA

La posición de María Magdalena en los textos gnósticos es


impresionante. Sin embargo, uno no debe dejar de ver el hecho
de que ésta no es indisputable. En la mayoría de los textos,
María tiene que ser defendida para tener derecho a hablar y hay
que persuadir a los lectores de que María es una persona a la que
se debe escuchar, a pesar de que sea una mujer (Evangelio de
Tomás 114; Evangelio de María 17-18; Evangelio de Felipe
63-64; Pístis Sophia 36; 72). Algunos dirían que esto refuerza la
suposición de que el cristianismo ortodoxo primitivo era misó-
gino mientras que el cristianismo primitivo gnóstico no, y argu-
mentarían que la hostilidad de Pedro hacia María en los textos
gnósticos debe ser interpretada simbólicamente. En este punto
de vista bastante común, Pedro representa la ortodoxia de la
Iglesia y María Magdalena, el gnosticismo.”
El Evangelio de María sugiere una interpretación diferente
de la hostilidad de Pedro hacia María. Es su temperamento
fuerte lo que hace que se oponga a ella.* Efectivamente, Pedro
representa una visión ortodoxa, pero no con respecto a una
doctrina de fe, sino con respecto a la responsabilidad de las
mujeres.”
La objeción de Pedro a María como una persona que podía
tener algo importante que decir sobre las enseñanzas de Jesús
representa un punto de vista común en la cultura de la época.
Las mujeres eran consideradas criaturas de segundo orden.” En
su libro sobre María Magdalena en los textos gnósticos, Antti
Marjanen llama la atención sobre el hecho de que muchtos de los
escritos gnósticos que le asignan un papel prominente a María
Magdalena también usan un lenguaje que menosprecia a las
mujeres.” Sostiene que la visión gnóstica positiva de María
Magdalena no cambiabarla actitud hacia las mujeres en general.
Silke Petersen, en su estudio sobre las discípulas mujeres de
Jesús en los textos gnósticos, incluso concluye que María Mag-

82
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

dalena es una figura tan destacada justamente porque ha tras-


cendido su feminidad inferior.”

DUALISMO

Nadie que haya leído la Biblioteca Nag Hammadi se sor-


prendería con dicha conclusión. Podemos recordar textos como
éstos: “Huyan de la esclavitud de la feminidad y escojan por
ustedes mismos la salvación de la masculinidad” (Zostriano
131). O: “Destruyan los trabajos de la mujer” (Diálogo del Sal-
vador 144). Aparentemente, esto significaba no sólo simbólica-
mente, como lo muestra el texto que precede a esta orden:
“Oren en un lugar donde no haya mujeres.” Existen más textos.
El Evangelio de Felipe dice: “Cristo vino a restablecer la separa-
ción, que ha estado allí desde el principio, y a reunir a los dos
y a dar vida a aquéllos que murieron como resultado de la
separación y a reunirlos” (70). Y el Evangelio de Tomás dice:
“Cuando ustedes conviertan el dos en uno... y cuando convier-
tan lo femenino y lo masculino en uno solo, y lo masculino no
sea masculino ni lo femenino sea femenino... entonces entrarán
al [Reino]” (22). Usualmente estos textos se citan para mostrar
que en el gnosticismo el hombre y la mujer son iguales o que el
gnosticismo se esfuerza por la unidad y se opone al dualismo. Y,
en efecto, estos textos son excelentes testigos cuando uno los lee
con ojos modernos. Sin embargo, también es importante buscar
el significado particular de esta unidad de lo masculino y lo
femenino en la antigúedad.
Filón de Alejandría es un ejemplo representativo del pensa-
miento antiguo sobre el significado y función de los términos
“masculino” y “femenino.” Él usa los términos en un sentido
metafórico, pero, al mismo tiempo, ambos están relacionados
con los hombres y las mujeres reales. El hombre simboliza la

83
EL EVANGELIO DE MARÍA

razón y la mujer, la percepción por medio de los sentidos. En


Preguntas y Repuestas sobre el Génesis, Filón propone que los hombres
son “varoniles” por temperámento, lo que quiere decir que son
sagaces, sensatos, justos, prudentes, píos, libres y osados y que
están emparentados con la sabiduría, pero las mujeres son
“femeninas,” lo que significa que son irracionales y que las con-
sume la pasión animal, el miedo, el dolor, el placer y el deseo.
Sin embargo, Filón sugiere que las mujeres pueden volverse
“viriles” y que los hombres pueden degenerarse hasta la femi-
neidad (Preguntas y Respuestas sobre el Génesis 2.49: 4.148). Hay
ocasiones en que lo “viril” debe evitar lo “femenino” para no
dejarse encantar por ello. Pero en últimas, lo “viril” y lo “feme-
nino” deberían ser uno. De este proceso de unión dice Filón:
“No es que los pensamientos masculinos puedan volverse feme-
ninos y relajarse por blandura, sino que el elemento femenino,
los sentidos, puedan volverse viriles al seguir los pensamientos
masculinos y al recibir de ellos la semilla para la procreación,
que puedan percibir (cosas) con sabiduría, prudencia, justicia
y valentía, en suma, con virtud” (Preguntas y Respuestas sobre el
Génesis 2.49). Esta unión de lo masculino con lo femenino no
se basa en la igualdad o la equivalencia.” En el mundo antiguo,
era mejor ser hombre que mujer, y el hombre debía tomar el
liderazgo para mejorar a la mujer. Unir los dos no conducía a
la androginia, en nuestro sentido moderno de la palabra. No
presuponía una visión holística de lo masculino y lo femenino,
sino una profunda visión dualista, con el ideal de lg mascu-
lino subsumiendo lo femenino y lo femenino inmerso en lo
masculino.

84
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

VOCES QUE SE OPONEN AL DUALISMO


MASCULINO-FEMENINO

Este tipo de dualismo no es de sorprender en el pensa-


miento helenístico. En general, se suponía que el espíritu estaba
más cerca de Dios que la materia, así como el hombre y la mas-
culinidad lo estaban más que la mujer y la femineidad.'* Lo que
sí sorprende, sin embargo, es que existan otras voces que se
hacen escuchar, voces que retan esta manera dualista de pensar,
como por ejemplo las representadas por Pístis Sophia, que, como
se citó anteriormente, defienden la apertura hacia las mujeres.
Es importante anotar que tanto la tradición ortodoxa como la
gnóstica son androcéntricas y cuentan con textos misóginos. No
obstante, ambas tradiciones también han preservado textos que
le dan voz a una visión positiva de la mujer como personas con
quienes se puede contar.”
Efectivamente, la Iglesia primitiva ha preservado dichos tex-
tos. Por ejemplo, Jerónimo, uno de los Padres de la Iglesia,
escribe en su carta a una mujer llamada Principia sobre la vida
de Marcela:

Esos incrédulos que me leen tal vez sonrían al encon-


trarme deteniéndome en elogios de mujeres débiles.
Pero si recordaran cómo mujeres santas atendieron a
nuestro Señor y Salvador y lo asistieron con su propia
sustancia, y cómo las tres Marías permanecieron frente a
la cruz y, particularmente, María de Magdala, llamada “la
Torre” por su seriedad y fe ardiente, tuvo el privilegio de
ver al Cristo resucitado antes incluso que los apóstoles,
ellos se condenarán por soberbia antes que yo por insen-
satez, ya que juzgo la virtud no por el sexo sino por la
mente (Epístola 127).

85
EL EVANGELIO DE MARÍA

Las palabras de Jerónimo son bastante revolucionarias,


especialmente teniendo en cuenta su aparente misoginia en
otros contextos y la visión-dualista de lo femenino y masculino
en la Antigiiedad.'* Para defender su punto de vista, recurre a
textos de los Evangelios del Nuevo Testamento. Se refiere a los
Evangelios canónicos. Esto podría parecer extraño. ¿Acaso los
Evangelios canónicos no son el cora2ón del cristianismo orto-
doxo primitivo? ¿Acaso no fueron escogidos porque se ajusta-
ban a la Iglesia primitiva? No lo creo. Son demasiado poco
ortodoxos. De hecho, los Evangelios canónicos preservan textos
que representan firmemente las voces de protesta contra la
visión dualista de lo masculino y lo femenino en la Antigúedad.
Los Evangelios del Nuevo Testamento han preservado
narraciones en las cuales Jesús da su opinión sobre las leyes de
pureza, matrimonio y lazos de familia. Éstas son exactamente
las tres costumbres que definían la vida de las mujeres tan dife-
rentemente de la vida de los hombres. No obstante Jesús espiri-
tualizaba las leyes de pureza. La pureza física no importaba, en
cambio la de corazón sí (Marcos 7:21-23; cf. Mateo 15:18-20).
Declaraba que el matrimonio era un vínculo de fidelidad entre
dos personas, ambas responsables y ambas capaces de tomar ini-
ciativas (Marcos 10:11-12). Extendía los lazos de familia de las
relaciones de sangre hasta la comunidad religiosa como un todo
(Marcos 3:34—35; cf. Mateo 12:49—50; Lucas 8:21).
Los Evangelios del Nuevo Testamento también preservan
textos en los cuales Jesús libera a mujeres individuales de su
destino femenino (narraciones como la de Martha y María,
Lucas 10:38-42, o la de la adúltera, Juan 8:1-11). Además,
dichos Evangelios preservan narraciones en las cuales Jesús
les enseña a las mujeres igual que como les enseña a los hom-
bres, como, por ejemplo, la narración de la mujer samaritana
(Juan 4:1-30). Es evidente que las enseñanzas de Jesús no

86
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

sólo estaban enfocadas en los hombres, sino también en las


mujeres, y esto lo demuestra el hecho de que en Sus ejemplos e
historias siempre se refería a la experiencia de ambos. Hablaba
igual de fácilmente sobre el dolor del parto, de la levadura, la sal,
la luz, el agua y mantener la casa limpia como de la administra-
ción, el pastoreo, la pesca y ser un campesino. A pesar de que los
Evangelios del Nuevo Testamento son evidentemente andro-
céntricos, presentan evidencia de que había cristianos: que
creían que Jesús no hacía distinciones entre hombres y mujeres.
Aparentemente, las historias que representan esta actitud se
han contado y recontado.

CRISTIANISMOS PRIMITIVOS

Sin embargo, cuando se tratan textos gnósticos, la mayoría


de los académicos apuntaría hacia el dualismo específico que
está en el centro del pensamiento gnóstico. Mientras el mundo
fue creado por el padre de Jesús, según el cristianismo ortodoxo,
y es bueno desde el origen, según el pensamiento cristiano
gnóstico, una deidad menor creó el mundo, y dicha creación es
una caída. La mujer y la femineidad, identificadas con la sexua-
lidad y la procreación, deben ser rechazadas completamente, en
una visión que considera un error la existencia del mundo. Ade-
más, la Iglesia posterior consideró una total herejía y una nega-
ción de las raíces judías de las enseñanzas cristianas la creencia
de que el creador Dios del Génesis era una deidad inferior.
En su libro Rethínking “Gnostícism,” Michael Williams reta a los
académicos a abolir el término “gnosticismo” o, por lo menos, a
que lo usen con cautela y críticamente. Afirma que en la Anti-
gúiedad no existía una religión gnóstica claramente definida y
que la etiqueta “gnóstico” les permite a los académicos moder-
nos categorizar ciertas escrituras de la Antigúedad tardía para

87
EL EVANGELIO DE MARÍA

entenderlas más fácilmente. Advierte que puede malentenderse


el significado de ciertos textos si se supone que pertenecen a
una religión “gnóstica” establecida en lugar de permitirles
hablar por sí mismos.
En What Is Gnostícism> Karen King concluye que el “gnosti-
cismo” es un término que cobija muchos movimientos cristia-
nos primitivos. Sostiene que el término existía sólo como una
herramienta de la formación de la identidad ortodoxa, que se
derivaba del discurso cristiano primitivo sobre ortodoxia y
herejía, que ahora existen independientemente. Es más, explica
que el discurso de los polemistas cristianos primitivos sobre
ortodoxia y herejía ha sido entrelazado con el conocimiento
sobre gnosticismo del siglo XX. Ésta es una idea importante,
pues, como King escribe, “El asunto en cuestión no es sólo la
capacidad de escribir una historia más exacta del cristianismo
antiguo en toda su multiplicidad, sino también nuestra capa-
cidad de enfrentar críticamente las antiguas políticas de las
diferencias religiosas en lugar de reproducir inadvertidamente
sus estrategias y resultados.” Al leer los textos primitivos sobre
María Magdalena, es útil tener esto en mente. No existían lími-
tes claros entre el cristianismo ortodoxo y otros cristianismos.
Es demasiado simplista concluir que el cristianismo ortodoxo
le habría dado muy poco crédito a María Magdalena mientras
el cristianismo gnóstico la habría tenido en gran estima.
“e

y
s

MARÍA MAGDALENA SEGÚN EL EVANGELIO DE MARÍA


Como hemos dicho, María Magdalena es la única mujer que
tiene un evangelio escrito en su nombre.” O, para ser más preci-
sos, María Magdalena esla única mujer cuyo evangelio ha perdu-
rado a través del tiempo. Generalmente, este evangelio ha sido
interpretado como un texto gnóstico, pero otros especialistas

88
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

están convencidos de que debe interpretarse dentro de un con-


texto más amplio, como uno de los muchos testimonios de la fe
cristiana primitiva.” Yo sugiero que el dualismo en el Evangelio
de María es moderado y pertenece a un contexto judeocristiano
y no a uno cristiano gnóstico. En el Evangelio de María, el mundo
natural está enraizado originalmente en lo divino, pero se ha
mezclado con un poder contrario a la naturaleza. Tanto este
poder como la naturaleza actúan sobre la materia (pasiva), como
el labriego que siembra trigo y su enemigo, cizaña, en la parábola
de Jesús sobre el trigo y la cizaña (Mateo 13:24—30; Evangelio de
Tomás 57). Incluso, según el Evangelio de María, los discípulos
no deben negar el cuerpo o evitar el mundo, sino tener cuidado
de que este “algo contrario a la naturaleza” no los domine, pues
es lo que ha traído confusión y pasión al cuerpo y al mundo y ha
perturbado su armonía y paz originales.
Por el nombre del evangelio, no sorprende si originalmente
su principio también fuera sobre María Magdalena. Las prime-
ras páginas podrían haber narrado que María les contaba a los
discípulos sobre la crucifixión y muerte de Jesús y su visita a la
tumba de una manera similar a los relatos de los Evangelios del
Nuevo Testamento. Uno podría pensar en el Evangelio de Juan,
que dice que María acudió a los discípulos para contarles que
había visto al Maestro y que Él le había hablado (Juan 20:18).
Uno también podría pensar en la Epístola de los Apóstoles
del segundo siglo (Epístula Apostolorum), que, después de describir
varias historias de la vida de Jesús, salta a su muerte y presenta
a María contándoles a los discípulos sobre su resurrección.
Cuando no le creen, regresa donde el Maestro Jesús, quien
entonces envía a Sara. En la versión copta, envía a Martha y a
María. Cuando los apóstoles siguen sin creer, el Maestro acom-
paña a las mujeres, a quienes el autor llama “María y sus herma-
nas” (11) y regaña a los apóstoles. En este contexto, ocurre el

89
EL EVANGELIO DE MARÍA

diálogo entre Jesús y los discípulos y en él surgen varios temas,


como la encarnación de Jesús, su regreso, el fin del mundo, el
futuro de los discípulos, elugar de las leyes, la instrucción para
enseñar el Evangelio y el sufrimiento de los discípulos, que
finalmente ascenderán con Jesús para alcanzar el descanso final.
En el Evangelio de María, el diálogo con el Salvador, que
empieza en algún momento antes del versículo 7, bien puede
haber estado situado en un momento similar al de la Epístola de
los Apóstoles. En las páginas que faltan al principio del Evange-
lio, el Salvador puede haberse aparecido después del testimonio
de María sobre la resurrección para reafirmar la confiabilidad
de sus palabras y explayarse en ciertos temas. A diferencia de la
Epístola (51), el Evangelio de María no termina con la partida
del Maestro, sino que continúa la historia y cuenta cómo reac-
cionaron los discípulos a sus instrucciones y a las enseñanzas
de María.
El desarrollo de la historia después de la partida del Salvador
es bastante dramático. Se habla no sólo sobre el contenido de las
enseñanzas de María, sino también de los diferentes puntos de
vista sobre quién era ella. Después de sus enseñanzas sobre la
grandeza del hijo de la humanidad (o hijo del hombre), María
les vuelca el corazón a los discípulos hacia el interior donde está
el bueno, que es el hijo de la humanidad dentro de ellos mismos.
Que el hijo del hombre, el crucificado y resucitado Jesús, estu-
viera dentro de sus discípulos es un tema bastante recurrente
tanto en Juan como en las cartas paulinas (p. ej. Juan 14:20;
17:26; Gálatas 2:20; 4:19; Romanos 8, 10).
Gracias a María, los discípulos empiezan a discutir las pala-
bras del Salvador, aparentemente con el propósito de difundir
el Evangelio. Parece ser que al principio sólo lo hacían los hom-
bres, ya que Pedro le pide a María que se les una, porque consi-

90
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

dera que es especial entre las mujeres. Según Pedro, el Salvador


la quería más que al resto de las mujeres.
Las palabras del Salvador que María recuerda por petición
de Pedro todavía son desconocidas para los discípulos y preten-
den ilustrar de una manera más profunda las enseñanzas del
Salvador a todos los discípulos sobre el hijo de la humanidad
dentro de ellos, quien debe ser seguido, buscado y encontrado.
Mientras los discípulos piensan en el hijo de la humanidad
como aquél que sufrió; y temen su propio sufrimiento, María
hace hincapié en su grandeza, que los ha preparado y los ha
hecho verdaderamente humanos. Además, al recodar palabras
del Salvador que ella conoce y los demás no, les muestra la salida
a sus dudas. Los discípulos no necesitan depender de los senti-
dos de su alma, ni necesitan esperar la inspiración divina del
exterior. El Salvador le había explicado a María que no existen
dos categorías, alma y espíritu, sino tres: alma, mente y espíritu.
Sus propias mentes, las cuales tienen el espíritu del hijo de la
humanidad dentro, les permite a los discípulos, primero, ver la
grandeza del Maestro; segundo, volverse estables y, tercero,
experimentar dicha.
Después de las páginas que faltan, María les dice a los discí-
pulos lo que el Salvador le enseñó sobre cómo se podían alcan-
zar la estabilidad interna y, eventualmente, el descanso divino.
Mientras que los discípulos, sumidos en sus vacilaciones, están
convencidos de que los gentiles les harán daño, María les mues-
tra la identidad de los adversarios reales (comparar con Efesios
6:12), que no sólo están en el exterior, sino también dentro y
entre los discípulos. Los poderes de la oscuridad, el deseo, la
ignorancia y la ira mantienen al alma esclavizada. Sin embargo,
no se debe temer a estos oponentes, pues felizmente se pueden
vencer. La estabilidad interna y el descanso divino se pueden

91
EL EVANGELIO DE MARÍA

hacer realidad al identificar el razonamiento falso con la ayuda


de la razón divina, que consiste en la convicción de que el alma
ha sido liberada de sus amarras. En cambio, el razonamiento
falso de los poderes pone énfasis en que el alma les sigue perte-
neciendo a ellos.
El autor es claro en cuanto que las enseñanzas de María
sobre las palabras del Salvador son el punto focal del Evangelio.
Pero éste no termina allí. En cambio, se cuestiona que María
como mujer sea digna de confianza. Andrés reacciona sin
rodeos a lo que “ella” ha dicho: las palabras de María no pueden
provenir del Salvador porque parece que están en desacuerdo
con lo que ellos ya saben. Pedro se enreda en reglas sociales en
cuanto a “una mujer” y los hombres. María reacciona fuerte-
mente y Leví trata de mediar, pero sigue excluyendo a “la
mujer” del grupo de los discípulos. El Evangelio termina
aquí, con incertidumbre. ¿Se aceptan las palabras de María? ¿Se
incorpora su enseñanza? El título demuestra que el autor, o un
copista primitivo, aceptó las palabras de María y él o ella quería
que los lectores acogieran las enseñanzas de María y entendie-
ran su importancia. Pero Andrés, Pedro e incluso Leví parecen
haber decidido quedarse sin ella. Para ellos, aceptar a una mujer
como compañera discípula y maestra es imposible.
Aparentemente, desde el punto de vista del autor, María es
una discípula de Jesús, el Salvador, en el sentido de que El le ha
enseñado. También ha tenido acceso a enseñanzas que los otros
no. El Salvador le ha enseñado a ella sola sobre cómo se pueden
experimentar la estabilidad interna y el descanso divino, quié-
nes son los adversarios del alma y cómo se pueden manejar.
Además, el hijo de la humanidad la ha preparado para procla-
mar el Evangelio del Reino y la ha convertido en un verdadero
ser humano, como a los otros discípulos. Incluso, el autor da
indicios, según su propia visión, de que María representa al Sal-

92
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

vador después de su partida. Ella es capaz de volcar el corazón


de los discípulos hacia dentro, donde está el hijo de la humani-
dad. El autor también muestra cómo consideraba el Salvador a
María: la llama bendita, porque ella procura vivir de acuerdo
con su mente renovada y está ascendiendo hacia lo divino. La
estima de María por el Salvador se ve en su ansia de aprender de
Él No se concentra en su sufrimiento, sino en su grandeza, y lo
ve glorificado en una visión.
Desde el punto de vista del autor, María es una discípula
entre los discípulos. Después de la crucifixión y la resurrección
del hijo de la humanidad, se convierte en una discípula especial,
porque, como la representante del Salvador después de su par-
tida, tiene la tarea de persuadir a los discípulos de que salgan a
divulgar el Evangelio del Reino del hijo de la humanidad. Pero
el autor muestra que la posición de María entre los discípulos es
ambigua. Cuando está alentando a los compungidos discípulos,
éstos la aceptan y aparentemente se les despierta la curiosidad
de saber cómo es la visión de ella con respecto al Salvador. Pero
cuando se abre más, ya no la aceptan. Es difícil de entender
exactamente por qué sucede esto. ¿Exactamente qué pone de
mal humor a Pedro y a Andrés? ¿Por qué Leví duda en recono-
cer que sus enseñanzas provienen del Salvador?
El autor señala dos problemas que están relacionados: el
contenido de las enseñanzas de María y el hecho de ser mujer.
Esto conduce a un tercer problema: la relación entre María y el
Salvador. ¿Acaso el Salvador como hombre le enseñó a María
como mujer? ¿Realmente ella sabe cosas diferentes de las que
saben los otros? El autor presenta tres visiones de María entre
los discípulos. Primero, María puede estar mintiendo con res-
pecto al Salvador, pues dice cosas diferentes de las que los discí-
pulos ya saben, es más, el Salvador, como hombre, nunca le
habría dicho a ella, como mujer, cosas que los discípulos hom-

93
EL EVANGELIO DE MARÍA

bres- necesitaban escuchar. Segundo, María podría ser más


entendida que los otros discípulos, dado que el Salvador la que-
ría más que al resto de mujeres. Tercero, el Salvador pudo haber
tomado en cuenta a María porque la conocía profundamente, y
por eso la quería más que a los demás.
El autor rechaza cada una de estas visiones. María no está
mintiendo, ni ella, como “la mujer,* fue tomada en cuenta o
escogida por el Salvador porque la quería o la conocía bien.
Desde el punto de vista del autor, María es simplemente un dis-
cípulo como los otros, preparada y verdaderamente humana
como los otros, aunque en su caso ella sabe cosas que los otros
no y actúa en consecuencia.
Para el autor, las palabras de María son de crucial importan-
cia. Ella es capaz de ayudar a los discípulos a volcar su corazón
hacia dentro, lejos de la preocupación por el sufrimiento del
hijo de la humanidad y la amenaza de “los gentiles.” Apunta a
los discípulos hacia el dichoso reconocimiento de la grandeza
del Salvador: los preparó para predicar el Evangelio y los hizo
verdaderos seres humanos. María también muestra la identidad
de los adversarios reales de la verdadera humanidad, la impor-
tancia de la mente renovada de los discípulos y el camino para
experimentar la estabilidad interna y el descanso divino.
Hasta aquí, las enseñanzas de María explican que, a pesar de
que la divulgación del Evangelio puede causar sufrimiento tem-
poral, el contenido de éste es vital para la liberación, el júbilo y
la victoria del alma. Las palabras de María empoderan'a los dis-
cípulos para que vean que su miedo a divulgar el Evangelio está
basado en un razonamiento falso y se origina en los adversarios
reales que felizmente se pueden vencer. En el Evangelio de
María, María Magdalena insta y ayuda a los lectores a divulgar
el Evangelio en un ambiente hostil, los previene contra la cerca-
nía inesperada de apasionados poderes opuestos (como Pedro

94
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

y Andrés esforzándose por establecer una jerarquía mascu-


lina), así como les confirma su libertad esencial del asimiento
de la pasión, gracias a la nueva identidad que el Salvador les
había dado.

Los EVANGELIOS DEL NUEVO TESTAMENTO

Después de leer el Evangelio de María y otros textos extra-


canónicos sobre María Magdalena, surge una pregunta: ¿Por
qué los Evangelios del Nuevo Testamento hablan tan poco
sobre ella? Es claro que los Evangelios muestran rastros de una
alta estima por ella, pero también de una decisión de reducir la
importancia de su papel.” Marcos sugiere que todo está perdido
al final del Evangelio, cuando María Magdalena, María de San-
tiago y Salomé no hablan (Marcos 16:8). Nadie irá a Galilea a
ver al Cristo resucitado. Con este final abierto, se invita a los
lectores a hablar, porque saben que María Magdalena y las
otras eventualmente debieron de hablar también, pues están
leyendo su historia. Se anima a los lectores a superar su miedo
de la misma manera que María Magdalena, María de Santiago y
Salomé debieron hacerlo.
Comparado con Marcos, Mateo pone a María Magdalena en
una jaula de oro. Ya no es el testigo importante de Marcos, de
quien depende el impacto del trabajo de Jesús. Para asegurarse,
ella es la discípula modelo, fiel y valiente, que ve la apertura del
sepulcro, se encuentra con Jesús resucitado y lo obedece jubilo-
samente (Mateo 28:1-10), pero el impacto real del trabajo de
Jesús depende de Él mismo y de los once apóstoles (Mateo
28:16-20). Lucas tiene un punto de vista diferente. En su Evan-
gelio, María Magdalena también es especial, como en Mateo,
pero no por su fe y valentía, sino porque se ha sanado de siete
espíritus malignos (Lucas 8:2). No aceptan su relato de la reve-

95
EL EVANGELIO DE MARÍA

laciónen la tumba vacía, les causa confusión, y por ello lo consi-


deran superfluo, mientras que creen de inmediato la palabra de
que Pedro ha visto al Maestro (Lucas 24:1-36).
Aunque Mateo y Lucas apuntan en direcciones diferentes, se
parecen, en comparación con Marcos, en que introducen discí-
pulos hombres para desestimar la importancia de María Mag-
dalena. Ambos sugieren que el impucto del trabajo de Jesús
descansa en los hombros de los once apóstoles en lugar de
los hombros de María Magdalena y las mujeres que la acompa-
ñan. Con base en esta observación, debemos concluir que una
de las razones por las cuales Mateo y Lucas limitan el papel de
María Magdalena es porque es mujer. Esto es confirmado por
la exclusión de las mujeres en la consideración del apostolado
en el relato de Lucas al principio de los Hechos de los Apóstoles
(Hechos 1:22). '
En este sentido, otra observación es importante. A pesar de
que los Evangelios sinópticos difieren considerablemente en su
representación de María Magdalena, son similares en que el
principal contenido de la instrucción de María no es nuevo para
los discípulos. En los Evangelios sinópticos, María y las otras
mujeres tienen principalmente el papel de recordarles a los dis-
cípulos las palabras que Jesús había dicho cuando estaba entre
ellos. En contrate con los relatos sinópticos, en el relato de Juan,
el principal contenido de la instrucción confiada a María es
nueva para los discípulos (Juan 20:17). Además, María inter-
preta por su cuenta las enseñanzas de Jesús (ella no recurre a los
hermanos de Jesús, sino a sus discípulos, Juan 20:18), y basán-
dose en el prólogo, los lectores saben que su interpretación es la
correcta (Juan 1:12-13). A diferencia de los Evangelios sinópti-
cos, Juan no duda en retratar a las mujeres, como la mujer sama-
ritana (Juan 4) y Martha (Juan 11), que dialogan con Jesús. Al
mismo tiempo, sin embargo, el Evangelio de Juan y los Evange-

96
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

lios sinópticos continúan siendo androcéntricos. En los Evange-


lios sinópticos, se dice que muchas mujeres seguían a Jesús, pero
nunca se las presenta hablando con Él. En Juan, las mujeres
están en diálogo con Jesús, pero las representa dentro de límites
cuidadosamente definidos (Martha y María son las hermanas
del amigo de Jesús, María Magdalena está acompañada por la
madre de Jesús y Éste le pide a la mujer samaritana que traiga a
su marido) y no dice que hubiera mujeres viajando con Él.
En el Evangelio de María, se discuten abiertamente las ense-
ñanzas de María. ¿Se puede confiar en ella? ¿Realmente sus
palabras provienen del Salvador? ¿Le habría enseñado el Salva-
dor a una mujer sola y debían los discípulos creerle y escucharla?
Este tipo de discusión no se trata abiertamente en los Evange-
lios del Nuevo Testamento. En ellos, la discusión sobre la posi-
ción de María sólo está presente implícitamente. Y el resultado
de esta discusión es muy diferente: mientras que el Evangelio de
María elige representar a María como una discípula a quien
hay que escuchar con atención, los Evangelios del Nuevo Testa-
mento son ambiguos y muestran reservas en cuanto a su papel
así como el papel de otras discípulas mujeres.
A primera vista, comparado con otros textos, parece extra-
ordinario que el autor del Evangelio de María le haya dado un
papel tan explícito. Sin embargo, me pregunto si deberíamos
decir algo más. ¿No es extraordinario que los Evangelios del
Nuevo Testamento se tomen tanto trabajo para limitar su
papel? ¿Lo hacen sólo porque es mujer? Pero debemos ser cau-
telosos y reconocer que los Evangelios del Nuevo testamento
parecen tener otras razones para mantener a María en silencio.
Los temas comunes sobre María Magdalena en los Evange-
lios del Nuevo Testamento brindan evidencias de las tradicio-
nes del primer siglo sobre ella. Pero si generalmente se la
conocía como una discípula de Jesús, estrechamente relacionada

97
EL EVANGELIO DE MARÍA

con las circunstancias que crearon el núcleo confesional de los


primeros cristianos, entonces podemos imaginarnos que debió
de haber historias no sólo sobre su presencia en la crucifixión y
en el sepulcro, sino también sobre lo que aprendió de Jesús y el
contenido de su Evangelio.
Marcos pudo haber hecho uso de estas historias, pero no lo
sabemos con certeza, pues Marcos tiene su propio propósito
teológico. El Evangelio de Marcos sólo identifica por nombre a
los doce apóstoles y no identifica directamente a ningún discí-
pulo, sino que usa todo el tiempo un plural general para refe-
rirse a los discípulos, como una invitación abierta a que los
lectores se conviertan en discípulos ellos mismos.” Marcos pre-
senta a María Magdalena y a las otras dos Marías y a Salomé al
final del Evangelio, en contraste con los doce, para explicar lo
que el discipulado significa realmente. En Marcos 15:40—41,
resulta que los discípulos que realmente entienden lo que
significa seguir a Jesús no son los doce hombres especificados,
que se consideraban los seguidores autorizados de Jesús (Mar-
cos 9:30—40; 10:32-45), pero lo traicionan (Judas), lo niegan
(Pedro) y huyen cuando lo arrestan. En cambio, las hasta enton-
ces desconocidas e implícitas mujeres seguidoras en este punto
de la historia de Marcos son ejemplo de que el discipulado no
tiene nada que ver con el poder, sino con la mayor disposición
a seguir y permanecer útil, incluso cuando es peligroso hacerlo,
lo que Marcos enfatiza al situar a las mujeres mirando a lo
lejos.” Además, la representación de María Magdalena, María y
Salomé en silencio tiene un propósito literario, pues reta al lec-
tor a superar su propio silencio.”
En el Evangelio de Mateo, no se requiere un papel explícito
como discípula de María Magdalena, dado que el autor presenta
alos discípulos de Jesús primero y al final a los doce hombres. Y

98
“¿DEBEMOS VOLTEAR Y ESCUCHARLA?”

es a ellos a quienes deben prestarles atención los lectores, para


convertirse en discípulos, para ser bautizados e instruidos. El
Evangelio de Lucas parece tratar el tema del género, aunque
sutilmente. Las parejas de género de Lucas, historias paralelas
respectivamente con una mujer y un hombre como protagonis-
tas (p. ej. el pastor con su oveja perdida y la mujer con su
moneda perdida, en Lucas 15:37; 8-10), transmiten la idea de
un mundo dividido por el género.* Lucas habla favorablemente
de las mujeres cuando su fortaleza y perserverancia tienen rela-
ción con escuchar la palabra de Dios y llevarla a cabo, por medio
de la oración y de compartir las posesiones (p. ej. Lucas
11:27-28; 18:1-8; Hechos 9:36), pero también usa la técnica
narrativa de silenciarlas. Lucas presenta con frecuencia a muje-
res que los lectores deben imaginarse hablando, pero que, al
mismo tiempo, están calladas, pues Lucas no les da una voz real
(p. ej. la profetisa Ana, en Lucas 2:36-38 y la mujer que había
sufrido de una terrible hemorragia, en Lucas 8:47). La presencia
de las mujeres de Galilea como testigos, María Magdalena entre
ellas, no es de importancia, excepto para ellas mismas.
El Evangelio de Juan muestra una imagen distinta. Según el
autor del cuarto Evangelio, la interpretación y proclama de
María Magdalena del significado de la muerte, resurrección y
ascensión de Jesús son verídicas. Además, otras enseñanzas de
María como testigo presencial también pueden estar presentes
en Juan, pero existen límites conservadores con los cuales hay
que lidiar. En el Evangelio de Juan, incluso Jesús mismo sólo
entiende paulatinamente que las mujeres pueden ser labriegas
de la semilla y que los discípulos no deben tener miedo ni
entorpecerles el trabajo, sino alegrarse con ellas al recoger la
cosecha (Juan 4).
Toda la marginalización de María, aunque no la elimina,

9%
EL EVANGELIO DE MARÍA

revela con fuerza que era una discípula importante de Jesús con
funciones propias y su propio Evangelio. La comparación entre,
por un lado, el Evangelio de María y los otros textos no canó-
nicos y, por el otro, los Evangelios “oficiales” del Nuevo Testa-
mento le permiten a María, finalmente, emerger de las sombras
de la historia.

100
Notas

INTRODUCCIÓN
1. Ver Jerónimo, Epístola 127. Tratada más adelante por Esther De Boer.
2. Cf. Marvin Meyer, Secret Gospels, 107-178.

CAPÍTULO Uno
1. Enel Evangelio de Juan y en el Cantar de los Cantares, cf. Susanne
Ruschmann, María von Magdala im Johannesevangelíum, 201-207.
2. La traducción de las selecciones de los Evangelios de Marcos, Mateo,
Lucas, Juan y Pedro está basada en la edición crítica en griego de estos Evan-
gelios. Con respecto al Evangelio de Pedro, ver Albert Fuchs, Das Petrusevan-
gelíum (Linz: F. Plochl, 1978); Maria Grazia Mara, Évangíle de Pierre (París:
Cerf, 1973); Henry Barclay Swete, The Apocryphal Gospel of Peter (Londres:
Macmillan, 1893).
3. Enel pasaje anterior (Lucas 7:36—50), se cuenta la historia de una
mujer sin nombre, que se decía era una pecadora, que le lava los pies a Jesús
con sus lágrimas, se los seca con sus cabellos, se los besa y unge con mirra.
Ver las historias adicionales de mujeres alrededor de Jesús.
4. Cf. Marcos 16:9 (el final largo de Marcos).
Ss. Dice Lucas que Juana, una de las mujeres independientes que viaja-
ban con Jesús y lo ayudaban, era la esposa de uno de los oficiales de Hero-
des, Cuza, que era un administrador (epítropos). Sin embargo, según Lucas,
ella viajaba sin Cuza; así, podrían estar separados o divorciados, o ella
podría estar viajando sin el consentimiento de su marido, o tal vez era viuda.
Lucas 24:10 también menciona a Juana.

101
EL EVANGELIO DE MARÍA

6. Se dice que Susana era una de las mujeres independientes que viaja-
ban con Jesús.
7. Algunos textos antiguos, incluyendo el Codex Sínaiticus, dicen “le” [a
él], p. ej. Jesús. ,
8. El verbo griego usado aquí y traducido como “ayudar” es una forma
de diakoneín, que significa “brindar díakoníá, servicio, apoyo, asistencia.”
9. Mediodía del viernes.
10. Cf. Salmos 22:2; Mateo 27:46; Pedro 5:5. Marcos dice que Jesús
cita el salmo 22 en arameo. Mateo dice que cita el salmo en hebreo (Eli,
Eli..”) y Pedro dice que Jesús exclama: “Poder mío, oh poder, me has aban-
donado.”
1. María Cleofás, probablemente la esposa de Cleofás, tal vez era
pariente, incluso hermana, de María la madre de Jesús, pero sigue siendo un
personaje esquivo. Si Cleofás es el mismo de Lucas 24:18, entonces su
esposa María podría ser el segundo discípulo sin nombre que lo sigue hacia
Emaús, en el relato de Lucas. También se puede comparar a María la madre
de Santiago (o la madre de Santiago y José) y la “otra María.” Igualmente
incierta es la identidad de la persona que se dice es la “hermana de su
madre” en este pasaje. Puede ser la misma María Cleofás.
12. Para mayor información sobre el discípulo bienamado, en el Evange-
lio de Juan y los demás, ver la introducción general.
13. Aquí, Jesús se refiere o al discípulo bienamado o a Él como hijo de
María. Ver la introducción general.
14. Salomé es una discípula de Jesús que estuvo presente en la crucifi-
xión, según este pasaje, y en la tumba de Jesús, en Marcos 16:1. En el Evan-
gelio de Tomás 61 se dice que Jesús reposó en la cama de Salomé (o en su
sofá) y comió en su mesa, y ella declara ser discípula de Jesús. Salomé tam-
bién está presente en Pístis Sophia y en los textos Maniqueos, incluyendo los
Salmos de Heráclides.
Is. Cf José. En la tradición textual de Mateo, aquí hay, diferentes
lecturas.
16. En Lucas 23:49 no se nombra a ninguna mujer, y sólo ge hace re-
ferencia a los conocidos de Jesús y las mujeres que lo siguieron desde
Galilea.
17. Más tarde el viernes.
18. José de Arimatea, miembro del Sanedrín, es mencionado en otras
partes en la literatura cristiana temprana (por ejemplo, en Mateo 27:57,
59; Lucas 23:50; Juan 19:38). También aparece en el Evangelio de Pedro,
y en Pedro 2:1 se dice que era tanto amigo de Jesús como de Pilato.

102
NOTAS

19. “La otra María” puede ser la madre de Santiago y José.


20. En Lucas 23:55—56, las mujeres de Galilea fueron, miraron y prepara-
ron especias, pero no se menciona ningún nombre.
21. En griego, mathétria, mujer discípula.
22. El Evangelio de Pedro, así como otros textos cristianos, puede expre-
sar sentimientos ambivalentes con respecto a los líderes judíos y los judíos
en general, pese al hecho histórico de que Jesús, María Magdalena y todos
los discípulos eran judíos.
23. Cf. Mateo 27:61.
24. En Lucas 24:1, las mujeres sin nombre vienen a la tumba, y pronto ven
a dos hombres con vestidos brillantes que les dicen que Cristo ha resucitado
de entre los muertos.
25. La palabra griega para “joven” es neanískos, y la figura no está descrita
como un ángel celestial. Cf. también se menciona el neanískos en Marcos
14:51-52 y en el Evangelio secreto de Marcos. En cambio, en Mateo aparece
un ángel apocalíptico, en Lucas, dos hombres con ropas resplandecientes
(mencionados como “una visión de ángeles”) y en Juan, dos mensajeros o
ángeles vestidos de blanco.
26. La mayoría de los académicos coinciden en que originalmente el
Evangelio de Marcos terminaba aquí, en 16:8.
27. Oles dijo: “Sean felices.”
28. Los doce discípulos sin Judas Iscariote.
29. Cf. Lucas 8:13.
30. Cf. el final largo del Evangelio de Marcos.
31. Muchos académicos creen que el final largo del Evangelio de Marcos
es una adición posterior a Marcos.
22: Gf Lucas: 8:2.
33. Para mayor información sobre el discípulo bienamado (aquí iden-
tificado con “el otro discípulo”) en el Evangelio de Juan y demás, ver la
introducción general. Si se identifica al discípulo bienamado con María
Magdalena, entonces la tensión aquí entre Pedro y el discípulo bienamado
puede ser una reminiscencia del conflicto entre Pedro y María en el Evan-
gelio de María, el Evangelio de Tomás y Pístis Sophía.
34. O: “ángeles,” en griego angeloí.
35. Sobre esta historia de María buscando a Jesús, ver el Cantar de los
Cantares 3:1=5.
36. “Rabuni” significa “rabí” o “mi rabí”; “mi querido rabí” también es
posible. “Rabí” significa “maestro” o “señor.” Aquí en Juan se sugiere el sig-
nificado “maestro.”

103
EL EVANGELIO DE MARÍA

37. En griego, mé mou haptou. El verbo griego hapteín puede significar


“tocar,” “manipular,” “aferrarse” o “tener sexo con.” Así, esta orden de Jesús
de no tocarlo puede sugerir varias iterpretaciones.
38. La mirra era un perfume muy preciado, que a veces era utilizado para
embalsamar. Esta palabra puede traducirse también como “perfume.”
39. Tal vez pueda compararse con Simón el Leproso, en Marcos 14:19.
40. Un denario era una moneda romana de plata, que podría equivaler al
pago de un día normal de trabajo. ,
41. Tal vez se pueda comparar con Simón el Fariseo, en Lucas 7:36-50.
42. Trescientos denarios sería como el salario de un año.
43. Mateo 26:6—13 presenta una historia muy similar de la mujer que
ungió a Jesús en Betania.
44. Trescientos denarios sería como el salario de un año.

CAPÍTULO Dos
1. Esta traducción del Evangelio de María está basada ante todo en el
texto copto de los códices de Nag Hammadi, V, 2-5 y VI con Papyrus Berolí-
nensís 8502, 1 y 4, ed. Douglas M. Parrott (Leiden: E.J. Brill, 1979), 453-471.
También se han consultado los textos griegos de Papyrus Oxyrhynchus 3525 y
Papyrus Rylands 463, junto con las traducciones de Esther A. De Boer, The
Gospel ofMary: Beyond a Gnostic and a Bíblical Mary Magdalene (Londres: T £ T
Clark [Continuum], 2004) y The Gospel of Mary ofMagdala: Jesus and the Fírst
Woman Apostle, de Karen L. King (Santa Rosa, CA: Polebridge, 2003).
2. Faltan las primeras seis páginas del manuscrito copto, y los textos
existentes empiezan en medio de un diálogo entre Jesús y sus discípulos
sobre la naturaleza de la materia.
3. Cf. Evangelio de Felipe s3.
4. Literalmente, “actuar adúlteramente.” e
S. En el Evangelio de María, se entiende el adulterio como una ma-
nera incorrecta de mezclarse o relacionarse con el mundo. Cf. ¡ima pers-
pectiva similar en la Exégesis del Alma, de la Biblioteca de Nag
Hammadi, y los comentarios de Heracleón a los Evangelios de Juan y Fe-
lipe 61.
6. Cf£.la discusión sobre el pecado en Romanos 7.
7. Cf. Lucas 24:38; Juan 14:27.
8. O: “imágenes de la naturaleza.” Sobre la verdad presente en símbolos
e imágenes, cf. Evangelio de Felipe 67.
9. Cf. Juan 14:27; 20:19, 21, 26.

104
NOTAS

10. O “hijo del hombre,” aquí y después.


Tn. Cf. Lucas 17:21; Evangelio de Tomás 113.
12. La partida de Jesús bien puede ser la crucifixión o su resurrección y
ascensión.
B3. Muy seguramente María Magdalena en todo el texto, puesto que la
descripción de María se parece a como se presenta a María Magdalena en
las otras partes.
14. En Papyrus Oxyrhynchus 3525, se añade que María también los besaba
con ternura.
IS. O, tal vez, según Karen King, “hermanos y hermanas,” aquí y después,
aunque no se menciona a otras mujeres en el texto.
16. Sobre el amor especial que sentía Jesús por María Magdalena, ver más
abajo, Evangelio de María 17-18, así como el Evangelio de Felipe $9:63-64;
también Pístís Sophía 17:19.
17. Karen King, en The Gospel of Mary ofMagdala, 196, menciona que el
griego de Papyrus Oxyrhynchus 3525 puede sugerir que Jesús se le apareció más
de una vez (“Una vez que el Señor se me apareció en una visión...”).
18. Cf. Mateo 6:21.
19. Las páginas de la 11 a la 14 faltan en el manuscrito copto. El texto
recomienza cuando María está contando la visión que tuvo de la ascensión
del alma más allá de los poderes cósmicos. Aparentemente, la visión des-
cribe cuatro etapas de ascensión, que pueden representar la liberación del
alma de los cuatro elementos de este mundo. En el texto falta el nombre
del primer poder, pero podría ser “oscuridad,” según la lista de las formas
del cuarto poder. Los nombres de los otros poderes son “deseo,” “ignoran-
cia” y, aparentemente, “ira,” un mortal poder compuesto. Como en otros
textos relacionados con la religión gnóstica y el camino del alma, el alma
asciende a través de los reinos de los poderes que la interrogan. El alma
tiene éxito en su ascenso desde este mundo de materia y cuerpo y final-
mente se libera. Cf. también el Evangelio de Tomás 50.
20. Esta vestidura, que cubre al alma, cuenta con todas las características
de la existencia corporal en este mundo. El alma se pone esta vestidura a su
entrada al mundo y se la quita cuando lo deja.
21. Comparar con las siete esferas celestiales (por el Sol, la Luna y los
cinco planetas) que describen los astrónomos y astrólogos de la Antigie-
dad. Sobre los nombres de los siete poderes de la ira, comparar con el Libro
secreto de Juan.
22. O “desde” aquí y más adelante en la oración.
23. Sobre la hostilidad de Pedro hacia María Magdalena, cf. el Evangelio
de Tomás 114; Pístis Sophía 36; 72; 146.

105
EL EVANGELIO DE MARÍA

24. Leví es un discípulo de Jesús, llamado Leví, hijo de Alfeo, en el Evan-


gelio de Marcos; y se dice que era un cobrador de impuestos de Capernaum.
Algunas veces (cf Mateo 9:9; 19:3), se identifica a Leví con el discípulo
Mateo, pero dicha identificación es dudosa. (En el Diálogo del Salvador,
Mateo es uno de los tres discípulos más importantes con los cuales dialoga
Jesús.)
25. Sobre el amor de Jesús por María, ver más atrás el Evangelio de María
10 y el Evangelio de Felipe 59:63—64; Pistis Sophía 17:19.
26. O: “nutrirla.”
73. En Papyrus Rylands 463, se dice que sólo Leví salió a predicar.

CAPÍTULO TRES
1. La traducción de estos fragmentos del Evangelio de Tomás está
basada en el texto copto sometido a un tratamiento con rayos ultravioleta,
de Marvin Meyer, en el Museo Copto, en 1988. Ver Marvin Meyer, The
Gospel ofThomas (San Francisco: HarperCollins, 1992) para el texto y la tra-
ducción. Cf. también el texto y la traducción ensla impresión corregida del
apéndice del Berliner Arbeitskreis fúr koptisch-gnostische Schriften, “Das
Thomas-Evangelium / The Gospel According to Thomas.” En Synopsís Quat-
tuor Evangelíorum, ed. Kurt Aland (Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft,
1996), 517546.
2. Dídimo.
3. Cf. Libro secreto de Santiago 2; Libro de Tomás 138.
4. Probablemente Jesús, o tal vez Judas Tomás.
$. Cf Sir. 39:13; Juan 8:51—52.
6. Papyrus 654.89 añade: “y [habiendo reinado], descansará.” Para la
enseñanza en general, cf. Evangelio de los Hebreos 4a, 4b; Libro de Tomás
140-41; 145; Mateo 7:7-8 (Q); Lucas 11:9-10 (Q); Diálogo del Salvador
20; Sabiduría de Salomón 6:12, 17-20.
7. Papyrus Oxyrhynchus 654.13 dice “debajo de la tierra.” '
8. Cf. Lucas 17:20-21; Evangelio de Tomás 113; Libro Maniqueo de
Salmos 160.
9. “Conócete a ti mismo” está dentro de las inscripciones griegas en
Delfi. Sobre conocer y ser conocido, cf. Gál. 4:89; 1 Cor. 8:1-3, 13:12;
Evangelio de la Verdad 19.
10. Probablemente un niño sin circuncisión (a los niños judíos se les
hacía la circuncisión en el octavo día).
11. Cf. Hipólito, Refutación de Todas las Herejías 5.7.20, un proverbio del que

106
NOTAS

se dice que se deriva del Evangelio de Tomás: “Aquél que busca me encon-
trará en niños desde los siete años, ya que allí, oculto en la edad decimo-
cuarta, me revelo.”
12. Cf Mateo 20:16 (Q); Lucas 13:30 (Q); Mateo 19:30; Marcos 10:31;
Bernabé 6:13; Pístis Sophía 87. Papyrus Oxyrhynchus 654.25-26 dice: “Pues
muchos de los [primeros] serán [últimos y] los últimos, primeros.”
13. Cf. Kephalaia Maniqueo 65 163,26—209.
14. Cf. Marcos 4:22; Lucas 8:17; Mateo 10:26 (Q); Lucas 12:2 (Q). Sobre
la última parte de la enseñanza, cf. Evangelio de Tomás 6. Papyrus Oxyrhynchus
654.31 añade: “y nada que esté enterrado que [no se levante].”
Is. Cf. Mateo 6:1-18; Didaché 8:1-3. La enseñanza 14 da una respuesta
más directa a estas preguntas.
16. Ésta es la formulación negativa de la Regla de Oro.
17. Papyrus Oxyrhynchus 654.38 dice “verdad” (en griego alétheía, equiva-
lente al copto me. Aquí, el término copto para “Cielo” es pe).
18. Cf. Evangelio de Tomás S.
19. O: “nauseabundo.”
20. Aquí, el león parece simbolizar lo que es pasional y bestial en la expe-
riencia humana. Una persona puede consumir el león o ser consumido por
él. Cf. Platón, República S88E—589B.
21. O: “el humano,” “el hombre.”
22. Cf Mateo 13:47-50; Bebrio, fábula 4.
23. Cf. Mateo 13:3-9; Marcos 4:2—9; Lucas 8:48.
24. Cf. Lucas 12:49 (¿Q?); Pistis Sophía 141.
25. Cf. Mateo 24:35; Marcos 13:31; Lucas 21:33; Mateo 5:18 (Q); Lucas
16:17 (Q).
26. Cf. Hipólito, Refutación de Todas las Herejías 5.832: “Así que di-
jeron: “Si comes cosas muertas y las revives, ¿qué pasará si comes cosas
vivas? ”
270: “ángel.”
28. O: “tres palabras.” No se conocen las tres enseñanzas o palabras;
pueden ser mencionadas como un mecanismo para provocar la reflexión
creativa del lector.
29. Cf. Evangelio de Bartolomé 2:s.
30. Cf las preguntas en el Evangelio de Tomás 6.
31. Literalmente, “caminar en los lugares.”
32. Cf Mateo 10:8 (Q); Lucas 10:8—9 (Q); 1 Cor. 10:27.
33. Cf. Mateo 15:11; Marcos 7:15.
34. Cf. Juan 10:30.
35. Cf Mateo 10:34-36 (Q); Lucas 12:49 (¿Q?), 50, 51-53 (Q).

107
EL EVANGELIO DE MARÍA -

36. Ef. 1 Cor 2:9; Isa. 64:4; Apocalipsis de Elías o Secretos (Apocrypha)
de Elías; Diálogo del Salvador 140; Plutarco, How the Young Person Should Study
Poetry 17E. EN -
37. Cf. Mateo 24:3; Marcos 13:34; Lucas 21:7.
38. Cf. Evangelio de Tomás 49.
39. Cf. Evangelio de Felipe 64; Lactantio, Instítutos Divinos 4.8; Ireneo,
Prueba de la Predicación Apostólica 43.
40. Cf p. ej. Evangelio de Tomás 77. £
41. En otras fuentes literarias gnósticas y maniqueas se mencionan cinco
árboles en el Paraíso. Cf. Gen. 2:9.
42. Cf. Mateo 13:31-32 (Q); Lucas 13:18—19 (Q); Marcos 4:30—32.
43. ¿María Magdalena? ¿Otra María? Cf. Evangelio de Tomás 114.
44. Los editores de “Das Thomas-Evangelium /The Gospel According
to Thomas,” en Synopsís Quattuor Evangeliorum, ed. Kurt Aland (Stuttgart:
Deutsche Bibelgesellschaft, 1996) traducen este pasaje así: “Son como
siervos a los que les han encargado un terreno que no les pertenece”
(sas).
45. Cf. Evangelio de Tomás 37.
46. Cf. Evangelio de Tomás 103; Mateo 24:43 «Q); Lucas 12:39 (Q).
47. Cf. Marcos 4:29; Joel 3:13.
48. Cf. Gál. 3:27-28; Evangelio de los Egipcios s; 2 Clemente 12:2; Mar-
tirio de Pedro 9; Hechos de Felipe 140. Para ver otra enseñanza sobre la
transformación que emplea categorías de género en una manera diferente,
cf. Evangelio de Tomás 114.
49. Esta enseñanza recuerda las narraciones sobre el camino del alma o
de la persona en el Libro Secreto de Juan, El Himno de la Perla y la Exége-
sis del Alma. Sobre la interrogación por parte de los poderes cósmicos al
alma y su ascenso al reino superior, cf. Evangelio de María 15-17.
50. Cf. Lucas 17:20-21; Evangelio de Tomás 113; Juan 3:18—19; 5:25;
2 Tim. 2:17-18; Tratado de la Resurrección 49. ,
s1. 2 Esd. 14:45 dice que el veinticuatro es el número de libros de las
Escrituras judías. ,
52. Cf. Agustín, Réplica al Adversario de la Ley y los Profetas 2.4.14.
$3. Cf. Rom. 2:25-29.
54. Cf. Mateo 5:3 (Q); Lucas 6:20 (Q).
55. Cf. Mateo 10:37-38 (Q); Lucas 14:26-27 (Q); Mateo 16:24; Marcos
8:34; Lucas 9:23; Evangeliode Tomás 101; Libro Maniqueo de Salmos
175.25-30.
56. Cf. Lucas 17:34-35 (Q); Mateo 24:40—41 (Q).

108
NOTAS

57. En Marcos 15:40, se dice que Salomé, que era una discípula de Jesús,
estuvo presente en la crucifixión; y, en Marcos I16:1, se dice que estuvo tam-
bién en la tumba. También está presente a lo largo de Pistís Sophía y los textos
maniqueos.
$8. O: cama.
59. Literalmente, “de uno.” Los editores de “Das Thomas-Evangelium/
The Gospel According to Thomas,” en Synopsis Quattuor Evangelíorum, ed.
Kurt Aland (Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1996) sugieren que
este texto debería ser enmendado, y optan por la traducción: “como un
<desconocido>” (534).
60. C£ Mateo 11:27 (Q); Lucas 10:22 (Q); Juan 3:35; 6:37-39; 13:3-4.
61. Aquí, el término para “discípulo” es mathétés, palabra de origen griego.
62. Cf Juan 8:12.
63. Cf. Mateo 9:37-38 (Q); Lucas 10:2 (Q); Pirké Avot 2.20.
64. Literalmente, “Él dijo.”
65. También es posible “<pozo>.”
66. O: “ninguno.”
67. Las enseñanzas 73 a la 75 posiblemente conforman un pequeño diá-
logo. Cf. “Diálogo celestial” en Orígenes, Contra Celso 8:15. Sobre la ense-
ñanza 75, cf. Mateo 25:1-13. La recámara nupcial o matrimonial se discute
ampliamente en el Evangelio de Felipe.
68. Cf. Mateo 13:45—46.
69. Cf. Mateo 6:19-20 (Q); Lucas 12:33 (Q); Mateo 13:44.
70. Cf. Juan 8:12; Sabiduría de Salomón 7:24-30.
71. Cf. Rom 11:36; 1 Cor. 8:6; Martirio de Pedro 10.
72. Cf Ecles. 10:9; Hab. 2:18-20; Luciano de Samósata, Hermotímus 81.
73. Cf. Mateo 11:7-8 (Q); Lucas 7:24-25 (Q).
74. Cf. Lucas 11:27-28 (¿Q?); Petronio, Satíricón 94.
75. Cf. Juan 13:17; Santiago 1:25.
76. Cf. Lucas 23:29; Mateo 24:19; Marcos 13:17; Lucas 21:23; Evangelio de
los Egipcios 3.
77. Cf. Evangelio de Tomás s6.
78. Cf. 1 Cor. 4:8; Evangelio de Tomás 110; Diálogo del Salvador 20.
79. Cf. Evangelio del Salvador; Ignacio, Carta a los de Esmirma 4:2; Pro-
verbios Griegos. Se conocen otras versiones de esta enseñanza a través de
Orígenes, Dídimo el Ciego y de un texto armenio del monasterio de San
Lázaro.
80. Sobre las enseñanzas 83-84, cf. Gen. 1:26-28 y discusiones en Filón
de Alejandría y relatos gnósticos de la creación.

109
EL EVANGELIO DE MARÍA:

81. Simón Mago era llamado “el Gran Poder de Dios.” Cf£ Hechos
8:9—10; Pensamiento de Nuestro Gran Poder.
82. Cf. Mateo 8:20 (Q); Lucas 9:58 (Q); Plutarco, Biografía de Tiberio Graco
9.4—5; Abu Hamid Muhammad als Ghazali, Vivificación de las Ciencias de la Relí-
gión 3.153. “El hijo de la humanidad” también puede traducirse como “hijo
del hombre.” Aquí, Jesús usa la frase como una referencia general a una
persona o incluso como referencia a Sí mismo.
83. Cf. Evangelio de Tomás 29; 112. »

84. O: “ángeles.”
8s. Cf Libro secreto de Juan II 25; Authoritative Teaching 32.
86. Cf. Mateo 23: 25-26 (Q); Lucas 11:39-41 (Q): Talmud Babilónico,
Berakoth s1a; Kelim 25.1-9.
87. Cf. Mateo 11:28—30; Sir. $1:26—27.
88. Cf. Mateo 16:1, 2-3 (Q); Lucas 12:54-56 (Q).
89. Cf Evangelio de Tomás 2; 94; Mateo 7:7-8 (Q); Lucas 11:9—10 (Q).
90. Cf Juan 16:4—S, 12-15, 22-28; Canción de los Salmos Maniqueos de
Heráclides (Libro de Salmos Maniqueos 187, más abajo).
91. Cf. Mateo 7:6. Bentley Layton, Nag Hammadí Codex 11, 2-7 (Leiden:
E. J. Brill, 1989) anota la siguiente sugerencia para restaurar: “o podrían
molerlas [hasta volverlas pedacitos] o podrían volverlas [nada]” (1:86-87).
92. Cf. Evangelio de Tomás 2; 92; Mateo 7:7-8 (Q); Lucas 11:9-10 (Q).
93. Cf. Mateo 5:42 (Q); Lucas 6:30 (Q), 34-35b (¿Q>?), 35c (Q); Di-
daché 1:5.
94. Cf. Mateo 13:33 (Q); Lucas 13:20-—21 (Q).
os. Esta parábola se conoce sólo en la literatura cristiana temprana; sin
embargo, existe una historia similar en “Macario” de Siria.
96. Esta parábola se conoce sólo en la literatura cristiana temprana. En
general, cf. Evangelio de Tomás 35; Mateo 11:12-13 (Q); Lucas 16:16 (Q).
97. Cf. Mateo 12:46 50; Marcos 3:31-35; Lucas 8:19—21; Evangelio de los
Ebionitas 5.
e
98. Cf. Mateo 22:15-22; Marcos 12:13 17; Lucas 20:20—26.
99. La restauración de este pasaje sigue siendo tentativa. Otra posible es:
“Pues mi madre, que me [ha dado a luz, me ha destruido)” (ver lanota en
Synopsís Quattuor Evangeliorum, ed. Kurt Aland [Stuttgart: Deutsche Bibelge-
sellschaft, 1996], 543). También es posible, aunque un poco más difícil,
interpretar el pasaje así: “Pues mi madre [me dio a luz], pero mi verdadera
[madre] me dio la vida.”
100. Tal vez el Espíritu Santo como una madre espiritual; cf. Evangelio de
los Hebreos 3; Libro secreto de Santiago 6; Evangelio de Felipe ss.
1OL. Cf. Mateo 10:37-38 (Q); Lucas 12:26-27 (Q); Evangelio de Tomás ss.

110
NOTAS

102. Cf. Mateo 23:13 (Q); Lucas 11:52 (Q); Evangelio de Tomás 39; Esopo,
fábula 702.
103. Cf. Evangelio de Tomás 21; Mateo 24:43 (Q); Lucas 12:39 (Q).
104. Cf. Mateo 9:14—I5; Marcos 2:18—20; Lucas 5:33-35; Evangelio de los
Nazarenos 2. La recámara nupcial o matrimonial se discute ampliamente en
el Evangelio de Felipe.
105. Sobre el desprecio de conexiones físicas, cf. Evangelio de Tomás ss;
1OI; Libro de Tomás 144. Sobre Simón Mago, Helena y la prostitución del
alma, cf. Ireneo, Contra las Herejías 1.23.2; Exégesis del Alma. Sobre la tradi-
ción de Jesús como hijo ilegítimo de María, cf. Orígenes, Contra Celso 1.28,
32; tal vez Juan 8:41.
106. Cf. Evangelio de Tomás 48; Mateo. 18:19; 17:206 (Q); Lucas 17:6b
(Q); Mateo 21:21; Marcos 11:23; 1 Cor. 13:2.
107. Cf. Mateo 18:12-13 (Q); Lucas 15:47 (Q); Ezeq. 34:15-16.
108. Cf. Evangelio de Tomás 13; Juan 4:13—14; 7:37-39; 1 Cor. 10:14;
Sir. 24:21.
109. Cf. Prov. 2:1 5; Sir. 20:30—31; Mateo 13:44; Midrash Rabbah, Cantar
de los Cantares 4.12.1; Esopo, fábula 42.
11o. Cf. Evangelio de Tomás 27; 81.
nr. Cf. Isa. 34:4; Salmos 102:25-27; (algunos textos antiguos); Heb.
IO 127 Rev6:18 14:
112. Este puede ser un comentario posterior que incorporaron a la
enseñanza.
113. Cf. Evangelio de Tomás 29; 87.
114. O: “ellos no dirán.”
ns. Cf Marcos 13:21—23; Mateo 24:23-25, 26-27 (Q); Lucas 17:20-22,
23-24 (Q); Evangelio de Tomás 3; Evangelio de María 8.
189. Sobre el conflicto entre Pedro y María (casi con certeza María Mag-
dalena, dado que este retrato que se hace de María se asemeja a como se
presenta a María Magdalena en, los otros textos), cf. Evangelio de María
17-18; Pístis Sophia 36; 72; 146. Aquí, lo femenino puede simbolizar lo que es
terrenal y perecedero, y lo masculino, lo celestial e imperecedero. Cf. Hipó-
lito. Refutación de Todas las Herejías 5.8.44; Clemente de Alejandría, Extractos de
Teódoto 79; Primer Apocalipsis de Santiago 41; Zostriano 131. Sobre otras
enseñanzas-que tratan la transformación que utiliza categorías de género
en una manera diferente, cf. Evangelio de Tomás 22.

06 08
EL EVANGELIO DE MARÍA:

CAPÍTULO CUATRO
1. Esta traducción de los fragmentos del Evangelio de Felipe está ba-
sada en el texto copto del Códice de Nag. Hammad, 11, 2-7, ed. Bentley Layton
(Leiden: E. J. Brill, 1989), 1:129-217, y ha sido complementada con otras
ediciones. Se han consultado otras traducciones, tales como Willis Barns-
tone y Marvin Meyer, The Gnostíc Bible (Boston: Shambhala, 2003): Bentley
Layton, The Gnostíc Scriptures (Garden City, NY: Doubleday, 1987), 325-353;
Jacques É. Ménard, L 'Évangile selon Philippe (Estrasburgo y París: Letouzey €
Ané, 1967); Hans-Martin Schenke, “Das Evangelium nach Philippus,” en
Nag Hammadí Deutsch. 1. Band, ed. Hans-Martin Schenke, Hans-Gebhard
Bethge y Ursula Ulrike Kaiser (Berlín y Nueva York: Walter de Gruy-
ter, 2001), 183-213; y Hans-Martin Schenke, “The Gospel of Philip” en
New Testament Apocrypha, ed. Wilhelm Schneemelcher (Cambridge: James
Clarke; Louisville: Westminster/John Knox, 1991-1992), 1:179-208.
Varias de las restauraciones textuales incorporadas aquí provienen de
estas ediciones y, particularmente, de las traducciones de Hans-Martin
Schenke.
2. O: “los muertos no morirán y vivirán tadavía más.” Cf. Evangelio
de Tomás 11.
3. Cf. Evangelio de Tomás 99; 1O1; 105.
4. Cf. Evangelio de Tomás 14.
s. Cf. Evangelio de Tomás 57.
6. Literalmente “hermanos,” lo más general, “están relacionados en-

7. Cf. Evangelio de María 7.


8. O “palabras” aquí y en adelante.
9. En los textos gnósticos, las fuerzas están entre los gobernantes de
este mundo. Aquí, están identificadas con los dioses y diosas de la Antigie-
dad, a quienes se les ofrecían sacrificios.
10. Con frecuencia, los dioses y las diosas de la Antigitedad se tepresen-
taban como animales. '
11. Tal vez raza humana en general, o quizá Cristo. h
12. Cf. Juan 6-31, so=S1; Éxodo 16:4; Sal. 78:23-24.
13. O: “el reino de todo.”
14. Cf. Mateo 1:18; 20; Lucas 1:35.
Is. En la tradición hebrea y otras tradiciones semíticas, la palabra para
“espíritu” es femenina, y el espíritu podría considerarse como la madre
divina. Cf. Libro Secreto de Santiago 6; Evangelio de Tomás 101; esp. Evan-

112
NOTAS

gelio de los Hebreos 3, en donde Jesús se refiere a su madre como el Espíritu


Santo.
16. Mateo 16:17. Cf. también Mateo 6:9; Lucas 11:2 (la oración del
Señor).
17. Literalmente, “hermanos.”
18. El texto copto dice la hermana de ella, pero el texto ha sido enmen-
dado con base en las referencias posteriores a la hermana de Jesús. Sobre las
hermanas de Jesús, cf. Marcos 3:32; 6:3, Mateo 13:56; en la Historia de José
el Carpintero, las hermanas de Jesús se llaman Lisia o Asia y Lidia; en Epi-
fanio de Salamis, se llaman María o Ana y Salomé. Si la primera referencia
en el texto copto no está enmendada (la referencia posterior se enmendó y
dice “hermana de ella”), esta persona podría ser la hermana de María,
madre de Jesús; cf. Juan 19:25, y la nota (arriba).
19. Aquí, a María Magdalena se la llama la koínómos (en primera instan-
cia, con una palabra de origen griego) o la hótre (en segunda instancia,
una palabra de origen egipcio), la compañera, pareja o consorte de Jesús.
Sobre el amor de Jesús por María Magdalena, cf. también Evangelio de
Felipe 63-64.
20. Esta puede ser una referencia al Padre y el Hijo, en contraste con el
Espíritu, que se menciona a continuación, o puede ser una referencia al
Espíritu, o, incluso, al Padre, Hijo y Espíritu juntos.
21. O “Sofía,” aquí y en adelante.
22. Cf Lev. 2:13; Marcos 9:49 (con la interpretación alternativa); Col. 4:6.
23. La restauración sugerida, que es tentativa, incluye una posible refe-
rencia a la esposa de Lot.
24. Este pasaje parece reflejar la distinción valentiniana entre una
sabiduría superior, llamada Sofía, y una sabiduría inferior, llamada con fre-
cuencia
25. Adán.
26. Caín.
27. Textos gnósticos como el Libro Secreto de Juan y la Reality ofthe Rulers
(La Realidad de los que Mandan) describen cómo el gobernante de este
mundo, algunas veces con sus poderes, sedujo o violó a Eva y así concibió
a Caín.
28. Abel:
29. Cf. Evangelio de María 7.
30. O: “bautiza*
31. O: “bautizados.”
32. Para otra meditación sobre teñir, cf. Evangelio de Felipe 63.

113
EL EVANGELIO DE MARÍA

33. El texto sugiere una perspectiva escatológica con una realización


presente de la unión espiritual con Cristo y una anticipación de la unión
futura con el Padre. Tal perspectiva escatológica también se encuentra en
las cartas de Pablo. ma
34. Se puede comparar con la discusión sobre fe y amor en 1 Corintios 13
y en el Libro Secreto de Santiago 8.
35. La palabra griega nazoraíos puede designar a alguien de Nazaret o a
alguien que es judeocristiano. ¿
36. La palabra griega nazarenos designa a alguien que es de Nazaret.
37. En griego, chrístos significa “ungido.”
38. Ensiríaco, mshiha puede tener ambos significados.
39. “Jesús” viene de los nombres hebreo y arameo Yeshua y Yehoshua
(Josué), que significa “El Señor (Yahweh) es la salvación.”
40. Schenke, “Gospel of Philip,” 194, enmienda así: “<el hombre de> la
verdad.”
41. Le. “verdad” y “redención.”
42. O “espíritu,” aquí y en adelante.
43. Jesús estaba “esparcido” en la cruz.
44. Setenta y dos es el número tradicional de maciones del mundo según
el saber popular judío.
45. Para otra meditación sobre teñir, ver Evangelio de Felipe 61.
46. O: “Sofía”
47. O, sise dividen las oraciones de manera diferente: “Sabiduría, a quien
llaman estéril, es la madre de los ángeles y la compañera del [Salvador]. El
[Salvador amaba] a María Magdalena...” Aquí, la palabra para “compañera”
es koínónos.
48. Sobre el amor especial de Jesús por María Magdalena, cf. Evangelio
de María 10; 17-18; también Pístis Sophía 17; 19. Sobre María Magdalena
como la compañera, pareja o consorte de Jesús, cf. Evangelio de Felipe 59,
y sobre besar y concebir por medio de los besos, cf. Evangelio de Felipe
58-59.
49. Sobre la persona ciega en tinieblas, cf. Evangelio de Tomás 34.
50. Cf. Evangelio de Tomás 19.
sI. La referencia es al bautismo.
SO IADOVÍOS
53. Probablemente el nombre “cristiano.”
S4. Jesús. Ñ
55. Cf. Evangelio de Tomás 22.
s6. Tal vez cf. Evangelio de Tomás 11.

114
NOTAS

57. Lit., “lo que está por fuera de lo externo.”


58. Mateo 8:12; 22:13; 25:30.
s9. Mateo 6:6.
60. Cristo trae de vuelta a la gente del mundo material al reino de la
plenitud.
61. Enmendado. El texto copto podría decir, sin la enmienda: “Si de
nuevo Él se vuelve completo y adquiere su ser anterior, la muerte dejará de
ser.” Esta meditación sugiere que la muerte se deshará en la unidad de la
androginia.
62. Mateo 27:46 y Marcos 15:34, citando Salmos. 22:1.
63. O “recámara nupcial” aquí y en adelante.
253. Cf. Mateo 15:27; Marcos 7:28.

CAPÍTULO CINCO
1. Esta traducción del fragmento del Diálogo del Salvador está ba-
sado en el texto copto del Códice de Nag Hammadí 111.5 El Diálogo del Salvador,
ed. Stephen Emmel (Leiden: E. J. Brill, 1984). Otras traducciones con-
sultadas son Beate Blatz y Einar Thomassen, “The Dialogue of the Savior,”
en New Testament Apocrypha, ed. Wilhelm Schneemelcher (Cambridge:
James Clarke; Louisville: Westminster/John Knox, 1991-1992), 1:300-312;
y Silke Petersen y Hans-Gebhard Bethge, “Der Dialog des Erlósers,”
en Nag Hammadí Deutsch. 1. Brand, ed. Hans-Martin Schenke, Hans-
Gebhard Bethge y Ursula Ulrike Kaiser (Berlín y Nueva York: Walter de
Gruyter, 2001), 381-397. Algunas de las restauraciones textuales incor-
poradas aquí provienen de estas ediciones, particularmente de “Der Dialog
des Erlósers.”
2. Los tres discípulos aquí son, probablemente, Judas Tomás, Mateo y
María Magdalena. Sobre Judas Tomás, cf. prólogo del Evangelio de Tomás;
13; Libro de Tomás 138. Sobre Mateo, cf. el discípulo Mateo a todo lo largo
de la literatura cristiana temprana (también Matías y Mathaias); Evangelio
de Tomás 13; Libro de Tomás 138. Sobre María, cf. María Magdalena como
se la presenta en otros textos de este libro.
3. En copto y en griego, logos. Sobre el papel de la palabra o logos, y Jesús
como la palabra encarnada, comparar con Juan 1 y textos gnósticos. En
el Evangelio de Juan, como aquí, la palabra desciende del reino superior,
viene a este mundo inferior y actúa de una manera redentora. Aquí, en
una manera más totalmente gnóstica, la palabra asiste a la semilla de luz

115
EL EVANGELIO DE MARÍA :

que ha caído de arriba y se ha vuelto defectuosa, y la devuel”e al reino de la


majestad.
4. O “hijo del hombre,” aquí ymás adelante.
s. Estas referencias a la semilla, el poder y la carencia son típicas de los
textos gnósticos. Con frecuencia en los textos gnósticos se dice que la semi-
lla de luz proviene de la caída de madre Sofía (“sabiduría”), y que la luz
pierde un poco de su brillo divino y poder y se vuelve deficiente en este
mundo inferior, hasta que retorna al reino de lo divino. Entonces, lo divino
y la semilla de luz (p. ej. personas iluminadas y con conocimiento) se salvan
y disfrutan la plenitud de la iluminación de nuevo. Estos temas y términos
se repiten en El Diálogo del Salvador.
6. Sobre las vestiduras que cubren el alma y ponerse la perfecta humani-
dad como una vestidura cf. Evangelio de María 15:18. Sobre vestiduras de
luz y vida que se les dan a quienes entran en la recámara nupcial, cf. Diálogo
del Salvador 138-139.
7. Sobre afirmaciones místicas similares, cf. Evangelio de Tomás 77;
108.
8. Laregión de la carencia en este mundo inferior, donde la luz se oculta
dentro de la oscuridad. A
9. Los gobernantes o arcontes son los burócratas cósmicos que rigen el
mundo a nombre del demiurgo o creador de este mundo. Mientras parecen
ser poderosos y actúan con arrogancia y bravuconería, están destinados a
que las personas iluminadas los superen. Cf. 1 Cor. 6:3. La recámara nupcial
se discute ampliamente en el Evangelio de Felipe; cf. también Evangelio de
Tomás 75.
10. Sobre las vestiduras del alma y las vestiduras de luz y vida, cf. Diálogo
del Salvador 136-137; Evangelio de María 15; 18.
11. Cf. Diálogo del Salvador 145.
12. Cf. Mateo 6:34.
13. Mateo 10:10 (Q); Lucas 10:7 (Q); 1 Tim. 5:18.
14. Cf Mateo 10:25. Si esta tercera enseñanza se enmienda adicionando
una negación (“Los discípulos <no> se parecen a sus maestros” cf.Petersen
y Bethge, “Der Dialog des Erlósers,” 394), entonces cf. Juan 13:16. Aquí en
el Diálogo del Salvador es María Magdalena quien pronuncia estas tres
enseñanzas de sabiduría.
IS. O: “Ella habló como una mujer que entendía completamente.”
16. El mundo divino superior es plenitud (pleroma); este mundo inferior
es carencia.
17. Cf. Evangelio de Tomás 17; 1 Cor. 2:9.
18. Cf. Evangelio de los Egipcios; Diálogo del Salvador 144-145.

116
NOTAS

19. Este lugar es el mundo presente de carencia y mortalidad.


20. Descansar en seguida significa morir ahora, así que ésta puede ser
una pregunta sobre por qué no experimentamos la transformación de la
muerte a la vida ahora o, incluso, por qué no nos suicidamos ahora.
21. Dejar atrás la carga del cuerpo y ascender a la plenitud de lo divino
significa alcanzar el descanso final.
22. Cf Santiago 5:3.
23. Cf Juan 14:5.
24. Los arcontes y otros poderes del cosmos.
25. Sobre ponerse las vestiduras del cuerpo y quitárselas, cf. Diálogo del.
Salvador 136-139; Evangelio de María 15; Evangelio de Tomás 21; 37.
26. Posiblemente restaurado para leerse “[Judas]” (Petersen y Bethge,
“Der Dialog des Erlósers,” 395).
27. La restauración es tentativa.
28. Cf la parábola de la semilla de mostaza en el Evangelio de Tomás 20;
Mateo 13:31-32 (Q); Lucas 13:18—19 (Q); Marcos 4:30-32.
29. Aquí, el padre es Dios el Padre y la madre puede ser Sofía (sabiduría)
u otra manifestación femenina de lo divino.
30. O “el sexo femenino,” aquí y más adelante.
31. Esta afirmación parece negar la posibilidad de nacer de nuevo.
32. Cf. Diálogo del Salvador 140; Evangelio de los Egipcios; Evangelio de
Tomás 114.
33. Copto, saje; cf. logos.
34. Cf. Diálogo del Salvador 135.
35. Cf. Diálogo del Salvador 139.

CAPITULO SEIS
L Esta traducción de los fragmentos de Pístis Sophía está basada en el
texto copto en Pistís Sophía, ed. Carl Schmidt y Violet MacDermot (Leiden:
E. J. Brill, 1978).
2. Aparentemente, María Magdalena, y en el resto del texto.
3. Sobre el lugar exaltado de María, cf. Evangelio de María 10; 18; Evan-
gelio de Felipe 59; 63-64; Pístis Sophia 19.
4. Estos son los arcontes de todos los eones (p. ej. los poderes cósmicos
que rigen este mundo y el poder del destino en este mundo). Aquí, el texto
menciona los poderes de la magia y la astrología y promete que los poderes
astrológicos serán controlados y su influencia será limitada.
s. Literalmente, en copto, que lloran y se lamentan. Son aquéllos que

117
EL EVANGELIO DE MARÍA:

gritan desde la Tierra y aquéllos que gritan desde el estómago [o “desde


dentro de ellos mismos”].
6) Céldsa 193/12. e
Cta toa: $
8. Cf Isa. 19:12.
9. En algunos textos gnósticos, Sabaoth (del Señor [YHWH] Sabaoth,
el Señor de las Huestes) es un poder prominente y una fuerza del bien. En
el texto Sobre el origen del mundo, Sabaoth es el hijo del demiurgo Yalda-
baoth, y desprecia a su padre y venera a Pistis Sophia. Ella, a cambio, le con-
cede luz sobre él y le da un lugar de gran autoridad. Aquí, su lugar a la
derecha es de gran honor. Cf. también el relato en un texto de Nag Ham-
madi relacionado con el texto Sobre el Origen del Mundo y La Hipóstasis
de los Arcontes.
10. Sobre el lugar exaltado de María, cf. Evangelio de María 10; 18; Evan-
gelio de Felipe 59; 63-64; Pístis Sophía 17.
1. Sobre la hostilidad de Pedro hacia María, cf. Evangelio de María
17-18; Evangelio de Tomás 114; Pístis Sophía 72; 146. En Pístis Sophía 146,
Pedro dice: “Maestro, haz que estas mujeres dejen de hacer preguntas, para
que nosotros también podamos preguntar,” a lo que Jesús responde dicién-
doles a María y las otras mujeres: “Denles a los hombres, sus hermanos, la
oportunidad de hacer algunas preguntas.”
12. Pístis Sophía, una forma de Sofía, se arrepiente de su error, que causó
una pérdida de luz en el mundo superior de plenitud divina y le dio el
ser a su hijo el demiurgo y creó este mundo inferior de materia y mortali-
dad. Eventualmente, ella es salvada y restaurada, y con ella se restaura la
luz y la gente iluminada de este mundo en la plenitud de la divinidad.
Pístis Sophia 87 proclama que finalmente toda la raza humana será llevada al
reino de la luz.
13. En copto, <p>ar'm'nouoeín, literalmente, “mi persona de luz.”
14. Cf. Evangelio de Tomás 4; Mateo 20:16 (Q); Lucas 13:30 (Q) Mateo
19:30; Marcos 10:31; Bernabé 6:13.
IS. En copto, tepneumatikénhilikrines, literalmente “la pura espiritual-
mente.”

118
NOTAS

CAPÍTULO SIETE
1. La traducción de esta canción de Los Salmos de Heráclides está
basada en el texto copto en A Manichaean Psalm-Book: Part 11 (Stuttgart: Kohl-
hammer, 1938), ed. C. R. C. Allberry, 187.
2. Cf Juan 20:1—18.
3. O: “pequeñez.”
4. Cf. Evangelio de Tomás 92.

CAPÍTULO OCHO
Para las traducciones de textos antiguos en este capítulo, ver la versión
estándar revisada de los textos bíblicos, The Nag Hammadi Library ín English
para los textos de Nag Hammadi y la Loeb Classical Library para Filón.
1. Karen L. King, ed., Images ofthe Femínine ín Gnostícism.
2. Anne McGuire, “Women, Gender and Gnosis in Gnostic Texts and
Traditions,” 288.
3. Silke Petersen, “Zerstórt die Werke der Weiblichket!” 304-307.
4. Parael retrato de la Iglesia occidental de María Magdalena, ver Susan
Haskins, Mary Magdalene: Myth and Metaphor, y Jane Schaberg, The Resurrection of
Mary Magdalene, 65-120. La tradición de la Iglesia oriental la celebra como
testigo de la resurrección; ver Eva M. Synek, “Die andere Maria; Zum Bild
der Maria von Magdala in den óstlichen Kirchentraditionen” Para el
retrato de María el apóstol en la tradición occidental, al menos desde el
siglo once hasta el decimosexto, ver Katherine L. Jansen, “Maria Magda-
lena: Apostolorum Apostola,” 57-96 y The Making ofthe Magdalene. Para una
corta visión general, ver Esther A. De Boer, Mary Magdalene: Beyond the
Myth, 1-16.
5. También existe un Evangelio de Eva.
6. Traducción: R. Gryson, Le mínístére des femmes dans l'Église ancienne.
Recherches et synthéeses, section d'histoire (Gembloux: Editions J. Ducu-
lot, S.A. 1972), $657. Ver, para el texto griego, C. Jenkins, “Origen on 1
Corinthians IV” 42. Cf. Riemer Roukema, De uítleg van Paulus” eerste briefaan de
Corinthiérs ín de tweede en derde eeuw, 218.
7. Elaine Pagels, The Gnostíc Gospels, 77; Pheme Perkins, The Gnostíc Díalo-
gue, 133, Anne Pasquier. L'Évangile selon Marie, 24; Gilles Quispel, Gnosís, de
derde component van de Europese cultuurtraditie, 81. En The Woman Jesus Loved, esp.
221-23. Antti Marjanen sostiene que no hay argumentos que apoyen esta
interpretación común excepto en el Evangelio de María. En el Evangelio de

119
EL EVANGELIO DE MARÍA:

Felipeno hay una controversia real, en Píistis Sophía las ideas de Pedro son
tan gnósticas como las de María, y en el Evangelio de Tomás el debate no
es sobre gnosticismo contra ortodoxia sino sobre diferentes modelos de
ascetismo. ..
8. En“The Gospel of Mary Magdalene,” 621, Karen King llama a esto la
imagen de Pedro como un “fracaso continuo.” En los Evangelios del Nuevo
Testamento, Pedro es muy rápido para reaccionar ante Jesús y con frecuen-
cia es corregido (por ejemplo, Marcos 8:31—9:1; Marcos 14:26-31, 66-72, y
paralelamente; Mateo 14:22-33; Juan 21:15-23).
9. Esther A. De Boer, Mary Magdalene: Beyond the Myth, 92-117.
10. Sin embargo, la realidad social era diferente. Ver Tal Ilan, Jewish
Women ín Greco-Roman Palestine; Sarah B. Pomeroy, Goddesses, Whores, Wives, and
Slaves.
11. The Woman Jesus Loved, esp. 220-221. Marjanen se refiere al Evangelio
de Tomás, el Diálogo del Salvador, La sofía de Jesús y el Primer Apocalipsis
de Santiago.
12. Silke Petersen, “Zerstórt die Werke der Weiblichket!” 298, tam-
bién 307-308. Cf. Ingrid Maisch, María Magdalena zwischen Verachtung und
Verehrung, 36. "
13. Ver Marvin Meyer, “Making Mary Male,” que se refiere a Otros textos
y muestra que criticar la femineidad y recomendar su transformación en
masculinidad no es para nada raro en el mundo antiguo, y debe ser visto
como contexto del Evangelio de Tomás.
14. P. ej. Grace M. Jantzen, Power, Gender and Christian Mysticism, 26—S8.
IS. Ver también Erika Mohri, María Magdalene, 377378.
16. Noes que Jerónimo fuera muy moderno en cuanto a su actitud hacia
las mujeres, pues defendía el ascetismo severo. Sin embargo, tenía pupilas
mujeres y algunos de sus maestros eran mujeres. Ver Rosemary Radford
Ruether, “Misogynism and Virginal Feminism in the Fathers of the
Church,” 150-183; Rosemary Radford Ruether, “Mothers of the Church:
Ascetic Women in the Late Patristic Age,” 69-98; Silvia Letsch* Brunner,
Marcela, Discipula et Magístra. '
s
17. Karen King, What Is Gnosticism? 19.
18. Para una exégesis detallada del Evangelio de María, ver Esther A. De
Boer, The Gospel ofMary: Beyond a Gnostíc and a Biblical Mary Magdalene.
19. Karen King, “The Gospel of Mary Magdalene,”” 601-634; Antti
Marjanen, “The Mother of Jesus or the Magdalene>””, 32; también
Esther A, De Boer, Mary Magdalene; Beyond the Myth, 93 y The Gospel of
Mary 27-59. Ver también Esther A. De Boer, “A Gnostic Mary in the Gos-
pel of Mary>”

120
NOTAS

20. Para una exégesis detallada de los Evangelios del Nuevo Testamento
sobre María Magdalena, ver Esther A. De Boer, The Gospel ofMary.
21. Elizabeth Struthers Malbon, “Disciples /Crowds / Whoever: Mar-
kan Characters and Readers.” Novum Testamentum 28 (1986): 104-130.
22. P. ej. Luise Schottroff, “Maria Magdalena und die Frauen am Grabe
Jesu,” Evangelísche Theologíe 42 (1982): 3-25.
23: P. ej. Schottroff, “Maria Magdalena,” 3-25.
24. Turid K. Seim, The Double Message: Patterns ofGender ín Luke-Acts, 24.

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130
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A
Chicago Public Library
Logan Square Branch
3030 W. Fullerton
Chicago, IL 60647
(312) 744-5295
Í
—TOMADO DE LA INTRODUCCIÓN

n El Evangelio'de María, Marvin Meyer, el experto más destacado


en Evangelios Gnósticos, nos presenta la traducción —por
primera vez en español— de los textos más antiguos y confiables
que arrojan luz sobre el misterio de María Magdalena.
> Estos textos
revelan su importancia como bienamada discípula de Jesús, al igual
que apóstol y evangelista por derecho propio. También revelan una
vibrante tradición oral en la cual María Magdalena no solo es una
seguidora de Jesús, sino su compañera y discípula más cercana, una
figura cuya relevancia para la cristiandad apenas hoy está emergiendo
de las sombras de la historia.
Este libro incluye extractos de los Evangelios del Nuevo Testa-
mento, al igual que de los Evangelios Gnósticos y de otros textos,
entre ellos el Evangelio de María, el Evangelio de Tomás y el Evan-
gelio de Felipe. .
Esther De Boer, una experta ampliamente respetada en María
Magdalena y el Evangelio de María, ubica las traducciones de Meyer
en el contexto actual de los últimos estudios sobre el tema. Ella
analiza el papel que desempeña María en cada uno de los Evangelios
en los cuales aparece, y la muestra como una mujer capaz y fuerte
que representa una amenaza para la Iglesia primitiva, la cual estaba
dominada por hombres.

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Fotografía de la cubierta. Piera ofVillenueve-les-Avignon ISBN-10


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