Por último, es indiscutible la importancia crítica de
identificar el autismo tempranamente para lograr apoyos desde la infancia. Es esencial reconocer que muchas personas autistas no reciben un diagnóstico hasta la edad adulta. Este diagnóstico tardío puede conllevar décadas de vivir sin una comprensión adecuada de las diferencias que experimentan, presentando desafíos únicos y malentendidos en su vida cotidiana, por lo cual la identificación temprana toma un papel crucial ya que puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo y entendimiento propio de la persona autista, permitiéndole alcanzar su máximo potencial y proporcionando las adecuaciones necesarias para comprender y enfrentar los desafíos que puedan surgir.