Está en la página 1de 4

LA ENTREVISTA FORENSE

Es sin duda el procedimiento más utilizado en psicología forense. En general, la entrevista


psicológica forense debe permitir obtener datos para el informe pericial y la formulación de
hipótesis, así como para la planificación de pruebas posteriores para la falsación o verificación de
las mismas.

Hay dos aspectos primordiales en una entrevista forense. En primer lugar, las entrevistas forenses
son para evaluar la hipótesis más que para confirmarla. Los entrevistadores se preparan
generando una serie de hipótesis alternativas sobre los orígenes y los significados de las
alegaciones. Durante una entrevista, los entrevistadores deben intentar descartar explicaciones
alternativas para las alegaciones.

Podemos distinguir dos tipos de entrevistas:


Semi estructuradas y estructuradas.

Las primeras son aquellas que permiten al peritado expresarse libremente, aunque sin
perder el control ni el objetivo de la entrevista.

Las entrevistas estructuradas son aquellas específicamente diseñadas con un propósito y por lo
tanto con un guion más o menos definido. Existen actualmente muchas entrevistas para abordar
situaciones legales determinadas lo que ahora facilita el trabajo de los psicólogos forenses, hay
que considerar los protocolos que se puedan adaptar y usar en su país.

En el ámbito penal, el entrevistado no acude a realizarse una evaluación psicológica, con


un psicólogo forense, por su propia voluntad, necesariamente éste tipo de intervenciones se
hacen necesarias a raíz de un hecho delictivo, una violación, un abuso sexual, un secuestro,
un asesinato, un asalto, un fraude, una agresión física, etcétera, lo cual significa que existe una
víctima y un victimario en la mayoría de los casos, y en ocasiones algún testigo.

Las consecuencias directas del dictamen pericial para el evaluado aumentan la probabilidad de
manipulación de la información aportada para conseguir un beneficio o evitar un perjuicio. Junto a
esto, el asesoramiento legal por el que, en muchas ocasiones, han pasado los evaluados (la
estrategia letrada de la defensa) y las múltiples exploraciones periciales (efecto aprendizaje)
complican aún más la evaluación psicológica forense.

Los peritos pueden disponer de instrumentos de medida adecuados, pero el sujeto puede no
colaborar en la evaluación y falsear, más o menos conscientemente, las respuestas. Ya no se trata,
por tanto, sólo del uso de herramientas inapropiadas, sino del control de las respuestas
inadecuadas a los instrumentos (test y entrevistas) adecuados.

La entrevista, llevada a cabo por un entrevistador entrenado y con conocimientos de


psicopatología, consiste en pedir a los sujetos que relaten en un discurso narrativo libre los
síntomas, conductas y pensamientos que tienen en el momento presente en comparación con el
estado anterior al delito (eje V del DSM-IV-TR).
Si los sujetos no responden de iniciativa propia, les será requerido por medio de preguntas
abiertas sobre
 Su personalidad de acuerdo con el eje V del DSM-IV
 sus relaciones familiares
 relaciones sociales
 relaciones laborales

Las entrevistas estructuradas permiten obtener


• información rápida,
• razonablemente fiable y
• que se puede fácilmente correlacionar.
• Si están estructuradas en escala Likert permite explorar un abanico muy amplio de
conductas en un breve tiempo.

Es importante en la investigación forense contar con instrumentos de evaluación


• cortos y específicos,
• con buenas propiedades psicométricas,
• que estén adaptados o validados y
• que sean sensibles a detectar los trastornos mentales.

Hay que considerar que existen ciertos problemas en la evaluación forense, los cuales son:
• No querer ser evaluado
• No colaborar en la evaluación
• Respuestas inadecuadas
• Manipulación de respuestas
• Simulación de síntomas

A diferencia de la evaluación clínica, la evaluación forense suele estar marcada por la limitación
temporal de la intervención (número reducido de sesiones) y por la dificultad añadida de tener
que realizar valoraciones retrospectivas en relación al estado mental del sujeto en momentos
temporales anteriores a la exploración (por ejemplo, casos de imputabilidad o impugnación de
actos o negocios jurídicos) o prospectivas (por ejemplo, opción de custodia, establecimiento de
interacciones parento-filiales o valoración del riesgo).

La evaluación forense presenta diferencias notables respecto a la evaluación clínica. Al margen de


que en uno y otro caso el objetivo pueda ser la exploración del estado mental del sujeto evaluado,
el proceso psicopatológico en la evaluación forense sólo tiene interés desde la perspectiva de las
repercusiones forenses de los trastornos mentales. El abordaje de la psicopatología en el ámbito
forense debe ser descriptivo y funcional antes que categorial.
Las áreas que se deben cubrir en la entrevista psicológica forense

1. Antecedentes familiares
2. Educación
3. Laboral
4. Matrimonio e hijos
5. Actitudes y conducta sexual
6. Historia médica
7. Historia criminal
8. Uso de alcohol y drogas
9. General: Filosofía general de vida; tipo de estilo de vida considerado ideal; descripciones de sí
mismo, de cómo es y cómo le gustaría ser; ideas sobre religión, política, ética, etc

Instrumentos de evaluación

El rigor exigido a la actividad pericial psicológica no debe confundirse con el abuso en la


administración de test. Si se trata de evitar la victimización secundaria en los sujetos evaluados, se
debe partir del principio de intervención mínima. El abuso de los test en el entorno forense está
vinculado a la objetividad, a la presión legal de usarlos como escudo científico frente a los
contrainformes en las ratificaciones, juicios o vistas, a la competencia interprofesional o incluso a
los incentivos económicos de que a mayor número de Test aplicados, mayor tiempo de evaluación
y mayores honorarios.

La técnica fundamental de evaluación en psicología forense es la entrevista pericial


semiestructurada, que permite abordar de una manera sistematizada, pero flexible, la exploración
psicobiográfica, el examen del estado mental actual y los aspectos relevantes en relación con el
objetivo del dictamen pericial.

En los resultados de la entrevista pueden sugerir criterios adecuados para profundizar en algunas
áreas exploradas por medio de test. La estrategia combinada de entrevista y test debe ponerse en
cada caso al servicio de las necesidades específicas de cada sujeto, de las circunstancias concretas
y del objetivo de la evaluación. Por ello, la selección de los test utilizados no debe basarse en una
batería estándar, sino que debe atenerse a criterios de pragmatismo (utilidad de la información
recabada, nivel cultural del sujeto evaluado, dominio del instrumento por parte del evaluador), a
la calidad científica (fiabilidad, validez y adaptación al entorno cultural) y a la economía de tiempo
(brevedad y no repetición de las pruebas a efectos de conseguir una mayor motivación y de evitar
la fatiga).

El dictamen pericial debe integrar los datos obtenidos con métodos diversos (la entrevista y los
test específicos), así como contrastarlos con fuentes de información múltiples. Si hay discrepancias
entre estas fuentes de información, la buena práctica requiere señalar las contradicciones
detectadas en el informe final y planteárselo así al Tribunal. Actuar de forma contraria supone una
mala praxis y un falseamiento de la realidad de la evaluación psicológica.
Control de la simulación/disimulación y detección del engaño

La simulación o disimulación refleja el deseo deliberado por parte del sujeto de ocultar su estado
mental real, bien para dar una imagen positiva de sí mismo (por ejemplo, en procedimientos para
determinar la idoneidad de custodia de los hijos), o bien para transmitir un estado de deterioro
acentuado (por ejemplo, en el ámbito de la responsabilidad penal para conseguir la exculpación o
en el campo del daño psíquico para reclamar una indemnización).

Hay una sospecha de simulación cuando existe un problema médico-legal, cuando hay una
discrepancia entre los síntomas alegados y la observación de la conducta, cuando los síntomas son
atípicos (mal definidos, erráticos e inconsistentes) y no se corresponden con los cuadros clínicos
habituales y cuando hay una dramatización de las quejas o una sobreactuación clínica.

Los trastornos mentales más propicios para el fingimiento (simulación) son el trastorno de estrés
postraumático, los cuadros psicóticos, las demencias, las toxicomanías, los trastornos disociativos
y el retraso mental. Ciertos trastornos de personalidad, como el antisocial o el histriónico, facilitan
la existencia de la simulación. A su vez, la ocultación de síntomas para conseguir algún beneficio
(disimulación) son la depresión, la paranoia y el alcoholismo.

Es muy importante considerar los siguientes puntos para realizar una buena entrevista forense.

PLANEACIÓN DE LA EVALUACIÓN FORENSE


• A quién se va a evaluar
• Objetivo de la evaluación
• Establecimiento de la hipótesis
• Planificación de la evaluación
• Duración
• Lugar
• Confidencialidad
• Consentimiento informado
• Número de peritos
• Traductores
• Vestimenta del perito
• Comportamiento del perito
• Estado emocional del perito
• Competencia del perito

La Entrevista forense es un proceso inteligente y de habilidad que debe ser considerado y sobre
todo bien aplicada para obtener buenos resultados en la evaluación psicológica forense.

También podría gustarte