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4) El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad

con el artículo 867 CCCN y aquél se rehúsa injustificadamente a recibirlo 886 CCYC.

Entre otras consecuencias, la constitución en mora del acreedor traerá consigo: 1. Que el
retraso en el cumplimiento no originará (o, en su caso, hará desaparecer) la mora del
deudor; 2. Que, en caso de obligaciones pecuniarias, cesará la generación de intereses (art.
art. 768 CCCN, a contrario); 3. Afirma LASARTE que, en general, la imposibilidad
sobrevenida de la prestación sin culpa del deudor operará en perjuicio del acreedor, quien
pese a no recibir la prestación habrá de cumplir con las obligaciones que tuviera para con
el deudor.

Si la reparación en especie no es ofrecida por el responsable, la víctima no está obligada a


solicitarla, ni el juez obligado a ordenarla. Pero la víctima tiene el derecho de solicitarla y
de obtener la reparación en especie cada vez que puede efectuarse."

La figura legal que nos ofrece nuestro sistema jurídico en el caso en que el acreedor se
niegue a aceptar el pago del deudor, es el pago por consignación judicial. Nuestro código
civil establece que, si el acreedor a quien se hiciere el ofrecimiento de pago, se negare sin
razón a admitirlo, el deudor quedará libre de responsabilidad mediante la consignación de
la cosa debida.

Pero antes debemos ofrecer el pago al acreedor anunciándole que si no lo recibe


procederemos a su consignación judicial.

Al lado de la consignación "judicial", se ha incorporado la extrajudicial como otro


mecanismo de pago, con el mismo efecto extintivo, sólo destinado a las obligaciones de
dar dinero, con la clara pretensión de "desjudicializar" la problemática, por los tiempos y
costos que implica todo proceso judicial, buscando una solución de tipo conciliatorio entre
las partes.

Requiere la intervención de un escribano público de registro, la participación de este


funcionario público, habilitado para ejercer la función, y con competencia en el lugar de
complimiento de la obligación) es condición necesaria para practicar el pago por
consignación bajo esta modalidad. Cualquier otro ofrecimiento, aún poniéndose el dinero
a disposición del acreedor, no surtirá efecto extintivo, sino que podrá constituir una oferta
real de pago que coloque en mora al acreedor (art. 886 CCyC).

Como primera medida, el deudor debe notificar previamente al acreedor, en forma


fehaciente, del día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito" (art. 910 inc. a]
CCyC). .

Se indica en el art. 910 que el deudor debe "depositar la suma adeudada ante un escribano de
registro, a nombre y a disposición del acreedor", con lo cual el vínculo con el escribano en esta
cuestión se rige por las normas del contrato de depósito.

Una vez depositada la suma, se establece un plazo de cinco días hábiles para que el acreedor
acepte o rechace el procedimiento y eventualmente retire el depósito.

El acreedor puede manifestar su rechazo al depósito. Cuenta con un plazo de cinco días hábiles
para expedirse, pero no tiene el deber jurídico de hacerlo: su silencio no produce efecto
alguno en orden a la extinción del crédito y es asimilado en sus efectos al rechazo.
En ambos casos (rechazo o silencio) el deudor puede disponer de la suma depositada, para
consignarla judicialmente (art. 911 inc. c] CCyC). Entendemos que, en tal supuesto, si luego la
demanda judicial es admitida demostrándose la sinrazón de la negativa o del silencio

del acreedor, todos los gastos que se hayan generado para el deudor con motivo de la
consignación extrajudicial deberán ser resarcidos por el acreedor. Lo contrario no sólo le haría
perder utilidad a la figura, sino que importaría convalidar una conducta abusiva o de mala fe
del deudor.

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