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Desde 1648 el río Esequibo es la frontera entre el REINO DE ESPAÑA con su ex Provincia Guayana
su margen Oeste -que luego integró la CAPITANIA GENERAL DE VENEZUELA y actualmente la
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, y el REINO DE HOLANDA con su ex colonia de
Guayana Holandesa, a su margen Este, que en 1814 cedió a Inglaterra 20.000 millas cuadradas al
Este del río Esequibo, formándose así la colonia de GUAYANA BRITÁNICA que, desde 1966 es un
país independiente llamado REPÚBLICA COOPERATIVA DE GUAYANA.
El Territorio Esequibo limita al Norte, con el Océano Atlántico, después del mar patrimonial y la
plataforma continental que le corresponde; al Este con la línea media del río Esequibo (frontera con
Guayana); al Noroeste con los estados Delta Amacuro y Bolívar, y al Suroeste con los estados
brasileños Roraima y Pará.
Guayana es una extensa región al Noreste de América del Sur que forma una gran isla del río
Amazonas, el río Negro, el río Orinoco y el Océano Atlántico. Comprende la GUAYANA FRANCESA,
SURINAM (parte oriental de la ex Guayana Holandesa o Nerlandesa), Guyana (ex Guayana
Británica o Inglesa, que fue antes la parte occidental de la Guayana Holandesa), el Sureste de
Venezuela (Guayana Venezolana) y el Norte del Brasil (Guayana Brasileña).
Nuestro reclamo es justo porque el Esequibo es parte indivisible de nuestro territorio, el cual nos fue
arrebatado por medio del ilegal LAUDO ARBITRAL DE PARÍS DEL 3 DE OCTUBRE DE 1899, cuyo
tribunal conformado por dos ingleses, 2 estadounidenses (en supuesta representación de
Venezuela) y un ruso como árbitro supuestamente “imparcial”, decidieron en componenda y
unánimemente que ese territorio (que tenía más de 300 años siendo Venezolano) pasara entonces a
manos de Inglaterra.
Venezuela en aquella época no tenía la capacidad política, social, económica ni militar para enfrentar
tal decisión, pero nunca cesó de protestar por la injusticia cometida, y lo seguiremos haciendo hasta
recuperar lo que es nuestro por la historia, la razón y la justicia.
El 26 de mayo de ese mismo año 1966, Inglaterra se zafa del problema y se lo endosa a Guyana
cuando le da la independencia. Actualmente se mantiene la vigencia del ACUERDO DE GINEBRA.
Primordialmente conocer del tema para tomar conciencia. Todos los venezolanos y venezolanas, sin
excepción, debemos preocuparnos, informarnos y ocuparnos sobre todo lo referente a nuestro
territorio venezolano del Esequibo y, como paso siguiente, acercarnos a él para conocerlo, cuidarlo,
internacionalizarnos con sus habitantes, poblarlo, hacer presencia y ejercer soberanía.
El estado venezolano debe llevar a esa zona: salud, educación, comunicaciones, vialidad, empleo,
identidad (cédula), viviendas, electricidad, etc. Además, debe ayudar a crear conciencia en todo el
país de que el Esequibo puede y debe ser recuperado por los venezolanos, empezando por atender
a sus habitantes actuales y apoyar a poblarlo paulatinamente. La sociedad en general por su parte,
tanto civil como militar, deben sensibilizarse y solidarizarse plenamente con esta lucha y convertirla
en una causa nacional sin distinciones ni sectarismos políticos, sociales, ni culturales de ninguna
índole, participando y cooperando activamente en cual iniciativa pública o privada relacionada con el
tema.
Una solución integral. Hasta los momentos nos hemos enfocado solamente en recuperar el territorio,
pero hemos pasado por inadvertido a su gente, poblarlo y conocerlo. Es imprescindible rescatar a los
esequibanos y esequibanas (en casi total desatención) y vincularlos con Venezuela, así como
vincular el resto de los venezolanos con el Esequibo.
El imperio inglés y ahora Guyana actúan “de hecho”, invadiendo el territorio y explotando sus
recursos mientras nosotros actuamos “de derecho” desgastándonos por generaciones en aras de
soluciones pacíficas y negociadas en lo jurídico, político y diplomático. La vía militar nunca ha sido
descartada, pero nos aferramos a nuestro principio de nación pacifista y libertaria.
Es por ello que debemos actuar intensamente en lo social, económico y poblacional (sin descuidar lo
diplomático, jurídico, político y militar), haciendo énfasis en que el tema del Esequibo es
principalmente de carácter nacional a diferencia de las relaciones con el país hermano de Guyana
que compete en ámbito internacional.
Porque al despuntar el alba sus rayos tocan por primera vez a Venezuela sobre la línea media del río
Esequibo, que es nuestra frontera Este, delineada por la vaguada del río (la parte más honda).
EL TERRITORIO ESEQUIBO tiene una extensión de 159.500 km2, el tercero más grande de
Venezuela después de los estados Bolívar y Amazonas. Para tener una idea de su dimensión, hay
que compararlo con el tamaño equivalente a otros 12 estados nacionales:
Zulia, Falcón, Táchira, Mérida, Trujillo, Lara, Yaracuy, Carabobo, Aragua, Vargas, Distrito Capital y
Nueva Esparta; más todas las Dependencias Federales 36km2 adicionales.
¿Por qué Venezuela y los venezolanos debemos reclamar, rescatar y recuperar el Esequibo?
Fundamentalmente porque es nuestro, es parte indivisible del país y nosotros parte de el; pero son
muchas más las razones significativas, importantes e imperativas, entre los cuales se destacan las
siguiente:
POR UNA REIVINDICACIÓN HISTÓRICA: porque forma parte del territorio de la CAPITANÍA
GENENERAL DE VENEZUELA, y según el principio “uti possidetis iuris” (como poseías-de acuerdo
al derecho- seguirás poseyendo), es parte integral de nuestro país por el que lucharon y murieron
nuestros libertadores para darnos como herencia una nación libre, soberana, e indivisible y al
arrebatárnoslo Inglaterra como potencia colonialista extranjera, prevalecieron los vestigios del
despótico imperialismo colonial contra los cuales nos revelamos desde un origen.
de nuestra Venezuela al Sur del río Orinoco y daría salida al eje fluvial Orinoco-Apure.
POR UNA REINVIDICAIÓN MORAL: cuando en aquel infame, nulo e irrito arbitraje de 1899 en París
esas potencias extranjeras nos arrebataron ilegal e inmoralmente nuestro territorio, sin siquiera
permitir nuestra presencia ni representación, lo hicieron bajo sus premisas ideológica- culturales de
que según ellos nosotros éramos “indios- bananeros con olor a trópico” y “hombres de color
semibárbaro” con quienes no podían discutir el tema en la misma mesa y, por lo tanto, ellos
decidieron por nosotros, pero sin nosotros, aprovechándose de nuestra debilidad política, económica
y militar.