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Cahiers d’histoire. Revue


d’histoire critique
88 | 2002
Deporte y propaganda en Europa (siglos XIX-XX)
CARPETA

Las Espartaquiades,
manifestaciones deportivas y
políticas del comunismo
André Gounot
págs. 59-75
https://doi.org/10.4000/chrhc.1582

Resumen
La International Red Sport (IRS), a pesar de su efímera existencia, organizó varios partidos
internacionales conocidos como las Espartáquidas entre 1928 y 1934. Fueron una oportunidad
para que los dirigentes soviéticos y la Internacional Comunista transmitieran el mensaje político
del momento a través de ceremonias, discursos y técnicas muy cercanas al marco político de los
participantes. Se celebró la defensa de la URSS y la lucha "clase contra clase", así como las
virtudes de los frentes populares.

Entradas de índice
Palabras clave: comunismo, liderazgo, política, Espartaquiades, deporte
Geografía: Europa, URSS
Cronología: Siglo XX

Texto completo
1 Las Espartáadas Internacionales están estrechamente asociadas con la historia de la
Red Internacional de Deportes (RSI), que funcionó de 1921 a 1937 como una
organización auxiliar de la Internacional Comunista (IC o Comintern). Formada en
oposición a la Internacional de Deportes de Lucerna (LIS), la organización socialista del
deporte obrero, la IRS reunió gradualmente a las federaciones deportivas obreras
comunistas de diferentes países. Fue a partir de 1 que se planteó organizar sus propios
"Juegos" internacionales, bajo el nombre de "Spartakiades". Este nombre, si bien aludía
a las Olimpiadas del movimiento deportivo burgués, pretendía enfatizar la
identificación con la corriente revolucionaria evocando al líder del levantamiento de
esclavos romanos, Espartaco, así como a la "Spartakusbund" de Karl Liebknecht y Rosa
Luxemburgo 2. Las Espartaquiades eran el medio de comunicación preferido por las
"masas deportivas" y estaban destinadas a expresar, transmitir y reforzar una identidad
comunista a través de un programa deportivo y festivo fuertemente imbuido de
propaganda política. Esta función general, atribuible al estatus de "organización de
masas" comunista que el IRS se había dado a sí mismo desde su creación, no excluye la
posibilidad de que las Espartaquiades, a pesar de su corto período de funcionamiento
(1925-3), hayan sufrido cambios profundos. De hecho, desde el momento en que
examinamos más particularmente los aspectos propagandísticos de las Espartaquiades,
nos vemos inducidos a ser sensibles a los cambios en las funciones y características que
pueden haber ocurrido en correlación con los giros tácticos de laInternacional Comunista.
Por lo tanto, nuestra contribución tiene como objetivo, en primer lugar, presentar cada
uno de los proyectos y eventos que se pueden agrupar bajo el nombre de
"Espartaquiades Internacionales", y situarlos en relación con los objetivos políticos y
propagandísticos comunistas de la época. La Spartakiad de Moscú (1928) ocupará el
lugar más importante debido a la amplitud de su dimensión propagandística. A
continuación, trataremos de mostrar las características comunes a todas las
Espartaquiades, e identificar elementos de originalidad en relación con otros eventos
deportivos internacionales, en particular en relación con las "Olimpiadas Obreras" de la
Internacional del Deporte de Lucerna (llamada Internacional Socialista del Deporte
Obrero, ISOS, desde 1934) 4.

La Espartaquiada de Moscú (1928):


deporte y educación política
2 Ya en 1926, la Internacional Roja del Deporte quiso organizar su primera
"Espartaquiada Mundial" en Moscú en respuesta a la primera Olimpiada Obrera de la
Internacional del Deporte de Lucerna, establecida en Frankfurt en 1925, de la que
habían sido excluidas las secciones del IRS. Pero el Consejo Supremo de Cultura Física
(SCCP, por sus siglas en inglés), el órgano rector de Rusia, carecía de la iniciativa para
llevar a cabo el proyecto. En 6, sin embargo, propuso organizar, en colaboración con la
Unión de Sindicatos, una "Espartaquiada de todas las repúblicas soviéticas". El Servicio
de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), que promovió el evento en el
extranjero, le dio el nombre adicional de "Espartaquiade Internacional".1928
3 Según las declaraciones del IRS, la Spartakiade, que tuvo lugar del 12 al 24 de agosto
de 1928 8en Moscú, paralelamente alVI Congreso de la Internacional Comunista (17 de
julio-1 deseptiembre), tenía como objetivo revelar el progreso y el carácter revolucionario de
la cultura física en la URSS y constituir, gracias en particular a una fuerte presencia de
atletas extranjeros, una poderosa demostración de oposición del deporte rojo al deporte
burgués, y en particular a los Juegos Olímpicos. A primera vista, sin embargo, el
programa oficial muestra poca originalidad: incluye competiciones de deportes que
están todos en el programa de los Juegos Olímpicos, con la excepción del motociclismo.
Tampoco es excepcional el hecho de que el evento esté marcado por una ceremonia de
apertura con desfiles, discursos y música, seguida de una ceremonia de clausura con la
entrega de medallas y nuevos discursos. Sin embargo, existen diferencias significativas
en el lugar y el contenido de la ceremonia de apertura. Así, la ceremonia no tiene lugar
dentro de los confines de un estadio sino en la Plaza Roja, en el centro de Moscú, para
dirigirse mejor a toda la población y hacerse pasar por una verdadera manifestación
política. El desfile no se estructuró de acuerdo con las afiliaciones nacionales, sino que
se basó en el modelo soviético de "desfiles deportivos" masivos: 9 participantes en la
Espartaquiada fueron rodeados por 10.25 miembros de asociaciones deportivas rusas, y
al final de la procesión aparecieron grupos de niñas y niños de la Juventud Comunista,
con el rifle al hombro. Después de los discursos de los representantes del gobierno
soviético y de los sindicatos, Franz Müller, dirigente del deporte obrero alemán y
miembro del Partido Comunista, tomó la palabra para decir, en nombre de los atletas
extranjeros: "En caso de guerra apoyaremos a la Unión Soviética". A continuación, una
orquesta interpreta la "Internacional", cantada por los participantes y espectadores.
4 La cérémonie d’ouverture se présente ainsi comme défi de la jeunesse soviétique aux
agresseurs potentiels, et comme serment de solidarité internationale avec l’Union
soviétique, cela dans un contexte bien précis : le Congrès de l’Internationale
communiste est en train d’entériner les thèses sur le danger imminent d’une agression
impérialiste contre l’URSS. Il officialise également la tactique « classe contre classe »,
synonyme de lutte la plus impitoyable contre le mouvement socialiste traité de « social-
fasciste » et accusé de servir sournoisement la bourgeoisie dans ses préparatifs de
guerre 12. Ces éléments, repris intégralement par le 4e Congrès de l’IRS (23-24 août
1928) 13et calqués sur les « réalités » du mouvement sportif ouvrier international, sont
d’ailleurs au centre des discours politiques de la cérémonie de clôture de la Spartakiade.
5 Mais ce ne sont pas uniquement ces représentations de la conjoncture politique du
moment qui expliquent pourquoi la Spartakiade, loin d’être imprégnée d’une
quelconque « religion sportive » unifiant la jeunesse mondiale selon les visions de
Pierre de Coubertin, se construit en tout premier lieu autour du culte de l’Union
soviétique « seule patrie du prolétariat ». En effet, depuis 1926 déjà, suite à la signature
d’un accord entre l’Internationale sportive de Lucerne et l’Internationale rouge sportive
qui favorise les déplacements de clubs sportifs ouvriers en URSS, ceux-ci sont envisagés
comme véritable objet de propagande 14, d’autant plus que la propagande pour l’Union
soviétique revêt alors un caractère de plus en plus organisé et obligatoire au sein même
de l’IRS. Les voyages « sportifs » sont dès lors conçus sur le schéma des « délégations
ouvrières », ces groupes composés d’adhérents à différentes organisations du
mouvement ouvrier qui sont invités depuis 1925 en URSS pour s’assurer et témoigner
des progrès faits dans la construction du socialisme. Dans ce but, le Bureau d’agitation
et de propagande du Komintern a d’ailleurs élaboré des méthodes minutieuses
d’encadrement et de manipulation des visiteurs 15, méthodes qui sont appliquées avec le
plus grand soin à l’occasion de la Spartakiade internationale.
6 La poursuite des buts propagandistes se fait, grossièrement, en trois étapes : attirer et
sélectionner des participants de pays étrangers d’abord ; les contrôler et les manipuler
en Russie ensuite ; orienter enfin les rapports de voyage vers une présentation
entièrement positive de la société soviétique. Ainsi, des « Comités de Spartakiade » sont
établis par les différentes organisations nationales de l’IRS. Ceux-ci ont la tâche délicate
d’inciter, d’une part, le plus grand nombre possible de sportifs ouvriers à faire le
déplacement en Russie, et, d’autre part, de procéder à une sélection répondant à des
critères établis par les organisateurs russes, qui se réservent par ailleurs le droit de
refuser des candidats après lecture de questionnaires portant notamment sur leurs
activités professionnelles et politiques 16. L’appartenance régionale des participants doit
être prise en compte, afin que la propagande puisse couvrir l’ensemble des territoires
nationaux après la Spartakiade. Mais surtout, dans l’optique de diffuser une image
positive de l’Union soviétique, il faut assurer une forte participation de sociaux-
démocrates 17, ce qui correspond à un objectif significatif de toute « propagande
totale » 18: utiliser l’adversaire. En effet, face aux critiques du système soviétique
émanant du milieu social-démocrate 19, il s’agit de faire affirmer par des sportifs issus
de ce même milieu que les rapports dans la presse de leurs partis constituent de pures
affabulations, et qu’en revanche les tableaux paradisiaques de la vie en URSS fournis
par la presse communiste correspondent à une vérité objective que le voyageur ne peut
ignorer 20.
7 542 hommes et 70 femmes de 12 pays étrangers 21participent à la Spartakiade, contre
3 000 hommes et 879 femmes de l’URSS 22qui représentent en quelque sorte une « élite
large » du sport soviétique puisqu’ils se sont qualifiés lors de Spartakiades locales puis
régionales. À leur arrivée à Moscou tout comme dans les gares des villes de province
que les organisateurs leur proposent de visiter, les sportifs ouvriers sont d’abord
chaleureusement accueillis par des foules convoquées. Sur place, chaque délégation est
patronnée par un syndicat russe 23, « patronage » étant synonyme, dans le cadre d’un
tel déplacement en Russie, d’une observation permanente, effectuée par des membres
du Parti sélectionnés et minutieusement instruits, se surveillant mutuellement 24. Par
ailleurs, le programme sportif, touristique, culturel et politique est tellement dense que
les visiteurs peuvent difficilement trouver des moments libres leur permettant de se
déplacer de manière autonome ou de prendre du recul par rapport aux événements, ceci
faisant également partie des stratégies de propagande et de manipulation 25. Entre leurs
compétitions, les sportifs multiplient en effet les visites d’usines modernes, de
logements ouvriers ou encore de prisons modèles, ainsi que de crèches, d’écoles et
d’hôpitaux susceptibles de montrer la supériorité de la politique sociale et éducative en
URSS. Ils sont en plus invités à des entretiens avec des représentants de l’appareil du
Parti et à des assemblées et cérémonies organisées en leur honneur, et quand ils n’ont
pas de rendez-vous « officiel », on leur propose de se rendre à la Place rouge pour
regarder des spectacles et des films montrant les richesses de la Russie 26.
8 Les succès de ce système de propagande permanente et variée sont réels 27mais
connaissent aussi des limites, dans la mesure où un certain nombre de participants
restent plus ou moins insensibles, voire parfois hostiles aux tentatives
d’endoctrinement 28. Il s’agit alors pour le mouvement communiste de contrecarrer les
échecs de la « première partie de la mise en scène » à laquelle ont assisté les sportifs
ouvriers en URSS, en organisant de la manière la plus efficace possible la deuxième
partie, qui a lieu après le retour des délégations et dont l’enjeu est de transmettre au
grand public les conclusions appropriées du voyage, par l’intermédiaire de rapports
écrits et de « soirées d’information ». Celles-ci ne donnent la tribune qu’à des orateurs
acquis à la cause de l’Union soviétique, dont les discours, présentés comme bilans
d’impressions authentiques, reposent le plus souvent sur un schéma élaboré par les
partis communistes 29, atteignant ainsi un haut degré d’uniformité et confirmant
exactement l’image de l’URSS dressée dans la presse communiste.
9 Ainsi, la Spartakiade de Moscou, à la fois objet de déplacement sportif et prétexte
pour un voyage politique, s’inscrit pleinement dans les projets de propagande globaux
du mouvement communiste, tout en leur apportant une dimension supplémentaire,
celle qui a trait à l’organisation symbolique du corps : les athlètes soviétiques, qui
dominent largement les épreuves 30, sont érigés en preuve vivante des progrès faits dans
tous les secteurs de la société, et la vigueur et la force apparentes de la jeunesse
soviétique permettent d’après « l’Humanité » de constater « l’apparition d’une nouvelle
race, créée par la bienfaisance de tout un système politique » 31.

La Spartakiade internationale de 1931 à


Berlin, manifestation concurrente à
l’Olympiade ouvrière de Vienne
10 La préférence accordée à la capitale de la République de Weimar, par rapport à
d’autres métropoles de l’Europe occidentale, pour accueillir la 2e Spartakiade
internationale en 1931 32, tient à des considérations d’ordre politique et organisationnel,
la section allemande, de loin la plus importante de l’IRS hors du territoire de l’Union
soviétique, disposant à Berlin d’un appareil bien rodé. Mais surtout, l’IRS estime qu’en
Allemagne la lutte entre les deux mouvements sportifs ouvriers, communiste et social-
démocrate, se trouve à un stade décisif, et qu’une manifestation internationale au grand
retentissement peut avoir un impact considérable sur les rapports de force 33.
11 Dans le contexte de la lutte « classe contre classe » proclamée par l’Internationale
communiste, le fait que la Spartakiade se tienne du 4 au 12 juillet 1931, est tout sauf
anodin puisque cette date se situe juste avant la célébration de l’Olympiade ouvrière de
l’Internationale sportive ouvrière socialiste à Vienne (du 18 au 26 juillet), qui devient
alors la principale cible des discours de l’Internationale rouge sportive. Cette dernière,
loin de vouloir admettre que l’intention principale de l’Olympiade ouvrière de Vienne
est bien de démontrer l’opposition résolue du mouvement socialiste au fascisme et à la
guerre 34, se livre en effet à de violentes polémiques contre cette manifestation en
dénonçant de nouveau la prétendue « politique belliciste » et le caractère « social-
fasciste » de l’ISOS, dont l’Olympiade serait la parfaite expression 35.
12 En plus de la récupération de sportifs ouvriers inscrits à l’organisation ennemie, le
Comité d’organisation, dont fait partie le leader du Parti communiste allemand Ernst
Thälmann, assigne à la Spartakiade l’objectif de servir la « lutte contre la paupérisation
due au système capitaliste, contre le fascisme et la menace de guerre impérialiste, et
pour la défense de l’Union soviétique » 36. La solidarité inconditionnelle des sportifs
ouvriers avec l’URSS se situe une nouvelle fois au centre des messages symboliques.
Ainsi, l’affiche officielle présente la bourgeoisie, le clergé et l’armée menant une attaque
concertée contre l’Union soviétique. Au milieu de l’affiche, on voit un athlète taillé en
force en train de jeter aux agresseurs, à la manière d’un lanceur de marteau, un gros
boulet avec l’inscription « IRS », ses pieds s’appuyant sur le sol de l’URSS. Pour les
adhérents qui ne l’auraient pas compris, l’IRS indique que l’athlète « incarne la défense
de l’Union soviétique par les sportifs ouvriers révolutionnaires » 37.
13 Ainsi, le sens de la Spartakiade se démarque nettement de celui donné à l’Olympiade
ouvrière par les dirigeants de l’ISOS, qui dans leurs discours insistent sur la
concordance croissante entre les intérêts de la démocratie et ceux du mouvement
ouvrier face à la montée du fascisme. L’IRS, en revanche, défend la conviction qu’il n’y a
pour le prolétariat que le système soviétique qui est digne d’être défendu, alors que celui
de la démocratie bourgeoise est à rejeter en toutes circonstances. La spécificité de l’IRS
doit par ailleurs s’exprimer lors de la Spartakiade par les exercices de masse, conçus
comme un « vaste serment d’engagement révolutionnaire », et surtout par l’exercice
final masculin qui serait accompagné par le « Chant des aviateurs rouges »38.
14 Les ambitions que l’IRS lie à cet événement se révèlent cependant difficilement
réalisables, notamment en raison de l’instabilité qui caractérise alors la situation
politique générale de la République de Weimar. Dans un premier temps,
l’administration allemande refuse d’accorder le permis d’entrée aux ressortissants des
pays étrangers sujets à l’obtention préalable de visas, ce qui rend impossible la
participation de sportifs soviétiques. Mais l’obstacle le plus dur à contourner est le
décret-loi promulgué le 28 mars par Hindenburg, président de l’Allemagne, qui prévoit
l’interdiction de réunions et cortèges politiques si leur déroulement fait craindre la
violation des lois en vigueur ainsi que la diffamation de l’État y compris ses organes,
institutions et administrations. Après de graves débordements commis le 30 juin lors
d’une manifestation de chômeurs, le sous-préfet de police, Weiss (membre du Parti
social-démocrate, le SPD 39), prononce l’interdiction de la Spartakiade, et Severing,
ministre prussien de l’Intérieur et homme politique du SPD, se range à cette décision 40.
15 Cette intervention de l’État fait perdre à la Spartakiade une bonne partie de son
potentiel de rayonnement. Toutefois, l’interdiction ne parvient pas à empêcher le
déroulement d’un certain nombre de manifestations sportives, parmi lesquelles
apparaissent les concours internationaux d’athlétisme, de football, d’haltérophilie, de
hockey et de jiu-jitsu, organisés le 12 juillet sous le nom de camouflage de « Fête estivale
internationale du Cartel du sport ouvrier et de la culture ». Le haut lieu des réunions est
la « Fête du sport populaire rouge » célébrée le 19 juillet dans le Poststadion (un des
plus grands stades de Berlin) archicomble et dont le programme correspond à celui
prévu pour la clôture de la Spartakiade.
16 Une représentation théâtrale de masse est donnée par un chœur mobile de 4 400
personnes jouant la pièce « Wir sind die Schmiede ! Der Zukunft Schlüssel » (« Nous
sommes les forgerons ! La clé de l’avenir ! ») dans une mise en scène de Fritz Heinrich.
On y voit d’abord des ouvriers qui se croisent dans le train-train quotidien de l’usine
puis, petit à petit, déclarent leur foi en un avenir meilleur. L’armée du prolétariat prêt
au combat s’accroît constamment, et la scène finale illustre la devise « vaincre ou
mourir »41.
17 Au-delà de la défense de l’Union soviétique, la Spartakiade sert ainsi à exprimer la
croyance en une effervescence révolutionnaire qui se concrétisera, dans un avenir
proche, par des luttes armées. Elle nourrit à sa manière les illusions sur lesquelles
repose la tactique « classe contre classe » que l’Internationale communiste n’abandonne
pas avant 1934. En outre, l’interdiction officielle de la Spartakiade, prononcée sous
responsabilité social-démocrate, est considérée par le courant communiste comme la
confirmation claire et nette de la thèse du « social-fascisme ». C’est d’ailleurs
l’enseignement politique principal que diffuse la Fédération sportive du Travail dès le
retour de sa délégation en France 42.

« Symboliser l’époque grandiose de


l’édification socialiste » : le projet de la
Spartakiade mondiale à Moscou (1933)
18 En septembre 1931, le Conseil suprême de la culture physique lance l’idée d’organiser
une grande « fête de la victoire » en été 1933 à Moscou, pour célébrer l’accomplissement
du premier plan quinquennal et pour montrer ses résultats sur le plan de la culture
physique. L’Internationale rouge sportive intervient alors pour demander que cette fête
soit aussi celle du mouvement sportif communiste international, et qu’elle serve de
cadre à une « Spartakiade mondiale » du sport ouvrier. Cette proposition est acceptée
par le CSCP, puis entérinée par la Commission centrale de l’Exécutive de l’Union
soviétique 43.
19 Le gouvernement soviétique accorde un budget important, qui doit notamment servir
à la construction du plus grand complexe sportif existant à cette date dans le monde 44,
conçu pour « symboliser l’époque grandiose de l’édification socialiste » 45. Selon les
déclarations du Conseil suprême de la culture physique, la Spartakiade doit « être le
digne reflet de la lutte éprouvante de la classe ouvrière pour la construction de la société
socialiste et des succès éclatants sur tous les fronts », elle doit « démontrer la
supériorité absolue du système socialiste de classe » et montrer au monde que « l’Union
soviétique, sous la direction du Parti léniniste et de son Comité central avec le camarade
Staline aux commandes, et grâce aux efforts héroïques de la classe ouvrière et des
paysans travailleurs, est devenue un pays industriel puissant qui est capable de mener à
terme le plan quinquennal en quatre ans » 46.
20 Le programme de la Spartakiade témoigne de l’ambition de présenter et d’utiliser la
culture physique comme élément de mobilisation des masses : il est fait appel à pas
moins de 50 000 sportifs soviétiques pour les mouvements collectifs, par lesquels
différents éléments du premier plan quinquennal ainsi que des acquis de la société
socialiste dans les domaines les plus divers doivent être représentés et s’imprégner dans
les mémoires des spectateurs. Des défilés de sportifs ainsi que des concours de sports
militaires 47prouveront au peuple soviétique et au monde entier que l’URSS est prête à
se défendre contre une agression impérialiste. Et enfin, le programme plus proprement
sportif de cette manifestation est destiné selon les organisateurs (le Conseil suprême de
la culture physique avec les syndicats) à démontrer la puissance croissante du sport
soviétique et la capacité de ses meilleurs représentants à surpasser les performances des
athlètes bourgeois des pays capitalistes, tel que commence à le leur demander une
politique sportive officielle de plus en plus orientée vers les grands résultats
internationaux 48.
21 Les travaux de construction et d’organisation en vue de la Spartakiade avancent
cependant beaucoup plus lentement que prévu, et les organisateurs décident fin 1932 de
reporter l’événement à l’été 1934. Mais dès l’année 1933 se pose, de manière accrue, le
problème de la représentation internationale : un certain nombre de sections de l’IRS se
trouvent alors en situation d’illégalité ou subissent des répressions, parmi lesquelles se
trouvent, outre la Kampfgemeinschaft für rote Sporteinheit allemande, interdite par le
régime national-socialiste 49, les fédérations autrichienne et tchécoslovaque, comptant
parmi les plus fortes de l’IRS 50. Néanmoins, l’Internationale rouge sportive veut
maintenir la Spartakiade 51, contrairement au Conseil suprême de la culture physique
qui annonce en janvier 1934 sa suppression 52. L’IRS se voit contrainte de charger sa
section française, la Fédération sportive du Travail, de l’organisation d’un
« Rassemblement international des sportifs contre le fascisme et la guerre » en été 1934
comme événement se substituant à la Spartakiade.
22 Sans doute, la renonciation à la Spartakiade de Moscou peut s’expliquer par le fait
qu’elle n’aurait pas eu le rayonnement international escompté, contredisant ainsi
fortement les prédictions de Staline et du Komintern sur la montée de la vague
révolutionnaire en Europe. En l’absence de documents vraiment probants sur cette
décision 53, on peut aussi émettre l’hypothèse qu’elle annonce, déjà, le rapprochement
de la politique extérieure soviétique avec les pays démocratiques de l’Europe
occidentale qui commence à être envisagé par Staline. En effet, plutôt que d’accueillir à
Moscou un nombre restreint d’athlètes ouvriers dont les performances sportives, très
moyennes, n’auraient aucun retentissement dans la presse bourgeoise occidentale,
n’est-il pas plus porteur d’envoyer en France des athlètes performants, susceptibles de
donner une image positive de l’Union soviétique ?

Le Rassemblement international des


sportifs contre le fascisme et la guerre,
Paris 1934 : la Spartakiade de l’unité
23 Comme lieu d’accueil précis du Rassemblement, l’IRS pense d’abord à Saint-Denis,
car, comme l’explique son secrétaire tchèque, Carlo Aksamit, « la ville de notre grand
ami Doriot donnera le meilleur cadre à une telle manifestation » 54. Cependant, dès le
lendemain des combats de rue sanglants du 6 février à Paris, Jacques Doriot, maire de
Saint-Denis et président de la Fédération sportive du Travail, préconise l’unité d’action
du Parti communiste et du Parti socialiste. Il se met ainsi en rupture avec la ligne
officielle du Komintern selon laquelle la lutte contre le fascisme est encore synonyme de
lutte contre le mouvement socialiste. Pendant sa dissidence, qui se concrétise avec son
exclusion du Parti à la fin juin 1934, les liens de Doriot avec la FST et l’IRS se dissolvent
entièrement 55. Le Rassemblement sportif antifasciste a finalement lieu non pas dans le
fief de Doriot mais au stade Pershing de Paris. Ses intentions d’origine s’inscrivent
pleinement dans les objectifs kominterniens d’établir un front unique révolutionnaire
par la base, ainsi que le montre « l’appel aux travailleurs sportifs de tous les pays »
publié par le Comité exécutif de l’IRS : « Avec l’élan le plus hardi et avec la plus grande
énergie il faut mener la lutte pour libérer les ouvriers de l’influence nuisible des chefs
réformistes et bourgeois du Sport. Paris doit résonner des pas lourds des bataillons
rouges du Sport, Paris doit devenir l’expression la plus claire du renforcement du front
de lutte du prolétariat révolutionnaire contre le fascisme et la guerre impérialiste » 56.
24 Cependant, corrélativement au changement d’orientation de la politique extérieure
soviétique, qui cherche désormais ouvertement l’alliance avec les pays démocratiques
de l’Europe occidentale, l’IC procède à partir de la fin mai 1934 à un changement de
tactique radical : elle abandonne la thèse du « social-fascisme », et appelle ses sections à
former un « front uni » contre le fascisme avec les partis socialistes 57.
25 La nouvelle tactique est immédiatement appliquée par l’IRS et par ses sections. À
partir de juin 1934, la Fédération sportive du Travail lance le mot d’ordre d’unité
organique avec l’organisation socialiste, l’Union des sociétés sportives et gymniques du
Travail (USSGT), tandis que l’IRS élabore un programme d’action en vue de la fusion
avec l’Internationale sportive ouvrière socialiste. La fonction primordiale du
Rassemblement sportif antifasciste de Paris devient alors de réunir les athlètes ouvriers
de toutes les organisations pour faire un pas vers l’unité totale du mouvement sportif
ouvrier international, considérée comme élément important de la mobilisation ouvrière
contre le fascisme. L’ISOS donne d’abord un avis défavorable à l’invitation faite par
l’IRS 58, mais relativise son attitude quelques jours avant le Rassemblement 59: dans une
lettre adressée au Comité d’organisation (dirigé par Henri Barbusse et Jean Painlevé),
elle signale la possibilité d’une coopération avec l’IRS, et laisse entendre qu’elle ne
s’oppose plus à la participation officielle de ses sections au Rassemblement de Paris 60.
26 Le 12 août 1934, 3 000 sportifs, dont 1 200 sportifs étrangers de 18 pays, entrent dans
le stade Pershing, devant 20 000 spectateurs. Des sportifs ouvriers de la FST et de
l’USSGT défilent avec une banderole qui exprime la revendication de l’unité du
mouvement sportif ouvrier. Après un discours d’Henri Barbusse qui souligne le rôle de
la jeunesse sportive comme « l’une des forces les plus importantes dans la lutte contre
le fascisme et le capitalisme 61, Albert Guillevic, secrétaire de l’USSGT et co-président de
l’ISOS, annonce pour la première fois que l’USSGT envisage de son côté la fusion avec la
FST. Un pas important vers l’unité du mouvement sportif ouvrier français (qui va se
réaliser à la fin de la même année) est ainsi franchi.
27 À la fin des compétitions, qui mobilisent tous les jours des milliers d’ouvriers
parisiens, notamment pour les matches de la « Coupe du monde de football ouvrier »,
les participants se retrouvent le 15 août pour une manifestation de clôture devant
50 000 spectateurs à Garches. Une nouvelle fois, l’unité se situe au centre des
discours 62.
28 L’image et la signification du Rassemblement international des sportifs sont ainsi
fortement éloignées des objectifs que l’IRS avait liés à la Spartakiade mondiale de
Moscou. Si les athlètes soviétiques parviennent à attirer, par leurs brillantes
performances, une partie de l’intérêt du public, mais aussi et surtout de la presse
sportive bourgeoise 63, la mise en scène des réalisations soviétiques dans le domaine de
la culture physique est tout de même reléguée au second plan. La rencontre de sportifs
d’organisations socialistes et communistes, deux semaines après la signature du pacte
d’unité d’action contre le fascisme entre les deux grands partis ouvriers de France,
devient avant tout la célébration d’un nouveau sentiment d’unité du mouvement ouvrier
français, et la démonstration de sa volonté de faire front à la vague réactionnaire.
29 Après cet événement, l’IRS, qui sera dissoute en avril 1937 sur décision du Présidium
de l’Internationale communiste, n’envisage plus d’organiser, avec ses propres forces de
manifestation sportive internationale. Elle prend à son compte la politique des fronts
populaires, entamée par l’IC dès l’automne 1934, et s’implique fortement dans le projet
de l’Olympiade populaire de Barcelone 64. Cette Olympiade à caractère antifasciste,
conçue comme contre-manifestation aux Jeux olympiques de Berlin, ne pourra
cependant pas se tenir en raison des premières batailles de la guerre civile d’Espagne
qui éclatent à Barcelone le jour même de l’ouverture prévue de l’Olympiade, le 19 juillet
1936.

En guise de conclusion : les


particularités des Spartakiades
internationales
30 Les profondes mutations du sens donné au Rassemblement sportif de Paris par
rapport au projet initial de la Spartakiade de Moscou sont révélatrices de l’étroite
dépendance de l’IRS à l’égard de l’Internationale communiste. À l’image des visions de
la pratique sportive, les conceptions des fêtes sportives internationales émanant de
l’IRS ont été fortement tributaires des changements tactiques de l’IC et de leurs
implications politiques. La variabilité conjoncturelle des Spartakiades semble ainsi
constituer l’une de leurs spécificités, celle-ci reposant sur une vision communiste du
rôle des organisations de masse qui fonctionnent non pas selon le modèle d’une
autonomie relative – comme cela a été le cas pour l’ISOS – mais qui sont entièrement
dirigés et contrôlés par l’Internationale communiste.
31 La structuration – ou la « configuration » 65– des différentes Spartakiades, en
revanche, rejoint celle des Olympiades ouvrières de l’ISOS et même, du moins en partie,
celles de manifestations d’organisations gymniques « bourgeoises » qui ont également
été porteuses d’une idéologie politique (nationaliste en l’occurrence), telles que
notamment la Deutsche Turnerschaft 66et les organisations slaves des Sokols. Les
défilés et les exercices de masse ont permis à chacun de ces mouvement d’exprimer sa
force et sa cohésion, et les messages politiques ont été construits à partir des mêmes
supports, à savoir les discours (tenus notamment à l’occasion des cérémonies
d’ouverture et de clôture), les chants, les drapeaux et les banderoles, les affiches ou
encore les présentations dans les organes de presse respectifs.
32 Pour ce qui concerne les contenus sportifs, les Spartakiades ont peu innové par
rapport aux Olympiades ouvrières 67: la présence à la fois de compétitions sportives et
de prestations gymniques a mis en valeur le caractère « multisports » du mouvement
sportif ouvrier, tandis que l’importance relativement faible accordée aux résultats
sportifs et aux appartenances nationales des athlètes a exprimé ses convictions
collectivistes et internationalistes, même s’il convient d’ouvrir une parenthèse pour la
tendance communiste : l’idée de représentation nationale est entrée dans la politique
sportive de l’Union soviétique dès le milieu des années 1920 68, et un intérêt particulier
a été ainsi accordé aux performances des athlètes de ce pays. Des concours de « sports
militaires » ont été introduits par l’ISOS à l’Olympiade ouvrière de Vienne, avant de
constituer un élément important du programme de la Spartakiade mondiale de Moscou.
Une idée originale apparaît toutefois dans les projets de la Spartakiade de Berlin : il
était en effet prévu d’introduire un concours regroupant des épreuves aussi distinctes
que la course, la natation, le cyclisme, le lancer et le tir 69, en vue de favoriser la
formation de « l’athlète complet » qui sache en plus manier une arme.
33 La représentation théâtrale de masse à Berlin en 1931 ne constitue pas un élément
propre au courant communiste mais reprend plutôt des idées issues de la culture festive
social-démocrate 70, en mettant en scène l’éveil de la conscience prolétarienne puis la
montée en puissance du prolétariat jusqu’à sa victoire finale sur le capitalisme, le
nationalisme et le militarisme ; elle reprend d’ailleurs exactement le contenu de la
représentation théâtrale de masse à la clôture de l’Olympiade ouvrière de Vienne. Ce
n’est qu’avec la dernière scène (« vaincre ou mourir ») qu’est exprimée à Berlin
l’adhésion spécifique de l’IRS à la tendance révolutionnaire. Étant donné que
l’Internationale communiste s’est progressivement transformée au cours des années
1920 en un instrument de la politique intérieure et extérieure du Parti communiste de
l’Union soviétique, rien d’étonnant à ce que les objectifs propagandistes des
Spartakiades internationales aient été élaborés en large partie en fonction d’intérêts
soviétiques, et que la défense et la vénération de la « patrie du prolétariat » ait été au
centre des agencements symboliques des Spartakiades de 1928 et de 1931 ainsi que du
projet de la Spartakiade mondiale en 1933, leur donnant par là l’empreinte communiste.
Sans doute, la Spartakiade de 1928, avec son inscription dans un projet global
d’éducation politique, constitue l’apport communiste le plus original à l’histoire des
manifestations sportives internationales. Eu égard aux méthodes minutieuses de
contrôle et de manipulation des visiteurs, on peut même avancer que cette Spartakiade
a constitué l’événement sportif international des années Vingt qui a été le plus marqué
par la volonté de promouvoir une image idéale du pays d’accueil, même si, pour le
mouvement communiste, la propagande pour l’URSS ne reflétait pas une idéologie
nationaliste mais l’identification à un système politique.

Notes
1 Nous avons étudié l’histoire de l’IRS dans notre thèse : GOUNOT (A.), Intentionen, Strukturen
und Funktionen einer kommunistischen « Massenorganisation ». Die Rote Sportinternationale
zwischen Komintern-Politik und den Ansprüchen des europäischen Arbeitersports, thèse de
doctorat, Freie Universität Berlin, 1998.
2 Sans cependant vraiment attirer les masses : elle atteignit le chiffre le plus élevé de son histoire
en 1931 avec près de 280 000 sportifs ouvriers inscrits dans ses sections, dont les plus
importantes (en dehors de l’Union soviétique) se trouvaient alors en Allemagne (125 000
membres) et en Tchécoslovaquie (80 000). L’Internationale sportive de Lucerne atteignit
pendant ce temps le chiffre de 1,9 million adhérents, dont près de 1,2 million étaient cependant
membres de la seule section allemande.
3 La fédération sportive ouvrière communiste de Tchécoslovaquie avait d’ailleurs déjà employé
ce terme en 1921, pour désigner sa première fête sportive qui eut lieu dans la banlieue de Prague.
L. Skornming, « Die Entstehung der Spartakiaden und die Berliner Spartakiade 1931 »,
Körpererziehung, 1987, n° 7, p. 303-309.
4 En suivant G. Maletzke, nous entendons ici par « propagande » toute démarche volontaire en
vue d’influencer, par voie de communication et dans un but politique précis, les opinions,
attitudes et comportements d’un nombre relativement élevé de destinataires. G. Maletzke,
« Propaganda. Eine begriffskritische Analyse », Publizistik. Vierteljahreshefte für
Kommunikationsforschung, vol. 17, 1972, n° 2, p. 153-164.
5 Pour cette étude, nous avons utilisé, à part des périodiques, des documents en provenance des
archives suivantes : Archives du Komintern au Centre russe de conservation et d’étude des
documents sur l’histoire contemporaine (CRCEDHC), Moscou, fonds « Sportintern » (537) ;
Archives de la Fédération russe (AFR), Moscou, fonds « Conseil suprême de la culture physique,
département des relations internationales » (75 76/2) ; « Stiftung Archiv der Parteien und
Massenorganisationen der DDR im Bundesarchiv » (SAPMO-Barch), Berlin, fonds
« Kommunistische Partei Deutschlands-Zentralkomitee » (Ry/I2/710) ; Archives Nationales
(AN), Paris, fonds « Propagande communiste par sociétés sportives, 1925-1932 » (F7/13137) ;
Sporthistorisches Kabinett des Fachbereichs Sportwissenschaft der Universität Leipzig (SKL),
documents du Comité allemand de la Spartakiade (documents non classés).
6 N. Podwoiski, « An das Präsidium der Sportintern. 23. März 1925 », in CRCEDHC, 537 I 103 ;
« Tätigkeitsbericht der Roten Sportinternationale und ihres Exekutivkomitees », sans date
[1926], in AFR, 75 76/2/28 ; « Resolution des Plenum des EK der RSI vom 28.1.25 zu Bericht des
Präsidiums » ; « Vertrauliche Resolutionen über die Organisierung der Weltspartakiade des EK
der RSI », in : CRCEDHC, I 48.
7 Pour plus de détails sur la Spartakiade de Moscou, A. Gounot, Intentionen, Strukturen und
Funktionen…, op. cit., p. 229-244.
8 Quelques éliminatoires ont déjà eu lieu le 11 août, mais la cérémonie d’ouverture officielle s’est
tenue le 12.
9 Internationaler Arbeitersport, 1927 (décembre), p. 14 ; « An alle
Arbeitersportorganisationen ! An alle Arbeitersportler und Sportlerinnen ! An alle
Werktätigen ! », s.d. [1927], in : AFR, 75 76/2/82.
10 Qui ont eu lieu dès 1919. K.-H. Ruffmann, Sport und Körperkultur in der Sowjetunion,
München, DTV, 1980, p. 43.
11 Die Einheit, 26. August 1928 ; Internationale Pressekorrespondenz (organe de l’Internationale
communiste) 1928, Nr. 84, p. 1534 ; L’Humanité, 14. August 1928.
12 A. Kriegel, « La IIIe Internationale », in J. Droz dir., Histoire générale du socialisme, vol. 3 :
De 1919 à 1945, Paris, 1977, p. 73-118 ; F.I. Firsow, « Stalin und die Komintern », in Institut für
Geschichte der Arbeiterbewegung, Die Komintern und Stalin. Sowjetische Historiker zur
Geschichte der Kommunistischen Internationale. Berlin, Dietz, 1990, p. 91-92.
13 Resolution über den Kampf für die Einheit, in CRCEDHC, 537 I 25.
14 A. Gounot, « Tourisme et propagande politique : les délégations sportives en Union soviétique
avant la Seconde Guerre mondiale », in A. Krüger, A. Teja et E. Trangbaek, Europäische
Perspektiven zur Geschichte von Sport, Kultur und Tourismus, Berlin, Verlagsgesellschaft
Tischler GmbH, 2000, p. 102-112.
15 J. Zarusky, Die deutschen Sozialdemokraten. und das sowjetische Modell. Ideologische
Auseinandersetzung und außenpolitische Konzeptionem 1917-1933, München, R. Oldenbourg Vlg
1992, p. 221.
16 Lettre de Robert Siewert, président du Comité de Spartakiade allemand, au Comité de
Spartakiade à Moscou, le 25 juillet 1928, in AFR, 75 76/2/60 ; « Robert Siewert, Bevollmächtigter
für Deutschland des Spartakiadekomitees Moskau an Gotthold Vogel, Niederwiesa/Chemnitz,
Berlin, 14.7.28 », in SKL, documents du Comité allemand de la Spartakiade.
17 « Für die Beteiligung an der Spartakiade », in SKL, documents du Comité allemand de la
Spartakiade.
18 J. Ellul, Propagandes, Paris, Librairie A. Colin, 1962, p. 21-29.
19 J. Zarusky, Die deutschen Sozialdemokraten und das sowjetische Model, op. cit., p. 212-233.
20 Face à l’interdiction formelle de participer à cette « manifestation exclusivement
communiste », prononcée par l’ISL à l’égard de ses fédérations adhérentes (« Bericht über den 4.
Kongreß zu Helsingfors. 5. bis 8. August 1927 »), l’impératif d’un taux élevé de participation
social-démocrate n’est cependant réalisé que par le Comité de Spartakiade autrichien, qui arrive à
envoyer une délégation composée de 34 sociaux-dé­mocrates et 27 communistes. Dans la
délégation allemande, par contre, la majorité communiste est écrasante, et parmi les 27 Français
qui ont fait le déplacement ne se trouve aucun membre du Parti socialiste. Cf. Lettre de Robert
Siewert, président du Comité de Spartakiade allemand, au Comité de Spartakiade à Moscou, le
25 juillet 1928, in AFR, 75 76/2/60 ; « Auf der Rykow nach Leningrad », in SKL, documents du
Comité allemand de la Spartakiade.
21 Mis dans l’ordre d’après les tailles des délégations, les pays participant étaient l’Allemagne, la
Finlande, l’Autriche, la Suisse, la Suède, l’Angleterre, la France, l’Uruguay, la Tchécoslovaquie, la
Norvège, la Lettonie et l’Estonie. Cf. « Disposition », in SKL, Dokumente des deutschen
Spartakiadekomitees für die Moskauer Spartakiade von 1928.
22 « Tatsachen von der Spartakiade 1928 », in SKL, Documents du Comité allemand de la
Spartakiade.
23 Cf. Internationale Pressekorrespondenz (organe de l’Internationale communiste), 1928,
n° 98, p. 1866 ; « Le 21 décembre 1928. Assemblée d’information des Conseils syndicaux de la
Région parisienne sur les Spartakiades russes et le mouvement sportif syndical, organisée par la
20e Union régionale » (rapport de police), in Archives nationales (AN), Paris, F7/13137.
24 H. Schafranek, « Die Avantgarde der Einäugigen – Österreichische Arbeiterdelegationen in
der UDSSR », in B. Mcloughlin, H. Schafranek et W. Szevera, Aufbruch-Hoffnung-Endstation.
Wien, Vlg. für Gesellschaftskritik, 1996, p. 46.
25 H. Schafranek, Die Avantgarde…, op. cit., p. 15. Concernant ces mécanismes de propagande
et de manipulation que les rapports de voyage laissent d’ailleurs transparaître involontairement,
nos remarques s’appuient également sur les descriptions dans les ouvrages de J. Zarusky, Die
deutschen Sozialdemokraten…, op. cit., et de F. Kupfermann, Au pays des Soviets. Le voyage
français en Union soviétique 1917-1939, Paris, Gallimard/Julliard, 1979. Sur les voyages français,
une thèse a été soutenue récemment : R. Mazuy, Partir en Russie soviétique : voyages, séjours et
missions des Français en Russie entre 1917 et 1944, thèse de doctorat, IEP, 1999.
26 Le programme touristique et politique est décrit de la manière la plus détaillée dans la
brochure volumineuse 66 österreichische Arbeitersportler berichten über die Sowjetunion, 2e
édition, Vienne, 1929, dans les divers rapports de participants allemands conservés à Leipzig
(documents du Comité allemand de la Spartakiade), ainsi que dans une brochure rédigée par le
militant communiste suisse Werner Schultheiss, Spartakiadefahrt 1928. Eine Reise nach
Russland, Zürich 1928. Ont également été consultés les articles sur la Spartakiade dans
l’Humanité et Rote Fahne des mois d’août/septembre 1928.
27 Comme le montre notamment le rapport 66 österreichische Arbeitersportler berichten, op.
cit.
28 Comme le laisse entendre un rapport politique sur le comportement des membres de la
délégation française : « Secret. Rapport concernant la délégation sportive de la FST Française
venue à la Spartakiade de Moscou », in : CRCEDHC, 537 II 152.
29 Cf. « Disposition », in SKL, documents du Comité allemand de la Spartakiade.
30 Au classement général, la Russie occupera la première place, devant cinq autres Républiques
soviétiques… L. Skornming, « Vor 50 Jahren : Moskauer Spartakiade1928 », in Theorie und
Praxis der Körperkultur, 1978, p. 670-678.
31 L’Humanité, 9 septembre 1928.
32 Le projet initial, établi au 4e Congrès international de l’IRS en 1928, celui d’organiser « dès
que possible » une « Spartakiade mondiale » à Moscou, ayant échoué une nouvelle fois en raison
du laxisme du Conseil suprême de la culture physique de la Russie. Cf. « Streng vertraulich. Aus
dem Russ. 6.11.31. Gez. Hans », in CRCEDHC, 537 I 205 ; « Thesen u. Vorschläge der technisch-
methodischen Konf. 4. Mai-16. Juni 32 », in GARF, 75/76/2/115.
33 « Warum Spartakiade in Berlin ? », Internationaler Arbeitersport 1931, n° 1, p. 12.
34 Festschrift zur 2. Arbeiter-Olympiade Wien 1931, Wien, s.d. (1931), p. 5.
35 « Resolution zur Vorbereitung und zu den nächsten Aufgaben der Spartakiade der RSI
(angenommen auf der Sitzung des internationalen Spartakiade-Komitees, 10.4.31) », in
CRCEDHC, 537 I 206.
36 « Resolution zur Vorbereitung und zu den nächsten Aufgaben der Spartakiade der RSI
(angenommen auf der Sitzung des internationalen Spartakiade-Komitees, 10.4.31) », in
CRCEDHC, 537 I 206.
37 Internationaler Arbeitersport, février 1931, p. 62. Ce motif se retrouve sur le timbre de
propagande mis en vente pour contribuer au financement de la Spartakiade, ainsi que sur la
plaquette commémorative.
38 A. Brüske, Spartakiaden im Spannungsfeld politischer Auseinandersetzungen untersucht am
Beispiel der Spartakiade 1931 in Berlin und seiner Präsentation in der Berliner Presse, Mémoire
de maîtrise, Institut für Sportwissenschaft der FU Berlin, 1990, p. 18.
39 Sozialdemokratische Partei Deutschlands.
40 A. Brüske, op. cit., p. 30-50 ; DIERKER (H.), Arbeitersport im Spannungsfeld der Zwanziger
Jahre : Sportpolitik und Alltagserfahrungen auf internationaler, deutscher und Berliner Ebene,
Klartext, Essen, 1990, p. 162-164.
41 Brochure 10 Jahre RSI, Berlin, 1931, p. 48.
42 Tract de la FST du 20 juillet 1931, in Archives nationales, F7 13137 ; Internationaler
Arbeitersport, n. 10, octobre 1931, p. 383-384.
43 « Über die Vorbereitung und Durchführung der Weltspartakiade (Thesenprojekt zum Bericht
des Gen. Antipov auf der 3. Plenumsitzung des Obersten Rates für Körperkultur der USSR vom
24. Januar 1932) », in AFR, 75 76/2/119. Cf. également Internationaler Arbeitersport, août 1933,
p. 1.
44 Internationaler Arbeitersport, novembre 1931
45 Internationaler Arbeitersport, mai 1932.
46 « Über die Vorbereitung und Durchführung der Weltspartakiade (Thesenprojekt zum Bericht
des Gen. Antipov auf der 3. Plenumsitzung des Obersten Rates für Körperkultur der USSR vom
24. Januar 1932) », in AFR, 75 76/2/119. Tout au long de cette résolution, le nom du dictateur est
écrit en lettres majuscules et ainsi démarqué du reste du texte.
47 Sur les contenus paramilitaires de la Spartakiade voir notamment Rot-Sport. Mitteilungsblatt
der Kampfgemeinschaft für rote Sporteinheit (Österreich), mars 1933.
48 « Resolution des Präsidiums der Gewerkschaften, 19. Juni 1932 », in AFR, 75/76/2/124.
49 La KG avait annoncé le déplacement de 2 500 membres à Moscou. Elle aurait formé ainsi à
elle seule une délégation supérieure quantitativement à l’ensemble des autres délégations
étrangères.Cf. le rapport de police du 6 décembre 1932 sur la préparation de la Spartakiade, in
Deutsches Zentralarchiv Merseburg, Preußisches Ministerium des Innern, Rep. 77, 209.
50 « Pour l’application de la ligne de l’IRS », s.d. (janvier 1934), Archives de la FSGT.
51 « Lieber Freund ! 15. November 33 » in : AFR, 75 76/2/132.
52 « Pour l’application de la ligne de l’IRS », s.d. (janvier 1934), in Archives de la FSGT, Paris ;
« Stenogramm des Berichts von Scholdak über die internationale Arbeitersportbewegung. 28.
Februar 1934 », in AFR, 75/76/2/151.
53 Les comptes rendus de réunions du Service international du CSCP qui ont eu lieu pendant
cette période étaient les seuls documents auquel l’accès nous a été refusé lors de nos recherches
aux Archives de la Fédération russe en été 1997.
54 « Stenogramm des Berichts von Scholdak über die internationale Arbeitersportbewegung, 28.
Februar 1934 », in AFR, 75 76/2/151.
55 La FST et l’IRS font d’ailleurs le silence complet autour du « cas Doriot », n’évoquant plus le
nom de ce personnage qui a été l’un des fondateurs de l’IRS en 1921 et membre du Comité
exécutif de l’IRS. Cf. A. Gounot, « Jacques Doriot : l’impact sportif d’un homme politique », in
J.M. Delaplace, Histoire du sport, histoire des sportifs. Le sportif, l’entraîneur, le dirigeant,
Paris, L’Harmattan, 1999, p. 61-76.
56 Sport, n° 29, 17 avril 1934.
57 Firsow, op. cit., p. 111 ; Ph. Burrin, La dérive fasciste : Doriot, Déat, Bergery, Paris, Ed. du
Seuil, Paris, 1986, p. 175-177.
58 Sport, n° 43, 25 juillet 1934 ; C. Aksamit, Um die Einheit des Arbeitersports. Briefwechsel
zwischen der RSI und der SASI, Sportpress, Prague s.d. (1936), p. 13.
59 Internationale Sportrundschau, septembre 1934.
60 C. Aksamit, op. cit., p. 13.
61 Internationale Sportrundschau, 1934, p. 368.
62 Internationale Sportrundschau, 1934, p. 368 sq.
63 La presse bourgeoise, évitant de faire des remarques sur le caractère politique de cet
événement, s’est intéressée en tout premier lieu à la valeur sportive des athlètes et équipes
soviétiques. Cf. les extraits de la presse bourgeoise dans Internationale Sportrundschau,
septembre-octobre 1934, et Miroir des sports, 14 août 1934.
64 Sur l’Olympiade populaire voir, dans une perspective d’histoire régionale, X. Pujadas, C.
Santacana, L’altra Olimpiada. Barcelona ‘36, Barcelona, Libres de l’Index, 1990, et sous l’angle
international A. Gounot, Intentionen, Strukturen und Funktionen…, op. cit., p. 301-313.
65 H. Eichberg et M. Dultz dir., Massenpiele. NS-Thingspiel, Arbeiterweihespiel und
olympisches Zeremoniell, Stuttgart, 1977.
Ö
66 Voir D. Düring, Öffentliche Festkultur. Politische Feste in Deutschland von der Aufklärung
bis zum Ersten Weltkrieg. Reinbek, Ro ro ro, 1988.
67 Sur les Olympiades ouvrières, voir notamment F. Nitsch, « Die olympische‚ Gegenbewegung.
Bedeutung und Vermächtnis des internationalen Arbeitersports und seiner Olympiaden », in M.
Blödom dir., Sport und Olympische Spiele, Reinbek, Ro ro ro, 1984, p. 113-137.
68 A. Gounot, « Entre exigences révolutionnaires et nécessités diplomatiques : les rapports du
sport soviétique avec le sport en Europe, 1920-1937 », in p. Arnaud et J. Riordan dir., Sport et
relations internationales (1900-1941). Les démocraties face au fascisme et au nazisme, Paris,
L’Harmattan, 1998, p. 241-276.
69 L. Skornming, Die Entstehung…, op. cit.
70 G. Hauk, « Armeekorps auf dem Weg zur Sonne. Einige Bemerkungen zur kulturellen
Selbstdarstellung der Arbeiterbewegung », in D. Petzina dir., Fahnen, Fäuste, Körper. Symbolik
und Kultur der Arbeiterbewegung, Essen, 1986, p. 69-90.

Pour citer cet article


Référence papier
André Gounot, « Les Spartakiades internationales, manifestations sportives et politiques du
communisme », Cahiers d’histoire. Revue d’histoire critique, 88 | 2002, 59-75.

Référence électronique
André Gounot, « Les Spartakiades internationales, manifestations sportives et politiques du
communisme », Cahiers d’histoire. Revue d’histoire critique [En ligne], 88 | 2002, mis en ligne le
01 juillet 2005, consulté le 03 décembre 2023. URL : http://journals.openedition.org/chrhc/1582 ;
DOI : https://doi.org/10.4000/chrhc.1582

Cet article est cité par


Gleyse, Jacques. (2019) Le Mai 68 de l’Éducation Physique : du trotskisme à la
critique du sport et à l’Éducation corporelle. Staps, n° 126. DOI:
10.3917/sta.126.0065

Martinache, Igor. (2019) Simples passeurs ou créateurs ? Les dirigeants du sport


communiste français face au modèle sportif de l’Est (1923-1991). Staps, n° 125.
DOI: 10.3917/sta.125.0015

Bolz, Daphné. (2014) L’événement en histoire culturelle du sport : essai


d’historiographie. Movement & Sport Sciences - Science & Motricité. DOI:
10.1051/sm/2013107

Auteur
André Gounot
UFR STAPS, Université de Strasbourg

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Le sport travailliste européen et la fizkul’tura soviétique : critiques et appropriations du
modèle « bourgeois » de la compétition (1893-1939) [Texte intégral]
Paru dans Cahiers d’histoire. Revue d’histoire critique, 120 | 2013

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