Está en la página 1de 15

Introducción

Cumbre del Cambio Climático

Las cumbres climáticas son reuniones organizadas por la ONU donde las distintas

delegaciones intentan llegar a acuerdos globales para disminuir sus emisiones. Sirven

para crear una nueva estructura institucional para la protección del medio ambiente y la

promoción del desarrollo. Estos encuentros nacieron con el objetivo de aplicar los artículos

de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que pretende

limitar los principales causantes del calentamiento planetario: los gases de efecto

invernadero. Las cumbres climáticas (COP) se celebran cada año y sirven para revisar las

medidas aplicadas por los países firmantes y negociar otras nuevas.

Breve Historia:

La semilla de estas cumbres sobre el cambio climático la sembró el científico

estadounidense Charles Kelling (1928-2005) quien hizo las primeras mediciones de

dióxido de carbono (CO2) en 1958 en Mauna Loa, Observatorio Astronómico ubicado en la

cima de un volcán inactivo de Hawái. Las revelaciones de Kelling, hechas en un lugar con

la particularidad de tener un aire especialmente limpio, impactaron en aquella época pues

la comunidad científica de entonces creía que los océanos y la vegetación eran capaces

de absorber todos los gases que se producían en el planeta. Sus pronósticos se

confirmaron en la siguiente década. Los niveles de CO2 estaban en aumento. El mundo


empezó a estudiar el tema en diferentes Cumbres y Conferencias con expertos y

científicos. Esta breve cronología resume los eventos más importantes y sus aportes.

Declaratoria de 1972

En 1972 se da la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano

(conocida también como la Conferencia de Estocolmo). En ese entonces el cambio

climático no estaba a la orden del día. para discutir el estado del medio ambiente mundial.

Con la asistencia de los representantes de 113 países, 19 organismos

intergubernamentales, y más de 400 organizaciones intergubernamentales y no

gubernamentales, es ampliamente reconocido como el comienzo de la conciencia

moderna política y pública de los problemas ambientales globales.

El debate giró en torno a temas como la contaminación química, las pruebas de

bombas atómicas y la caza de ballenas. Pero es aquí cuando los líderes mundiales

deciden reunirse cada diez años para realizar un seguimiento del estado medio ambiental

y analizar el impacto que sobre él pueda conllevar el desarrollo. El enfoque de la

Conferencia de Estocolmo sobre el destino compartido de la humanidad, al igual que el

mundo, estuvo profundamente polarizado. Con la prohibición de participar de Alemania

Oriental porque no era miembro de la ONU, la mayoría del Bloque del Este anunció que

boicotearían el evento. Los únicos países comunistas que asistieron fueron Yugoslavia,

China y Rumanía. La conferencia también fue duramente criticada por los movimientos

ambientales emergentes que argumentaron que fue un evento inadecuado y puramente

simbólico. Se organizaron conferencias ambientales paralelas en Estocolmo, como el Foro

Popular de izquierda radical.

Declaratoria de 1979
En 1979 se da Primera Conferencia Mundial sobre el Clima en Ginebra, Por primera

vez se consideró el cambio climático como una amenaza real para el planeta. La

Conferencia adoptó una declaración que exhortaba a los gobiernos a prever y evitar los

posibles cambios en el clima provocados por el hombre. Esta Conferencia Mundial sobre

el Clima identificó al cambio climático como un problema global urgente y ya entonces se

hizo un llamamiento a los gobiernos a hacer frente a este reto. Desde entonces, hubo un

gran número de conferencias internacionales para tratar el tema. En 1988 hubo ya un

llamamiento para desarrollar una convención marco para proteger la atmósfera.

Declaratoria de 1988

En 1988 aparece el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio

Climático (IPCC), creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las

Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Sólo con medidas fuertes para detener las

emisiones de gases de efecto invernadero, se impediría que el calentamiento global fuera

grave. Eso concluyó el Grupo que reunió opiniones de 400 científicos. Una respuesta

oficial a la amenaza del cambio climático comenzó con las negociaciones en las Naciones

Unidas en la década de 1990 en lo que eventualmente se convertiría en la Convención de

Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Hasta la fecha este grupo ha

presentado cuatro informes de evaluación sobre cambio climático, que incluyen la ciencia

del fenómeno, así como sus posibles impactos y soluciones. El último y cuarto informe,

correspondiente a 2007, fue elaborado por cerca de seiscientos autores provenientes de

cuarenta países, y revisado por seiscientos veinte expertos y representantes de los

gobiernos. El trabajo del IPCC ha sido reconocido como un consenso científico global por

parte de las academias de ciencias nacionales de diversos países.

Declaración de 1992

En 1992 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el

Desarrollo (popularmente conocida como la Cumbre de la Tierra) en Río de Janeiro, Brasil.


En ella participaron 172 países (con 108 jefes de Estado) y 2,400 representantes de

organizaciones no gubernamentales. Durante la cumbre se trataron los temas de medio

ambiente y desarrollo sostenible. Como resultado de la Cumbre de Río se generaron los

siguientes documentos: Agenda 21, la Declaración de Principios Forestales, la Convención

para un Marco de las Naciones Unidas en Cambio Climático, la Convención de las

Naciones Unidas sobre la diversidad biológica y la Declaración de Río sobre

Medioambiente y Desarrollo. Los líderes mundiales adoptaron el plan conocido como

Agenda 21, un ambicioso programa de acción para el desarrollo sostenible global. Sus

áreas de actuación eran básicamente la lucha contra el cambio climático, la protección de

la biodiversidad y la eliminación de las sustancias tóxicas emitidas. Entró en vigor en

1994, después de haber recibido el número necesario de ratificaciones.

La conferencia de Río de Janeiro destacó cómo los diferentes factores sociales,

económicos y ambientales son interdependientes y evolucionan juntos, y cómo el éxito en

un sector requiere que la acción en otros sectores se mantenga en el tiempo. El objetivo

principal de la 'Cumbre para la Tierra' de Río fue producir una agenda amplia y un nuevo

plan para la acción internacional sobre cuestiones ambientales y de desarrollo que

ayudaría a orientar la cooperación internacional y la política de desarrollo en el siglo XXI.

La 'Cumbre para la Tierra' concluyó que el concepto de desarrollo sostenible era un

objetivo alcanzable para todas las personas del mundo, independientemente de que

fueran a nivel local, nacional, regional o internacional. También reconoció que integrar y

equilibrar las preocupaciones económicas, sociales y ambientales para satisfacer nuestras

necesidades es vital para mantener la vida humana en el planeta y que ese enfoque

integrado es posible. La conferencia también reconoció que la integración y el equilibrio de

las preocupaciones económicas, sociales y medioambientales requería nuevas

percepciones de la forma en que producimos y consumimos, la forma en que vivimos y

trabajamos, y la forma en que tomamos decisiones. Este concepto fue revolucionario para
su época y provocó un animado debate dentro de los gobiernos y entre los gobiernos y

sus ciudadanos sobre cómo garantizar la sostenibilidad del desarrollo.

Declaración de 1995

Se da en 1995 la Primera Conferencia de las partes Berlín, Desde la adopción del

Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Conferencia de las Partes

(COP), el grupo de naciones que han firmado la CMNUCC, se ha reunido anualmente. Es

la COP la responsable de mantener el proceso en su conjunto en marcha. En ella se

instauró el Mandato de Berlín, el cual estableció una fase de análisis y evaluación de dos

años para establecer las primeras medidas conjuntas en la acción climática internacional.

Tuvo la importancia de ser el primer foro que reconocía oficialmente la existencia de

problemas relativos al clima.

Declaración de 1996

En 1996 se aprobó los resultados del segundo informe de evaluación del IPCC

(Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), el cual se publicó en

1995. Además, se estableció que los países miembros no seguirían soluciones globales,

sino que cada país sería libre de implementar las soluciones más relevantes para su

realidad. En esta reunión se aceptó los resultados científicos sobre el cambio climático

ofrecidos por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en su

segunda evaluación (1995). Rechazó las 'políticas armonizadas' uniformes en favor de la

flexibilidad, y la llamada a 'objetivos a medio plazo legalmente vinculantes'.

Declaración de 1997

En 1997 se da el Protocolo de Kioto, Es aquí donde los países industrializados

adquirieron compromisos concretos y un calendario de actuación. Fue sin duda un gran

avance, pues se logró un acuerdo vinculante a todos los países firmantes para que
durante el período del 2008 al 2012, se redujeran las emisiones de los seis gases que más

potenciaban el efecto invernadero en un 5,2% con respecto a 1990. Después de intensas

negociaciones, se adoptó el Protocolo de Kioto, que perfilaba la obligación de reducir las

emisiones de gases de efecto invernadero para los países del Anexo I, junto con lo que se

conoció como mecanismos de Kioto, como el comercio de emisiones, el mecanismo de

desarrollo limpio y la implantación conjunta. La mayoría de los países industrializados y

algunas economías en transición de Europa central (todas definidas como países del

Anexo B) acordaron reducciones legalmente vinculantes en las emisiones de gases de

efecto invernadero de un promedio del 6 al 8% por debajo de los niveles de 1990, entre

los años 2008-2012, definidas como el primer período del presupuesto de emisiones. Se

requeriría que Estados Unidos redujera sus emisiones totales un promedio del 7% por

debajo de los niveles de 1990. Sin embargo, el Congreso no ratificó el tratado después de

que Bill Clinton lo firmara. La administración Bush rechazó explícitamente el protocolo en

2001.

Declaración de 1998

La COP4 tuvo lugar en noviembre de 1998 en Buenos Aires. Se esperaba que los

asuntos sin resolver en Kioto se finalizaran en esta reunión. Sin embargo, la complejidad y

dificultad de llegar a un acuerdo sobre estos temas no se pudieron superar, y en cambio,

las partes adoptaron un 'Plan de Acción' a 2 años para avanzar en los esfuerzos y diseñar

mecanismos para implementar el Protocolo de Kioto, que se debería completar en 2000.

Durante la COP4, Argentina y Kazajistán expresaron su compromiso de asumir la

obligación de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, los primeros dos

países no incluidos en el Anexo en hacerlo.

Declaración de 1999

La COP5 tuvo lugar entre el 25 de octubre y el 5 de noviembre de 1999, en Bonn,

Alemania. Fue principalmente una reunión técnica y no se llegaron a alcanzar


conclusiones importantes. Se apremió a los países al cumplimiento del Protocolo de Kioto

y se negoció sobre los mecanismos y las medidas a adoptar en caso de incumplimiento.

Declaración de 2000

La COP6 tuvo lugar del 13 al 25 de noviembre de 2000, en La Haya, Holanda. Las

discusiones evolucionaron rápidamente hacia una negociación de alto nivel sobre los

principales problemas políticos que incluían una gran controversia sobre la propuesta de

Estados Unidos de permitir créditos de los 'sumideros' de carbono en bosques y tierras

agrícolas que satisficieran una proporción importante de las reducciones de emisiones de

Estados Unidos. Hubo desacuerdos sobre las consecuencias del incumplimiento por parte

de países que no alcanzaron sus objetivos de reducción de emisiones y dificultades para

resolver cómo los países en desarrollo podrían obtener asistencia financiera para hacer

frente a los efectos adversos del cambio climático y cumplir con sus obligaciones de

planificación, medida y posiblemente, reducción de las emisiones de gases de efecto

invernadero. En las últimas horas de la COP6, a pesar de algunos compromisos

acordados entre Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea (UE),

especialmente el Reino Unido, los países de la UE en su conjunto, liderados por

Dinamarca y Alemania, rechazaron las posiciones de compromiso y las conversaciones en

La Haya. Sorprendido, Jan Pronk, presidente de la COP6, la suspendió sin acuerdo, con la

expectativa de que las negociaciones se reanudaran más adelante. Más tarde se anunció

que las reuniones de la COP6 (denominadas 'COP6 bis') se reanudarían en Bonn, en la

segunda quincena de julio. La próxima reunión programada regularmente de las partes en

la CMNUCC, COP7, se había programado para Marrakech, Marruecos, en octubre-

noviembre de 2001.

Declaración de 2001
El presidente del sexto período de sesiones de la Conferencia dijo que la

aprobación de los Acuerdos de Bonn sobre la ejecución del Plan de Acción de

Buenos Aires (decisión 5/CP.6) había demostrado que la comunidad internacional

era capaz de llegar a un acuerdo sobre problemas de alcance mundial. En otras

palabras, el multilateralismo funcionaba. Esos acuerdos indicaban también la

importancia central de la cooperación internacional para el logro de los objetivos

comunes superiores de la comunidad mundial. Si bien la globalización podía

criticarse, esos acuerdos políticos habían sido el resultado del diálogo, el

entendimiento mutuo, el deseo de conciliación, la voluntad de llegar a acuerdos y la

dedicación a la sostenibilidad de la Tierra y de la humanidad. Gracias a ellos el

Protocolo de Kyoto era ahora ratificable, de manera que podría entrar en vigor

antes de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebraría en

2002.

Las relaciones internacionales y las Naciones Unidas eran más importantes que

nunca.

Los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 habían tenido repercusiones en

todo el mundo y habían arrojado nueva luz sobre las relaciones internacionales, al

demostrar que la cooperación internacional era necesaria para resolver los

problemas de alcance mundial. La mayor amenaza a la seguridad y la estabilidad

residía en la desigualdad socioeconómica, la marginación política y el olvido de los

valores. Sin embargo, la cooperación internacional era un proceso en marcha en


el que ningún país podía actuar solo. Unida, la comunidad internacional en su conjunto

podría avanzar, siempre que se tuvieran en cuenta los intereses de todos.

El objetivo principal del sexto período de sesiones de la Conferencia había sido

llegar a un acuerdo sobre la ejecución del Plan de Acción de Buenos Aires. Por

esa razón, cuestiones extrínsecas como el tema del programa dejado en

suspenso en ese período de sesiones, o el reglamento, se habían aplazado

hasta que estuviera terminado el trabajo sobre las cuestiones básicas. Los datos

científicos más recientes del Tercer Informe de Evaluación del IPCC

demostraban que el Protocolo de Kyoto representaba sólo un pequeño paso

adelante en lo que respecta al clima. Quedaba mucho por hacer, y la

Conferencia no debía rehuir un debate futuro sobre la idoneidad de los

compromisos, respetando al mismo tiempo el principio de las responsabilidades

comunes pero diferenciadas. Asimismo, habría que encontrar una solución en

cuanto al reglamento, porque unas normas claras simplificarían

considerablemente el proceso.

Declaración de 2002

La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 en Johannesburgo

adoptó una declaración política y un plan de implementación que incluyó

disposiciones que cubren un conjunto de actividades y medidas que deben

tomarse para lograr un desarrollo que tenga en cuenta el respeto por el medio

ambiente. De este modo, esta Cumbre, que contó con la participación de más de

un centenar de jefes de Estado y de gobierno y decenas de miles de

representantes gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, dio


como resultado, después de varios días de deliberaciones, decisiones

relacionadas con el agua, la energía, salud, agricultura, diversidad biológica y

otras áreas de interés.

En el área del agua, el Plan de Implementación fomentó alianzas entre los

sectores público y privado basadas en los marcos regulatorios establecidos por

los gobiernos. Con respecto a la energía, se destacó la necesidad de diversificar

el suministro de energía, así como la necesidad de agregar fuentes de energía

renovables al suministro de energía global. En el ámbito de la salud, se

reafirmaron los compromisos adquiridos en la lucha contra el VIH/SIDA y se hizo

hincapié en el derecho de los Estados a interpretar el Acuerdo sobre los

Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el

Comercio para promover el acceso universal a medicamentos.

En agricultura, se previeron negociaciones integrales sobre el Acuerdo sobre

Agricultura de la OMC, que incluían el acceso a los mercados y la reducción de

las subvenciones a la exportación. Con respecto a la diversidad biológica, el

Plan de Implementación pidió el establecimiento de un régimen internacional

para asegurar una distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del

uso de los recursos genéticos. El texto incluía disposiciones sobre el protocolo

de Kyoto sobre la reducción de gases de efecto invernadero para los estados

que lo habían ratificado. Se instó a los que aún no lo habían hecho a que lo

ratificaran sin demora. Las disposiciones también incluyen la creación de un

fondo de solidaridad mundial para la erradicación de la pobreza y el lanzamiento

de programas decenal para apoyar iniciativas regionales y nacionales


destinadas a acelerar la transición hacia patrones de producción y consumo

viables.

Declaración de 2004

Cumbre de Buenos Aires 6 al 17 de diciembre de 2004 Representantes de 189

países se reunieron en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en la Cumbre

Mundial del Clima, que por primera vez se celebra con el Protocolo de Kioto listo

para entrar en vigor el 16 de febrero de 2005. En esta ocasión, se hizo hincapié

en la necesidad de poner en marcha las medidas de adaptación, con agendas

específicas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El

debate abordó el problema sobre el calentamiento global desde un nuevo

horizonte, el de ir más allá de las primeras obligaciones de Kioto. En este

contexto, hubo posturas encontradas. Por un lado, la del gobierno de EE.UU.,

miembro firmante de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio

Climático, pero que rehúsa a firmar el Protocolo de Kioto, siendo responsable del

25% de las emisiones globales. La Administración Bush puso en marcha un

programa propio alternativo para incentivar la contención de emisiones con el

que pretenden reducir un 18% de las emisiones registradas a partir de 2000 en

2012.

Declaración de 2005

Cumbre de Montreal 28 noviembre al 9 de diciembre de 2005. A la Undécima

Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas

sobre Cambio Climático celebrada en Montreal acudieron unos 10.000


participantes, entre ellos, los representantes de 156 países que han ratificado el

Protocolo de Kioto, los de otras 34 naciones que sin hacerlo sí forman parte de

la Convención del Cambio Climático, ONG's, sindicatos, consumidores y

periodistas. El objetivo principal fue aclarar los compromisos para el período

posterior a 2012. La UE lideró el grupo que abogaba por una reducción del 20%

para el período 2012-2018. Se buscó implicar también a economías en vías de

desarrollo, como China, India, Brasil, México o Sudáfrica, a la vez que se intenta

agilizar los Mecanismos de Desarrollo Limpio, instalando tecnologías limpias en

países más desfavorecidos obteniendo así créditos ante la certeza de algunos

países europeos de su dificultad para cumplir con su cuota de emisión. Otras

decisiones adoptadas en la cumbre fueron la contabilidad de emisiones que

cada país debe llevar o el modo de medir el efecto de absorción de los gases de

los bosques y la vegetación.

Declaración de 2006

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y de América Latina y el

Caribe, reunidos en Viena el 12 de mayo de 2006, reiteramos nuestro

compromiso para seguir promoviendo y reforzando nuestra asociación

estratégica birregional acordada en las cumbres anteriores, que tuvieron lugar

en Río de Janeiro, en junio de 1999; en Madrid, en mayo de 2002 y en

Guadalajara, en mayo de 2004. 2. Expresamos nuestra satisfacción por los

resultados positivos alcanzados en la IV Cumbre ALC-UE, los cuales

contribuirán a fortalecer nuestra amplia, firme y mutuamente beneficiosa


relación. Ampliaremos y profundizaremos la cooperación ALC-UE en todos los

ámbitos con un espíritu de respeto mutuo, igualdad y solidaridad. Sobre la base

de nuestros vínculos culturales e históricos especiales estamos decididos a

optimizar las posibilidades de acción conjunta de nuestras regiones. 3.

Refrendamos las declaraciones de las cumbres de Río de Janeiro, Madrid y

Guadalajara y mantenemos los compromisos contraídos en esas ocasiones. En

particular reiteramos nuestro compromiso con los principios y valores

fundamentales compartidos en los que se basa nuestra relación birregional, los

cuales están consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. 2 ES Creemos

firmemente que la democracia, el Estado de derecho, el respeto, la promoción y

protección de los derechos humanos, la erradicación de la pobreza, el desarrollo

social y económico y el respeto del Derecho Internacional son esenciales para la

paz y la seguridad. Reiteramos también nuestro compromiso compartido en

favor de un sistema multilateral fuerte y eficaz, para lo cual nos comprometemos

a avanzar en la agenda multilateral, así como en los temas transversales, como

un aspecto prioritario de nuestras relaciones birregionales.

Declaración de 2007

La Declaración Conjunta de la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de

Gobierno del SICA y del CARICOM del 12 de mayo del 2007, en la cual se reitera la

“necesidad de estrechar las relaciones de amistad y cooperación en la gestión

ambiental, mitigación de desastres, impulsando acciones conjuntas y promoviendo

estrategias de desarrollo sostenible y de manejo de bosques”.


La Declaración de Santo Domingo y la decisión sobre Cambio Climático adoptada por

XVI Foro Latinoamericano y Caribeño de Ministros de Medio Ambiente, del 28 al 30 de

enero del 2008, la cual señala “la necesidad de desarrollar medidas efectivas de

mitigación y adaptación en los países miembros para ejecutar los programas, planes y

proyecto nacionales, sub regionales y nacionales de adaptación al Cambio Climático”.

Que es positivo continuar el diálogo permanente entre nuestras sub regiones que

promueva el intercambio de información y experiencias, lo cual se facilita por la

presencia en Centroamérica del Centro de Cambio Climático del Caribe con sede en

Belice.

Que existe un vínculo indisoluble entre el cambio climático, la prevención de desastres,

la lucha contra la desertificación y la sequía, la generación y consumo de energía, la

gestión integrada del recurso hídrico, el cambio de uso del suelo, el ambiente, la salud,

la seguridad alimentaria y nutricional, los bienes y servicios ambientales, la educación y

la paz social.

Que aunque nuestros países aportan de manera poco significativa a la emisión global

de gases efecto invernadero (GEI), recibimos fuertes impactos negativos producidos

por el cambio climático y la variabilidad climática, cuyos eventos extremos nos afectan

con mayor intensidad y frecuencia.

También podría gustarte