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Los alquimistas, el oro y la sociedad.

Por Rojas Hernández Mauricio Alberto

El oro es el metal más codiciado por la sociedad, por su poca existencia y el valor económico
que posee, se ambiciona tanto que su búsqueda causa una fiebre, ya que a muchas personas
les gusta lucirlo en ostentosa joyería, el poseerlo es símbolo de riqueza y quien lo porta se
siente dichoso y poderoso. Por ello, su apropiación también ha sido motivo de violencia.

Por lo que un grupo de gente tenía el sueño de transformar cualquier metal en oro, ellos eran
los alquimistas. Y ¿Quiénes eran los alquimistas? Ellos fueron los precursores de la química,
dedicaban su vida a descubrir y escribir minuciosas recetas para la transformación de la
materia, estas recetas eran contenidas en libros grandes y rechonchos. Nuestros entusiastas
precursores de la química eran buscadores de la “panacea” (un medicamento que creían que
curaría todas las enfermedades) y la “piedra filosofal” (sustancia con la propiedad mágica de
transformar cualquier metal en oro o bien, dar vida eterna), sus esfuerzos se centraron en la
transmutación de metales poco nobles a oro.

Así, en la “Historia de la Química” escrito por Lockemann desde 1960 nos cuenta que en una
serie de libros escrita presuntamente por Jabir (considerado fundador de la alquimia árabe)
están escritas las instrucciones para la obtención de oro artificialmente, siendo estas:

“Con ayuda del “fermento de los fermentos” del “elixir de los elixires” (en árabe
al-iksir) que también se llama “Imam” (conductor) … es necesaria la mezcla
exacta de los cuatro elementos: el “espíritu” (mercurio caliente, volátil) debe
penetrar en el “cuerpo” (plomo, cobre etc.) lo que se facilita por la adición de
oro ya preparado. El mismo elixir misterioso solo llega a tomar estado por la
exacta unión de los cuatro elementos, del cuerpo (metal) y del espíritu
(mercurio) de lo masculino y lo femenino. El elixir asimilaba los cuerpos y los
coloreaba transformándolos así en oro y plata.”

Tanto es el deseo de poseer oro que incluso en un mito Dionisio le concedió el don al rey Midas
para ser capaz de transformar en oro todo lo que tocaba. Sin embargo, hasta nuestros días se
continúa su búsqueda, así, analizando la tabla periódica, observamos que a un átomo de hierro
le faltan 53 electrones, 53 protones y 88 neutrones para ser un átomo de oro.

Pero el oro que existen en nuestro planeta acaso ¿Se creó aquí después del paso de miles de
años? Es acaso “extraterrestre” proviniendo de la explosión de estrellas, o ¿De los agujeros
negros? Quizás se originó desde “la gran explosión”.

Lo cierto es que el oro no es muy abundante, es usado por los países como reserva de valor
económico. También se sabe que es un gran conductor de electricidad y su aprovechamiento se
está enfocando en el desarrollo y creación de tecnología que beneficie a la sociedad como los
componentes electrónicos. Y bajo ninguna circunstancia, la obtención y apropiación del oro
debe ser motivo de violencia.

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