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Santa Eucaristía de la visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel y la

Coronación de la Virgen María como madre y reina de todo lo creado.

Monición de Entrada: Queridos hermanos, una alegría especial llena hoy nuestros corazones al
recibirles en la casa de Dios para celebrar la clausura del mes mariano, con la Fiesta de la Visitación
de la Bienaventurada Virgen María y su coronación Como reina y Madre de todo lo creado, Sean
todos bienvenidos. Esta fiesta nos recuerda el viaje la Virgen María al encuentro de su prima Isabel,
que estaba embarazada de un hijo en su ancianidad, y a la que saludó. Al encontrarse gozosas las dos
futuras madres, el Redentor que venía al mundo santificó a su precursor, que aún estaba en el seno de
Isabel, y al responder María al saludo de su prima, exultante de gozoen el Espíritu Santo, glorificó a
Dios con el cántico de alabanza del Magníficat.
Monición a la primera lectura (Sofonías 3, 14-18)
El profeta Sofonías invita a la alegría, al júbilo y a la confianza, sentimientos dignos de una fiesta
como la de hoy, porque ahora es María el verdadero Templo viviente, que lleva en su seno al Mesías
y va comunicando a todos su alegría. Escuchemos atentos.
Monición al Evangelio (Lucas 1, 39-56)
El texto evangélico de hoy nos recuerda la actitud de María de Nazaret que, después de recibir el
anuncio de su maternidad, se siente movida por el Espíritu a viajar hasta la casa de su prima,
solidarizarse con la alegría que debe tener Isabel por su esperada maternidad.
Oración de los fieles
Presidente: Al Señor, que hace grandes cosas con quien se confía con humildad en sus manos,
digamos juntos: Tú eres nuestra salvación.
➢ Por la Iglesia, para que, como santa Isabel, viva en constante y atenta espera de la venida del
Señor en la historia para poder reconocer y glorificar cada día las obras y la misericordia de
Dios, como lo he hecho María. Oremos.
➢ Por todas las mujeres que esperan un hijo, para que el Señor les ayude a crecer en el don de
sí, mientras crece la vida dentro de ellas, para que puedan ser portadoras de su amor y de su
ternura. Oremos.
➢ Por nuestros gobernantes, para que protejan con leyes sabias y justas el derecho de todo niño
a nacer y el de toda mujer a ser sostenida y acompañada durante un embarazo difícil, para
que se favorezca cada vez más una cultura de la vida. Oremos.
➢ Por todas las mujeres que sufren por no poder tener hijos, para que confíen al Señor su deseo,
para que pueda ser purificado y acogido por Él; que confíen en su presencia y en su bondad,
y se entreguen con humildad a su voluntad. Oremos.
➢ Por todos nosotros, para que reconozcamos las «visitas» del Señor en las personas, en las
situaciones y en nuestra vida cotidiana, y acojamos con confianza y esperanza su voluntad.
Oremos.
Presidente: Escucha, Padre, nuestra oración por intercesión de la Bienaventurada Virgen María,
y haznos, como ella, cantores alegres de tus maravillas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación de las Ofrendas
María hizo ofrenda de su Hijo al mundo, para que todos los pueblos en él tengan vida abundante.
Nosotros, con el pan y el vino entregamos los dones de nuestro trabajo y de nuestro corazón, lo
ponemos en disposición de Cristo de la Iglesia.
Pan y vino: Madre, queremos ofrendar este pan y este vino para agradecer tu entrega a la voluntad
del Padre para que dieras a luz al Emanuel al Dios con nosotros.
Luz: Madre, sé luz en medio de nuestra oscuridad, guianos en las turbulencias, ilumina nuestro
camino para llegar a tu hijo, Jesucristo
Flores: Presentamos estas Flores como signo de veneración a ti, Madre de amor, belleza y
humildad, que al igual como la perfección de la creación lo hace con estas flores, nosotros
podamos crecer firmes para cumplir nuestro propósito en la tierra.
Mercado: Te presentamos señor este mercado como signo del trabajo que el hombre realiza de
su labor diaria y a ejemplo de la familia de Nazaret, el alimento es sustento de su hogar.

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