Esté capítulo se basa en que el autor asistió a un colegio con
una orientación izquierdista manifiesta, donde se encontró con cuestiones políticas. El autor menciona que la política se convirtió rápidamente en una inquietud para él como desde los 13 años y que canalizó su relación con la política a través de la escritura. En primer lugar, se discute la educación política excluyente y cómo la ideología de los colegios puede influir en la formación política de los adolescentes. Se argumenta que es necesario tomar medidas para hacer que la educación política sea más accesible e inclusiva para todos los jóvenes en general independiente de cualquier situación ,
En segundo lugar, se reflexiona sobre las ventajas y
desventajas de la militancia y la escritura como formas de canalizar la relación con la política. Se discute cómo la militancia puede ser una forma efectiva de involucrarse en la política, pero también puede ser excluyente y limitar la diversidad de opiniones. Por otro lado, se argumenta que la escritura puede ser una forma más inclusiva de expresión política, pero también puede ser menos efectiva para lograr cambios concretos. En cuanto a la era digital, reflexiona sobre cómo la tecnología ha cambiado la forma en que los jóvenes interactúan con la política. Se discute cómo la tecnología digital ha dado a los jóvenes acceso a una cantidad sin precedentes de información y ha permitido una mayor participación en la vida pública. Sin embargo, también se argumenta que la tecnología puede ser una fuente de distracción y puede llevar a una sobreestimulación que dificulta la reflexión crítica.
Además, habla sobre cómo la tecnología ha dado lugar a
una nueva forma de idiotez digitalizada, en la que los jóvenes pueden sentirse más poderosos que nunca, pero al mismo tiempo pueden estar desconectados de la realidad y encantados por una hiperrealidad absurda. En general, ofrece una visión crítica y reflexiva sobre cómo la tecnología ha cambiado la forma en que los jóvenes interactúan con la política y cómo pueden navegar en este nuevo mundo digital para involucrarse de manera efectiva en la vida pública. Finalmente se reflexiona sobre la falta de continuidad histórica y la multiplicidad de causas particulares en la política actual. Se argumenta que los tiempos modernos han tocado a su fin y que estamos viviendo en una era posmoderna en la que las grandes narrativas de liberación universal se han fragmentado en una multiplicidad de causas particulares.