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CÓDIGO DE URBANISMO EN CASTILLA Y LEÓN

TÍTULO PRELIMINAR
Objeto y principios generales
Artículo 1. Objeto de la ley.
Esta Ley tiene por objeto regular la actividad urbanística en la Comunidad de Castilla y León.
Artículo 2. Objeto y aspectos de la actividad urbanística.
1. La actividad urbanística es una función pública que tiene por objeto la ordenación, la
transformación, la conservación y el control del uso del suelo, incluidos el subsuelo y el vuelo,
y en especial su urbanización y edificación.
2. La actividad urbanística comprende los siguientes aspectos:
a) Planeamiento urbanístico.
b) Gestión urbanística.
c) Intervención en el uso del suelo.
d) Intervención en el mercado de suelo.
e) Organización y coordinación administrativa.
f) Información urbanística y participación social.

CAPÍTULO II
Clasificación del suelo
Artículo 10. Clasificación del suelo.
1. El territorio de Castilla y León se clasificará en las siguientes clases de suelo: suelo urbano,
suelo urbanizable y suelo rústico.
2. La clasificación del suelo será realizada por los instrumentos de planeamiento general o por
los instrumentos de ordenación del territorio habilitados para ello en su legislación específica.
3. A efectos de la aplicación de la Ley 8/2007, de 28 de mayo, de Suelo, se entiende que:
a) Se encuentran en la situación básica de suelo rural los terrenos clasificados como suelo
rústico y los que tengan dicha condición conforme al artículo 30, así como los terrenos
clasificados como suelo urbanizable, hasta la recepción de la urbanización.
b) Se encuentran en la situación básica de suelo urbanizado los terrenos clasificados como
suelo urbano y los que tengan dicha condición conforme al artículo 30, así como los terrenos
clasificados como suelo urbanizable, una vez recibida la urbanización.
Artículo 11. Suelo urbano.
Se clasificarán como suelo urbano los terrenos integrados de forma legal y efectiva en la red de
dotaciones y servicios de un núcleo de población, y que, por tanto, cuenten con acceso público
integrado en la malla urbana, abastecimiento de agua, saneamiento y suministro de energía
eléctrica, en condiciones suficientes y adecuadas para servir a las construcciones e
instalaciones que permita el planeamiento urbanístico.
Artículo 12. Categorías de suelo urbano.
1. En el suelo urbano, el planeamiento general podrá distinguir las siguientes categorías:
a) Suelo urbano consolidado, constituido por los solares y demás terrenos aptos para su uso
inmediato conforme a las determinaciones del planeamiento urbanístico, así como por los
terrenos que puedan alcanzar dicha aptitud mediante actuaciones aisladas.
b) Suelo urbano no consolidado, constituido por los demás terrenos que se puedan clasificar
como suelo urbano. En particular, se incluirán en esta categoría:
1.º Los terrenos urbanos en los que sean precisas actuaciones de urbanización, reforma
interior u obtención de dotaciones urbanísticas, que deban ser objeto de equidistribución o
reparcelación.
2.º Los terrenos urbanos donde se prevea una ordenación sustancialmente diferente de la
vigente, y al menos aquellos donde se prevea un aumento del número de viviendas o de la
superficie o volumen edificables con destino privado, superior al 30 por ciento respecto de la
ordenación antes vigente.
2. El suelo urbano no consolidado se agrupará en sectores, en los que la ordenación detallada
podrá ser establecida por los instrumentos citados en el artículo 10 o ser remitida al
planeamiento de desarrollo.
Artículo 13. Suelo urbanizable.
1. Se clasificarán como suelo urbanizable los terrenos que cumplan simultáneamente las
siguientes condiciones:
a) Que su transformación en suelo urbano se considere justificada a la vista de las demandas
de suelo para usos residenciales, dotacionales o productivos.
b) Que sean colindantes al suelo urbano de un núcleo de población. Este requisito puede
excusarse de forma justificada, y con las limitaciones que se señalen reglamentariamente:
1.º Cuando el uso predominante sea industrial, logístico o vinculado a otras actividades
productivas.
2.º Cuando los terrenos estén separados del suelo urbano por otro sector de suelo urbanizable
o por terrenos protegidos por la legislación sectorial.
3.º Cuando se trate de actuaciones previstas en un instrumento de ordenación del territorio.
2. Asimismo podrán clasificarse como suelo urbanizable terrenos que, cumpliendo requisitos
para ser clasificados como suelo rústico conforme a la legislación sectorial o al artículo 15, sea
conveniente calificar como sistema general de espacios protegidos a efectos de su obtención
para el uso público. Estos terrenos no podrán ser urbanizados. Los efectos de la clasificación se
limitarán a las actuaciones necesarias para su obtención y en su caso recuperación y
adecuación, en el marco de la normativa que los proteja.
3. El suelo urbanizable se agrupará en sectores, en los que la ordenación detallada podrá ser
establecida por los instrumentos citados en el artículo 10 o ser remitida al planeamiento de
desarrollo.
Artículo 15. Suelo rústico.
Se clasificarán como suelo rústico los terrenos que no se clasifiquen como suelo urbano o
urbanizable, y al menos los que deban preservarse de la urbanización, entendiendo como
tales:
a) Los terrenos sometidos a algún régimen especial de protección incompatible con su
urbanización, conforme a la legislación de ordenación del territorio o a la normativa sectorial.
b) Los terrenos que presenten manifiestos valores naturales, culturales o productivos,
entendiendo incluidos los ecológicos, ambientales, paisajísticos, históricos, arqueológicos,
científicos, educativos, recreativos u otros que justifiquen la necesidad de protección o de
limitaciones de aprovechamiento, así como los terrenos que, habiendo presentado dichos
valores en el pasado, deban protegerse para facilitar su recuperación.
c) Los terrenos amenazados por riesgos naturales o tecnológicos incompatibles con su
urbanización, tales como inundación, erosión, hundimiento, incendio, contaminación o
cualquier otro tipo de perturbación del medio ambiente o de la seguridad y salud públicas.
d) Los terrenos inadecuados para su urbanización, conforme a los criterios señalados en esta
Ley, y los que se determinen reglamentariamente.
Artículo 16. Categorías de suelo rústico.
1. En el suelo rústico, el planeamiento general podrá distinguir las siguientes categorías, a fin
de adecuar el régimen de protección a las características específicas de los terrenos:
a) Suelo rústico común, constituido por los terrenos que no se incluyan en ninguna de las otras
categorías, conforme a los criterios señalados en los siguientes apartados.
b) Suelo rústico de entorno urbano, constituido por los terrenos contiguos al suelo urbano o
urbanizable que el planeamiento estime necesario proteger para no comprometer su
desarrollo futuro, para preservar el paisaje y las perspectivas tradicionales, para asegurar una
transición armónica del medio urbano al natural o para favorecer actividades vinculadas al ocio
compatibles con su naturaleza rústica.
c) Suelo rústico con asentamiento tradicional, constituido por los terrenos que el planeamiento
estime necesario proteger para preservar formas tradicionales de ocupación humana del
territorio.
d) Suelo rústico con protección agropecuaria, constituido por los terrenos que el planeamiento
estime necesario proteger por su interés, calidad u otras características agrícolas o ganaderas.
e) Suelo rústico con protección de infraestructuras, constituido por los terrenos ocupados o a
ocupar por infraestructuras y sus zonas de defensa no susceptibles de urbanización, conforme
a las previsiones del planeamiento sectorial y urbanístico.
f) Suelo rústico con protección cultural, constituido por los terrenos ocupados por inmuebles
declarados como Bien de Interés Cultural o catalogados por el planeamiento, o próximos a los
mismos, así como por los terrenos que el planeamiento estime necesario proteger por sus
valores culturales.
g) Suelo rústico con protección natural, constituido por los siguientes terrenos, salvo que estén
en un entorno urbano:
1.º Los ámbitos que deban ser objeto de especial protección conforme a la legislación sobre
patrimonio natural.
2.º Las vías pecuarias, salvo que se autorice un trazado alternativo.
3.º Los terrenos definidos en la normativa de aguas como dominio público hidráulico, cauces
de corrientes naturales continuas y discontinuas, lechos de lagos, lagunas, zonas húmedas y
embalses superficiales, y zonas de servidumbre de las riberas.
4.º Los demás terrenos que se estime necesario proteger para preservar o regenerar el suelo,
la fauna, la flora o las masas forestales, o porque deban ser objeto de restauración ambiental,
o por cualesquiera otros valores naturales acreditados, presentes o pasados.
h) Suelo rústico con protección especial, constituido por los terrenos amenazados por riesgos
naturales o tecnológicos incompatibles con su urbanización, así como por los terrenos que el
planeamiento estime necesario proteger por cualesquiera otras razones justificadas.
i) Suelo rústico de actividades extractivas, constituido por los terrenos que el planeamiento
estime necesario reservar para tal finalidad.
j) Suelo rústico de asentamiento irregular, constituido por los terrenos parcelados u ocupados
por edificaciones mediante procesos ajenos al marco normativo vigente en su momento.
2. Cuando un terreno, por sus características presentes o pasadas, o por las previsiones del
planeamiento urbanístico o sectorial, pueda corresponder a varias categorías de suelo rústico,
se optará entre incluirlo en la categoría que otorgue mayor protección, o bien incluirlo en
varias categorías, cuyos regímenes se aplicarán de forma complementaria; en este caso, si se
produce contradicción entre dichos regímenes, se aplicará el que otorgue mayor protección.

TÍTULO II
Planeamiento urbanístico
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo 33. Concepto e instrumentos de planeamiento urbanístico.
1. El planeamiento urbanístico es el conjunto de instrumentos establecidos en esta Ley para la
ordenación del uso del suelo y el establecimiento de las condiciones para su transformación o
conservación. Según su objeto y su ámbito de aplicación, se distinguen el planeamiento
general y el planeamiento de desarrollo.
2. Los instrumentos de planeamiento general tienen como objeto establecer la ordenación
general, sin perjuicio de que también puedan establecer la ordenación detallada:
a) Planes Generales de Ordenación Urbana, cuya elaboración es obligatoria en los Municipios
con población igual o superior a 20.000 habitantes y en los que se determine
reglamentariamente por su función de centro comarcal, su situación en entornos urbanos u
otras circunstancias de especial complejidad urbanística, y potestativa en los demás
Municipios.
b) Normas Urbanísticas Municipales, cuya elaboración es obligatoria en los municipios con
población igual o superior a 500 habitantes que no cuenten con Plan General de Ordenación
Urbana, y potestativa en los demás municipios.
c) Normas Urbanísticas de Coordinación, que pueden elaborarse para los ámbitos donde sea
conveniente coordinar las determinaciones del planeamiento urbanístico municipal.
d) Normas Urbanísticas Territoriales, que pueden elaborarse para los municipios sin
planeamiento general propio, donde sea conveniente desarrollar el régimen previsto en los
artículos 30 a 32.
3. Los instrumentos de planeamiento de desarrollo tienen como objeto establecer la
ordenación detallada de los sectores u otros ámbitos a los que se apliquen:
a) Estudios de Detalle, de aplicación en suelo urbano.
b) Planes Parciales, de aplicación en suelo urbanizable.
c) Planes Especiales, de aplicación en cualquier clase de suelo, según su objeto específico.
4. Las determinaciones del planeamiento urbanístico podrán también ser establecidas
mediante el procedimiento de subrogación regulado en el artículo 59 o bien mediante
instrumentos de ordenación del territorio, cuando concurran circunstancias de interés
supralocal, tales como ausencia de planeamiento municipal, necesidad de viviendas con
protección pública, de suelo para actividades productivas o de dotaciones urbanísticas
públicas, conveniencia de proteger el medio ambiente o el patrimonio cultural, existencia de
riesgos naturales o tecnológicos, u otras análogas.

CAPÍTULO I
Licencia urbanística
Sección 1.ª Licencia urbanística
Artículo 97. Actos sujetos a licencia.
1. Requieren la obtención de licencia urbanística, sin perjuicio de las demás intervenciones
públicas que procedan, los actos de uso del suelo que excedan de la normal utilización de los
recursos naturales, y al menos los siguientes:
a) Construcciones e instalaciones de todas clases de nueva planta.
b) Ampliación de construcciones e instalaciones de todas clases.
c) Demolición de construcciones e instalaciones, salvo en caso de ruina inminente.
d) Modificación, reforma o rehabilitación de construcciones e instalaciones, cuando tengan
carácter integral o total.
f) Segregaciones, divisiones y parcelaciones de terrenos.
g) Actividades mineras y extractivas en general, incluidas canteras, graveras y análogas.
h) Construcción de presas, balsas y obras de defensa y corrección de cauces públicos.
i) Desmontes, excavaciones, explanaciones, aterramientos, vertidos y demás movimientos de
tierra.
j) Constitución y modificación de complejos inmobiliarios.
k) Ejecución de obras e instalaciones en el subsuelo, cuando tengan entidad equiparable a las
obras de nueva planta o afecten a elementos estructurales.
l) Corta de arbolado y de vegetación arbustiva en suelo urbano y urbanizable.
m) Construcciones e instalaciones prefabricadas, móviles o provisionales, salvo en ámbitos
autorizados.
n) Otros usos del suelo que se determinen reglamentariamente.
2. No requerirán licencia urbanística municipal los actos definidos en proyectos de contenido
más amplio previamente aprobados o autorizados, ni tampoco:
a) Las obras públicas eximidas expresamente por la legislación sectorial y de ordenación del
territorio.
b) Los actos amparados por órdenes de ejecución.
c) Los actos promovidos por el Ayuntamiento en su propio término municipal.
3. Las órdenes de ejecución y los acuerdos municipales a los que hace referencia el apartado
anterior tendrán el mismo alcance que los actos de otorgamiento de licencia urbanística.
Artículo 98. Régimen.
1. Las licencias urbanísticas se otorgarán conforme a lo dispuesto en la legislación y en el
planeamiento urbanístico vigentes en el momento de la resolución, siempre que ésta se
produzca dentro del plazo reglamentariamente establecido.
2. Las licencias urbanísticas se otorgarán dejando a salvo el derecho de propiedad y sin
perjuicio de terceros, salvo que afecten al dominio público o suelos patrimoniales.
3. El otorgamiento o la denegación de las licencias urbanísticas deberán ser adecuadamente
motivadas, indicando las normas que los justifiquen. En particular el Ayuntamiento, en
ejercicio de su potestad de defensa de los bienes públicos, denegará las licencias urbanísticas
cuyo otorgamiento produzca la ocupación ilegal del dominio público.
Artículo 99. Competencia y procedimiento.
1. Además de lo dispuesto en materia de competencia y procedimiento por la legislación de
régimen local, las licencias urbanísticas se otorgarán conforme a las siguientes reglas:
a) Las solicitudes se acompañarán de la documentación necesaria para valorarlas, que se
determinará reglamentariamente.
b) Los servicios jurídicos y técnicos municipales, o en su defecto de la Diputación Provincial,
emitirán informe sobre la conformidad de la solicitud a la legislación y al planeamiento
aplicables.
c) Cuando sean preceptivos informes o autorizaciones de otras Administraciones públicas, el
Ayuntamiento les remitirá el expediente para que resuelvan en el plazo máximo de dos meses,
transcurrido el cual los informes se entenderán favorables y las autorizaciones concedidas,
salvo cuando la legislación del Estado establezca un procedimiento diferente.
d) Cuando además de licencia urbanística se requiera licencia de actividad, ambas serán objeto
de resolución única, sin perjuicio de la tramitación de piezas separadas. La propuesta de
resolución de la licencia de actividad tendrá prioridad, por lo que si procediera denegarla, se
notificará sin necesidad de resolver sobre la licencia urbanística; en cambio, si procediera
otorgar la licencia de actividad, se pasará a resolver sobre la urbanística, notificándose en
forma unitaria.
e) Reglamentariamente se establecerán las condiciones para otorgar licencias parciales, que
deberán exigir que las fases autorizadas resulten técnica y funcionalmente autónomas.
f) Cuando la licencia urbanística imponga condiciones especiales que hayan de cumplirse en la
finca a la que afectan, podrán hacerse constar en el Registro de la Propiedad.
2. Reglamentariamente, se determinarán los plazos de resolución de las solicitudes de licencia,
sin perjuicio de la interrupción de dichos plazos en los siguientes supuestos:
a) Requerimiento municipal para la subsanación de deficiencias en la solicitud.
b) Períodos preceptivos de información pública e informe de otras Administraciones públicas.
c) Suspensión de licencias.
3. Transcurridos los plazos citados en el número anterior sin que se haya resuelto la solicitud,
podrá entenderse otorgada la licencia conforme a la legislación sobre procedimiento
administrativo, con las siguientes excepciones, sin perjuicio de las reglas especiales que
establezca la legislación:
a) Cuando el acto solicitado afecte a elementos catalogados o protegidos, o al dominio público,
o a sus zonas de afección.
b) Cuando se trate de los actos citados en los párrafos a), f), i) y l) del artículo 97.1.
c) En ningún caso podrán entenderse otorgadas por silencio administrativo licencias contrarias
o disconformes con la normativa urbanística.
Artículo 100. Publicidad.
1. Será requisito imprescindible en todas las obras de urbanización y edificación disponer a pie
de obra de copia autorizada de la licencia urbanística, o en su caso de documentación
acreditativa de su obtención por silencio administrativo.
2. Reglamentariamente se regulará la obligación del titular de la licencia urbanística de situar
en lugar visible desde la vía pública anuncio que informe sobre sus características esenciales.
Artículo 101. Efectos.
1. La concesión de licencia urbanística de conformidad con lo dispuesto en esta Ley y en el
planeamiento urbanístico producirá los siguientes efectos:
a) El solicitante quedará legitimado para realizar los actos de uso del suelo solicitados, en las
condiciones establecidas en la legislación, en el planeamiento y en la propia licencia.
b) Las empresas suministradoras de agua, energía eléctrica, gas, telefonía y demás servicios
urbanos no podrán contratar sus respectivos servicios sin la acreditación de la licencia
urbanística correspondiente.
c) Si a la entrada en vigor de una modificación o revisión del planeamiento urbanístico se
hubiera obtenido licencia urbanística, pero aún no se hubiera iniciado la realización de los
actos que ampare, se declarará extinguida su eficacia en cuanto sea disconforme con las
nuevas determinaciones, previa tramitación de procedimiento en el que se fijará la
indemnización por la reducción o extinción de aprovechamiento, en su caso, así como por los
perjuicios que justificadamente se acrediten conforme a la legislación sobre expropiación
forzosa; si se hubiera iniciado la ejecución de los actos amparados por la licencia, el
Ayuntamiento podrá modificarla o revocarla, fijándose la indemnización de igual forma.
2. A efectos de la aplicación del artículo 19.1 de la Ley 8/2007, de 28 de mayo, de Suelo, se
entiende que las autorizaciones administrativas exigibles son, según los casos, las licencias
urbanísticas citadas en los apartados a), b) y d) del artículo 97.1.
Artículo 102. Plazos de ejercicio.
Los actos de uso del suelo amparados por licencia urbanística deberán realizarse dentro de los
plazos de inicio, interrupción máxima y finalización señalados en la propia licencia, dentro de
los márgenes que se determinen reglamentariamente. Del mismo modo, se establecerán el
régimen de prórrogas aplicable y los supuestos de interrupción de los plazos.
Artículo 103. Caducidad.
1. Incumplidos los plazos señalados en el artículo anterior se iniciará expediente de caducidad
de la licencia urbanística y de la extinción de sus efectos. En tanto no se notifique a los
afectados la incoación del mismo, podrán continuar la realización de los actos de uso del suelo
para los que fue concedida la licencia.
2. Una vez notificada la caducidad de la licencia, para comenzar o terminar los actos de uso del
suelo para los que fue concedida, será preciso solicitar y obtener una nueva licencia. En tanto
ésta no sea concedida, no se podrán realizar más obras que las estrictamente necesarias para
garantizar la seguridad de las personas y bienes, y el valor de lo ya realizado.
3. Si no se solicita nueva licencia antes de seis meses desde la notificación de caducidad de la
anterior, o en su caso desde el levantamiento de la suspensión de licencias, e igualmente si
solicitada nueva licencia, hubiera de ser denegada, el Ayuntamiento podrá acordar la sujeción
de los terrenos y obras realizadas al régimen de venta forzosa.
Artículo 104. Limitaciones a las licencias de parcelación.
1. Serán en todo caso indivisibles, y por tanto no se podrán conceder licencias urbanísticas
para su segregación, división o parcelación:
a) Las parcelas de superficie igual o inferior a la mínima establecida en el planeamiento
urbanístico, salvo si los lotes resultantes se adquieren simultáneamente por los propietarios de
terrenos colindantes, con el fin de agruparlos con ellos y formar una nueva finca.
b) Las parcelas de superficie inferior al doble de la mínima establecida en el planeamiento
urbanístico, salvo que el exceso sobre dicho mínimo pueda segregarse con el fin indicado en el
apartado anterior.
c) Las parcelas edificables con arreglo a una determinada relación entre superficie de suelo y
superficie construible, cuando se edificara la correspondiente a toda la superficie de suelo, o,
en el supuesto de que se edificara la correspondiente a sólo una parte de ella, la restante, si
fuera inferior a la parcela mínima, con las salvedades indicadas en el apartado anterior.
2. En suelo rústico, cuando el planeamiento no señale una parcela mínima, lo dispuesto en los
apartados a) y b) del número anterior se aplicará en relación a la unidad mínima de cultivo.
3. No se podrán conceder licencias de segregación, división o parcelación que tengan por
objeto manifiesto o implícito una parcelación urbanística, según se define en el artículo 24.2:
a) En suelo rústico, en ningún caso.
b) En suelo urbano y urbanizable, en tanto no se apruebe el instrumento de planeamiento
urbanístico que establezca la ordenación detallada de los terrenos.
4. En ningún caso se considerarán solares ni se permitirá edificar los lotes resultantes de
parcelaciones o reparcelaciones efectuadas con infracción de lo dispuesto en este artículo.
Artículo 105. Supuestos de interés general.
1. En casos excepcionales y justificados en razones de interés general, el Ayuntamiento podrá
conceder licencia urbanística para la implantación de usos industriales o de servicios,
previamente al cumplimiento íntegro de los deberes urbanísticos, siempre que:
a) Esté aprobado el instrumento de planeamiento urbanístico que establezca la ordenación
detallada de los terrenos.
b) El uso propuesto sea el previsto en el planeamiento urbanístico.
c) El promotor haya presentado en el Ayuntamiento compromiso del íntegro cumplimiento de
los deberes urbanísticos, garantizado conforme a lo previsto en el artículo 96.
2. Las licencias otorgadas conforme a este artículo deberán fundamentar expresamente el
supuesto de interés general que las justifique, y las condiciones especiales que incluyan se
harán constar en el Registro de la Propiedad.

Sección 2.ª Declaración responsable


Artículo 105 bis. Actos sujetos a declaración responsable.
1. Están sometidos al régimen de declaración responsable, sin perjuicio de las demás
intervenciones públicas que procedan, los siguientes actos:
a) Modificación, reforma o rehabilitación de construcciones e instalaciones, cuando tenga
carácter no integral o parcial.
b) Cambio de uso de construcciones e instalaciones.
c) Cerramientos y vallados.
d) Vallas y carteles publicitarios visibles de la vía pública.
e) Instalación de tendidos eléctricos, telefónicos y similares.
f) Uso del vuelo sobre construcciones e instalaciones.
g) Ejecución de obras e instalaciones en el subsuelo, cuando no tengan entidad equiparable
a las obras de nueva planta o ampliación ni afecten a elementos estructurales.
h) Obras menores tales como sustitución, renovación o reparación de revestimientos,
alicatados, pavimentos, falsos techos, carpintería interior, fontanería, instalaciones eléctricas,
enlucidos y pinturas.
i) Trabajos previos a la construcción, tales como sondeos, prospecciones, catas, ensayos y
limpieza de solares.
j) Primera ocupación o utilización de construcciones e instalaciones.
k) Instalaciones de aprovechamiento de energía solar para autoconsumo sobre
edificaciones o construcciones, salvo que supongan un impacto sobre el patrimonio histórico.
2. Están exentos de este régimen los supuestos citados en el apartado 2 del artículo 97.
Artículo 105 ter. Régimen.
1. La declaración responsable es el documento mediante el cual su promotor manifiesta, bajo
su exclusiva responsabilidad, que los actos a los que se refiere cumplen las condiciones
prescritas en la normativa aplicable, que posee la documentación técnica exigible que así lo
acredita, y que se compromete a mantener el citado cumplimiento durante el tiempo que dure
el ejercicio de los actos a los que se refiere.
2. La formalización de la declaración responsable no prejuzga ni perjudica derechos
patrimoniales del promotor ni de terceros, y sólo producirá efectos entre el Ayuntamiento y el
promotor.
3. La formalización de una declaración responsable no podrá ser invocada para excluir o
disminuir la responsabilidad civil o penal en que pueda incurrir su promotor en el ejercicio de
los actos a los que se refiera.
Artículo 105 quáter. Procedimiento y efectos.
1. Para legitimar la ejecución de los actos citados en el artículo 105 bis, el promotor presentará
la declaración responsable en el Ayuntamiento, acompañada de la siguiente documentación:
a) Proyecto de obras, cuando sea legalmente exigible; en otro caso bastará una memoria que
describa de forma suficiente las características del acto.
b) Copia de las autorizaciones de otras administraciones que sean legalmente exigibles, en su
caso.
2. La presentación de una declaración responsable conforme a lo dispuesto en esta ley y en el
planeamiento urbanístico producirá los siguientes efectos:
a) El declarante quedará legitimado para realizar el acto de uso del suelo declarado, en las
condiciones establecidas en la legislación y en el planeamiento urbanístico.
b) El acto declarado podrá ser objeto, por parte de los servicios municipales, de comprobación
o inspección de los requisitos habilitantes para su ejercicio y de la adecuación de lo ejecutado
a lo declarado.
3. En ningún caso podrá entenderse legitimada la ejecución de actos contrarios o disconformes
con la normativa urbanística.
4. Los actos legitimados por declaración responsable deberán ejecutarse dentro de los plazos
de inicio, interrupción máxima y finalización que se determinen reglamentariamente. Del
mismo modo se establecerá el régimen de prórrogas y los supuestos de interrupción de plazos.
El régimen de caducidad será el señalado en el artículo 103.
5. Las modificaciones de los actos legitimados por declaración responsable requerirán la
presentación en el Ayuntamiento de una declaración complementaria.

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