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Ensayo Eficiencia y Fallos del Mercado

Economía Política.
Reyna Ximena Arana Luviano.

Los mercados, como pilares centrales de la economía, desempeñan un papel


esencial al coordinar la oferta y la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, al
igual que cualquier sistema complejo, los mercados pueden presentar deficiencias
que afectan su eficacia en la asignación de recursos. Es importante subrayar que el
mercado no opera como un mecanismo democrático;su capacidad para
autorregularse y producir pleno empleo es limitada, y tiende a distribuir
recompensas sin considerar adecuadamente las necesidades específicas de la
población.

En condiciones ideales, una economía competitiva sería eficiente, no obstante, se


plantea la posibilidad de que la economía de mercado haya "fallado" si los
resultados obtenidos no cumplen con criterios más amplios de deseabilidad, como
aquellos derivados de conceptos como equidad o justicia.

Las limitaciones del mercado se manifiestan cuando las fuerzas de oferta y


demanda no logran una asignación eficaz de recursos. Es esencial destacar que el
mercado, al no constituir un mecanismo democrático, no siempre refleja ni atiende
las necesidades reales de la sociedad. Además, las deficiencias del mercado
pueden surgir debido a externalidades, donde los costos o beneficios de una
transacción no se reflejan completamente en los precios del mercado.

Los fallos del mercado son inevitables y requieren atención cuidadosa. La


intervención gubernamental, cuando se aplica de manera prudente y equilibrada,
puede ser una herramienta efectiva para corregir estos fallos y promover un
equilibrio justo en la economía. Acontinuación se mencionan los fallos de mercado
más comunes:

La competencia imperfecta trata de cómo una situación dentro del mercado, no solo
afecta diferentes factores del mercado, sino también cómo unos pocos individuos
manipulan la condición de ciertos productos, lo que puede afectar directamente la
formación de los precios.

Los bienes públicos son aquellos que no cumplen con el principio de exclusión y de
rivalidad. En cuanto a la exclusión, significa tener algún mecanismo por el cual
algunas personas pueden consumir un bien, mientras que otras no lo pueden hacer.
La otra característica es la rivalidad, que se refiere a cuando una persona consume
un bien, disminuye la cantidad de los bienes o servicios disponibles para el consumo
de otras personas.

Las externalidades son una forma de fallo de mercado en la que los costos o
beneficios de una transacción no son completamente reflejados en los precios de
mercado.
El monopolio es un claro ejemplo de un fallo de mercado que puede tener
consecuencias significativas para la eficiencia y la equidad económica. A diferencia
de un mercado perfectamente competitivo, donde hay numerosos vendedores y
compradores, el monopolio se caracteriza por la presencia de un único vendedor
que domina completamente un sector particular. Este escenario plantea desafíos
importantes para la asignación eficiente de recursos y la maximización del bienestar
social.

La economía competitiva puede ser eficiente, pero se considera que ha "fallado" si


los resultados no cumplen con criterios más amplios de deseabilidad, como equidad
y justicia.

¿Son equitativos los procesos de mercado? ¿Cuál es la distribución correcta del


bienestar? Las respuestas a las preguntas sobre la equidad del proceso de mercado
y la distribución "correcta" del bienestar son inherentemente subjetivas y dependen
de perspectivas filosóficas y morales. Es imperativo explorar diversas visiones,
desde el individualismo arraigado en la economía de mercado hasta enfoques más
comunitarios que priorizan la equidad.

La incapacidad del mercado para autorregularse y su propensión a distribuir


recompensas sin tener en cuenta las necesidades individuales resalta la
importancia de considerar criterios más allá de la eficacia económica. Las nociones
de equidad y justicia se vuelven cruciales para evaluar el éxito de un sistema
económico.

La equidad económica y la redistribución son elementos cruciales para construir una


sociedad justa y próspera. Estos principios desempeñan un papel fundamental en
la reducción de la desigualdad, la promoción de la justicia social y la mejora del
bienestar general de la población. En este contexto, los gobiernos y las instituciones
desempeñan un papel esencial al implementar políticas y programas que respalden
estos objetivos.

Al abordar específicamente la redistribución, es importante destacar las


observaciones del economista Joseph Stiglitz. Stiglitz advierte que cuando las
brechas sociales son excesivamente amplias, existe un riesgo significativo de
fragmentación social, lo que, a su vez, puede erosionar la calidad de las
instituciones e incluso amenazar el sistema democrático (Stiglitz, 2012).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también


destaca la importancia de abordar la desigualdad. Más allá de su impacto en la
cohesión social, la OCDE sostiene que la creciente desigualdad puede ser
perjudicial para el crecimiento económico a largo plazo al reducir las oportunidades
y los incentivos para invertir en capital humano y otros activos clave (OCDE, 2015).
Estos hallazgos subrayan la necesidad de adoptar medidas concretas para abordar
la desigualdad y fomentar un desarrollo económico sostenible y equitativo.
Reflexionar sobre las limitaciones del mercado nos lleva a cuestionar la naturaleza
misma de la equidad y la justicia en el ámbito económico. Reconocer las limitaciones
inherentes al mercado no implica restar importancia a su función, sino abogar por
enfoques más equitativos y justos en la asignación de recursos. La diversidad de
perspectivas filosóficas y morales nos insta a buscar soluciones que no solo
optimicen la eficacia económica, sino que también promuevan una distribución más
equitativa del bienestar.

En última instancia, el desafío radica en encontrar el delicado equilibrio entre la


eficiencia del mercado y la equidad social, reconociendo que ambos son
componentes esenciales de un sistema económico sostenible y justo.

La economía aborda la representación de juicios distributivos a través de lo que se


conoce como funciones de bienestar social. Estas funciones son herramientas
analíticas que permiten evaluar y medir el bienestar general de una sociedad en
función de la distribución de recursos entre sus miembros. En esencia, las funciones
de bienestar social son constructos teóricos que buscan capturar la percepción
colectiva de justicia y equidad en la asignación de recursos.

Las deficiencias en el funcionamiento del mercado son una realidad persistente que
requiere una atención cuidadosa. Destacar la intervención oportuna de los Estados
para abordar y mitigar estas imperfecciones es crucial. Aunque en algunos países
aún no se ha logrado un control adecuado en la implementación de políticas
económicas y leyes para corregir estas deficiencias, es esencial reconocer el papel
que deben desempeñar todos los agentes económicos de manera conjunta para
reducir estas imperfecciones y avanzar hacia un mercado más eficiente.

Al analizar las políticas económicas de ciertos países, se hace evidente la necesidad


de una evaluación detallada en cada situación. Evitar el desperdicio de recursos
públicos bajo la premisa de abordar estas deficiencias del mercado, especialmente
en lo que respecta a la desigualdad en la distribución de la renta, es de suma
importancia.

Desde mi punto de vista, la clave para abordar estas imperfecciones del mercado
radica en buscar el bien común. Además, que el Gobierno enfrenta un desafío
significativo al estabilizar la economía y, al mismo tiempo, abordar los fallos del
mercado. La colaboración entre los distintos actores económicos y una planificación
estratégica son esenciales para lograr avances significativos en esta dirección.

En este escenario, la responsabilidad no recae únicamente en el Gobierno, sino en


toda la sociedad, trabajando de manera conjunta para lograr un cambio positivo y
sostenible en la economía del país.

Albi, E., González-Páramo, J. M., Urbanos, R. M., & Zubiri, I. (2017). Economía
Pública I. Planeta.

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