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La sociedad de la crítica.

Ensayo
Todos tenemos un yo interior y exterior, pero, hoy en día las redes sociales aportan un
“plus”, como puerta a nuestra persona. Ya en redes sociales como Tuenti (y otros chats
web del 00) suponían una entrada a la vida personal del usuario, pero, digamos que de
una forma mas “desenfadada, inocente o natural”. Era una época de comienzo de las
redes de comunicación instantánea y social y nadie comprendía estas herramientas mas
allá de compartir vivencias, cosas que les gusta, hablar con amigos y subir fotos
casuales y con poca calidad. Por qué, es lo que había, eran los cimientos sobre los que
esta generación se está desarrollando. Así es tal la evolución que la comunicación vía
internet hoy en día es tan inmediata que todo el mundo puede enterarse de gran variedad
de datos; noticias, novedades, cotilleos, nuevos memes, actualizaciones, lanzamientos,
etc… Con esto quiero decir que, la actualidad está bajo un ojo crítico al que todos
pertenecemos y participamos con el simple hecho de salir a la calle.
El hecho de decidir tener redes sociales debería ser algo que muchos nos hubiésemos
pensado dos veces tener si hubiésemos sabido en un principio los problemas
psicológicos que pueden suponer. La vida social suele ser muy dura para la mayoría de
los jóvenes, sobre todo en la etapa de la preadolescencia y adolescencia. La imagen
pública puede llegar a ser un peso muy estresante para algunos, y mas si te hacen ciber-
bullying; pero ese tema no le vamos a tratar aquí. Hablaremos de la necesidad humana
que tenemos de posicionarnos, y de algún modo formar parte del mundo a través de las
redes sociales. Ya que es nuestra herramienta mas cercana para realizarlo. Y es que, esta
necesidad es verdaderamente propia de nuestra generación; con la creación de avatares
personalizables, perfiles donde colgar contenido que nos gusta, es consecuencia de los
avances tecnológicos. La tecnología es la que nos permite mostrarnos de la forma que lo
hacemos, lo cual ha tenido gran repercusión en la cultura popular de nuestra época; el
Internet es el protagonista de todo nuestro alrededor.
Esta modernización de la comunicación va de la mano con la repercusión psicológica
que esto tiene sobre las personas, y es que todo lo que consumimos en la red,
inevitablemente tiene más o menos importancia para cada uno de nosotros. Yo me
incluyo en el juego. Las redes sociales suelen generarme mucha ansiedad y estrés por
como voy “yo” a repercutir en los demás, en que opinaran de mi y esta, es la gran
consecuencia de estos formatos; exagerar las críticas. No me refiero a las criticas que
hacen otras personas hacia ti, sino las autoevaluaciones personales que solemos hacer
para intentar ser aceptados socialmente. Al fin y al cabo, por mucho que nos duela,
siempre habrá quien critique y no le gustes. Aquí es donde entran ideas como lo
socialmente aceptado, qué es y no es normativo y dónde están los límites. Responder a
estas cuestiones me parecería una perdida de tiempo si no fuese porque realmente
supone un problema social en nuestra sociedad. Las nuevas políticas y estándares
sociales los creamos nosotros mismos al alabar y rechazar determinadas actitudes o
actos. Es decir, que las tendencias, modas y estándares están regulados por la opinión
publica que conforman las redes sociales. Parece que, con el paso de los años, las
generaciones Y y Z, que son las que hoy en día consumen mayormente las redes
sociales están creando unos nuevos espectros estéticos y de comunicación. Hablo del
nuevo concepto de vida pública, arraigada a el hecho de
compartir imágenes, opiniones, acciones, etc., que sean capaces de modelar una imagen
figurada hacia el exterior y a través la cual el resto del mundo o nuestro entorno nos
reconocerá. Como diría Freud, “el genuino propósito del individuo”, el poder hacer un
balance entre el Ello, yo y Super Yo, diríamos que es la finalidad de las personas. Una
búsqueda constante de nuestro porvenir y nuestras necesidades. Las redes sociales
tienen un papel importante en este desarrollo personal, ya que para nuestra generación
supone un espacio mas de relación y comunicación entre las personas.
La presencia en el mundo de las redes puede llegara ser muy estresante para las
personas. Como ya hemos dicho, los jóvenes de hoy en día, crecen con un smartphone
en las manos, por lo que desarrollaran poco a poco su personalidad bajo la influencia
del contenido que consuman en Internet y sus redes sociales. Este contexto puede
generar innumerables complejos a partir de conductas aceptadas socialmente que no
representan a todos los usuarios pero que a algunos nos puede perjudicar de forma
negativa. Aspectos como el físico o numero de likes, seguidores o retweets, puede llegar
a ser una inseguridad que bloquee a las personas, así como sintiéndose cohibidos por el
“qué dirán” y la vergüenza del ridículo que no permite ser uno mismo y que acaba
creando una gran ansiedad y complejo social.
Las redes sociales como Instagram, tienen un objetivo de crear un “tablón” en tu perfil
de imágenes. A partir de esta premisa, el desarrollo de ello se puede llevar por el camino
que se quiera. Quiero decir; cada usuario decidirá qué publicar, bajo qué contextos…
De esta forma, al crear una imagen de uno mismo dentro de un entorno estrictamente
social (a priori), puede suponer un complejo para el individuo. Se puede pensar que es
algo que no se piensa y que nadie lo ha planteado antes, pero entre los jóvenes de esta
generación tiene una notable importancia, ya que, esto se suele interpretar como un
método de encasillamiento social mas sencillo para los demás individuos con respecto a
tu persona. Y es que el estatus social sigue teniendo repercusión sobre nuestra
percepción de cada persona en nuestro entorno o de la gente que vemos en las redes.
Este mecanismo instantáneo de critica social lleva inmediatamente a la acción de
compararse con los demás y con lo que vemos. Nos encanta comparar todo lo que hay a
nuestro alrededor; los que tienen algo, tú no lo tienes y tú tienes algo que ellos no
tienen.
Las nuevas generaciones de los jóvenes, vienen representadas con nuevas tribus
urbanas, que sienten la necesidad de desarrollar una estética determinada en sus redes
sociales y que dependiendo de nuestra percepción sobre ello lo aceptamos o no. Los
MDLR, gamers, E-boys, E-girls, VSCO girls, creadores de memes… Y muchos otros.
Grupos sociales sin conexión física entre ellos pero que siguen unos estándares estéticos
concretos.
El estilo personal no es algo que se deba forzar o pensar cual será el propio, pues solo
nos llevará a crear un personaje a partir de ideas adquiridas que puede que no te
representen o que deseas tanto que lo hagan que se adquieren para intentar diferenciarse.
Aunque, el recurso de la inspiración se basa en eso mismo, en la observación de otros
(en este caso, usuarios) que nos inspiren y ayuden a desarrollarnos y encontrarnos a
nosotros mismos. Este proceso de búsqueda personal a nivel público tendrá repercusión
y como no, será criticado, porque todo el mundo lo hace sin importar a quien nos
refiramos.
Un termino del que debemos hablar es de “wannabe”. Un concepto que ya estaba
presente en los 80´s, en Estados Unidos y que significa “I wanna be”, en español
“quiero ser”. Este
termino representa a un tipo de persona que a falta de una personalidad adquiere
aspectos,
gustos, actitudes de otras personas para sentirse socialmente aceptados. Es algo muy
criticado en las redes, en las canciones de rap también es algo que se suele mencionar y
es que este tipo de personas representan la parte mas artificial del internet. El postureo y
las redes sociales van de la mano, cuesta mucho ser real o natural en estos espacios dado
que nos gusta gustar.

Conclusiones:
A partir de todas estas últimas ideas tan negativas, quiero hacer una defensa hacia ellas.
Cada persona tiene su propio desarrollo y necesita un tiempo para encontrarse a si
mismo. La personalidad del individuo es muy compleja y se tardan años en definir y
entender uno mismo cuales son tus gustos, preferencias, decisiones correctas y estética.
Unos tardarán mas y otros tardarán menos, por eso es que somos diferentes. El paso de
las personas por diferentes etapas de su vida y que entre ellas sean diferentes es la
normalidad mas pura de las personas. Somos inevitablemente cambiantes y eso nos
enriquece. Por desgracia vivimos en una sociedad muy critica con nuestra imagen y que
valora la representación de la seguridad en los demás, que será lo que determine su
respeto ante los demás. Me parece muy triste que se tenga este tipo de criterio a la hora
de reconocer o no a los demás, es despectivo. Debemos ser tolerantes con los procesos
de reconocimiento personal de cada uno y no por ello despreciar a un igual a ti. Por eso
es importante que personalmente se haga una reinterpretación de lo que vemos y como
lo vemos, aunque algo o alguien no nos guste, no por ello debe ser castigado con
nuestras criticas y “cancelación”, pues no sabemos en que punto vital se encuentra cada
persona y lo que supone para él o ella el compartir x contenido.
Como dice el dicho, “la vida pone a cada uno en su sitio” y esto funciona exactamente
igual. Finalmente, todos encontraremos nuestro porvenir, nuestros gustos e imagen por
la que se nos reconozca y ese es el final de un proceso que va de la mano con el
crecimiento y envejecimiento de las personas.

Bibliografía:
Rodríguez, N. B. (2019, 26 abril). El desarrollo de la personalidad: etapas y factores

influyentes. psicologia-online.com. https://www.psicologia-online.com/el-

desarrollo-de-la-personalidad-etapas-y-factores-influyentes-4523.html

Astorquiza, D. A. & Astorquiza, D. A. (2022, 11 octubre). Redes sociales y salud

mental: una realidad cada vez más extendida.

https://psicologiaymente.com/social/redes-sociales-salud-mental-realidad-cada-

vez-mas-extendida
Conocimiento, V. A. (2019, 22 marzo). El rol de las redes sociales en la salud mental.

OpenMind. https://www.bbvaopenmind.com/tecnologia/mundo-digital/rol-las-

redes-sociales-la-salud-mental/

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