Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
No obstante, la opinión pública y sociedades ambientalistas han sido críticos con el estado
en estos últimos días; pues solo se aumentará un 3,4% el presupuesto para la transición
energética en 2024.
Por ende, más allá de que se han conseguido ciertos avances en esta materia dentro del
sector público; México aún tiene un amplio margen de mejora.
Como se ha comentado anteriormente, México ha logrado en estos últimos 8-9 años subir
su porcentaje de energías renovables del 15% al 28%, un avance que demuestra el cierto
interés de los entes del estado en mejorar en este sector, más allá de los fallos existentes.
Además, empresas del sector privado también dejan actualmente su huella en la transición
energética; ofreciendo servicios que facilitan la generación de energías renovables a
empresas de cualquier sector de la economía.
El aporte, tanto público como privado, se ha enfocado en utilizar más fuentes de energía
eólica, fotoceldas solares y mecanismos que tienen un impacto tan fuerte en el medio
ambiente.
Más allá de las buenas intenciones del gobierno, la aplicación de la ENTEASE tiene varios
problemas dentro de la República Mexicana.
El primero de ellos gira en torno al vacío institucional alrededor de ciertas directrices del
estado. En papel, las propuestas que establece la ENTEASE son muy beneficiosas, pero no
se detalla específicamente los pasos a seguir o mecanismos que deben tomar los entes
públicos y privados para llevarlas a cabo.
Por ende, las empresas al ver el sendero de la transición energética tan complicado,
terminan optando por métodos tradicionales que no contribuyen con la preservación del
medio ambiente.
Del mismo modo, la industria eléctrica de dicho país no termina de confiar en las energías
renovables para suministrar un flujo eléctrico constante y sin fallas al país,
Y por si fuera poco, las personas o empresas que quieran contribuir con la transición
energética tampoco consiguen fácilmente proveedores de fotoceldas solares o mecanismos
de generación de energía renovable; haciendo de este proceso algo muy difícil de lograr sin
la intervención del estado.
Por si fuera poco, existen ciertas trabas que no permiten que los entes privados
interesados, encuentren fácilmente la forma de generar energía de fuentes renovables.
Estas contradicciones hacen que los resultados de México en los últimos años en el tema
de la transición energética sean notables, pero no suficientes para alcanzar las cifras que un
país de su relevancia continental y población debería tener.
Y si sumamos que el estado planea ampliar solo un 3,2% el presupuesto para transición
energética en 2024; lo más probable es que el país siga quedando a deber en esta materia
durante el mandato actual.