Aló buenos días

Ouu eres tú ¿cómo estás?, me alegro por ti.

¿Y yo?
Pues, aún después de tanto tiempo sigo sintiendo que.

Mi orgullo se me ha quedado atascado en la garganta,

Al intentar tragármelo tantas veces por ti,
Y ahora me doy cuenta lo tonto que fui,
Al luchar por algo que tú empezaste y ahora simplemente le pones un fin.

Y así me rindo al dolor de la ajena costumbre,

La de estar solo y ni siquiera acompañado de mi soledad,
Pues lo único que me llenaba era tu eterna presencia, tu grandeza de musa, de reina que vivía en mis patéticas
letras,
Y ahora tras tu ausencia lo único de lo que están llenos mis poemas son de ganas de llorar.

Me siento culpable aún después de entregarte todo lo que tenía y lo que no también,
Y tal vez recibí lo único que merecía, un par de sobras, un besito y un siempre te amaré.
Duele el saber que funcionó incluso más que nuestras expectativas,
Aquellas que crecían conforme crecía lo que sentía.

Amé hasta las letras que conforman tu nombre,

Y ese es mi yugo, uno que yo mismo escogí.
Y sobre todas las cosas sabes que otras mil veces te escogería a ti,
Aun así, te repugne la idea de volver a saber de mí.

Me negué, me enoje, negocie y me deprimí, pero aún no acepto el hecho de estar sin ti.
Encajo a la perfección en el papel de fracasado,
Fracase en mi meta de mantenerte a mi lado y ahora en la de dejarte en mi pasado,
Un pasado que está lleno de ti y que invade mi presente y posiblemente mi futuro también.

Valiente sería si pudiera enterrar ese pasado,

Sin Embargo, el más valiente de los dos siempre fuiste tu y ahora me lo dejas bien en claro,
Al saber que ya no formó parte de tu vida y solo soy de tu pasado,
Un capítulo más, que pronto abras olvidado.

Y así me encuentro,
Confundido, perdido, imaginando que mi pasado se vuelve mi presente o tal vez mi futuro.,
Extrañando esos momentos, ajenos a mi actual soledad,
También con una sensación de muerte en lo más profundo de mi alma.
Junto a ti se fue mi mundo y tras eso siento que llevo la carga de un eterno luto.
Buenas tardes a todos los presentes, en primer lugar, agradecer a dios por permitirme estar frente a todos ustedes.
Padre Marco Antonio, señora directora, señora administradora, señor coordinador, profesores y alumnos de la
institución educativa virgen de la puerta, hoy me estoy ante a ustedes para recitar un poema de mi autoría
titulado Luto