Hola mi ojitos lindos, quiero que sepas, que me he
animado a escribir estas palabras que te mereces desde hace mucho. Te ruego me perdones la demora, y que también me perdones por que quizás no sepa cómo expresar todo el amor que siento por ti. Pero deseo que puedas leer estas palabras donde manifiesto lo importante que eres en vida, lo mucho que te adoro, y que deseo que estemos juntos para siempre. Cuando llegaste a mi vida, me llenaste de dicha, ilusión y de muchas sonrisas. Pero lo más importante, me llenaste de futuro. Pensando en ti, fui organizando mis días, mi hoy y mi mañana también, porque en ti encontré aquella energía que necesitaba para afrontar nuevas metas, nuevos retos y nuevas visiones. Gracias a ti, soy mejor persona. Aprendí a ser generoso, a compartir mi tiempo, mi espacio y mis sentimientos. Pensando en ti cuando vencí mi miedo a amar y a ser amado. Comprendí que el amor no es posible sin respeto, pero tampoco sin risas. Pensando en ti, me sentí parte de este mundo un mundo maravilloso que no sería ya mi mundo, sin ti.
Desearía decirte muchas cosas más, poder
escribírtelas para que jamás olvides mis sentimientos, pero te confieso que no me salen las palabras adecuadas para decir todo lo que siento. Pero si te digo, que gracias a tu amor, me levanto por ti, sonrío por ti, me esfuerzo por ti, me ilusiono por ti y que de verdad vivo y muero por ti.
Tienes que saber que cuentas conmigo amor, que te
quiero en lo bueno y en lo malo y que voy a estar a tu lado en estos momentos tan difíciles. Puedo garantizarte que vas a superar esta situación, que vamos a superar esta situación y vamos a volver a nuestra vida de antes, con menos preocupaciones, y con menos responsabilidades.
Todos tenemos malos momentos, nuestras propias
luchas internas, y si hay algo que puedo decir con certeza es que siempre vas a sobre salir de esos malos momentos
Sé que no es fácil, que cuando lo estás pasando mal
cuesta mucho ver la luz al final del tunel. Pero, por eso, quiero que recuerdes que cada vez que necesites unos oídos que te escuchen, tendrás los míos. Que cada vez que necesites una mano cuando te tiemble el pulso, tendrás la mía. Y que cuando necesites un abrazo de esos que tanto te ponen feliz, siempre encontrarás un refugio entre los míos.