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Fluctuación Monetaria en
Venezuela
Las fluctuaciones monetarias son un resultado natural del sistema de tipo de cambio
flotante, que es la norma para la mayoría de las principales economías. Numerosos factores
fundamentales y técnicos influyen en el tipo de cambio de una moneda en comparación con
otra. Estos incluyen la oferta y la demanda relativa de las dos monedas, el desempeño
económico, una perspectiva de inflación, diferenciales de tasas de interés, flujos de capital,
soporte técnico y niveles de resistencia, etc. Como estos factores generalmente están en un
estado de flujo perpetuo, los valores de las monedas fluctúan de un momento a otro.
Aunque el nivel de una moneda debe estar determinado por la economía subyacente,
las cosas a menudo se cambian, ya que los grandes movimientos en una moneda pueden
dictar la fortuna general de la economía: una cola de moneda que mueve al perro económico.
OBJETIVOS DE LA POLÍTICA MONETARIA
Mediante el uso de la política monetaria, los países tratan de tener influencia en sus
economías controlando la oferta de dinero y así cumplir con sus objetivos macroeconómicos,
manteniendo la inflación, el desempleo y el crecimiento económico en valores estables. Sus
principales objetivos son:
No obstante que los instrumentos directos pueden ser más eficaces en mercados
financieros poco desarrollados o donde el banco central enfrenta serias limitaciones para
implementar un control indirecto, éstos han sido desechados porque limitan la competencia
y distorsionan los mercados financieros, además de alentar la desintermediación en los
mismos.
Gran parte de los bancos centrales han desarrollado y perfeccionado instrumentos
indirectos, que operan a través del control que ejerce el banco central sobre el volumen de la
oferta de dinero o sobre las tasas de interés. Estos instrumentos son básicamente tres: las
operaciones de mercado abierto, que afectan la base monetaria; el encaje legal, que influye
en el multiplicador monetario; y los servicios permanentes, mediante créditos de liquidez que
aseguran el normal funcionamiento del sistema de pagos.
Las Operaciones de Mercado Abierto son un instrumento monetario muy flexible que
permite regular la liquidez en el sistema financiero y las tasas de interés de corto plazo.
Pueden efectuarse tanto en el mercado primario (emisión de títulos públicos, compra y venta
de divisas) como en los mercados secundarios (operaciones de reporto, swaps de divisas).
Los efectos iniciales, es decir la inyección o el retiro de liquidez, pueden ser los mismos en
ambos casos, pero los efectos más amplios difieren. En las operaciones de reporto o de swaps
de divisas, el precio de mercado del título o de la divisa no es afectado porque la transacción
debe ser revertida. Por el contrario, la compra y venta directa de títulos o de divisas pueden
afectar sus precios de mercado, y por lo tanto la exposición del sistema bancario.
Consecuentemente, los bancos centrales tienden a favorecer las operaciones en el mercado
secundario.
Aunque este mecanismo no se usa ampliamente, los bancos centrales podrían también
usar un servicio de depósito para establecer un nivel mínimo para las tasas de mercado. Los
servicios permanentes de depósito y préstamo pueden operar simultáneamente, sin que el
banco central se convierta en un corredor interbancario, cuando las tasas usadas para ambos
están penalizadas. Es importante que la tasa de interés ofrecida para un servicio permanente
de depósito (crédito) esté lo suficientemente por debajo (encima) de la tasa de mercado como
para desalentar toda tentativa de los bancos de verla como una alternativa al mercado
interbancario.
Los bancos centrales en los países desarrollados, y en buena parte de los países en
vías de desarrollo, usan una combinación de los tres instrumentos detallados anteriormente.
El equilibrio apropiado entre ellos depende de la fase de desarrollo y la estructura de los
mercados financieros nacionales, así como de la influencia que la autoridad monetaria desea
ejercer en el mercado.
LA INFLACIÓN
La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está
relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y
servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado. Cuando
hay inflación en una economía, es muy difícil distribuir nuestros ingresos, planear un viaje,
pagar nuestras deudas o invertir en algo rentable, ya que los precios, que eran una referencia
para asignar nuestro dinero de la mejor manera posible, están distorsionados.
La inflación tiene efectos perniciosos sobre la economía, entre otros, el deterioro de
los ingresos, especialmente de quienes reciben una renta fija o cuyas remuneraciones no se
ajustan de manera proporcional al ritmo en que suben los precios. Similarmente cuando una
economía sufre de inflación se distorsiona la asignación de los recursos, por cuanto no se
puede distinguir con precisión si el aumento de los precios obedece a la mayor preferencia
de los consumidores por ese bien o servicio o a un alza global de todos los precios. Altas
tasas de inflación afectan negativamente la competitividad de la economía y la generación de
empleos. Al tornarse la inflación más volátil se genera incertidumbre y otros efectos
indeseados que inhiben la inversión y afectan negativamente el crecimiento de la economía.
Un caso más grande ocurre cuando la inflación se desborda, lo cual produce tensiones e
inestabilidad política, lo que ha llevado a situaciones extremas la conflictividad y al
cuestionamiento de la gobernabilidad.
La inflación (el aumento a nivel general del precio en bienes y servicios durante un
espacio determinado de tiempo) puede provocarse por diferentes causas. Los precios se
encuentran constantemente afectados por múltiples variables, por lo que es difícil determinar
con exactitud cuáles de ellas han sido las causantes de un periodo de inflación. Sin embargo,
podemos determinar varias situaciones que suelen producirse de manera habitual cuando hay
aumentos en los precios.
➢ Demanda
Si la demanda de productos empieza a superar a la oferta, los consumidores querrán
comprar una mayor cantidad de la que pueden producir y ofrecer las empresas, por lo que los
precios de los bienes empezarán a subir.
Las empresas deben mantener sus beneficios en todo momento, por lo que un aumento
del precio de cualquier factor que influya en sus costes de producción provocará una
inmediata subida en el precio del bien o servicio final. Para que un fenómeno así derive en
una inflación, algún factor clave para la producción de cualquier empresa debe sufrir algún
tipo de impacto, como puede ser una subida radical del precio por causas políticas.
Por ejemplo, si se establece una ley general que aumente el precio del petróleo en un
elevado porcentaje, las empresas que utilizan este recurso en su proceso productivo se verán
obligadas a subir drásticamente el precio de sus bienes para compensar los costes. Casos
como este en los que ocurren aumentos de precio a gran escala por parte de muchas empresas
pueden ser una causa de inflación.
➢ Inflación “autoconstruida”
Si las empresas especulan una subida del precio de un factor importante en su proceso
productivo y deciden subir paulatinamente sus precios, se produce una inflación denominada
autoconstruida. En principio, este fenómeno tiene como principal objetivo evitar que se
produzca una subida de precios de manera brusca e inesperada, pero normalmente trae
consigo consecuencias contraproducentes, ya que los consumidores pueden comprar menos
o dejar de hacerlo, por lo que las ventas de las empresas caen.
➢ Política fiscal expansiva
La base monetaria aumenta cuando el Estado decide aplicar una política fiscal
expansiva, es decir, aumentar la cantidad de dinero en circulación en la economía. Este efecto
provoca un incremento en la demanda de los consumidores, superando está a la velocidad en
la que las empresas pueden suministrar los bienes y servicios, por lo que los precios generales
aumentan. Las políticas fiscales expansivas se pueden aplicar por los bancos centrales a
través de bajadas en los tipos de interés en créditos y depósitos, reduciendo el coeficiente
legal de caja o realizando operaciones de mercado abierto.
Anteriormente se han nombrado las principales causas que derivan en una inflación.
Sin embargo, hay otras variables que pueden influir en los precios de los bienes y servicios,
pudiendo llegar hasta el punto de aumentarlos.
➢ Déficit fiscal
Cuando un gobierno tiene déficit fiscal, puede optar por financiarlo a través del
endeudamiento (puede hacerlo con una reducción de las reservas internacionales o
imprimiendo moneda). Al imprimir moneda se produce un aumento de la oferta de dinero
mientras la demanda del mismo se mantiene estable, lo cual implica un exceso en la
oferta. Esto genera un problema grave que, de no ser solucionado por el gobierno,
provocará que el Banco Central devalúe la moneda, derivando a una inflación en la
economía.
➢ Inflación estructural
Este término se utiliza cuando hay una elevada probabilidad de inflación en una
economía y no se consiguen estabilizar los factores necesarios para evitarla, haciendo que
esta se propague a todos los sectores de la propia economía y provocando que sea duradera
a lo largo del tiempo.
La subida de los precios de bienes y servicios en una economía provoca que los
ciudadanos pierdan poder adquisitivo, por lo que no es conveniente que se produzcan en
porcentajes muy elevados. Es fundamental para los gobiernos controlar las principales
causas que pueden causar una inflación, ya que de no hacerlo las desestabilizaciones en los
precios podrían provocar graves consecuencias en la economía del país.
Podemos decir que los precios pueden elevarse gracias a una flexibilización del tipo
de cambio que hace a veces depreciar la moneda a prácticamente el doble que su valor desde
épocas pasadas. Una devaluación tiene efectos directos sobre los precios, más que nada
cuando el país depende mucho de la compra de productos importados para el desarrollo de
su industrialización interna o para abastecer al mercado.
De otra parte, los exportadores al obtener más ingresos por sus exportaciones, acceden
de esta forma a más recursos que les permitirá consumir más dinero, lo que de una u otra
forma puede presionar al alza algunos productos. Históricamente los países latinoamericanos
han recurrido a la devaluación de su moneda para tratar de no perder competitividad,
presionando así la inflación, tendencia que parece mantenerse.
Es decir que, a modo de ejemplo si lo que aumenta es el precio de los micrófonos para
computadora, no afectará al precio de los alimentos, pero si se toca una pata del sistema de
logística y distribución, Se estima que, con cada 10% de devaluación existiría una inflación
del 5%.
Aunque en esta ocasión, es posible que el efecto sobre la inflación no sea tan marcado
debido a que respiramos un ambiente de crisis, de recesión económica, lo que sin duda hará
disminuir el consumo en buena parte de la población, e inclusive del mismo sector
empresarial, lo que de alguna forma compensará el efecto inflacionario que conlleva toda
devaluación de la moneda. La devaluación es solo una de las variables que afectan a inflación,
pero de las que tiene más peso, en razón a que la devaluación es un síntoma de una economía
poco competitiva, con problemas profundos que generalmente terminan en el crecimiento de
la inflación.
La inflación se origina cuando el Banco Central crea dinero más rápido que el
aumento de la producción de bienes y servicios. Cuando los ingresos fiscales son menores a
los egresos, los gobiernos obligan a los Bancos Centrales a emitir dinero para pagar los gastos
que el Estado no puede cubrir con sus ingresos o la emisión de deuda. Este proceso se llama
monetización del déficit fiscal y es una de las principales causas de los fenómenos
inflacionarios. El desbalance entre el nivel de producción y la cantidad de dinero en la
economía puede alcanzar tal proporción que desencadena procesos hiperinflacionarios.
El Banco Central de Venezuela crea dinero para financiar a las empresas públicas.
Estas compañías transfieren los recursos al Gobierno para que cubra sus gastos. Personas y
empresas disponen de más bolívares gracias a esa inyección, pero los bienes ofertados
disminuyen por la caída de las importaciones y los controles de precios que impiden cubrir
los costos de producción. Esta dinámica aviva la inflación. Desde septiembre de 2016 hasta
septiembre de 2017, la emisión de dinero del Banco Central subió 736%, principalmente por
los préstamos a Petróleos de Venezuela. La liquidez subió 483% el último año.
La recaudación de impuestos baja porque las empresas venden y ganan menos debido
a la recesión que comenzó en 2014. Para cubrir el impacto de la inflación en la recaudación
tributaria, las autoridades recurren al dinero creado por el Banco Central de Venezuela. Esa
inyección de bolívares impulsa el aumento de los precios. La situación fiscal se ha
deteriorado por el descenso de los precios del petróleo desde su pico en 2013 y la disminución
de la producción petrolera, que ha caído 600.000 barriles diarios desde 2015, según
información de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. A ello se suma la
dificultad de acceso a los mercados internacionales de crédito por la percepción de riesgo y
las sanciones impuestas por Estados Unidos en 2017. El déficit fiscal en Venezuela se ha
financiado con emisiones del Banco Central de Venezuela, una práctica conocida como
monetización del déficit.
Si bien es cierto que son muchos los agentes que se ven afectados por el incremento
sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios, el sector familia es el más
afectado debido a que la inflación tiene sus efectos sociales en la disminución del poder
adquisitivo de los ingresos que perciben la población y que le lleva a disminuir su nivel de
demanda o en su defecto restringir la demanda sobre determinados productos que en muchas
ocasiones tienen que ver son su alimentación, desmejorando considerablemente su estándar
de vida.
Las causas de esta situación, se pueden dar por aumento de la demanda agregada,
desequilibrios en la economía, subida de precios en el exterior, subida de los costos de
producción, o por cualquier otra situación, que sea muy influyente en la economía. En la
Venezuela de hoy la fluctuación del dólar impacta en el precio de una amplia gama de
productos y servicios como alimentos, calzado y medicina privada porque Venezuela
depende en gran medida de las importaciones. Además, la hiperinflación destruyó la
confianza en el bolívar y el dólar se convirtió en la referencia para calcular tarifas, costos y
márgenes de ganancia.
REFERENCIAS