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Experiencia personal
Encuentro muy bella realmente esta lectura, y leyendo el la segunda parte del
documento que es adentrarse en el misterio humano, rescato dos aspectos importantes
que las uno con mi experiencia personal. La primera es el deseo de búsqueda de Dios.
No cabe duda que Dios es el primero en llamarme y tratar de buscar todos los medios
para llamar mi atención. A Dios le pertenecemos. La ceguera, sordera y falta de
sensibilidad espíritual es producto de mi propio pecado, error e ignorancia pero, en el
hombre, en mí, surge siempre esta moción interior de búsqueda, ésta que siempre me
mueve a ese más que solamente Dios puede conquistar y plenificar. Diría Santa
Catalina se Siena, que entre más conocemos a Dios, más nos conocemos, porque
afirma el texto << la persona al encuentro con el Tú absoluto que es Dios, no
solamente halla en la revelación su más absoluta confirmación, sino adquiere una
nueva dimensión>>. Dios va transformando poco a poco mi persona en verdad.
Otro punto que me resultó interesante fue, el de la revelación y el crecimiento que Dios
logra a través de nuestro ser consciente e inconsciente. Hace mucho escuchaba a mi
Maestra decir que Dios obraba en mi incluso cuando dormimos. Y justamente hace
poco meditaba en ello. Hay algo que desde hace meses estoy trabajando y debido al
trabajo que mantiene mi preocupación, no he tenido tiempo para la reflexión personal
sobre esto que estoy trabajando. Pero leyendo un versículo << Por eso no nos
desanimamos; al contrario, aunque nuestro exterior está decayendo, el hombre interior
se va renovando de día en día en nosotros>> (2 cor 4,16.) esto me iluminó confirmando
que sí Dios no descansa y nuestro interior tampoco. Dios habla cada segundo al
hombre y la semilla crece sin parar siempre y cuando nuestro yo espiritual mantenga su
lámpara encendida para cuando venga el esposo para estar con nosotros.