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‘ol. So 4p. Ho, Ma, (1821, vo. 23 MEDICOS HIDROLOGOs ILUSTRES VICENTE ORS Y LA INTRODUCCION DE LA HIDROTERAPIA EN ESPANA INTRODUCCION Los médicos hidrSlogos de la dos iltimas décadas del siglo pasado, superadas las explicaciones exclusi- ‘vamente quimicas analfticas para entender la cura bal- nearia, mostraron nucvos intereses y se lanzaron a Ia ‘isqueda de conocimientos y téenicas que les permi- tiesen desatrollar la especialidad, Como eco de esta inguietad en’ 1885 nuestro Bolesin (entonces Hamado ‘Anales de a Sociedad Espatiola de Hidrologia Médica) adopts el siguiente subsitulo: Revista Mensual de Hi drologia, Hidroterapia, Climatologia y Aereoterapia. No era ajeno a tal cambio su nuevo director, Eduardo Moreno Zancudo, quien Ilené las paginas de ésta y otras revislas con estudios sobre hidroterapias uno més de los, brillantes facultativos que, como Arnis 0 Castellarnau, publicaban investigaban sobre estos temas en grandes. ceapitales y prestigiosos centro. Sin embargo, la hidroterapia leg6 a la ciencia oficial espafiola mucho antes, avalada por los éxitos, erapéuticos obtenidos por empiricos sin titulacidn act démica. Si bien el empleo del agua fria con fines ccurativos no era novedoso, no aleanz6 relieve hasta el siglo XVIII gracias las aportaciones de médicos como, Jos Haha, Cirillo, Wright 0 ef controvertide Vicente Pérez (1). Pero la popularidad, hasta hacer de esta terapéutica un auténtico fenémeno social, lleg6 un siglo ims tarde con la labor de dos profanos de la medicina. Hamados Vinzenz Priessnitz y Sebastian Kneipp. En Espaia son las obras de los médicos franceses las que contribuyen a divulgar las ideas de Priessnitz el Manuel’ Hydrosudopashie (1840) de Bigel (2) (vo lumen recopilatorio de varios escritos sobre hidropatia, y. fundamentalmente, el del alemin Munde), De P Hydrothérapie (1843) de Scoutetten (3) y. sobre todo. a obra de Constatin James Etudes sur Phydrothérapie (1846) (4), son los textos mas difundidos. partir de ellos, y siguiendo especialmente las huellas de! éltimo, surgen en nuestro pais las primeras publicaciones sobre hidroterapia: el Manual de Aydropatia (1846), de M. de R. (5), €8 una traduceién, con escasas variaciones, de la obra de James y los articulos que, bajo el titulo ‘ (26). No es pues de extraiar que cuando Moreno Pozo envi6 una carta los Anales quejéndose de la escaser de establecimientos hidroteripicos en Espaa, la contestacién de Arnis le aportase varios nombres de centros en los que se evaba a cabo: todos eran balnea- rios 27). La hidroterapiaa en Espaita no provocs en el si slo XIX el fendmeno fanético y popular de la anterior centuria, ni tampoco el que sucedia en paises como Estados Unidos (28). FI desarrollo dela Medicina Fisica y.muy especialmente, 1a Hidrologia Médica (disciplina ‘completamente institucionalizada) impidieron su evo- lucién independiente al incorporarla a sus métodos terapéuticos, porlo que los establecimientos hidropéti- 0, entre los que se encontraron Alfaurin y Chamber, fueron desapareciendo paulatinamente o vieron edu ccidas sus funciones Tas meramente higignicas, BIBLIOGRAFIA 1, Nocséxce! lugar prtofeceralleciorunabibiografa completa de la hdeterpa, por com un fn meramenteexenavo cabe ear ‘rela trabajos capatolesclde BENAVENTE: M.-

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