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DEPÓSITOS EN EFECTIVO.

La Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo se


abrogó a partir del 1 de enero de 2014; dicha ley
establecía que las personas físicas y morales que
recibieran depósitos en efectivo que excedieran de
$15,000 en el mes, estaban obligadas a pagar el
impuesto a los depósitos en efectivo, aplicando la tasa
del 3% al importe que excediera de esa cantidad; sin
embargo, la Ley de referencia estuvo vigente del 01 de
julio de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2013 por lo que
ya NO es obligatoria.
La normatividad vigente es la siguiente:
En el artículo 55, fracción IV de la Ley del Impuesto sobre la
Renta vigente para 2023, establece la obligación para las
instituciones que componen el sistema financiero,
a informar al SAT, anualmente, a más tardar el 15 de
febrero, los depósitos en efectivo que se realicen en las
cuentas abiertas a nombre de los contribuyentes, cuando el
monto mensual acumulado por los depósitos en efectivo
que se realicen en todas las cuentas de las que el
contribuyente sea titular en una misma institución exceda
de $15,000.00, así como de todas las adquisiciones en
efectivo de cheques de caja, en los términos que establezca
el Servicio de Administración Tributaria mediante reglas de
carácter general.
En ese caso,
1) de tratarse dichos depósitos de ingresos que no son
declarados,
2) si la autoridad fiscal ejerce sus facultades de
comprobación, y
3) sólo si el contribuyente no sustenta
documentalmente en su contabilidad el registro de los
depósitos bancarios,
el fisco puede presumir que tales depósitos son
ingresos y valor de actos o actividades por los que se
deban pagar contribuciones, de conformidad con el
artículo 59, fracción III, del Código Fiscal de la
Federación.

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