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VENTAJAS

COMPARATIVAS
Y
VENTAJAS
COMPETITIVAS

LUIS DANIEL CAMPERO PAREDES


LIC. GILKA AVERANGA RODRIGUEZ
PENSAMIENTO ECONÓMICO
ECONOMÍA, UMSA
DICIEMBRE 2023
DE LA VENTAJA COMPARATIVA A LA VENTAJA COMPETITIVA
¿Cómo evoluciona la ventaja comparativa hacia la ventaja competitiva?
Todo inicia con la decadencia de la escuela mercantilista de pensamiento económico. El
mercantilismo, tenía como propósito, durante el siglo XVIII el de acumular el oro por medio del
intercambio comercial. Este objetivo se logra al desalentar y restringir las importaciones y
fomentar las exportaciones, las importaciones se restringen con tarifas altas y cuotas para
procurar una balanza comercial positiva para favorecer al país.
La Ventaja Absoluta
Adam Smith planteó la ventaja absoluta como un término usado para comparar dos economías,
una economía tiene una ventaja sobre otra cuando puede producir un producto porque cuenta
con abundancia de factores: en tierra, trabajo y capital. Adam Smith planteó valiosos elementos
como son: aumento del margen de ganancias, reducción de costos, producir con aquel factor
donde se tenga una ventaja absoluta (ventaja total). El fundamento de la ventaja absoluta para
los países es que deben especializarse en la producción de bienes que puedan producir en forma
más eficaz que los otros países.
Por su parte David Ricardo (1772-1823) planteó la ventaja comparativa, término usado para
comparar regiones económicas, se refiere a las ventajas económicas que una región tiene sobre
otra cuando uno de las dos puede producir un producto con mayor eficiencia que otro. Producir
con mayor eficiencia un producto significa a un mejor costo de oportunidad que al producir otro
producto, este es el concepto que dirige el comercio entre economías interregionales y el
comercio internacional donde se explotan las ventajas comparativas de las economías.
David Ricardo aseguró que se debía importar el bien en el cual se tiene desventaja en costos,
asignar los recursos en las industrias donde se es más eficiente comparativamente, lo mejor para
los países es la especialización y el costo de oportunidad.
Teoría de la Ventaja Comparativa
El concepto de la ventaja comparativa es uno de los pilares fundamentales en la economía
internacional, a pesar de que su teoría fue formulada hace más de dos siglos. El economista
británico David Ricardo fue quien introdujo este concepto en su obra «Principios de economía
política y tributación» en 1817. Aunque puede parecer antigua, esta teoría se mantiene relevante
y es ampliamente usada para explicar los beneficios del comercio internacional y guiar las
políticas comerciales.
La ventaja comparativa surge como una ampliación a la ley de la ventaja absoluta propuesta por
Adam Smith, el cual sostenía que los países se benefician al centrarse en la producción y
exportación de bienes que pueden producir de manera más eficiente que otras naciones. Sin
embargo, Ricardo cuestionó esta idea al observar que existen países que pueden ser menos
eficientes en la producción de todos los bienes.
Ricardo respondió este interrogante planteando el concepto de ventaja comparativa, el cual
radica en el hecho de que un país debería especializarse en la producción y exportación de
aquellos bienes para los que tenga un menor costo de oportunidad relativo, y, aunque sea menos
eficiente en términos absolutos que otros países, al especializarse y comerciar puede aumentar
su bienestar.
El costo de oportunidad se refiere a lo que se sacrifica para producir un bien o servicio en
particular. En términos de comercio internacional, se trata del monto de bienes que un país debe
dejar de producir para elaborar otro tipo de bien. En este sentido, la ventaja comparativa sugiere
que cada país debe especializarse en la producción de aquellos bienes y servicios para los cuales
su costo de oportunidad sea menor comparado con otros países.
El costo de oportunidad es el beneficio obtenido por seleccionar el uso del dinero y recursos en
comparación con otras alternativas. Gottfried Von Habeler (1900-1995) reformo la Teoría de la
Ventaja Comparativa con un enfoque en la Escuela Austriaca enfatizando el costo de
oportunidad. Un país puede elegir entre opciones: la alternativa de mayor valor a la que
renunciamos representa el costo de oportunidad de la actividad que elegimos.
La ventaja comparativa dinámica es el alto grado de especialización que se logra por la
producción repetida de un bien o servicio en lo particular
Alfred Marshall (1925) reconoció la importancia de los aspectos organizacionales y en lo
particular cómo influyen las economías externas, Marshall veía positivas las externalidades
disponibles para todas las empresas de una industria en los distritos industriales un antecedente
de los clústeres.
La Teoría del Ciclo del Producto (Raymon Vernon 1966) describe la producción de un producto
en particular en el tiempo. Los productos son desarrollados por empresas pequeñas en una
región después el producto tiende a estandarizarse, a producirse a escala y en masa por
empresas grandes.
El Teorema de Eli Heckscher (1919) y de Bertil Ohlin (1933) es la teoría de la proporción de los
factores (trabajo y capital) en donde una nación exporta la mercancía cuya producción requiere
el uso intensivo del factor relativamente abundante y barato, e importa la mercancía cuya
producción le requiere del uso intensivo del factor relativamente escaso y caro.
Vemos cómo el comercio basado en la ventaja comparativa puede beneficiar a las economías y
sociedades a nivel global.
– Mayor eficiencia:
Cada economía tiende a especializarse en la producción y exportación de aquellos bienes y
servicios en los que tenga una ventaja comparativa, es decir, en los que tiene un menor costo de
oportunidad. Esto permite asignar los recursos económicos de la manera más eficiente posible.
– Aumento de la productividad:
Cuando los países se especializan en los productos y servicios en los que tienen ventaja
comparativa, pueden expandir su capacidad productiva y producir más bienes y servicios con la
misma cantidad de recursos.
– Incremento en el consumo:
La especialización y el comercio basado en la ventaja comparativa permite que los países
dispongan de una cantidad mayor y más diversa de bienes y servicios, aumentando la variedad
de productos disponibles para los consumidores y mejorando su bienestar.
– Beneficios mutuos:
Incluso aquellos países que son menos eficientes produciendo ciertos bienes pueden
beneficiarse del comercio internacional si se enfocan en los bienes y servicios en los que tienen
menor costo de oportunidad relativo.
– Fomento a la competitividad:
El comercio internacional obliga a las empresas a competir con firmas de todo el mundo, lo cual
impulsa la innovación, mejora la calidad de los productos y favorece la eficiencia.
– Mejoramiento del nivel de vida:
Mediante el comercio basado en la ventaja comparativa, los países pueden obtener bienes y
servicios a precios más bajos en el comercio internacional que los que tendrían que pagar si los
produjeran internamente. Esto genera un aumento en la capacidad de compra y, por lo tanto, una
mejora en el nivel de vida de sus habitantes.
Entender y aplicar la teoría de la ventaja comparativa es esencial para los países y las empresas
que buscan competir efectivamente en el escenario económico global y capitalizar los
beneficios que ofrece el comercio internacional.
¿Cómo afecta la ventaja comparativa al comercio internacional?
Esta teoría de la ventaja comparativa parte de la base de que distintos países van a comerciar
entre sí. Por ello, algunos países tendrán una ventaja comparativa sobre otros en determinados
bienes. Esto se basa totalmente en los recursos del país, por supuesto.
En el comercio entre países, supongamos que el país A tiene una gran industria maderera,
mientras que el país B tiene una gran industria mineral y necesita madera. Aunque el país B
podría producir su propia madera, le resultaría más ventajoso producir más minerales. Así
podrían comerciar con el país A.
Sin embargo, esta teoría de la ventaja comparativa ha avanzado mucho. Hay muchas empresas
con sedes en muchos países. Como tales, ahora son las organizaciones las que la tienen en lugar
de los países. El comercio internacional sigue siendo necesario, pero el modelo se ha vuelto
mucho más complejo.
Es una teoría económica que se centra en producir bienes a menor costo. Cuando una empresa
hace esto, aumenta sus márgenes de beneficio en la mayoría de los casos.
5 ejemplos de ventaja comparativa en el comercio internacional
Ahora sí, estos estos son 5 ejemplos que serán de utilidad.
1- Vinos de Francia:
Francia es mundialmente reconocida por su producción de vinos de alta calidad. El país posee
una condiciones climáticas y geográficas únicas que favorecen el cultivo de uvas. Al tener un
costo de oportunidad más bajo en comparación con otros países, el país se ha especializado en la
producción y exportación de vinos, campo en el que tiene una clara ventaja comparativa.
2- Tecnología en Japón:
Con sus altos niveles de inversión en investigación y desarrollo, trabajadores altamente
cualificados y acceso a materiales de alta calidad, Japón tiene una ventaja comparativa en la
creación de productos tecnológicos sofisticados.
3- Café de Colombia:
Este país es conocido por producir uno de los cafés más finos del mundo. Los factores
climáticos y geograficos son ideales para el cultivo de granos de café. Por lo tanto, al tener un
costo de oportunidad más bajo en la producción de este producto en comparación a otros bienes,
se puede decir que Colombia tiene una ventaja comparativa en este sector.
4- Textiles en Bangladesh:
Bangladesh es uno de los principales exportadores de textiles y confecciones a nivel mundial.
Gracias a una gran fuerza laboral que tiene costos relativamente bajos, tiene una ventaja
comparativa en la fabricación de productos textiles, que son luego exportados a nivel global.
5- Software en India:
La economía de la India ha logrado un tremendo impulso a través de su sector de TI. Con una
gran cantidad de profesionales altamente cualificados en tecnología de la información y costos
competitivos, India ha logrado obtener una ventaja comparativa en el sector de servicios de
software.
Estos ejemplos resaltan cómo las naciones pueden utilizar sus recursos y habilidades únicas para
lograr una ventaja comparativa en ciertos sectores, lo que les permite especializarse y prosperar
en áreas específicas del comercio internacional.
Ventaja comparativa según David Ricardo
Como mencionamos, este concepto fue desarrollado a principios del siglo XIX por el
economista David Ricardo. Él, sostenía que un país impulsa al máximo su crecimiento
económico, centrándose en la industria en la que tiene la ventaja comparativa más sustancial.
Cuando se utiliza para describir el comercio internacional, la ventaja comparativa según David
Ricardo se refiere a los productos que un país puede producir más barato o fácilmente que otros
países. Establece que las naciones se benefician al especializarse en la producción y exportación
de bienes para los cuales tienen un menor costo de oportunidad, es decir, la eficacia relativa de
su producción en comparación con otras naciones.
A través de la especialización y el comercio, los países pueden ampliar su capacidad de
consumo y su estándar de vida. Cada país puede enfocarse en la producción de los bienes y
servicios en los que tiene mayor eficiencia, importando aquellos en los que otros países tienen
una ventaja comparativa.
Aunque este término suele ilustrar los beneficios del comercio, algunos economistas
contemporáneos reconocen ahora que centrarse solo en esa estrategia puede dar lugar a la
explotación y el agotamiento de los recursos.
¿Cómo medir la ventaja comparativa?
Para medir la ventaja comparativa es necesario calcular el costo de oportunidad de producir un
bien en un país en relación a otro. Este costo de oportunidad se expresa en términos de los otros
bienes o servicios que se deben dejar de producir para realizar la producción del bien en
cuestión.
Por ejemplo, si un país puede producir 10 toneladas de arroz o 5 toneladas de trigo con los
mismos recursos, el costo de oportunidad de producir una tonelada de arroz es 0.5 toneladas de
trigo (bien que se sacrifica). Si el mismo cálculo en otra nación resulta ser menor, entonces ese
país tiene una ventaja comparativa en la producción de arroz.
Recordemos que un país tendrá ventaja comparativa en la producción de un bien si el costo de
oportunidad de producir ese bien es menor al costo de oportunidad en otros países.
– Índice de ventaja comparativa revelada (IVCR)
Otra forma de medir la ventaja comparativa es a través del índice de ventaja comparativa
revelada (IVCR) que fue propuesto por el economista Bela Balassa en 1965. El IVCR de un
bien se calcula como el cociente entre la proporción que ese bien representa en las
exportaciones totales de un país y la proporción que ese mismo bien representa en las
exportaciones totales del mundo. Un IVCR mayor a uno implica que el país tiene una ventaja
comparativa en la producción de ese bien.
– Análisis de cadena de valor
Por último, se puede utilizar la técnica del análisis de la cadena de valor para identificar las
actividades en las que una empresa o un país tienen una ventaja comparativa. Este análisis se
centra en la identificación de las etapas del proceso de producción en las que se genera mayor
valor agregado.
Es importante mencionar que reconocer y cuantificar la ventaja comparativa no es el final del
proceso. Los países deberían usar esta información para diseñar políticas que fomenten la
producción de los bienes y servicios en los que tienen una ventaja comparativa, buscar acuerdos
comerciales favorables y apoyar la investigación y desarrollo en estos sectores. De esta manera,
podrán maximizar su eficiencia y competitividad en el escenario comercial internacional.¿Por
qué es importante la ventaja comparativa?
El beneficio de la ventaja comparativa es la capacidad de producir un bien o servicio por un
costo de oportunidad más bajo. Proporciona a las empresas la capacidad de vender bienes y
servicios a precios más bajos que sus competidores, obteniendo mayores márgenes de ventas y
una mayor rentabilidad.
Los costos más bajos no es el único beneficio. Aquí puedes ver otros:
– Negocios internacionales
Permite a las empresas entablar relaciones comerciales con otros países y crear oportunidades
de empleo donde antes no las había.
– Acceso para los consumidores
Esta práctica empresarial puede animar a las empresas a rebajar el precio de los artículos, lo que
permite a algunos consumidores acceder a productos que de otro modo no podrían permitirse.
– Reasignación de fondos
Las empresas pueden utilizar el dinero que ahorran en la producción de sus bienes y servicios
para mejorar en otros ámbitos como: aumentar los salarios de los empleados o mejorar el
entorno laboral.
¿Qué es el costo de oportunidad?
Para entender mejor la teoría es fundamental comprender el concepto de costo de oportunidad.
Estos son los beneficios que se pierden por elegir una alternativa en lugar de otras.
Representan los beneficios potenciales que un individuo, inversor o empresa deja de obtener al
elegir una alternativa en lugar de otra. Dado que, por definición, los costos de oportunidad no se
ven, así que es fácil pasarlos por alto. Comprender las posibles oportunidades perdidas cuando
una empresa o un particular elige una inversión en lugar de otra, permite tomar mejores
decisiones.
Fórmula y cálculo del coste de oportunidad
Coste de oportunidad =FO−CO
donde:
FO=Rentabilidad de la mejor opción descartada
CO=rentabilidad de la opción elegida
La fórmula para calcular el coste de oportunidad es simplemente la diferencia entre los
rendimientos esperados de cada opción.
Diferencia entre ventaja competitiva y absoluta
Dentro del marco de economía y comercio internacional, estos dos conceptos se deben entender.
Ambas teorías constituyen la base para explicar por qué los países se especializan en la
producción de ciertos bienes y cómo se beneficiarse de un comercio internacional eficiente.
La teoría de la ventaja absoluta fue desarrollada por Adam Smith en el siglo XVIII. Según
Smith, un país tiene una ventaja absoluta en la producción de un bien si es capaz de producirlo
utilizando menos recursos o de forma más eficiente que otro país. En otras palabras, si un país
puede producir más de un bien o servicio con la misma cantidad de insumos se dice que tiene
una ventaja absoluta.
Por lo tanto, la ventaja absoluta lleva a los países a especializarse en la producción y
exportación de bienes para los cuales son más productivos o eficientes, y a importar aquellos
para los que otros países tienen una ventaja absoluta.
Por otro lado, la teoría de la ventaja comparativa, formulada por el ya mencionado David
Ricardo, que sostiene que un país debería especializarse en la producción de aquellos bienes y
servicios para los que tiene los costos de oportunidad más bajos en comparación con otros
países, incluso si no tiene una ventaja absoluta en la producción de esos bienes.
Ventaja comparativa y competitiva
Por otro lado, la ventaja competitiva, concepto popularizado por Michael Porter en la década de
1980, se refiere a la capacidad de una empresa de superar a sus competidores, ya sea a través de
la diferenciación de su producto, la minimización de costos, o ambos. Esta ventaja permite a las
empresas generar valor agregado y atraer a un mayor número de consumidores a sus productos
o servicios.
En el contexto de los negocios internacionales, las empresas buscan desarrollar estrategias que
les permitan obtener una ventaja competitiva en el escenario global. Estas pueden ser la
creación de productos innovadores, la utilización de tecnologías avanzadas, la explotación de
economías de escala, entre otras.

La Ventaja Competitiva
Michael E. Porter adoptó un enfoque de competitividad donde toma elementos de la teoría
económica y de la administración, el resultado es la ventaja competitiva para lograrla propone
dos bases fundamentales la innovación y la productividad que define en el modelo del diamante
donde establece cuatro vértices: factores, demanda, contexto, e industrias de apoyo y de soporte;
además agrego el gobierno y los eventos fortuitos.
Paul Krugman, Premio Nobel de Economía no acepta el término competitividad para utilizarlo
para países, considera que es adecuado utilizarlo cuando dos empresas compiten. Argumenta
que en el caso de los países el comercio internacional no es un juego de suma cero por lo
anterior su concepto sigue siendo el de ventaja comparativa.
David J. Teece (2011) menciona que la tierra, el trabajo y el capital son insuficientes para crear
riqueza, para organizar a la sociedad se requiere de aspectos institucionales, políticos y legales
que son ingredientes claves para el éxito. Teece viene enfatizando el papel que juega el
administrador en el desarrollo económico. Su fundamento se encuentra en la articulación de
teorías desarrolladas por otros estudiosos como: el Enfoque Basado en los Recursos (Edith
Penrose), la Innovación Abierta(Chesbrough 2003) que establecen el vínculo entre la empresa y
las universidades, para la adquisición y búsqueda de tecnología, así como el concepto y la
práctica de la innovación.
DIAMANTE DE PORTER

En 1990, el teórico estadounidense Michael Porter ya era conocido por sus aportes a la gestión
empresarial. Su teoría de la ‘Cadena de valor’ era estudiada en las escuelas de negocios más
importantes del mundo y aplicada en muchos sectores de la economía, en los cuales ya
anticipaba el éxito que luego alcanzaría. Sin embargo, sus inquietudes sobre la competitividad le
llevaron a plantear un nuevo modelo de análisis conocido como el Diamante de Porter.
Teoría que acabó teniendo una importancia trascendental en el ámbito de la dirección de
empresas y que, hoy por hoy, sigue de plena actualidad.
¿Qué es el diamante de Porter?
El diamante de Porter es un esquema gráfico en el cual se relacionan los indicadores a nivel
micro que influyen decisivamente para que un país, una región, una comunidad o, incluso, una
empresa, sean realmente competitivos.
Porter pensó inicialmente que sería una contribución para los países, pero con el paso del
tiempo se dio cuenta de que los beneficios de su esquema se daban sobre todo en el plano
empresarial y en ciertas regiones o comunidades.
¿Cuál es el principal aporte del Diamante de Porter?
Sugiere que existen razones concretas para que cada país, región, localidad, sector de la
economía o empresa sean más competitivos que otros. Es decir, analiza los factores que
generan ventajas competitivas que permiten que, por ejemplo, una marca se consolide como la
primera de su campo.
No obstante, lo interesante del esquema no son los factores en sí mismos, que por otra parte son
más bien conocidos y no sugieren ningún aporte; lo que realmente supuso una innovación fue
la relación entre ellos.
Al igual que con el esquema de las ‘Cinco fuerzas de Porter’, su autor busca con esta propuesta
que los países (y las empresas) sean capaces de identificar las causas de su alta competitividad.
En el caso contrario, la idea es analizar las razones de por qué no tienen ventaja competitiva y
buscar soluciones que se puedan aplicar al respecto.
Los cuatro (o seis) componentes del Diamante de Porter
El esquema tiene en realidad forma de rombo y establece cuatro elementos esenciales para el
análisis de la fuerza competitiva de una empresa. Veamos en qué consisten:
1) Condiciones de los factores
Hace referencia al entorno en el que intervienen los factores productivos de las empresas. Es
decir, a cosas como la dotación de recursos, la mano de obra, la infraestructura especializada o
la base científica que sustenta la idea comercial. También a la eficacia, la capacidad de respuesta
y las relaciones que establezca cada empresa con su medio. Porter asegura que los factores que
garantizan un alto posicionamiento en el mercado son los creados por las propias compañías,
contraviniendo la opinión de quienes consideran que son los factores que se han heredado. Para
él, la innovación y la creación están directamente ligadas a la productividad y, por supuesto, a
las ventajas competitivas.
Un ejemplo de ello lo vemos en la industria de las flores de Holanda. Un país que, pese a no
tener el mejor suelo ni las mejores condiciones climáticas para el cultivo de este producto, es
uno de los más prestigiosos en el mercado mundial. La explicación es que las condiciones de
sus factores productivos son mejores que las de otros países con mayor capacidad de
producción.
2) Condiciones de la demanda
Porter asegura que también la demanda tiene una influencia indirecta cuando se trata de generar
ventajas competitivas. Si un grupo de compradores es exigente, está bien informado y mantiene
una actitud crítica frente a lo que le ofrecen, las empresas de ese sector inexorablemente tendrán
que hacer su mejor esfuerzo para satisfacer esa demanda. O mejor dicho, se verán obligadas a
innovar en cada nueva oportunidad y buscarán nuevas alternativas de comercialización. De
hecho, las empresas pueden ir un poco más allá y tratar de anticiparse a lo que sus clientes
podrían necesitar en un corto o medio plazo.
3) Estrategia, estructura y rivalidad de las empresas
La presencia de competidores en el mismo espectro comercial es otro factor que promueve la
aparición de ventajas competitivas. El solo hecho de saber que otra marca busca lo mismo que
nosotros, genera un efecto estimulante que, a medio o largo plazo, nos ayuda a mejorar la
calidad de nuestro producto, crear nuevas estrategias de mercado y emprender un proceso de
mejora continua del cual se derivarán nuevas ventajas competitivas. Este estímulo también se
genera a nivel interno cuando la estructura de la propia empresa genera competitividad como
una forma de aumentar el rendimiento y la productividad.
4) Sectores afines y auxiliares
Este elemento es de carácter interno y se aprecia mejor en los países que en las empresas. Se
refiere a la alta competitividad que existe entre ciertos sectores de la economía, algo que a
posteriori eleva los estándares de la oferta y beneficia al país frente a otros que intentan
competir con él en el mercado internacional.
En el caso de las empresas, se puede entender como la competitividad que puede existir entre
sus miembros por alcanzar ciertos márgenes de producción. En última instancia, es la empresa
la que se beneficia de esta circunstancia.
Además de estos cuatro factores, que son los que conforman el diamante de Porter, el autor de
este esquema definió otros dos elementos que, si bien no influyen de forma directa en la
creación de una ventaja competitiva, sí que tienen un rol que merece ser valorado y analizado.
Esos factores adicionales son:
5) El Gobierno (la dirección)
El modelo de gestión de los recursos importa cuando se trata de generar una ventaja
competitiva. En el caso de los países, este papel lo asume el Gobierno; en el de las empresas, la
dirección, que es la que puede decidir hasta qué punto apoya elementos como la innovación o la
investigación.
6) El azar
Al hablar de competitividad, Porter también atribuye importancia al azar. En concreto, habla de
los eventos imprevistos capaces de generar discontinuidades y que pueden, por ejemplo, anular
ventajas competitivas de nuestros rivales en un mercado y relanzar las nuestras, o viceversa.
Aunque es un factor que no está reflejado en el diamante, genera efectos súbitos y asimétricos.
Un ejemplo del Diamante de Porter
Este esquema se repite con bastante frecuencia en el ámbito tecnológico. Veamos cómo:
Condiciones de los factores de producción: muchas empresas tienen su sede en Silicon Valley,
lugar en el que pueden encontrar profesionales muy cualificados.
Condiciones de la demanda: los consumidores son cada vez mas exigentes y demandan cambios
rápidos y novedades en el ámbito de la tecnología, lo que lleva a la creación constante de
nuevos productos.
Estrategia, estructura y rivalidad: el ambiente entre las empresas tecnológicas es de máxima
rivalidad y todas quieren ser las primeras en lanzar una novedad al mercado.
Sectores afines y auxiliares: junto a las empresas matriz se agrupan otras empresas auxiliares
que las proveen de materias primas y servicios accesorios.
La importante contribución de Porter a la dirección de empresas
Para muchos, la contribución que hizo Porter con su modelo de las cinco fuerzas competitivas
(recogidas en su libro Competitive Strategy, de 1980) al mundo de la dirección de empresas, es
una de las más importantes de la historia. De hecho, dio lugar a la escuela del posicionamiento
estratégico, que sigue este enfoque:
La estrategia de las empresas debe ser debidamente planificada y basarse en un conocimiento
minucioso del entorno.
Dicha estrategia es formulada por la alta dirección.
Todas las estrategias posibles se agrupan dentro del conjunto de estrategias competitivas
genéricas, y luego se clasifican en estrategias de diferenciación, de liderazgo en costes y de
nicho.
A través de la teoría de Porter, la empresa conoce mejor su entorno y puede elegir la estrategia
genérica más adecuada para su caso concreto.
Aunque la teoría del diamante de Porter sigue dando buenos resultados hoy en día, con el paso
del tiempo se ha revelado que realmente no tiene en cuenta el hecho de que la naturaleza de la
actividad de la empresa también puede influir en la formulación de la estrategia.

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