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Investigación 3: Clasifique los sistemas agroforestales y agroecosistemas.

Nombre: Micaela Fernanda Palacios Jima


Fecha: 30/06/2023
Un sistema agroforestal (SAF) es una forma de manejar la tierra que busca combinar de
manera armoniosa y sostenible especies forestales y agronómicas en un mismo espacio
y tiempo. Los componentes esenciales de estos sistemas son los cultivos agrícolas, los
pastos y animales, y los árboles forestales. Esta combinación diversa de elementos
permite obtener múltiples beneficios y promover la sostenibilidad en la producción
agropecuaria (Oficina nacional forestal, Costa Rica, 2013).
El sistema agrosilvicultural es una clasificación de los SAF que se caracteriza por
integrar árboles con cultivos agrícolas en una misma área. Los cultivos agrícolas se
distribuyen en forma de callejones entre las hileras de árboles, aprovechando de manera
eficiente el espacio disponible. Esta configuración no solo proporciona beneficios
productivos, sino que también contribuye a la conservación del suelo, la regulación del
clima local y la diversificación de la producción (Oficina nacional forestal, Costa Rica,
2013).

Por otro lado, el sistema agrosilvopastoril combina árboles, cultivos agrícolas y pastos
destinados a la producción animal. En este sistema, los árboles y los cultivos agrícolas
brindan sombra, refugio y alimento para el ganado, mientras que los pastos sirven como
fuente de alimento principal. Además, se pueden incorporar elementos como cortinas
rompevientos, árboles en hileras o cercas vivas, que proporcionan beneficios adicionales
como protección contra vientos fuertes y regulación de la temperatura (Oficina nacional
forestal, Costa Rica, 2013).
El sistema silvopastoril es otra clasificación de los SAF, en el cual se integran pastos
para el ganado en una misma unidad de tierra con árboles destinados a diferentes usos,
como la obtención de leña, madera, frutos y forraje. Este sistema fomenta la producción
sostenible de carne y leche, al mismo tiempo que contribuye a la conservación de la
biodiversidad y la protección del suelo mediante prácticas de manejo adecuadas
(Oficina nacional forestal, Costa Rica, 2013).

Los sistemas agroforestales son estrategias que permiten aprovechar de manera


sinérgica los beneficios ecológicos y económicos de los diferentes componentes del
sistema. Al combinar la producción agrícola, ganadera y forestal de manera
complementaria, se logra una mayor eficiencia en el uso de los recursos disponibles, se
reduce el impacto ambiental y se fortalece la resiliencia del sistema productivo frente a
condiciones adversas.
Un agroecosistema es mucho más que una simple combinación de elementos agrícolas y
ambientales. Representa una compleja red de interacciones entre los procesos sociales,
económicos, biológicos y ambientales que influyen en su funcionamiento. Estos
sistemas se caracterizan por la interdependencia de cuatro elementos fundamentales
(Hart, 1979).
En primer lugar, los agroecosistemas hacen uso de fuentes externas de energía para
aumentar la productividad de los organismos involucrados. Esto implica la utilización
de recursos como la energía eléctrica, los combustibles fósiles y otros insumos externos
para impulsar las actividades agrícolas y mejorar los rendimientos (Hart, 1979).

En segundo lugar, los agroecosistemas presentan una baja diversidad biológica, ya que
las plantas y animales que los componen son seleccionados y gestionados de manera
artificial. A través de prácticas de selección y mejora genética, se busca optimizar las
características de los cultivos y los animales para satisfacer las demandas del sistema
productivo (Hart, 1979).
En tercer lugar, los agroecosistemas están sujetos a un control externo, es decir, se
aplican técnicas y estrategias de manejo por parte de los agricultores y ganaderos para
regular y dirigir los procesos y componentes del sistema. Esto implica la
implementación de prácticas como la fertilización, el riego, la aplicación de pesticidas y
otras acciones destinadas a maximizar la producción y minimizar los riesgos (Hart,
1979).
Finalmente, los agroecosistemas se caracterizan por la compleja interacción entre
procesos sociales, económicos, biológicos y ambientales. Las decisiones y acciones de
los agricultores y ganaderos están influenciadas por factores sociales y económicos,
como la densidad de población, la organización social y el grado de comercialización.
Asimismo, los aspectos culturales, como los conocimientos tradicionales, las creencias
y las ideologías, también desempeñan un papel importante en la configuración de los
agroecosistemas (Hart, 1979).
Estos sistemas agrícolas combinan recursos humanos, naturales, de capital y de
producción para lograr sus objetivos. La clasificación de los agroecosistemas se basa en
diversos criterios, como la asociación de cultivos y ganadería, los métodos y técnicas de
cultivo y cría utilizados, la intensidad de uso de recursos, el nivel de inversión de
capital, la organización y la producción final. Además, se considera la disponibilidad de
productos para el consumo o la venta, así como las estructuras empleadas en la parcela
agrícola para facilitar las labores y mejorar la eficiencia del sistema (Hart, 1979).
Bibliografía:
- Oficina nacional forestal, Costa Rica. (2013). Guía técnica SAF.
https://www.biopasos.com/biblioteca/guia_sistemas_agroforestales.pdf
- Hart, R. (1979). Agroecosistemas. CATIE.

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