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(Módulo 3)
Los rasgos de esta migración de masas no fueron diferentes de los del periodo anterior:
predominaban los hombres jóvenes, de origen rural, llegados a través de mecanismos
migratorios principalmente en “cadena”. El porcentaje de retornos, aunque fluctuante
según las décadas y los grupos nacionales no dejaba de ser significativo: entre 1881 y 1910
retornó el 36% de los inmigrantes.
Podemos llegar a una conclusión y es que el destino argentino entre los migrantes del
Mediterráneo parece haber sido preferido por grupos con un horizonte de migración de más
largo plazo, que podrían priorizar el tener mejores empleos y vivir en una sociedad que para
ellos era menos discriminatoria y/o con menor distancia lingüística, mientras que los EE.UU
(o Cuba) eran escogidos en mayor número por personas que desarrollaban muchas veces
tareas adventicias, esperaban retornar pronto y aspiraban a maximizar sus ingresos en el
menor tiempo posible, por lo que estaban más atraídos por los altos salarios o el menor
costo de la travesía existentes en el Norte.
Desde luego que todo el proceso coincidió y fue alimentado principalmente por una notable
expansión de la economía argentina. Basta señalar que la expansión de la frontera
agropecuaria permitió la puesta en producción de millones de hectáreas que fue
acompañada por un crecimiento de la red ferroviaria y que generó un proceso de
actividades conexas que los inmigrantes ocuparon (desde el comercio a los servicios).
Incluso un consistente número de profesionales con pocas posibilidades en su país de origen
venían para aprovechar las oportunidades que brindaban las comunidades inmigradas que
necesitaban sus servicios.
Sin embargo, por mucho que se haya enfatizado en la Argentina el papel de las políticas del
Estado para atraer inmigrantes en este período, ellas ocupaban un lugar limitado ante esa
expansión. Era la economía la que brindaba el principal incentivo para emigrar a la
Argentina y no el Estado.
La emigración de masas reconoce dos grandes oleadas hasta la Primera Guerra Mundial: la
primera, en la década del ochenta y la segunda, luego de la crisis del 90. (creo ??)
En la década del ochenta emigró el mayor número de familias y el porcentaje de retornos
fue menor en todo el período estudiado. Un gran número de ellos eran colonos decididos
ahora a aprovechar las posibilidades que brindaban las tierras disponibles, con la expansión
de la frontera y los precios altos de los granos para los costos de producción argentinos.
Pese a lo exitoso del proceso, fueron éstos los años en que comenzaron a sonar voces
alarmadas ante el curso que tomaba la emigración.
Para muchos otros, la población española, contra la que también había comenzado el
proyecto de transformación de la Argentina, devenía en algunos autores un flujo migratorio
deseable, ya que se trataba de poblar a la Argentina “con personas de nuestra propia raza” y
algunos notables nativos crearían una sociedad hispano-argentina protectora de los
inmigrantes españoles destinada a promover su llegada. Los resultados de la revaluación
parcial no habían dejado de reflejarse en los hechos. Como vimos, los inmigrantes españoles
acapararon una mayor cuota de pasajes subsidiados (el Estado subsidiaba pasajes para
incentivar la migración).
Las aprensiones que generaba la masiva presencia inmigratoria europea no concernían
únicamente al problema de la identidad nacional o a la idea aludida de que las comunidades
inmigrantes podían constituir potenciales quintas columnas en el territorio argentino para
operaciones que amenazasen su integridad. Derivaban también de otra amenaza percibida
por las élites sociales. Ësta las afectaba aún más directamente: era acerca de su misma
supervivencia como elite, imaginariamente asediada por el ascenso social de algunos de
entre la muchedumbre de extranjeros recién arribados.
Los inmigrantes, por su parte, tenían desde donde defenderse. Una vasta estructura
comunitaria les brindaba todo tipo de servicios y asistencia, desde periódicos hasta
sociedades de socorros mutuos, desde influencias políticas hasta bancos poderosos, algunos
de los cuales se encontraban entre los grupos privados más fuertes del país.
Por otra parte, no hay que olvidar, que muchos de ellos habían alcanzado una sólida
posición económica que no los hacía fácilmente vulnerables. Los datos del censo de CABA
en 1887, muestran que los inmigrantes europeos en conjunto eran propietarios del 90% de
lo que se denominaba con criterio amplio “industrias” (los italianos con un 57% y los
franceses con un 15%).
El problema de cómo lograr la integración de los inmigrantes, que vimos planteado en los
años ochenta, siguió intermitentemente presente en esta década. No sólo por el impacto de
aquellos fenómenos sociales indicados antes, sino también por obra de otros movimientos
más visibles. En este terreno nuevos elementos vinieron a abonarlos. En 1893, por ejemplo,
los colonos suizo-alemanes de Humboldt resistieron el pago de tributos y repelieron a la
policía armados con fusiles.
Con respecto a las problemáticas de integración inmigrante, el autor sostiene que muchos
inmigrantes habían llegado aquí sin haber pasado por la escuela pública en sus países ni por
otras experiencias “nacionalizadoras” y sus vínculos y sus identidades eran más aldeanas
que nacionales. Aquí iban a verse tironeados entre aquellos que querían hacer de ellos un
“italiano” o un “español” y aquellos que los querían convertir en “proletarios”. La identidad
étnica así entraba en una tensión constructora con la identidad de clase, pero otro actor
trataba de operar sobre ellos: el Estado Argentino y sus grupos dirigentes que intentaban
“argentinizarlos”.
La nacionalización de los inmigrantes no era ya sólo un argumento político que intentaba
saldar la disociación entre productores y ciudadanos, denunciada por Sarmiento, sino que
ahora se trataba de convertir a aquellos extranjeros en argentinos, no sólo desde el punto
de vista jurídico sino desde el cultural. La lengua era la base de la unidad nacional y ello
reclamaba la implantación obligatoria y excluyente del idioma nacional en las escuelas.
El rol argentinizador de la escuela que Avellaneda propugnaba, era el legítimo instrumento
de intervención del Estado para implantar el culto de la tradición y de los héroes.
Las imágenes de los inmigrantes cambiaban en el nuevo siglo en otro sentido, que tiene que
ver con la continuidad de los temas abiertos en la década del ochenta.
El lento cambio de percepciones de los inmigrantes, de clases laboriosas a clases
potencialmente peligrosas, lo reveló, simultáneamente, la discusión sobre un nuevo sistema
electoral y sobre la permanencia de los extranjeros. Donde se comenzaba a temer ahora al
potencial papel de agitadores de los inmigrantes, de esta forma, se sanciona la Ley de
Residencia la cual daba permiso al poder ejecutivo de expulsar posibles extranjeros que
fomentaban la anarquía.
Comienzan a surgir nuevos debates en torno a cómo reconstruir una identidad nacional
sepultada en ese momento por la heterogeneidad, sumándose a esta problemática la
emergencia de una creciente conflictividad laboral y una paralela violencia política
alternativa atribuida a anarquistas y a la inmigración indiscriminada. Así como la aparición
de los resultados no deseables de la urbanización.
Es necesario aquí dejar en claro que esta integración o nacionalización no se dio solo desde
los aparatos del Estado sino que tuvieron influencia también, por ejemplo, las iglesias o los
propios hijos de inmigrantes quienes perdían el lazo con su propia nacionalidad.
Políticas y prácticas selectivas hacia la inmigración:
Se hacía un uso extenso de la Ley de Residencia, a menudo, sobre personas que carecían de
toda actividad política.
Se hacía hincapié en el plano sanitario, surgiendo de esto, debates higienistas y biológico-
raciales, lo cual conllevo a la suspensión de un tratado entre Italia y Argentina, por presión
del Departamento Nacional de Higiene, el cual a través de revisiones médicas a los
inmigrantes italianos (por casos de cólera) comenzó un incidente diplomático con el
mencionado país.
Este inconveniente otorgó particular importancia a las cuestiones de salud por el peligro que
se suponía conlleva, poniendo énfasis en la influencia de la transmisión hereditaria en la
conformación de los pueblos. Así, ya en 1904, la Argentina había firmado un convenio
internacional con Uruguay, Chile y Brasil contra la difusión de las enfermedades exóticas,
que contemplaba la presencia de médicos de los países sudamericanos en las naves
procedentes de Europa.
Sin embargo, más allá de la cuestión sanitaria, nada se hizo en el terreno legislativo o
administrativo y los partidarios de la libre emigración y de mantener el marco jurídico
vigente continuaron siendo mayoritarios, y ninguna de las múltiples iniciativas
parlamentarias consiguió suficiente apoyo para convertirse en ley. Ni aquellas que buscaban
impedir el desembarco de los "subversivos", ni aquellas que aspiraban a excluir a los
analfabetos o a los asiáticos. Por el contrario, la Argentina inauguró en 1912 un nuevo Hotel
de Inmigrantes, sosteniendo de esta manera la visión de que la única vía posible para
asegurar el progreso era la inmigración.
Migración europea
La migración de masas fue uno de los fenómenos más característicos entre los s. XIX y XX.
Los países que recibieron mayores contingentes fueron Estados Unidos, luego Argentina,
Canadá, Brasil y Australia. Las migraciones no surgieron con el moderno mundo capitalista
sino que, son una dimensión permanente de la historia humana.
Conceptualizaciones
- Políticas Migratorias: constituyen las propuestas y metas elaboradas desde el aparato
estatal con el fin de influir sobre el tamaño, composición, origen, dirección, asentamiento e
integración de los flujos migratorios espontáneos o como parte global del proceso de
planificación económico-social ideado.
- Migración: movimiento de población que implica un cambio en el lugar de residencia
habitual hacia uno nuevo ubicado a una distancia “razonable”. Esta definición recorta el
universo de los movimientos espaciales de la población.
- Hipótesis general: los fenómenos demográficos son una variable dependiente de los
procesos políticos.
(1946-1955)
● El proceso industrializador ahora enfatiza en la distribución. El mercado interno pasa a ser
prioritario para distribuir ingresos. Se amplía la participación del sector público. Alianza de
clases entre industriales de capital nacional y trabajadores. Estado Benefactor incipiente.
● Dinámica demográfica: declinación de la fecundidad, leve aumento de natalidad, continúa
descendiendo la mortalidad. Nueva oleada de inmigrantes europeos al finalizar la Segunda
Guerra Mundial. Incremento continuo de inmigrantes limítrofes e inmigrantes internos.
Sigue creciendo la región de Buenos Aires.
● Política migratoria: políticas de amnistías e idea de integración latinoamericana ya que, la
estrategia industrializadora necesita de mano de obra de países vecinos. El Primer Plan
Quinquenal de 1947 si bien, no era una política de población, demostraba preocupación por
fenómenos demográficos y propone incentivar la inmigracion internacional para el
crecimiento poblacional. En el Segundo Plan Quinquenal de 1953 se decide incrementar la
natalidad por el crecimiento vegetativo sobre el migratorio. Y, en el Plan Trienal de 1973 se
incentiva a la inmigracion limítrofe y la emigración de argentinos se presenta como un
problema. Ley General de Colonización 1954 “la organización de la riqueza agropecuaria y
su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo”
● Si bien no hay una política de población, si se realizaron estudios de los problemas
demográficos del país, la variable población es percibida como parte integrante de la política
global de desarrollo. La política migratoria ideada ya no será de puertas abiertas, sino de
selección y encauzamiento.
(1963-1966) y (1973-1976)
● La estrategia se basaba guiada por una politica de corte nacionalista, distributiva,
independiente. Protección del mercado interno, redistribución de ingresos a favor de los
sectores populares, intervención estatal sobre el sistema económico, pleno empleo, Estado
Benefactor.
● Dinámica demográfica: durante el tercer gobierno justicialista se consolidan algunos
fenómenos como declinación de fecundidad, aporte migratorio exclusivamente de países
limítrofes, mayor urbanización, continúan migraciones internas.
● Políticas migratorias: se dictan amnistías que implementan una acción reparatoria
respecto de los inmigrantes limítrofes al permitirles regularizar su situación legal. El
radicalismo presentó el Plan Nacional de Desarrollo en 1965 pero sin metas o políticas
específicas. Por su parte, el gobierno peronista presenta el Plan Trienal para la
Reconstrucción y la Liberación Nacional para aumentar la inmigracion como factor
indispensable para el desarrollo del país y reducir la emigración.
● Periodo 1980 a 2001: Los tres grupos de inmigrantes que han aumentado su número
significativamente son los bolivianos, paraguayos y peruanos. Este aumento se relaciona con
mejores posibilidades de inserción laboral, un tipo de cambio favorable, crecimiento del PBI
per cápita en Argentina, en paralelo influyen las desventajosas condiciones económicas de
los países emisores.
Inserción laboral
● El tipo de inserción laboral de los inmigrantes limítrofes, particularmente en lo que
respecta a la rama de actividad y a la calificación de la ocupación, varía de acuerdo a su
origen.
● La distribución sectorial de los uruguayos es más diversificada e integra la industria, el
comercio y los servicios. En cambio, los varones inmigrantes del Paraguay y de Bolivia se
concentran en un puñado de ramas de actividad, con predominio en la construcción,
industria manufacturera, comercio y servicios de reparaciones. Los bolivianos realizan
actividades en la agricultura. Los chilenos, se dedican a la construcción, la industria, el
comercio y los servicios de reparación y también agricultura y ganadería Estas formas de
inserción también se expresan en diferencias en los perfiles de calificación de las
ocupaciones que desarrollan los inmigrantes. Los trabajadores de Bolivia y Paraguay son
quienes presentan los perfiles de calificación más bajos, aunque semejantes entre sí:
ocupaciones de calificación operativa. Los inmigrantes peruanos a pesar de que cuentan con
perfiles educativos más elevados que los de la población total de la Argentina, presentan la
mayor proporción de trabajadores en ocupaciones no calificadas.
El proceso migratorio
Motivos de migración
● Se tiende a atribuir un peso central a las razones laborales o económicas aunque también
se emigra para reunificar con su familia, para estudiar, son varias razones por las cuales se
decide emigrar.
CORTES/GROISMAN:
Los autores dan cuenta de la evolución de la fecundidad en LA y el Caribe desde los 90 hasta
el 2015 donde la fecundidad se redujo . 4 aspectos que dan cuenta de este proceso: 1. las
características del descenso de la intensidad de la fecundidad 2. la relación entre el
descenso y los cambios en la edad media de la maternidad 3. La evolución de la fecundidad
adolescente 4. la heterogeneidad social del comportamiento reproductivo dentro de los
países de la región. La Tasa Global de Fecundidad (TGF) de casi todos los países del
subcontinente se encontrará apenas por encima de la línea del reemplazo poblacional. La
evolución de la fecundidad LA y caribeña dividida en 3 fases: 1. (1950-1970) estabilidad de la
TGF en niveles muy altos 2. (1970-1990) reducción acelerada de la TGF 3. (1990-2015)
proceso más lento pero sostenido de disminución hacia niveles cercanos al reemplazo
poblacional. La veloz reducción de la fecundidad desde los 70 fue un rasgo distintivo de la
demografía LA y caribeña. Estos cambios tuvieron lugar mientras la región era escenario de
múltiples transiciones demográficas, reflejo de transformaciones vinculadas a la
modernización que condujeron a un régimen de fecundidad diferente al de la 1era etapa. Al
transcurrir los años la fecundidad continuó reduciéndose pero a un ritmo menor: caída de la
TGF regional de 3 a 2 hijos por mujer. En el contexto mundial, el descenso de la región hacia
niveles más bajos de fecundidad presentó un patrón identificable resultado de trayectorias
nacionales heterogéneas. En la segunda década del S XXI la fecundidad LA y caribeña se
muestra más homogénea: reducción generalizada donde el promedio regional refleja que
los países más poblados se encuentran en niveles bajos, los países de mayor población
tienen TGF de 2 hijos por mujer. Este descenso de la TGF se vincula con la evolución de la
edad media de la maternidad (EMM). La EMM también emprendió un camino decreciente.
Al comienzo del periodo se observa que en los países con TGF altas la EMM se reduce: la
menor proporción de hijos de órdenes superiores genera una menor cantidad de
nacimientos de mujeres en edades más tardías del ciclo reproductivo, fenómeno que
contribuye al descenso de la EMM. El menor número de nacimientos a edades avanzadas
hace descender la EMM aun cuando no se modifica el calendario de la fecundidad. A
medida que los valores de la TGF se acercan a niveles bajos se puede observar un aumento
de la EMM, resultado de la postergación de la maternidad. La EMM total se incrementa por
el efecto del aplazamiento de los 1ros y 2dos nacimientos. En la trayectoria del continente,
el cambio puede describirse como un descenso de la TGF acompañado de la disminución de
la EMM en los 1eros años que luego se detuvo. En la actualidad, la TGF llega a niveles
cercanos al reemplazo y la EMM es de aproximadamente 27 años.
Las autoras buscan conocer sobre el aborto inducido en Argentina y la calidad de atencion
posaborto en los hospitales publicos. Los sitios estudiados fueron Córdoba, Chaco, Mendoza
y Tucuman. Se adopta la definicion de aborto como la interrupcion de una gestacion de hata
22 semanas inclusive o expulsion de un feto hasta 500g. En el estudio 6 de cada 10 mujeres
llegaron a los servicios de salud espontáneamente y de las que llegaron derivadas, las
razones fueron por falta de infraestructura en el lugar de la primera consulta o falta de
ginecólogo u obstetra. El motivo de consulta mas frecuente fue la metrorragia y dolor
abdominal: diagnostico frecuente: aborto incompleto o en curso. De las mujeres
encuestadas la mayoría son argentinas, en edades adultas jóvenes en uniones de hecho o
casadas, la situación habitacional varía según cada provincia y la mayoría vive con otras
personas; tienen un nivel de educación medio-bajó, un tercio de las mujeres tenía trabajo
remunerado. Más del 90% inició su sexualidad en la niñez y adolescencia, más de la mitad se
embarazó alguna vez durante la adolescencia, menos de la mitad de todos los primeros
embarazos fueron buscados. Las mujeres encuestadas demuestran conocimiento de
métodos anticonceptivos, conocimiento casi universal, en todas las provincias la
anticonceptiva fue el método considerado más seguro, no consideran la pastilla del día
después como un método seguro. Un tercio de las mujeres estaban usando un método
anticonceptivo al momento del último embarazo. En Tucumán y Chaco se resalta la falta de
acceso a métodos anticonceptivos. Un 42% de mujeres reconocio haberse autoinducido un
aborto y casi todas realizaron el procedimiento solas y tomaron la decision solas las razones
de la interrupcion son por problemas economicos, problemas con la pareja o estar solas,
porque ya tewnian hijos o porque no querian tener, por proyectos laborales, estudios o
personales. El 60% de las mujeres entrevistadas fue llamada por su nombre por el personal
de salud, el resto fue llamada como madre, gordita, mami. La mayoría de las mujeres sintió
miedo durante su internación como miedo al raspado, aspiración, a morir, a la anestesia, al
sangrado, a ser maltratadas, a denuncias. Es necesario fortalecer los derechos reproductivos
de las mujeres, garantizandoles la información adecuada y acceso gratuito a los métodos. La
salud y educación deben difundir el conocimiento adecuado sobre la salud sexual y
reproductiva.
La autora resalta la concentración del cuidado infantil en los hogares de bajos recursos
donde las mujeres asumen la mayor parte de las tareas de cuidado. Esta feminización de los
cuidados se repite en todos los estratos sociales y se combina con experiencias variables por
nivel socioeconómico de reducción o pérdida de ingresos, continuidad laboral y teletrabajo
en el contexto de la ASPO por covid 19. El cuidado no remunerado desarrollado al interior
de los hogares es la fuente principal de cuidado infantil y son las mujeres quienes asumen
este cuidado. La pandemia reforzó este rol central de las familias en el cuidado infantil. La
familia es una institución que se crea y modifica a lo largo del tiempo; las transformaciones
en las familias son centrales para el cambio social.La familia es el principal espacio de
crianza y cuidado infantil, fuente de asistencia y protección ante múltiples riesgos y
necesidades, además es uno de los ámbitos donde se produce y reproduce la desigualdad: la
pobreza, desventajas y privilegios se transmiten intergeneracionalmente a través de la
familia. Dentro de la familia prevalece la cooperación como el conflicto y la distribución
desigual del poder ya que supone unidad pero a la vez diferentes actividades y
responsabilidades definidas por género, edad y clase social. Los roles tradicionales de
género promueven la concentración del trabajo de cuidado no remunerado a las mujeres y
se asignan al hombre el rol del trabajo remunerado y generación de ingresos. Aunque esta
distribución tradicional de roles ha ido cambiando al igual que las transformaciones sociales
en la sexualidad, convivencia, procreación y la creciente participación laboral de las mujeres
con una mayor autonomía económica femenina lo cual lleva también a las familias de
“dobles ingresos”Este aumento de la participación laboral de las mujeres no ha sido
acompañado por un cambio en la distribución del trabajo de cuidado ni tampoco se
acompañó de servicios públicos de cuidado de jornadas compatibles con la laboral lo que
originó un aumento en la presión sobre el tiempo de las mujeres y dificultades de
conciliación entre la vida familiar y laboral, cuyo ajuste se consideró un tema femenino más
que familiar. Los cambios en las relaciones de género tampoco fueron homogéneos entre
familias por nivel socioeconómico.
Cuidado: Familias, estado, mercado y comunidad ofrecen 3 tipos de cuidado: 1. Cuidado
indirecto: tareas domésticas que cubren necesidades, conlleva menos involucramiento
personal y puede reducirse con inversión en infraestructura 2. Cuidado directo: es personal
y requiere del contacto cara a cara y varía según el grado de dependencia. 3. supervisión:
disponibilidad, estar presente para resolver necesidades específicas o evitar daños. Los
cuidados son esenciales para la sostenibilidad de la vida y desarrollo social y productivo; la
organización social y económica descansan sobre la disponibilidad de trabajo no
remunerado de las mujeres: organización social del cuidado familiarizada y feminizada: el
cuidado infantil se ofrece dentro de las familias y lo proveen mujeres. Se da una limitada
disponibilidad de servicios de cuidado o educación pública de doble jornada. Aunque la
participación laboral como la unidad mantuvieron niveles diferentes entre mujeres por nivel
socioeconómico, lo cual dio en una trayectoria estratificada de autonomía económica
femenina. Las demandas de cuidado varían y los recursos disponibles para afrontar esta
situación también, por ello debemos enfocarnos en la desigualdad socioeconómica y la
distribución de las estructuras familiares y roles de género en las familias. Los hogares
nucleares con hijes es el tipo de hogar familiar más común aunque se ha ido reduciendo y
aumentando los hogares unipersonales y monoparentales, en su gran mayoría con jefatura
femenina con bajos ingresos. La mayoría de NNA vive en hogares de menores ingresos lo
cual demuestra que la problemática del cuidado infantil está atravesada por la problemática
de la pobreza y desigualdad. También los hogares extendidos se concentran en los grupos
de menores ingresos, alta demanda de cuidado infantil pero también cuentan con más
adultez para el reparto de los cuidados. La intensidad de la demanda de cuidado infantil
depende de la cantidad de hijes como de sus edades ya que a medida que aumenta la edad
se reduce la demanda de cuidado. En los grupos de mayores ingresos hay menos NNA y
están menos concentrados en un solo hogar. La concentración de la demanda de cuidado
infantil en los hogares de menores ingresos demuestra la importancia de las políticas de
cuidado infantil, políticas de tiempo y dinero como políticas distributivas; la ausencia o
deficiencia de las mismas tiende a reproducir las desigualdades socioeconómicas y de
género. El modo en que las familias distribuyen los roles de cuidado, el empleo y la
generación de ingresos entre sus miembros adultos también ha ido cambiando, como parte
de las modificaciones en las estructuras familiares y los roles de género. El modelo “hombre
proveedor”, es cada vez menos común; sea por necesidad económica, por cambio cultural o
por el proceso de empoderamiento femenino el modelo de “doble ingreso” ha ido ganando
terreno.El ingreso laboral femenino es cada vez más necesario para el consumo familiar,
favorece la autonomía económica de las mujeres y reduce la vulnerabilidad socioeconómica
de las familias ante la pérdida del empleo y el ingreso masculino. Considerando que la
vivienda es el ámbito en que las familias desarrollan la vida cotidiana, es importante la
inversión en infraestructura como el equipamiento del hogar para reducir el tiempo de
cuidado: las condiciones habitacionales y la calidad de vivienda influyen ampliamente: la
vulnerabilidad socioeconómica, las demandas de cuidado infantil y las privaciones
habitacionales se combinan. Las privaciones habitacionales son un componente adicional a
las vulnerabilidades que enfrentan las familias con NNA. La mayor participación de las
mujeres se repite en todos los grupos de hogares por nivel educativo aunque en algunas
tareas la concentración en manos de las mujeres es algo menor en los hogares de mayor
nivel educativo. Los NNA también participan en las tareas del hogar o de cuidado y es mayor
la participación de los mismos en hogares de nivel educativo medio-bajo. En la mayoría de
los hogares son las madres quienes ayudan a sus hijes en las tareas escolares aunque en los
hogares de alto nivel educativo se da mayor participación de padres y madres.
Distribución espacial: La población LA está distribuida en forma desigual entre los distintos
países de la región y además dentro de cada uno de ellos: altos grados de concentración
espacial de la población en áreas urbanas y grandes ciudades. Una de las tendencias
demográficas del S XX ha sido el pasaje de una región rural a otra urbana que se concentró
en pocas ciudades de cada país consolidando sistemas urbanos estructurados en torno a
ciudades grandes y de mucha concentración. Durante el periodo de alta urbanización, el
principal determinante de la expansión de las ciudades fue una masiva migración
proveniente de áreas rurales incentivado por el proceso de industrialización que atraía por
sus empleos que significaban una mejora social aunque en este contexto los estado s no
proveyeron adecuados servicios y viviendas para estos migrantes que solían asentarse en
suburbios precarios y se transformaron en un estrato marginalizado. Existen diferencias
entre los países en el grado de intensidad como de urbanización por lo que los desafíos en
PP son diversos. Actualmente se da una disminución de las migraciones de áreas rurales a
urbanas y se da una mayormente de urbana-urbana vinculado a la expansión de la
cobertura educativa y reducción de las brechas en el acceso a la educación.