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(Redacción Bles) El debilitado ejercicio democrático de algunas naciones ha sido herido de muerte por
la ambición desmedida de quienes amasando fortunas que superan muchas veces los presupuestos
gubernamentales, pasan a apoderarse de las riquezas de los países.
Colombia se prepara para la elección de su próximo presidente y el botín del rico país bañado por los
dos océanos al parecer ya tiene “dueño”: se trata de George Soros, el magnate que financia desde hace
años al izquierdista Gustavo Petro y cuyos tentáculos aprisionan las instituciones del país a través de
varias organizaciones. Sin embargo, lo más increíble es que el multimillonario de origen húngaro
también se vincula con Iván Duque, el supuesto “refugio” de quienes ya conocen las andanzas de Petro
y su sangriento pasado.
¿Quién es George Soros?
George Soros, especulador judío húngaro-estadounidense, ha financiado a grupos de izquierda en todo
el mundo. En países americanos, y en Colombia en particular, ha creado una pantalla compuesta por
muchas ONG para alimentar sus ambiciones totalitaristas.
Con su fundación, Open Society Fundations, apoya y financia la legalización de las drogas, el aborto y
la ideología de género, entre otras polémicas iniciativas (la reciente legalización de la droga en
Uruguay se considera uno de sus últimos triunfos regionales). Sin ir más lejos, siguiendo el plan de la
élite internacional, hace aportes a la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia.
Dando voz a sus subvencionadas Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la oficina de
Washington para América, desacreditó al ejército colombiano y desvinculó a los guerrilleros del
narcotráfico.
Sus oscuras intenciones fueron apoyadas por Myles Frechette, embajador de Estados Unidos en
Colombia entre 1994 y 1997 (en representación del gobierno del demócrata Bill Clinton). Frechette, a
su vez, fue empleado de una de las organizaciones de Soros.
Cabe destacar que todo este plan fue orquestado hábilmente por los medios bajo el control del
especulador financiero, como el influyente The Washington Post.
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, organización financiada por Soros.
Investigaciones descritas por María Fernanda Cabal en su artículo “La influencia de Soros en
Colombia” incluyen bajo la órbita de la Fundación de Soros a las ONG´s Corporación Nuevo Arco Iris
y Paz y Reconciliación (ambas de León Valencia, exguerrillero del ELN), y a los portales Verdad
Abierta, La Silla Vacía y Colombia Check.
Alejandro Santos Rubino, director de la revista Semana, un influyente medio colombiano, es sobrino
del presidente Santos y fundador del portal “Verdad Abierta”, financiado por la Open Society de Soros,
tal como lo reseña el medio El Nodo en sus publicaciones.
También está involucrada DeJusticia, organización de Rodrigo Uprimny, quien diseñara el sistema de
justicia que garantizó la impunidad a los delitos de lesa humanidad perpetrados por las Farc.
George Soros y Juan Manuel Santos
A la lista se suman Cesed de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y el Centro de
Estudios sobre Seguridad, de la misma universidad, que siguen la artera estrategia del magnate de
permear la intelectualidad del país con la fingida filantropía con que encubre sus intenciones de lucro
que tantos desastres han causado a otros países.
Como dijera Hilaire Belloc, “el control de la riqueza es el control de la vida humana misma” y esta
pareciera ser la máxima de Soros. El investigador William Engdahl dice que el multimillonario “ha sido
incorporado como ‘hombre de paja’ al conglomerado bancario anglo-francés de los Rothschild”, y estos
a su vez son parte de la sinarquía o grupo de personas dueñas del capital financiero que perversamente
controla la economía mundial.
Engahl delata a Soros exponiendo que “ha creado una personalidad con máscara de filántropo cuando
en realidad es responsable por el caos que provocó la terapia de shock en Europa oriental a partir de
1989”.
“Él ha forzado a los débiles gobiernos de esos países a adoptar medidas económicas tanto
descabelladas como draconianas, las que le han permitido comprar los recursos de extensas zonas de
Europa oriental a precio de huevo”, afirma.
Soros, Petro y las FARC
Es conocida la financiación que Gustavo Petro, candidato a la presidencia que salió en segundo lugar
en las elecciones presidenciales del pasado 27 de mayo, recibe desde hace mucho tiempo del grupo
económico Gilinski.
Jaime Gilinski, propietario del influyente conglomerado empresarial, compró el banco más grande de
Colombia para lo cual Soros le aportó 50 millones de dólares (además participaron otros banqueros
como Rothschild), lo que le permitió, a su vez, llegar a ser uno de los hombres más ricos del mundo,
según la revista Forbes. Posteriormente, en 1994, Soros compró el 9% de las acciones del mismo
banco.
Además de mantener cercanía con gobiernos polémicos de izquierda, como los de Ecuador y
Venezuela, la trayectoria de Petro incluye sucesos violentos y oscuros como guerrillero integrante del
grupo M-19, organizado por disidencias de las FARC, entre cuyos tristes recuerdos se hallan asesinatos
(como el del líder sindicalista José Raquel Mercado), el robo de más de 5.000 armas del ejército (que
luego fueron recuperadas) y la toma de la embajada de Republica Dominicana (de la cual salieron con
mucho dinero hacia Cuba, fruto de la negociación de las vidas de los embajadores allí secuestrados).