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CIENCIA

Las 8 fases del ciclo de las rocas (ciclo


litológico)
Los elementos minerales de la corteza terrestre pasan por una serie de
transformaciones físicas y químicas que se repiten de forma cíclica en fases
que a menudo representan millones de años.

Pol Bertran Prieto


Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
:
El mundo está vivo. Más vivo de lo que creemos. Y no nos referimos a la vida animal y
vegetal que conforma los ecosistemas terrestres. Eso ya sabemos que está vivo. Pero
si te dijéramos que lo “no vivo” está tan vivo (por irónico que parezca) que ahora
mismo tienes en tu interior fragmentos de lo que hace millones de años era una
montaña, ¿nos creerías?

Pues deberías. Porque en nuestro mundo ocurre un proceso asombroso pero que, por
lo lento que es, pasa desapercibido: el ciclo de las rocas. Los minerales de la
superficie terrestre pasan por una serie de transformaciones físicas y químicas en
un ciclo que se repite una y otra vez a lo largo de los millones de años.

Esto explica que, lo que un día fuera una roca del fondo oceánico, hoy se haya
desintegrado para dar lugar a los minerales que usan las plantas para vivir. Unas
plantas que, por cierto, comemos, haciendo llegar así esa “prehistórica roca” a nuestro
interior.

Te recomendamos leer: "¿Cuáles fueron las primeras formas de vida en nuestro


:
planeta?"

Este ciclo biogeoquímico que nunca termina tarda millones de años en completar
una vuelta, pero es lo que ha hecho que la vida en la Tierra sea posible. Si quieres
entender cómo es posible que una roca pase a formar parte de nuestro cuerpo,
quédate. En este artículo veremos cada una de las fases del ciclo de las rocas.

¿Qué es el ciclo litológico?

El ciclo litológico, popularmente conocido como el ciclo de las rocas, es uno de los
procesos geológicos más importantes del mundo. Y sin transformar este artículo en
una clase de geología, debemos quedarnos con la idea de que es la sucesión de
situaciones por las cuales los minerales de la superficie terrestre van cambiando su
estado, tanto a nivel físico como químico.

Los minerales más importantes son el potasio, el fósforo, el calcio, el azufre y los
metales pesados. ¿No resulta curioso, pues, que muchos de ellos se encuentren tanto
en las rocas como fluyendo por nuestra sangre? De hecho, sin el potasio, el fósforo o el
calcio no podemos vivir.

Y que estos minerales se encuentren tanto en el mundo geológico como en el


biológico implica que necesariamente debe haber un puente entre ambos. Y ahí es
donde llegamos al tema de este artículo. Y es que es gracias a este ciclo de las rocas
que los minerales van transformándose y llegando a ambos “mundos”, es decir, el de
las rocas y el de los seres vivos.

Y que sea un ciclo implica dos cosas. En primer lugar, que hay fases. Y cada una de
ellas se caracteriza porque el mineral está almacenado o se presenta de una forma
distinta. Son las condiciones climatológicas las que, como veremos, estimularán el
salto de una fase a otra.

Y en segundo lugar, que se repite una y otra vez. Aunque sea en márgenes de tiempo
de millones de años, el ciclo se repite. Superar la fase final solo implica volver a la
:
inicial. Y así ha ocurrido desde la formación del planeta Tierra.

Por lo tanto, debemos entender el ciclo de las rocas como una sucesión de
acontecimientos geológicos, químicos, físicos, biológicos y climatológicos que
estimulan que los minerales se encuentren sedimentados o almacenados en la
superficie terrestre de distinta manera. Habiendo aclarado esto, podemos pasar a ver
las fases.

¿Cuáles son las etapas de los ciclos litológicos?

Es posible que llegados a este punto todavía resulte un poco confuso todo. No pasa
nada. Si se ha entendido la idea principal, una vez hayamos visto las distintas fases,
todo pasará a ser mucho más claro. Simplemente hay que recordar que se trata de un
ciclo, por lo que cuando se llega a la última etapa, se vuelve a empezar.

0. Cristalización

La consideramos la fase 0 porque es el origen de todas las demás pero es la única fase
a la que, una vez terminado el ciclo, no se regresa. Y el motivo de esto es muy sencillo.
Para entender esta etapa, debemos desplazarnos hasta debajo de la superficie
terrestre. Ahí tenemos el magma, que, a grandes rasgos, es roca fundida debido a las
altas temperaturas y presiones.

Pero para entrar en el ciclo, necesitamos roca sólida. Y como bien sabemos, toda la
corteza terrestre viene del enfriamiento del magma, que hace miles de millones de
años originó una capa dura que constituyó el manto terrestre. Pero, ¿cómo entramos
en el ciclo? Pues por este enfriamiento del magma generando corteza terrestre o
por los volcanes.

La explosión de los volcanes provoca la liberación de magma a la atmósfera, el cual se


enfría rápidamente en un proceso conocido como cristalización, que da lugar a
material sólido, el cual se conoce como roca ígnea. Este es el origen de las rocas
:
terrestres.

1. Exposición

Entremos ahora en el ciclo como tal, el cual parte tanto de las rocas ígneas como de
las que se forman simplemente por los movimientos del manto terrestre y de sus
placas. Sea como sea, la primera fase del ciclo litológico recibe el nombre de
exposición porque es aquella en la que, como su propio nombre indica, las rocas
quedan expuestas a las condiciones ambientales. Y por rocas entendemos tanto lo
que conocemos como piedras como bloques de la superficie terrestre.

2. Meteorización

En el momento en el que la roca queda expuesta, simultáneamente empieza la


segunda etapa del ciclo: la meteorización. Las propias condiciones ambientales
(viento, lluvia, mareas, presión, temperatura, oxidación, fricciones) terminan por
provocar la descomposición de la roca en fragmentos más pequeños. En otras
palabras, esta fase consiste en romper un bloque de roca en partes más pequeñas
:
3. Erosión

Una vez la roca en cuestión ha pasado por este proceso de meteorización, el cual, por
cierto, es muy lento, es candidata a entrar en la siguiente etapa: la erosión. Y decimos
candidata porque solo cuando las rocas son suficientemente pequeñas son realmente
susceptibles a ser afectadas por los procesos erosivos.

Es similar a la meteorización en el sentido que la roca sigue rompiéndose en


fragmentos más pequeños, pero en este caso los principales motores de la
disgregación son el viento y el agua. Pero la clave de todo esto es que es con la
erosión que un fenómeno imprescindible del ciclo se vuelve posible: el transporte.
Ahora las rocas son suficientemente pequeñas como para poder “viajar” a distintos
lugares. Y como estamos hablando de millones de años, las distancias que pueden
recorrer son inmensas.

4. Transporte
:
Como venimos diciendo, la etapa posterior a la erosión es el transporte. Como su
propio nombre indica, esta fase consiste en el movimiento de partículas rocosas a lo
largo de la superficie terrestre gracias a la acción, de nuevo, de fenómenos
meteorológicos.

Estos “medios de transporte” son, principalmente, la gravedad, el viento y el agua.


Evidentemente, a excepción de la gravedad, que puede mover rocas
considerablemente grandes (eso sí, no se llegan a abarcar grandes distancias), están
muy limitados por el tamaño de la roca en cuestión.

Es por esta razón que la erosión, para que haya un buen transporte y se pueda
continuar el ciclo, debe culminar con la transformación de la roca en partículas
diminutas, prácticamente como polvo. Y a pesar de su pequeño tamaño, albergarán los
minerales que deben seguir su ciclo.

En este sentido, el viento (tienen que ser partículas microscópicas) y el agua (puede
mover partículas de mayor tamaño) permiten mover estos minerales a la vez que
continúan erosionándolos. Una roca inicial, pues, se ha transformado en millones de
partículas diminutas.

5. Sedimentación

Dependiendo de la velocidad del viento y del agua y muchas veces, del simple azar, el
transporte de las rocas terminará. Y cuando las partículas rocosas dejan de “viajar”
entramos en la quinta etapa del ciclo: la sedimentación. En esta fase, las partículas
con minerales se depositan en la superficie terrestre. Esta etapa, pues, es
simplemente el momento en el que los minerales empiezan a quedar almacenados
sobre la tierra, quedando protegidos de la erosión y sin transportarse.

6. Disolución

Una vez son sedimentados, las partículas rocosas suelen ser tan pequeñas que
pueden diluirse en agua, entrando así en una de las últimas fases del ciclo y la que
:
permite la conexión entre el mundo geológico y el biológico. Esta etapa de disolución
termina con los minerales siendo solubilizados en el suelo.

7. Absorción biológica

Y en cuanto estos minerales están diluidos en agua, sucede algo que lo cambia todo.
Las plantas pueden absorber estas partículas. Llegados a este punto, hablamos
simplemente de moléculas de minerales, es decir, fósforo, potasio, calcio… Pero lo
verdaderamente importante es que estos organismos vegetales (las bacterias también
pueden hacerlo) absorben los minerales, permitiendo así la entrada de estos en la
cadena alimenticia.

Y estas plantas, que ya están “cargadas” de minerales son, a su vez, consumidas por
herbívoros. Y estos por los carnívoros. O en el caso de los humanos, que comemos
tanto plantas como animales. Pero, ¿cómo continúa entonces el ciclo?

Sencillo. Cuando eliminamos las sustancias de desecho estamos también expulsando


minerales, los cuales, por una vía u otra, terminan en la naturaleza. E incluso cuando
los seres vivos morimos (tanto plantas como animales) y somos descompuestos por
bacterias, estas hacen que los minerales vuelvan al suelo. Lo importante es que somos
simplemente un “puente”. Los minerales que absorbimos de la tierra volverán a ella
cuando muramos.
:
8. Litificación

Llega el momento de “cerrar” (recordemos que volverá a empezar) el ciclo. Y esto


sucede con la última etapa: la litificación. En ella, los minerales que han salido de la
cadena alimenticia o que simplemente nunca llegaron a entrar, volverán a
sedimentarse, formando cada vez capas más compactas de minerales.

Si la presión es suficientemente alta (estamos hablando de millones de años, por lo


que estos sedimentos pueden llegar a zonas muy profundas de la corteza terrestre), la
compactación de los minerales será tan elevada que se terminará formando roca
“nueva”. Esta, tras miles de años, volverá a salir a la superficie terrestre por los
simples movimientos del manto, entrando así en la fase de exposición y volviendo a
reiniciar este asombroso ciclo.
:
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