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¿ESTAS PREPARADO PARA MORIR?

TEXTO: Lucas 16:19-26

He escuchado muchos testimonios acerca de personas que


han muerto y luego regresan a la vida, pero hoy les voy
a contar uno de los mas cercanos a mi. Quisiera que en
esta noche todos podamos entender un poco sobre ese
momento de transición entre este mundo y lo que esta
al otro lado al pasar el umbral de la muerte.

Cuando mi esposa estaba mas joven, vivió una de las


experiencias que muy pocos en la vida podemos llegar a
vivir. Ella estuvo medicamente muerta por unos
minutos, paso a un lugar donde ya no dependía mas de
ella, ni estaba en sus fuerzas regresar, se encontraba
en un estado sin regreso.

Ella estaba en Colombia y se desplazaba con unos amigos


a pasar la noche en una de las discotecas de Cali, un
lugar muy conocido por todos llamado Juanchito.

Ella se levanto ese día en la mañana como si algo le


fuera a pasar, como si el día de su muerte fuera a
llegar, es mas se lo comento a sus amigos que no se
sentía bien. Ella ya había estado en la iglesia por
algunas ocasiones, pero no había aceptado a Cristo como
su único y suficiente Salvador, solo tenia un leve
conocimiento sobre la salvación de su alma.

Empezó a sentirse mareada y con ganas de vomitar, comió


algo para ver si era hambre, pero de un momento a otro
cuando nadie ni siquiera ella lo pensaba, se desmayo,
perdió el conocimiento.

Entre en un espacio donde ya no estaba en su cuerpo,


mas tenia conciencia de que estaba allí, entro a un
lugar muy oscuro donde no hay ni un destello de luz,
era una oscuridad total, pero tenia conciencia que era
ella, miraba para todos lados, pero lo único que veía
era oscuridad.
Su sensación era que estaba de pie y escuchaba los
gritos y el desespero de la gente tratándola de
despertar.

Unos gritaban, se murió, otros no tienen pulso y otros


llamen a una ambulancia.

Ella no sabia que se referían a ella, y se pregunto


quien se murió, fue en ese momento que le hablo una voz
diciendo eres tu.

Ella en ese trance se iba y volvía, en unos de sus esos


momentos ya se sintió acostada y trato de ponerse de
pie y no fue capaz como si hubiera algo que no la dejara
parar.

Fue cuando le pidió a Dios por una segunda oportunidad,


que tuviera misericordia de ella, fue allí cuando
volvió a su cuerpo físico y pudo tener poder de nuevo
sobre sus miembros.

La llevaron al hospital todavía muy débil donde


pudieron auxiliarla, según el diagnostico del medico
ella no era para haber vivido ya que su presión la
tenia en un nivel muy bajo llamado Hipotensión, donde
el 95% de las personas no sobreviven, y ella llego al
hospital caminado y con lucidez.

Ahora hay una pregunta que abarca nuestras mentes

¿Donde vamos a parar exactamente después de exhalar


nuestro ultimo suspiro?

¿Dónde va exactamente a parar nuestra alma después de


que morimos?

La biblia nos enseña con claridad que hay dos opciones.


Opción #1:

¿Qué me sucederá si muero sin Cristo?

• La vida presente
• La vida en el intermedio
• La vida eterna

LA VIDA PRESENTE

La vida presente es la etapa en la cual estamos ahora,


mientras escuchas este mensaje. Es el periodo que
trascurre entre el momento en que nacemos y nuestra
muerte.

La extensión de ese periodo varia de una persona a


otra. La biblia nos dice que Matusalén vivió 969 años.

El promedio de vida de los hombres son 76 años y el de


las mujeres 81 años.

Ahora, la vida presente es insignificante, comparada


con lo que esta por venir, si alguien vive un solo día,
como si vive 969 años, ambas no son nada, comparadas
con la eternidad.

LA VIDA EN EL INTERMEDIO

Cuando una persona muere, su cuerpo es sepultado y su


espíritu pasa de la vida presente a la vida en el
intermedio.

En los escritos teológicos se llama “vida en el


intermedio”, algo que necesitas saber y tal vez te
sorprendas y es que el Antiguo Testamento dice muy poco
acerca de la vida mas allá de la muerte, o lo que
nosotros llamamos “la vida en el intermedio”, y el
Nuevo Testamento solo tiene unos pocos versículos
acerca de esta segunda etapa.

Todo lo que hemos escuchado acerca de las puertas de


perlas y las calles de oro no llegara sino hasta la
tercera etapa y no después que morimos.
Jesús nos dejo la mejor visión de la vida en el
intermedio en la historia del hombre rico y Lázaro.

Lucas 16:19-26

Murieron dos hombres: uno rico y un mendigo, sus


cuerpos fueron sepultados en la tierra, la vida
presente termino para ambos, sus espíritus, algunos
dirían sus almas, fueron al mismo lugar, que esta
dividido en dos secciones, la superior y la inferior,
con una sima (o abismo) entre ellas.

Jesús le dio el nombre de Hades a la sección inferior


donde fue a parar el rico y el Seno de Abraham a la
sección superior, no estamos seguros donde esta ese
lugar intermedio, pero si sabemos que es donde van los
creyentes y no creyentes, después que su cuerpo parte
de esta vida.

Ahora hay un cambio de lugar de residencia para los


creyentes después de la muerte y resurrección de
Cristo.

¿Entonces, que le sucede hoy a la persona que muere sin


haber aceptado nunca el perdón de sus pecados por medio
de la sangre que derramo Jesús?

El cuerpo de la persona va a la tumba y su espíritu va


al Hades, el lugar donde espera el juicio final que aun
esta por venir.

El Antiguo Testamento usa el lugar donde habitan los


muertos tanto los justos como los malvados como el
seol, la Septuaginta, lo traduce al griego como Hades.
La versión Reina Valera Antigua lo traduce como
infierno, por eso en el Nuevo testamento las palabras
Hades y Infierno llegaron a referirse al mismo lugar:
la habitación temporal de los espíritus de aquellos que
han muerto sin Cristo
Algunos expertos no creen que, en el Hades o infierno,
sea realmente un lugar donde hay fuego, es difícil que
un espíritu sienta los efectos del fuego, se tendría
que tener un cuerpo físico para sentirlo, tal vez halla
una sensación ardiente que el espíritu pueda sentir y
que tenga por consecuencia una experiencia
atormentadora.

Judas 1:13 habla de el como un lugar donde existe la


mas densa oscuridad, sin embargo, la peor parte de
todas no es la oscuridad, ni el tormento en si, sino
la sensación de reclusión solitaria, alejados de la
presencia de Dios, y con el conocimiento del juicio que
se tiene pendiente.

2 Tesalonicenses 1:9
los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de
su poder,

Sera como despertarse cada día en la celda de los


condenados a pena de muerte y sin oportunidad alguna
de retrasar la ejecución.

No es ese el final de la historia que ninguno de


nosotros desearía, por eso la decisión se toma ahora,
en la vida presente.
OPCION #2

¿QUE ME SUCEDERA SI MUERO CON CRISTO?

Que le sucederá a la persona que ha recibido perdón por


sus pecados y ha muerto en Cristo, la biblia no dice
demasiado acerca de esto, mas allá de la parábola del
rico y Lázaro.

El Antiguo Testamento parece guardar silencio sobre el


tema de lo que les sucede a los justos en la etapa
intermedia entre la muerte y la redención final por
parte de Dios, y el Nuevo testamento solo contiene unos
pocos pasajes, entonces tal vez te preguntes donde
están las moradas en el cielo, pero recuerda que esto
solo va a existir en la vida eterna, mas no en esta
etapa.

La parábola de Jesús nos narra que hay dos lugares


donde van los justos y los injustos, el seno de Abraham
y el Hades o infierno en la traducción de la reina
Valera.

El Hades es el lugar de tormentos, mientras el seno de


Abraham es un paraíso renovador lleno de paz. Hay un
abismo entre ambos lugares que impide pasar de un lado
al otro, aunque al parecer los que están en el Hades
pueden ver lo que sucede en el lado de Abraham, lo que
no sabemos es, si los que están en el Seno de Abraham
puede ver el Hades que no tendría sentido porque no
seria muy apaciguador ver los tormentos de los que
están allí.

Cuando pensamos en el mas allá, tendemos a centrarnos


solo en las personas que han vivido después de que
Cristo termino su obra en la cruz, pero olvidamos a los
millones que murieron antes de este sacrificio, ¿a
donde fueron?
En el Antiguo Testamento y hasta la crucifixión de
Cristo, cuando moría una persona que había puesto su
fe en Dios, su cuerpo era sepultado en la tierra y su
espíritu iba al Seno de Abraham, este era un lugar de
descanso y de paz, pero aun no estaba en la presencia
de Dios. ¿Por qué?, porque no bastaba la sangre de los
animales sacrificados, que ofrecían los israelitas para
pedir el perdón de sus pecados de que fueran justos
ante Dios.

Levítico 16:34 (estatuto por ofrecimiento por los


pecados una vez al año)

Ahora, Hebreos 10 nos dice que esto solo era una sombra
de los vienes venideros.

Todos los animales que morían y toda la sangre que se


derramaba sobre aquellos altares, solo eran una sombra
previa de la muerte de la que pasaría en el futuro el
cordero de Dios, Cristo Jesús.

Juan 1:29
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y
dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo.

Lucas 23:43, Jesús le dice al ladrón que estaba con El


“hoy mismo estarás conmigo en el paraíso, esto lo dijo
el viernes, pero no resucito sino hasta el domingo.

Durante ese tiempo el Señor Jesús fue al Seno de Abraham


para sacar de allí a todos los justos que habían muerto
y llevarlos directamente a la presencia de Dios, porque
a ellos no se les había aplicado la sangre, ahora sus
pecados habían sido pagados de una vez por todas.

Después de la resurrección de Jesús el lugar superior


deja de mencionarse y ahora solo se menciona el Hades
que es donde están los que no creyeron en Jesús en su
vida presente.
2 Corintios 5:6-8
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que

entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes


del Señor
7 (porque por fe andamos, no por vista);
8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del
cuerpo, y presentes al Señor.

Estaremos esperando nuestro nuevo cuerpo incorruptible


para vivir una vida eterna con El.

Filipenses 3:21
21el cual transformará el cuerpo de la humillación
nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria
suya, por el poder con el cual puede también sujetar a
sí mismo todas las cosas.

Ahora Dios te dice, ¡te he provisto el camino al


paraíso!, para que vivas conmigo, ¿Quieres estar aquí?

Así como Adán pudo escoger entre abrazar una relación


con Dios o alejarse de ella, también nosotros tenemos
que tomar una decisión.

Dios no envía a nadie al infierno, solo se limita a


respetar la decisión de cada persona.

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