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TEMA PARA LA PASTORAL JULIO

LA PACIENCIA
La espera en Dios

Introducción

Vivimos en una sociedad en la que todo parece acontecer de manera


inmediata, lo que nos lleva a querer resultados rápidos en nuestras vidas.
La paciencia es una cualidad que a menudo nos cuesta cultivar en nuestras
vidas cotidianas.

Calma o tranquilidad para esperar

realizar una actividad larga, pesada o que requiere mucha precisión

Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con


fortaleza, sin quejarse ni rebelarse

La paciencia es una de las mayores virtudes que puede poseer el ser humano, esta nos
ayuda a poder discernir con mayor claridad sobre lo que está bien y lo que está mal.
Para poder llevar una vida más productiva y armoniosa, la paciencia es algo que, sin
duda, nos es esencial. Con ella podremos tomar mejores decisiones que después nos
aportarán un mayor provecho personal en todas las áreas de la vida.
1. ¿Qué es la paciencia?

La paciencia es nombrada claramente en Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del


Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia…”
La paciencia es una virtud que esta en nosotros. Porque es fruto del e.s y el espíritu santo
vive en nosotros. Que no la desarrollemos es otra cosa. Y el desarrollar esta virtud
depende de cuanto nos dejamos guiar por el e.s.
, la paciencia es una manifestación del fruto del Espíritu Santo es aquello que nos permite
esperar, pero esperar confiadamente en Dios.
La Palabra de Dios nos enseña de algo que es fundamental: tener paciencia No
podemos, de ninguna manera estar afanados, por ningún motivo debemos vivir
afanosamente; por eso la Palabra de Dios expresa esto en Mateo 6, que por nada
estemos afanados, ni por lo que hemos de comer, ni qué vamos a beber, ni qué vamos de
vestir, porque nuestro Padre nos provee de todo esto, nuestra gran prioridad debe ser lo
que dice el versículo 33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.” El buscar el reino de Dios tiene que ver con el hacer su
voluntad, aquella voluntad que está en su Palabra.
2. La paciencia y la oración (Santiago 5:7-20)

Santiago 5:7, el cual dice así: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida
del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando
con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.”

La Palabra de Dios nos invita a que miremos al labrador, no solamente para que lo
observemos, sino para que también sigamos su ejemplo. La paciencia, la fe y la
esperanza son características que debemos imitar del labrador. Y en qué hemos de tener
paciencia:
2.1. En la carrera (Hebreos 12:1)

La voluntad de Dios, como dice Santiago es que tengamos paciencia en la carrera de la


vida, y dice: “Hasta la venida del Señor”, o sea, la paciencia es algo que debemos
experimentar todos los días mientras vivamos aquí en la tierra, todos los días de nuestro
peregrinaje aquí en la tierra;
porque cuando todo llegue a su fin, entonces, iremos a la presencia de Dios, como dice Pablo, para el hijo de Dios “el morir es ganancia, y el vivir es Cristo”. Entonces, debemos vivir para Él, para
Cristo, pero debemos hacerlo siempre con paciencia, siempre confiando en Él. Esa paciencia implica:

 Esperar. La espera del labrador se refiere al conocimiento que él tiene de cada uno
de los tiempos de la labor en su labranza. No es trabajar sin rumbo y sin sentido
como dando golpes al aire, y en esto debemos imitar al labrador. Conocer la palabra
de Dios, las estrategias, tener claros los tiempos de la lluvia temprana y tardía.
 Correr con paciencia (Hebreos 12:1), esperamos, pero vamos avanzando en la carrera que tenemos por delante, corriendo inteligentemente, con sabiduría para ser productivos y recibir el
mejor fruto, el fruto precioso, siendo efectivos, eficientes y eficaces.

 Despojarnos de todo peso. Despojarnos de todo aquello que nos impide correr adecuadamente, de pesadas cargas, de lo que nos detiene, lo que nos quita la efectividad.

 Despojarnos de todo pecado. Para vivir en santidad, dejando toda incredulidad, duda y cuestionamiento, despojarnos de toda mala actitud en el corazón.

2.2. Esperando el precioso fruto de la tierra

Un labrador no se rinde cuando sus cultivos no se pueden cosechar


inmediatamente. Él sigue trabajando aun cuando el cultivo no se puede ver. Los
cristianos deben de trabajar y ejercitar la paciencia aun cuando el día de la
cosecha parece muy lejano.
Por no esperar es que nos metemos en problemas, por no esperar es que nos
anticipamos a obtener lo que aún no estamos preparados, por no esperar, por no querer
trabajar es que lo queremos obtener todo demasiado rápido. Por eso es importante que
miremos al labrador, y esperemos con paciencia el precioso fruto.

Aplicación Teoterápica
Necesitamos aguardar con paciencia, la palabra de Dios nos ayuda a aguardar; no solo
es creer, es ponerla por obra. El Señor tiene los tiempos, las labores, los procedimientos,
sabe cómo combatir las amenazas y enfrentar las dificultades de la carrera de la vida. Él
es el autor del Manual de la Vida y ese manual es ley. Y es lo que guardo en el corazón, y
aguardo a que se cumpla; por eso el esperar con paciencia nos mantiene firmes,
labrando, así todavía no veamos el fruto, pero con la confianza de obtenerlo (Romanos
8:25).

Escriba aquellas cosas de las cuales debe despojarse, aquellas actitudes o


acciones que no le están permitiendo correr con paciencia la carrera que tiene por
delante.

Invite a su discípulo a que en oración entregue al Señor todas aquellas cosas de


las que tiene que despojarse e invítelo a apropiarse de sus promesas para
proseguir avanzando en la carrera de la vida.

Cada día establézcase metas claras que le lleven a avanzar en los propósitos de
Dios para su vida

Bibliografía
Año de El Labrador. Serie Cumplimiento. Cruzada Estudiantil y Profesional de Colombia
(págs. 24-29)

Teoterapia y Meditación. 23 y 24 marzo de 2020

Teoterapia y Meditación. Paciencia para ver el fin del Señor, 13 abril de 2020

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