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PROFESOR: FERNANDO COLLADO

CURSO 2022/2023
f.colladolozano@edu.gva.es

CORRECCIÓN EXAMEN PREPAU NOVIEMBRE 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

DOCUMENTOS 1 y 2

1. Describa el tipo de fuentes utilizadas.

El Documento 1 trata del Preámbulo y artículos de la Constitución de Cádiz de


1812. Es una fuente primaria, de publicación pública y de carácter jurídico-
político. (Histórico-jurídico, legislativo).

El Documento 2 trata del Manifiesto de los Persas, emitido el 12 de Abril de


1814. Es una fuente primaria, de publicación pública y de carácter político.

2. Ideas principales, contexto histórico, bloque temático.

Las ideas principales del Documento 1 recogen la obra legislativa


extraordinaria de las Cortes de Cádiz cuyo resultado promulgó la Constitución
de Cádiz de 1812. Algunos derechos y deberes que se recogen son la forma
del Estado en monarquía constitucional, la soberanía nacional, la separación
de poderes, el Estado unitario y confesional católico, además de una amplia
cesión de libertades individuales.

Las ideas principales del Documento 2 son la reafirmación de la monarquía


absoluta como único gobierno posible en España, además de la petición de
derogar la obra constitucional de Cádiz de 1812.

El contexto histórico de ambos documentos se enmarca en la Guerra de la


Independencia (1808-1814), concretamente en el período de las Cortes de
Cádiz (1810-1812). Durante la guerra contra los franceses, las Cortes se
reunieron en la ciudad no ocupada de Cádiz, elegidas mediante sufragio
universal (masculino) bajo el gobierno de la Regencia, ya que el rey Fernando
VII se encontraba recluido por Napoleón en Francia.

Mientras duró la guerra, los partidarios de defender la nación española y no


colaborar con los franceses, los llamados patriotas, iniciaron un proceso
constituyente liberal, dando como fruto la Constitución promulgada el 19 de
Marzo de 1812, día de san José, por lo que fue llamada “la Pepa”.

La guerra terminaría dos años después, en 1814. Napoleón devolvió el trono


español a Fernando VII mediante el tratado de Valençay (diciembre de 1813). A
la llegada del rey Fernando VII a España, la Constitución de Cádiz sería
derogada, volviendo a establecer el absolutismo. Esto fue posible porque los
patriotas partidarios del absolutismo convencieron al rey Fernando VII,
mediante el “Manifiesto de los Persas”, de que tenía apoyos suficientes para no
aplicar las medidas reformistas que promovía la Constitución y gobernar de
nuevo como rey absolutista.

Ambos documentos pertenecen al Bloque III: “El Antiguo Régimen y su crisis”


(1808-1833).

3. Explica las principales medidas adoptadas por la obra


extraordinaria de las Cortes de Cádiz. Para ello, utiliza los textos
propuestos 1 y 2.

Las sesiones de las Cortes de Cádiz se iniciaron en 1810, prolongándose hasta


finales de 1813. En ellas se llevó a cabo una inmensa obra legislativa dividida
en dos vertientes: la legislación extraordinaria y la ordinaria. La legislación
extraordinaria, o constituyente, trata de dar una Constitución, en este caso la
primera promulgada en España.

La obra legislativa extraordinaria de Cádiz pretendía desmantelar el sistema


absolutista. Algunas de las principales medidas que se recogen en la
Constitución de 1812 son las siguientes:
-Se termina con la Monarquía Absoluta. Como dice el documento 1: “Artículo
2. La Nación española es libre e independiente, y no puede ser patrimonio de
ninguna familia o persona”. También en su Artículo 14 cuando dice el texto 1:
“El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria”.
Se entiende la palabra “moderada” como “constitucional”.

-Se establece la Soberanía Nacional, mediante la cual el poder del Estado


reside en la Nación española y no en una sola persona. Como dice el
documento 1: “Artículo 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación y por
lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes
fundamentales”.

-Se regulan la libertad individual, de comercio, de propiedad y los


derechos fundamentales de las personas. Como dice el documento 1:
“Artículo 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y
justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos (…)”.

-Se termina con el feudalismo: los vínculos, mayorazgos, señoríos y el


pago del diezmo. Todos son iguales ante la Nación. Como dice el documento
1: “Artículo 8. También está obligado todo español, sin distinción alguna, a
contribuir en proporción a sus haberes para los gastos del Estado (…)”. Esto
significa una reforma de la Hacienda Pública, donde todos los españoles pagan
impuestos al Estado por igual.

-Se establece la separación de poderes, mediante la cual los poderes del


Estado ya no recaen en una sola persona, sino que se dividen en tres partes
independientes entre sí (ejecutivo, legislativo y judicial) para que no se caiga de
nuevo en el absolutismo. Esto se aprecia en el Documento 1 mediante los
artículos 15, 16 y 17.

Como dice el texto: “Artículo 15: La potestad de hacer las Leyes reside en las
Cortes con el Rey”. Esto significa que el poder legislativo, de hacer leyes, será
de las Cortes, pero el Rey tendrá derecho a vetar algunas leyes.
Como dice el texto: “Artículo 16: La potestad de hacer ejecutar las Leyes reside
en el Rey”. Esto significa que el poder ejecutivo, el de ejecutar las leyes y, por
tanto, de ejercer el Gobierno, reside en el Rey y sus ministros.

Como dice el texto: “Artículo 17: La potestad de aplicar las leyes en las causas
civiles y criminales reside en los tribunales establecidos por la Ley”. Esto
significa que los tribunales serán quienes juzguen y apliquen las leyes sobre los
juzgados, y no será potestad de una sola persona.

-Se establece el sufragio masculino e indirecto, es decir, el derecho a elegir


a los representantes a Cortes. Sólo podrán votar los hombres y de forma
indirecta, es decir, que se elegirán representantes por cada parroquia, partido y
provincia. Como dice el texto 1: “Artículo 34. Para la elección de los diputados a
Cortes se celebrarán juntas electorales de parroquia, de partido y también de
provincia”.

Tras la Guerra de la Independencia (1808-1814), Fernando VII volvió a España


sin saber si continuaría con el absolutismo o si tendría que jurar la Constitución
de 1812.

El Documento 2, el llamado “Manifiesto de los Persas” fue entregado a


Fernando VII por un grupo de nobles y afines al absolutismo a su llegada a
España, precisamente el 12 de abril de 1814. Este documento le convenció de
que tenía apoyos suficientes para reponer la monarquía absoluta y prohibir
todas las reformas de la Constitución de Cádiz de 1812.

Como dice el texto: “El deseo medio que debemos pedir, trasladando al papel
nuestros votos, y el de nuestras provincias (…) es que se suspendan los
efectos de la Constitución y decretos dictados en Cádiz, y que las nuevas
Cortes tomen en consideración su nulidad, su injusticia (…).”

Durante seis años, durante el llamado “Sexenio absolutista (1814-1820)”, se


volvió al absolutismo sin permitir las leyes de Cádiz y rechazando la
Constitución de 1812. Los liberales fueron perseguidos y encarcelados, pero
recurrieron a los pronunciamientos para obligar a Fernando VII a ser un rey
constitucional, sin que ninguno de ellos triunfara durante el Sexenio.
Sería el Pronunciamiento del general Riego en 1820 el único que triunfaría y
obligaría a Fernando VII a firmar la Constitución, iniciando así lo que se conoce
como “Trienio Liberal (1820-1823)”, que fue un período de tres años en el que
España se proclamó como Monarquía Constitucional y se adoptaron todas las
medidas que la Constitución de Cádiz había promulgado en 1812.

4. Describe las diferencias ideológicas en materia de soberanía,


división de poderes y derechos individuales entre un régimen
absolutista y un régimen constitucional entre 1808 y 1833.

Un régimen absolutista es aquél en que la forma de gobierno es la monarquía


absoluta.

Este tipo de régimen estuvo vigente en España hasta 1808, habiendo un


período sin gobierno durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Con
la vuelta de Fernando VII volvió a implantarse el régimen absolutista durante
seis años (Sexenio absolutista 1814-1820) y más tarde durante diez años
(Década Ominosa 1823-1833), sólo habiendo un paréntesis de tres años en el
que hubo un régimen constitucional plenamente español (Trienio Liberal 1820-
1823).

El monarca (rey) tiene la soberanía (es soberano) y por tanto, toda la autoridad
o poder del Estado recae en él.

Si el monarca tiene la soberanía significa que tiene el poder absoluto, por lo


que no hay separación de poderes. Es decir, que los poderes que se
desprenden de un Estado los ejerce la misma persona. Estos poderes son el
legislativo (leyes), ejecutivo (gobierno) y judicial (tribunales de justicia). Por
tanto, el rey o monarca es quien hace las leyes, es la máxima autoridad
legislativa. También tiene el poder de ejecutar esas mismas leyes, es decir, de
utilizarlas para gobernar a sus súbditos, ya que ejerce el poder ejecutivo o el
Gobierno. Y del mismo modo, la justicia emana (sale) del monarca, es él quien
tiene la autoridad y decisión última de los tribunales de justicia según sus leyes,
por tanto es el juez supremo del Estado (poder judicial) del cual dependen
todos los demás jueces y tribunales.

En un régimen absolutista no existen las libertades individuales. El individuo, es


decir, la persona por sí misma no tiene ningún derecho ni libertad. Pero esto no
quiere decir que no haya derechos ni privilegios. Los derechos y privilegios los
tienen aquellos que nacen en determinado estamento, como la nobleza o el
clero, ya que la sociedad es de tipo estamental. El resto de personas que no
pertenecen a nobleza o clero no tienen ningún tipo de libertad, derechos o
privilegios, se organizan dentro del estamento del Tercer Estado y dependen
de la voluntad del Rey para tener algún derecho o privilegio, como por ejemplo
la alta burguesía, que son ricos comerciantes y mercaderes que consiguen
privilegios de comercio reunidos en los consejos de las ciudades que
representan, es decir, siempre como grupo y no como individuo.

Por el contrario, un régimen constitucional es aquél en el que el Estado se


rige por las normas establecidas en una Constitución, que contiene las leyes
fundamentales del Estado que regulan los derechos y deberes de los
ciudadanos.

En el período entre 1808 y 1833 hubo dos momentos en el que se aplicó: 1812
y 1820, es decir, durante la Guerra de la Independencia mediante la
Constitución de Cádiz de 1812, y durante el Trienio Liberal (1820-1823) donde
se aplicó de forma efectiva la Constitución de 1812.

En un régimen constitucional de este período, la soberanía es Nacional, por lo


que la máxima autoridad o poder del Estado reside en la Nación, es decir, el
conjunto de españoles (de todo el territorio español, incluidas las colonias).

Por su parte, existe la separación de poderes regulada por la Constitución. El


poder legislativo lo ostentan las Cortes, que redactan y aprueban las leyes. El
poder ejecutivo recae en el Gobierno del Rey con sus ministros. El poder
judicial lo tienen los tribunales de justicia, aplicando las leyes en los juicios.
Estos tres poderes son independientes entre sí.
Mediante la Constitución se establecen las libertades individuales por lo que el
individuo como persona independiente tiene sus propios derechos y libertades
que son protegidos por las leyes del Estado. Se termina con el concepto de
estamento social, privilegio y señorío (feudalismo/Antiguo Régimen), siendo
todos los individuos iguales ante la ley y el pago de impuestos. También se
decreta la libertad de opinión, llamada “libertad de imprenta”, y sobre todo la
libertad en la economía: derecho a la propiedad privada, libre comercio (no
existen los gremios), libre compra-venta de propiedades y tierras, etc.

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