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Diseño de Rutas Turísticas en


Áreas Rurales y Naturales.
Orientaciones Metodológicas
Dr. Pablo Szmulewicz y Lic. Katerina Veloso
Centro de I+D+i en Turismo de Intereses especiales
Instituto de Turismo, Universidad Austral de Chile

PRESENTACIÓN

El presente capítulo se enfoca principalmente en presentar una propuesta


metodológica para el diseño de rutas turísticas en áreas rurales y naturales, que
explique detalladamente las fases recomendadas para que los agentes públicos y
privados de los territorios-destinos turísticos levanten productos temáticos que
diversifiquen e integren de la oferta turística puesta en el mercado.
Las etapas a seguir van desde el diagnóstico y evaluación del potencial tu-
rístico de las áreas rurales y naturales, a las claves para la asociatividad necesa-
ria en la creación y puesta en marcha de una institucionalidad que impulse la
materialización de estos productos turísticos hasta los criterios básicos de cali-
dad requeridos en la operación y funcionamiento de rutas turísticas.
El documento se ve enriquecido con la presentación de experiencias de rutas
turísticas en pleno desarrollo en diferentes zonas rurales y naturales de Lati-
noamérica, tanto basadas en el patrimonio arqueológico y cultural y artístico,
como en productos de la tierra tan emblemáticos como el vino de Chile, el café
de Colombia, la yerba mate de Argentina y el tequila de México.

1.- FUNDAMENTOS TEORICOS.

1.1.- Conceptualización de las Rutas Turísticas Temáticas.


Las rutas turísticas temáticas son recorridos por zonas geográficas amplias
que, a partir de un eje temático central basado en el patrimonio natural o cultu-
ral, proporcionan una experiencia educativa que aumenta la satisfacción del
visitante. El tema realza y pone de relieve un rasgo específico, de importancia
nacional e internacional, que posee el territorio.

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Las rutas turísticas tienen el objetivo explicito de brindar información sobre


las posibilidades turísticas de una determinada zona, describiendo sus atractivos
con el foco en un aspecto de relevancia mundial, las actividades que se pueden
realizar y los servicios turísticos disponibles. El objetivo implícito de las rutas
es incentivar una mayor afluencia de visitantes al destino, reorientar las corrien-
tes turísticas, reposicionar bajo un nuevo foco al destino, integrar la oferta de
servicios en el territorio, fortalecer los lazos de cooperación y asociatividad
entres los actores de la zona y fomentar la creación de nuevos productos y tipos
de consumo en áreas con cierto desarrollo o en proceso de consolidación.
Desde el punto de vista de la oferta una ruta turística se puede poner en el
mercado en la forma de una zona integral o en la forma de programas de turis-
mo organizado y desde el punto de vista del turista puede disfrutar de una ruta
en la forma de tours o excusiones o en la forma de viajes independientes.
Un hito en la evolución de las rutas turísticas corresponde a los “Itinerarios
Culturales Europeos”, que son rutas basadas en las vías utilizadas por las anti-
guas civilizaciones y movimientos culturales o de intercambios económicos,
buscando asimismo, promover la difusión de la cultura de las regiones o países
integrantes, promover la conservación del patrimonio como factor de desarrollo
y desarrollar turismo de alta calidad. El Camino de Santiago fue el primer itine-
rario que alcanzó la declaración de Itinerario Cultural Europeo, antes de ser
declarado Patrimonio de la Humanidad. La Organización Mundial del Turismo
ha impulsado una idea similar bajo el nombre de “rutas temáticas”, buscando
poner en práctica planes de cooperación internacional, comenzando por las ini-
ciativas de la “Ruta de la Seda” y la “Ruta de los Esclavos”.
Según el eje temático algunas de las tipologías mas difundidas de rutas tu-
rísticas son:
Rutas turísticas patrimoniales que se caracterizan por integrar elementos
de interés cultural, artístico, histórico, dirigido a un público determinado, es-
tructurados en torno al tema central del área geográfica escogida. “Las rutas
pueden estar organizadas en función de un producto o de un rasgo cultural
característico que le da nombre. Las primeras buscan promover el consumo de
un producto de calidad que se encuentra en abundancia (queso, vino, etc.) con
el objeto de promover el desarrollo de espacios rurales marginales. Las segun-
das tienen por objeto mostrar los valores culturales de localidades, teniendo
como eje aspectos históricos, arqueológicos, geográficos típicos de la región”
(Schluter, 2003).
Itinerarios históricos: en esencia se busca realizar un viaje por un período
de la evolución humana a partir de recorrer una zona con múltiples testimonios
de la época. Estos itinerarios incluyen vías de peregrinación (ejemplo: Camino
de Santiago de Compostela); rutas de comercio, ya sea marítimas o terrestres,
rutas de migración de pueblos o comunidades humanas; redes históricas de pue-

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blos y ciudades que en el pasado compartieron intereses y objetivos, como por


ejemplo los pueblos de la Liga Hanseática o redes de sitios reproducidos desde
un modelo inicial, como los Pueblos Fortificados.
Rutas gastronómicas: corresponden a itinerarios que permiten reconocer el
proceso productivo integral agropecuario e industrial y ofrecer degustación de la
gastronomía de un territorio. Las rutas gastronómicas pueden estar estructuradas
en torno a un plato típico o una bebida característica que corresponde a la espi-
na dorsal de la ruta o poseer un carácter más amplio y organizarse en torno a las
tradiciones étnico-gastronómicas singulares de una región. Según Barrera,
2006, las rutas gastronómicas están integradas por los productores agropecua-
rios que en sus establecimientos reciben turistas, a los cuáles les permiten visi-
tar sus predios, los restaurantes regionales que privilegian en sus menús los
platos tradicionales basados en la producción primaria local y los proveedores
agroindustriales de la zona. Una ruta gastronómica debe incluir: a)Una pro-
ducción básica que distingue a la región; b) Un itinerario desarrollado sobre la
base de la red vial; c) Un conjunto de establecimientos agropecuarios adheri-
dos. d) Un reglamento que norma el funcionamiento de los integrantes; e) Gas-
tronomía regional elaborada con productos que caracterizan a la ruta; f) Una
organización local que lidera, difunde y brinda información sobre la ruta; g)
Un sistema de señalización de integración de la ruta; h) Un mapa, catálogos y
hoja de ruta conteniendo información explicativa sobre la misma.

1.2.- Beneficios de las rutas turísticas.


En los últimos años los destinos turísticos basados en zonas rurales y natura-
les, buscan formulas que les permitan dar un salto cualitativo en la diversifica-
ción de su oferta y lograr un nuevo posicionamiento estratégico en el mercado,
al mismo tiempo que profundizar la vinculación entre desarrollo turístico y su
contribución a la mejora de la calidad de vida de sus poblaciones. Conformar
algunos productos turísticos que invitan a recorrer, a través de rutas programa-
das, amplias zonas de las geografías regionales, al mismo tiempo que vivenciar
experiencias que satisfagan los, cada vez más exigentes, intereses de los visitan-
tes nacionales e internacionales, los territorios turísticos encuentran una nueva
manera de lograr estos propósitos
Las experiencias de diversas rutas turísticas a nivel latinoamericano reportan
que los principales beneficios que se obtienen para los turistas son la entrega de
conocimientos culturales, de naturaleza y tradicionales, el mayor contacto con el
modo de vida campesino y los ambientes naturales y rurales y una experiencia
de turismo de carácter más activa.
Para los emprendedores locales las rutas turísticas representan una oportuni-
dad de nexo entre productores, intermediarios y consumidores de las produccio-
nes tradicionales (vino, quesos, café, etc.), consiguientes aumentos de ventas de

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los productores del territorio, impacto comunicacional de la información relati-


va al tema eje de la ruta, fortalecimiento de las marcas de los productos regiona-
les e intercambio cultural, científico, tecnológico y económico entre los todos
los participantes relacionados con la producción y comercialización de las pro-
ducciones agropecuarias.
Para las localidades y los destinos rurales constituyen una alternativa para la
revalorización y rescate de las tradiciones culturales y los productos agroali-
mentarios típicos, contribuyen a fortalecer las estructuras productivas locales,
posicionar los elementos con denominación de origen y los productos orgáni-
cos, mayor Difusión de las tradiciones culturales, la historia, arte, gastronomía
de cada destino, además de una opción de diversificación de la oferta turística
del área, generación de empleos, atracción de nuevos ingresos a la zona y en
general dinamización de las economías regionales.

1.3.- Componentes de una ruta turística temática.


RUTA DEL VINO DEL VALLE DE COLCHAGUA, CHILE
“La ruta del vino del Valle de Colchagua, está ubicada a un par de horas al sur de
Santiago de Chile, en un fértil valle regado por el río Tinguiririca. Es un territorio
netamente agrícola habitado por familias campesinas, comerciantes y ricos empresa-
rios ligados a la tierra, pertenecientes a familias tradicionales de antiguo linaje. Su
núcleo central está en la ciudad de Santa Cruz, que se ha convertido en el corazón de
la vitivinicultura tradicional de Chile. La ruta del vino ha sido creada por connotados
empresarios de la zona y considera no solamente conocer las principales característi-
cas del proceso de la elaboración de los vinos, sino que otros aspectos relevantes de la
cultura del hombre y la mujer característicos de la zona. Varias son las viñas que
conforman esta ruta, entre ellas Viña Pueblo Antiguo, Viña Viu Manent, La Posada,
Santa Laura, Montgras y Bisquett. A ellas se suman museos, tiendas artesanales y
otras empresas del área hotelera, gastronómica y de turismo rural”.
(www.rutadelvino.cl)

Siguiendo a Espinoza 2000 una ruta temática nace a partir de la presencia


de los siguientes elementos:
❖ Existencia de un tema central de relevancia, ya sea de carácter natural y/o
cultural, con gran valor, atractivo y motivación para amplios segmentos de
potenciales visitantes y que cuente con aptitud para organizar actividades
recreativas, deportivas, culturales, entre otras. Este eje temático nuclear de
una ruta turística puede ser de carácter productivo, cultural, histórico artísti-
co, que identifica, singulariza y permite “tematizar” el territorio-destino y
ofrecer posibilidades para diversas formas de presentación.
❖ Existencia de recursos y atractivos naturales y/o culturales y actividades
turísticas de relevancia, que junto a los aspectos de carácter temático,
permitan la estructuración de circuitos o itinerarios. Un destino que tenga a

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su haber un potencial para diversidad de actividades a realizar cuenta con un


factor adicional importante para influir en la decisión del viajero.
❖ Existencia de equipamiento de servicios turísticos es un componente clave
para lograr la permanencia del turista y el disfrute en los atractivos en los
destinos turísticos.
❖ Existencia de infraestructura de accesibilidad: carreteras, terminales,
aeropuertos, transporte terrestre, aéreo, marítimo-fluvial-lacustre, etc.
❖ Cercanía a un centro urbano dotado de servicios de hospitalidad: que per-
mita acceder a toda la gama de servicios de comunicaciones, comercio, se-
guridad, sanidad, conectividad digital, entretenciones y actividades cultura-
les, también es importante para completar un programa de estadía
vacacional y solucionar rápidamente problemas que pueden surgir de las es-
tancias en medios rurales.

2.- HERRAMIENTAS METODOLOGÍCAS PARA LA CREACIÓN DE


RUTAS TURÍSTICAS.

El proceso de creación de rutas turísticas se puede estructurar en 3 gran-


des fases: Diseño – Puesta en marcha, Operación y Comercialización. A su vez
cada fase está compuesta por un conjunto de pasos necesarios para la correcta
intervención y funcionamiento de rutas turísticas en áreas rurales y naturales.

2.1.- Fase de Diseño y Puesta en Marcha.


RUTA DEL TEQUILA DE MÉXICO.
“La Ruta del Tequila representa una importante aportación turística de México a la
cultura universal. Nace con el objetivo de contribuir el aumento de la competitividad de
las empresas turísticas y sectores relacionados aunado al auge de esta bebida nacional
por excelencia "El Tequila", íntimamente ligada al desarrollo económico y cultural de
la región. Un pasado de siglos reflejado en una valiosa herencia cultural. El paisaje
Agavero y las antiguas instalaciones industriales ya forman parte del Patrimonio de la
Humanidad. En el año 2006, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) firmó un
convenio con el Consejo Regulador del Tequila (CRT), quien se convierte así, en el
órgano ejecutor de La Ruta del Tequila en el Paisaje Agavero. Con la finalidad de
contribuir al aumento de la competitividad de las Mipymes que están en la zona de
Denominación de Origen, así como desarrollar la Ruta del Tequila en el paisaje Aga-
vero creando una red de negocios para el impulso del turismo cultural y rural que, con
una visión común desarrollen y comercialicen productos y servicios turísticos acordes
a las demandas del mercado. En este recorrido se podrá descubrir las antiguas Taber-
nas, se podrá participar de sus tradiciones (Jimadores, Toneleros), momentos en los
que el Paisaje Agavero, cobra protagonismo especial o comprobar la vitalidad de sus
cascos históricos con sus comercios, mercados y locales típicos. Y, cómo no, degustar
la gastronomía del lugar”. (www.rutadeltequila.org.mx).

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El proceso de diseño está compuesto por:


A.- Evaluación del potencial turístico del destino.
Es necesario realizar un completo análisis de la situación turística existente en
el territorio, sus áreas urbanas, rurales y naturales, examinando la oferta turísti-
ca potencial, la demanda actual y potencial de la región, evaluar la competencia
de productos similares en el entorno y atender a las tendencias del mercado en
las formas de turismo de la ruta. El diagnóstico turístico del territorio y la eva-
luación de su potencial será crucial para decidir la conveniencia de desarrollar
el proyecto de la ruta.
Las rutas turísticas en áreas rurales y naturales integran espacios de carácter
público y ambientes privados, por lo que la evaluación de su potencial turístico
debe considerar prioritariamente los siguientes aspectos:
1.- Accesibilidad adecuada: proximidad a vías principales expeditas, acceso al
área en condiciones no demasiado costosas para familias y vehículos, tanto en
términos de tiempo como de desgaste de máquinas y otros inconvenientes pro-
pios de los caminos rurales, en particular en Latinoamérica.
2.- Presencia de recursos turísticos y potencial para actividades en la zona: el
acceso a recursos turísticos naturales y culturales como lagos, ríos o mar, par-
ques nacionales, pueblos, historia y folclore, bosques y las actividades recreati-
vas y deportivas ligadas a ellos permiten conformar un destino turístico y pro-
gramas diversos que sirvan de base para una estadía prolongada y variada.
3.- Capacidad del centro urbano para brindar todos los servicios básicos reque-
ridos para la estadía de los viajeros.
4.- Equipamiento y oferta de servicios turísticos y servicios complementarios
existentes en el destino.
5.- Calidad del entorno: entorno paisajístico de gran belleza escénica y que
conserve los valores de una variada biodiversidad de flora y fauna regional,
existencia de accidentes geográficos tales como: montañas, depresiones, el pai-
saje de la circundante, son recursos que atraen a los visitantes al área. La exis-
tencia de un clima apropiado para el desarrollo de actividades al aire libre surge
como una necesidad importante en zonas de turismo rural. Asimismo que el
territorio no presente grandes problemas medio ambientales perjudiciales (en-
fermedades, animales peligrosos, etc.), y que cuente con condiciones de higiene
y salubridad son también requisitos importantes para proyectos exitosos.
6.- Construcciones aptas para desarrollar instalaciones de recepción de huéspe-
des: generalmente las rutas de turismo patrimonial se desarrollan en recintos
que poseen capacidad para recibir visitantes además un valor cultural significa-
tivo, con casas y recintos de valor arquitectónico e histórico y que poseen en su
interior riqueza de salones y variedad de equipamiento asociado a las tradicio-
nes de la vida campesina, que deben con contar.

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7.- Conocimiento del mercado regional actual para los viajes y la recreación, y
explorar, a partir de las tendencias, la potencial demanda para el producto.
8.- Es importante que las rutas se organicen en torno a una institucionalidad que
permita encadenar los diferentes servicios, integrar la prestación de servicios
públicos con los privados y realizar el esfuerzo colaborativo que requiere una
tarea de tal magnitud en un amplio territorio. De ahí que evaluar el capital so-
cial del destino y las condiciones de las relaciones comunitarias, el apoyo facti-
ble de recibir de parte de los organismos de la administración y otras fuentes de
mecenazgo, el liderazgo público, así como medir la disposición a desarrollar
una actuación cooperativa es un factor fundamental
9.- Además la población local, en particular los emprendedores y agentes que
desean impulsar el proyecto de una ruta turística deben analizar su disponibili-
dad de capital financiero básico para desarrollar inversiones que permitan dotar
a los campos, fincas y explotaciones agropecuarias y a los parques y áreas de
conservación privada y su entorno, de las condiciones básicas para huéspedes.
10.- Evaluar las condiciones del capital humano, su formación y capacitación,
la actitud hacia el proyecto y el interés por participar en una actividad que per-
mita generar ingresos adicionales, así como su disponibilidad de tiempo, en
especial durante el período inicial del proyecto para dedicarlo a esta actividad, o
en su defecto estar dispuesto a contratar colaboración para la administración de
las empresas turística, son factores de gran importancia que en muchas ocasio-
nes no son considerados al evaluar del potencial turístico de la región.

B.- Determinación del eje temático de la ruta.


La definición de los objetivos del grupo de agentes locales organizados para la
creación de una ruta turística establece la orientación que esta tendrá y condi-
ciona la modalidad de desarrollo, su estructura o características formales.
La determinación temática de la ruta: una ruta puede tener un eje temático de
carácter general, es decir tener un enfoque recreativo, deportiva, religiosa, cul-
tural, geográfico, artístico etc. o poseer un enfoque específico, es decir centrada
en algún acontecimiento o hecho en particular, por ejemplo: conocer la arquitec-
tura italiana del siglo XIX, recorrer el ecosistema selva valdiviana, etc. La defi-
nición comienza por establecer ese núcleo de la ruta y realizar un proceso am-
plio de recolección de datos e información de todas las partes integrantes del
rasgo cultural o del proceso productivo.
Delimitación geográfica: establecer el tema sobre el cual versará la ruta, otorga
la orientación necesaria para delimitar el área geográfica que abarcará, los cen-
tros base de las operaciones y los atractivos y servicios del recorrido de la ruta.
La definición de la estructura: esta etapa debe indicar el itinerario a recorrer, las
actividades a desarrollar, el tipo y nivel de servicios de alojamiento, alimenta-
ción y transporte requerido, los servicios complementarios, las excursiones dis-

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ponibles y el tiempo necesario para recorrer la zona.


En la definición de los objetivos de la ruta se debe considerar además, un análi-
sis de la competencia, que permita realizar una propuesta original e innovadora,
considerando una selección de los atributos diferenciadores que tendrá la nueva
ruta, orientados hacia los segmentos o grupos objetivos de demanda potencial
existente para el producto.

C.- Diagramación de la ruta.


De acuerdo a la evaluación realizada del territorio y de su potencial turístico y a
los ejes determinados para la ruta, se determinan los elementos que efectiva-
mente formarán parte de la fase inicial de la ruta:
▪ Vías de circulación y su disposición de carácter escénico.
▪ Servicios básicos públicos para viajeros en los recorridos.
▪ Recursos naturales y culturales escogidos.
▪ Oferta de actividades: visitas, talleres y cursos,
▪ Definición de los servicios turísticos que se ofrecerán en la ruta.
▪ Definición de los servicios complementarios.
Posteriormente se verifica la localización de cada elemento en el territorio re-
gional estableciendo los centros base, el trazado preliminar de la ruta y los dife-
rentes circuitos posibles de realizar a lo largo de los caminos existentes.
Por su parte, los operadores turísticos, en coordinación con los integrantes de la
asociación que gestiona la ruta, incluyendo los prestadores de servicios y agen-
tes públicos, pueden elaborar un conjunto preliminar de tours y excursiones
factibles de ofrecer para turismo organizado. Para ello es conveniente conside-
rar: diferentes segmentos potenciales; atributos diferenciadores de la oferta de la
ruta; contenidos temáticos que permitan estructurar itinerarios variados; vías de
comunicación y medios de transporte disponibles; actividades posibles de reali-
zar en el territorio; duración estimada de los programas, entre otros.

D.- Programas requeridos para la habilitación y puesta en valor de la ruta.


Es necesario, a partir de la evaluación del estado turístico del territorio y los
segmentos objetivos, así como de la estructuración preliminar de la ruta y la
definición de los servicios y recursos que se incorporarán, establecer un Plan de
Mejoramiento y de inversiones públicas y privadas que permita asegurar los
estándares mínimos para el funcionamiento de la ruta turística y por ende la
calidad de la experiencia turística.
Algunos de los principales programas a considerar en este Plan son:
a) Programa de servicios públicos básicos en la ruta: de comunicaciones, al
automóvil, sanitarios, etc.
b) Programa de mejoramiento de la infraestructura de circulación: caminos con-
vertidos en rutas escénicas, con un sistema de señalización de la ruta, estaciones

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de descanso, miradores, ciclovías, entre otros.


c) Programa de atracción y fomento inversiones en equipamiento e instalaciones
turísticas: necesario es ofrecer una amplia gama de servicios de hospedaje (ho-
teles, hostales, casas de campo, cabañas, agrocamping); servicios de alimenta-
ción (cafeterías, paradores, restaurantes); tiendas de recuerdos y de artesanías;
empresas de transporte de turistas; de comercio y otros servicios complementa-
rios (bancarios, de información) y oferta de actividades recreativo-deportivas,
socioculturales, de ecoturismo y eventos y fiestas programadas (entre ellas:
senderismo, actividades náuticas, participación en faenas silvoagropecuarias,
paseos a caballo, degustación de comidas y bebidas típicas, entre muchas op-
ciones), en lo posible vinculadas al eje temático diferenciador de la ruta.
d) Programa de fortalecimiento cooperativo: una organización que impulse la
creación y luego gestione la ruta es factor decisivo para la sustentabilidad del
proyecto. Esta organización debe ser construida por una amplia red de institu-
ciones públicas, empresas privadas, instituciones académicas y ong´s, involu-
cradas en su desarrollo. Esta red es la estructura de soporte de la ruta y deben
considerar un trabajo cooperativo a largo plazo, que se inicia con la convicción
de los empresarios y los líderes comunitarios y el compromiso y apoyo de las
autoridades regionales, provinciales y comunales.
e) Un protocolo o norma de calidad para el funcionamiento y sus respectivas
políticas y guías de operación para los empresarios que presten servicios en la
ruta es elemento fundamental en la senda de la elevación de la calidad, la inter-
nacionalización de la ruta y la estandarización de los servicios.
f) Programa de capacitación del capital humano: debe incluir, a partir del diag-
nóstico de brechas, capacitar a los dueños y administradores de las empresas
prestadoras de servicios, la preparación de guías, intérpretes, y personal especia-
lizado para la atención de los turistas en la ruta.
g) Alianzas con instituciones públicas y privadas que proveen financiamiento
para innovaciones en procesos y equipamiento, así como para asesoría técnica
es crucial para materializar los proyectos individuales y las inversiones coopera-
tivas de la ruta, así como para el proceso de instalación del órgano de gestión y
la puesta en marcha.
h) Programa de información e interpretación: un itinerario o una ruta turística
deben considerar un intenso contenido educativo e informativo provisto por
medio de la interpretación. Los métodos más comunes para ofrecer contenidos
de interpretación en itinerarios o senderos y rutas turísticas son: centros de
interpretación, de recepción, animación, información, profesionales guías de
turismo, intérpretes y acompañantes, catálogos, folletos o audioguías y com-
plementados con paneles dispuestos “in situ” que contienen las explicaciones
científicas, históricas y artísticas o naturalisticas de mayor relieve para los seg-
mentos de visitantes considerados.

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El concepto de “interpretación del patrimonio” (Morales 1997 citado en


Moller, 2004) está referido “al arte de traducir a un lenguaje ameno y compren-
sible aquello que quizá sólo conozcan los profesionales y expertos del patrimo-
nio natural, cultural o histórico”. Moller, 2004, plantea una definición que es
utilizada por la Asociación para la Interpretación del Patrimonio: “La interpre-
tación del patrimonio es el arte de revelar in situ el significado del legado natu-
ral, cultural o histórico, al público que visita esos lugares en su tiempo libre”.
La interpretación según Beck & Cable, 1998, citado en Moller 2004, tiene
algunos principios que deben guiar la selección de medios y técnicas:
a) Ofrecer mensajes que tengan sentido con la vida de los visitantes.
b) Entregar relatos que, no sólo enseñen, sino que también entretengan.
c) A través del mensaje inspirar y elevar el espíritu de la gente.
d) Aplicar interpretación adecuada a los diferentes grupos de visitantes.
e) Utilizar tecnologías innovadoras que revelen el mundo de formas atractivas.
f) Transmitir conocimientos con autoridad, humildad y responsabilidad.
g) Mostrar amor por la naturaleza y la cultura.
Es fundamental la importancia de la interpretación como factor significa-
tivo dado su alto valor en la retención y fidelización de los viajeros

EL CAMINO DEL GAUCHO EN ARGENTINA.


“En el litoral de la provincia de Buenos Aires, Argentina, se desarrolla el Camino del
Gaucho, circuito turístico de los paisajes y la cultura gauchesca que e estructura en la
ruta provincial 11.
El gaucho, vocablo de raíz mapuche cuya acepción mas aceptada es la de "compañero"
es el protagonista central de este producto turístico. En la ruta se valora y presenta la
vida y andanzas de los gauchos (mezcla de indígenas y criollos de origen español), que
unían los espacios de las inmensas llanuras pampeanas y sus territorios vecinos, que
forjaron las primeras estancias y combatieron por la libertad de las nuevas repúblicas
del río de La Plata. La ruta valora la vida del gaucho actual, tractorista o domador,
arriero o herrero, músico o poeta.
Como punto de acceso se ha organizado el Centro de Interpretación e información
Portal Maipú donde se cuenta con una exposición permanente de las principales ca-
racterísticas de la región del Gaucho y sus múltiples atractivos turísticos y culturales.
Se ha organizado un patio de artesanos, destinado a la exposición de sus productos.
Una red de cerca de 60 pequeñas exhibiciones retienen en lugares memorables aspec-
tos de la historia pampeana: estancias, áreas naturales protegidas, establecimientos
rurales, fiestas tradicionales, instalaciones productivas y equipamientos culturales. La
"Red de Ecomuseos del Camino Del Gaucho", es una asociación civil sin fines de lucro
que se constituyó con el fin de fomentar el desarrollo cultural y turístico de sus asocia-
dos, buscando al desarrollo sustentable de toda el área”.
(www.caminodelgaucho.com.ar)

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2.2.- Fase de Operación.


RUTA DEL QUIJOTE DE LA MANCHA, ESPAÑA.
“Bienvenido a la aventura...Por delante esperan 2.443 kilómetros de uno de los corre-
dores ecoturísticos más fascinantes del mundo: ciudades, pueblos, aldeas, iglesias,
ermitas, castillos, molinos, ventas, llanuras, sierras, valles, ríos, lagunas, estepas, bos-
ques, barrancos y …aventura, mucha aventura; como la que vivió Don Quijote con su
inseparable Sancho hace más de 400 años de la pluma de Miguel de Cervantes por
estas tierras castellano-manchegas. En esta Ruta tiene el viajero una cita con la histo-
ria, con la cultura, con la naturaleza y con las gentes de esta región teniendo como
inigualable guía a la alargada figura de Don Quijote.
La Ruta de Don Quijote vuelve a dividirse antes de llegar a Quero con la intención de
poder visitar los conjuntos lagunares que se extienden por estas tierras y localidades
eminentemente manchegas como Villafranca de los Caballeros y Alcázar de San Juan.
De nuevo los caminos se unen en Campo de Criptana, donde el viajero vuelve a toparse
con los molinos que nuestro inseparable compañero de viaje confundió con gigantes. Y
tras los molinos… “la sin par Dulcinea del Toboso” igual que la imaginó Don Quijote
puede el viajero encontrársela en la villa donde éste la imaginó; allí se levanta la Casa
de Dulcinea y el Museo Cervantino, visitas ambas obligadas. Antes de continuar hacia
el este la Ruta se desvía para acercarse a Miguel Esteban y Quintanar de la Orden”.
(www.turismocastillalamancha.com/escapadas/te-proponemos/ruta-quijote).

A.- Etapa de Prueba.


La fase de operación se inicia con la etapa donde las empresas de servicios tu-
rísticos, actividades y complementarios, seleccionados y diseñados para operar
dentro de la ruta, funcionan a manera de prueba, “rodaje” o “marcha blanca”. Se
realizan algunos tours de prueba que pueden estar dirigido a los representantes
de entidades involucradas con el proyecto y también de la misma comunidad,
con el fin de ir evaluando el equipamiento, las instalaciones, infraestructura de
los caminos, la calidad de la prestación de servicios, si éstos responden a los
estándares mínimos requeridos, la calidad del recurso humano y atención al
cliente, entre otros, y así corregir gaps que puedan detectarse antes de poner la
ruta en el mercado.
El proceso de marcha blanca debe incluir la prueba, evaluación y corrección,
tanto desde la modalidad de turismo independiente como de turismo organizado.
Seguramente los programas y paquetes turísticos resultan mejores, por su mayor
grado de dificultad, para articular los servicios independientes, ajustar las pres-
taciones, sintonizar los servicios, así como para realizar los ajustes necesarios.
El itinerario de los tour de prueba debe consignar los centros base, todos los
atractivos que se visitarán en el programa, el ordenamiento secuencial y lógico
de la prestación de los servicios, actividades previstas y los tiempos para los
tramos en ruta, tiempos para visitas y paradas técnicas y tiempo libre diario.

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B.- Operación.
La operación es la organización, coordinación y administración de la prestación
de los servicios que componen el producto, sean de régimen interno o externo.
La operación es el proceso por el cual se hace posible la puesta en marcha del
servicio de acuerdo con las condiciones de funcionamiento ya estipuladas en la
etapa anterior. Su función es doble: primeramente preocuparse de las tareas a
realizar internamente en las empresas y organismos públicos y por otro lado es
la fase auditora de todas las prestaciones ejecutadas por terceros.
La operación se realiza bajo los parámetros y estándares de calidad ya estable-
cidos y probados. Calidad se define por la comparación entre expectativas de
los consumidores y las percepciones de los visitantes, una vez que el servicio ha
sido prestado. El objetivo fundamental de la organización debe ser ofrecer un
producto cuya calidad sea acorde con el precio, considerando tanto su aspecto
objetivo, como su versión de expectativa y la calidad realmente percibida.
Los integrantes de la ruta deben prestar especial atención a los aspectos que
regularmente son foco de brechas: entre las expectativas del consumidor y las
propias percepciones de los gestores del destino; entre las percepciones de los
gestores de la ruta y las especificaciones de la calidad del servicio; entre las
especificaciones de calidad y la entrega del servicio mismo; entre la entrega del
servicio y las comunicaciones externas y también las brecha entre las expectati-
vas de los turistas y sus percepciones. La mejora de la calidad no es otra cosa
que un proceso permanente para disminuir estas brechas. Especial cuidado debe
prestarse a los llamados “momentos de verdad”, aquellos en que se produce el
encuentro del cliente con el proveedor del servicio y donde existen las oportuni-
dades para demostrar su destreza en el logro de las expectativas.
Algunas recomendaciones generales para aplicar en la fase de operación de
rutas turísticas son:
• Elaborar y aplicar un manual de operaciones que traduzca a guías practicas
los protocolos.
• Verificar y mantener constante monitoreo e información sobre el estado de
las vías de comunicación, el estado de la señalización turística en todos los
sitios, así como el nivel de los servicios básicos.
• Mantención de los equipamientos e instalaciones desde la perspectiva de la
presentación turística, incluyendo la salubridad, limpieza, ordenamiento ge-
neral y paisajismo de interiores y exteriores.
• Preparar y educar, informar al visitante son factores cada vez más importan-
tes y claves para disminuir las brechas respecto a sus expectativas.
• Proveer información sobre imprevistos, condiciones climáticas
• Mantener permanente comunicación y coordinación de la red

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C.-Evaluación y mejora continua.


Al igual que todo proceso, el funcionamiento de un proyecto de esta naturaleza
requiere de un constante seguimiento, evaluación y control, los cuales deben
basarse en los objetivos generales y específicos, como también en los indicado-
res de gestión formulados para el proyecto. Recoger información relacionada
directa o indirectamente con el proyecto, permite tomar medidas correctivas,
proyectar inversiones y ejecutar acciones que tiendan a subsanar problemas que
puedan afectar por una parte el buen desarrollo del producto, y por otra, proyec-
tarse en forma más exitosa al futuro.
El monitoreo, la evaluación de la aplicación de las normas de calidad de la ruta
y la realización de auditorias de calidad en forma periódica, requiere de infor-
mación de control de gestión. Los registros estadísticos que se mantengan son
de vital importancia a la hora de cuantificar los resultados respecto de los logros
obtenidos, por lo cual se recomienda mantener: registro de turistas atendidos,
diferenciados por lugares de procedencia (nacionales y extranjeros); computo de
operadores e intermediarios que venden el producto; registro de acciones de
difusión y marketing, libro de sugerencias y quejas son también importantes, a
fin de transformarlos en objetivos a solucionar en el corto plazo. De igual for-
ma, es conveniente medir el efecto que provoca en los servicios directos, como
hotelería y restauración y en otros atractivos, como museos, tiendas de artesa-
nía, oficinas de información turística, taxis y medios de transporte, comercio
local, etc. Como instancia posterior al servicio, es necesario detectar, a través de
encuestas de percepción, la evaluación del cliente, su grado de satisfacción con
los servicios recibidos.

EL CAMINO DEL INCA EN PERÚ


“El Imperio Inca, llamado Tawantinsuyu, se extendía desde el actual Ecuador hasta
Chile. Su capital era Cuzco. Este imperio disponía de una infraestructura gigantesca
pero perfectamente organizada. La comunicación estaba muy bien organizada, gracias
a las vías de acceso y a los mensajeros (chasquis) que recorrían el territorio, tanto
para transmitir informaciones y órdenes como para entregar mercadería. Su acceso
desde la capital estaba bien implementado, por medio del camino Inca. Esa es la ma-
nera de descubrir ciudadelas antiguas. Cada paso acerca al maravilloso Machu Picchu
es también una manera de apreciarlo mejor. Sin embargo, nada de eso se compara con
el final que les reserva esta excursión inolvidable, llegar al amanecer a la ciudadela de
Machu Picchu, entrando por la puerta grande... la Puerta del Sol. Se tiene que vivir
esta experiencia para entender el significado de "Puerta del Sol", pero sobre todo para
entender lo que es la excursión en sí; el resto solo son palabras vacías.
La ruta, reconocida por la UNESCO como sitio Patrimonio Mundial posee un detallado
Reglamento de la Red de Caminos Inca del Santuario Histórico de Machu Picchu, que
aplica en toda la red de caminos Inca del Santuario”.
(www.camino-inca.com).

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2.3.- Comercialización.
RUTA DEL CAFÉ DE COLOMBIA.
“Han pasado casi diez años desde que cinco familias empezaron a alquilar sus casas y
hoy en día un buen número de caficultores están vinculados de manera directa en la
prestación de servicios turísticos rurales. Según cálculos del Fondo de Promoción
Turística de Colombia, a la fecha se han generado entre 1000 y 1200 empleos directos
y 4.000 empleos indirectos. Alrededor del desarrollo turístico regional se han vincula-
do aproximadamente 500 fincas y se han creado 300 pequeñas empresas, entre las
cuales se destacan: restaurantes, almacenes de artesanías, cafés, sitios nocturnos, ope-
radoras turísticas, agencias de viajes, transporte turístico, asociaciones de guías, mi-
croempresas agroindustriales y parques temáticos. El turismo rural que se está desa-
rrollando en la zona, ha logrado realzar la cultura, los valores y la identidad de la
población local, a través de su directa y activa participación en la prestación de los
servicios turísticos. El turismo ha permitido que los beneficios se reviertan en la misma
región. Se han hecho algunas inversiones de significativo monto, como el Parque del
Café (500.000 visitantes promedio / año); el Parque Nacional de la Cultura Agrope-
cuaria – Panaca – (300.000 visitantes promedio / año estimados) y el Parque Nacional
de la Guadua.
Los gobiernos local y nacional han apoyado esta valiosa iniciativa. Además se está
impulsando la implantación de un sistema de aseguramiento de la calidad, para lo
cual se han vinculado a las fincas que cumplen con los parámetros exigidos para la
conformación del "Club de Calidad del Eje Cafetero". (Rozo, 2001)
(www.rutadelcafe.travel).

Para que las rutas turísticas en áreas rurales y naturales se inserten con éxito en
el mercado nacional e internacional se deben seguir ciertos pasos desde la etapa
de diseño de la ruta.
A.- Conocimiento del mercado actual del territorio y potencial para una ruta
temática: es importante conocer las características del comportamiento del tu-
rismo en general en las zonas donde se desarrollará la ruta: volumen de viajeros,
pernoctaciones, ingresos a sitios de interés turístico, visitas a áreas silvestres
protegidas, atención en oficinas de información turística, etc. Por otra parte es
necesario aproximarse, a partir de las tendencias nacionales e internacionales
por productos similares, a establecer el mercado potencial.
B.- Definición de los segmentos de mercado objetivos: se deben identificar y
seleccionar el o los segmentos de mercado a los cuales se orientará la ruta y en
los que enfocará su estrategia de marketing.
C.- Conocer la competencia y establecer los atributos diferenciadores: es de
alta importancia estudiar la competencia (de qué forma trabajan redes de empre-
sarios con productos similares enfocados a segmentos comunes). En el caso de
iniciativas cooperativas en vías de creación, sin duda que saber las principales
barreras con las que se han enfrentado otras experiencias similares, las medidas

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más efectivas para resolverlas, el costo y nivel de riesgo que se debe asumir,
entre otros aspectos, proporciona información que respalde su formación.
Un factor de éxito para el desarrollo de productos de turismo, lo constituye la
diferenciación competitiva de los productos que se ofertarán al mercado. La
diferenciación de los productos turísticos nos proporciona muchas ventajas:
mejor capacidad negociadora, fidelidad de la clientela, menor sensibilidad al
precio y mayor valor agregado a la marca del producto turístico.
D.- Estrategia comercial. Dependiendo de las condiciones del producto, se re-
quiere definir la forma en que se comercializará. Las alternativas:
a) En forma directa: se requiere capacidad técnica en cuanto a promotores,
equipo de venta, y plataformas de distribución, promoción, reserva y venta
b) Mediante mayoristas – tour operadores: es necesaria la selección de empresas
idóneas y establecer las condiciones de trabajo conjunto.
E.- Políticas de precio. La inversión que hace el turista en los destinos, tiene
relación con el precio. A pesar que el precio está sujeto a la oferta y demanda,
debe ser el resultado de la calidad de servicios que se ofrecen a los turistas. Son
muchos factores los que influyen para determinar el precio en los productos
turísticos. Debe considerarse la interrelación de cada uno de sus componentes,
el análisis de la competencia y factores de diferenciación y competitividad.
F.- Estrategia comunicacional: es importante considerar que las imágenes y
actitudes de los clientes (turistas), son grandes motivadores en turismo e in-
fluencian su decisión de compra. Especialmente importante es apuntar a conso-
lidar el posicionamiento deseado entre intermediarios turísticos, tour operadores
y agentes de viajes, asociaciones y clubes pertinentes, autoridades y comunidad
local, proveedores, medios de comunicación, entre otros.
La estrategia comunicacional debe incluir:
▪ Definición de una imagen corporativa que identifique claramente la ruta y
que pueda ser aplicada en todo el material gráfico: páginas web, catálogos y
videos promocionales souvenir, señalética, etc.
▪ Material fotográfico adecuado, que muestre claramente las bondades y
características de la ruta.
▪ Uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
(TICs): blogs, redes sociales, mailing y otros.
▪ Identificar claramente en el material la forma de acceso a los servicios de
la ruta y las posibilidades de consultas y/o reservas.
▪ Mantener y actualizar bases de datos con empresas, medios de comunica-
ción especializados locales, regionales y nacionales, organismos públicos y
privados relacionados con el tema, etc.
▪ Organizar visitas de familiarización según grupo objetivo, a fin de dar a
conocer el producto y comprometer determinados tipos de apoyo, por ejem-
plo: empresas de turismo, medios de comunicación, autoridades, etc.

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3.- RESULTADOS Y CONCLUSIONES

LA RUTA DE LA YERBA MATE EN ARGENTINA.


Esta ruta agroalimentaria se localiza en las provincias de Misiones y Corrientes en el
noreste argentino, área de distribución natural del Ilex Paraguayensis también conoci-
da como Yerba Mate, bebida característica de los argentinos. La ruta la integran:
1.- Productores yerbateros que muestran, en sus fincas, todo el proceso productivo.
2- Agroindustrias que dan a conocer el proceso de producción de la yerbal.
3- Restaurantes, confiterías y materías (casas de mate).
4.- Museos y sitios de exhibición de la historia y el patrimonio cultural regional.
5.- Hoteles urbanos y rurales de la zona.
6.- Agencias de Viaje y Operadores turísticos especializados.
7.- Institucionalidad: la ruta tiene una organización formal que la gobierna: la Asocia-
ción de la Ruta de la Yerba Mate. También tiene Protocolos de Calidad, que son las
normativas que garantizan no sólo la inocuidad de los alimentos que se sirvan en la
ruta, sino la identidad de la tierra colorada y el protagonismo de las familias de pro-
ductores y colonos.
8.- Productos y circuitos turísticos: se han programado distintos circuitos designándose
responsables a los miembros de la ruta que actúan como referentes en cada tramo.
(Rivero, 2010 en Szmulewicz, Sahady et. al, 2010) (www.rutadelayerbamate.org.ar).

La mayoría de las empresas de turismo en áreas rurales y naturales, ya sean de


agroturismo, ecoturismo, de turismo cultural étnico o de turismo de aventura,
son micro y pequeñas empresas de carácter familiar, con pocos trabajadores
externos, escaso capital y casi nulo acceso a opciones de capacitación, asisten-
cia técnica, recursos financieros, plataformas comerciales, etc. en forma indivi-
dual. Las dificultades de estos negocios, son las mismas que los de todas las
empresas turísticas de ese tamaño, a las que se agregan las derivadas de su con-
dición de ruralidad. Además, muchas veces el acceso a las fuentes financieras se
ve dificultado por la carencia de competencias profesionales para formular ade-
cuadamente los proyectos que permitan obtener el apoyo económico. De ahí
que, la asistencia técnica necesaria para el diseño de proyectos, la mejora de la
gestión administrativa, financiera y contable y el desarrollo de nuevos progra-
mas, es, también, imposible de financiar para una pequeña empresa.
Lo mismo ocurre con las administraciones locales en el mundo rural, cuyas
capacidades profesionales y financieras, apenas permiten atender con cierto
éxito las necesidades básicas de sus poblaciones y, como no podría ser de otra
manera, logran destinar escasos esfuerzos al fomento de actividades económicas
como el turismo rural
Por tanto, asociarse en el diseño y puesta en marcha de una ruta turística y pro-
ducir una oferta integral, coordinando prestaciones de diverso tipo (visitas a

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museos, viñas, parques naturales, con servicios de hotelería, restauración, trans-


porte, excursiones, etc.) es uno de los mejores mecanismos para integrar los
esfuerzos de los emprendedores y las familias en los territorios rurales, cooperar
entre sector privado y sector público y detonar la creación de clusters o conglo-
merados turísticos que favorezcan el fortalecimiento de destinos de turismo.
La colaboración, a través de una organización que diseñe, ponga en marcha,
comercialice y gestione la ruta turística, redundará, no sólo en la efectiva crea-
ción de un producto integrado de carácter territorial, sino en lograr brindar una
experiencia turística con estándares de calidad altos y homogéneos. Esta articu-
lación y los encadenamientos productivos que permitan agregar valor al destino,
constituirán, para este tipo de emprendimientos, el único mecanismo apto para
acceder a las ayudas de financiamiento de la administración y de instituciones
no gubernamentales, a las oportunidades de capacitación y asistencia técnica y
hacer un frente común para obtener el mejoramiento de la infraestructura, los
servicios básicos, el desarrollo de normativa ad-hoc, y, en general, efectuar
planteamientos conjuntos frente a los organismos públicos y el mercado.
En el área de la comercialización es aún mas clara la necesidad de asociatividad
que en todas las otras áreas. Llegar a negociar con intermediarios y operadores
de viajes para que se interesen por ofrecer los nuevos programas de rutas turísti-
cas, requiere contar con paquetes integrados y con un volumen de oferta sufi-
ciente para justificar los costos de intermediación y estimular las ventas con
comisiones interesantes. Una “central de comercialización”, “central de reser-
vas”, o la “organización de la ruta” permitirá acrecentar el poder de negociación
de las pymes turísticas, factor fundamental en la sustentabilidad del proyecto
cooperativo. Asimismo, la tarea de comunicación, tanto de forma tradicional
como en las nuevas plataformas digitales y en las redes sociales, para resultar
eficaz requiere conseguir aliados y obtener los fondos necesarios. Los actuales
sistemas de reserva y venta de viajes organizados pueden funcionan mejor con
la asociatividad entre los productores. Desde la perspectiva de los usuarios,
acceder a un abanico mas amplio de opciones, resulta más atractivo, económico
y rápido, que negociar individualmente.
De igual importancia es la coordinación al interior del sector publico. Funda-
mental es también la responsabilidad de las instituciones de la administración en
el ordenamiento de los territorios, a partir de la detección de sus vocaciones
productivas. El turismo, no requiere ocupar todo un territorio, es amable con el
medio ambiente y amistoso con otras industrias. Pero, de todas formas, el Esta-
do debe ordenar el desarrollo económico y resolver los conflictos, destinando
algunas áreas para consolidar su gran vocación turística, aún a costa de sacrifi-
car el crecimiento de otras industrias que le son incompatibles.
Y por último es crucial la necesidad de cooperación entre las instituciones pú-
blicas y los empresarios. Los consejos publico-privados de turismo en un terri-

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torio convocado para articular una ruta de turismo son una excelente fórmula
para, a partir de una visión estratégica común, focalizar los recursos y los es-
fuerzos de todos los actores en la construcción de destinos de excelencia.
Necesario es también el soporte científico y de capital humano de las universi-
dades, ya que aportan información de base para la construcción de las rutas tu-
rísticas y son un importante aliado en el impulso de las organizaciones comuni-
tarias responsables de su materialización, así como proveen de profesionales y
técnicos competentes para gestionar estas nuevas iniciativas de desarrollo terri-
torial y colaboran, en este proceso hacia destinos turísticos de excelencia.

BIBLIOGRAFÍA
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