REPORTE SOBRE: MAKARENKO Y BLONSKIJ.

La sociedad soviética posterior a la revolución de Octubre de 1917 era una sociedad que
enfrentaba cambios profundísimo: nada menos que la transformación de una sociedad
explotadora al servicio de las clases dominantes en una sociedad comunista al servicio de las clases
trabajadoras.
La base de la moralidad comunista está en la lucha por afianzar y culminar el comunismo. Esta es la
base de la educación, la instrucción y la enseñanza comunista. Un partido se proponía a
transformar la escuela de un instrumento de dominación de clase de la burguesía en un
instrumento de supresión de la división de la sociedad en clases
Durante la etapa en que Makarenko trabajo, fue muy difícil pues Rusia se encontraba en
dificultades por las que tenía a un país devastado por la guerra de intervención extranjera, los
dramas de la revolución; los niños abandonados, huérfanos desenraizados , etc. Sus principios de
instrucción escolar fueron tomados del régimen penitenciario y fueron trasplantados al terreno
educativo, él sostenía una posición pedagógica llena de originalidad, para él, la literatura
pedagógica está llena de hermosas palabra, de pensamientos brillantes, pero vacía de técnicas, de
métodos, de instrumentos válidos para su aplicación por un educador cargado de problemas,
acusaba a los oficinistas y escribanos de estar en las nubes (pedagogía del olimpo) ya que carecían
de realismo, decía que en el olimpo solo valen las teorías y las técnicas son tenidas por herejías, se
consideraba en las nubes a el niño como ser henchido por un gas de composición especial, cuyo
nombre ni siquiera se había tenido nombre de inventar, decía que el gas tenía que salir, con la
personalidad comunista .
La nueva pedagogía no nació de las torturantes convulsiones de un invento de gabinete, sino de los
movimientos vivos de los hombres, de las tradiciones y reacciones de una colectividad real, de las
nuevas formas de amistad y disciplina, por lo tanto se oponía al ideario de la escuela nueva, por
ejemplo estaba en contra del interés de niño, para él hay iniciativa cuando hay una tarea a realizar,
una obligación de cumplirla y una exigencia por parte de la colectividad, la iniciativa es el fruto del
trabajo organizado y de la responsabilidad y el deber frente a ese trabajo.
La educación del sentimiento del deber se hallaba frecuentemente en contradicción con el interés
del niño, en particular tal como lo entendía el mismo, era de vital importancia la colectividad, la
sociedad, el país y el sentimiento ligado siempre a las necesidades que ellos dispongan. Makarenko
opina que “el hombre se mueve según las leyes de la sociedad humana y no solo según las de la
naturaleza”. El culto a el espontaneidismo menosprecia no solo el papel de la educación sino que
es socialmente perjudicial, por lo que la autodisciplina y la auto organización debe ser olvidad y ser
sustituida por una disciplina consciente. La voluntad que es una capacidad absolutamente
necesaria para el progreso de la comuna y la sociedad, no es solo el deseo y satisfacción, sino
también el deseo y la abstención, el deseo y la renuncia simultánea. Si el niño se habitúa a realizar

mAKARENKO Y P. BLONS
TEORIA EDUCATIVA
REFERENCIA: Palacios, Jesús. 2007. La cuestión escolar.
México: Coyoacán. Pp. 331-428
sus deseos sin ponerles nunca un freno, nunca tendrá la fuerza de voluntad. Makarenko liga la
felicidad a la participación de las actividades sociales y unirse a ellas.
Él se nos presenta como alguien frio y mental, personalidad que también el atribuye a el educador,
se expone como partidario de una educación activa, es decir, que quiere formar un hombre de
ciertas cualidades y que haga todo, poniendo en juego la inteligencia y todos sus esfuerzos, para
conseguir el resultado, por lo que el marco cualidades que el ciudadano soviético debía tener como
fruto de la educación: profundo sentimiento del deber, espíritu de colaboración, personalidad
disciplinada, condiciones personales y un modo de actuar que impida la sumisión y la explotación
del hombre, una sólida formación política y una gran capacidad para conocer a los enemigos del
pueblo.
La esencia de la educación no estaba en las conversaciones, sino, en la organización de la vida del
niño y en el ejemplo que se le brinda con la vida personal y social, ya que él decía que el sistema
consistía en la colectividad, que, solo en la experiencia colectiva se puede desarrollar una
necesidad moralmente valida.
Decía que el trabajo y la escuela no tenían que ser mezclados, que un trabajo no tenía que ir
acompañado de una formación, de una instrucción política y social, careciendo de todo valor
educativo y no pasar de ser un proceso neutro, Makarenko intento siempre explotar las
posibilidades educativas del trabajo, sobre la base del salario, el educando aprende a coordinar los
intereses personales y los intereses sociales, se incluye en el complicadísimo más del plan
financiero soviético. Repartía las jornadas a la mitad, una la pasaban los colonos en las fábricas
trabajando; la otra mitad en la escuela, estudiando, por eso el trabajo no tenía que estar ligado al
estudio ya que unirlos no es más que un prejuicio una lamentable charlatanería. Pero con un
objetivo común: la formación del ciudadano soviético, del constructor activo y consciente del
comunismo que construye la meta hacia la que Makarenko orienta toda la actividad educativa.
Blonskij de igual manera, se centraba en intentar superar el liberalismo burgués de la escuela
nueva, él sostiene que el niño es naturalmente bueno, quiere decir que es, por naturaleza,
comunista y que la principal preocupación de la pedagogía debe ser desarrollar esa disposición
naturalmente buena. Intenta unificar la vida y enseñanza, convencido de que a través de esta
unificación será posible el aprendizaje tanto de los trabajos productivos como de las bases
económicas de la vida, la formación politécnica de educar al hombre para que sea capaz de
dominar la naturaleza, la escuela y la vida no deben ser extrañas la una de la otra.
La escuela del futuro debe identificarse con la vida social, es decir, la sociedad debe hacer
desaparecer la escuela en cuanto institución del estado y trasladarla a la vida del trabajo social, ya
que el consideraba que era la vida y no los libros o profesores quienes educan, cada uno de los
dominios de la vida debe ser un complejo del cual debe partir la enseñanza.
El proceso de información como tal comienza con el aprendizaje del manejo de una máquina y
después quizá de otra; por la observación de los distintos modos de trabajo y la comparación con

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TEORIA EDUCATIVA
REFERENCIA: Palacios, Jesús. 2007. La cuestión escolar.
México: Coyoacán. Pp. 331-428
otros, para que la educación sirviera de algo es evidente que sebe sujetarse a sus posibilidades, a
su nivel madurativo.

Si se quiere formar a niños y jóvenes en el espíritu de la educación del trabajo, deben desaparecer:

 El tiempo de clase con una duración determinada.

 Las materias escolares, que deben ser sustituidas por la realidad concreta.
 El concepto de clase, en cuanto entidad que agrupa a los niños según su edad y no según su
nivel de desarrollo
 La desconfianza hacia los niños, que mutila las posibilidades de experimentación infantil.
 La identificación del maestro con un funcionamiento que educa a los niños
autoritariamente.
 La importancia concedida al trabajo intelectual y el menosprecio de la actividad manual.
 El tener que estar sentado en clase.
La escuela única de formación y de trabajo está caracterizada por tres momentos bien
diferenciados:

 Guardería infantil en la escuela del trabajo para los niños de ter a siete años.
 Escuela elemental del trabajo, o escuela de primer grado, para niños entre ocho y trece
años y que se identifica con la vida en la comuna.
 Escuela del trabajo para adolescentes, o escuela de segundo grado, de catorce a dieciocho
años, integrada en la fabrica
Para el niño de tres a siete años, el juego es el medio en el que trabaja; para el niño de ocho a trece
años, es la comunidad domestica de trabajo; para el adolescente, la industria.
El programa pedagógico de Blonskij no llego a aplicarse nunca.

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REFERENCIA: Palacios, Jesús. 2007. La cuestión escolar.
México: Coyoacán. Pp. 331-428