COMUNIDAD CRISTIANA TORRE FUERTE

ESCUELA DE SERVIDORES
MODULO Nº1
"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís"
(Colosenses 3: 23-24)

PERTENECE A: _____________________________________________
DOCUMENTO: ___________________________FECHA DE CUMPLEAÑOS:
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NUMERO DE CELULAR: ____________________________________
CORREO ELECTRÓNICO:
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MINISTERIO AL QUE PERTENEZCO:
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FECHA DE INICIO:
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MI MOTIVACION PARA TOMAR EL CURSO:
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FECHA LECCION N.º ASISTENCIA COMPROMISO

FIRMA DEL ESTUDIANTE FIRMA DEL TESTIGO/
PASTOR
LECCION N.º 1
CONOCIENDO A DIOS

¿Es posible conocer a Dios? Es una de las preguntas que con

alguna frecuencia hemos tenido que responder. Para dar respuesta queremos que observes el
siguiente pasaje:
Filipenses 3: 7 – 10:
7 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la
fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su
resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su
muerte…”
Pablo estableció como su meta en la vida conocer al Señor. (vuelve a leer los textos en negrilla). Lo
que motivaba a Pablo en esa búsqueda desesperada de conocer a Cristo era el amor que él sentía
por Dios. Cuando amas a alguien tomas tiempo para conocerle y a medida que lo haces vas
descubriendo facetas que no te eran tan evidentes al principio de tu relación con esa persona. Con
Dios ocurre, que entre mas aprendas acerca de Él, más ter enamoras de Él, pues lo que aprenderás
de Él en este curso, conquistará todo tu ser y como resultado de esto. Tu vida será una vida
formada para servirle a Él.
Respondiendo a la pregunta inicial, ¿Es posible conocer a Dios? Tenemos que decir que si. Sí es
posible conocer a Dios. Conocer a Dios no es algo difícil cuando se tiene la motivación correcta.
¿Qué te motiva para iniciar este curso de FORMACION?
Creemos que es posible conocer a Dios cuando se tienen las ganas para hacerlo, pero también es
muy importante el cómo lo vamos a hacer. Y allí participan dos personas dentro del proceso: El
que quiere aprender y el que enseña.
Hablemos primero del que quiere aprender.
El apóstol Pablo estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de conocer a Cristo. (vuelve a leer los
textos que están subrayados). Pablo estaba comprometido al máximo a conocer a Dios. Para
conocer a Dios es necesario tomar tiempo, ser disciplinados, perseverar y esforzarse, constancia y
dedicación, desarrollar un corazón enseñable y dispuesto a recibir a Dios, establecer prioridades y
de antemano establecer que nada ni nadie te va a impedir llevar a cabo lo que te has propuesto.
Algunas personas tienen buenas intenciones, pero no se esfuerzan lo suficiente. Aquello
suficiente. Aquello que nos cuesta, por lo que pagamos un precio, por lo que esperamos, es algo
que valoramos mucho más que aquello que nos llegó sin esfuerzo, que nos fue obsequiado.
Por eso quiero que pienses en que el fruto de este curso depende de ti. Depende de tu motivación
al hacerlo, pero también de tu compromiso personal con Dios y con las personas que te rodean.
¿Qué compromiso vas a adquirir con Dios, con tu iglesia, contigo mismo, con los profesores y
compañeros, y con tus futuros discípulos para aprovechar al máximo este curso?

Ahora hablemos de el que enseña. En Jeremías 3:15 dice el Señor: “Y os daré pastores según mi
corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”
También existe un compromiso absoluto de parte nuestra en este proceso formativo como
instructores o maestros y consiste en cada día buscar a Dios para sintonizarnos totalmente con Él,
para que nos use y seamos instrumentos que reflejen su amor y carácter permanentemente,
dentro y fuera de las aulas. Queremos convertirnos en esos ministros, Capellanes con el corazón
de Dios que dirijan, orienten y encaminen sus vidas con la sabiduría divina a un conocimiento
progresivo de Dios.
Aunque nos hemos preparado muy conscientemente para la labor social a la cual Dios nos ha
llamado, esperamos en cada clase no solo transmitir principios bíblicos sino mostrarle nuestro
corazón para impartir vida en aquello que estamos enseñando y de esta manera formar el ADN de
Cristo Jesús en cada persona que quiere conocer a Dios.
Por eso nuestra última recomendación antes de seguir es, déjate pastorear, déjate guiar, déjate
enseñar, déjate amonestar, aprender a ser parte de un equipo, a mantenerte dentro de él y a ser
formado para servir a Dios y a la humanidad, a pesar de las circunstancias, como parte del proceso
para discipular la nación.